Por Julieta Zenobi
Fotografía: Sabrina Nicotra

Influencer y militante del activismo gordo, Agustina Cabaleiro es @onlinemami_ en Instagram y en este mano a mano comparte su mirada sobre la gordofobia y el bullying. Entrevista publicada el 4 de agosto de 2022.
  

“Gorda, larga los postres”. Cualquiera ha escuchado, en la sociedad argentina, este insulto, esta injuria, esta forma de herir a alguien con un cuerpo gordo. “Gorda, largá los postres”. Lo habremos escuchado o, incluso, hasta lo habremos dicho. Es una frase que busca producir dolor y vergüenza.

En la casa de Agustina Cabaleiro, sobre una de las paredes, hay varios cuadros, pero hay uno que se destaca por sobre el resto: es el cuadro de los postres más ricos de nuestro país. Para ser más específica, es un print de Magalí Polverino, que Agustina decidió hacerlo cuadro. Tiene un fondo rosa y las imágenes de los postres (con un sombreado) y su respectivo nombre debajo en tipografía cursiva. Son once los postres argentinos más famosos: almendrado, flan, budín de pan, vigilante, ensalada de fruta, mousse de chocolate, merengues, bombón suizo, cassata, Don Pedro, y por último los panqueques. Es un cuadro político y, a su vez, es un cuadro. Como mencioné anteriormente, Cabaleiro logró encasillar los postres en un cuadro, otorgándole un valor simbólico y emocional.

¿En qué momento empezaste a sufrir bullying?

No hay un momento, toda la vida lo sufrí. En Te lo digo por tu bien, el libro que publiqué el año pasado, cuento que la primera vez que alguien me dijo gorda fue a los tres años, en el primer día de jardín. Yo no me acuerdo, me lo contó mi mamá. Entonces, desde siempre lo sufro.

¿Cómo viviste la adolescencia?

La adolescencia fue complicada, porque las adolescencias son complicadas. Ser mujer adolescente es complicado. Y ser una adolescente gorda le agrega una complejidad a todos esos dramas, se le agrega el drama que te trae el tamaño de tu cuerpo. Fue muy difícil.

Con la pandemia se incrementó, pero muchas personas, incluso desde antes, prefieren que los invitados al entrar a su casa se quiten los zapatos, y Agustina es una de esas personas. Así que ahora mismo hablamos mientras usamos pantuflas rojas con garras. Se siente tibio en los pies.

¿Cómo lograste que la palabra gorda dejase de ser una ofensa?
Creo que cuando aprendí que era solamente un adjetivo y que también depende de quién viene y con qué intención. Dejó de ser una ofensa cuando entendí que ser gordo no es algo malo.

Agustina Cabaleiro nació en Buenos Aires, el 7 de agosto de 1994. Hoy, a los 27, es licenciada en publicidad, modelo, influencer y activista. Tiene 363 mil seguidores en Instagram, donde es conocida como @online0mami_. “siempre se olvidan de poner el guión bajo al final de mi usuario”, dice. Con ese usuario milita la corriente de body positive y activismo gordo.

¿Cuál es la diferencia entre el activismo gordo y el body positive?

El body positive es un movimiento que tiene como objetivos que todos tengamos una visión positiva de nuestro cuerpo independientemente del género que seas y no solamente tiene que ver con la gordura y ser gordo, sino con todo lo que le pueda pasar a un cuerpo que escape de la norma. El activismo gordo, en cambio, habla de los cuerpos gordos sin importar el género e identidad, y es un poco más aguerrido en el sentido de que es una denuncia sobre la manera de control de los cuerpos.

Digamos que el activismo gordo es más combativo.
Claro. El body positive tiene que ver más con las experiencias individuales de lo que yo puedo hacer con mi cuerpo para sentirme bien, con sentir amor propio, con tener respeto, que para mí es sumamente importante. El activismo gordo va más hacía derribar todo aquello que nos controla por afuera. Para mí son claves los dos.

@onlinemami_ construyó una comunidad fidelizada a base de amor propio, moda y algunos memes. Ella entendió que su cuerpo también es político y que autodenominarse gorda no es algo malo, es más un adjetivo que un agravio. Hoy en día, Agustina se volvió una referente para las nuevas generaciones, ya que muchas chicas y chicos que la siguen y que se sienten identificados con su historia, al verla a ella, rompiendo con los moldes preestablecidos que hay en las redes y en los medios en sí, sienten gran satisfacción. Agustina muestra su cuerpo sin tapujos, usa muchos colores para vestirse, con prendas ajustadas pero también holgadas y se ríe de sí misma.

Con el mismo desparpajo con el que muestra un outfit para un domingo en familia, habla de lo que le sucede y le molesta. Es ella empoderada. No se posiciona en un lugar de enseñanza moralista, sino que se muestra auténtica y genuina, tratando de derribar esas estructuras culturales establecidas en la sociedad.

¿Qué es el amor propio?

El amor propio no es un estado de enamoramiento de tu cuerpo, hay mucha gente que cree eso, pero para mí no lo es. Es re difícil estar enamorado de cada parte de tu cuerpo, porque nos enseñan que tenés que odiarlo. Ya es difícil que no te jodan, imagínate amarlo, es ir un paso más allá. Entonces, para mí, el amor propio tiene que tomar forma de tolerancia y respeto hacia uno mismo y tener paciencia, los días que estás bien o los días que estás mal. En los días que alguien te dice “gorda de mierda cruzaste mal el semáforo” y te sentís mal con tu cuerpo, es tener paciencia en esos momentos donde te sentís mal porque no estás tan “deconstruido” y no estás tan empoderada. El amor hacia uno mismo, tendría que ser como el amor que le tenemos a nuestra pareja, amigos, familia en forma de respeto y tolerancia. Para mí, esto es la clave.

¿Siempre podés? ¿No te cuesta a veces?

Sí, por supuesto, lograr el amor propio me cuesta mucho en ciertos momentos. El amor propio y quererse a uno mismo es un camino para toda la vida. No importa que tan activista, influencer, ni que tan en bikini salgas, porque un día estás bien y te tiran 50 mil comentarios feos y no te importa, y otro dia por ahí estás masomenos y un comentario feo te tira todo el dia abajo. Es un trabajo constante.

La historia demuestra que la sociedad y las personas siempre fueron más duras con las mujeres. Siempre fuimos la esposa de, la novia de, la que tenía que estar linda para el varón, porque los varones son el lugar de poder. Entonces, la mujer era el adorno que tenía al lado y obviamente que el adorno tiene que ser lindo “porque el poder lo tiene el varón, la decisión la tiene el varón, la plata la tiene el varón y la que lo acompaña tiene que ser linda” aclara Agustina. Por lo tanto, el concepto de belleza o estereotipo de belleza, es cultural, cambia según el lugar geográfico y el momento de la historia. Es decir, algo que es lindo acá, puede ser feo en otro lado y viceversa “la belleza entonces termina siendo lo que cada uno la define”, afirma la influencer.

¿Crees que nuestro país está preparado para todos los cuerpos?
No, ni a patadas. Tenemos un sistema de salud muy gordofóbico. No tenemos talles, y hay lugares por los que literalmente no podés pasar. No poder entrar a un boliche, no entrar en un asiento de avión… pero va cambiando. Vivimos en un país súper gordofóbico, homofóbico, racista y misógino.

En el mes de junio de este año, Agustina lanzó su marca de ropa @onlinemamicollection a través de la tienda online.

¿Por qué decidiste hacer tu propia ropa?

Porque me encanta la ropa, me encanta vestirme, me encantan los outfits. Comercialmente, me parece que hacía falta una marca que tuviera buenos básicos. Por eso decidí hacer un básico elevado, meterme en esa beta. Y después, porque hay una cuestión que, como gordas, no tenemos por ejemplo una campera, un jean, o un cinturón. Entonces dije, quiero hacer esto, que la gente se pueda vestir.

Si tuvieras la posibilidad de modificar tu cuerpo ¿Lo harías? ¿Qué cambiarías? ¿Te volverías a elegir?

¡Qué complicado! Creo que, dicho seriamente, no me interesa ser una persona flaca, ni pesar 40 kilos. Si modificara mi cuerpo lo haría con cosas muy puntuales, por ejemplo: tengo una ceja más abajo, entonces me pondría un punto de botox. No sé si modificaría mi cuerpo. Ponele que viene Cormillot con la varita mágica y me toca y bajo la mitad de mi peso, o termino siendo Pampita, me van a bardear de otra manera porque soy una gorda adelgazada, como que nunca es suficiente. Re sí, me volvería a elegir porque estoy bien así.

Los gordos históricamente somos el chiste «cómico» de un montón de historias, la parte graciosa de las cosas. Entonces todo lo que tiene que ver con ser gordo es cómico y a su vez nadie quiere ser gordo. Entonces nos reímos de los gordos para diferenciarnos de ellos. Todo deviene en que nos discriminan y nos molestan. Agustina sacó su primer libro “Te lo digo por tu bien: Sobre ser gordas y ocupar espacios con libertad” en el año 2021. En él cuenta la experiencia de ser gorda y cómo afecta en su vida. Habla también de la moda y la relación con su cuerpo.

¿Por qué elegiste ese nombre?

Millones de veces me dijeron que no comiera por mi bien. Una porción de pizza, un pan, un postre. Primero te lo niegan y después te dicen que es “por tu bien”. Y así, toda la vida. Cuando las personas gordas leen el nombre de mi libro, dicen que es un buen nombre y que las representa.

¿Qué se esconde detrás de esa frase?

Es una frase de recomendación o consejo en representación de una opinión gordofóbica: es por tu bien, porque te conviene, porque te conviene no resaltar que sos gorda, tenes que parecer menos gorda, o intentar ser menos gorda. Porque nos enseñaron que ser gorda está mal, entonces te lo digo por tu bien que disimules, que bajes un cambio, te lo digo por tu bien, te lo digo porque te quiero. Si bien muchas veces esa frase viene desde el amor, porque te lo dice tu abuela, tu tía, tu mamá, igual duele. Son recomendaciones y consejos horribles que no deberían existir.

Si pudieras eliminar una prenda de la faz de la tierra ¿Cuál sería?

Todas las que sean talle único.