Por Jimena Cozza y Maru Conde
Fotografía: Sofia Barrios y Milagros Gonzalez

Cinco millones de personas, según cálculos oficiales, salieron a la calle a saludar a los campeones del mundo. El recorrido de la caravana quedó trunco ante la falta de organización. Pero el clima festivo no se detuvo.       

La Scaloneta salió a celebrar con el pueblo argentino su triunfo en la Copa Mundial de la FIFA 2022. Cuatro horas de caravana sobre un micro descapotable se vieron interrumpidas por el desborde organizativo y terminaron con los jugadores sobrevolando en helicóptero el Obelisco y la Avenida 25 de Mayo. Alrededor de cinco millones de personas –según distintos cálculos imprecisos- se manifestaron en la calle de forma espontánea. Esta vez los helicópteros, un 20 de diciembre, simbolizaron alegría. 

Aguardaban con los brazos abiertos y las banderas en alto. La caravana comenzó a las 11:30. desde el predio de la AFA y tenía previsto bordear la Ciudad de Buenos Aires y pasar por el Obelisco, pero su recorrido se modificó cuando la multitud desbordó todas las proyecciones.

Así este martes, tras el Decreto N° 842, que declaró feriado nacional para compartir con la Selección el título de Qatar 2022 se escuchó el grito de “Olé, Olé, Olé, Olé, Olé, Olé, Olá”. Algunas personas se ubicaron en el corazón de Av. Corrientes y Av. 9 de Julio, mientras otras estaban en la Autopista Riccheri. Todos esperaban que pase el micro descapotable con los jugadores a bordo. Luego de que la caravana comenzó, el canal de Twitter oficial de la Selección Argentina publicó el recorrido, confirmando que no pasarían por el Obelisco ni por la Casa Rosada. Tras el anuncio y para las 12:15, ya había grandes grupos en Constitución. Messi, De Paul, Di María, entre las principales figuras desafiaban al sol sentados en la parte detrás del descapotable mientras sus compañeros arengaban a la multitud.

Los campeones tenían bombos, sombrillas, banderas y bebidas. Entre ellas, se encontraba el clásico “viajero”, un fernet con refresco de cola preparado en botellas cortadas. La alegría se contagiaba entre la multitud y los futbolistas. Se tiraban mutuamente espuma para festejar. La Copa Mundial pasó de mano en mano entre el plantel, quienes la alzaban frente a las personas que los saludaban y les arrojaban regalos.  

Roxana, vecina del Barrio Olímpico en CABA, cuenta a ANCCOM que lloró cuando vio pasar el micro: “Fue una locura hermosa, no hubo amontonamiento, estuvo tranquilo. Estoy embarazada, así que no me acerqué mucho, pero se veía bien. Mis hijos, que mucho no entienden, nos veían llorar y lloraban también, fue una fiesta. Estábamos desde las 12 en Autopista Ricchieri esperando y el micro pasó a las 15”.

Ariel está en el Obelisco. “Somos de La Plata, vinimos a festejar con la selección con mi hijo y mi esposa, estamos muy felices. Viví el mundial 86 y en el mundial 90 ponía fotos en el pizarrón de Sergio Goycochea atajando los penales”, relata eufórico. Agrega: “El 86 no tiene punto de comparación, esto es una fiesta”. En 1978 los jugadores no realizaron festejos ni se acercaron a la Casa Rosada, siendo el dictador Jorge Rafael Videla el único que celebró en el balcón presidencial. En cambio, en 1986 el plantel del cual Diego Maradona era parte, se acercó directamente a la Casa Rosada, donde saludaron desde el balcón a la multitud que cantaba con ellos. Según la prensa de esos años, un millón de personas se acercaron a la Plaza de Mayo.

En el Obelisco, Martín, oriundo de Wilde, se encuentra con su hijo Iván: “Viví tres mundiales, en el 78 tenía 6 años. Me acuerdo de Argentina campeón en el 86 y afirmo que soy maradoniano, aunque no comparo a Messi y Maradona. Más bien tenemos que ser agradecidos que estos dos grandes son argentinos y campeones del mundo”, asegura.

Todo es euforia y festejo. “La alegría es colectiva y estamos dentro de un paréntesis de todo lo que vive el pueblo argentino, en lo económico y en lo sanitario. Argentina es campeona del mundo con total justicia, con un cuerpo técnico extraordinario y con Lionel Messi en su mejor momento”, cuenta a ANCCOM la relatora y conductora Viviana Vila.

Emanuel y Blanca esperan ver el micro con los campeones del mundo, mientras tanto, recuerdan el festejo de Argentina campeón en el 86: “Fue parecido a esto, pero hoy se festeja de otra manera, es otra juventud, otra gente. En el 86 todavía estábamos angustiados de lo que habíamos pasado en el 78 como sociedad. Yo no dejé salir a festejar a mi sobrino, hoy la calle está llena de juventudes”. 

Unas horas antes de escribirse esta historia, en diálogo con ANCCOM, el relator y periodista Victor Hugo Morales imaginaba: “Lo que sucederá seguro será la fiesta más grande de todos los tiempos, no va a ocurrir algo que sea tan espléndido como lo que va a ser el encuentro de los jugadores con su pueblo. Un pueblo legítimamente agradecido, que ha vivido unas semanas de orgullo, de ponderación, de sueños que se hicieron realidad”. 

“Todo ha sido altamente satisfactorio para la Argentina. Se cumplió el sueño máximo. Enhorabuena, se lo merece el técnico, los jugadores, y el muy futbolero pueblo argentino”, asegura la voz que inmortalizó el segundo gol a los ingleses con un barrilete cósmico.

El seleccionado arribó al país en la cálida madrugada de martes. Miles los esperaban en las inmediaciones del aeropuerto Internacional de Ezeiza, acompañados del grupo musical de Guillermo Novellis, más conocido como La Mosca, al ritmo del ya clásico “Muchachos, ahora nos volvimo a ilusionar”. Luego, la marea celeste y blanca los acompañó hasta el predio de la AFA. Mientras tanto, la vigilia en el Obelisco no se hizo esperar con acampes improvisados desde la tarde anterior.

El “Aladino eterno», en palabras de Victor Hugo Morales, es Lionel Andrés Messi Cuccittini, el máximo jugador con presencia en las Copas del Mundo. El jugador se encuentra en cuarto puesto entre los principales goleadores, tras superar a Pelé en el partido de la final del domingo. 

Messi fue elegido mejor jugador. Con  35 años de edad y 17 representando al seleccionado. Es el jugador que más minutos jugó dentro de la cancha. Debutó en el año 2005 contra Hungría donde permaneció tan solo 1 min 42 segundos porque lo expulsaron. Al 20 de diciembre de 2022, participó en 172 partidos y convirtió 98 goles. Pasó a Gabriel Batistuta como goleador en las Copas del Mundo. Messi se convirtió el domingo en el único futbolista hombre que hace goles en octavos, cuartos, semifinal y final en un mismo torneo. A su vez, convirtió dos goles en la final, un récord que nadie había logrado cumplir hasta el momento.

Para Victor Hugo Morales, “el fútbol tiene un genio y ese es Messi. Esto es un cuento con un final feliz donde triunfan los nobles, donde triunfa el genio. Ha sido una final estupenda, una actuación que deslumbró en el primer tiempo y que mereció la victoria en todo el desarrollo del partido. Es la mejor que yo haya recordado por lo menos de los campeonatos del mundo y que le puso una muy buena nota al balance de este mundial”.

Este 20 de diciembre la calle respira bienestar. No hay bastones ni situaciones de violencia. Solo sobre el final, la Policía de la Ciudad realizó un desmedido operativo para desalojar a cuatro personas que habían ingresado al Obelisco y terminó reprimiendo desproporcionadamente, con balas de goma y gases lacrimógenos, a un grupito de borrachos que aún quedaban en la noche, tras un día de festejos.

 El torneo, entre otras cosas, deja imágenes y videos de personas que lloran, familias enteras que se congregan en las calles para celebrar la victoria y postales de una ciudad que se viste de banderas argentinas  A 36 años de aquella vuelta que ya no será sólo una historia para que te la cuenten otras generaciones.