Se realizó la quinta edición de Femit Conf, un evento para visibilizar el trabajo de la comunidad transfeminista en la industria tecnológica. Solo el 25 por ciento de los inscriptos en carreras del sector es mujer.
Tras ocho meses de planificación y con el trabajo de más de 40 personas voluntarias, se llevó adelante la quinta edición de la FemIt Conf, una conferencia de tecnología con perspectiva de género, gratuita y abierta a todo el público. El evento estuvo a cargo de Las de Sistemas, una comunidad transfeminista de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries, que trabaja en la industria de la tecnología y tiene como principales objetivos “visibilizar, potenciar, capacitar, contener y transformar los espacios de trabajo en lugares inclusivos”.
Declarada de interés por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, y por el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (que brindó el espacio para la transmisión del evento), la FemIt incluyó charlas que abordaron diversos temas de la tecnología como: la inteligencia artificial y el arte, el emprendedurismo, la robótica, la educación, la identidad de género en los datos, y la inclusión laboral trans, a cargo de Mocha Celis.
La conferencia se realizó de manera virtual, y contó con la presencia de algunas oradoras para responder preguntas del público, además de que posibilitó la participación de personas a nivel nacional e internacional. A su vez, a lo largo de la jornada se realizó una colecta para el Proyecto Nahual, que capacita de forma gratuita a personas de sectores más vulnerados con el objetivo de brindarles una oportunidad laboral en el rubro de sistemas.
“En un mundo de ceros y unos, vamos por la diversidad” se observa en la bandera de Las de Sistemas. La comunidad surgió en 2017, cuando un grupo de colegas comenzaron a discutir acerca de cuáles eran los problemas a los que se exponían todos los días: discriminación, dificultad para acceder a posiciones de liderazgo, y diferencias salariales. “Uno de los problemas que siempre hablábamos era que íbamos a una conferencia y eran todos hombres: arriba del escenario, en la audiencia, y asistíamos en grupo para no estar colgadas en el ambiente. Entonces propusimos hacer nuestra propia conferencia, con nuestras propias reglas, donde las personas del colectivo sean quienes den las charlas, y los hombres puedan venir como parte del público. Así arrancamos en 2018 con la primera edición”, recuerda Virginia Barros, integrante de la comunidad y organizadora de la FemIt Conf, en diálogo con ANCCOM.
Una problemática de género
Según datos del estudio realizado por Chicas en Tecnología sobre la brecha de género en carreras de tecnología, ésta se ubica como el área en el que menos paridad de género existe, con un 25 por ciento frente al 75 por ciento de los hombres. Sin embargo, de cada 100 mujeres que se inscriben en programación, se gradúan 19, y de cada 100 hombres, se gradúan 16.
Respecto de estas cifras, Natalia Palau, Ingeniera en Sistemas y docente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), comenta que la brecha entre mujeres y diversidades respecto a los hombres es evidente, y es lo que hace que se dé una conferencia de este tipo. “En los cursos tenés por cada treinta hombres a dos mujeres, y si hay cinco, son un montón”, reflexiona. Una experiencia similar tuvo Raysa Alanes, que al cursar sus estudios notó que había una brecha porque la mayoría de sus compañeros eran hombres, pero se naturalizaba.
La falta de diversidad en tecnología implica una mirada sesgada en la creación de productos que luego son utilizados por la sociedad. Barros sostiene que “hay muchos estudios que muestran aplicaciones que salieron mal ya sea por no probarlas en mujeres, o por no contemplar accesibilidad. Y también los equipos diversos vuelven todas las discusiones y el trabajo mucho más rico, porque tenés distintas miradas”.
En ese sentido, Lucia Fresno, que trabaja hace más de 20 años en tecnología y se define como una militante por la inclusión laboral de género en todos los ámbitos, explica que existe una excusa que aparece al preguntar por qué no contratan a otras personas que no sean hombres, y es “porque no hay mujeres ni personas trans capacitadas”. En respuesta a esto, Fresno comenta que surge la necesidad de generar un espacio donde poder dar visibilidad al trabajo de sus colegas, siendo este uno de los puntapié para el origen de la FemIt.
Sobre el impacto que pueda tener la conferencia, Barros considera que mucha gente se suma sin tener conocimientos y se va con un montón de herramientas que les permite hablar de cosas que no se hablan en otras conferencias, como lo que sucede a nivel educacional, diversidad, y de observar el abanico de posibilidades que pueden existir relacionadas con la tecnología. También, “que las empresas tomen nota y empiecen a aplicar políticas en sus ámbitos corporativos para desarrollarse como profesional o académico, para que esto también empiece a pasar ahí, y no quede solo en una conferencia”, concluye Palau.