Por Sebastián Alonso
Fotografía: Mariel Bonino

Jugadoras de fútbol femenino se manifestaron frente al Congreso para exigir justicia por Juliana Gómez, la futbolista de Argentino de Merlo fallecida en un accidente cuando regresaba de disputar un partido en Santa Fe. Reclamaron mejoras en las condiciones en las que se desarrolla la actividad.

Más de un centenar de jugadoras de fútbol femenino se reunieron frente al Congreso de la Nación, ayer por la tarde, para pedir justicia por el fallecimiento de Juliana Gómez, jugadora de fútbol de Argentino de Merlo, y por mejoras en las condiciones en las que se desarrolla la actividad.

La asamblea fue convocada por la agrupación “Unidas por el fútbol femenino” bajo tres consignas: “No nos den la espalda”, “Igualdad de condiciones” y “Basta de desidia en el fútbol”, y contó con la presencia de jugadoras en actividad, retiradas, familiares y allegados. 

Pasadas las 17 comenzaron a llegar las jugadoras que dejaron la rivalidad de los equipos a un lado, en una jornada donde tuvieron puesta la misma camiseta y estuvieron unidas por igual propósito: el pedido de justicia por la muerte de Juliana Gómez -fallecida en un accidente mientras su equipo viajaba a Santa Fé para disputar un partido-, y el reclamo para los clubes y para la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), respecto de sus condiciones laborales. 

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En diálogo con ANCCOM, Aylen Montiel, jugadora de Primera División, reflexionó acerca de la necesidad de que se visibilicen las demandas del futbol femenino y sostuvo: “Hoy en día somos todas jugadoras, de la A, de la B o de la C, y tenemos que pedir por derechos que nos corresponden a todas”. 

Entre los reclamos que se manifestaron se incluyen: que los clubes se encarguen de financiar los gastos de transporte, comida y hospedaje cuando las jugadoras deben jugar en condición de visitante, que no se las abandone ante las lesiones, y se les brinde asistencia médica y acompañamiento. 

También, denunciaron instalaciones en malas condiciones, la necesidad de mejoras en los recursos y herramientas para la preparación física, las dificultades para solicitar el pase y poder ser transferidas a otros equipos, y por cuidado de la integridad física y mental.

Acompañado de una profunda emoción, en el transcurso de la jornada se dejó un micrófono al alcance de las presentes para poder hacer uso de la palabra. Marina Martínez, de la agrupación Pioneras del fútbol femenino, manifestó que no sólo se trata de una problemática del fútbol femenino en Buenos Aires, sino en todo el país. “Las mujeres siempre fuimos discriminadas y olvidadas, pero así y todo llegamos”, recordó.

Cada vez que deciden hablar para expresar su disconformidad, corren el riesgo de no ser convocadas a los próximos partidos. Por eso, algunas jugadoras deciden no aparecer en la primera línea de los reclamos. Sin embargo, muchas otras entendieron que esta jornada era significativa y un punto de partida para que las cosas cambien. 

En ese sentido, Mercedes y Paula, jugadoras del Social Atlético Televisión (SAT), señalaron: “Nos hemos acostumbrado a no hablar, pero es momento de ponerle voz a lo que está pasando y lo que sentimos” y agregaron: “¿Cuántas vidas más se tienen que perder para que nos juntemos y salgamos a luchar por lo que merecemos?” 

A las 19 se leyó un comunicado por parte de las jugadoras: “Hoy nos reunimos para contarle a la comunidad cuál es la situación que se está viviendo en el fútbol femenino desde sus inicios. Algunas cosas han cambiado, pero seguimos viviendo muchas injusticias y necesitamos que se resuelvan de manera urgente”. 

En cuanto al pedido de justicia, expresaron: “Nos unimos en un mismo reclamo. Lo que sucedió con Juliana Gómez el 8 de octubre nos conmovió a todas, de tal manera que nos motivó a organizarnos. Todas sentimos el miedo de haber sido ella, hoy todas somos Juliana Gómez. No fue un accidente, fue negligencia y consecuencia de la desidia de los clubes”. 

Al respecto, explicaron que “el viernes 7 de octubre, las jugadoras de Argentino de Merlo se trasladaban en sus propios autos a Santa Fe. Llegaron el sábado por la mañana sin dormir, desayunaron y se dirigieron al estadio para jugar la fecha oficial del torneo. Al finalizar el partido, se duchan, y sin descansar, emprenden la vuelta a Buenos Aires. A mitad de camino sucede lo peor: uno de los autos en el que iban cuatro de las jugadoras vuelca en plena ruta a la altura de Baradero. Julieta Gómez falleció al instante, tres jugadoras fueron hospitalizadas, y todo un plantel de jugadoras sigue afectado por los hechos”. 

La tragedia fue aún más dolorosa, horas después también falleció el chofer, Ricardo López. Su familia, denunció que no fue a causa de las lesiones que le provocó el accidente sino por agresiones que sufrió de parte de allegados a Juliano Gómez. Sea como sea, ambas muertes quizá se hubieran evitado si la precariedad no atravesara al fútbol femenino.

“Hoy es el inicio de un suceso histórico. Nosotras somos la historia. El fútbol debe ser en igualdad de condiciones. No nos vamos a callar, ni vamos a parar hasta que todo sea como soñamos”, concluyó el comunicado.