Hay subejecución presupuestaria y las empresas contratistas no cumplen en tiempo y forma con la realización de las obras. Los principales problemas incluyen desprendimientos de techos y de mampostería, interrupción de los suministros de agua y electricidad, sectores de escuelas inhabilitados, filtraciones, presencia de plagas, falta de calefacción en invierno y problemas de conectividad.
La Multisectorial por la Escuela Pública —integrada por asociaciones cooperativas, centros de estudiantes, y gremios docentes— publicó un mapa de riesgos donde denuncia la “emergencia edilicia” de las escuelas en CABA. El detalle de los principales problemas de mantenimiento incluye desprendimientos de techos y de mampostería, interrupción de los suministros de agua y electricidad, sectores de escuelas inhabilitados, filtraciones, presencia de plagas, falta de calefacción en invierno y problemas de conectividad.
El informe SIGMA sobre el mantenimiento de los establecimientos de educación pública advierte sobre el mal estado de los edificios y sobre empresas que no cumplen con las obras de mantenimiento y mejoras. Este informe es publicado anualmente por la Auditoría General del Gobierno de la Ciudad (AGCBA), que se encarga del control externo del sector público porteño. Mariana Gagliardi, presidenta de la AGCBA, indica: «Nos resulta llamativo que, a pesar de que las empresas deberían garantizar el mantenimiento de las escuelas públicas en la Ciudad, no cumplan con lo establecido y lleven ya ocho años de renovación constante en sus contrataciones por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires». El informe de SIGMA se basa en datos relevados durante el 2019, previo a la pandemia. Según el Mapa de Riesgos de la Multisectorial por la Escuela Pública, en 2022 el estado de los edificios escolares continúa en malas condiciones que afectan a la enseñanza.
«Todo indica que este año habrá una subejecución en la partida de infraestructura y mantenimiento escolar del 50%», dice Grau.
Existe un presupuesto que asigna una cantidad de recursos al Ministerio de Educación para el mantenimiento de la infraestructura escolar. Marisabel Grau, docente e integrante de la Multisectorial por la Escuela Pública, explica cómo el Ministerio de Educación sistemáticamente subejecuta el presupuesto destinado al mantenimiento de la infraestructura, por lo cual las obras no se realizan. Según el informe de la multisectorial, “este año durante los primeros tres meses se ejecutó sólo el 10% del mismo. En cuanto a mantenimiento escolar, se ejecutó tan sólo el 9%. Todo indica que este año habrá una subejecución del más del 50% del presupuesto de infraestructura y mantenimiento escolar».
“Hemos pedido informes en reiteradas ocasiones para saber a dónde se destina la plata que no se gasta en infraestructura y todavía no tenemos respuesta”, explica Grau. Y agrega que el gobierno porteño y el gobierno nacional subsidian por millones de pesos al año a la educación privada, en lugar de destinarlos a la educación pública.
Problemas comunales
El mapa de riesgos publicado por la Multisectorial por la Escuela Pública muestra que hay problemas edilicios en casi todas las comunas, aunque la mayoría de los colegios son de las zonas sur y céntrica de la ciudad. El caso de la escuela Facundo Zuviría del barrio Flores donde enseña Eugenia Villamonte, es un ejemplo. Allí, asegura, es frecuente que los baños se rompan y demoren su arreglo, así como también lo son las interrupciones en el suministro de agua, la falta de calefacción en invierno, el desprendimiento de partes del techo que ponen en riesgo a los y las estudiantes, y la presencia de ratas y cucarachas. Días después de la entrevista, Villamonte avisa que ocurrió lo que se temía: se desprendió un vidrio e impactó en una alumna que fue hospitalizada. La estudiante, luego de recibir tres puntos de sutura, se encuentra fuera de peligro.
Tras la pandemia por covid-19, las autoridades impusieron la presencialidad como prioridad, mientras que el mantenimiento básico de muchos edificios no se cumple. “Cuando faltaba agua se avisaba a las familias para que busquen a los niños y las niñas, y ahora se debe continuar con las clases a pesar de que los baños no tienen agua y son usados por 350 personas”, explica Villamonte. Las condiciones de higiene impiden dar clases adecuadamente y demuestran una contradicción entre la voluntad de retorno a la presencialidad con la situación actual de los establecimientos educativos.
Durante las gestiones de Aníbal Ibarra y Mauricio Macri, existía una flota de trabajadores en planta permanente, que frente a un pedido de obra actuaban rápidamente. Eran empleados por la Dirección General de Infraestructura Escolar, responsable de las mejoras edilicias y la creación de nuevas escuelas. Durante el primer gobierno de Horacio Rodríguez Larreta esos trabajadores fueron despedidos y esa función fue tercerizada por empresas que no cumplen con las obras en tiempo y forma.
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