Por Florencia Valdez
Fotografía: Milagros Gonzalez

La incertidumbre derivó en la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos, que el 1º de junio cumplió 35 años. Hubo mesas de reflexión y debate para celebrar su aniversario.

El Banco Nacional de Datos Genéticos celebró su 35° aniversario el 1° de junio de 2022 en el Centro Cultural de la Ciencia. El organismo, pionero en el campo de la genética forense y creado en 1987 por la Ley 23.511, fue el resultado de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo. La institución evoluciona con las nuevas tecnologías y trae respuestas a aquellas nietas o nietos que todavía no restituyeron su identidad. 

El objetivo del Banco es garantizar la obtención, análisis y almacenamiento de la información genética para facilitar la identificación de nietos o nietas que fueron separados de sus padres o madres durante la dictadura cívico militar argentina. Durante sus 35 años, desarrolló una base de datos de muestras genéticas y realizó miles de análisis, que dieron como resultado la identificación de 130 nietas y nietos. Desde 2009, funciona bajo la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

La celebración del miércoles se dividió en tres conversatorios y contó con la participación de autoridades del BNDG, de otros organismos nacionales y reconocidos científicos que colaboran con la labor institucional. En la sesión de apertura participaron el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; la Subsecretaria de Protección y Enlace Internacional en Derechos Humanos, Andrea Pochak, y la Directora del Banco Nacional de Datos Genéticos, Mariana Herrera Piñero. Al dar inicio a la jornada de celebraciones, el Ministro destacó el rol del ex presidente Raúl Alfonsín quien tomó la decisión de la creación de la institución y su respaldo a la lucha de las Abuelas y Madres de plaza de Mayo “que tan valientemente obligaron a tener presente, tanto en dictadura como en democracia, la necesidad de que haya memoria, verdad y justicia”.

El primer panel convocado a las 14.30 en el auditorio del Centro Cultural de la Ciencia, se denominó “La articulación entre el rol de la ciencia y el Estado” y expusieron Dora Barrancos, asesora del Presidente de la Nación; los investigadores del CONICET Mario Pecheny y Alberto Kornblihtt; y Mariana Herrera Piñero. “La certeza con la cual se puede determinar el índice de abuelidad es tan grande como la que podría determinarse si existieran los restos óseos de la primera generación “, aseguró Alberto Kornblihtt. 

El segundo conversatorio, titulado “El recorrido que llevó a la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos”, fue coronado por la proyección y presentación del video institucional. El panel de tuvo como convocados a Elsa Pavón, cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo; las nietas Astrid Patiño quien sigue en la lucha por restituir su identidad en la justicia; Claudia Poblete y Paula Logares, primera nieta en recuperar su identidad a través de estudios genéticos cuando aún faltaban tres años para la creación oficial del Banco Nacional de Datos Genéticos. También acompañó el médico genetista Víctor Penchaszadeh, creador del “Índice de abuelidad”, y la investigadora Soledad Gori. 

“Ese encuentro en ese momento era decir Caramba, la genética puede tener una cara buena. Para mí fue parteaguas, sabía lo suficiente para decirle a Chicha y Estela, quédense tranquilas que esto se puede resolver”, inició su exposición Víctor Penchaszadeh. “Esto se resuelve. Sabía quiénes eran los genetistas que podían resolver este nudo gordiano ante la falta de una generación para los estudios de identificación”, aseguró el médico genetista acerca del maravilloso encuentro que tuvo en un hotel en Nueva York en 1982 con Chicha Mariani y Estela de Carlotto, Abuelas de Plaza de Mayo que volaron para conocerlo y contar con su ayuda. 

“Dios mío a dónde llegamos. ¿Chicha lo estás viendo?”, dijo emocionada Elsa Pavón tras contar la historia del surgimiento del índice de abuelidad y verse celebrando los 35 años del Banco Nacional de Datos Genéticos. Se preguntaron cómo iban a identificar a los niños nacidos en cautiverio, si eran varones o mujeres, aquellos cuyos rostros cambiaron al crecer y cómo la ciencia aportó una respuesta. Elsa contó que por entonces pensaban: “¿Cómo hacemos para saber quiénes son nuestros nietos? Si a mí me da otro chico de un compañero, yo lo acepto y todas dijimos lo mismo. Pero al mismo tiempo queríamos a nuestros nietos”. 

Como tercer y último conversatorio se presentó el libro conmemorativo de los 35 años del BNDG: Ciencia x la Identidad. Historia viva del Banco Nacional de Datos Genéticos, la tercera reedición de la memoria escrita de la institución que homenajea a aquellos que formaron parte del organismo. En este último panel participaron Victoria Montenegro, diputada de la Ciudad y nieta restituida por Abuelas de Plaza de Mayo; Diego Golombek, investigador del CONICET; Josefina Nacif, Coordinadora del Área de Memoria, Verdad y Justicia de la Dirección Derechos Humanos de Cancillería; y Carlos Galassi, subdirector Administrativo del BNDG. a quienes luego se sumó la Directora del organismo, Mariana Herrera Piñero.

Para darle fin a una jornada cargada de emoción y ciencia se presentaron dos monólogos del espectáculo “Idénticos” de Teatro x la Identidad, interpretados por Andrea Villamayor y Alejandro Viola, junto con un brindis celebrando los 35 años del BNDG.