Texto: Camila González
Durante cuatro años, Claudia Sandina fue su propia asistente, encargada de casting, investigadora, guionista, productora ejecutiva y, además, directora. ¿De qué? De Vida Poeta el documental que revive al gran poeta del tango Homero Expósito, innovador en el género, creador de un método (“Cancionística”) para enseñar a escribir canciones. La directora multitareas reveló a ANCCOM cómo fue el proceso de realización interrumpidos por la pandemia, y cuáles fueron los desafíos que le plantearon el presupuesto reducido y ocupar seis roles a la vez. Este jueves, el documental de Sandina se presenta en el Gaumont.
¿Cómo surgió la idea de hacer el documental?
Fueron cuatro años. Empecé a trabajar en octubre del 2017 porque pensaba hacer un documental para noviembre de 2018, que se cumplían cien años del nacimiento de Homero Expósito, pensando que en un año lo iba a terminar. El tema de hacer un documental es porque al ser audiovisual hoy tiene mayor alcance, puede tener más visibilidad que un libro. Primero empecé con la investigación, que fue un proceso largo. Entrevisté a su familia, a las personas que lo conocieron, como Raúl Lavié, y fui a SADAIC, donde entrevisté a Atilio Stampone. También busqué material de archivo, fui al Archivo General de la Nación, al Museo del Cine y a la Biblioteca Nacional, y encontré otros documentos, como diarios y revistas de la época donde había entrevistas a Homero. Lo fui conociendo desde su propia voz, a través de las entrevistas que le hacían, y me fui deslumbrando, porque antes no lo conocía a Homero. Siempre la investigación te enriquece, porque vas conociendo al personaje, conociendo e interpretando la época en la que él vivió, porque Homero fue el producto de una época.
Expósito, autor de reconocidos tangos como Naranjo en Flor, Flor de lino, Afiches y Percal, nació en 1918 en la localidad bonaerense de Campana, pero vivió en Zárate. Fue la época dorada del tango en la década del ‘40, con su explosión artística y cultural, la que vio nacer sus más de 700 obras, entre las que se encuentran las colaboraciones con su hermano Virgilio, Astor Piazzola, Héctor Stamponi, Aníbal Troilo y Armando Pontier, entre otros.
¿A quiénes entrevistaste de la familia?
A Mónica, la sobrina, hija de Virgilio Expósito, y a Nelly, su esposa. Parte de la familia Expósito está en Zárate, donde está Mónica, y parte en Buenos Aires, donde vive Nelly. Ellas me abrieron entusiasmadas las puertas a la documentación que tenían de él. Fui al lugar de Homero, filmé en Zárate y en Buenos Aires. El aporte de la familia fue muy importante.
Claudia Sandina es contadora pública, pero su pasión está en la investigación histórica. Su primer acercamiento al tango fue a través del baile, pero la investigación y la escritura la introdujeron plenamente en el mundo tanguero. Estudió dramaturgia con Ricardo Halac, guión con Michelina Oviedo y dirección de actores, que la convirtieron en autora de obras como Discépolo, historia de un poeta (2011).
¿Después de la investigación, cómo seguiste?
Después de la investigación, el segundo paso fue construir un guión. Yo me formé en Guionarte, creo que eso es importante. A veces se cree que un documental no necesita un guión. Y el guión es una estructura gramatical que potencia la creatividad, porque vos sabés que al construirlo tenés que tener una línea dramática para que fluya la estructura. Y en Vida Poeta todo fluye, quienes lo han visto me han dicho que la construcción del relato los mantiene atentos todo el tiempo, y que van descubriendo todo el tiempo algo, además de emocionarse. Eso es el resultado de un guión, que sufrió muchas modificaciones por razones de producción, o porque a veces he tenido que parar un momento y después retomar.
Y presentaste el proyecto al INCAA…
Y una vez que lo escribí, presenté el proyecto. Fue la primera vez que presenté un proyecto para pedir financiamiento, porque todo lo que hice siempre fue autoproducido y autofinanciado, siempre lo hice yo. En este caso, quería encarar un largo documental, pero era muy costoso hacerlo, y también mi idea era despertar el interés del INCAA —Instituto de Cine y Artes Audiovisuales—. Una vez que presenté el proyecto, seguí manteniendo contacto con los que pensé que iban a ser entrevistados, y después se sumaron otros. Y me lo aprobaron al año siguiente, así que empecé a filmar al año de haber presentado el proyecto, en 2019, con un presupuesto de la línea digital del INCAA.
¿Trabajaste con un equipo reducido?
Fue reducido, solo dos actores y una pareja de baile. Participaron Lucila Díaz Colodrero, Malena Armelin y Facu Argañaraz. También hubo músicos y cantantes. Conté con la presencia de Jacqueline Sigaut, que grabó un disco en homenaje a Anibal Troilo en 2012, y el Negro Falótico, que es zarateño y grabó un disco homenaje a Homero Expósito. También estuvo presente Anibal Corniglio con su guitarra. La música estaba ya grabada de orquesta, pero también incluí escenas artísticas con música en vivo. Fue un gusto contar con ellos. Son cantantes de primer nivel que se sumaron a la movida. Y también hay recreaciones ficcionales, que ayudan a imaginar cómo era la vida de Homero, donde se representa al Homero joven, recreado por Eliam Pico, y al Homero adulto, por Daniel Sansotta. Fue muy lindo trabajar con ellos, todos colaboraron y estaban muy entusiasmados. También participaron la Academia Nacional de Tango, la Academia Porteña del Lunfardo y otros artistas. Fue muy rico en ese sentido. Y en mi caso, yo cumplí varios roles, aparte de escribir y dirigir, fui mi propia asistente, hice la producción ejecutiva, hice el casting. El trabajo de investigación sí fue un trabajo bastante solitario.
¿Cómo contactaste a los bailarines?
Daniel Sansotta es un amigo, lo conocía de sus clases. Colaboró mucho, fue un gusto recibir su colaboración. Fue muy emotivo porque él es bailarín de tango y docente, además de actor, que era algo que yo buscaba, se conectó muy bien con Homero y su poesía. Fue muy lindo compartir con él. Estoy muy contenta con lo que logramos. A Lucila Diaz Colodrero, la bailarina, la conocí porque me contacté con el CETBA, el Centro de Tango de la Ciudad de Buenos Aires, donde Eric Dinzel me la presentó a Luli y también se copó. Ella tenía un estilo que me gustaba, de jovencita, para recrear escenas de una supuesta novia de Homero.
¿Fue un proceso largo? ¿Cuánto duró?
Sí, fue un proceso largo, duró mucho. Empecé en octubre de 2017 y lo terminé a mediados de 2021. Fueron cuatro años. Después, empecé a filmar en agosto de 2019 y terminé a fines de 2020, con períodos interrumpidos por la pandemia. Filmé en dos momentos distintos porque no podía hacer todo junto, y cuando vino la pandemia tuve que parar. Después retomé. Y tuve un año de espera para empezar a filmar hasta que me aprobaran el proyecto en el INCAA, pero ese año lo aproveché para hacer otras cosas, para seguir investigando, fluyendo, buscando. Yo soy de trabajar mucho, hice todo lo que estuvo a mi alcance en los tiempos en que pude hacerlo. El proceso de montaje fue muy largo también, yo pensé que lo hacía en un mes y estuve cuatro meses. En el transcurso hubo interrupciones, y es algo que pasa siempre con este tipo de proyectos chicos. Fue un gran esfuerzo de producción.
¿Qué es lo que te interesaba dar a luz con Vida Poeta?
En el caso de Vida Poeta es el primer documental de un poeta del tango. Hay documentales de músicos y cantantes, pero no de poetas del tango. Entonces lo que me propuse es hacer un documental que ponga en valor la poesía del tango. Porque las letras de los tangos siempre fueron consideradas un arte menor, y en el caso de Homero hay un estudio, una disciplina, un trabajo en la construcción de la poesía que es maravilloso. Quise revalorizar la poesía. Y seguí una línea biográfica y poética. Hablo de la vida de él y de cómo fue su recorrido, además de su obra. Lo que me interesó fue mostrar no solo la obra, sino al ser humano Homero Expósito, la persona que hay en el artista. Al hacerlo en una línea biográfica, hablo de él, de sus sentimientos, de sus valores y de cómo sostuvo su vocación. Eso es lo que se desliza en el documental. Lo mejor que tuvimos, y que tenemos, hay que mostrarlo y conocerlo.
Se dice que él fue innovador en el género…
Homero Expósito fue un hombre de mucho estudio. Estudió Filosofía y Letras, aunque no se recibió, y creó un método que se llama “Cancionística”, que en los años ‘70 lo enseñaba en SADAIC para aprender a escribir canciones. Aportó al tango una forma de escribir con metáforas, por eso se dice que fue un renovador e innovador. Es una poesía muy trabajada. Creo que a través de la obra de Homero también se habla de todos los poetas, más allá de que su poesía fue especial. Hay mucha riqueza y mucho trabajo en lo que él hacía. Y el tema de si él era un letrista o un poeta también me interesó deslizarlo a través del documental. Homero fue un poeta, por eso esta revalorización.