Por Lucía Ruccella
Fotografía: Getnileza Télam

El laboratorio canadiense Medicago y la multinacional GlaxoSmithKline anunciaron que tiene una eficacia del 71%. ¿Cómo fueron las pruebas en Argentina?

El laboratorio canadiense Medicago y la multinacional GlaxoSmithKline (GSK) anunciaron hoy la eficacia y seguridad de la vacuna vegetal tras los resultados de los estudios de la fase III de su desarrollo. La tasa de eficacia general de la vacuna contra todas las variantes de SARS-COV-2 fue del 71% en el ensayo de la Fase 3.

Este martes, con un comunicado oficial, el laboratorio reveló que la vacuna tiene un 71% de efectividad para todas las variantes del SARS-COV2. “Se estudió con casi todas las variantes -incluye la Delta pero no la Ómicron- ya en circulación. No hubo ni hospitalizaciones ni muertes en los casos de voluntarios que fueron analizados: 100% eficaz en prevenir esas instancias», añade Gonzalo Pérez Marc, médico que encabezó la  investigación que tuvo lugar en el Hospital Militar Central de Buenos Aires, donde pusieron el brazo casi 7.800 de los 24.134 voluntarios que tuvo el ensayo a nivel global.

El 16 de marzo se había puesto en marcha el desarrollo de la fase 3 de esta vacuna, desarrollada a base de plantas, en Estados Unidos, Canadá, países de Europa y América Latina bajo el objetivo de llegar a 30 mil voluntarios y voluntarias de 18 años o más, a nivel global.  También se incluyeron adultos con afecciones médicas importantes que los ponen en mayor riesgo de complicaciones relacionadas al virus. En Argentina, el Hospital Militar fue el centro más importante en donde se hicieron las pruebas, con más de 1.000 personas trabajando. 

Hasta ahora las vacunas contra el Covid-19 utilizaron las tecnologías de ARN mensajero como la Pfizer y Moderna, vectores virales en AstraZeneca, Sputnik V, Cansino y Johnson & Johnson y el virus inactivado en Sinopharm y Sinovac. Esto generó el rechazo de algunos sectores del vegetarianismo y veganismo por el testeo previo en animales, desde su inicio hasta las pruebas que garantizaron su seguridad. 

 “Estaba desesperada por ser vacunada. Tenía casos de covid-19 cercanos, bastante complicados. Y no sabíamos todavía en ese momento, a mediados de junio, cuándo llegarían las vacunas para los de 24 años”, explica la voluntaria Luana Vitale y completa: “Me anoté para varios estudios de vacunas, pero no quedé. Me enteré de esta vacuna vegetal, que era una novedad. Mi madre, bioquímica, le pareció fascinante el proyecto. Ambas nos anotamos, pero solo me seleccionaron a mí”. 

A Sol Mascmut de 21 años, estudiante de Psicomotricidad en la Universidad Tres de Febrero, las vacunas existentes le generaron dudas por su reciente elaboración, y la falta de conocimientos adversos a largo plazo: “No sabía si dármelas porque era todo muy pronto. Son vacunas de emergencia, avaladas en un momento de caos y me generaba muchas dudas. Por suerte encontre esta opcion, que me pareció lógica y más clara. Por lo que decidí anotarme para la vegetal  y, de paso, hacer algo por el bien de la humanidad”, explica.

Pero, ¿en qué consiste esta vacuna vegetal? Es un desarrollo fabricado utilizando una tecnología relativamente nueva basada en plantas de tabaco que no es la misma que las empleadas para fabricar cigarrillos. La planta herbácea se encuentra entre rocas, en colinas y acantilados, en las regiones del norte de Australia. Este tipo de vegetal se utiliza a menudo en investigaciones botánicas. También se usa en el desarrollo de medicamentos y vacunas, como las que se inoculan contra la influenza.

Lorena Amarilla, médica pediatra, explica las tareas de los laboratorios involucrados y el funcionamiento de la vacuna. Por un lado, está el laboratorio Glaxo-Smith-Kline (GSK) que se encarga de hacer el coadyuvante de la vacuna, no la vacuna en sí. ¿Qué es el coadyuvante? Es lo que le permtie a la vacuna tener mayor respuesta inmune, o sea,  generar más anticuerpos. La vacuna la hace el laboratorio canadiense Medicago que utiliza la plataforma llamada Virus-like particle. Consiste en hacer una partícula similar al virus pero sin material genético. 

La participación de los voluntarios en la parte de fase 3 implicó hasta 10 visitas planificadas a la clínica durante aproximadamente 26 meses. Los procedimientos de selección y vacunación tardaron un mínimo de tres horas ya que garantizaban que la persona sea elegible para participar y para recibir la primera dosis. Cuenta Sol que se inscribió junto con amigos, los llamaron y les asignaron a una persona que asesoraba el recorrido. “Ellos te pagaban viáticos para el transporte hasta el Hospital Militar. Y una vez allí, nos entregaban un contrato de muchas páginas que decía que aprobaba el consentimiento y que no los iba a demandar. Hay varios gabinetes, cada uno con un médico que me mandó a realizar un análisis de sangre y un test de embarazo”.

El ensayo era lo que se conoce como doble ciego. Es una herramienta del método científico que se usa para prevenir que los resultados de una investigación puedan estar influenciados por el efecto placebo o por el sesgo del observador. “Vos no sabes qué es lo que te van a dar. Pueden darte placebo o vacuna. Y te dan un diario para ir completando cómo te vas sintiendo, si tenés síntomas o no”. Después de la primera visita de vacunación, se contactan con el voluntario para controlar si desarrolla algún síntoma relacionado o un posible contagio de Covid-19. “En el ensayo hay otra persona al lado tuyo, entonces si a esta le daban el placebo, a mí me daban la vacuna y viceversa”. De acuerdo a la información brindada por el laboratorio, la segunda visita de vacunación ocurrió 21 días después, y se realizaron tres visitas de seguimiento a la clínica el día 42, el día 201, y por último, se realiza un contacto telefónico final al final del estudio, en el día 386 

Ante la consulta sobre si estima que la fórmula se incorporará a las vacunas que el Estado nacional compra y distribuye, sostiene: «Depende de si Argentina decide que le conviene comprar esa vacuna por costo, eficacia o relaciones con el país productor, como ocurre con otras fórmulas». Según Pérez Marc, el costo de la dosis aún no está determinado: «Es una vacuna fácilmente escalable y eso abarata la producción, pero a veces el costo depende más de la distribución que de la producción».

La vacuna experimental CoVLP de Medicago es una vacuna de origen vegetal cuyos estudios de fase I demostraron que el 100% de los participantes inoculados con la misma desarrollaron una sólida respuesta de anticuerpos.