Una nutrida concentración, en la que participaron los padres de Lucas González, reclamó justicia frente a los Tribunales. Velas, lágrimas y reclamos.
Los padres de Lucas junto a los tres amigos que viajaban en el auto, también víctimas de la policía.
Faltaban 5 minutos para las siete de la tarde. Un chico con lágrimas en los ojos y la camiseta de Defensa y Justicia llegó corriendo por la calle Tucumán aplaudiendo mientras pide espacio. Detrás de él, dos micros que llegaron desde Florencio Varela llenos de personas, la mayoría niños que sacan la cabeza y los brazos por las ventanillas pidiendo a los gritos justicia por Lucas. Los vecinos de la Ciudad que ya se encontraban en la plaza frente a Tribunales, sin banderas de ningún partido político y con la única consigna por la que se iban a concentrar ese día -“Justicia por Lucas” y “Basta de Gatillo Fácil”-, empezaron a aplaudir con fuerza frente a ellos. Una bandera que apareció colgada a lo largo de todo el micro, en la que se lee “La 2004 siempre presente. Justicia por Lucas”, tensiona angustias y arranca lágrimas. Alrededor todos vuelven a tomar conciencia de lo chiquitos que eran los cuatro amigos que la semana pasada sufrieron la peor furia policial, que terminó con la muerte de Lucas.
Llegaron cuatro micros más y montones de personas bajaron saltando mientras cantaban “Lucas no se murió, Lucas no se murió, Lucas vive en Varela”. En cada grupo que se acercaba a Tribunales se podía recorrer su historia. Sus amigos del barrio de toda su vida, los clubes en los que jugó; primero Defensa y Justicia, Racing y el último Barracas Central. Lucas, por cada lugar en el que estuvo, dejó huella e hizo amigos. Sus papás también: estaban acompañados de sus familiares, compañeros de trabajo, y vecinos que les daban su apoyo a cada segundo. Las remeras con la cara de Lucas eran todas distintas. Diferentes grupos daban cuenta de lo querido que fue en cada lugar por el que pasó, y cómo su familia lo apoyó para que pudiera jugar al fútbol.
Arriba del escenario se ubicaron los familiares, el abogado Gregorio Dalbón y los tres chicos víctimas de la policía, quienes lloraban abrazados, junto a sus padres. Todos fueron oradores. Recordaron a Lucas, hijo, amigo, jugador de fútbol y su sueño de llegar a Primera.
«Quiero justicia, perpetua para los tres policías, porque los tres tienen culpa.”
Cintia, la mamá de Lucas, fue la encargada de cerrar el acto: “Cuando yo vi la noticia en la tele donde contaban que le habían pegado un tiro en la cabeza a un delincuente no le di importancia porque mi hijo no era un delincuente. Mi hijo era futbolista. Ahora miro las banderas de Gonzalo, de Luciano y las entiendo tanto a las mamás que perdieron a sus hijos. Nunca sentí un dolor tan grande.” Y continuó: “¿Ustedes saben cuál era el arma de mi hijo?… Esta era el arma de mi hijo… sus botines rotos. Me lo mataron y era un bebé, era mi bebé, todavía venía a dormir conmigo a mi cama. Quiero justicia, perpetua para los tres policías porque los tres tienen culpa”.
Se hizo un minuto de silencio y se prendieron velas por el joven asesinado, que luego serían colocadas delante de unas fotos frente a Tribunales.
El inspector Gabriel Alejandro Isassi, el mayor Fabián López y el oficial José Nievas, responsables de la muerte del joven futbolista Lucas González, quedaron detenidos acusados del delito de «homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones», lo cual prevé la pena de prisión perpetua.
El abogado, Gregorio Dalbón, quien en la marcha de las velas dijo que el juez que detuvo a los chicos en el Instituto de Menores Inchausti y dejó libres a los policías debe ser destituido, dijo a ANCCOM que “asesinaron a Lucas y hubo intento de homicidio a los tres chicos ¡Fueron doce tiros!. Por eso el pedido de la familia es tan fuerte. La justicia lenta no es justicia, necesitamos esclarecimiento de todo lo sucedido”. Luego agradeció a los medios de comunicación y a la gente “que entiende que no hay grietas sino que se trata de la muerte de un joven de 17 años inocente al que quisieron hacer pasar por delincuente.” El abogado especuló que hoy, martes, ya deberían haber formalizado la presentación como querella.
Hoy, martes 23 de noviembre es la marcha anual en CABA para terminar con el Gatillo Fácil a lo ancho y a lo largo del país. Se va a pedir por cada uno de los asesinados por las fuerzas de seguridad. Lucas, es uno de los 121 muertos en manos de la Policía de la Ciudad en tan solo 5 años de vida. Según la CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional) hay una víctima de Gatillo Fácil cada 20 horas en la Argentina. “No es un policía es toda la institución”, aseguran.
“Justicia por Lucas”, dijo Mario, su papá, cuando ANCCOM le pidió una declaración. “Justicia por mi bebé -reclamó Cintia-. No me suelten la mano. No pido nada más que justicia… Perpetua para los tres policías”.