Por Naiara Mancini
Fotografías: Captura de pantalla (La Retaguardia)

Las audiencias del juicio son semipresenciales: mientras que algunos testigos e imputados están en la sala de audiencias, otros participan a través del Zoom.
Se inició un nuevo juicio por crímenes de lesa humanidad y el jueves último se celebró la primera audiencia del proceso judicial que investigará los hechos ocurridos durante en la quinta “La Pastoril” el 29 de marzo de 1976. Las audiencias juicio adoptarán una modalidad semi-presencial, encontrándose las partes reunidas en el Tribunal Oficial de Casación Federal N° 5 de San Martín y en una sala de Zoom.
Los hechos
El 29 de marzo de 1976, cuatro días después de acontecido el último golpe cívico militar que sufrió la Argentina, se desplegó un operativo ilegal de fuerzas conjuntas en la quinta “La Pastoril” -ubicada en La Reja, Moreno- en donde se llevaba a cabo una reunión del Comité Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT-ERP). En aquel congreso estaban presentes unas setenta personas, entre quienes se encontraban los dirigentes de la organización, Mario Roberto Santucho, Domingo Menna y Benito Urteaga. A partir de la violenta intervención, en la que participaron unidades del Ejército Argentino y la Policía Bonaerense, siete personas fueron asesinadas y otras fueron privadas ilegítimamente de la libertad. De aquellas personas secuestradas, al menos cinco permanecen desaparecidas.
Por la causa hay ocho imputados: los militares retirados Juan Carlos Jöcker, Juan Manuel Giraud, Carlos Alberto Guardiola, Eduardo Sakamoto y Héctor Alberto Raffo; y los policías bonaerenses retirados Julio Salvetti, Julio Alejandro Pérez y Juan José Ruíz. Giraud se presentó en la sala del TOCF N° 5 junto a su defensor, Guillermo Fanego, siendo el único imputado que cumple una pena en cárcel común de acuerdo con una sentencia previa por delitos de lesa humanidad. Los siete imputados restantes se identificaron en la audiencia de manera virtual y exhibieron sus Documentos Nacionales de Identidad por la cámara web de sus respectivos dispositivos. Los delitos a ser juzgados corresponden a hechos de homicidio y de privación ilegítima de la libertad.
En medio de problemas de conectividad que retrasaron los cronogramas de las audiencias, el juicio comenzó por la lectura de requerimientos y las declaraciones preliminares de las defensas. Tanto los defensores de los imputados como el Defensor Público Oficial solicitaron la nulidad del presente juicio, alegando la inconstitucionalidad del proceso y la incompetencia del tribunal. Muchos de los argumentos brindados para dicha demanda reflotaron la Teoría de los Dos Demonios, así como el esbozo de una acusación sobre la condición “político-ideológica” de los juicios por crímenes de lesa humanidad, constituyendo para el defensor Fanego “juicios de venganza” en lugar de juicios de derecho.

De los ocho imputados, uno -Juan Manuel Giraud- ya cumple condena en cárcel común tras ser declarado culpable en otro juicio de lesa humanidad.
A estos planteos, el abogado querellante Pablo Llonto respondió que todos los juicios por delitos de lesa humanidad están siempre estructurados bajo los pilares de la Memoria, la Verdad y la Justicia. La Memoria, según Llonto, es “porque no olvidamos, como no olvida la sociedad argentina lo que ocurrió con el golpe y con los crímenes que desataron a partir del del 24 de marzo de 1976”. El abogado señaló que la Verdad obedece a la enseñanza brindada por la lucha de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo: “Venimos a los juicios a contar la verdad de lo que ocurrió con las pruebas que hay, testigos, documentos. Y valorar en base a esas pruebas que demuestran los hechos que ocurrieron”. Por último, Llonto validó el proceso de Justicia: “Estos no son juicios políticos, estos son juicios que se basan en una realidad de algo gravísimo que ocurrió en la Argentina, en Latinoamérica y en gran parte de la humanidad. Secuestraron, llevaron personas a centros clandestinos, los torturaron para obtener información y hacerlos desaparecer forzadamente, sin entregar los restos de esos desaparecidos”. Para adicionar a la legitimidad que goza en la actualidad la celebración de los juicios por crímenes de lesa humanidad, Llonto evocó la masiva movilización civil acontecida durante el gobierno de Mauricio Macri en razón de la posibilidad de aplicar la ley del 2×1 a dichos delitos; asimismo, recordó la votación casi unánime en las Cámaras de Diputados y Senadores para anular ese beneficio legal: “Los representantes de la sociedad argentina, la verdad de lo ocurrido, es que convalidaron todo este proceso de juzgamiento”.
En la misma semana del fallecimiento sin condena del represor Miguel Ángel Ferreyro, quien se encontraba cursando una imputación por delitos de lesa humanidad en el juicio de Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y Brigada de Investigaciones de Lanús, es de importancia fundamental ratificar la necesidad de llevar a cabo e impulsar los presentes procesos judiciales. En palabras de Llonto: “Para que todos los imputados entiendan ese Nunca Más, y nuestra sociedad entienda el Nunca Más. Cuando entendamos ese Nunca Más, seguramente vamos a vivir en una sociedad que respeta los derechos humanos, la Memoria, la Verdad y la Justicia”.
Las audiencias del juicio por los delitos ocurridos en la quinta “La Pastoril” continuarán el próximo lunes 1 de noviembre con una audiencia extraordinaria para recoger las indagatorias de los imputados, para seguir su curso normal el jueves 4 de noviembre dando inicio al debate oral.