El domingo 18 de abril comienza el Primer Festival MoMuSi Federal, que se extenderá hasta el 13 de junio e irá todos los domingos a las 18. Serán nueve transmisiones vía streaming que se emitirán por Youtube y redes sociales con acceso libre y gratuito. Contará con la participación de veintinueve artistas, solistas y grupos musicales de todo el país.
En cada fecha se presentan tres artistas y habrá juegos, canciones y sorpresas para toda la familia. El domingo abrirán el festival Tres Tigres Teatro, de la provincia de Córdoba, Pichiculundios, del área Metropolitana de Buenos Aires y Las Magdalenas, de la sede May y Sierra. El Festival de MoMuSi fue seleccionado para obtener un subsidio por parte del Ministerio de Cultura de la Nación mediante el programa “Festivales Argentinos”.
El Movimiento de Música para Niños y Niñas (MoMuSi) es una asociación civil sin fines de lucro que funciona desde 1997 y actualmente cuentan con cuatrocientas bandas y doscientos artistas de todo el país. Matías García, miembro del movimiento, comenta: «Lo que nos proponemos es que la música para las infancias pueda ser apropiada en las escuelas, con fines didácticos, como también en comedores u hospitales infantiles». Previo a la pandemia, se organizaban encuentros en donde había capacitaciones y espacios de trabajo, se realizaban ciclos de encuentros musicales en lugares como el teatro de San Martín, el Centro Cultural Néstor Kirchner o el Centro Cultural 25 de mayo, en los cuales participaban bandas de todo el país.
MoMuSi federal
Hace dos años, se comenzó a construir un MoMuSi federal para poder unir a todas las agrupaciones en una sola entidad con distintas sedes del país. Así pudieron crear una organización civil más grande para ser escuchados y difundidos. Garcías asegura que el movimiento reconoce que la pluralidad territorial es muy grande, por ejemplo, la música que se produce en Formosa va a ser diferente que la de Mendoza, cada una con su idiosincrasia. Así lograron crear un espacio para que los niños y las niñas puedan tener disponible esta diversidad de voces.
La pandemia castigó fuerte a los sectores de la cultura, hay artistas que además de hacer música son docentes o trabajan en otro rubro, pero también hay muchos que trabajan únicamente de hacer música. “Fue un golpe duro”, sintetiza García. Incluso, el contenido de internet es “agresivo y sobrecargado” y la música para niños y niñas tiende, según dice, a estar basada sólo en tutoriales de Youtube. Por eso, el streaming es una opción válida para que el mundo laboral siga en funcionamiento: “El que hace música necesita hacer música y el que lo consume también necesita consumirla”, reflexionan desde el MoMuSi.
ANCCOM dialogó con dos bandas que se presentaran durante el festival: Manos a la murga y La chicharra. Ambas coinciden en que al streaming le faltan los cuerpos, “los niños y las niñas gritando, bailando o corriendo detrás de escena”. Por eso buscan aprovechar otras potencialidades. Por ejemplo, Manos a la murga planea mostrar distintos paisajes de la ciudad de Bariloche durante el espectáculo, como así también contar sobre el clima, la flora y la fauna de esa región. Así permite que los niñas y niñas conozcan un poco más sobre el país que habitan.
«Comer bien, no tener frío,
crecer sanos y jugar,
son cosas que los más chicos
tenemos que disfrutar»
(Estrofa de la canción “Hay derecho a protestar” de Manos a la murga)
Cristina Kirianovicz, de Manos a la Murga, cuenta que trabajan sobre los derechos del niño y la identidad a partir de sus canciones y escenografías. “Los derechos de los pequeños son violentados todo el tiempo, dando lugar a situaciones de injusticia. Nosotros desde nuestro lugar, el arte, intentamos poner un granito de arena sin perder la magia, el juego, las risas, sumergiendo a los niños y niñas en un mundo de fantasía, con un mensaje bien claro: cantarles, decirles y gritarles sus derechos”, considera Kirianovicz. Además, tanto el maquillaje como la sonoridad están pensados para que los más pequeños no rechacen la estética murguera,y poder lograr una sonoridad suave pero plena de ritmo.
En La chicharra, una banda musical de Córdoba, consideran que a través de las redes están llegando a lugares donde no lo harían nunca y eso les da la posibilidad de difundir su trabajo. Incluso, García cuenta que el festival federal de MoMuSi habría sido más difícil de realizar en vivo por los costos de mover a todas las bandas del país a un solo lugar. Entonces, de esta forma pueden demostrar en un solo momento la variedad de artistas: “Pensar en el centro del país y en el interior se desvanece cuando mostramos que en otros lugares de la Argentina están pasando cosas, el interior no existe más. El interior es todo lo que pasa de la frontera del país para adentro”, reflexiona García.
Eduardo Allende, representante y compositor de la música de La Chicharra, comenta que sus canciones no están hechas sólo para niños y niñas, lo que buscan es un público amplio, hasta catorce años, pero también quieren llegar a los niños y niñas que los adultos tienen dentro. Entonces, en sus letras no hay diminutivos ni fábulas, pero sí hay géneros musicales variados como rock, folclore, jazz y canciones de cuna. “El folclore latinoamericano es lo que más se destaca”, considera Allende. A su vez, la temática de sus letras es diversa, hablan del amor, de las contradicciones de la vida, la nostalgia, la tristeza, entre otras. “No me interesa que las canciones sirvan para algo práctico. Las canciones tienen que ser disparadoras para muchas cosas, como puntos de partida de nuevas preguntas, también jugar, expresarse, bailar, pasarla bien, socializar, un arte permitido para los niños”, subraya el cantautor.
Tanto Allende como García hablan de que en este momento hay muchas miradas sobre lo que se está haciendo con los niños y las niñas. “Desde la ESI a todo lo demás, hay una puesta en valor de los niños y las niñas”, plantea Allende. La política del movimiento va en ese sentido, a que no hay que bastardear a las infancias, sino pensar la niñez como tal y en los derechos de los niños y niñas, luego todo eso genera movimientos artísticos: “Nosotros no consideramos a los niños y las niñas como pasivos sin nada que decir, al contrario, son sujetos activos, sujetos de derecho”.
Incluso, las bandas que forman parte del MoMuSi ponen en escena temas complejos, como el abuso infantil, la temática de género desde los juguetes, la pobreza, entre otros. “Todas esas temáticas son habladas desde una calidad poética muy grande, son miradas diferentes pensando en los niños y las niñas para que lo puedan entender y procesar”, comenta García. A su vez, es fundamental que las voces habladas provengan desde todo el territorio argentino, sin subestimar ni pensar que la música para niños y niñas es un tema menor. “Somos creadores de la cultura –puntualiza-, con una idea política clara, y es momento de mostrarla”.