Por Nahir Del Buey
Fotografía: Sonia Donnarumma

Fotoreporteros y periodistas se concentraron frente la sede de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), al mediodía del jueves, para conmemorar el 21 aniversario del asesinato del trabajador de prensa José Luis Cabezas.

El cuerpo de José Luis fue encontrado en un auto incendiado con dos tiros en la cabeza luego de haber fotografiado para la revista Noticias a uno de los empresarios más poderosos del país en ese entonces, Alfredo Yabrán.

El primero en tomar la palabra fue Eduardo Daniel Vides, presidente de ARGRA, que expresó: “Estamos acá descubriendo esta placa porque la figura de José Luis sigue estando presente. A José lo asesinaron por mostrar e informar. Y entendemos que sin libertad de expresión no hay democracia”. Y continuó:Pensaba en que podemos decir que no hayamos dicho en estos 21 años de José Luis, un compañero gráfico, un trabajador de prensa, asesinado por sus tareas, de la peor manera posible, seguido, hostigado, secuestrado por una patota. Esto que paso con José Luis es el hecho más salvaje. Y hoy en día estamos en una situación compleja para los trabajadores de prensa, tenemos que pensar en José Luis, en lo que ya nos pasó para estar atentos. Los reporteros gráficos somos objeto de represión inusitada. Golpes, insultos, balas de goma, detenciones, que no recordamos creo que del 19 y 20 de diciembre de 2001. Sabemos que lo que hacemos nosotros, que es hacer imágenes, es algo muy poderoso, y sabemos que José Luis pagó con su vida hacer su trabajo. Recordemos que el asesinato de Kosteki y Santillán fue desenmascarado por las fotos de los colegas, entendemos que eso a muchos les asusta y están impidiendo que realicemos nuestra tarea”.

Una cámara de fotos sobre el pavimento de una calle, que tiene la imagen en aerosol de Cabezas

Rubén Schoffrin, secretario adjunto del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), y delegado de editorial Perfil, recordó a su compañero con unas palabras: “Hace 21 años, ese sábado tremendo, nos enterábamos de la muerte de nuestro compañero reportero gráfico, un crimen que contó con la complicidad del Estado y del poder porque se montó un encubrimiento en el momento del crimen y ese encubrimiento llega hasta el día de hoy. Por eso, muy bien dice Gladys, en una nota que le hicieron del diario La Nación, es que ese encubrimiento permitió que los ejecutores reales del crimen y los ideológicos e intelectuales estuviesen hoy en libertad”. Y concluyó: “En nombre de mis compañeros de Perfil, de los que lo conocimos a José Luis, agradezco a ARGRA por esta placa, porque recordar la memoria de José Luis es luchar para que se termine con la impunidad de la Argentina.”

Por último dio sus palabras Osvaldo Baratucci, presidente de los reporteros gráficos en 1997, año del crimen: “Me voy a referir a ese pasado que sigue siendo presente. Cuando nos enteramos que habían asesinado a un compañero, y que ese crimen no era casual, sino que era un crimen de advertencia a toda la prensa argentina, nos preguntábamos ¿qué íbamos hacer? Fue tal vez el momento más difícil en la Asociación de Reporteros Gráficos, fue duro recuperarse de ese golpe.  Los primeros tiempos fue como que nos paralizó, no sabíamos para dónde ir o qué íbamos hacer. Tuvimos que pasar detrás de la cámara donde estábamos siempre, a ponernos delante de la cámara para reclamar por nuestro compañero asesinado. Pudimos seguir la lucha que se hizo difícil, dura, pero que no queríamos claudicar”. Y continuó: “Seguramente no hemos conseguido toda la verdad, seguramente algo quedo en el camino, pero los condenados sí fueron los asesinos de José Luis. Y verlos hoy 21 años después libres tal vez sea legal, pero es inmoral. La lucha no termina acá, Cabezas siempre nos está mirando, nos pide que sigamos adelante, que nos cuidemos, que cuidemos a nuestros compañeros, que nos cuidemos en las calles, que no nos dejemos solos, que estemos atentos y que no nos olvidemos de él, no nos olvidemos de José Luis Cabezas.”

Luego de las emotivas palabras, Vides destapó una placa en memoria  del reportero gráfico asesinado, que se encuentra a fuera del edificio de la sede, y al grito de “Cabezas presente, ahora y siempre” se alzaron las cámaras al aire, seguido de un fuerte aplauso.

Un grupo de hombres mira la placa con la imagen de Cabezas en la puerta de La Asociación de reporteros gráficos de la República Argentin

En diálogo con ANCCOM, Schoffrin expresó: “Yo fui compañero de Cabezas, y fue un asesinato atroz, fue un acto de atentado contra la prensa que marcó toda una época de impunidad. Se transformó en un crimen de Estado. El poder político estuvo encubriendo el crimen desde el momento que se pensó y se ejecutó para impedir que se conozca toda la verdad. Sabemos que los asesinos fueron condenados pero en la forma en que se llevó el juicio hizo que saliesen relativamente rápido, no solo por el dos por uno sino por todo el sistema que se armó. La justicia de la provincia de Buenos Aires, en la forma que actuó, permitió que finalmente el gestor material del crimen, que fue Gustavo Prellezo, un ex policía de Valeria del Mar, saliese en libertad ocho años después”. El delegado finalizó: “Esto es un acto para recordar al compañero que dio su vida por una foto y a su vez es un acto contra la impunidad de hoy que tienen las fuerzas policías: más de 30 periodistas y reporteros gráficos fueron agredidos en las últimas movilizaciones. Nos encontramos veintiún años después con compañeros baleados por informar lo que está sucediendo. Hay una persecución al periodismo, una persecución a los que informan.”

Tomás Eliaschev, Secretario de DDHH de SIPREBA afirmó: “Hay una guerra contra los trabajadores de prensa, a la situación de precariedad laboral se le suman las agresiones. Se le arroja gas pimienta a los compañeros, se los detiene, se les tira balas de goma. Estas situaciones recuerdan a Cabezas, los policías odian especialmente a los que registran pruebas que los pueden dejar en evidencia”.

En su discurso Vides envío un especial saludo a Gladys Cabezas que se encontraba en Pinamar como todos los años y recordó a su hermano con una emotiva carta: «Lo recordaremos como él quiere, con una sonrisa en el corazón y un abrazo en el alma. Porque así era él, todo sonrisa y mucho amor. No nos olvidamos de sus asesinos. Que lo capturaron, lo esposaron, lo hicieron arrodillar, y lo mataron con dos tiros en la cabeza y, como no quedaron satisfechos, lo quemaron aún estando vivo. Y que, por efecto dominó, dejó a sus padres sin hijo acelerándoles la muerte a Doña Norma y Don José. Dejaron a su esposa Cristina sin marido, a sus hijos María Agustina, Juan Ignacio y Candela sin padre” y concluyó: “Estos delincuentes asesinos caminan al lado nuestro todos los días”.

Cabezas alguna vez dijó: “Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques” y la foto del hombre sin rostro le terminó costando la vida.

Un grupo de reporteros gráficos con la cámara en alto posan para una foto en frente de la sede de La Asociación de reporteros gráficos de la República Argentin

 

Actualizado 26/01/2018