Los deberes de Larreta

Los deberes de Larreta

Educación: más escuelas, menos globos

Matías Zalduendo es el Secretario de Derechos Humanos de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y aquí plantea la agenda que el gremio docente le planteará al sucesor de Mauricio Macri.

¿Qué reclamos le harán al nuevo jefe de Gobierno como trabajadores de la educación?

Nosotros planteamos que no sólo luchamos por el salario, que claramente es con lo que cuenta el trabajador para vivir en esta sociedad, sino que también peleamos por las condiciones de trabajo. Entonces, las primeras medidas tienen que mejorar las condiciones de trabajo y de enseñanza en las escuelas de la Capital Federal. En primer lugar, algo que surge para el nivel primario es que nosotros seguimos peleando por la Ley de Celadores de Comedor, que todavía no fue cumplida en pleno ejercicio. Necesitamos que haya celadores en los comedores para que no recaiga toda la actividad sobre los docentes que bastante tarea tienen.

¿Esto está relacionado con un aumento en el presupuesto?

Consideramos que lo primero que tiene que haber es un mayor presupuesto educativo, este gobierno viene subejecutando, bajando el presupuesto, y así se quiere construir la escuela pública. Es algo que no sale en los medios pero es real. Quieren aplicar la Nueva Escuela Secundaria (NES)  -un reclamo legítimo, que implica discutir una escuela nueva, cambiarla – sin presupuesto. Hoy, hay muchas escuelas que no están preparadas para ese cambio. O peor, hay escuelas que han pasado o están pasando este invierno sin gas, con situaciones edilicias complicadas. No podemos pensar que haya una escuela pública para pobres y una escuela privada para ricos. Queremos que la escuela pública sea de todos, donde ingresa el hijo del farmacéutico, del profesional, del trabajador de una fábrica, la hija de un desocupado, una escuela de todos. El macrismo está estigmatizando la escuela pública.

¿Qué otras necesidades concretas tiene la escuela pública?

Ante la situación que hemos vivido -por la separación del cargo de las dos docentes del Jardín de Infantes N°2, D.E. N°12, luego de que un niño que asistía al establecimiento fuera asesinado por su padrastro a golpes– un reclamo importante es la necesidad de incrementar los equipos de orientación escolar en las escuelas. Hoy están saturados porque hay muy pocos por distritos, es una situación imposible. Tiene que haber muchos más equipos de orientación escolar: trabajadores sociales, psicólogos, que estén acompañando las trayectorias educativas de nuestros pibes en las escuelas. Eso es lo que necesitamos, equipos fortalecidos, que estén a la altura de la escuela pública. La sociedad fue cambiando y la escuela se tiene que actualizar. Necesitamos que el docente en el aula cuente con otros acompañamientos.

¿Qué otras políticas deben reverse?

Hay que actualizar las asignaciones familiares que están en el freezer. Con este gobierno de la Ciudad, no se actualizan hace años, me parece que es un reclamo importante.

¿Y respecto a lo edilicio, qué es lo que necesita la escuela pública?

Necesitamos más escuelas, tanto de nivel inicial como de primaria. El gobierno de la Ciudad no ha construido escuelas. El problema de las vacantes se dio este año, el año anterior y existe actualmente. Recién hace una semana colocaron un micro que va del Distrito 20 al Distrito 3 para llevar niños que no tienen vacante en su barrio hacia otro en que sí las hay: tardaron cuatro meses en dar el servicio. Hubo chicos que desde el mes de marzo estuvieron sin ir a la escuela. De eso nadie habla, no es noticia, no es titular de nada. Para los globos de colores hay presupuesto, pero para un micro para los chicos de las zonas más postergadas de la sociedad, no. Los chicos estuvieron más de cuatro meses sin  escolarizarse, algo nefasto y terrible. Tiene que haber más escuelas para que lo de las vacantes no vuelva a ser un problema, para que no tengamos el año que viene situaciones de chicos que no se pueden escolarizar. Tienen que hacer más escuelas por distritos, más aulas de nivel inicial. La construcción de escuelas tiene que ser una política clara y educativa de este gobierno.

¿Qué otra necesidad tiene el sistema educativo porteño?

Otro tema importante es la titularización de los maestros del área socio educativa. Docentes que se encuentran en situación de interinos y el Gobierno se comprometió a su titularización y no ha cumplido. Por otro lado, está la implementación de la titularización de las docentes de nivel inicial y primario en las escuelas normales de la Capital Federal. Se ha votado una ley, el año pasado en la Legislatura porteña, en la que se comprometían a la titularización de todos los docentes y hasta la fecha no hay novedades, algo que es bastante preocupante porque se trata, ni más ni menos, que de la estabilidad laboral del docente.

Vista de la Villa Rodrigo Bueno.

Vista de la Villa Rodrigo Bueno.

Vivienda: Urbanización de la villa 31

Teófilo Tapia es un vecino de la villa 31, ahora llamado Barrio Carlos Mugica, de Retiro. Desde la década del setenta es el referente en la lucha por la urbanización. Además es el fundador del comedor Padre Carlos Mugica y elegido continuamente por los vecinos como delegado barrial. Reclama la implementación de la ley 3.343, aprobada por unanimidad en la Legislatura pero que nunca se aplicó.

¿Cuánto hace que milita por la vivienda digna?

Es un camino que empezó en la década de los 70, desde esa época pedimos  que se haga la urbanización de la villa 31. Fue una lucha que comenzó para que se hagan las viviendas del barrio, que antes se llamaba Eva Perón y  ahora se le dio el nombre de Carlos Mugica. Y nosotros seguimos ese camino, esa lucha desde aquella época. En estos últimos años, en el 2009, se votó la ley  3.343, que se aprobó por unanimidad en la Legislatura de Gobierno de la Ciudad, que estableció la urbanización de la villa. Los primeros objetivos eran  marcar un polígono, que decía cómo y dónde se iban a construir las viviendas, desde dónde hasta dónde son los límites. Inclusive el gobierno de Mauricio Macri aprobó el proyecto, nos pareció rara su aprobación, ya que él siempre tenía la intención de erradicar la villa 31.

¿Y se puso en marcha la aplicación de la Ley?

No, porque ahora lo que falta es la aprobación del dictamen de ley. El dictamen es lo que ordena cómo se van a distribuir las viviendas, cuánto van a valer, cómo se van a unir las calles, y todo lo que es necesario para conformar la villa 31 en un barrio urbano. Desde el Gobierno de la Ciudad no están de acuerdo porque no quieren ceder el poder de las tierras a los vecinos. Entonces, el conflicto es entre  el Gobierno Nacional, que quiere entregarnos las tierras y el Gobierno de la Ciudad que no quiere. Porque el Gobierno de la Ciudad puede prometer que va a construir, y de pronto cambia de idea, no hace nada, y nos echa a todos. Ese es el temor. El problema es que en los tres sectores de la Legislatura que tratan la urbanización de la Villa 31 -la Comisión de Vivienda,   Planeamiento, y en Presupuesto- siempre lo rebotan.

¿Entonces el obstáculo es la propiedad de la tierra?

No quieren que los vecinos sean los dueños de las tierras. Porque sus objetivos son quedarse con la tierra y hacer un barrio como Puerto Madero. La intención del Gobierno de la Ciudad no es hacer un barrio obrero, porque de un barrio obrero no pueden sacar mucho rédito. No van a poder poner muchos impuestos porque es un barrio de trabajadores. En cambio, si en ese lugar edifican torres, ahí les resulta más productivo.

¿Si tuviera que evaluar la acción del Gobierno en estos últimos años, cómo lo describiría?

Diría que aprobaron la Ley porque creían que el Gobierno Nacional al día siguiente le iba a ceder el traspaso de las tierras. Pero no salió como querían, cuando les dijeron que antes del traspaso tenían que firmar un acta que les daba el poder de la tierra pero “para la urbanización de los habitantes de la villa 31”, en eso no están de acuerdo. El Gobierno de la Ciudad lo que quiere es que hagan el traspaso primero y después ellos deciden. Dicen que van a urbanizar, pero quién sabe si lo van hacer. Ellos tienen mucho deseo de quedarse con las tierras.

¿Y mientras no se apruebe el dictamen, el proceso queda estancado?

No, seguimos peleando. El problema es que no sale el proyecto del dictamen de la Comisión de Vivienda de la Legislatura. En tres oportunidades lo volvimos a presentar, dos veces lo presentaron legisladores, y este año decidimos que lo iba a presentar el barrio en tanto Habitantes de la Villa 31 y organizaciones sociales. Esperamos que el nuevo proceso tenga consenso y los diputados puedan tratarlo y poder urbanizar. La primera reunión que tuvimos fue con asesores, pero no se consiguió nada. Se justificaron con el capricho de que si Cristina Kirchner no entrega las tierras, no se puede urbanizar, pero no le hablan a ella directamente, sino que dicen: “Acá la presidenta se niega a presentar las tierras, y Macri no puede urbanizar si no tiene las tierras”. No puede porque no quiere hacerlo. Se podría avanzar si Macri, como Jefe de Gobierno, mandara una nota pidiendo la urbanización, para que los habitantes de la villa puedan construir sus viviendas, ayudar con lo que falta, y tratar de organizar para que sea un barrio y no una villa. Pero él no está de acuerdo.

¿Como representante del Barrio qué le pediría al nuevo jefe de Gobierno porteño?

Le pediría que apruebe el dictamen, que sea más flexibles con el tema de la urbanización. Y que lo apruebe la mayoría, porque hay que esperar a ver cómo va a quedar conformada la Legislatura en la Ciudad. Aunque probablemente el nuevo Jefe se siga oponiendo a que salga el tratamiento de la Ley, y así va a ser difícil conseguir la urbanización de la villa 31. Lo que queremos es que se entienda que nosotros no somos usurpadores, la villa tiene cien años de historia, somos trabajadores, somos los que construimos los edificios donde vive la gente de Libertador. Entonces lo que pedimos es el derecho de vivir también dentro de la Ciudad, y no ser marginados por el resto de la sociedad. Porque Macri en un momento salió en una nota diciendo que la villa 31 crea la inseguridad de los vecinos que viven en Libertador, y no es así. Nosotros también somos vecinos. Vinimos a la villa por una necesidad, porque en la Provincia no hay tanto trabajo como hay acá. Pero es una lucha bastante dura, porque hay personas que no quieren que se urbanice la villa, no quieren que haya gente humilde dentro de la Ciudad.

Viviendas ociosas en ciudad de Bs. As., Pto. Madero.

Viviendas ociosas en la Ciudad de Buenos Aires, en Puerto Madero.

Alquileres: sistemas de mediación

Ricardo Botana es el presidente de la Unión Argentina de Inquilinos, una entidad diseñada para asesorar a todos aquellos que alquilan viviendas en el país. Pelean por defender sus derechos y por una ley que regule la actividad.

¿Qué cambios observa de los últimos años con respecto al precio de los alquileres?

Dentro de la Capital está muy diversificado. Cambiaron las exigencias porque hay un escalonamiento a nivel semestral cuando antes era anual. Antes uno firmaba un contrato y tenía un aumento del 20% al año, y ahora hay un aumento que llega hasta un quince por ciento semestral. También cambió la cantidad de garantes exigidos, ahora son dos y tiene que residir en Capital.

Y en cuanto a la regulación ¿qué cambios se fueron dando?

En algunos lugares se ha logrado, Por ejemplo en la ciudad de La Plata existe una oficina que funciona dentro de la Municipalidad con los compañeros de API (Asociación Platense de Inquilinos) para la mediación específica entre locadores y locatarios. Pero en la Capital todavía no hemos logrado lamentablemente un espacio concreto.

¿Qué opina sobre el programa “Alquilar se puede” del Gobierno porteño?

Es un programa que ojalá pueda llegar a más gente, pero por el momento no ha logrado dar mucha ayuda para alquilar. En realidad tampoco es la solución, que tendría que pasar por una mirada más ligada al acceso a los créditos. Es verdad que el programa tuvo mucha publicidad pero a la hora de ponerlo en marcha no tuvo gran cantidad de beneficiarios. No quiero mentir con respecto al número, pero hay una entrevista al legislador Fernando Muñoz donde decía que eran alrededor de trecientos.

¿Por qué cree que todavía no pudo ser más masivo?

No sé si no tendrá algún cupo o cómo vendrá el tema de las admisiones.

¿Qué esperan del nuevo gobierno de la Ciudad de Buenos Aires?

En lo inmediato, la creación de un espacio para lograr la resolución de los conflictos entre locatarios y locadores para evitar la vía judicial. Lo que ocurre en los contratos en la relación cotidiana es que, por ejemplo, según el código vigente se establece que los gastos de conservación están a cargo del locador y algunos arreglos para la vida cotidiana, que son de poco costo, tiene que hacerse cargo el inquilino. Pero eso nunca se reconoce, paga siempre el inquilino.

Hospital de niños

Hospital de Niños de la Ciudad.

Salud:  menos ajuste, más inversión

Carlos Paz tiene 53 años y trabaja como médico de guardia en el Hospital Moyano durante 30 horas semanales. Se opone a la precarización laboral que, denuncia, los profesiosionales de hospitales públicos porteños vivieron en los últimos años.

¿Cómo son las condiciones de trabajo en general?

Son desgastantes, con recursos humanos escasos, falta de políticas en el ámbito de salud mental con un alto nivel de violencia institucional, por parte de las autoridades instaladas desde la intervención.  Formo parte de un grupo de profesionales que nos hemos organizado ante la falta de representación gremial legítima para hacer frente a las políticas del gobierno del PRO.

¿En qué situación están los salarios?

En términos generales, hace dos años nos rebajaron el sueldo a más de dieciséis mil profesionales del sistema público de salud, existen trabajadores precarizados con sueldos congelados hace más de tres años. Y hoy intentan modificar el régimen de residencias y concurrencias, por ejemplo, en salud mental.

¿Cuál es la situación de los médicos en el hospital?

En lo particular, en el Moyano, desde hace un año y medio, a través de auditorías persecutorias, se intentó cesantear a más de la mitad del personal, por ejemplo a través de sumarios y cambios de función a los colegas. Se descontaron sueldos sin ninguna justificación, se digitan los escasos concursos que hay de una forma discrecional. El clima, en general, es de violencia y se padecen enfermedades. Esa es parte de nuestra realidad cotidiana en el hospital que se repite en todo el sistema público de salud de la ciudad.

¿Qué expectativas tiene respecto del próximo jefe de Gobierno en materia de salud pública?

Lo lógico es que el próximo gobierno sea una continuidad del actual: más ajuste, cada vez menor inversión en lo público, tanto en salud como en educación, y más obras para “embellecer” la ciudad. La salud mental para los gobernantes es un gasto y, por lo tanto, van a continuar con los recortes en todas las áreas. No van a invertir en todos los dispositivos necesarios para la atención del paciente y el cumplimiento de las leyes de Salud mental nacionales y municipales.

Línea 60: despidos, paro, acampe y encierro

Línea 60: despidos, paro, acampe y encierro

La línea 60 no circula desde el lunes 29 de junio a raíz de un enfrentamiento entre la empresa operadora y sus choferes. El cuerpo de delegados denunció que Micro Ómnibus Norte S.A. (MONSA) impuso un lockout patronal y echó a 53 trabajadores. Además, 22 empleados permanecen encerrados hace una semana en la terminal de Constitución. Desde la noche del martes 14 de julio, la Policía Federal montó un vallado en Guanahani 420 por orden del Juzgado Federal N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de María Servini de Cubría.

El conflicto salió a la luz el miércoles 24 de junio cuando la asamblea decidió no cobrar boletos en protesta por el despido del chofer Ariel Benítez. Los 250 mil pasajeros que viajan por día se ahorraron el pasaje durante el jueves y viernes siguientes. “La medida contó con un 95 por ciento de adhesión. El año pasado, en primera y en segunda instancia, la Justicia resolvió que esta herramienta de fuerza gremial era legítima”, argumentó Héctor Cáceres, uno de los delegados que hace una semana no sale del cerco policial.

El sábado 27 MONSA se presentó con una conciliación obligatoria firmada de oficio el día anterior por Adrián Caneto, titular de la Subdirección Nacional de Relaciones de Trabajo. Con ese respaldo cesanteó a otros 47 conductores y retiró al personal administrativo y jerárquico de las cabeceras de Constitución, Ingeniero Maschwitz y Tigre. Asimismo, intentó normalizar el servicio pero sólo 26 de los 1200 choferes se prestaron.

 

“Despidieron a Benítez aduciendo que tuvo choques múltiples. Es mentira porque habrá tenido tres o cuatro accidentes y de gravedad mínima. En realidad lo echaron porque es activista sindical. Entre otras cosas, denunció a un inspector y a la empresa por persecución laboral”, acusó Mario Andrés Molina, otro de los delegados de la agrupación Al Volante. Y agregó: “Fue una excusa para atacar los reclamos que veníamos sosteniendo sobre condiciones laborales”.

Causas de la pugna

Antes de que estallara el conflicto, la comisión interna y los directivos de MONSA mantenían una mesa de negociaciones donde había tres reclamos. El primero era que la compañía cumpliera con dictámenes firmados hace cinco años por el ministro Carlos Tomada y la secretaria Noemí Rial, de la cartera de Trabajo, por liquidaciones incorrectas de salarios. El segundo, que depositaran los diez meses de sueldos adeudados a once delegados. Era un total de 1,4 millones de pesos. Y el tercero problema refería al incremento de permisos gremiales para los delegados de 4 a 12 días por año. “En el transporte público casi ningún delegado trabaja arriba del colectivo. Nosotros, además de la tarea sindical, también manejamos. Los afines a la empresa no”, manifestó Molina.

Pero la mesa se rompió luego de que el presidente de MONSA, Marcelo Pasciuto, intentara incluir otras tres cuestiones. “Nos pidieron que los choferes pagáramos las multas de los accidentes cuando corresponde que lo hagan los dueños de los vehículos. En otras líneas, la empresa pudo imponerse porque los compañeros no están organizados y tienen miedo”, indicó Molina.

Según una investigación realizada por miembros del Conicet y de la Universidad Austral a pedido de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y publicada por el diario La Nación, el 85 por ciento de los choferes de transporte urbano reconoció que para atenerse a los horarios debe conducir de manera insegura y no cumplir las reglas de tránsito.

“Solicitaron, además, que elimináramos el fondo de lucha: un comedor interno donde algunos colegas, que por alguna razón no pueden manejar, trabajan cocinando y se llevan el sustento para la familia”, añadió Molina. “Pero la gota que rebalsó el vaso fue el pedido para aplicar la 245, una herramienta del convenio colectivo mediante la cual el patrón, con el acuerdo de los delegados, puede despedir a quien quiera. Nosotros nos levantamos de la mesa. Su intención no era limpiar a Benítez sino a muchos más”, lanzó.

Tras los 47 despidos que siguieron al de Benítez, MONSA envió dos telegramas más. De esta manera totalizaron 50 trabajadores en la calle en el último mes, que se suman al de otros tres compañeros por los cuales el cuerpo de delegados peleaba su reincorporación. “A Canuyan, la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) le había quitado el registro por error. Cuando retrotrajo la decisión, la empresa no hizo lo propio. Lema fue reinstalado tras una cautelar pero su situación es inestable. Y Siriscevic, que trabajaba en el fondo de lucha, fue llevado a juicio por usurpación y podría terminar preso. La Justicia defiende a quienes ahogan a los trabajadores”, relató Molina.

 

A su vez, la comisión interna denunció que la empresa aún recibe subsidios por coches que no tiene en circulación. Por mes percibe desde el Estado Nacional 34 millones de pesos por sus 340 unidades. Pero sólo saca a la calle 244 de ellas y 96 se quedan paradas.

Vivir en la terminal

Desde el martes pasado, 22 colectiveros quedaron dentro de la cabecera de Constitución. Servini de Cubría dispuso que se realizara un allanamiento para constatar el estado de las unidades. El procedimiento todavía no tuvo lugar y la comisaría 26 mantiene un vallado con efectivos y un camión hidrante para impedir la entrada al predio de la línea 60. “Podemos salir pero no volver a ingresar; ni nos permiten cambiar la guardia. Si lo hacemos significaría que renunciamos a nuestra lucha”, contó Héctor Cáceres desde el interior de la cabecera. Quien sí tiene vía libre para entrar y salir es el personal de vigilancia de la compañía.

La policía impidió hasta el sábado que se ingresaran alimentos o bebidas y la única forma de comunicación es por vía telefónica. El viernes, una ambulancia constató que uno de los choferes estaba enfermo y le recetó antibióticos. Sin embargo, los agentes también vetaron los medicamentos. “Estábamos sin comida, sin bebida y sin ropa para cambiarnos. Se nos hizo muy complicado vivir así”, narró Cáceres. Recién este sábado la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación intervino a raíz de la denuncia presentada por los abogados de la comisión interna y organizaciones sociales. De esta manera pudieron ingresar los víveres.

A unos 50 metros, los choferes instalaron un acampe en la esquina de Guanahani e Ituzaingó y cortaron el paso junto a algunos de sus familiares. Aproximadamente 20 de ellos duermen ahí cada noche. El domingo pasado llevaron a cabo un festival donde tocaron La Duquesa, el Agitador y los Banghieri. A un mes de iniciado el conflicto, aún no parece haber solución a la vista.

Esa mujer

Esa mujer

Tendrá la forma de una mujer imponente saliendo de la tierra, dando un paso hacia adelante para surgir y mostrar sus manos grandes, la ropa pesada y lanosa, el rostro encendido por una nobleza largamente cultivada. El monumento no está terminado, pero se sabe que tendrá la forma del torso de una mujer de unos setenta años, la postura de una luchadora ancestral con dosis suficientes de entereza y orgullo. Faltan sólo unos meses de trabajo para que se termine el monumento a la mujer originaria, pero se sabe, sobre todo, que será la escultura en bronce más grande del país con diez metros de altura y varias toneladas de peso. Una obra cuya construcción no se sostuvo por la intermediación del dinero, sino que lo hizo gracias a la participación colectiva de cientos de miles de personas que donaron una llave, un pequeño objeto casero que encerraba, en muchos casos, una gran historia familiar.

“Hay distintas maneras de abordar el motivo por el cual sería necesario un monumento a la mujer originaria”. Es sábado. Andrés Zerneri recibe a ANCCOM en su taller de Palermo. “Una obra así nos permite sobrepasar barreras coyunturales e ir hacia un acuerdo un poco más genérico. Permite superar las posturas del oficialismo y el no oficialismo que hay dentro de los pueblos originarios, y lograr consenso”. El taller rebosa de dibujos, cuadros, telas, libros, un gato que se sube a un escritorio y se queda inmóvil, concentrado, como si estuviera posando. “Con el monumento se genera también mayor conciencia, especialmente en personas que no saben sobre su propia identidad. En Argentina, muchos no están enterados que somos 40 naciones, que se hablan 20 idiomas nativos y que hay un 61 por ciento de gente que tiene sangre originaria. Tenemos toda esa pluralidad y seria bueno que nos enteremos”.

Llaves donadas por personas de todo el país para la producción del Monumento a la Mujer Originaria.

Llaves donadas por personas de todo el país para la producción del Monumento a la Mujer Originaria.

El mes pasado la obra ingresó en la etapa final del tallado. Zerneri y su equipo de colaboradores ultiman los detalles en uno de los galpones de la ex ESMA. Si todo sale bien y el proyecto logra el apoyo legislativo necesario, en tres meses, la escultura podrá ser vista por todos, en Diagonal Sur y Perú, donde hoy está emplazado todavía uno de los tantos monumentos al general Julio Argentino Roca. “Sacar del pedestal a una figura como Roca no supone destruirla. No significa desaparecer a Roca, que de hecho es quien más monumentos tiene en el país, sino llevarlo a otro lado y resignificar ese espacio”, aclara el escultor. “El ejercicio de la reparación de la memoria no es solo con el pasado, sino también hacia adelante, para poder pensar cómo transmitimos a las futuras generaciones”.

La historia de una pareja de exiliados que al momento de irse de Alemania llevaba consigo una llave y poco más. La de un hijo que donó la cruz de su padre y la de su madre fallecidos para que se fundieran juntas. La de un músico que donó sus primeras púas; la de una joven que entregó una medalla escolar. Se juntaron alrededor de 200 mil llaves. Toneladas de bronce, que fueron guardados en tachos, para después ser fundidos en hornos grandes como una habitación. Son llaves y objetos detrás de los cuales se esconden historias. Relatos que serán recogidos en un libro por el colectivo de fotógrafos La colectiBA y que fueron parte fundamental de la obra: “La gente donaba, en su mayoría, objetos valiosos, que lograban desprenderse para que pudieran estar resignificados en este espacio. Me pareció la forma más legítima de construirle un monumento a la mujer originaria, sin la participación del dinero, y con la intervención de múltiples sectores”.

Zerneri nació en 1972, en la localidad de Marcos Paz, provincia de Buenos Aires. Su madre fue una enfermera de hospital y su padre un comerciante que militaba en el peronismo y del cual heredó, dice, cierta sensibilidad social. “Saber dibujar o pintar eran mis posibilidades y mis medios para hacer algo por los demás”, dice el escultor. Nunca cursó estudios artísticos en institutos ni universidades, apenas unas materias de Derecho cuando vivía en Tucumán, donde se radicó junto a su madre, durante la adolescencia y la primera juventud, tras el fallecimiento de su padre. Su obra incluye pinturas, dibujos, escenografías para teatro –dos de ellas distinguidas con los premios “ACE” y “Estrella de Mar”-, y tres esculturas. La del Che Guevara, emplazada en 2008, en Rosario. La de Juana Azurduy, encargada por el presidente boliviano y que ocupará el lugar del ya desplazado Cristóbal Colón, detrás de la Casa Rosada. Y la última, quizá la que cierra definitivamente el ciclo de obras colosales de Zerneri, la de la mujer originaria.

Galpón de trabajo del Monumento a la Mujer Originaria en el Espacio Memoria y Derechos Humanos Ex-Esma.

Galpón de trabajo del Monumento a la Mujer Originaria en el Espacio Memoria y Derechos Humanos Ex-Esma.

El proyecto surgió en el 2009, durante una charla que el historiador y periodista Osvaldo Bayer dio en el Centro Cultural de la Cooperación. Zerneri, que hacía poco había presentado el monumento al Che en Rosario, estaba entre el público de la charla. Bayer, sobre el final de la disertación, sugirió, al pasar, la posibilidad de realizarle un homenaje a los pueblos originarios. El escultor recogió la propuesta y al poco tiempo se reunió con Bayer en su casa y delinearon la iniciativa.

El comienzo, sin embargo, no fue fácil. Tras volver de un encuentro con representantes de pueblos originarios en Junín, Zerneri y equipo se sintieron abochornados. ¿Una obra de arte? ¿Para qué queremos nosotros una obra de arte? En el marco de una lucha signada por los acampes, los cortes de ruta y el hostigamiento constante de las fuerzas de seguridad, una obra de arte, un monumento en homenaje a los pueblos originarios parecía en principio una propuesta accesoria. “Nos vimos como un grupo de porteños que proponían una pavada”, reconoce el escultor.

Hubo, entonces, que repensar algunas cuestiones. El monumento no sería a los pueblos sino a la mujer originaria. El dinero no intervendría en el proyecto, sino que sería solventado por la colaboración colectiva, a través de la donación de llaves. Su emplazamiento en pleno centro porteño fue justificado porque así generaría una mayor repercusión, tal vez nacional. Con el aval definitivo de los referentes de los pueblos originarios, Zerneri y su equipo pusieron manos a la obra.

Recolectaron las llaves, diseñaron los bloques de telgopor. Los revistieron en yeso y los enceraron con fibra de vidrio; extrajeron los moldes. Esas láminas fueron llevadas, junto a otras, a los hornos grandes como una habitación. Se calentaron durante cinco días, el tiempo necesario para que el material deje un hueco de un centímetro de espesor, por donde se volcó el bronce derretido. Una vez enfriado el bronce se retiraron las láminas y luego se fueron soldando, una por una. En eso están Zerneri y su equipo. La técnica se llama fundición a la cera perdida y permite, según el escultor, construir obras muy nobles y perdurables, sencillas de reparar ante el daño.

“Como pueblo hemos repetido siempre que somos hijos de europeos, o que somos el pueblo más blanco de Latinoamérica. Me parece que ahora estamos abriendo los ojos a una perspectiva más latinoamericana”, dice Zerneri. El escultor y sus colaboradores esperan ahora que la Legislatura porteña apruebe la norma que autoriza la remoción de la escultura de Roca y su reemplazo por el de la mujer originaria. La confianza, aclara Zerneri, es total. “Pero existe una instancia que es la del veto del jefe de gobierno. Por eso queremos que este proyecto crezca y sea acompañado por toda la opinión pública”.

El escultor Andrés Zerneri en el Galpón de trabajo del Monumento a la Mujer Originaria.

El escultor Andrés Zerneri en el Galpón de trabajo del Monumento a la Mujer Originaria.

“Estamos en la puerta de un juicio que va a ser muy difícil”

“Estamos en la puerta de un juicio que va a ser muy difícil”

Diana Malamud perdió a su esposo, Andrés, en el ataque terrorista a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994. Desde entonces, junto a otros familiares y amigos de las 85 víctimas, exige justicia. La semana próxima se cumplirán 21 años del atentado impune, en medio de los debates sobre la validez del Memorándum entre Irán y Argentina que permitiría tomar testimonio en Teherán a los iraníes acusados de planificar el atentado. El 6 de agosto, a su vez, comenzará el juicio oral por encubrimiento en la investigación, donde están imputados el ex presidente Carlos Menem, el ex secretario de Inteligencia Hugo Anzorreguy, el ex juez federal Juan José Galeano y Carlos Telleldín, acusado de haber recibido dinero de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para desviar la pesquisa. También se sentarán en el banquillo los ex fiscales Eamon Müllen y José Carlos Barbaccia; el ex titular de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) Rubén Beraja y el ex jefe de la Policía Federal,  Jorge El Fino Palacios.

¿Qué implica para los familiares que forman parte de  Memoria Activa el inicio del juicio por encubrimiento?

Es algo por lo que hemos luchado tanto tiempo, y que se postergaba una y otra vez, que estamos convencidos de que esta es la única posibilidad que tenemos para desenmarañar el encubrimiento, y entender por qué llegamos a esta situación. Porque, en realidad, toda esta gente que está inculpada, funcionarios políticos y judiciales, son de alguna manera, responsables de que  21 años después no tengamos ni verdad ni justicia. Porque de la causa AMIA no sabemos prácticamente nada, no se avanzó.

¿Qué hizo que se demorara tanto el proceso?

Los motivos de la tardanza fueron, fundamentalmente, maniobras políticas, en donde la corporación judicial dilató todo, los acusados interponían recursos, una apelación tras otra… Otra de las cosas que ocurrió fue la dificultad para conformar el Tribunal Oral Federal: se excusaron trece jueces, dijeron que no podían hacerse cargo por diferentes razones, fundamentalmente porque muchos de los imputados forman del Poder Judicial. El ex juez Galeano, los fiscales, el ex jefe de inteligencia, todos tienen relación entre todos, por lo que ningún juez quería integrar el tribunal. De hecho, acabó conformado con una jueza que es de otro fuero, no del Penal. El Tribunal quedó compuesto por los jueces Néstor Costabel, Jorge Gorini y Karina Perilli.

¿Piensa que la partidización influyó en las investigaciones?

Sí, eso ha venido sucediendo desde hace mucho tiempo en la causa. Creo que el tema del Memorándum, y el tema de la muerte del fiscal Alberto Nisman marcaron también hitos dentro del proceso que hicieron que, de alguna manera, hubiese más presión para que se aceleren los tiempos.  La partidización sí tiene que ver, no sé si para bien o para mal. La realidad es que hoy estamos en la puerta de un juicio, que va a ser muy difícil, y estamos preparados para eso.

¿Cómo veía Memoria Activa la actuación del fiscal Alberto Nisman?

Era un desastre. Nosotros lo denunciamos  en reiteradas oportunidades, tanto de manera informal -a través de nuestros comunicados y en nuestros discursos-, como también formalmente ante la Procuración General de la Nación, en tres oportunidades. Pero nadie nos escuchaba, y nadie nos creía que la causa estaba absolutamente estancada, y que Nisman no hacía absolutamente nada para que avanzara. Es lamentable, porque se perdió mucho tiempo.

¿Qué opina de las diferentes posturas de las otras organizaciones de familiares?

Los familiares tienen derecho a tener la postura que quieran, de todos modos todos ellos son víctimas. El problema principal es que la querella de la dirigencia de la comunidad judía, tanto de AMIA como de DAIA, haya participado en las maniobras de encubrimiento. De hecho el ex presidente de la DAIA –Rubén Beraja– está inculpado en la causa de encubrimiento. Entonces, por un lado son querellantes, y por otro lado están favoreciendo a los acusados, así que el rol de ellos no queda claro.

¿Qué piensa de los debates sobre el Memorándum de entendimiento con Irán?

El Memorándum Irán no lo firmó, no lo aprobó.  Con lo cual es un instrumento que no tiene validez, más allá de toda la discusión que se está dando respecto de si es Constitucional o no, la realidad es que no tiene validez y que es un instrumento jurídico que evidentemente no sirvió.

¿Y por qué  cree que se sigue debatiendo en el país?

Ahí es donde entra todo el tema político. Instalan el debate mucho más allá del instrumento en sí, pasan a cuestionar quién tiene la razón y cómo se llevan adelante las cosas, y eso tiene que ver con toda la pelea que hay a otros niveles. La verdad es que hoy, discutir por un memorándum que se firmó hace casi ya tres años, y que nunca fue ratificado por la contraparte, no tiene sentido.

¿Cómo ve a futuro el avance de las causas y del proceso judicial que se inicia?

Esperamos que todas estas personas que son responsables de que hoy no tengamos nada sean declaradas culpables. Creo que a los familiares, de alguna manera, nos va a ayudar a ir reparando algunas cosas. Respecto de la causa principal, más allá de la nueva fiscalía que tiene voluntad de investigar, me parece que tantos años después realmente es muy difícil que sepamos bien qué pasó. Y mucho más complicado es que traigan a los imputados para hacerlos declarar. Pero bueno, nosotros seguimos en la lucha, y el viernes que viene hacemos otro acto como cada año. El acto en conmemoración a nuestros familiares muertos a 21 años del atentado, lo hacemos en la Plaza Lavalle, el viernes 17 a las 09.30.

¿Cree que el cambio de Gobierno puede afectar la situación?

Siempre  afectan de alguna manera estas cosas pero el juicio ya va a estar iniciado y es algo que no se va a poder parar aunque se quiera.

Diana Malamud en el barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires.

Diana Malamud en el barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires.

Radiografía del e-book

Radiografía del e-book

En 1978 la dictadura militar consideró que los libros eran un peligro. Entonces llevó un millón y medio de ejemplares a un baldío en Avellaneda y los prendió fuego. Fue la quema de libros más grande de la historia argentina. Boris Spivacow, editor y amante de los libros, sintió que se quemaba por dentro. Varias décadas después, los editores que lo sucedieron, han ido incorporando e-books a los catálogos. En versión digital, será más difícil encender el fuego.

Los e-books se instalaron de a poco y comenzaron a ganar adeptos. Fueron apareciendo al costado de los libros en papel y hoy están –un poco- más instalados; son otra opción para disfrutar de las letras. Después de todo, lo que está detrás de los distintos formatos y soportes es la experiencia de lectura. El encuentro con un contenido creado para generar intriga, brindar información o emocionar hasta las lágrimas.

Innovar, llegar a más lectores, a un precio más accesible y con productos versátiles. Estos son algunos de los objetivos de las editoriales que incorporaron libros digitales en sus catálogos. La idea es abrirse paso en un mercado chico y probar cosas distintas, porque las nuevas tecnologías así lo permiten y así lo requieren. Ahora es frecuente ver personas leyendo e-books en el subte, en el colectivo o en un café. Sin embargo, sobre el libro digital hay temas que no están resueltos de forma definitiva. Los lectores quieren acceder a los e-books de manera ilimitada; los autores necesitan proteger la propiedad intelectual; y las editoriales tienen que cuidar sus ganancias. Estos tres actores intentan convivir, defender sus derechos, y garantizar el acceso más justo a un bien que no puede expirar: el libro.

En Argentina las ventas de libros digitales representan un porcentaje pequeño. Catalina Lucas, digital manager de la editorial Penguin Random House, contó que “en Argentina, la venta de e-books representa el 1% de la venta total de libros. Dentro del ciclo de vida, Argentina está en la fase de comienzo. En ese escenario, hasta España está en comienzo, siendo un territorio que tiene un 6%, un 7% de venta digital sobre el libro físico. En el caso de Estados Unidos ya está en un estado de madurez, supera el 30%”.

Si se trata de innovar, Eudeba es una editorial que viene defendiendo la idea de su primer gerente general, Boris Spivacow, defensor del lema “libros para todos”. Recientemente, la editorial universitaria puso a la venta dos dispositivos de lectura digital: un e-reader y una tableta, a los que bautizaron Boris. El presidente de Eudeba, Gonzalo Álvarez, defiende la innovación como valor editorial y sostiene una política histórica: ofrecer libros de calidad a precios bajos. “Las nuevas tecnologías en este caso son nuevas pero las utilizamos para cumplir los objetivos que siempre tuvo Eudeba. Está en su ADN, en su constitución en el año 1958, la idea de tener libros, como decía Spivacow, al precio de un kilo de pan”.

Las editoriales tienen diferentes propuestas según la línea empresarial, hay e-books para todos los gustos. Catalina Lucas contó que “lo que se vende es la novedad, tanto en físico como en papel son los mismos títulos; pero en digital a veces hay títulos que venden mucho y te sorprenden porque en físico no venden, como por ejemplo un libro de Dale Carnegie llamado Cómo ganar amigos e influir sobre las personas”. Por su parte, Juan Pablo Aisenberg, titular de Librería Santa Fe, explicó que “se venden mucho novelas, por ejemplo las eróticae; las novedades que salen en papel con más ventas también se venden en digital, en general una cosa acompaña la otra”.

En cuanto a los beneficios del e-book, los expertos consultados por ANCCOM coincidieron en que el libro digital se destaca por la portabilidad y por el precio. Nilda Palacios, gerenta de Desarrollo Multimedia en editorial Santillana, contó que “el libro digital cuesta el 60% del libro en papel”. Catalina Lucas acotó que “el e-book sale la mitad que el libro en papel, pero no es que tomás el precio del físico y lo dividís por dos, sino que tiene que ver con la estructura de costos: cuánto cuesta generar el contenido, cuánto cuesta comercializarlo; es muy difícil comercializar el libro digital en el mercado argentino, tan chico y con pocos actores”.

Por otro lado, todos coinciden en que el papel y el digital son soportes que conviven, pero que el papel sigue teniendo el lugar más importante a la hora de comprar un libro. Aisenberg, de Librería Santa Fe, dice que todavía no se ven muchos cambios en los hábitos de lectura. “La gente -señala- sigue prefiriendo el papel y los jóvenes siguen leyendo en papel. Los que sí se están inclinando al e-book son las personas mayores, y esto es por un tema económico y por un tema de comodidad, con eso ya creo que es suficiente”. Cuando hablamos de las ventas en digital, Aisenberg sostuvo que “las ventas van creciendo lentamente. La ventaja del libro digital en parte es económica y en parte comodidad. También hay muchos libros que no llegan al país por la importación y están disponibles en Internet (…) esas son las ventajas. Hay gente que aprovecha eso, y hay otros que dicen no, con lo que hay me alcanza y me gusta el contacto con el libro”.

Eudeba ocupa un lugar especial en el mercado porque se animó a complementar la oferta de libros digitales con dos dispositivos de lectura. El presidente de la editorial comentó que Eudeba “no es una empresa de tecnología, es una editorial. Pero somos muy conscientes de que no se puede expandir la lectura en formato digital si no se generan mejores condiciones de acceso a los dispositivos de lectura digital de tinta electrónica. Y entonces, si no hay alguien haciendo eso creemos que hay que hacerlo. El Boris es un homenaje a Spivacow. Este año se cumplen cien años de su nacimiento y nos parecía que si Eudeba mostraba un dispositivo de innovación tecnológica, no podía no rendirle un homenaje a un editor claramente innovador como fue él”.

En el mundo de libros escolares, los e-books y contenidos virtuales vienen creciendo. Nilda  Palacios, de Santillana, explicó que “hay un incremento porque las escuelas están usando mucho más los recursos digitales. Los planes oficiales de la entrega de computadoras generaron una demanda en general de contenidos digitales para las aulas, tanto las oficiales que tienen Conectar Igualdad como las privadas que no lo tienen, pero que también necesitan estar actualizadas”.

Hace unos años, Amazon inventó el “AutoRip”, una novedad que permitía a todos los que habían comprado CD’s de música, la posibilidad de descargar las mismas canciones en MP3 de forma gratuita. La editorial de libros escolares Santillana tiene una propuesta similar. Los libros en papel que editan traen un código, con el cual los usuarios pueden acceder a la versión digital del mismo libro. Palacios contó que “la compra se hace a través de una librería, se adquiere un cuadernillo que trae una clave, y con ese código se descarga el libro en la computadora”.

Sin embargo, ofrecer este tipo de beneficios depende de los acuerdos de las editoriales con los autores, y con el porcentaje que le den al escritor por cada libro vendido, ya sea en papel o digital. Lucas, de Penguin Random House, contó que cada autor se lleva tres veces más por un e-books que por un libro en papel. “Esto se da por la estructura de costos, se le puede dar mucho más al autor en esta situación. Aparte le das una proyección internacional, por ejemplo un autor lanza su libro físico en Argentina y al mismo tiempo, el mismo día, su libro digital está en todo el mundo a la venta. Esto al autor le permite, sobre todo a los argentinos, una posibilidad enorme de que los que lo conocen en otros países puedan acceder al libro más rápidamente”.

En cuanto a los costos de producción de un e-book, Lucas explicó que “existe el mito de que es simplemente un archivo, y que es muy barato, pero no es así porque ese archivo también tiene un DRM que es anti piratería, y este es un problema enorme que hay en toda la región latinoamericana”. Con respecto a las páginas que permiten descargar libros gratis, dice: “Es un delito contra la propiedad intelectual, nosotros trabajamos para eso, porque somos responsables de que esto no perjudique a nuestros autores. Trabajamos para controlar la piratería, peor es quedarse con los brazos cruzados”.

Hace tiempo, empresas proveedoras de libros encontraron un modo de combatir la piratería: el DRM, un “candado virtual” que enlaza el libro digital a un determinado dispositivo, impidiendo ser reproducido desde otro lugar y limitando la cantidad de descargas. Esto significa que el lector no podría prestar dicho archivo a un amigo, copiar un fragmento o revender el libro. Con el DRM más cerrado, el lector no es su dueño de forma “total”.

Parece altruista esperar que las empresas editoriales suban libros gratis a la red. Pero ¿acaso no es tan altruista esperar que frente a dos libros digitales (uno “legal más caro” y otro “pirata más barato”) el cliente elija el más caro? Estos son los debates que implica hablar del e-book. Por ahora sabemos que se puede comprar en papel, en digital, y con o sin DRM. También se pueden buscar precios, ofertas, novedades o clásicos. El libro es un producto que no puede expirar. Y la elección, una vez más, es del lector. Salud.

En Argentina las ventas de libros digitales todavía representan un porcentaje pequeño.

En Argentina las ventas de libros digitales todavía representan un porcentaje pequeño.