Un viaje en vinilo de la mano de Zeta Bosio

Un viaje en vinilo de la mano de Zeta Bosio

“Un compendio de cosas que forman parte mi adolescencia y que estaban acá, en el cajón de los recuerdos. Los sacamos hoy para volver a escuchar”. Zeta Bosio eligió cuarenta discos entre los 50 mil vinilos que están resguardados en la Audioteca Gustavo Cuchi Leguizamón de la Biblioteca Nacional para contar -en una entrevista pública que protagonizó el lunes pasado en el Auditorio Jorge Luis Borges- por qué marcaron su vida y su trayectoria, un viaje al pasado musicalizado por Sui Generis, Bread, Electric Light Orchestra, Sumo y, por supuesto, Soda Stereo.

A partir de una vinculación inédita entre la Biblioteca y radio Vorterix, una vez al mes una personalidad destacada del mundo de la música es invitada para que seleccione la música clave en su historia: se trata de Vinílico, un ciclo de entrevistas a cargo de Maxi Martina que comenzó el mes pasado con Fernando Ruiz Díaz, cantante y guitarrista de Catupecu Machu. En este segundo episodio, el ex bajista de Soda Stereo recordó los momentos compartidos en el living de la casa de Gustavo Cerati y reflexionó sobre los cambios en las formas de escuchar música: “Esto que estamos haciendo ahora era muy frecuente. Íbamos con una pilita transportable de seis, siete discos abajo del brazo o en una bolsa de nylon a la casa de alguno que tuviera un muy buen equipo para escucharlos bien. Se escuchaban de otra forma, nos juntábamos. En el living de Gustavo estaba el equipo, lo copábamos nosotros para escuchar música”.

La bandeja sobre el escenario de Vinílico actuó como una especie de fogón que concentró miradas cada vez que se puso a girar un disco. El primer tema que sonó fue “Amigo vuelve a casa pronto”, del álbum Vida de Sui Generis. “Cuando compré mi primer tocadiscos, el vendedor me hizo escuchar el aparato con un disco de Los Beatles y me cambió la vida –contó Bosio-. Hasta que no terminé con la colección, no paré. Cuando compré todos, tuve necesidad de ir un poco más allá y empezar a escuchar otra música. En la adolescencia, empecé a tocar la guitarra y Sui Generis fue una cosa muy fuerte, sus temas eran una salvación porque eran muy tocables”.

002_Vinícolo_Morua_DSC_9761x1 copyAl enterarse de la existencia del archivo de discos, Maxi Martina ideó Vinílico junto a Sebastián Meschengieser, guionista y productor de medios. Ambos coinciden en que el interés de Vorterix radica en sacar la radio a otros espacios y en apostar a nuevos contenidos. Destacan, también, el criterio de apertura de la dirección de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno: una propuesta de estas características, además, acerca un público diferente a sus instalaciones.

“El vinilo es el formato más generoso y el que tiene mejor audio –explicó Martina a Anccom-. Logra que cuando estamos escuchando música lleguemos lo más cerca posible de un artista que ya no está. Es generoso también en el arte, porque lo mostrás desde el escenario y el que está en la última fila lo ve. Es obsceno el vinilo. Se puede hacer lo que se te cante. Spinetta quiso hacer Artaud, ese disco deforme, y lo hizo. Led Zeppelin quiso calar el disco para que se muevan las ventanitas y lo hicieron. Es un formato generoso en todo lo que involucra una obra de música. Te permite volar, te permite crear”. Meschengieser, por su parte, señaló que el hecho de que el ciclo sea presencial se vincula con el espíritu del soporte: “El vinilo tiene una historia de compartir la música, no de compartir virtual sino de compartir juntándose en serio. Nosotros podríamos filmar, subir a la web y listo. Pero la idea es que acá haya gente, que sea cálido, que estén escuchando, que se escuchen las reacciones de la gente frente a determinada canción”.

El ciclo, además, funciona como una excusa para compartir y hacer público el patrimonio que está resguardado en la Audioteca. Como sucede con los libros, cada vez que una compañía discográfica editaba un vinilo, debía enviar por ley una copia al archivo de la Biblioteca Nacional. Vinílico resalta el valor de la música editada en Argentina y el trabajo realizado para cuidar el patrimonio. Estela Escalada es la responsable de la División Audioteca y Mediateca de la Biblioteca Nacional y quien realizó un trabajo de catalogación durante cinco años. Ese capital está disponible para la consulta pública. Hay 50 mil discos de vinilo, archivados desde 1940 hasta principios de 1990. Se trata, en palabras de Meschengieser, del “tesoro escondido de los amantes del vinilo”. Además hay otras colecciones: grabaciones sonoras analógicas y digitales (5 mil casetes de audio, 14 mil CDs), la colección de música impresa (270 mil partituras), y soportes audiovisuales (144 películas, 1700 VHS y 1500 DVDs).

El formato de Vinílico apela a destacar que a través de la música se puede conocer mejor a los artistas. Con ese objetivo, Martina indagó en las imágenes que le disparó al entrevistado cada tema compartido con el público. Zeta Bosio confesó haber tocado la guitarra en las misas del colegio: “Era una forma de tener un público cautivo, era seguro y a todo el mundo le gustaba. Hacíamos nuestras versiones. A veces se nos permitía meter versiones de La Bilbia de Vox Dei en la misa, entonces empezamos a buscar temas de ese tipo que pudieran ser un poco más revolucionarios y no cantar las típicas canciones. Pero el hitazo era el Padre Nuestro, esa la sabían todos”.

A partir de una vinculación inédita entre la Biblioteca y radio Vorterix, una vez al mes una personalidad destacada del mundo de la música es invitada para que seleccione la música clave en su historia.

A partir de una vinculación inédita entre la Biblioteca y radio Vorterix, una vez al mes una personalidad destacada del mundo de la música es invitada para que seleccione la música clave en su historia.

A partir de los discos, el músico recorrió todas las etapas de su trayectoria. Un año entero a bordo de la Fragata Libertad, en la banda de música que tocaba cada vez que entraban a un puerto. También recordó su trabajo en una banda de casamientos y los idiomas que inventaban con Cerati: “Con Gustavo nos divertíamos mucho y jugábamos como chicos, jugábamos mucho con la música”. Enseguida mencionó la primera vez que fue al mítico Café Einstein y vio en vivo a Sumo: “El pelado estaba colgado del techo, boca abajo tocando la trompeta”. Llegó el momento de evocar el regreso de Soda Stéreo y los abrazos al final de los shows. La primera vez que fue a un boliche la recordó por “Turn to stone”, del disco Out of the Blue de Electric Light Orchestra (ELO): “Fue en San Clemente, A Go Go, un clásico de los años ’70. Y tomé mi primer trago, Séptimo Regimiento. Una combinación de cosas rarísimas. Discoteca, luces negras, era todo un cambio”.

La conversación también permitió descubrir influencias musicales impensadas: “El de Bread era un disco que se lo saqué a mi primo. Me llamó la atención este grupo, después lo escuché bastante y al final me pareció una porquería. Es una banda intrascendente pero que hizo un aporte, el cantante David Gates tenía algo especial. Marcó mucho una etapa de mi vida, los acordes de Bread me hicieron tocar de otra forma. El tema “Daughter” no me lo podía sacar de la cabeza, era de esos temas que se te pegan mal y ahora no me lo acuerdo para nada, pero tengo ganas de escucharlo de vuelta…”.

Con respecto al presente de Soda Stereo, Bosio señaló que es imposible hacer temas nuevos. Pero cree que el show que está preparando Cirque du Soleil, inspirado en la obra la banda, es una buena oportunidad para mantener vivo su concepto: “Si logramos un efecto parecido, estamos en el camino de preservar la sensación de lo que era Soda cuando tocaba en vivo, que es algo que no se puede encontrar en los discos”.

La Audioteca como espacio y Vinílico como vivencia resultan movilizadores para los músicos invitados. Mientras se escuchaban las canciones que él mismo había seleccionado, Zeta Bosio tocó el bajo imaginario y marcó incansablemente el ritmo con sus pies: “El vinilo te conecta mucho con el pasado. Es el formato en que se escuchaba música cuando yo era chiquito y cuando fui creciendo, en mi juventud y adolescencia. La música tiene el poder de revivir situaciones, creo que es más fuerte que una foto porque la foto se decolora. En tu cabeza, la música mantiene la fuerza que creés que tenía en ese momento”.

Todos los encuentros son grabados en audio y video y quedan a disposición de los netvidentes en la web de Vorterix. El próximo episodio de Vinílico se realizará los primeros días de septiembre con Ricardo Mollo. La entrada es libre y gratuita.

Actualización 05/08/2015

“Si una mujer puede ser Presidenta, ¿por qué no puede conducir un tren?”

“Si una mujer puede ser Presidenta, ¿por qué no puede conducir un tren?”

Las trabajadoras ferroviarias de la Línea Sarmiento se movilizarán el 7 de agosto ante el sindicato de maquinistas La Fraternidad para reclamar la incorporación de mujeres a los cursos de formación de conductores que se iniciarán en marzo de 2016. Las mujeres ya habían presentado pedidos formales a la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) el 17 de julio pero la empresa no emitió respuesta. El abogado que las representa, Claudio Leguiza, advirtió: “Si no nos contestan dirigiremos una carta a la Presidenta de la Nación, a la Cámara de Diputados y al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI)”.

Horacio Caminos, vocero de La Fraternidad, desligó al sindicato de toda responsabilidad en diálogo con ANCCOM: “Los gremios no son los que determinan la legislación, esta es una decisión del Estado Nacional”.

El reclamo emergió casi al mismo tiempo que la empresa Nuevos Ferrocarriles Argentinos publicara el libro Mujeres Ferroviarias. Experiencias de vidas sobre rieles, escrito por la periodista Luciana Peker y con prólogo de Florencio Randazzo, con el objetivo de “visibilizar a las mujeres”. “De alguna manera -señaló Peker- el libro potenció las discusiones y las reivindicaciones de las chicas para el cupo gremial y para entrar a La Fraternidad”. En contraposición con Caminos, la periodista afirma que las trabas para la incorporación de mujeres maquinistas las pone La Fraternidad. “De hecho -argumenta- Carla Giracca, la encargada de Relaciones Laborales de SOFSE, dice que quieren que entren las mujeres, pero el gremio no lo permite. Hay diferencias entre los gremios, es un impedimento de la vieja burocracia sindical.”

Los primeros pasos

La conducción de locomotoras es uno de los puestos mejor remunerados en el ámbito ferroviario: hasta mediados de 2014 el salario de maquinista oscilaba entre los 20.000 y los 22.000 pesos mensuales sin la deducción del Impuesto a las Ganancias, según declaraciones mediáticas de Omar Maturano, Secretario General del sindicato. Desde que se fundó La Fraternidad, en 1887, el puesto de conductor se transmitió de padres a hijos varones que cumplieran con los requerimientos: secundario completo, aprobación del examen psicotécnico y del curso de capacitación.

En la Línea Sarmiento, que sale de Once y recorre el oeste del conurbano bonaerense, trabajan 226 mujeres, según datos aportados por Nuevos Ferrocarriles Argentinos en el libro Mujeres Ferroviarias… Se desempeñan como banderilleras, guardas, administrativas, operadoras de estación, gerentes y en tareas de limpieza y boletería. Sin embargo, no está contemplado que ocupen puestos de señalero, conductor (motorman), pre-conductor, y guardabarrera, hasta el momento actividades únicamente desarrolladas por hombres. Uno de los objetivos principales de la agrupación “Mujer Bonita es la que Lucha”, que pertenece al sector de la Unión Ferroviaria liderada por Rubén Darío “Pollo” Sobrero, es conseguir el cupo femenino en todos los puestos del sector ferroviario.

“Para ser conductora no se necesita fuerza física, lo puede hacer una mujer o un hombre, tenés que estudiar y saber mucho de señales y electricidad”, explicó a ANCCOM Mayra Boni de 18 años, banderillera y postulante para pre-conductora.

A las nueve de la mañana del pasado 17 de julio  en los molinetes de la estación Once, las 21 chicas que aspiran a ser conductoras firmaron las solicitudes que después entregaron a SOFSE en las que exigen ser consideradas por la empresa para los cursos de pre-conductores. Las acompañaron otras veinte trabajadoras que, aunque no están interesadas en el puesto de motorwoman apoyan a las aspirantes y luchan por el cupo femenino en los trenes.

Mónica Schlotthauer, delegada ferroviaria de la Línea Sarmiento y diputada provincial electa por el Frente de Izquierda, dirigió la presentación de las notas ante SOFSE y dijo a sus compañeras: “Tenemos que instalar el debate que queremos mujeres conductoras y que es ilegal que el Estado no cumpla con la ley”.

A las diez de la mañana, el grupo de ferroviarias viajó en subte de Once a Retiro. En la esquina de Av. Libertador y Ramos Mejía, ubicación de la Operadora Ferroviaria, se encontraron con su abogado, Claudio Leguiza. Para entregar el petitorio, solo dejaron ingresar al edificio a una postulante y al abogado. “Quizás hoy no entremos nosotras, pero esto es para que entren nuestras hijas y nietas”, dijo Ayelén Godoy, postulante.

La empresa, que estaba al tanto de que las trabajadoras se acercarían, delegó la tarea de recibir las notas a la recepcionista que demoró más de media hora en hacerlo. Mientras el trámite se gestionaba en el cuarto piso, en la calle esperaba el grupo de ferroviarias con carteles que decían “Mujeres a la Conducción” y “No a la discriminación por género”.

La nota presentada y dirigida a Carla Giracca, encargada de Recursos Humanos de Trenes Argentinos, pide formalmente que se aplique y cumpla con la legislación vigente que garantiza los derechos laborales igualitarios entre trabajadoras y trabajadores, que se autorice a ingresar en los cursos de pre-conductores de trenes a las ferroviarias y que se les realicen los estudios médicos previos. Además, detalla las normativas antidiscriminatorias que las amparan, tanto en la Constitución Nacional como en la Ley de Contrato de Trabajo.

La nota emplazaba a la empresa a que dé una solución en 72 horas. Ante la falta de respuestas, las trabajadoras convocaron a la movilización del próximo 7 de agosto frente a La Fraternidad. “No es la Unión Ferroviaria contra La Fraternidad, hay un montón de chicas familiares de fraternos que quieren entrar. No es una cuestión gremial, el mundo avanza, las mujeres ocupan puestos que antes no ocupaban, por ejemplo nosotras ahora estamos en la barrera y antes ni se pensaba que una mujer esté en la calle, en los pasos a nivel”, advierte Ayelén Godoy, quien es además nieta de un fraternal jubilado.

El vocero de La Fraternidad, Caminos, explicó a ANCCOM cuál es la posición del sindicato respecto de la profesión: “Los conductores actualmente ven a lo largo de su carrera profesional un promedio de 30 suicidios porque las vías no están cerradas como en otras partes del mundo y eso es responsabilidad de las empresas y del propio Estado. Hicimos un estudio con médicos, psiquiatras y sociólogos que determinó estrés post traumático en los conductores y eso les produce enfermedades que aparecen de forma tardía y pueden ser psíquicas o físicas. Esta es la única cuestión que nosotros tenemos respecto de una mujer frente a un tren”.

La delegada Schlotthauer se rebela frente a este planteo: “Primero nos decían que no nos da la cabeza para bancarnos los arrollamientos, ahora nos están diciendo que no es que no nos da la cabeza sino que ellos cuidan nuestra cabeza. Seguro que hay mil argumentos, pero ya están reconociendo que legalmente no pueden decir que no”.

«La agenda de género se construye desde abajo y a los codazos»

El miércoles 8 de julio en el Centro Cultural Kirchner la empresa Trenes Argentinos Operadora Ferroviaria presentó el libro Mujeres Ferroviarias. Experiencias de vidas sobre rieles. El libro, escrito por la periodista Luciana Peker reúne nueve entrevistas a trabajadoras del ferrocarril y da cuenta de las diferentes experiencias de vida, situaciones económicas y sociales que vivieron y de cómo el trabajo en el tren cambió sus vidas.

“El trabajo ferroviario -explica Peker- se hereda y quienes entran lo hacen por negociaciones de los sindicatos. Esto es algo que no está leído socialmente. Como la Unión Ferroviaria tiene otra perspectiva y, además, cuenta con la Comisión Mujer bonita es la que lucha hay una actitud activa para pedir el cupo femenino, una medida absolutamente legítima, valiosa y necesaria para operativizar el ingreso de mujeres. Este libro tiene que quedar viejo para que haya mujeres conductoras. En todas las entrevistas las chicas te contaban que querían conducir un tren”.

Peker señala que existe una discriminación aún mayor con aquellas mujeres que son madres: “Como dice Natalia Campos, una de las protagonistas del libro que trabaja como operadora de estación, el ferroviario cuando llega a su casa ya tiene todo resuelto y la ferroviaria cuando llega a su casa tiene todo por resolver”.

¿Qué casos destacarías?

En el libro está el testimonio de Carla Izaguirre que trabaja en el Centro de Atención al Pasajero en Once, que no tiene pareja, que mantiene a sus hijos y que sacó a la mamá de una situación de precariedad laboral. Por su rol de madre, le dicen que no ocupe ese lugar porque una madre puede tener más miedo, porque necesita llegar a su casa antes, etc. En un país con un 30% de mujeres jefas de hogar es importante que las madres puedan ocupar esos lugares porque tienen un rol económico en las familias para mantener a sus hijos.  Después está el caso de Mirta Leiva, que trabaja en boletería. Para mí fue muy importante porque muestra cómo con un trabajo digno se puede salir de la violencia de género. Mirta te cuenta cómo en la hiperinflación tuvo una pareja porque necesitaba comida. Ella tuvo que aguantar situaciones de violencia. Mirta trabajaba también limpiando casas,  que es una labor súper digna, pero esa situación de precarización absoluta no le permitía alquilar e irse, y la violencia de género no es que te cae un rayo del cielo y lo solucionás.  Después Mirta entró en el ferrocarril como tercerizada, pero por el sueldo que ganaba y por la precariedad de vida no le permitía una independencia económica a largo plazo y autonomía. Recién cuando entró en blanco y se pudo sentir segura es que recibió el último cachetazo, cerró la puerta de su casa y se fue a alquilar algo a donde pudo llevar a sus hijas. Esa independencia económica real, con un trabajo digno y bien pago ,fue la que le permitió la libertad.

¿Cómo creés que incide en ámbitos laborales la toma de conciencia de la discriminación por género?

Visibilizar que los trabajos más jerárquicos y mejor pagos en los ferrocarriles sean solo para varones es mostrar la foto más clara de por qué las mujeres ganamos menos. La violencia laboral, la discriminación económica, la brecha salarial,  que es lo que yo llamo el “impuesto al género”, no es una agenda del movimiento de mujeres en Argentina, la tratamos muy pocas periodistas y la reclaman muy pocas gremialistas.

En el libro les preguntás a las ferroviarias: «Si una mujer puede ser Presidenta, ¿por qué no puede conducir un tren?» ¿Cuál es tu opinión?

Para mi tiene un alto valor simbólico esa pregunta, es muy fuerte que la conducción de un país esté en manos de una mujer por dos mandatos y que se vaya con una imagen positiva tan alta que está condicionando a la política argentina. Además estamos en una zona geográfica donde en Chile está Michelle Bachelet, en Brasil Dilma Rousseff, elegidas por dos mandatos. Los argentinos no tenemos conciencia de las dimensiones que tiene, de las reacciones que genera, del machismo que implica. En esta gestión se hicieron muchas cosas muy buenas pero, la verdad, es que la agenda de género no viene de arriba, no la pide la Presidenta, la agenda de género se construye desde abajo y a los codazos.

“Señor, ¿puedo jugar acá?”

“Señor, ¿puedo jugar acá?”

En junio del 2009, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, junto al ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera, y al subsecretario de Deportes, Francisco Irarrazával, inauguró las obras de remodelación del Parque Sarmiento, entre las que se encontraba el reacondicionamiento de la pista de atletismo. El objetivo, promover el deporte para los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018.

Seis años después, el mismo Gobierno porteño planea, con la Unión Argentina de Rugby (UAR), construir un estadio de rugby en la pista de atletismo “Miguel Sánchez” –que lleva ese nombre en homenaje al maratonista desaparecido en enero de 1978– y en la cancha de fútbol del Parque Sarmiento. “Este sector es uno de los pocos que quedan dentro del parque sin privatizar. Actualmente, son miles los ciudadanos que disfrutan este espacio. No solo corredores, sino también aquellos que se dedican al salto en largo, al lanzamiento de martillo, disco, jabalina y al salto en garrocha”, afirma Emilia Poletti, miembro de Madres del Grupo de Atletismo.

La conversión de la cancha y la pista de atletismo en un estadio de rugby tiene como causa el torneo internacional Súper XV, competencia profesional del hemisferio sur, que arrancará en febrero y estará integrada, por primera vez, por la selección argentina. Como consecuencia, la cancha que actualmente se utiliza para torneos de fútbol amateur será destinada al entrenamiento y los partidos de Los Pumas. “Dentro del Parque Sarmiento existen otras canchas de fútbol que van a permitir la práctica del deporte”, sostiene el subsecretario de Deportes Francisco Irarrazábal. Sin embargo, los vecinos afirman que esas canchas son utilizadas como reservorio, debido a las inundaciones que perjudican la zona. “Es imposible jugar en esas canchas. Tienen el terreno muy blando y si llueve un poco se inundan al instante”, cuenta Poletti. En cambio, la pista de atletismo no cuenta con alternativas sustitutas. Las otras pistas olímpicas funcionan lejos de la zona: en Parque Avellaneda, Parque Chacabuco y Parque Roca. “Estamos haciendo todo lo posible para construir el estadio sin tener que modificar la pista. La idea es conservarla por fuera de la cancha como en los grandes estadios mundiales”, afirma Irarrazábal. Los vecinos y los atletas no están seguros de que esto ocurra. En primer lugar, porque no hay espacio para sostener la pista de atletismo y, al mismo tiempo, incorporar tribunas de ocho metros de alto y 18 de ancho. “Detrás de uno de los arcos está el arroyo Medrano, por lo tanto, ahí no se puede extender la construcción y frente a la tribuna hay árboles que no pueden ser talados”, cuenta Laura Borsellino, integrante de la agrupación Vecinos por la Ecología.  En segundo lugar, según las Madres del Grupo de Atletismo, desde el gobierno porteño les dejaron en claro que la inversión realizada durante estos últimos años no tuvo sus frutos: “Al hablar con Irarrazábal, unos de sus argumentos fue que a diferencia del rugby, que le da muchas satisfacciones a la Argentina, el atletismo es un deporte en decadencia”, explica Poletti.

Parque Sarmiento. Autora: Deborah Valado // ANCCOM

Hace tres semanas, ante esta noticia, organizaciones vecinales y comuneros de la zona comenzaron a movilizarse y expresar su descontento. En primer lugar, elevaron un petitorio para evitar la construcción del estadio, que fue firmado hasta el momento por 16.710 personas. Junto con esto, realizaron diferentes marchas en el Parque Sarmiento, reuniones comunales y una página de Facebook “No a La Cancha De Rugby En La Pista Del Parque Sarmiento” para aquellos que quieran estar informados y sumarse a la causa.

Este proyecto tiene una cuestión legal, una ecológica y otra deportiva. En primer lugar, el Parque Sarmiento está catalogado como “Urbanización Parque”, según el Código de Planeamiento Urbano; es decir, es un área destinada a espacios verdes y parquización de uso público. En este sentido, la construcción del estadio de rugby rompe con la utilización pública del espacio. En segundo lugar, en el parque conviven más de 30 especies de aves y hay 106 especies de árboles y otras plantas. En caso de concretarse, tanto la fauna como la flora se verán afectadas y se producirá un aumento de la impermeabilización del suelo que, al ser lindante con el arroyo Medrano se contrapondrá a las obras de reservorios llevadas a cabo. “El espacio verde va a permanecer igual, sin modificaciones. La única obra que se llevará a cabo será el reemplazo de la actual tribuna de cemento por otra mucho más moderna. Este proyecto no va a tener un impacto ambiental”, explica Irarrazábal. En contraposición, Hugo Campos, de la agrupación Vecinos por la Ecología, afirma: “Si bien la construcción va a ser tubular, van a tener que hacer perforaciones en la cancha y en la pista. La construcción no puede llevarse a cabo sin microperforaciones. De este modo, el suelo se va a ver afectado. Por otro lado, si bien la concesión dura cinco años, la pista, sin mantenimiento, con una estructura enorme arriba, va a deteriorarse. Esta situación va a tener un solo resultado: la consolidación  del espacio como cancha de rugby”.

Pista de altletismo del Parque Sarmiento. Autora: Deborah Valado // ANCCOM

Pista de altletismo del Parque Sarmiento. Autora: Deborah Valado // ANCCOM

Finalmente, en lo que concierne a lo deportivo, las causas van más allá del uso de la pista por parte de los atletas. En este espacio, se realiza -entre otras carreras- la “Ultramaratón Internacional 48 horas Buenos Aires”, auspiciada por el mismo Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de su Secretaría de Deportes. Esta actividad tuvo seis ediciones anteriores siendo la única competencia de esta característica en Argentina y Sudamérica. En cuanto a su vínculo con la educación, diferentes instituciones públicas y privadas de las Comunas 11, 12, 13, 14 y 15 y una organización de asistencia a chicos discapacitados se verán sin un lugar para la práctica deportiva y de Educación Física. “No nos tenemos que olvidar que la pista de atletismo sirve para aquellos deportistas federados quienes, luego de una lesión, vienen a realizar su recuperación al parque ya que el piso de la pista es más blando que el del CENARD”, explica Poletti.

Los vecinos convocan una marcha para el sábado 1° de agosto en el Parque Sarmiento. No solo para rechazar la construcción del estadio de rugby, sino también para rebatir las concesiones ofrecidas de manera irregular a varios sectores privados. Asimismo, según el petitorio que elevó la agrupación Vecinos por la Ecología para evitar la construcción del estadio, esta situación provoca la prohibición del ejercicio de diversas actividades en el parque a menos que se abone una cuota de socio. Al mismo tiempo, los vecinos denuncian la falta de mantenimiento de los sectores de uso público en clara oposición al mantenimiento que se les da a los espacios privatizados. “Lo que nosotros queremos es que el Parque Sarmiento vuelva a ser público. El otro día, en la cancha, un chico se acercó con una pelota de fútbol y me preguntó ´Señor, ¿puedo jugar acá?´. Esa frase representa para nosotros en lo que hoy se convirtió el parque”, finaliza Campos.

Comuna 9: la historia detrás de un nombre

Comuna 9: la historia detrás de un nombre

Luego de las elecciones porteñas del pasado 5 de julio, la Comuna 9 de la Ciudad de Buenos Aires pasó a llamarse Lisandro de la Torre, el nombre del senador santafesino que se atrevió a denunciar desde su banca las condiciones desventajosas del intercambio de carnes argentinas del polémico pacto Roca-Runciman. El mismo nombre que también bautizó al mítico frigorífico de Mataderos que en el año ´59 fue tomado por sus trabajadores en un verdadero punto de inflexión de la lucha del movimiento obrero contra las políticas de ajuste.

La historia detrás de la decisión colectiva de los vecinos de Mataderos, Liniers y Parque Avellaneda -los tres barrios que técnicamente integran la Comuna 9 y dieron un aval inequívoco al cambio de nombre- tiene mucho de desconocido y sienta un precedente para la historia cívica de la Ciudad de Buenos Aires.

La Ley Orgánica de Comunas, sancionada en 2005, incentiva la descentralización para lograr una mayor participación, promover el desarrollo de una democracia directa y fortalecer la colaboración de la ciudadanía. Entre los mecanismos de participación ciudadana que contempla la norma figuran la audiencia pública, la iniciativa popular, el referéndum y la consulta popular. La Comuna 9 es la primera en ejercer ese mecanismo a pesar de que ya pasaron cuatro años desde que asumieron las primeras juntas comunales.

Basta poner un pie en Mataderos para darse cuenta de que el flamante nuevo nombre de la comuna está íntimamente ligado con la historia de la zona y, sobre todo, de este barrio trabajador. En la esquina de la Avenida Lisandro de la Torre y José Enrique Rodó se puede ver una multitud en constante ir y venir, muchas personas vestidas completamente de blanco y con grandes manchas de sangre en su ropa. Casi todos los que circulan trabajan en oficios relacionados a la explotación de la carne y el barrio se reparte entre frigoríficos y carnicerías. Todos parecen estar inmersos en el intenso día de trabajo.

En esa misma esquina del barrio también se improvisa una feria que mezcla y superpone la verdulería con el bazar y hasta la marroquinería. Los frigoríficos son la fuente de ingresos directa o indirecta para todos, el oficio que le da vida a la zona y también forma parte de la identidad de los vecinos.

La ley 1.777 que rige el funcionamiento de las comunas prevé en su artículo sexto que cada jurisdicción tendrá una denominación numérica hasta tanto los electores definan su nombre mediante consulta popular convocada por la Junta Comunal. Los comuneros consagrados en las elecciones de 2011 tenían entre sus metas políticas la de avanzar con esos nuevos ¿bautismos? La Comuna 9 fue la primera en saldar la deuda.

Hernán Míguez, comunero saliente del Frente para la Victoria (FPV) e impulsor del cambio de nombre, traza la genealogía de la iniciativa que logró la adhesión del 79,80 por ciento de los vecinos que fueron a las urnas en la primera vuelta de los comicios de la Ciudad. “Una de las cosas que debíamos hacer los primeros comuneros era ponerle nombre a la comuna y elegir un escudo y la bandera. Esa era nuestra premisa. En marzo llevamos la propuesta al Tribunal Superior de la Justicia de la Ciudad para cumplir con ese viejo objetivo”, recuerda.

El trámite no fue sencillo. Según Míguez, existieron intentos del macrismo para evitar la consulta. “Desde el PRO empiezan a presionar (el flamante jefe de Gobierno electo, Horacio) Rodríguez Larreta y (el secretario de Atención Ciudadano, Eduardo) Macchiavelli al presidente de la comuna (Néstor Dinatale) para que no hagamos la consulta”, subraya.

Uno de los supuestos principales argumentos del PRO era que la categoría adicional para definir el cambio de nombre podía derivar en una confusión para los electores en el promocionado debut de la aplicación de la boleta electrónica.

La oposición sospechó otras razones. “Lo que no querían era lo que iba a venir después. Acá, en la Ciudad de Buenos Aires, la última consulta popular que hubo fue en 1984 por el conflicto del Canal de Beagle, se votó por el sí o por el no, entonces esto dejaba un precedente: los juntistas podemos convocar a una consulta popular para definir un tema”, afirma el delegado del FPV.

¿Qué temas pueden llevar a una consulta popular? Eso dependerá de cada barrio y está en el corazón de los ya nombrados objetivos de la división en comunas: el aumento de participación y la descentralización de la gestión política de la Ciudad. “Acá, por ejemplo, está abierto el debate del Mercado de Hacienda, si vamos a trasladarlo a la provincia; también la discusión sobre el destino de los terrenos del ferrocarril en Liniers ¿Qué vamos a hacer? Todos los temas latentes de todas las comunas pueden ser motivo para convocar a una consulta popular”, señala Míguez.

Y agrega: “El Ejecutivo de la Ciudad miente cuando dice que quiere descentralizar; quieren definir todas las cosas ellos. Al haber una consulta popular después de 21 años dejaste un precedente. Queríamos ponerle un nombre, era nuestra tarea. También dejar constancia que para cualquier problema que tenga esta comuna los vecinos lo pueden elevar a la Junta Comunal y que la Junta puede impulsar una consulta popular, no que estemos discutiendo en foros vecinales qué hacemos con esto o lo otro y quede en la nada”.

ANCCOM contactó a los representantes comunales del PRO, pero no obtuvo ninguna respuesta sobre las acusaciones de un supuesto boicot al proceso de participación ciudadana.

La elección del nombre tiene recorrido propio. Aunque integra a los barrios de Mataderos, Parque Avellaneda y Liniers, los impulsores del cambio nunca dudaron de jugarse por la denominación de Lisandro de la Torre. “No hay un hecho más histórico en esta Comuna, en este barrio, de lo que significó el Frigorífico Lisandro de la Torre, fue un hecho muy importante para la Comuna. La lucha de los trabajadores marcó la acción colectiva para defender el patrimonio nacional, fue histórica, marcó un hito”, subraya.

El frigorífico Lisandro de la Torre fue estatizado por el presidente Juan Domingo Perón durante su primera presidencia y bautizado así en nombre del senador que fundó el Partido Demócrata Progresista. Pero el cambio de nombre va más allá: es además un homenaje a los trabajadores que lucharon en contra de la privatización del establecimiento con la toma del año 1959, durante el gobierno de Arturo Frondizi y como un preámbulo de la plena aplicación del Plan Conintes que luego amenazaría a miles de trabajadores. Todo un símbolo.

Hoy, cerca de donde funcionaba el frigorífico que terminó de dar sentido a la historia del cambio de nombre, resuena la frase de un graffitti callejero: “República de Mataderos: Bienvenido”.

Techos sin gente, gente sin techo

Techos sin gente, gente sin techo

Una vivienda digna es un derecho constitucional básico para el desarrollo de cualquier familia. Sin embargo, no todos pueden acceder a ella en condiciones de igualdad. Un estudio realizado en febrero de 2015 por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), informa que una quinta parte de los habitantes de la ciudad, necesita de una vivienda.

El panorama es grave. Mientras el oficialismo macrista anuncia que tan solo 800 personas se encuentran en situación de calle, una docena de organizaciones sociales y defensoras de los Derechos Humanos, contabilizan más de 18 mil. A esas cifras, se le suman 170 mil hogares distribuidos en pensiones, locales y viviendas móviles precarias en donde se da, además, el hacinamiento, llegando a convivir hasta tres familias en una misma habitación. ¿Qué origina esta problemática? Según el censo realizado por el INDEC en 2010, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires viven 2.891.082 personas, cifra no muy alejada de la cantidad calculada en 2001. Es decir que la escasez no se relaciona con un crecimiento desmedido de la población. Incluso, en la actualidad, el 24% de las viviendas -una de cada cuatro- están desocupadas: “La causa del problema es simple: el desarrollo de la construcción en la ciudad está pensado exclusivamente desde un punto de vista empresarial/especulativo y no desde la perspectiva de mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sectores populares”, comenta Myriam Bregman legisladora por el Frente de Izquierda y los Trabajadores. “Para los grandes especuladores inmobiliarios (su gran mayoría amigos o socios directos del gobierno) invertir en la construcción es sólo una forma de valorizar su capital. Por eso, los grandes emprendimientos como el propio Puerto Madero no están hechos para que la gente viva en condiciones dignas”, explica.

Viviendas Ociosas en ciudad de Bs. As., Pto. Madero, 27 de abril de 2015, Andrés Wittib, ANCCOM.

El informe del CESO también contempla a los sectores de elevado ingreso como otros de los factores determinantes, al concentrar gran parte de las propiedades que actualmente se encuentran in-habitadas con fines ociosos: “Existe un alto porcentaje de inmuebles que no son adquiridos por sus propietarios para habitarlos o ponerlos en alquiler, sino tan sólo para mantenerlos deshabitados como un instrumento de conservación de sus ahorros. La utilización de la propiedad como un instrumento de ahorro, provoca un comportamiento disfuncional del mercado de viviendas en cuanto a solución del problema habitacional de los porteños”, detalla.

Los barrios que cuentan con mayor cantidad de viviendas vacías son Puerto Madero, San Telmo, Retiro, Palermo y Recoleta. Al ser zonas de gran valorización inmobiliaria, sus precios altísimos traen aparejados no sólo la imposibilidad de los sectores trabajadores a acceder como propietarios -necesitando 61 sueldos para adquirir 42 metros cuadrados- sino también grandes dificultades para alquilar, valor que insume más de un 30% del salario de uno de cada tres trabajadores: “Mientras no cambie esta perspectiva capitalista de la vivienda, cada vez tendremos una ciudad que expulsa a sus habitantes más jóvenes, en especial a los trabajadores de menos recursos, donde cada vez más gente tenga que alquilar y cada vez tenga que gastar más parte de su salario en un lugar donde dormir y donde se siga dando la escandalosa situación en la que cada vez más personas se vean obligadas a vivir en villas”, señala Bregman.

Viviendas Ociosas en ciudad de Bs. As., Pto. Madero, 5 de mayo de 2015, Andrés Wittib, ANCCOM.

Esta tendencia especulativa -según se detalla en la investigación- es penalizadas en otros estados. Por ejemplo, en Venezuela los terrenos abandonados u ociosos ya sean públicos o privados pueden ser expropiados para la construcción de viviendas sociales. Algo similar se aplica en Cataluña, en donde el estado puede asignar propiedades vacías temporalmente a terceros para su alquiler. Por otro lado, Francia multa -vía impuestos que aumentan año tras año- a quienes posean viviendas deshabitadas en zonas en donde las demandas habitacionales no estén satisfechas. Su recaudación se utiliza para el mejoramiento de otras viviendas.

En la ciudad autónoma de Buenos Aires, de regular el mercado inmobiliario no se habla. Es más, cotidianamente la ley 23.091 de alquileres es vulnerada en perjuicio de los inquilinos.

La falta de interés político se plasma en los gastos del gobierno por sector. Mientras los fondos destinados por el macrismo para “Publicidad y Propaganda” aumentaron en un 102% en el presupuesto 2015, el Instituto de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC) sufrió un recorte, detentando solo el 1,3% del total presupuestario. En connivencia, la problemática tampoco figura en el Plan de Acción de Gobierno 2015-2017, el cual prioriza medidas relacionadas al medio ambiente y a la refacción del espacio público. Señala Myriam Bregman: “En el macrismo no hay una política de vivienda, sino que se ha impulsado un boom inmobiliario ligado a la especulación para que unos pocos empresarios se llenen de dinero. El problema de fondo es el intento de aumentar el valor de la tierra para expulsar de la ciudad a los trabajadores y los sectores populares que no puedan pagarlo, lo que es conocido como “gentrificación”. Hoy no sólo es posible regular el mercado inmobiliario sino que es una necesidad urgente”, sentencia. Y propone: “La prohibición inmediata de todos los desalojos y la urbanización de todas las villas y asentamientos bajo control de sus habitantes. Es necesario establecer impuestos extraordinarios y progresivos a los propietarios de viviendas ociosas y exigiendo la inmediata puesta en alquiler de los inmuebles o venta para ocupación comprobable. Todo inmueble que haya permanecido ocioso por el plazo de un año, producto de la especulación de empresas y sociedades de inversión, debe declararse de utilidad pública y deberá determinarse de dónde provienen los fondos de las construcciones, quiénes son los compradores, qué destino tienen estas construcciones. Y finalmente, para todos aquellos que necesiten acceder a la vivienda única, propone otorgar créditos a una tasa del 0% del Banco Ciudad, cuya cuota no exceda el 20% del salario mínimo y sin más requisitos que el de establecer el déficit habitacional familiar”, cierra.

Viviendas Ociosas en ciudad de Bs. As., Pto. Madero, 5 de mayo de 2015, Andrés Wittib, ANCCOM.

Por su parte, el CESO también brega por su regulación, estableciendo en sus conclusiones finales la necesidad de un “condicionamiento de los permisos de edificación para la construcción de torres, a la posterior disponibilidad de un porcentaje de los metros cuadrados construidos para su oferta como vivienda social -sea mediante un alquiler o para su posible adquisición, a un costo menor que el del mercado, regulación de orden local que puede volver compatibles los desarrollos inmobiliarios con la inclusión habitacional de los ciudadanos de menores recursos de la ciudad”. A modo de complemento, sugieren multas y un incremento del ABL a baldíos, edificios y casas abandonadas que no declaren ocupación, siempre en vistas de acompañar las políticas crediticias y la edificación de viviendas sociales en curso.