La carpa de la memoria

La carpa de la memoria

Desde el viernes 21 al lunes 24 una carpa azul, de forma circular, se levantó frente al imponente Palacio de Tribunales, en un costado de Plaza Lavalle. El interior estaba decorado con fotomontajes del empresario Luis Pedro Blaquier, en los que aparecía  vestido de preso. Sentados alrededor de una mesa, un grupo de familiares de detenidos y desaparecidos de Jujuy mantenían una vigilia  junto a miembros de organismos defensores de los derechos humanos y de organizaciones políticas y sindicales, como la Tupac Amaru y el Sindicato de Trabajadores Judiciales (SITRAJU). Es la forma de protesta que diseñaron para repudiar el fallo de los camaristas Gustavo Hornos, Juan Carlos Gemignani y Eduardo Righi, que benefició al empresario azucarero acusado de colaborar con la dictadura militar en el operativo conocido como “La Noche del Apagón”, donde fueron secuestradas 400 personas, 33 de las cuales permanecen desaparecidas.

El polémico fallo de la Sala IV de la Cámara de Casación dictaminó la falta de mérito de Blaquier, titular del Ingenio Ledesma,  y del entonces administrador de la empresa, Alberto Lemos, en las causas en las que estaban procesados por violaciones de los Derechos Humanos.  Ambos están acusados de colaborar con tres secuestros ocurridos el 24 de marzo de 1976 y con otros veinte que se ejecutaron cuatro meses después, entre el 20 y el 27 de julio.  

Desde el pronunciamiento de esta resolución, los organismos de derechos humanos vienen movilizándose y denunciando, en diferentes instancias, la impunidad que garantiza el Poder Judicial frente a los delitos de lesa humanidad cometidos por empresarios. A principios de este año se suscitaron cuatro fallos similares al de Blaquier, que impiden juzgar a los sectores de la sociedad civil cómplices de la época más oscura de nuestro país.  

Lo que estamos tratando es de fijar una posición respecto a cómo están marchando los juicios, sobre todo el juicio de La Noche del Apagón” explica dentro de la carpa Oscar Alfaro, sobreviviente de los secuestros del Ingenio Ledesma que se suscitaron hace 39 años. Durante esos días de 1976, se montó un operativo que consistió en sucesivos cortes de luz en la localidad de Ledesma, ocasionados intencionalmente por la dictadura con el objetivo de secuestrar militantes políticos y sociales, gremialistas y estudiantes. La vinculación entre el accionar del Ingenio Ledesma y el aparato represivo no se limitó solamente a permitir los cortes de luz sino que además la empresa brindó listas negras y prestó sus camionetas para el traslado de los secuestrados. “En el fallo de la Cámara de Casación de marzo de este año –recuerda Alfaro- se confirma que existieron las camionetas y que hubo gente que fue llevada a galpones de la empresa, pero dicen que el dueño no lo sabía. Con esa excusa le otorgaron la falta de mérito. Pareciera que hay un acuerdo político de la corporación judicial de no avanzar en los causas contra empresarios”. 

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A metros de la puerta de la carpa hay una bandera blanca que lleva inscripta la consigna de la manifestación: “Repudio Nacional a la impunidad Cívico-Empresarial”. Inés Peña, presidenta de Madres y Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Jujuy, explica  el objetivo del acampe: “Venimos a reclamar la falta de justicia y contra los empresarios que han sido la pata financiera que permitió la magnitud que tuvo la masacre de la Noche del Apagón. Montamos esta carpa en frente de Tribunales para interpelar a la Corte Suprema. Viajamos más de veinte mil kilómetros para que esto avance, y para que la Comisión Interpoderes nos dé una respuesta a los pedidos que formulamos”, manifiesta la militante jujeña haciendo referencia al comité que integran el diputado Remo Carlotto,  el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti; el ministro de Justicia Julio Alak, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó; la presidenta del Consejo de la Magistratura Gabriela Vázquez y Ana Figueroa, presidenta de la Cámara de Casación. En el momento de su creación, en 2008, la comisión dio un firme apoyo a la continuidad de los juicios que investigan los delitos de lesa humanidad. Ahora, los manifestantes le presentaron un documento realizado por 150 abogados querellantes en este tipo de causas, donde denuncian la falta de salas para los juicios orales, la poca frecuencia de las audiencias y la carencia de personal de investigación, entre otros reclamos.

Además del repudio a la falta de mérito a Blaquier y Lemos, los organismos piden celeridad de las causas ya que además de los tiempos institucionales les preocupan los tiempos biológicos: “Es una lucha contra el tiempo, se mueren los genocidas sin ser juzgados y los compañeros sin tener justicia”, marca Peña.

Los organismos convocantes también pidieron juicio político a los integrantes de la sala IV de cámara de casación: “El Poder Judicial tiene que estar al servicio de los más vulnerables, al servicio del pueblo” manifestó Juan Pablo Haddad de la Comisión de Derechos Humanos del SITRAJU, quienes también participaron del acampe frente a Tribunales.

El repudio de estos cuatro días se extendió también a los fallos que a principio de este año frenaron el avance de otras causas emblemáticas que investigan la complicidad civil en delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Entre ellos figura el caso de Vicente Massot, director del diario bahiense La Nueva Provincia, la causa que investiga a Héctor Magnetto, Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Mitre por la causa Papel Prensa y el juicio a Agustín Bottinelli, ex jefe de redacción de Para Ti, acusado del delito de coacción por publicar en 1979 una falsa entrevista a Thelma Jara de Cabezas, quien entonces se encontraba cautiva en la ESMA y era presentada en ese artículo como “la madre de un subversivo muerto”.

Como un efecto dominó, estas causas y la que imputa a Blaquier pusieron al descubierto las dificultades existentes para avanzar sobre los juicios a los cómplices civiles del terrorismo de Estado. Por esa razón, también participaron de la carpa de protesta trabajadores y delegados de los años setenta de Mercedes Benz, Astarsa, Tensa, Ford y La Cantábrica, empresas que también están acusadas de colaborar con la dictadura militar. “Yo fui delegado en Mercedez Benz durante esos años, soy querellante contra la empresa y nos sumamos a esta carpa contra la impunidad empresarial”, explica Julio D´Alessandro, integrante del colectivo que agrupa a trabajadores y delegados de aquellos años. “En la causa contra Mercedez Benz –agrega- están las pruebas concretas de las listas y del financiamiento que hacían las empresas a los grupos de tareas de la dictadura”.
Llegando a las cuatro y media de la tarde del último día del acampe, hora en que se reunieron por primera vez en el año la Comisión Interpoderes, Remo Carlotto, titular de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación, pasó por la carpa y en declaraciones a ANCCOM sostuvo: “No necesitamos que los familiares de Jujuy vengan a Buenos Aires para hacer una demanda, tenemos que tener una justicia abierta y de diálogo con aquellos que vienen demandando hace tantos años justicia”.

 

30 años es un montón

30 años es un montón

Con el objetivo de celebrar sus primeras tres décadas de vida, la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA organizó, la semana pasada, el Congreso Latinoamericano de Comunicación “30 años de Itinerarios Intelectuales”. Participaron docentes, estudiantes, graduados e investigadores que ofrecieron más de cuatrocientas ponencias académicas y decenas de presentaciones de libros, paneles de debates, videoconferencias, proyecciones y muestras de teatro, danza y poesía. Hubo homenajes a los profesores fundadores, invitados extranjeros y una prolífica Feria de Editoriales Independientes que se extendió en la planta baja del edificio de la Facultad de Ciencias Sociales.

El Congreso – que contó con el apoyo del Ministerio de Cultura, la Defensoría del Público y la Facultad de Ciencias Sociales- cerró sus actividades con un panel realizado el pasado viernes en el auditorio Roberto Carri. Allí expusieron Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata; Jorge Calzoni, rector de la Universidad Nacional de Avellaneda y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional; el docente de la UBA y de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Gustavo Bulla; y el anfitrión del encuentro, Diego de Charras, director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA.

Saintout abrió el debate y resaltó la importancia de la construcción colectiva que llevó adelante el Congreso. Después valoró la institucionalización de los estudios de la Comunicación que se llevó a cabo en toda la región en los últimos 30 años. “Ahora estamos diseñando las próximas tres décadas. Formamos parte de un momento en el que muchos de nosotros sentimos que la historia no solo no se acabó sino que podemos tocarla y está en nuestras manos”, señaló la decana y propuso como ejes para pensar el futuro universitario los conceptos de soberanía, intervención, acceso y masividad. Además, propuso la defensa de la educación superior como un derecho humano. “La universidad –completó- no solo debe ser pública sino también popular, distinta a la que hoy tenemos, tiene que estar en constante transformación a partir de las necesidades del pueblo”.

«La universidad no solo debe ser pública sino también popular, distinta a la que hoy tenemos, tiene que estar en constante transformación a partir de las necesidades del pueblo”, Florencia Saintout.

La decana platense también reafirmó la necesidad de aplicar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. “No estamos hablando solamente de medios de comunicación –argumentó-, estamos en un contexto político-histórico en el que los grandes opositores de los gobiernos populares que han hecho tremendas transformaciones en todas nuestra región aparecen travestidos de medios de comunicación. Debemos tener en claro para quiénes y también contra quiénes investigamos”.

A continuación, Calzoni recorrió los cambios que se dieron en las universidades desde la creación de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, que coincidió temporalmente con el retorno de la democracia. Mencionó las profundas transformaciones en los modos de vivir y leer la realidad. En ese contexto, mencionó la necesidad de las nuevas alfabetizaciones, la digital y la mediática.

Bulla, por su parte, también marcó como un hito la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Reveló que tuvo el privilegio de participar coordinando más de veinte foros de discusión, muchos de ellos en las universidades públicas. Así, se encargó de condensar en este hecho la importancia de estas instituciones en la historia del país. En ese sentido, resaltó la creación de catorce nuevas universidades que devolvieron la idea de un horizonte posible a las nuevas generaciones. “Ya no hay vuelta atrás”, sentenció.

Diego Rosemberg, coordinador de ANCCOM, participando del panel «Noticias, periodismo y universidad».

El último orador, Diego De Charras, director de la carrera, más que cerrar el congreso abrió un debate: “¿Hacia dónde vamos?”, inquirió. Tras rescatar las posibilidades que brinda el nuevo edificio y la recientemente aprobada modificación del plan de estudios, respondió él mismo a su pregunta: “Estamos yendo en dirección a saldar este reclamo histórico que se le hace a la Carrera de Comunicación en la UBA acerca de la falta de práctica –subrayó-. Y pasamos de una práctica de formación a una de producción, que ya empieza a ser autónoma de la formación curricular”.

En este sentido, De Charras resaltó la importancia de la reciente puesta en funcionamiento de ANCCOM, la Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación, a partir de marzo de 2015, vinculada con las exigencias del nuevo plan de estudios y con un contexto que reclama también un nuevo rol a la Universidad: “No sólo se trata de pensar sino de actuar críticamente en la práctica de los medios”, señaló.

Alerta Pachuca en el cierre del Congreso Latinoamericano de Comunicación.

Alerta Pachuca en el cierre del Congreso Latinoamericano de Comunicación.

Ya fuera del estrado, De Charras confirmó que, en poco tiempo más, se sumará a ANCCOM la producción radial de Planeta Sociales, una agencia de publicidad de la Carrera y otra de producción de prácticas comunicativas en organizaciones sociales. “Hay una dinámica de ponderación de la acción y de la participación en la producción que ya no tiene vuelta atrás. Ya no se trata solo de pensar y me parece maravilloso”, concluyó el director de Ciencias de la Comunicación antes de ir a escuchar a Alerta Pachuca, la banda que cerró con música y baile los festejos de cumpleaños universitario.

Treinta años de itinerarios intelectuales

Treinta años de itinerarios intelectuales

Con un acto realizado el pasado martes en el Auditorio Roberto Carri, de la Facultad de Ciencias Sociales, comenzó el Congreso Latinoamericano de Comunicación “30 años de itinerarios intelectuales”, una de las actividades organizadas por la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA para celebrar sus tres décadas de vida. El encuentro, que durará una semana, contará con la participación de invitados nacionales y latinoamericanos y se propone como un espacio de debate para visibilizar preguntas, abordajes y desafíos de un campo temático que en las últimos tiempos vivió una verdadera revolución .

El acto comenzó con el descubrimiento de una obra realizada por el colectivo Arte Memoria, a modo de obsequio, en la que un conjunto de pequeños mosaicos, confeccionados por distintas personas, conforman un gran mural con la imagen de Rodolfo Walsh.

Luego, en la mesa de presentación, dieron la bienvenida la profesora Alicia Entel, una de las fundadoras de la Carrera de Comunicación; Cynthia Ottaviano, Defensora del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual; Ricardo Forster, secretario de Pensamiento Nacional y Nélida Cervone, vicerrectora de la UBA y decana de la Facultad de Psicología. Como anfitriones, estuvieron Glenn Postolski, decano de la Facultad de Sociales y Diego De Charras, director de la carrera de Comunicación.

La primera en hablar fue Alicia Entel, que eligió describir en pocas palabras el recorrido histórico de la Carrera de Ciencias de la Comunicación: “Voluntad, memoria, convicciones, conocimiento y cierta mística son las claves. Y cuando digo voluntad, no me refiero al voluntarismo, sino a la voluntad política”. Entel, además, recordó a muchos de sus colegas fundadores como Armand Mattelart, Héctor Schmucler y Ariel Dorfman: “Tener en cuenta esas memorias abre al fundamento de cómo es la Carrera de Comunicación que, para mi gusto, tiene y sigue teniendo la necesidad de aunar conocimiento y compromiso con una cierta mística”.

«Es un orgullo estar hace tantos años en esta Facultad y dentro de la Universidad de Buenos Aires, que es un espacio público y hemos sabido defenderlo en los momentos más difíciles” afirmó el secretario de Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, acompañado ´por el director de la carrera de Ciencias de la Comunicación, Diego de Charras.

 

El resto de los oradores también hizo hincapié en la evocación a los primeros profesores y promotores de la carrera. Forster, que también es docente en esta casa de estudios, destacó la diversidad temática de los debates que son posibles en Comunicación y, al cerrar su discurso, dijo: “Es un orgullo estar hace tantos años en esta Facultad y dentro de la Universidad de Buenos Aires, que es un espacio público y hemos sabido defenderlo en los momentos más difíciles”.

Cynthia Ottaviano, por otro lado, enfatizó en la noción de “sujetos de derecho”. Afirmó que “ya no existe más una comunicación unidireccional”. En este sentido, continuó: “La única forma de construir esa comunicación democrática es teniendo en cuenta que no hay consumidores, que no hay usuarios, sino que hay personas, con distintas identidades, distintas culturas y distintas necesidades, que reclaman un espacio concreto en la construcción de una comunicación con la perspectiva de los derechos humanos. Porque la comunicación es un derecho humano y no es un negocio”.

En representación del rector de la Universidad Alberto Baribieri, con un discurso breve Nélida Cervone felicitó a los organizadores del Congreso por la convocatoria a profesores de universidades latinoamericanas y por la cantidad de actividades. “Es una celebración sumamente creativa”, sentenció.

El mural obsequiado por el colectivo Arte Memoria

El mural obsequiado por el colectivo Arte Memoria

Postolski y De Charras retomaron el agradecimiento a los que nombraron a Aníbal Ford, Jorge Rivera, Margarita Graziano y Nicolás Casullo. Postolski reafirmó lo transitado durante estos 30 años y apuntó a que en el futuro la Carrera debe  “seguir pensando la problemática comunicacional desde el paradigma del pensamiento latinoamericano”. También destacó la identidad que construyó Ciencias de la Comunicación a lo largo de estas tres décadas producto de la confluencia de las más variadas vertientes.  “Pero siempre –aseguró- el desafío consistió en desarrollar un pensamiento crítico para una sociedad más justa”. Por último De Charras resaltó el gran trabajo que se llevó a cabo para realizar el Congreso, y resaltó: “La idea es que haya muchas instancias de intercambio, de debate y de construcción c

Paro de canillitas

Paro de canillitas

El Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (SIVENDIA) reclamó una vez más el pago del 40 por ciento del precio de tapa de las periódicos, con un plan de lucha que el lunes último se hizo sentir con un paro de los puestos de diario de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.

Martín Cruz Bargas, secretario de Prensa del gremio, comentó al respecto a ANCCOM que “la medida de Capital Federal y del Gran Buenos Aires resultó muy fuerte, tuvo una adhesión masiva, de un 95 a 97%. Nosotros no somos de hacer muchas medidas de fuerza, pero cuando se hace un paro, el gremio responde porque hace mucho tiempo que reclamamos que las editoriales se sienten en la mesa de negociación”.

Los canillitas exigen recuperar el ocho por ciento del precio de tapa -del 40% que historicamente cobraban- y que perdieron por decisión unilateral de las compañías periodísticas. Pero hasta el momento, la demanda ni siquiera escuchada por la mayoría de los diarios pertenecientes a las dos cámaras empresarias que operan en el país: la Asociación de Diarios de Buenos Aires (ADBA), que agrupa, entre otros, a los matutinos Clarín y La Nación, y la Asociación Federal de Editores de Diarios de la República Argentina (AFERA), donde se encuentran Ámbito Financiero, Crónica y Diario Popular.

Nahuel Dotto, canillita y miembro del gremio, explicó a ANCCOM que así recuperaran los ocho puntos perdidos, éstos ya no tienen hoy el mismo valor sobre su salario: “Antes para comprar un kilo de carne se necesitaba vender diez diarios, ahora se tienen que vender muchísimos más”. Y agregó: “Las cosas ya no tienen el mismo valor por un hecho objetivo, antes La Nación y Clarín tenían miles de obreros gráficos. La Nación, para hacer una tirada de domingo, unos trescientos mil diarios, necesitaban dos mil personas, ahora sólo treinta. Y en dos horas imprimen trescientos mil ejemplares”.

Puesto de diario cerrado en el barrio de Villa del Parque.

Puesto de diario cerrado en el barrio de Villa del Parque.

 

Un poco de historia

La actividad de canillita ya cumple más de cien años y setenta de regulación con el Decreto ley 24.095 de 1945, a través del cual el entonces presidente Juan Domingo Perón reglamentó la distribución y venta de las publicaciones, además de proyectar un régimen legal para los vendedores en la vía pública.

Muchas cosas han pasado desde entonces. La ola neoliberal, con su impronta desregulatoria sobre muchos ámbitos de la vida económica, política y social dejó sus frutos. “El conflicto comienza en los noventa, cuando a la mayoría de los trabajadores empiezan a sacarnos  derechos adquiridos. La desregulación económica también afecta a la actividad. Antes teníamos la exclusividad de venta de diarios y revistas en los puestos y lo primero que hicieron las editoriales fue fomentar la venta en las estaciones de servicio, en las farmacias”, cuenta el canillita Dotto.

Los derechos laborales de los canillitas fueron eliminados a fines de los noventa, primero con la derogación del decreto ley del peronismo, durante el gobierno de Carlos Menem, y luego en el año 2000, con el Decreto 1.025 del gobierno de Fernando De La Rúa, mediante el cual pasó de actividad laboral en el ámbito del Ministerio de Trabajo como actividad comercial al Ministerio de Economía. Amparándose en ese decreto, desde 2001 -y en el marco de la crisis económica vivida en el país-, los editores dispusieron la reducción del salario del canillita: “El golpe económico más fuerte lo recibimos en 2001, que fue la quita del porcentaje histórico que tenía la actividad sobre el precio de tapa, que era del 40%. En forma unilateral, las editoriales decidieron bajarlo al 32%, esos ocho puntos significan el 20% del salario de los canillitas”, explica Dotto.

A su vez, hay otra situación que cambió con el tiempo: a diferencia de los años cuarenta, hoy el principal ingreso de los diarios es a través de la pauta publicitaria. “Ahora las editoriales reciben mucho dinero de la publicidad, antes todo lo que recaudaban era por el precio de tapa. Entonces, si un diario o una revista valía diez pesos era por ese era su precio. Actualmente, un diario vale diez pesos pero en realidad su valor real es de treinta o cuarenta pesos. La diferencia la compensa la publicidad, pero nuestros ingresos quedaron atados al precio de tapa”, explica el canillita.

Los vendedores de diarios continuaron perdiendo derechos, incluso los feriados y el Día del Canillita, que recién pudieron recuperar en 2007 cuando se logró establecer el Día Nacional de Descanso del Vendedor de Diarios y Revistas de la República Argentina, fijado el 7 de noviembre de cada año. Así lo establece una ley aprobada por unanimidad por ambas cámaras. “Durante tres años, cada 7 de noviembre hacíamos paro, después del tercer paro salió la ley. De todas formas, tuvieron que pasar dos años más para que las editoriales dejaran de editar los diarios ese día”.

Las medidas de fuerza

Desde noviembre de 2014, las cámaras empresariales no se sientan en la mesa del Ministerio de Trabajo a negociar las paritarias: “Se llamó tres veces y no acudieron, después se hizo un acta pidiendo la presencia de la parte editorial y luego se llamó a dos reuniones más que tampoco vinieron. A partir de ahí se genera una asamblea multitudinaria en el Sindicato donde participaron todos los vendedores y se tomó la determinación que a partir del 17 de agosto y todos los feriados nacionales no se iba a trabajar hasta tanto las editoriales no se sienten a la mesa paritaria”, expresa Cruz Bargas, el secretario de Prensa del gremio.

Por su parte, Dotto cuenta cómo vienen desarrollando las medidas de fuerza: “Hace dos semanas empezamos con el quite de colaboración durante el sábado y el domingo a las empresas que no respetan el porcentaje, hay editoriales que sí lo hacen como Crónica, Tiempo Argentino, Herald y Bae. Ya empezamos con Perfil.

Luego de la adhesión masiva por parte de los canillitas al paro del lunes último, Cruz Bargas se mantiene escéptico con respecto a la respuesta que puedan tener las editoriales: “Nunca La Nación y Clarín han tenido una predisposición al diálogo. Ellos tienen ese doble estándar: en sus editoriales reclaman diálogo, consenso en la sociedad, pero después, con el sector del trabajo que están interrelacionados nunca se sientan, siempre quieren imponer”. Y agrega: “No estamos dispuestos a que nos impongan nada. Es una falta de respeto y un desconocimiento, no solamente al Ministerio de Trabajo, sino de la propia Constitución Nacional, que en su Artículo 14 bis habla de los derechos laborales”.

Durante el paro del lunes 17, se colocaron mesas junto a los puestos de diarios que cerraron para dar explicaciones a los lectores sobre las razones de la medida: “Lo que buscamos siempre -subraya Dotto- es que el lector comprenda que el problema no es solamente de los canillitas. Nosotros lo llamamos paro activo, queremos charlar con la gente y explicarle por qué paramos y contra quién peleamos, eso lo hicimos en todos los paros”.

Otro puesto de diario cerrado en la Ciudad de Buenos Aires.

Otro puesto de diario cerrado en la Ciudad de Buenos Aires.

Actualización 19/08/2015