Sep 2, 2015 | destacadas
Ante una sala colmada de periodistas, camarógrafos y fotógrafos, Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, anunció: “Informamos con enorme alegría que hemos encontrado a la hija de Walter Hernán Domínguez y Gladys Cristina Castro, nacida durante el cautiverio de su madre en marzo de 1978”.
En la conferencia de prensa que se llevó a cabo en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo en Virrey Ceballos 592, estuvieron presentes María Assof de Domínguez, y Angelina Catterino, las abuelas de la nieta recuperada. También concurrieron el tío paterno, Osiris Rodolfo Domínguez, y su hija, quienes viajaron especialmente desde Guaymallén, Mendoza, para acompañar a María, que además es titular de Madres de Plaza de Mayo en su provincia. En la misma mesa se sentaron Martín Fresneda y Guido Carlotto, secretarios de Derechos Humanos de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, respectivamente. Con mucha serenidad, Assof señaló que es necesario manejar la propia ansiedad, para no presionar a los nuevos nietos que, ahora adultos, deben reconstruir sus historias: “Hay que tener mucho cuidado porque no sabés la idea que tiene, cómo se ha criado. Hay que tener paciencia y esperar un poquito más”.
Mientras tanto, la abuela compartía la alegría con compañeros y compañeras de militancia, como es el caso de Graciela Leda, ex detenida desaparecida que pertenece a la Asociación de ex Presos Políticos de Mendoza: “María ha sido como un lucero, una guía para nosotros. Que pueda recuperar a su nieta, que tenga esta alegría tan grande, con su serenidad y su valentía de siempre, realmente es muy emocionante. Hemos caminado la lucha juntas, la misma de todos los organismos de derechos humanos”.
En relación a este nuevo encuentro, Fresneda expresó: “Es una identidad más que aporta a la reconstrucción de la identidad de nuestro pueblo y a la construcción de la verdad tan compleja y difícil que, desde el dolor, hemos podido superar”. Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas, se refirió al recorrido de resistencia como una doble exigencia: que se devuelvan los nietos y que se sepa qué pasó con los desaparecidos: “Lo primero es la localización de los nietos, pero sin olvidar a los papás de esos nietos”.

En la conferencia estuvieron presentes María Assof de Domínguez, y Angelina Catterino, las abuelas de la nieta recuperada. También concurrieron el tío paterno, Osiris Rodolfo Domínguez, y su hija, quienes viajaron especialmente desde Guaymallén, Mendoza, para acompañar a María, titular de Madres de Plaza de Mayo en su provincia.
Gladys tenía 24 años y Walter, 22, cuando fueron secuestrados el 9 de diciembre de 1977, en la localidad de Godoy Cruz, Mendoza. Ella estudiaba diseño, él arquitectura, y juntos compartían la militancia en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). Ambos aún permanecen desaparecidos.
Assof recordó: “Eran chicos que estudiaban, trabajaban y estaban asustados pero no lo demostraban. Se podrían haber ido, pero no quisieron, porque decían que no habían hecho nada malo para irse de su país”. Cuando se los llevaron, la joven estaba embarazada de seis meses. A partir de ese momento, las dos familias comenzaron a buscarlos incansablemente. La madre de Walter recordó que conoció Buenos Aires cuando llegó para golpear puertas con la ilusión de ser escuchada, luego de que en su provincia ignoraran sus reclamos: “Lo primero que hicimos fue ir al Arzobispado y el obispo nos contestó que no gastáramos pólvora en chimangos”, recordó. El 27 de agosto último, cuando volvía de la marcha de todos los jueves en la Plaza San Martín de la capital mendocina, el teléfono de su casa sonó: “Era Estela. Me extrañó porque hacía mucho que no hablábamos. Y me dio la noticia”.
Las sospechas sobre la identidad de la mujer se habían iniciado en 1994, cuando el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos de Mendoza envió a Abuelas una denuncia anónima sobre una joven nacida en marzo de 1978 que apareció en el hogar de una pareja mayor de un día para otro. Pero fue recién en el 2009 cuando la denuncia fue redirigida a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para continuar con la investigación. El grupo de Acercamientos de la institución (creado para acercarse a jóvenes que puedan ser hijos de desaparecidos) le propuso realizarse el análisis de ADN que confirmó su verdadero origen y que se realizó el 16 de julio de este año.
Cuando los resultados del análisis estuvieron listos, el Banco Nacional de Datos Genéticos informó a la CONADI que se trataba de la hija de Gladys y Walter. Fue la Comisión la encargada de comunicarse con la nueva nieta. Fresneda, quien también es presidente de dicha institución, sostuvo: “Ojalá podamos comprender el aporte y el apoyo de las Abuelas y de un Estado presente que ha hecho todo lo posible para recuperar ese trocito de identidad que son los hermanos que nos arrebataron”. Assof, a su vez, expresó: “Es un pedacito del hijo y de la nuera. Es lo que nos queda y es la esperanza que hemos tenido estos 37 años. Ahora tenemos esta alegría tan grande de esta niña que espero que nos conozca y se sienta bien entre nosotros”. Catterino contó que se están preparando para concretar el encuentro tan esperado: “Dentro de poco podré conocer a mi nieta. Quiero compartir la alegría, abrazarla, preguntarle si tiene familia, si tiene hijos. Para mí es una alegría poder reunirnos, es un sueño. Ya pensaba que no la iba a conocer nunca y no quería morirme antes de saber de ella”.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en la conferencia de prensa por la nieta recuperada 117.
Domínguez recordó los discursos de los dictadores durante los años en que manejaron el poder del Estado: “Asumieron, según ellos, por la ‘reorganización nacional’, porque el país estaba muy mal. Pero lo dejaron mil veces peor. Fueron ladrones, corruptos, todo lo malo que se puede decir de un ser humano. Encima asesinos y ladrones de niños, que fue lo peor. ¿Qué derecho tenían de quedarse con nuestros nietos?”.
El derecho a la identidad aparece nuevamente como una condición necesaria para la vida democrática y para las prácticas de la memoria, la verdad y la justicia. Para finalizar, Carlotto expresó: “Sólo resta que el abrazo esperado por 37 años por las familias Domínguez y Castro se materialice en estos días. Bienvenida nieta 117 y por muchos nietos más”.
Sep 2, 2015 | destacadas
«No tiene entidad. No está muerto ni vivo. Está desaparecido», sentenció en 1979 el dictador Jorge Rafael Videla. De esta manera (no) respondía a las preguntas de quienes buscaban conocer el destino de sus familiares y amigos. A partir de ese momento, el término comenzó a ser uno de los símbolos más representativos de lo que conformó el plan sistemático ideado por los represores y llevado a cabo desde el Estado terrorista: secuestro, tortura, robo de bebés y asesinato. Por iniciativa de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam), cada 30 de agosto se conmemora el Día internacional del Detenido Desaparecido. La fecha fue declarada como “Día Internacional de las Víctimas de la Desaparición Forzada” por la Asamblea de la ONU en el año 2010, a través de la Resolución 65/209. Carlos Pisoni, integrante de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS) y subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, contó a ANCCOM: “Lo que sucede con la figura del desaparecido es algo que sólo los que tenemos familiares desaparecidos podemos explicar. Es un mecanismo muy traumático porque no tenés el cuerpo, no sabes dónde está ni qué pasó”.
La desaparición forzada es un delito que implica la violación de múltiples derechos humanos y que constituye un crimen de lesa humanidad. Se caracteriza por la privación ilegítima de libertad de una persona por agentes del Estado o grupos o individuos que actúan con su apoyo. Las consecuencias de este delito imprescriptible se prolongan a lo largo de los años y afectan a familiares y allegados de las víctimas que no logran conocer su paradero y la verdad sobre su destino. Para Manuel Gonçalves, nieto restituido, la lucha por la memoria es una tarea que se ejerce todos los días: “La búsqueda tiene que ver con algo permanente. Hay casi 400 jóvenes que son desaparecidos con vida, porque fueron robados durante la dictadura y todavía no los hemos encontrado”. Explicó que, actualmente, las estrategias para encontrarlos buscan interpelar a jóvenes que posiblemente han formado familias pero continúan ignorando la verdad de sus orígenes: “La identidad que no han resuelto se va transfiriendo a sus hijos. Logramos crear una conciencia de que los que estamos buscando pueden ser ellos mismos, su pareja, su amigo, su profesor”.

La ex Escuela Superior de Mecánica de la Armada, hoy convertido en centro cultural.
Parte fundamental de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia es la resignificación continua de los espacios donde funcionaron centros clandestinos de detención. Un ejemplo emblemático es el de la ex Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), por donde circularon al menos cinco mil personas y que corrió riesgo de ser convertida en un “Parque de la reconciliación” durante la segunda presidencia de Carlos Menem. En 1998, se había firmado el Decreto 8 que proponía la demolición del edificio para la creación de un espacio verde y público, con la excusa de promover la unidad nacional. Graciela Lois, de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, recordó las movilizaciones que se organizaron en aquel entonces, cuando peligraba el edificio por el que había circulado su marido y compañero de militancia: “La ESMA era un espacio que debía conservarse. Nos parecía atroz querer borrar la historia para construir un parque”.
Seis años después, el presidente Néstor Kirchner abría las puertas de la ex ESMA para que la sociedad en su conjunto y los organismos de derechos humanos comenzaran a adueñarse paulatinamente de cada pabellón. Iniciaron las propuestas de talleres, actividades y muestras, al mismo tiempo que se trataba de plasmar la lucha y de reivindicar a los treinta mil detenidos desaparecidos. Delia Giovanola, de Abuelas de Plaza de Mayo, remarcó el pensamiento unánime de los organismos de derechos humanos: “Ese lugar que fue lúgubre, donde hubo tanto horror, tanta muerte, tanto grito, ahora está lleno de luz y de vida, de alegría y juventud”. Lois agregó: “Nosotros pensábamos en recuperar el lugar y que el centro clandestino como tal no se modificara. Desde el 98 a acá, no hubiera pensado jamás que la ESMA fuera lo que es hoy. Por donde caminaron los nuestros rumbo a su propia muerte, hoy ves chicos, jóvenes. Donde hubo muerte, hay vida. Esa es la gran satisfacción”.
Los organismos de derechos humanos no hablan nunca de revancha ni de venganza, ya que sostienen que eso los dejaría ubicados en la misma situación que la de los represores: “Si la venganza y el odio estuvieran dentro nuestro, nos convertiríamos en algo muy parecido a los genocidas y, la verdad, somos totalmente lo opuesto”, dijo Gonçalves. Lois, por su parte, añadió: “La verdad es que vamos detrás de la justicia. Ninguno de los nuestros jamás agarró un represor y lo agredió, le pegó o lo mató. Nos guía, más que nada, la alegría de recuperar estos lugares”.

Familiares de Jorge Oscar Benítez y Angel Servando Benítez, militantes detenidos desaparecidos en una intervención artística organizada por el Espacio Memoria y el Grupo de Arte Callejero (GAC) en la ex ESMA.
Vera Jarach, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, aclaró que primero estuvo la necesidad de saber qué había pasado con sus hijas e hijos y luego vino la planificación de la resistencia. Cuando las madres comenzaron a organizarse, necesitaron algo que las identificara y las representara: así surgieron los pañuelos blancos que llevan bordados los nombres de los desaparecidos, hoy símbolo indiscutible de su lucha: “El genocida Videla había dicho que los desaparecidos no eran, no estaban, no tenían identidad. Eso nos movió. Nuestros hijos tienen identidad, así que los nombramos”. El plan de la represión buscaba eliminar los rasgos identitarios de sus víctimas. Una vez secuestrados, se los mantenía encapuchados, incomunicados, se les asignaba un número y se les quitaban los bebés. Los dictadores se constituyeron así como los poseedores de la vida y la muerte. Giovanola sostuvo: “Hubiera querido que a mi hijo lo juzguen como se está juzgando ahora a los militares genocidas. Sin embargo, los represores no están conformes. ¿Y nosotras tenemos que estar conformes con que, sin juicio, sin nada, no sólo se los condenó, sino que se los mató?”
En relación a los juicios que se están llevando a cabo para juzgar a los responsables del terrorismo de Estado, Pisoni habló sobre el caso de Jorge Julio López, quien desapareció tras declarar contra el represor bonaerense Miguel Etchecolatz, en septiembre de 2006: “Fue un mensaje muy claro para que los testigos, los sobrevivientes, no siguieran declarando durante el avance de los juicios. Pero produjo el efecto contrario, porque estamos muy lejos del momento en que gobernó el miedo. Es muy difícil que nos puedan callar después de todo lo que pasó, lo que vivimos y sufrimos. Este momento llegó para quedarse”.
Los representantes de los organismos de derechos humanos convocan a la sociedad en su conjunto a formarse e informarse: “Ser consciente de lo que pasó es una de las mejores herramientas para que nunca más vuelva a suceder”, dijo Gonçalves.

Ex Esma.
Sep 2, 2015 | inicio
“El SAME no entra en nuestros barrios. ¿Y vos, vas a votar al PRO?” reza el stencil en una de las paredes descascaradas de la Villa 31, en el barrio de Retiro. “La situación es que en las villas de la ciudad de Buenos Aires hay pocos centros de salud que no dan abasto, no ingresan las ambulancias con el tiempo necesario para que no se mueran nuestros vecinos. Y lo mismo pasa con los bomberos voluntarios, entonces ingresa la Policía Federal con todo lo que esto conlleva”, comenta Marina Joski, militante del Movimiento Popular La Dignidad (MPLD), la Corriente Villera Independiente (CVI) y referente de la recientemente inaugurada Central de Emergencias Villera.
El Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), si bien brinda un servicio gratuito de atención de urgencias dentro de la ciudad de Buenos Aires y cuenta con 170 ambulancias, sólo entra a las villas custodiada por la policía. “Uno de los temas centrales es que se mueren niños y adultos porque las ambulancias entran si y sólo si los acompaña la Policía Federal, entonces nosotros, cada vez que tenemos una urgencia, tenemos que llamarla porque creen en el discurso de que nuestros barrios son sinónimo de inseguridad. Hace muy poquito, en la Villa, Rodrigo Bueno, un niño cayó por un pozo ciego y no murió por el golpe, murió ahogado porque tardaron una hora y media en llegar la ambulancia y los bomberos. Lo mismo nos pasa en Retiro, un chico con epilepsia no es atendido en un ataque y el pibe muere por esto”, explicó la militante.

Vecinos de la Villa 31.
A partir de esta situación, los vecinos organizados en la CVI realizaron una larga protesta el 21 de abril de 2014, con la instalación de la famosa carpa villera en la Plaza de la República que mantuvieron allí durante casi dos meses: “Hace años que nos venimos organizando en la lucha para que las ambulancias paren dentro de cada una de las villas. El año pasado montamos una carpa durante más de 54 días con una huelga de hambre, que hicieron 120 referentes de nuestros barrios, militantes de organizaciones y referentes culturales”, manifestó Joski.
Producto de esta demanda, que exigía a las autoridades del Gobierno de la Ciudad la urbanización con radicación de los asentamientos y que declare la emergencia habitacional, socioambiental, sociosanitaria y socioeducativa en las villas, los vecinos lograron la adquisición de cuatro ambulancias con las cuales crearon la Central de Emergencias Villera: “Para levantar la carpa el Gobierno de la Ciudad firmó un compromiso de obras específicas de urbanización en cada una de las villas. Intervino la Defensoría del Pueblo en la mediación y también se firmó un acuerdo que establecía que la Corriente Villera iba a tener una ambulancia para cada uno de los barrios. Esto no fue así, pero nosotros pudimos comprar cuatro ambulancias y gestionarlas”.
La referente villera manifestó que el desafío de tener estas ambulancias era lograr que no funcionaran de la misma forma en que lo hacen los sistemas de emergencias convencionales, sino darle la impronta comunitaria y la participación. “Lo que hicimos fue hacerlas conducir por vecinos y vecinas. Están asistidas, no por médicos porque no nos dan los presupuestos, sino por enfermeros y paramédicos que también son de los barrios”.

El paramédico voluntario, Carlos Franjo.
Central de Emergencias
La central en sí no tiene visibilidad, está ubicada en el barrio de Constitución y desde ahí un operador coordina todas las ambulancias al servicio de los barrios de Retiro, Bajo Flores, Lugano, Cildañez, Barracas, Los Pinos, Fátima y Esperanza. “Algunas están sólo en un barrio, como en Retiro y Bajo Flores, y las otras que están en Barracas y Comuna 8, son unidades de traslado que pueden circular en cualquiera de las direcciones. El desafío es poder operar las cuatro ambulancias y que nadie se quede sin atención”, afirmó Joski.
En la villa 31 y 31 Bis, con sus calles de tierra y charcos de agua, detrás del playón y junto a la Capilla Nuestra Señora de Luján está la ambulancia villera a la espera de algún llamado. Es conducida por el vecino Richard Palacios (23) y atendida por el paramédico Carlos Franjo (50).
Ambos operan de manera voluntaria: “Soy paramédico hace 27 años y hace cinco meses me propusieron trabajar en el sistema de emergencias para ayudar a la gente del barrio. Desde entonces cumplo esa tarea y atiendo todo tipo de casos”, expresó Franjo. Por su parte, Palacios comentó: “Soy de la Villa 31 y soy el chofer de la ambulancia de la villa. Me contrataron a través de los delegados, que me conocían, y como soy de acá conozco las manzanas para llevar a una intervención rápido”.

La Central de Emergencias cuenta con tres números telefónicos, un handy y un celular. “Cuando sale una ambulancia de la villa queda otra a la guardia de dos barrios, a la espera de un llamado”, comenta Joski.
Las ambulancias no sólo atienden emergencias médicas, sino que también brindan atención primaria de la salud, ofrecen un servicio gratuito de electrocardiogramas cada quince días y realizan traslados programados dentro de las villas porteñas. “Todo es autogestivo y fruto de la lucha directa de los vecinos organizados en la Corriente Villera Independiente. Todo el servicio que se realiza es gratuito”, afirmó la referente.
Con respecto a la receptividad de los hospitales comentó: “En el Piñeiro no tenemos problema, las veces que hemos ido al Argerich tampoco; el Garrahan nos tiene que atender y el Fernández también. Son hospitales que tras muchas veces de ir y plantarnos y defender el lugar de la ambulancia, se ha conseguido”.
El Centro de Emergencias Villera realiza distintos tipos de atención: partos, accidentes, robos, politraumatizados, entre otros servicios. “Además -afirma Joski-, ingresa al barrio y hace diagnóstico de tuberculosis, diabetes, hipertensión, seguimiento específico, masaje kinésico en el caso de broncoespasmo. La idea es resolver la mayor cantidad de casos en el lugar, evitando el traslado. Aproximadamente hacemos siete intervenciones por día en cada uno de los barrios”.
Los vecinos de las villas también cuentan desde hace más de seis años con tres Centros de Salud para realizar consultas: “Son conducidos por promotores comunitarios en salud formadas durante un año y médicos de la Facultad de Medicina de la UBA. Intentamos quebrar con la lógica de la salud médica hegemónica, el concepto del paciente, la idea de que la salud es un privilegio que dictamina un profesional. Se trata de centros comunitarios populares de salud”, aseguró la referente villera.

Con respecto al ingreso de los bomberos voluntarios en las villas, Joski expuso cuál es la situación: “Los mismos vecinos del barrio logran apagar el fuego mucho antes de que lleguen los bomberos de la Policía Federal, porque otros bomberos no ingresan. Apagan los incendios con lo que tienen. Por eso decidimos hacer un proceso largo de formación masiva para responder ante un siniestro: primeros auxilios y primeros conocimientos de rescatismo. De ahí surgieron los mejores que conformarán el cuerpo de rescatistas y socorristas villeros”. La referente explica que este proyecto aún sigue en formación. “Como rescatistas y socorristas nos acercamos puerta a puerta. Lo que hacemos es patrullar, circular el barrio y encontramos ahí el siniestro”, expresó.
Consultado por ANCCOM sobre esta forma de autogestión de la salud, el Gobierno de la Ciudad no dio respuestas. Joski lo responsabiliza por la situación en las villas: “Las responsabilidades son el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires y la Secretaría de Hábitat e Inclusión que no cumple con las obras. Es el Gobierno de la Ciudad y el Gobierno Nacional que destinan escasos recursos a las villas porteñas. No se urbanizan y por eso no ingresan los bomberos, las ambulancias y tenemos grandes problemas de salud”, afirmó.
Sep 2, 2015 | inicio
“Las Antiprincesas son mujeres de nuestro continente. Las princesas son europeas, lejanas, hablan de castillos, pero nuestro continente está poblado de mujeres que hacen otras cosas “, explicó Nadia Fink, autora junto al ilustrador Pitu Saá de los libros infantiles de la colección Antiprincesas. El sábado pasado, en la presentación de la serie en el Centro Cultural Severino di Giovanni, de San Telmo, amplió ante decenas de niños y niñas: “Queremos romper el estereotipo de esas mujeres estáticas y tan bien vestidas esperando que venga el príncipe a rescatarlas, a crearles una vida. Las antiprincesas se crearon a sí mismas”. Los primeros volúmenes de la colección, editada por Chirimbote y Sudestada, cuenta las historias de Frida Kahlo y Violeta Parra en un formato accesible para los más chicos. En la presentación, autora destacó que, ante el aluvión de imágenes importadas y estereotipos de princesas que reciben los niños -y sobre todo las niñas-, queda poco lugar para los personajes más cercanos culturalmente: “La historia deja un poco de lado a las figuras femeninas. Queremos descubrir esas historias y contárselas a los más pequeños, porque nuestras niñas son bastante diferentes a lo que quieren imponerles y queremos con estos relatos que se sientan más reflejadas”.

La autora Nadia Fink y el ilustrador Pitu Saá en la presentación de la colección de libros Antiprincesas.
Luego de unas breves palabras, Fink presentó al dúo musical integrado por Malena Frigoli y Diego Cueto quienes interpretaron canciones de Violeta Parra mientras Pitu, el ilustrador, dibujaba a la cantante chilena en un trípode, a la vista de todos. Frigoli, la voz del dúo musical, comentó antes de la interpretación de “Amigos tengo por cientos” por qué le resultó interesante la figura de la cantautora: “Salió del lugar de artista para ser una verdadera comunicadora. Cumplió la función del canto: recopilar y contar lo que sucede en otros lugares, dando lugar a voces silenciadas”. Mientras seguían sonando canciones, los anfitriones propusieron a chicos y grandes dibujar a una antiprincesa al compás de la música de Frigoli y Cueto. Según Nadia Fink, el dibujo colaborativo tiene como objetivo construir en conjunto otras miradas, otros paradigmas. Y es justamente esa visión la que caracteriza a la colección Antiprincesas: “Las princesas que vemos en tantos cuentos clásicos piensan en salvarse solas. En contraste, las Antiprincesas siempre están tejiendo redes, pensando colectivamente. En el caso de Frida, por ejemplo, estuvo en medio de la revolución mexicana, y en el caso de Violeta, promovió artistas nuevos, rescatando voces que volvían al pueblo”. La autora también explicó que tanto Frida Kahlo, “la princesa azteca”, como Violeta Parra, “la princesa nómade”, tienen en común haber dejado de lado el rol, relegado y sin importancia, que socialmente se les quería imponer. Se hicieron, en cambio, dueñas de sus propias vidas.
Pitu, quien puso imagen a estas historias, dijo que esta colección es un mensaje sobre los estereotipos que llegan tanto a niños como a niñas: “Queremos mostrar que hay un discurso hegemónico con un solo ideal de belleza, cuando en realidad hay muchos tipos de belleza. Por ejemplo, a todos Frida nos parece hermosa y, si lo pensamos, ella no coincide con lo que se nos impone como una mujer hermosa”. Y agregó: “No se trata de atacar un discurso, sino de abrir el juego para que se escuchen más voces”. El ilustrador comentó también que en sus dibujos quiso representar toda la belleza de estas mujeres, la fortaleza de Frida y la humildad de Violeta, ambos valores ligados a la belleza que no se basan solo en el aspecto físico, como los estereotipos suelen establecer. La autora de los textos coincidió y destacó la importancia de dar un debate en el presente: “El contexto es propicio, por ejemplo, con la consigna ‘Ni una menos’, o con la ley de matrimonio igualitario y otro montón de cosas en las que se ha avanzado. Si la colección tiene la repercusión que tiene es porque hay niños y niñas que están abiertos y preparados para recibir estos materiales”. Fink adelantó que la próxima antiprincesa será Juana Azurduy y el libro estará disponible en octubre. Pitu anticipó cómo será la imagen de esta nueva mujer de la colección: “Para Juana estamos pensando colores rojos que hablen de la guerra, del Alto Perú, así como también muchos colores tierra. Todo lo que muestre una personalidad fuerte”.
La autora, por último, comentó que luego de la heroína del Alto Perú, tienen en mente editar una antiprincesa argentina. De cualquier forma, por el momento se concentran en Juana Azurduy, augurando muchas historias más de mujeres reales para contarles a los niños y niñas, tomando también en cuenta las sugerencias del público.
Sep 2, 2015 | inicio
Toda persona mayor de edad que lo solicite puede acceder a un tratamiento de fertilización de baja o alta complejidad sin costo alguno. En esa frase se sintetiza la Ley 26.862, que implica que las obras sociales, las empresas de medicina prepaga y el Estado deben cubrir ese tipo de intervenciones. ANCCOM dialogó con especialistas en fertilidad y bioética y representantes de organizaciones sociales, para evaluar el grado de cumplimiento de la norma y las asignaturas pendientes.
Isabel de Rolando, directora de Concebir, un grupo de apoyo para personas con trastornos en la reproducción que hace 16 años trabaja para conseguir una código integral sobre derecho reproductivo, resalta: “Fundamos la ONG con otras mamás que habían tenido sus hijos con éstas técnicas. Nosotras luchábamos porque que salga la ley, porque no era democrático que el que tuviera plata pudiese hacer un tratamiento y el que no tuviese plata, no.” La Ley 26.862, sancionada en junio de 2013 y aprobada un mes después, garantiza el acceso gratuito a técnicas de fertilización para concebir un hijo a toda pareja o mujer mayor de edad, sin diferenciar orientación sexual o estado civil. Una persona puede acceder a un máximo de cuatro tratamientos anuales de baja complejidad y hasta tres de alta complejidad, con intervalos mínimos de tres meses entre ellos. Actualmente, un procedimiento con el último tipo de técnicas supera los 60 mil pesos de costo, una barrera determinante para miles de familias.
En Buenos Aires, la ley 14.208 del año 2010 fue la base sobre la que se ampliaron estos derechos a nivel nacional. Las provincias de Río Negro y Córdoba -aunque de manera más restrictiva- contaban con normativas similares.

De todos modos, desde Concebir observan que algunas empresas de medicina prepaga han incluido el tratamiento en el plan médico aunque no lo cubren al cien por ciento, como ordena la ley. Explica Isabel de Rolando: “Lo toman como cualquier medicamento, entonces según el plan te cubre el 40 o el 50 por ciento y no es así.” Reclamos similares se han registrado contra obras sociales sindicales.
Tener códigos
Entre las técnicas reproductivas, las hay de baja y de alta complejidad. Dentro de estas últimas, existe la que implica donación de esperma o de óvulos. En ese sentido, se advierte la falta de una ley específica que defina cuestiones básicas a tener en cuenta. Desde Concebir, De Rolando señala que la Ley dejó sin aclarar los conceptos concernientes a la regulación de la entidad del embrión y del registro de donantes. Al respecto, explica: “La idea original era hacer una ley integral con cobertura, regulación y reglamentación, como veíamos que sucedía en otros países. Pero por cuestiones políticas, acá se desdobló.”
Con la flamante entrada en vigencia del nuevo Código Civil, se regula la voluntad procreacional, que es la facultad de ejercer la maternidad o paternidad en los casos de niños que nacen por medio de técnicas de fertilización artificial en las que se utilizan gametos donados (óvulos o espermatozoides). Pero los derechos que enmarca el Código Civil no se pueden aplicar si no sale una ley especial. Aclara De Rolando: “Es una incongruencia, tendría que haber salido esta ley antes del Código. Somos de la idea de un registro único que garantice el derecho a la identidad de los chicos nacidos. Nosotros luchamos por el derecho a la identidad. Porque la pareja que tiene que ir a donación es adulta y elige, el médico lo ofrece y el donante es donante y sabe lo que hace, pero los niños no.” Este registro garantizaría el libre acceso de la persona nacida a través de estas técnicas a conocer el nombre del donante de gametos para su procreación, sin que esto implique ninguna responsabilidad legal para aquel.
Gustavo Martínez, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER), analiza la problemática: “La ley terminó siendo una ley de cobertura, sobre quién financia el tratamiento, pero nunca habló de las prácticas de la fertilidad y del embrión. La norma está bien, porque hizo que las prepagas tuvieran que dar cobertura, pero dejó vacante estos temas. Tiene que salir una ley que nos diga a nosotros qué es un embrión, qué se podría hacer con él, cuándo comienza la vida, cuándo se puede donar, qué pasa cuando la paciente se muere, cuantas veces puede donar espermatozoides una persona. Y agrega: “Tenemos mucho miedo que el 10 de diciembre, cuando cambie la Cámara, el proyecto de ley que espera en un cajón del Senado se caiga, y hay altas posibilidades de que eso pase.”

El director del centro de Bioética, Persona y Familia, Nicolás Lafferriere, plantea: “Han sido los laboratorios de fertilización in vitro los que se han visto más beneficiados con esta legislación. Ya que, al no legislar exhaustivamente acerca de las técnicas y parámetros científicos necesarios, se brinda una especie de vacío legal en cuanto al destino de los embriones generados en el laboratorio”. Laferriere también observa una carencia de voluntad política para discutir estos asuntos: “La manipulación para investigación, experimentación, alteración genética e inclusive su destrucción y conservación son materia pendiente de debatir socialmente.”
No cabe dudas que la ciencia ha avanzado muchísimo y enfermedades genéticas que años atrás no eran posible de ser tratadas hoy se pueden prevenir con técnicas de reproducción. Pero, aspectos como el derecho a solicitar el sexo del niño e inclusive, hacer inseminaciones de acuerdo a características genéticas de los dadores de los gametos, son circunstancias muy sensibles que requieren un análisis profundo de varios sectores de la sociedad.
Lucrar en salud
En un reciente informe, la SAMER, el organismo que acredita a los centros privados que realizan tratamientos de fertilización, alerta respecto al modelo de negocio que algunas empresas proponen. Resalta Gustavo Martínez: “Las cinco prepagas más grandes están trabajando en forma corporativa para bajar los costos al máximo. Al ofrecerle volumen de pacientes a los centros privados, disminuyeron el precio de los tratamientos. El problema que vemos en eso, es que el médico puede verse en el compromiso de decidir entre otorgar la medicación justa al paciente o bajar un poco la dosis para compensar con el mayor costo de los insumos importados.” Es decir, como la prepaga le abona al centro de fertilidad un monto por honorarios y otro por la compra de la medicación, que es importada, queda a criterio del médico responsable la manera en la que distribuye ese recurso. Alguno podría especular con retacear el gasto en ese material para mantener su nivel de ingresos.

Para Martínez, el problema de concentrar los casos en pocos centros, “parece banal, pero no lo es”. Y agrega otra advertencia: “La producción de los embriones se hace en incubadoras, que están con un dióxido especial para mantener el pH interno de los medios de cultivo y el pH de los embriones. Si yo abro y cierro mucho la incubadora cambia mucho el pH y la calidad de los embriones producidos. La realidad es que si no se invierte, se está bajando la calidad de lo que se produce y disminuyen así las chances de que las pacientes queden embarazadas. Estás trabajando en contra de los pacientes.”
En nuestro país son 35 los centros privados que atienden tanto a mujeres que realizan el tratamiento de forma particular, como a aquellas derivadas del sistema público para fertilización de alta complejidad. En provincia de Buenos Aires, los hospitales provinciales que cubren la fertilización tienen listas de espera que llegan a tres años para cubrir la práctica. Sin embargo, en la ciudad de Bahía Blanca, se inauguró recientemente, el primer centro en reproducción asistida estatal. Según De Rolando: “Estamos mejor que antes, tenemos un arma para que se cumplan nuestros derechos, que es la ley. Pero todavía falta mucho camino. Antes de la ley nacían 10.000 bebés por año y nuestra proyección es que nazcan 25.000”.