“El Estado Islámico es más sofisticado que Al Qaeda”

“El Estado Islámico es más sofisticado que Al Qaeda”

De familia armenia Khatchik DerGhougassian nació en El Líbano y tras la guerra civil que azotó a Beirut llegó a la Argentina a los 24 años. Desde entonces, desarrolló un extenso currículum que incluye un doctorado en Estudios Internacionales de la Universidad de Miami y una Maestría en Ciencias Sociales de FLACSO/Argentina. Hoy es uno de los expertos en Política Internacional que más conoce acerca de Medio Oriente.

¿En qué contexto histórico surge el Estado Islámico?

El Estado Islámico surge en el contexto de la guerra en Irak. Cuando Estados Unidos ocupa Irak, se desmantelan los organismos de las fuerzas militares y se quedan en la calle 400.000 oficiales del ejército, en un proceso que el representante de la administración de Bush llamó la «desbasificación» (en alusión al partido que gobernaba), tomando como modelo la «desnazificación» de Alemania. Ellos formaron en un primer momento un núcleo de resistencia «nacionalista patriótica» contra Estados Unidos. Pero muy pronto, Al Qaeda se instaló en Irak, en la península árabe y el norte de África. El liderazgo de Al Qaeda le dio su auspicio. Al Qaeda, en Irak, fue creado por un jordano, Abu Musab al-Zarqawi. Ese grupo no solamente combatió la ocupación estadounidense, sino que hizo atentados contra los chiitas y provocó la guerra civil contra ellos. En un principio, el liderazgo de Al Qaeda, Osama bin Laden y Ayman al-Zawahiri, no estaban de acuerdo. Pero ellos tuvieron éxito y cada vez más adherentes. Es en este contexto que aparece la figura de Abu Bakr al-Baghdadi, quien después de la muerte sucede al fundador y es el actual líder del Estado Islámico. Cuando él estuvo preso en Irak, en 2004, estableció el contacto con muchos oficiales del partido Ba’ath y con las fuerzas militares de Saddam Hussein. Los convenció, de alguna forma, de unirse a la yihad, a la guerra santa.

¿Por qué se separan de Al Qaeda?

La guerra en Irak les permitió tener un contacto con los islamistas de Irak. Ellos siguieron a Al Qaeda, pero después del 2011 Osama bin Laden dejó de existir y lo que hizo al-Baghdadi fue cambiar el nombre de «Al Qaeda en Irak» a «Estado Islámico en Irak y en Siria». Ya había roto con Al Qaeda, al-Baghdadi ya controlaba la situación y tenía éxito, ¿por qué reconocería otro liderazgo?

Con ese nombre, ¿anticipaba el objetivos de, a diferencia de Al Qaeda, crear un estado propio?

El objetivo de Al Qaeda también era crear el califato. Nunca lo dijeron y nunca lo pudieron hacer porque no conquistó un territorio. Abu Bakr al-Baghdadi lo hizo porque ocupó Mosul, tenía un territorio en Irak y en Siria bajo su control, tenía reservas petroleras… todos los elementos para declarar un estado. Para su perspectiva, ya no es una organización, es «el califato». Una vez que lo declaró, comenzó la competencia con Al Qaeda para ver quién lideraría la yihad. Ellos viven de eso, su forma de vida es la yihad, esa guerra perpetua para lograr la reunificación de los musulmanes, la Ummah.

¿Cómo logró el Estado Islámico que se unan tantos ciudadanos europeos de origen musulmán?

Porque el proceso de radicalización tiene éxito. Son muy buenos en convencer a gente que cree que este es el verdadero Islam. Además, en Europa hay condiciones de marginación, falta de integración, un sentimiento de frustración de ciudadanos europeos hijos de inmigrantes que no se sienten bien recibidos por la discriminación contra ellos. Esto no explica el éxito de la radicalización. Dentro de este proyecto hay gente que lo lleva adelante, hay financiación y hay gente que cree en eso.

¿Cómo se explica que el Estado Islámico lograra victorias militares contra ejércitos como el de Irak?

Se logra una victoria cuando combatís mejor, cuando conocés más tácticas. Sus oficiales son exoficiales del ejército iraquí. No hay secreto.

¿Y contra el ejército de Bashar al-Assad?

El ejército de al-Assad también se dividió. Buena parte de los militares, en un primer momento, se fueron y formaron lo que se llamó en un momento el Ejército Libre de Siria. Cuando los islamistas se adueñaron de la resistencia en Siria, pero muchos de ellos, que eran oficiales profesionales, pasaron a su mando.

¿Qué razones tienen Turquía y Arabia Saudita para apoyar, por acción u omisión, al Estado Islámico?

El interés es doble: primero, hay uno de índole geopolítico porque cortan la expansión de la influencia de Irán. En segundo lugar, hay afinidad en términos religiosos e ideológicos. Es el Islam wahabista.

"El proceso de radicalización tiene éxito. Son muy buenos en convencer a gente que cree que este es el verdadero Islam", dice Khatchik Derghougassian en entrevista con ANCCOM.

«El proceso de radicalización tiene éxito. Son muy buenos en convencer a gente que cree que este es el verdadero Islam», dice Khatchik Derghougassian en entrevista con ANCCOM.

¿Que Turquía reciba tantos refugiados sirios, le da más poder por sobre los países europeos?

No. Le da un argumento para manipular, no poder. Es un argumento para pedir más plata, para reclamar cosas, pero poder es otra cosa.

Con esta ofensiva contra occidente, con los atentados en Francia, y el derribo del avión ruso, ¿no están firmando una sentencia de muerte? ¿No le va a ser más fácil a las potencias occidentales formar una coalición después de estos ataques?

No se sabe, eso es lo que se presume. Va a depender de si coordinan sus acciones militares contra el Estado Islámico y si se ponen de acuerdo sobre el destino del régimen de al-Assad, en Siria. La parte más complicada es la segunda, la que tiene que ver con la solución del conflicto de Siria.

¿El Estado Islámico tuvo algo que ver con la toma de rehenes en Mali?

En un principio se creía que sí, pero hay confusión en cuanto a quiénes se atribuyen ese accionar. Aparentemente es un grupo de Al Qaeda. Si esto es así, podría ser una suerte de competencia entre Al Qaeda y el Estado Islámico. Dejaron salir a aquellos que pudieran recitar un verso del Corán, a quienes eran musulmanes. Si realmente es algo que organiza Al Qaeda y no el Estado Islámico, se puede tratar de una competencia por quién lidera la yihad. Por ahora, más que eso no se puede decir.

¿Cómo influye la situación de Libia en estos momentos?

En realidad, en esa zona no existen países como los pensamos nosotros: hay un concepto geopolítico que se llama Sahel, que es ese vasto desierto entre Libia, Mauritania, Mali, sur de Argelia y centro África, una región donde se mueven tanto los yihadistas, como el crimen organizado y los grupos locales, los tuaregs. Evidentemente, la situación de Libia influye, es un territorio donde apenas si hay algún gobierno. La falta de estado permite la proliferación de los grupos islamistas que, entre otras cosas, controlan la comercialización del petróleo. El Estado Islámico se financia con el petróleo del norte de Irak.

¿Qué objetivos tienen los videos de matanzas del Estado Islámico que aparecen en los noticieros cada tanto?

El salvajismo y el asesinato es, para el Estado Islámico, su forma de convencer y reclutar. Por un lado aterroriza a los «enemigos» y por el otro lado, demuestra a sus futuros combatientes su capacidad, que se legitima por un orden divino.

¿Eso se construye con esa forma casi cinematográfica de mostrar las matanzas?

Eso fue lo que en su momento había intentado hacer Al Qaeda. Pero ellos están profesionalizados, es más sofisticado que Al Qaeda.

Con los brazos abiertos

Con los brazos abiertos

En diciembre de 2010, una serie de movimientos populares comenzaron a reformular el escenario sociopolítico de países árabes como Túnez, Egipto, Libia y Siria. La denominada “Primavera Árabe” llevó a que, en los primeros dos casos, los gobiernos fueran abandonados por sus respectivos dirigentes; en los segundos, la respuesta fue contraria. Esto implicó la posterior militarización de la sociedad y el comienzo de enfrentamientos cotidianos que dieron lugar a una guerra civil que ya lleva cuatro años. Los intereses internacionales están implicados en la problemática: por un lado, Estados Unidos de América y Europa plantean que la única salida posible es la renuncia del presidente Bashar Al-Assad; por el otro, Rusia, Cuba y China, entre otros, lo apoyan y se oponen a la intervención extranjera en el país, que ya ha ocasionado más de 230 mil muertes. Por esta situación, la vida cotidiana en Siria ha sufrido modificaciones considerables y la crisis migratoria hizo eco en todo el mundo, ya que son millones las personas que están buscando alternativas en otros sitios, entre los cuales está incluida Argentina.

Según las estadísticas oficiales de la Comisión Nacional para Refugiados (CONARE), perteneciente al Ministerio de Interior y Transporte de la Nación, en los últimos tres años fueron 233 los refugiados sirios que arribaron al país: en 2012 llegaron 40; al año siguiente fueron 130 y, el año pasado, 63. La CONARE, creada a partir de la Ley General de Reconocimiento y Protección al Refugiado Nº 26.165 sancionada en el año 2006, tiene entre sus principales funciones las de resolver sobre el reconocimiento y la cesación de la condición de refugiado; otorgar autorización para las solicitudes de ingreso al país por motivo de reunificación familiar y reasentamiento y convocar a autoridades nacionales, provinciales y municipales con la finalidad de coordinar acciones que conlleven el cumplimiento de los objetivos de la mencionada ley. Al mismo tiempo, garantiza la protección de los derechos de los refugiados, la asistencia a éstos y a sus familiares, y su inserción en las esferas sociales y económicas del país.

Grecia. Refugiados y migrantes caminan para cruzar a la República de Macedonia.

Grecia. Refugiados y migrantes caminan para cruzar a la República de Macedonia.

En octubre de 2014, se puso en marcha el Programa Siria, un plan especial humanitario para extranjeros afectados por el conflicto, que permite que un ciudadano en Argentina pueda solicitar el visado para familiares hasta un cuarto grado de parentesco. La idea fundacional es asistir a quienes están experimentando el conflicto armado y se ven directamente afectados. Según las cifras del Programa, en el transcurso de 2015 ya son 63 los sirios que han llegado a suelo argentino. El trámite puede iniciarse en la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), por una persona que acredite grados de parentesco o afectividad con el potencial beneficiario de la visa humanitaria, o en el consulado argentino en Damasco.

Con la posibilidad de utilizar esta medida estatal, Leila Haikel contó a ANCCOM cómo tomó la decisión de traer a su prima y a su sobrina desde Yabroud, la ciudad en la que vivían, a 80 kilómetros de la capital Damasco: “Hace dos años, la situación en la ciudad de mi familia estaba muy complicada por los bombardeos, secuestros y presencia de tanques. Un día, hablando por teléfono con mi prima, escuché una explosión. Se cortó la comunicación y, durante varias horas, perdimos contacto. Esa madrugada le escribí preguntándole si quería venir con su hija. No pensé en cómo cambiaría mi vida, sino en salvar a dos personas, y eso estaba por encima de cualquier análisis”. Khawla recuerda que tenía 29 años y su hija Lamar cuatro, cuando llegaron a Buenos Aires: “Nunca había pensado en salir de Siria. Cuando mi prima me invitó a venir por la situación que estábamos pasando allá, no lo dudé, aunque me costó tomar la decisión porque dejaba al resto de mi familia. Pero quería salvar a mi hija y poder ayudar desde afuera, porque había muchos bombardeos, teníamos poca comida, estábamos sin luz ni agua”.

Según la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y de su Protocolo de 1967, un refugiado es toda persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país”. Los beneficiarios acceden a una visa de ingreso que permite la residencia temporaria por dos años, con la posibilidad de una prórroga de un año más. En ese período, pueden tramitar la obtención de un DNI de residente temporario y, luego de tres años, pueden solicitar la residencia permanente.

Khawla es diseñadora gráfica y trabajaba en el área encargada del diseño de relojes en una empresa que cerró cuando se intensificó la guerra. La vida acá no es la misma: “En Siria era normal juntarse y trasnochar con familiares o amigos. Ahora todo es distinto. El cambio fue importante aunque de a poco nos vamos acostumbrando. Cuando llegué al país me encontré con gente muy buena, me ayudaron mucho, con el idioma principalmente. Ahora nos levantamos a las 6 y regresamos casi a las 19, comemos, dormimos y así se nos pasan los días”. Luego de estudiar intensivamente el castellano, comenzó a trabajar en un puesto administrativo y así terminó de acomodarse y retomar su vida como una más: “Al principio me miraban porque uso hiyab, el pañuelo que se colocan las mujeres musulmanas en la cabeza, pero luego me empezaron a tratar normal, no como alguien rara”.

Grecia. Refugiados y migrantes esperan en una estación de tren para cruzar a la República de Macedonia.

Grecia. Refugiados y migrantes esperan en una estación de tren para cruzar a la República de Macedonia.

A diferencia de aquellos que migran por diversos motivos, el reconocimiento de la condición de refugiado está orientado a brindar protección internacional para quienes se encuentran amenazados por sus opiniones o por guerras en sus respectivos países. Haikel recordó cómo fueron los días de tramitar y conseguir el pasaje para viajar a Argentina: “Sólo pedía a Dios que no les pasara nada en el camino al Líbano, porque había muchos controles, francotiradores y bombardeos. Podía pasar cualquier cosa pero, cuando estuvieron en el avión, respiramos”. Una vez acomodadas en la ciudad, el Estado se encarga de colaborar con su asistencia e integración. A los niños, por ejemplo, se les asigna un tutor que garantiza que asistan a la escuela y aprendan el idioma. Los grandes, por su parte, se ocupan de mantener las costumbres de sus tierras natales: “A veces nos juntamos con otros sirios que vinieron en la misma situación que nosotras, compartimos recuerdos, canciones, comidas. Nos reímos, pero todo quedó atrás, lamentablemente. En nuestros corazones hay mucho dolor”, dice Khawla.

La CONARE también articula con organizaciones internacionales como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), las medidas necesarias para garantizar la integración y protección de quienes no pueden volver a sus países de origen. El objetivo central es el de resguardar los derechos y el bienestar de los refugiados, al mismo tiempo que se intenta encontrarles soluciones a largo plazo, que tienen que ver con la inserción en la vida cotidiana de un país que les resulta completamente ajeno. ACNUR surgió en Europa después de la segunda guerra, para ayudar a quienes había perdido absolutamente todo. Ese mismo continente hoy debate acerca de cuántas personas aceptará recibir cada uno de los 28 países que conforman la Unión Europea. Al respecto, Haikel mencionó: “No se puede explicar con palabras. Hemos visto pilas de criaturas muertas en estos cuatro años de conflicto. La gente subía videos para que el mundo los viera y los ayudaran, pero siempre se les dio la espalda. Hoy los países europeos que analizan el ingreso de los refugiados, aportaron mucho para generar una mayor desestabilización en Siria”. Para ella, la única solución posible es darle un final al conflicto bélico. Su prima, que aún se sobresalta cuando escucha truenos, recordó a sus familiares y contó que tiene miedo de no volver a verlos: “Siempre tengo en mi cabeza volver a Siria, es mi país, lo quiero y tengo a toda mi familia, pero por ahora es imposible porque la situación es muy crítica. Ruego a Dios que todo termine pronto y lleve paz al pueblo sirio que tanto lo necesita”.