Por Nélida Medina Durán
Fotografía: Milagros Gonzalez

Desconcierto y desazón confiesan los militantes kirchneristas ante el renunciamiento de su líder. ¿Por qué no salieron a la calle con el fallo judicial? ¿Cómo imaginan el futuro?

“No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta ni a senadora. Mi nombre no va estar en ninguna boleta”, dijo Cristina Fernández de Kirchner el pasado 6 de diciembre, luego de que el Tribunal Federal Nº 2 la condenara a seis años de prisión por el delito de administración fraudulenta en el marco de la llamada “Causa Vialidad” en un procedimiento judicial sospechado de no respetar las garantías procesales. Según el fallo, la vicepresidenta quedó también inhabilitada para ejercer cargos públicos.

Tocaron a Cristina y no se armó ningún quilombo, como anunciaba el cántico de la militancia y un “sentimiento de orfandad” inundó los corazones kirchneristas. ANCCOM salió a buscar las razones de esa inacción y la mirada a futuro de quienes creen en ella.

En el aire

El común denominador es el desconcierto y la desazón. “Estamos impávidos en este momento”, reconoce Carmen, vecina de Wilde. La militante de La Cámpora se lamenta: “Para generar un 17 de Octubre tuvieron que meter en cana a Perón en Martín García”. Siente que todo “está suspendido en el aire”, que el Mundial tapó todo y que no hay nada pensado. Ve todo en estado “deliberativo”.

“Nos sorprende la compañera con la noticia de que no se va a plantear ser candidata a ningún puesto”, cuenta Pablo, que trabaja para el Centro de Formación de la CGT, regional La Plata. “Estamos todos perplejos porque no tenemos a priori otro candidato natural surgido espontáneamente, más allá de Máximo o de Wado. Pero no tienen el empuje que tiene Cristina”, explica el licenciado en Realización de Cine, televisión y Video. Por su parte, Jeremías, militante de Identidad Argentina del Frente de Todos, considera que la decisión de Cristina “es un golpe al corazón para todos los que la queremos ver presidenta”. Por otro lado, se sincera al criticar el accionar de las organizaciones peronistas y kirchneristas: “Si bien el peronismo es verticalista, creo que hay momentos en los que no tenemos que esperar una orden. El fallo contra Cristina salió hace varios días y no estuvimos en la calle. Tendríamos que salir a ver qué onda”. Reconoce, ante ese sentimiento de orfandad que dejó la baja de Cristina, que “cuadros tenemos un montón con buenos ideales, pero no supimos construirlos a nivel nacional, electoralmente hablando”.

El 2 de septiembre de este año, la vicepresidenta fue víctima de un intento de magnicidio. Esa noche, al llegar a su domicilio de Recoleta, rodeada de militantes, Fernando Sabag Montiel gatilló a centímetros de su cabeza, sin que saliera la bala. “La inacción o la desmovilización responden a algo muy clarito, que fue el intento de magnicidio y la represión de los días anteriores. Por más que tenemos una larga historia de poner muertos y apaleados, no queremos volver a esas situaciones. Es difícil llevar a los hijos de uno a un ambiente que se sabe que es volátil”, explica Pablo.

Militar

Muchos seguidores de CFK están convencidos de que una de las herramientas importantes para salir de la crisis es más militancia. Para Pablo, es necesario “salir a buscar a los compañeros que están desencantados, a los que no quieren participar por algún motivo”. En su fervor, Jeremías sostiene que “hay que estar junto a nuestros vecinos y vecinas que viven en una situación complicada, desde cualquier lugar que uno milite. Hay que recuperar un gobierno nacional y popular donde la prioridad sea el pueblo”. Además, cree en la necesidad de formar un frente de lucha entre el peronismo y la izquierda trotskista: “Creo que esos espacios tendrían que madurar para formar un frente de lucha con cosas en común, donde se puedan discutir los consensos mínimos”.

Desde Córdoba, Mariela Gatica, militante de La Cámpora, afirma que “para la militancia lo que queda es reorganizarnos, entender que estamos atravesando otro proceso, verlo desde una perspectiva histórica y no desde lo inmediato. Como sujetos políticos históricos nos toca tomar herramientas históricas necesarias, ser innovadores y aggiornarnos al momento actual”

Marzo

En marzo de 2023, la vicepresidenta podrá apelar su condena. El 9 de ese mes, el Tribunal Oral dará a conocer los fundamentos de su decisión y la defensa podrá impugnar y llegar a la Corte Suprema de Justicia.

Por su parte, el Grupo de Puebla, anunció que se postergó hasta marzo del año próximo el encuentro contra el lawfare que se iba a realizar el lunes 12 de diciembre en el Centro Cultural Kirchner, debido al contagio de covid de Cristina. Bajo el lema “Voluntad popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia”, Alberto Fernandez y ex mandatarios latinoamericanos participarán del encuentro en apoyo a nuestra vicepresidenta en ese marzo que se ve lejano.

Para Pablo: “Marzo será definitivo, va a venir con una tormenta importante”.