Por Eva Coronel Gorojod
Fotografía: ANCCOM

El 5 de septiembre se conmemoró en homenaje a Bartolina Sosa, una aymara que luchó contra los españoles. ¿Qué rol ocupan hoy en las indígenas en la sociedad?

El 5 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Indígena. Briselda Alejo Orteja, música de la nación quechua e integrante del Movimiento de Mujeres y Diversidades por el Buen Vivir, que vive en Rosario, indicó: “Conmemoramos a Bartolina Sisa, mujer aymara indígena que luchó contra la opresión del yugo español. Fue secuestrada, torturada y asesinada brutalmente. Recordamos a nuestras mujeres indígenas luchadoras contra la opresión y la violencia”.

Bartolina Sisa, junto a su pareja Túpac Katari, organizó a su pueblo para pelear contra los españoles y fue ejecutada el 5 de septiembre de 1782. En 1983, durante el II Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América que se llevó a cabo en Tiahuanacu (Bolivia), se definió la fecha para reivindicar su figura. Zulema Enríquez, quien pertenece al pueblo Quechua, y vive en La Plata, comentó: “Bartolina Sisa ha dado su vida por una sociedad más justa, por pueblos emancipados, por liberarse de la corona española, por liberarse de las conquistas inglesas, pensando en pueblos y hermanas, hermanos, comunidades, que no estuvieran sometidos a esa colonización que se llevó la vida, nuestras propias historias”. La mujer agregó: “Las efemérides nos sirven para repensarnos, para hablar de esas historias que son tan nuestras y que, a veces, la historia hegemónica escrita por el patriarcado, determinadas miradas de cómo debe ser el ser nacional argentino, deja excluido a muchas otrasidentidades”.

“Pensarnos a las mujeres indígenas con una fecha nos sirve para reflexionar, hacer aportes críticos, entender la necesidad de repensar otros lugares y, sobre todo, no solo desde ese lugar de la colonialidad o la marginación, sino también desde el lugar del empoderamiento político de las referentas, las caciques, presidentas de comunidades, las machis, las loncos, las amautas, todas las mujeres que están a cargo de las comunidades y hoy construyen políticas hacia el interior y al afuera, mujeres que son lideresas, docentes que disputan la política y que están convencidas y trabajan y hacen por construir una sociedad igualitaria, hermanadas”, redondea Zulema.

Una de las tensiones de los feminismos en Argentina se sintetizó en la incorporación de las originarias y disidencias a partir del 2019, donde el encuentro cambió su nombre a Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, No Binaries e Intersexuales. En ese sentido, Enriquez reflexionó: “Entendemos que la identidad no es sólo la identidad nacional y que la identidad no es sólo la identidad de las mujeres. No solo existe un feminismo, sino que existen feminismos en plural. También sabemos que existe un feminismo hegemónico, dominante, blanco con miradas eurocentristas que pretenden aplicar teorías a nuestra territorialidad, a nuestras cuerpas, sin entender nuestras cosmogonías, nuestras miradas y nuestras construcciones del mundo. Por eso es importante, desde nuestra identidad de mujeres y disidentes, disputar los sentidos que es disputar la política también, los conceptos de quienes somos y nuestro lugar en el mundo”.

“Uno de los temas específicos de mujeres es el chineo que se sigue dando, en la ciudad no lo vemos pero si en el interior. Los hombres siguen tomando por la fuerza a las mujeres para abusar de ellas. Esto ocurre en las fincas y en los pueblos donde hay señores ubicados en lugares políticos o latifundistas, se creen dueños también de la vida y las acciones de las mujeres. Ven a una hermana sola y salen a violentarla”, indicó Mamay Kantuta Killa Mayu, mujer quechua de la comunidad urbana Ayllu Mayu Wasi, de Villa Martelli. Pero los reclamos de las mujeres están atravesados por más problemáticas que atraviesan a sus comunidades. En ese sentido señaló: “Todos los días hay un reclamo nuevo. Nuestros pueblos están en lucha por la minería a cielo abierto, el arrebato de las tierras. Los lugares sagrados están siendo borrados por el interés económico”.

“Caminamos defendiendo los territorios, denunciando las diferentes violencias que sufren nuestros pueblos- comentó Briselda y agregó- Aprendo de mis hermanas y ellas me contagian la fuerza que llevan en su interior. En sus ojos veo la resistencia de los pueblos frente al genocidio, mujeres que luchan todos los días”.