Por Franco Ojeda
Fotografía: Sabrina Nicotra

Organizaciones LGBTI+ de todo el país marcharon este domingo y realizaron un banderazo en las cercanías del Congreso de la Nación para celebrar el décimo aniversario de la aprobación de la Ley de Identidad de Género.

Organizada por el Frente Orgullo y Lucha, en la movilización participaron decenas de agrupaciones que luchan por la igualdad de género en diferentes provincias del país. Les activistas remarcaron que la sanción de la Ley de Identidad Género fue clave para la aprobación de otras iniciativas como el documento de identidad no binario y el cupo laboral travesti trans, conocido como la Ley “Diana Sacayan-Lohana Berkins”, de 2021.

Las organizaciones LGBTI+ destacaron que más 10.000 personas trans fueron reconocidas con el otorgamiento del DNI y, asimismo, que la normativa también benefició a las identidades feminizadas y masculinizadas.

La música, las banderas, los carteles y hasta alguna performance artística ambientaron la jornada. Muches de les activistas se abrazaban en la profundidad de la tarde. Además de reencontrarse, rememoraban aquellos días de lucha previos a la ley, teniendo claro que la gran mayoría siguen sufriendo la marginalidad social y son víctimas de violencia institucional.

Les más jóvenes se hicieron notar en la plaza, con sus carteles y efusivos cánticos relacionados con la lucha del colectivo LGBTI+. En medio de los festejos, Noemí, una militante trans, estaba conmovida. Ella, que durante muchos años trabajó en la prostitución y padeció los edictos policiales, en diálogo con ANCCOM, afirmó: “Esta ley me cambió la vida. Gracias a ella pude empezar mis estudios y sentir que comenzó mi vida en comunidad”, confesó emocionada.

El acto central incluyó la lectura colectiva de un documento en el que les militantes LGBTI+ subrayaron los cambios que se produjeron desde la promulgación de la norma. “Es una ley de vanguardia en el mundo que permite el reconocimiento de la identidad de género autopercibida en el Documento Nacional de Identidad a través de un trámite administrativo, donde lo único determinante para acceder al derecho es la expresión de la voluntad de cada persona, sin intervenciones judiciales ni médicas”, puntualizaron.

A la vez, sostuvieron que la normativa garantiza el derecho a la salud integral y el acceso gratuito a tratamientos hormonales y/o tecnologías médicas para construir la propia expresión de género. También recordaron los momentos dificiles, la represión de las fuerzas de seguridad, la discriminación de algunos sectores sociales y las enfermedades de las que son víctimas, al estar expuestas a un sistema de salud que les fue esquivo duranbte años.

“Muches fueron expulsadas de sus hogares a muy temprana edad, echades de las escuelas y a se les negó el acceso a la salud y al trabajo formal remunerado”, enfatizó con voz elevada Florencia Guimaraez en el fragmento que le tocó leer. El pasaje más emotivo fue cuando se evocó a las históricas y reconocidas militantes del colectivo travesti trans Diana Sacayan, Lohana Berkins y Mia Pia Baudraco. “¡Presentes, ahora y siempre! ¡Ahora y siempre! ¡Ahora y siempre!”.

Además, se reclamó por Tehuel de la Torre, el joven trans que desapareció en 2021 después de asistir a una entrevista de trabajo en la localidad bonaerense de Alejandro Korn. “¡Justicia por Tehuel de la Torre! ¿Qué pasó con Tehuel? ¡Exigimos una respuesta urgente del Poder Judicial!”, pidieron.

Seguidamente, solicitaron “protección, asistencia y medidas de prevención de los travesticidios y la erradicación del travesticidio social” y “una profunda reforma judicial transfeminista, con una justicia sin prejuicios racistas, de género, ni de clase, para investigar y castigar los crímenes motivados por el odio a la libre expresión de las orientaciones sexuales e identidades de género no heterocisnormadas”. Y, por último, que en el Parlamento se debata una normativa de “reparación histórica de la violencia institucional por motivos de identidad de género”, exclamó Marcela Tobaldi, fundadora de la organización travesti trans “La Rosa Naranja”.

“Por nuestro derecho a una vida libre de violencias, al acceso al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda”, concluyó el documento y empezaron todes a cantar: “Lo dijo Lohana y Sacayán / al calabozo no volvemos nunca más».

Tras el acto, les participantes se dirigieron enfrente de las escalinatas del Congreso, sobre la avenida Entre Ríos, y allí realizaron un banderazo donde sobresalían los colores rosa y celeste, y una fotografía colectiva con un cartel que decía “Reparación”.

La lucha más inmediata es la reparación histórica -expresó Marcela Tiboldi entrevistada por ANCCOM-. Hay muchas personas travesti trans, mayores de 50, porque esa gente no puede trabajar, no puede hacer un recorrido, son personas desgastadas por la lucha, por el sistema y por el encarcelamiento”.