Por Florencia Valdez
Fotografía: Gentileza: No tengo tiempo

«No tengo tiempo», la obra de María Pía López sobre el acecho de la sociedad a las mujeres, llega al teatro con la dirección de Cintia Miraglia.

No tengo tiempo, la obra basada en la novela de María Pía López que lleva el mismo título y dirigida por Cintia Miraglia, habla sobre los conflictos a los que la mujer de clase media urbana está presionada por el paso del tiempo, la maternidad, el consumo, los deseos y los límites que son capaces de cruzar para satisfacerlos. 

Publicada en 2010, la novela de María Pía López toca temáticas que luego de 12 años siguen vigentes en la sociedad: “Cuando escribí la novela al borde de los 40 años, estaban todos esos temas en juego en mi propia vida, como temas de angustia. La pregunta era ´¿Qué hago? No tengo hijos, ¿qué hago con eso?` Entonces empecé a escribir una novela, que al principio estaba muy tensionada sobre mi propia experiencia”, cuenta la autora. 

Tras dos largos años de preparación, una pandemia de por medio y reuniones vía zoom realizadas todos los viernes, la obra se estrenó el 1º de mayo en el Teatro El Extranjero. La batalla física y emocional contra el tiempo es representada a lo largo de la obra bajo sus dos protagonistas, Carolina Guevara y Leticia Torres, que retratan la lucha con sus cuerpos y los mandatos sociales.

Los cuerpos enfrentados en la pista de esgrima son aquí la acción, la representación de las potentes palabras provenientes de la novela. “Cuando se le pone el cuerpo al teatro, empieza el teatro, eso es fundamental” alude Cintia Miraglia, directora y encargada de la adaptación de la novela, sobre la vuelta al teatro después del arduo trayecto recorrido para estrenar la obra. 

El humor ácido que acompaña a la obra, se basa en la crítica a los valores tradicionales, a las convenciones sociales impuestas a la mujer y a su cuerpo por la sociedad, con una dosis de ironía y sarcasmo se cruza el límite de lo que se considera políticamente correcto para poder expresar la frustración y fracaso de no cumplir con expectativas ajenas. “Es ese tipo de humor en el que te estás riendo y después te estás dando cuenta de que te estás riendo de algo que no es muy correcto”, explica la directora. 

Aunque se traten temas del feminismo, como la maternidad, la vejez, el deseo y el consumo, la autora subraya que no es una obra feminista sino una crítica a ciertos modos de clase, maneras de actuar en relación al consumo y al deseo. La obra invita a reflexionar y a pensar sobre el lugar de las mujeres en relación a todas estas cuestiones, el lugar que ocupar el tiempo en la vida de cada uno, el sentido filosófico que esta cobra. “El tiempo que depende de cómo uno lo vive o cómo se posicione frente al tiempo, el tiempo a veces abunda y a veces es escaso, a veces cuando el tiempo no pasa, cuando se detiene me asfixia y cuando pasa demasiado rápido, me agobia porque no llego. El tiempo es uno y pasa cronológicamente. El tema que a mí me interesaba era cómo nos posicionamos nosotros frente a ese paso del tiempo”, concluye Miraglia. 

No tengo tiempo puede verse todos los domingos de mayo y junio a las 18 en el Teatro El Extranjero, Valentín Gómez 3378.