Por Ignacio de Pablo
Fotografía: Lucia Barrera Oro

A tan sólo algunos metros del escenario montado para inaugurar los Juegos Olímpicos de la Juventud, miles de profesionales de la salud de 600 hospitales de todo el país se movilizaron desde el ex Ministerio de Salud -hoy devenido en Secretaría- hasta Plaza de Mayo para denunciar el deterioro general del sector a lo largo y ancho de la Argentina y repudiar el ajuste implementado por el gobierno de Cambiemos.

Este jueves, médicos y personal de enfermería, pero también estudiantes, docentes y trabajadores, salieron a la calle bajo la consigna “Defiendo la Salud Pública”. Todos los carteles y banderas coincidieron en condenar las políticas del gobierno nacional. En sus leyendas, el presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, fueron visualizados como los máximos responsables en el deterioro del sistema de salud público.

La movilización comenzó al mediodía al calor de un sol radiante y el estruendo de algunos petardos que acompañaron los pasos de los manifestantes, junto a los bombos y trompetas que musicalizaron el avance de las distintas columnas. La manifestación también contó con el apoyo de organizaciones sociales, sindicales, políticas y organismos de Derechos Humanos.

La multitudinaria marcha volvió a poner nombre y rostro a las historias de desamparo que produce el ajuste en un sector sensible. Gabriela, trabajadora de la Unidad Sanitaria del Hospital El Cruce de Avellaneda, describió las consecuencias del ajuste en primera persona. “Yo tenía al papá de mi hijo, que fue trasplantado y, cuando hubo cambio de gobierno, le negaron la medicación y falleció. Para mí esto es una lucha personal que tengo por mí, por mis hijos y por él. La gente no se puede morir por esperar. Yo lo pasé, de ir todos los días a los dos ministerios y que me digan que no. ¿Sabés qué triste fue decirle a él que se iba a morir porque no le dieron los remedios?”, sentenció entre lágrimas en diálogo con ANCCOM.

Uno de las columnas más nutridas y ruidosas fue la de los trabajadores del Hospital Posadas. Ese centro vital en el oeste del Conurbano bonaerense sufrió más de un millar de despidos que provocaron el desmembramiento de áreas clave como la de Cirugía Pediátrica. Al grito de “el Hospital Posadas no se vende, se defiende”, los trabajadores avanzaron y ganaron espacio entre la muchedumbre.

Claudio, médico del área de Diagnóstico por Imagen del Hospital, relató algunas de las carencias que están sufriendo con la reducción del personal. “Hemos vivido épocas difíciles, pero ninguna como ésta. La parte pediátrica quedó desmantelada. En muchos otros sectores y servicios han despedido médicos con mucha experiencia, con trayectoria, que además de atender pacientes, son formadores de los médicos más jóvenes”, puntualizó a esta agencia.

“La situación en el Hospital es terrible, sobre todo por el clima de persecución y de miedo. Han instalado cámaras de seguridad por todos lados y lo militarizaron. Les dicen a los trabajadores que si van a las asambleas los van a despedir, y las cámaras no están en los pasillos para cuidar a los pacientes ni a los trabajadores sino que están para vigilarlos”, aseguró Claudia, exsecretaria en el Área de Diagnóstico por Imágenes de Alta Complejidad.

La preocupación también alcanza a los residentes de clínica ya que la crisis golpea de lleno en su formación profesional. “La idea es trabajar ahí y quedarte, y te quitan esa posibilidad al eliminar a todo el personal poco a poco. Muestra que no te quieren trabajando con la gente, sino en algún sanatorio privado haciendo, todo por plata”, diagnosticó Marcos. Su compañero, Juan, también compartió esa evaluación y agregó que las políticas del poder central “están desarticulando los hospitales de mayor complejidad porque son los que más recursos requieren”. Y advirtió: “Apuntan a que cada ciudadano solvente con su propio gasto o a través de alguna prepaga, con lo cual aumenta un montón el costo a nivel individual y también la renta de ganancia empresarial”.

María, Cristina y Rocío, médicas del Hospital de niños Pedro de Elizalde «Casa Cuna» // Marcha federal en defensa de la salud pública, CABA, 04/10/2018, por Lucía Barrera Oro para ANCCOM.

Los alrededores de Plaza de Mayo se vuelven poco a poco intransitables. Tras la mención de las adhesiones, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, lee el texto de reclamo consensuado por las organizaciones convocantes. El foco de reclamo está puesto en las consecuencias de la degradación del Ministerio de Salud, la intención del gobierno de instalar la Cobertura Universal de Salud (CUS), la reducción y subejecución del presupuesto y el cierre de programas, los faltantes de medicamentos, el desarme del Plan Nacional de Vacunación, los despidos en el Posadas, el desmantelamiento del PAMI y la injerencia del Banco Mundial y el FMI en el diseño de las políticas públicas de salud.

“Es indignante. Ya nadie quiere ir a trabajar a lugares públicos porque no hay seguridad, no hay condiciones de trabajo, es indigno” sentenció, al término del acto, Vilma Ripoll, dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores y licenciada en Enfermería.

Leandro Santoro, diputado porteño de Unidad Ciudadana, también trazó su diagnóstico en diálogo con esta agencia. “Creo que es una cosmovisión, es una mirada dogmática del gobierno. Cree que los bienes públicos son mercancías que hay que comprar y vender y que la sociedad ideal es sin impuestos y donde cada uno se paga lo que se puede pagar. Una sociedad justa debería tener garantizado el mismo piso de igualdad y dignidad en el acceso a la salud y educación tanto en calidad como en extensión”, subrayó.

La Plaza de Mayo se va vaciando de a poco. Puede palparse algo de esperanza en el aire. Algunos cánticos resuenan y los rostros de los asistentes que caminan hacia la 9 de Julio incluso se permiten algunas sonrisas de satisfacción por haber protagonizado una masiva marcha en defensa de la salud pública.