Por Darío Torres
Fotografía: Lucas Benevolo

El sábado pasado se realizó el tercer acto en memoria por los desaparecidos de la Villa 21-24, y, como novedad,  la Comisión de Derechos Humanos del barrio junto con organizaciones políticas, artísticas y culturales, y con el apoyo de los vecinos,  nombraron  a un pasillo del barrio “Pasaje Oscar Alfredo Zalazar y María Ester Peralta”, a pocos metros de donde vivió esta pareja, secuestrada por la dictadura junto a otras tres personas el 29 de abril de 1976. ANCCOM estuvo presente en el acto y reconstruyó las vidas de Zalazar y Peralta a través del testimonio de quienes los conocieron.

 A Oscar Zalazar se lo conocía como “El Cabezón”.  Había nacido el 16 de julio de 1954 en Buenos Aires,  militaba en el Movimiento Villero Peronista (MVP) e integraba la Comisión Vecinal. Vivía en una ex unidad básica de la Villa, que funcionaba como vivienda de la pareja. Según su hermana, Gladys Zalazar, quien presenció el acto,  “Oscar era una persona muy sensible, siempre preocupado por los demás, me hablaba del pueblo… siempre el pueblo. Les instalaba la luz a los vecinos y fue uno de los primeros en construir piletones para que la gente pudiera tener agua”.

María Ester Peralta era una joven de 23 años nacida en Guaymallén, Mendoza, que había escapado de la violencia machista de su ex pareja hacia Buenos Aires. Tenía dos hijos, Marcelo y María Cristina, con los que se instaló en el barrio y comenzó a colaborar en una salita de ayuda escolar. Militaba también en el MVP, en donde conoció a Oscar; juntos ayudaban a mejorar el acceso a los servicios esenciales para los vecinos. En el momento de su secuestro, contaba con cinco meses de embarazo.

El “Pasaje Oscar Alfredo Zalazar y María Ester Peralta” se ubica a pocos metros de donde vivió esta pareja, secuestrada por la dictadura junto a otras tres personas el 29 de abril de 1976.

Según Adriana Fazio, compañera de militancia de la pareja, “ellos se unieron a la Junta Vecinal y trabajaron día a día para mejorar el barrio, los mataron porque querían organizar a los vecinos. María Ester era una jovencita callada que hacía ayuda escolar y Oscar era un morochazo laburador, discutidor y entusiasta. Conectaba electricidad, hacia zanjas, piletones y peleaba con los funcionarios de turno para conseguir materiales”.

Las otras personas secuestradas con la pareja fueron dos ciudadanos paraguayos y militantes del MVP: Teodoro Urunaga, de 28 años, que había sido presidente de la Comisión Vecinal y Ricardo Gamarra Ortiz,  de 24 años. También se llevaron a una vecina del barrio que todos la conocían como “Mary”.

Esa noche del 29 de abril de 1976, personal de la Policía Federal irrumpió en la casa de María y Oscar, secuestraron a la pareja, a Teodoro, a Ricardo y a “Mary”. Los tres hombres fueron ejecutados los primeros días de mayo, pero la versión oficial de la Policía hablaba  de “muerte en enfrentamiento”. Sin embargo, sus cuerpos habían sido encontrados con signos visibles de torturas en manos y pies en Parque Centenario el día 5 de ese mes.

“Mary”, en tanto,  fue liberada a los pocos días y relató las torturas que le realizaron a la joven embarazada María Ester, cuya madre realizó la denuncia en la comisaria 44 de Liniers. Y luego  de varios intentos fallidos para ver a su hija, fue amenazada para que desistiera de la búsqueda. Los datos aportados por Mary fueron denunciados ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), mientras que otras informaciones de testigos de los secuestros fueron recolectados por Teresa Godoy, periodista paraguaya autora del libro La generación dispersa, quien en esa época fue militante del barrio. En la Villa 21 también había militado Diana Oesterheld, una de las hijas de Héctor Germán Oesterheld, secuestrada el 7 de agosto de ese 1976 en Tucumán.

El sábado pasado se realizó el tercer acto en memoria por los desaparecidos de la Villa 21-24. Asistieron varios vecinos.

Graciela Rosenblum, presidenta de Liga Argentina por los Derechos del Hombre, fue parte de esa generación y ya militaba en ese organismo en la época de los secuestros. Ella también estuvo presente en el acto y sostuvo: “Este tipo de actos no solo son un compromiso con la memoria sino con los valores de una generación que tienen que ver con la construcción de una sociedad digna de ser vivida; en momentos como el que vive el país, donde supimos construir el puño contra el dos por uno, por la justicia para Santiago Maldonado, debemos seguir luchando contra todas las políticas regresivas.”

Entre los organizadores del acto, Patricia Gómez, de la Comisión de Derechos Humanos de la Villa 21, comentó que cada año se realizan actividades para conmemorar a los vecinos y el día de los nombramientos de los pasajes tiene que ver con las fechas de sus respectivos cumpleaños.  Del acto participaron también espacios artísticos del barrio como “Orilleros”; su referente Laura Frattini, comentó que los chicos y chicas que participan de la iniciativa estrenaron una canción titulada “Con valor“,  en homenaje a los desaparecidos.

Gladys Zalazar, con lágrimas en los ojos, recordó las palabras de su hermano: “Oscar siempre me decía: ‘Cuando te toque estudiar la historia desconfía de la que te cuenten, indagá, buscá, averiguá, porque hay otra historia y la tenés que conocer”. Y como cierre, en relación al embarazo de su cuñada desaparecida, afirmó:   “Tanto ellos (otros familiares presentes ) como yo esperamos que algún día nos llame la gente de Abuelas de Plaza de Mayo y nos  digan: ‘Familia Zalazar Peralta,  hemos encontrado al hijo de María Ester y de Oscar. No descansaremos hasta que eso suceda.”

Actualizado 21/11/2017