Por Ornella Rapallini
Fotografía: Florencia Ferioli

¿Cuál es su lectura sobre el triunfo de la oposición ante el chavismo en las elecciones parlamentarias de Venezuela?

La primera lectura es que se trata del “efecto Macri” llegando al Caribe. Mauricio Macri abrió una nueva situación en América Latina en términos de gobernabilidad, pero el proceso que condujo a eso comenzó hace cuatro años con lo que yo defino como “tendencia declinante de los gobiernos progresistas”: larvado y lento. Y ahora tuvo en Argentina el 25 de octubre y el 22 de noviembre su manifestación definitoria, porque ganaron el gobierno. Hasta ahora, la derecha latinoamericana o –para no demonizar- la oposición a los gobiernos progresistas nunca había ganado en 17 años ni un solo gobierno. Sí, ganó parlamentarios, y los perdió, ganó municipios y los perdió, ganó gobernaciones y las perdió. Es decir, ganaba y perdía, pero nunca el gobierno. Eso lo ganó acá (en Argentina). En esa medida es que abre una nueva situación porque ganó con un bastión, un gobierno nacional completo. Eso tiene efecto: a los tres días se le abre el impeachment –juicio político- a Dilma Rousseff en Brasil. No hay una casualidad teológica ahí. Es simple: se empoderaron allá (en Brasil) porque triunfaron acá (en Argentina); es lo que hace cualquier manifestación humana, sentirse fortalecido si tu socio triunfa. No es que Macri va ganando elecciones; es que las causas que ayudaron a Macri a ganar la elección están presentes en todos estos países y facilita la tarea a los opositores de derecha a ganar elecciones o a avanzar electoralmente.

¿Con qué acontecimiento comenzó lo que usted denomina “tendencia declinante de los gobiernos progresistas” hace cuatro años?

Con la primera caída del voto electoral del chavismo en Venezuela, cuando saca menos votos que la derecha opositora en las elecciones parlamentarias del año 2010: si bien gana más diputados por un fenómeno jurídico de circunscripción, consigue menos votos. Y lo que importa para una tendencia social es no perder votos, no ganar más diputados. El resultado es que con más diputados no se pudo evitar la derrota del domingo. Nada mejor para demostrar que lo importante es la señal de la sociedad, a dónde se dirige, a dónde no quiere ir o va. Y en 2010 la sociedad le dijo “atención, alerta, te voy a dar menos votos, acomoda las cosas o te daré muchos menos”. En Argentina, en 2011 por ejemplo, Cristina ganó con el 54 por ciento de los votos, pero el kirchnerismo perdió, porque cayó la masa de votantes. No importa si en proporción ganó, en cuatro años más –ahora- el kirchnerismo perdió, hay una relación causal entre una cosa y otra porque son construcciones, no es mala o buena suerte, lo que tú no construyes bien lo aprovecha el enemigo como grieta y por ahí entra. En Argentina, entró por varias grietas y menores en comparación con Venezuela, en donde entró por una gran grieta que es la comercial.

En cuanto a la grieta comercial en Venezuela, actualmente predomina el desabastecimiento y también un fuerte descontento social…

Es un desastre. Generó angustia. Es como cuando yo vine acá a Argentina en el año 1990, este país vivía angustiado porque remarcaban los precios a cada hora. En el 2001 y 2002, había angustia por hambre, por miseria extendida. Cuando una sociedad llega a niveles de angustia por cualquier causa -a veces la guerra- se producen esos fenómenos: o grandes migraciones como la de Medio Oriente a Europa, o caídas de gobiernos, o colapsos, grandes crisis por desplazamientos tectónicos electorales, eso es lo que ocurrió en Venezuela.

«Venezuela ha sido asediada, agredida y demonizada por la derecha local y por los enemigos del chavismo. Tras las elecciones eso se agudizará», afirmó Modesto Emilio Guerrero.

¿Cómo ve el futuro venezolano?

Venezuela ha sido asediada, agredida y demonizada por la derecha local y por los enemigos del chavismo. Tras las elecciones eso se agudizará. Les van a dar asesores, recursos, dinero –dice-. Además es gente que tiene plata; les falta inteligencia pero eso se lo van a dar desde afuera: la fundación Sintagma, Sophia y otras de acá de Argentina que asesoraron a Macri; se la va a dar también el Departamento de Estado, el diario El País y el Partido Popular de España, se la van a dar de todos lados para que ganen. En América Latina se incrustó un tipo de gobierno llamado bolivariano, que es un grave problema para la gobernabilidad imperialista. No pueden convivir. Tuvieron que convivir con Cuba más de medio siglo, pero Cuba es un pedacito de tierra, es una isla; en cambio, Venezuela es una potencia mundial petrolera y no pueden tolerar eso. Venezuela está a cuatro horas y diez minutos de la costa norteamericana para desembarcar petróleo sin ningún punto de conflicto bélico en el medio. El petróleo que viene del mundo árabe está a cuarenta y tres horas y tiene diecinueve puntos bélicos en el medio. Cada punto bélico implica un gigantesco seguro con riesgo de que le borren un barco y sea un desastre. Eso es lo que hace que Venezuela sea un Bocatto di Cardenale, una presa muy codiciada por el economía norteamericana. Fue así para ellos durante 60 años en los que fue su pozo petrolero, una factoría petrolera de Estados Unidos, la sociedad estaba ‘maiamizada’, la mayoría de la población pensaba, sentía, actuaba, vivía como en Miami porque había, además, capacidad de consumo y plata. Esa `maiamización` estupidizó a la sociedad pero también la hundió en la miseria. Entonces brotó el Caracazo en 1989, brotó la rebelión militar en 1992, y emergió el chavismo como solución histórica profunda. Pero esa solución quedó a mitad de camino, la otra mitad del camino no andada es la que está aprovechando la derecha para actuar.

¿Cuándo dejó de ser Venezuela “el pozo de Estados Unidos”?

Desde el año 2002. Hugo Chávez gobernó desde 1999 pero hasta 2002 no pudo devolver el control de PDVSA estatal (Petróleo de Venezuela SA) al gobierno. Es decir, era estatal pero estaba en manos de Estados Unidos, siendo estatal los gerentes eran de ellos. En el 2002, con el golpe de Estado, cuando sale la burguesía del gobierno por la derrota del golpe, Chávez renacionaliza la PDVSA y ocurrió algo muy bueno: el precio del petróleo se fue a 120 dólares, entonces fue el regalo de Dios para la economía venezolana. En 2003 hacen una huelga petrolera que fracasó y quedó toda la renta petrolera en manos del gobierno. Lo que busca ahora el imperialismo norteamericano es recapturar PDVSA para recapturar la renta petrolera.

¿Cree que Nicolás Maduro puede hacer algo para revertir la situación política, económica y social que está atravesando Venezuela?

Puede, pero otra cosa es si se atreve o quiere. O, si comprende. Hay base social para soportar una acción de Maduro radical que cambie la situación de la derrota actual y remonte la cuesta. Hay suficiente base social pero depende de que Maduro se ponga al frente. ¿Qué significaría eso? El 27 de octubre del año 2012, el ex presidente Hugo Chávez le propuso al Consejo de Ministros, dirigido por Maduro, que demuela, borre, destruya el Estado burocrático capitalista y construya sobre sus ruinas un Estado comunal. Lo comprendió muy tarde pero lo comprendió. Sin ese Estado comunal nos van a tragar vivos. Nos están tragando vivos ¿Por qué? Porque ese Estado democrático capitalista se está comiendo la economía venezolana. Por ejemplo: en abril 2013, Maduro, recién electo, designa a Edmée Betancourt, una mujer de mucha trayectoria revolucionaria y honesta, como nueva presidenta del Banco Central. Ella pide el estado de cuenta y aparece un hueco de 23 mil millones de dólares. Lo informa. El hueco era que la gerencia del Banco Central, dirigida por Nelson Merentes, un general bolivariano pero corrupto, derivó esa cantidad a la banca privada para que importe productos que luego generó acaparamiento. Descapitalizaron al Banco Central, que es la caja del Estado. La banca privada con eso hizo el gran negocio porque no paga nada: aspiraba a sacar al gobierno por elecciones, en octubre de 2013 comienza el acaparamiento en forma masiva, comienza el desabastecimiento programado. ¿Cómo lo financiaste? Con los 23 mil millones de dólares del Estado derivados a la banca privada más la plata de la banca privada de los capitalistas importadores.

  Y eso generó el descontento social…

 El descontento se acumuló en estos dos últimos años. El pueblo primero entendió que los enemigos son los comerciantes. Maduro metió presos como a 60. Cada uno estuvo preso un día, cinco días, ocho días. Salieron rápido porque no han cometido crimen pero hubo precios que aumentaron 700%. Los primeros meses el pueblo chavista comprendió que los enemigos comerciales del chavismo están desbarajustando la economía. En la segunda fase de meses siguió y se profundizó y el gobierno continuó con la misma explicación “los enemigos antichavistas comerciantes…”. Bien, y el planteo social fue: `¿Y qué has hecho para evitarlo?´ Las medidas correctivas de Maduro tardaron mucho en llegar, son dos años acumulados de crisis, colapso que terminó siendo de angustia. Las personas van al supermercado a comprar, algunos son chavistas y otros no, cuando entran al supermercado no entran como chavistas a comprar y cuando salen tampoco, pero cuando salen los dos tipos de consumidores odian al gobierno. Desaparecieron las toallas higiénicas para las mujeres. ¿Qué tiene que ver una toalla higiénica con la política? Crea angustia. ¿A quién? A la madre, a la joven, a la mujer, que en Venezuela es el factor termómetro de la Revolución Bolivariana. La Revolución Bolivariana se la montó la mujer madre, joven, soltera y es un factor clave. Y la mujer es la vanguardia en la derecha: María Corina Machado y Lilian Tintori. Ellas son un termómetro de la angustia. Bueno, ellos hicieron bien la tarea, nosotros no hicimos bien la tarea, no la hicimos completa.

¿Qué significa hacer  la tarea completa?

Expropiar los siete grandes emporios de importación privada que agarraron la yugular comercial del consumo, la apretaron y ganaron las parlamentarias. Porque no los vas a convencer, tienes que liquidarlos, sacarlos, expropiarlos, nacionalizarlos e implementar un control total del comercio exterior.

Periodistas y politólogos advierten sobre el avance de Estados Unidos en la región latinoamericana ¿qué consecuencias inmediatas y a largo plazo cree que tendrá?

Estoy de acuerdo con la visión pero es limitada, es superficial. Hay que ver el fenómeno por dentro. Claro que Estados Unidos hace eso pero ahí no termina el problema y la explicación, ahí comienza. Estados Unidos está aprovechando grietas de nuestros  gobiernos, incompletitudes de la gobernabilidad, de la política económica y de los planes sociales. Un ejemplo: en 2011 aparece en Argentina una frase muy bonita: “profundizar el modelo”. No se profundizó. Y como no se profundizó -y más bien fue al revés- el resultado era inevitable. La sociedad te da un cheque que parece en blanco pero no es en blanco. Haber dicho que la delincuencia es una sensación creada por los medios de comunicación, también dio como resultado que crezca la delincuencia. Porque si tú crees eso, no la combates. El resultado de decir que hay inflación de un dígito es que la gente no te cree, porque va al supermercado y ve que el sachet de leche vale tres veces más. Fueron perdiendo la credibilidad. Los Estados Unidos están queriendo dominar Venezuela desde el año 2002, pero no es la causa que conduce a esta derrota. Al no hacer la tarea completa le dejaste al fondo que se transforme en forma. Entonces hoy la derecha gana las elecciones parlamentarias porque se conformó un estado de angustia. No son buenas las derrotas, son las peores consejeras de la historia. Hay políticos que creen que no importan las derrotas porque “volveremos”. El “volveremos” sale caro. Yo no conozco a nadie que haya vuelto de una derrota igual, vuelven peor, con más defectos, condicionados. Porque el enemigo construyó en ese momento que estuviste derrotado.

Mauricio Macri definió en Argentina las políticas exteriores: recomponer relaciones con Estados Unidos, la Unión Europea, la Alianza del Pacífico y buscar aliados para expulsar a Venezuela del Mercosur, apelando a la cláusula democrática y haciendo foco en la detención de Leopoldo López. ¿Es posible la expulsión de Venezuela del Mercosur? ¿Qué piensa cuando se dice que Venezuela está viviendo una dictadura?

Si es una dictadura, es la dictadura más extraña de la historia de las dictaduras. Ha hecho 20 elecciones en 16 años. No existe ningún gobierno de América Latina que haya vivido esa cantidad de elecciones en ese lapso. El problema es que las ganó todas el chavismo, menos –ahora- dos. Si ellos hubieran ganado la mitad o más no habría problema, no habría dictadura, habría democracia porque ganan ellos. Qué dijo Lilian Tintori hace unos días en Paraguay, cuando la recibió el presidente Horacio Cartés, con honores de Estado: “En Venezuela hay sólo dos opciones, que gane la oposición, o que haya fraude”. Yo creo que de bruta dijo esto, el odio la llevó a hacer eso. Es muy difícil así, es una guerra civil política, es una guerra a muerte en términos de política, o ganan ellos o ganamos nosotros. Eso se construye, no es una frase. Ellos han construido su victoria, nosotros -o los gobiernos progresistas- no hemos sabido construir su defensa, no hemos blindado su democracia, su voto, su base social, su economía, su integración latinoamericana. Entonces, aparece Macri diciéndole al diario El País de España: “Yo estoy para desideologizar la región”. Él sabe que está aprovechando un momento de desideologización. La señora chavista y la antichavista que salen del supermercado sin encontrar productos se desideologizan, aunque en realidad se re ideologizan contra el gobierno de Maduro, pero a eso le llaman desideologizarse. “No me interesa la política, quiero comer, quiero consumir”, eso es ideología también. Si en Venezuela meten preso a alguien por incendiar una fiscalía, se dice que es una dictadura, pero yo quisiera ver a Macri si un kirchnerista embravecido, enfurecido y enloquecido se levanta en armas mañana, ¿no va a aplicar la ley? A Leopoldo López en Venezuela se le aplicó la ley, tuvo su juicio, tuvo su tiempo para la defensa. En Estados Unidos por un diez por ciento de lo que hizo Leopoldo López tendría cadena perpetua, en algunos estados hasta aplican la inyección letal. Se salvó de que es tan pro yanqui que no lo hizo en Estados Unidos, lo hizo en un país donde le dieron 14 años de prisión. Tuvo el privilegio de salir a votar ayer. Es una dictadura muy rara, una tiranía muy rara.

«Si en Venezuela hay una dictadura, es la dictadura más extraña de la historia de las dictaduras. Ha hecho 20 elecciones en 16 años».

¿Es posible la expulsión de Venezuela del Mercosur?

Primero, para excluirla del Mercosur Macri debe arreglar sus cuentas con los capitalistas que están en su gabinete, varios de ellos exportan a Venezuela. Y yo no creo que un capitalista ame más a Macri que a los millones de dólares que le vengan de Venezuela. Si eso ocurre, quiere decir que la humanidad empezó a darse vuelta. Macri tendrá que ajustar sus cuentas. Argentina vende a Venezuela 1.025 millones de dólares por año. Una parte de eso la venden los lecheros, los sojeros, astilleros, maquinarias agrícolas… ¿Los va a convencer de expulsarlos de Venezuela? Segundo problema, Brasil ya dijo que no va a apoyar eso, Ecuador y Bolivia no lo apoyarán seguro,  y Uruguay que si apoya eso, dijo que no puede porque no le conviene, porque es deudora de Venezuela. No va a poder expulsarla. Pero si pudiera hacerlo, Venezuela quedaría afectada en muy poco, porque le compra a Argentina, no le vende. Entonces simplemente haría la compra en otro lado. No veo peligro por el lado económico.

Después de diez años del “No al ALCA”, ¿qué queda?

Queda poco. En primera medida es responsabilidad de Estados Unidos que fue haciendo tratados de libre comercio bilaterales y trabajando conspirativamente en las economías de esos países que derrotaron al ALCA para recuperarlos. Pero en términos políticos o geopolíticos hay buena parte de responsabilidad de estos gobiernos que no hicieron la tarea tras la derrota del ALCA. Aunque la iniciaron creando UNASUR, ALBA, Petrocaribe, Banco del Sur, pero lo dejaron todo a la mitad al no blindar geopolíticamente a esos cinco países en plataformas productivas económicas integradas y plataformas políticas.

¿Por qué decís no hicieron la tarea?

Porque no la comprenden, porque esa tarea implica enfrentar a Estados Unidos. A EE.UU. lo quieren enfrentar solamente Bolivia, Venezuela y Ecuador, además de Cuba. Enfrentar no es la guerra, es desafiar. Brasil, Argentina, Uruguay no tienen eso en su cabeza, solo piensan en hacerse respetar y negociar. Eso no está mal pero no es suficiente para un imperio. A un imperio, lo arrodillas, lo obligas a que te respete o no te va a respetar. ¿Una prueba? Griesa. Todo lo que hizo Kirchner para reducir la deuda y resulta que Griesa viene y te liquida el país, la capacidad de deuda. Confiar en el enemigo es una torpe ilusión. Y esos tres gobiernos se guiaron por eso, creían que le iban a abrir el mercado, créditos, etc. Eso se lo van a hacer a Macri, no a Cristina que vivía enfrentando algunas cosas. Hay dos pruebas lapidarias: el Banco del Sur, tiene siete años creado con edificio en la city porteña y no abre las puertas; el Consejo Presidencial de Alto nivel Binacional, organismo que creó Chávez para asociarse y tomar decisiones de políticas públicas, se hizo con Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia y Cuba. Solo queda el Consejo con Cuba, los suspendieron todos en el año 2012, porque Chávez se enfermó. Es política pública de Estado, no de Chávez. ¿Has escuchado a Cristina Fernández de Kirchner defendiendo a Venezuela por lo que dice Macri?, ¿Escuchaste a Scioli? Se callaron la boca. Scioli dijo en campaña que se iba a reunir con los gobiernos progresistas de América Latina y no nombró a Maduro. Esa es una actitud de gobierno. Entonces, esos gobiernos se fueron dañando a sí mismos. No hay una sola reunión de presidentes de gobiernos progresistas después de que murió Chávez: Cristina creyó que ella sola podía porque su 54% era un caballo blanco, Maduro creía que por la sombra de Chávez y el pajarito bastaba para gobernar, Lula suponía que porque es el gran Lula, jefe de la séptima economía del mundo, Dilma iba a gobernar con el peso del PT. Hay 27 dirigentes del PT presos por corrupción, Dilma con el 9 por ciento de imagen positiva y el gobierno pendiendo de un hilo porque tiene juicio político. Yo no me alegro de eso, pero así les va. Es el costo de no comprender la tarea histórica que tenían hace diez años, en su mejor momento que fue la derrota del ALCA. Entonces hay razones imperialistas de los malos, razones internas de la geopolítica y las materias primas, razones de los enemigos internos en cada país. El problema es que no entendieron la tarea.