Las qataríes y la tutela masculina

Las qataríes y la tutela masculina

Comienza la Copa del Mundo en la Península Arábiga y las preguntas sobre el lugar y los derechos de las mujeres y minorías sobrevuelan al país musulmán. El peso del Corán y de las tradiciones.

Este mes comenzará la XXII edición de la Copa Mundial de Fútbol masculino en Qatar. Millones de personas de todo el mundo se trasladarán al país oriental para apoyar a su selección y, quizá muchos menos, se resistirán a ser parte del fervor global ante las denuncias de violaciones a los derechos humanos en el país anfitrión. Entre otras cuestiones, muchos ponen la lupa en la situación de las mujeres: ¿qué pasa con ellas? ¿Cómo viven? ¿Qué reglas deberán seguir las turistas occidentales?

Para comprender la situación de las mujeres en Qatar es necesario tener en cuenta su condición como país oriental y situarse históricamente. Qatar está ubicado en la subregión de los países del Golfo Pérsico, forma parte de las monarquías árabes, como Arabia Saudita. Cuenta con 2.8 millones de habitantes, entre los cuales solo 10% y 20% son ciudadanos qataríes, el resto se divide entre migrantes y trabajadores.

En el caso del islam, no hay un organismo central similar al Vaticano que establezca una única interpretación válida de los libros religiosos, sino que existe una multiplicidad de interpretaciones más o menos ortodoxas. “La religión funciona como ley, no es que haya una religión por sobre las leyes. La religión es la ley y todo lo que se legisla se hace a partir de una interpretación del libro sagrado: el Corán. Existen leyes, pero no está la diferencia que tenemos nosotros entre leyes civiles y leyes religiosas”, explica Mariela Cuadro, Doctora en Relaciones Internacionales y Coordinadora-investigadora del Departamento de Medio Oriente del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata.

La interpretación que hace el país anfitrión del Mundial sobre el Corán implica diferencias entre los derechos de hombres y las mujeres. En Qatar rige el sistema de “tutela masculina”, en marco de este sistema, las mujeres están ligadas a su tutor varón, habitualmente su padre o un hermano, abuelo o tío o, en caso de estar casadas, su esposo y necesitan de su permiso para poder realizar ciertas actividades. “Tal como postula el sistema, las mujeres necesitan el permiso de su tutor para tomar decisiones vitales claves como casarse, estudiar en el extranjero con becas públicas, trabajar en puestos del gobierno, viajar al extranjero hasta cierta edad y hasta recibir algunos servicios de salud reproductiva. Además, la legislación relativa a la familia discrimina a las mujeres al dificultarles el divorcio, y las mujeres divorciadas no pueden ejercer la tutela de sus hijos e hijas. Las mujeres en Qatar (y también, por ejemplo, en Arabia Saudí) siguen siendo discriminadas en la ley y en la práctica”, postula Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.

“Uno de los casos en que las mujeres no precisan permiso es para salir del país solas. Legalmente no lo precisan, pero en la práctica no sucede, a ninguna se le ocurre salir del país sola y en el aeropuerto les piden el permiso, pero no es algo legal. No hay una aplicación del gobierno que solicite el permiso para viajar sola. Ahí hay una especie de gris”, agrega Mariela Cuadro.

Este tipo de prácticas son muy comunes en Qatar, ciertas tradiciones, aunque no estén expresadas en la ley, siguen funcionando como ordenadoras de la vida en sociedad. “Las cuestión de diferencias entre los géneros está sostenida sobre la ley religiosa. Por supuesto, sobre una interpretación. En última instancia es un texto, un libro y las palabras se interpretan. Lo que hay son interpretaciones que son, por un lado, gubernamentales, pero después hay interpretaciones de las personas”, concluye Cuadro. Con respecto al voto, las mujeres gozan de este derecho desde 1999. Se vota por el Consejo Consultivo, que se encarga de asesorar al emir, aunque él tiene la posibilidad de no acatar lo que éste disponga.

La libertad de expresión en Qatar se encuentra limitada ya que no hay grandes empresas de medios que no estén vinculadas con el gobierno. No hay medios que intenten disputar el relato, por lo que es muy difícil que se denuncien estas cuestiones. Belski recuerda el caso de Mohammed al Aljami, un poeta que fue condenado por recitar un poema crítico al emir en 2012. “En Qatar existen leyes que imponen restricciones arbitrarias sobre la libertad de expresión, como la Ley de Imprenta y Publicación de 1979, y la Ley contra Delitos Cometidos a través de Tecnologías de la Información, de 2014”, explica la directora de Amnistía Internacional Argentina.

Una pregunta que suele surgir al observar la situación desde Occidente es si existen movimientos feministas que luchen por los derechos de las mujeres en Qatar. Si bien no hay unidad o un movimiento feminista consolidado se alzan voces individuales y aisladas de mujeres. Éstas denuncian las situaciones de opresión y buscan transformarlas.

Soledad Sosa vivió en Doha, la ciudad capital, por tres años. Se mudó por el trabajo de su marido. Durante su estancia fundó, junto a otras mujeres, Argentinas en Qatar, una comunidad para migrantes. En su tiempo viviendo en el país notó que las nuevas generaciones son más abiertas, estudian, trabajan y son profesionales. En cambio, de las mujeres mayores muchas no estudiaron y tampoco trabajan. Con respecto a la incertidumbre que hay por parte de las turistas occidentales que van a viajar por el Mundial comenta: “Hay mucho prejuicio con el mundo musulmán. No llega mucha información. Lo muestran como lo malo, peligroso, les hacen fama de terroristas. En el mes del mundial van a hacer la vista gorda porque Qatar quiere darle la bienvenida al mundo y que la gente quede alucinada con el país que formaron para que vuelvan. Una cosa es vivir como residente que te tenés que amoldar a la cultura y otra cosa es ir de turista al Mundial”.

En esta línea, los inmigrantes o turistas no están obligados a usar el manto de abaya o el thawb como las mujeres y los hombres qataríes. En el código de vestimenta se pide cubrirse las rodillas y los hombros. A su vez, el alcohol en la vía pública está prohibido, solo los hoteles internacionales tienen permitido venderlo y consumirlo, aunque debe ser puertas adentro.

“Yo allá hacia mi vida normal, iba al cine, al shopping, a tomar un café con amigas, manejaba. Existe Tinder, la droga, el alcohol, la prostitución. La diferencia es que es puertas para adentro, en la calle te tenés que comportar. Dentro de tu casa vos podés ser gay, lesbiana, pero no podés darte besos en la vía pública, estar de la mano o hacer el amor en la plaza. Infunden el miedo y ante el miedo o la vergüenza no lo hacés. A veces uno se cansa, porque nació en libertad y en democracia”, comenta Sosa.

En Qatar, la homosexualidad está prohibida por lo que una pareja gay o lesbiana no puede tener demostraciones cariñosas en la vía pública. Con respecto a ciertos límites culturales, la investigadora Cuadro remarca la importancia de respetarlos, como es el caso de los abrazos o el saludo con un beso que es una costumbre en Argentina. Esto en Qatar no se puede hacer porque pone en una situación de incomodidad al qatarí, ya que con el beso se atraviesa una intimidad personal a la que no están acostumbrados. “Hay que tener respeto con algunos límites. Los argentinos somos muy de abrazar, ellos se expresan mucho a través de la palabra, de la mirada, de los gestos, de hacerte sentir que sos importante sin necesidad de tocarte. Nosotros nos abrazamos para decir eso, ellos lo dicen de otra manera”, concluye Cuadro. Además, remarca que se debe ir con amabilidad, humildad y respeto hacia Qatar y sus costumbres, para poder garantizar una buena estadía y un momento celebratorio como es el Mundial.

IV Marcha del Orgullo Transvillero

IV Marcha del Orgullo Transvillero

Las calles de la Villa 31 se llenaron de glitter y banderas multicolor para reivindicar el derecho a la identidad travesti-trans.

El último sábado se llevó a cabo la IV Marcha del Orgullo Transvillera, impulsada por Marea Feminismo Popular, una organización que enarbola la libertad como el valor principal bajo el lema “la identidad es un derecho y debemos llevarlo como bandera”. 

El punto de encuentro era el Banco Santander de Retiro, a las dos y media. Cerquita estaba la Peluquería “Sophie”, donde una banda tocaba cumbia de antes, reversionada con temas de la actualidad. Todxs cantaban y reían al compás de la música.

Globos de muchos colores decoraban la escena, los balcones de las casas aledañas lucían adornados con las banderas del orgullo LGBTQI+. Se vivía un ambiente de festejo y se respiraba felicidad. El calor era sofocante, se vendían bebidas y cerveza bien helada.

La caravana partió desde la calle Tres de Diciembre, ubicada en la Manzana 12 de la Villa 31, hacia Ulla Ulla. Comenzaron el viaje organizaciones como Barrios de pie, MTL villa 31 y AHF Argentina (la organización más grande a nivel global que trabaja en prevención, detección y tratamiento de VIH y sida para todas las personas sin importar su capacidad de pago). 

El incipiente verano invitaba a todos a moverse al ritmo de las cumbias que escuchaban de fondo, llegó una carroza ornamental que dio inicio a la marcha. Ninxs, adultxs y ancianxs acompañaron el recorrido por el Barrio Mujica. 

Las miradas de lxs vecinos dejaban entrever respuestas positivas y negativas del reclamo. Caras de asco, indignación, sorpresa; otras de alegría, orgullo, satisfacción; incertidumbre, vergüenza. 

Las chicas flameaban su bandera con orgullo y pasión, como diciendo «acá estamos, y no vamos a callarnos más». La pelea continua día a día, los prejuicios siguen latentes en cada esquina, solo queda mirar para delante y seguir. “Nadie puede decirte cómo vestirte o como ser, ya no estamos para calabozos ni castraciones. Vinimos a vivir y disfrutar cada aspecto que tiene la vida”, dice una de las manifestantes. 

Se reclamaban derechos, se exigía libertad: de expresarse libremente, de vivir como cada unx quiera. Pedían reconocimiento, no ser invisibles para la sociedad. A medida que iba sumando kilómetros, el clima se tornaba más emocionante, se transmitía esperanza, amor por la camiseta de cada agrupación. La carroza llevaba el brillo que merecía ese día, el glitter en el rostro de cada una de las compañeras alumbraba las calles. Ya no había miedo, jamás lo hubo, se taparon los prejuicios y se cantaba cada vez más fuerte las canciones que sonaban en los parlantes. 

Un día para el recuerdo.

El próximo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disedencias será en Bariloche en solidaridad con las mapuches reprimidas y detenidas

El próximo Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disedencias será en Bariloche en solidaridad con las mapuches reprimidas y detenidas

La ciudad patagónica ganó la votación en el Encuentro de San Luis. También se habían postulado Córdoba, Jujuy y CABA.

Este domingo, en el marco del 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries, más de 100 mil personas desbordaron las calles de San Luis en una marcha masiva. Entre todos los reclamos, se alzaron las voces por la aparición de  Guadalupe y Tehuel y justicia por Florencia Magalí Morales.

Encolumnada en más de 30 cuadras, la marcha trazó un recorrido de siete kilómetros por la ciudad de San Luis, partiendo desde el Parque de la Cerámica hacia Parque IV Centenario. Bajo la luna llena, pasando por edificios vallados de la Jefatura Central de Policía y la Iglesia Catedral, familias de víctimas de femicidio puntanas, mujeres indígenas, organizaciones sociales y sindicales y partidos políticos se manifestaron hasta desconcentrar a la madrugada en la peña plurinacional como cierre la jornada.

Se escuchó fuerte el reclamo por la aparición de Guadalupe Lucero, niña desaparecida en junio de 2021 en la provincia de San Luis, el pedido de justicia para Florencia Magalí Morales, muerta en abril de 2020 en una comisaría de Santa Rosa del Conlara, en el interior de la provincia, la pregunta por la aparición de Tehuel de La Torre, joven trans desaparecido el año pasado, la insistencia por la libertad de las siete mujeres mapuches detenidas el martes y para otras presas políticas y la solidarización con la lucha de las mujeres iraníes.

El lunes a partir de las 9, la multitud se acercó al acto de cierre para la lectura de las conclusiones de los 105 talleres y la votación de la próxima sede del 36º Encuentro. Las provincias candidatas eran Córdoba, Jujuy, Río Negro, y Ciudad de Buenos Aires, y cada una dio sus argumentos.

La provincia de Río Negro destacó debido a los incidentes ocurridos el martes pasado en Villa Mascardi, donde siete mujeres mapuches fueron detenidas en un allanamiento sin indagación previa ni explicación de los delitos de los que se las acusaba. Cuatro de ellas (Martha Luciana Jaramillo, Betiana Colhuan, María Celeste Ardaiz Guenumil, Romina Rosas) recibieron la domiciliaria este sábado, una por estar embarazada de 40 semanas y las demás por su condición de madres. Las otras tres, (Andrea Despo, Florencia Melo y Débora Vera) que habían sido trasladadas al penal de Ezeiza, retornaron a Bariloche por decisión de la jueza que las acusa de “haber turbado la posesión” de tierras situadas en Villa Mascardi, que son reclamadas hace años por los pueblos originarios como territorios ancestrales. Los hechos llevaron a la renuncia de Elizabeth Gómez Alcorta, titular del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.

Por eso y en solidaridad con la causa, el voto popular decidió que la próxima sede del Encuentro será en Bariloche.

Comienza el Encuentro Plurinacional de Mujeres y disidencias

Comienza el Encuentro Plurinacional de Mujeres y disidencias

Después de la pandemia, a tres años de la votación en La Plata, cuando se decidió reconocer las diferentes identidades y naciones y unirlas en la misma lucha, tendrá lugar en San Luis el primer Encuentro explícitamente inclusivo.. También será la primera vez que habrá otro encuentro, el tradicional y ahora minoritario, que se realizará también en San Luis, dos semanas después.


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El 8, 9 y 10 de octubre, en la ciudad de San Luis desembarcará el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres Lesbianas, Trans, Travestis, Intersexuales, Bisexuales y No Binaries en Territorio Huarpe, Comechingón y Ranquel. 

Este largo nombre es el producto de una disputa cultural y discursiva de hace años. No se trata solo de un cambio de título, sino que refleja, con la mención de cada identidad y la ampliación de lo nacional, una reparación histórica y política que busca la unión de las diversas cosmovisiones, culturas e identidades feministas y transfeministas en una lucha “anticolonial, anticapitalista y antipatriarcal”. 

Además de una reivindicación socio-cultural e histórico-política, el encuentro hace circular la economía de cada ciudad que es elegida como sede. Para octubre se esperan más de 100 mil personas -las que se sienten representadas en aquel largo título- de todos los rincones del país. La titular de la Secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad de San Luis, Ayelén Mazzina, afirmó durante una conferencia de prensa que a partir del Encuentro se estima “una inyección económica superior a los 2.000 millones de pesos”, en rubros como alojamiento, gastronomía, transporte, entre otros.

Sin embargo, no toda la ciudad abraza a les encuentreres con el mismo gusto. Las iglesias, parroquias y catedrales puntanas están tomando medidas de seguridad, cerraron sus puertas y montaron guardias desconfiando de posibles ataques. En un documento dirigido al Ministerio de Seguridad y al de Gobierno, Justicia y Culto, la Asociación Pastoral de San Luis rogó que garanticen “la paz y la seguridad de los ciudadanos y sus bienes”, asignándoles “la responsabilidad de civil y penal de realizar el resguardo de los templos de la Iglesia Evangélica y sobre todo integridad física de los pastores y de los miembros de la comunidad cristiana”.

La historia de los encuentros comienza en 1986 con las primeras mil mujeres que se reunieron en Buenos Aires bajo el nombre de “Encuentro Nacional de Mujeres”. Con la nueva ola de feminismo que estalló en Argentina a partir de 2015 todo comenzó a replantearse y con ello la cuestión de las identidades. La premisa clave de esos años fue “lo que no se nombra no existe” y con esta bandera muchos grupos del feminismo y transfeminismo comenzaron a debatir sobre los límites excluyentes del nombre del encuentro como algo “nacional” y de “mujeres”. 

En 2019 las aguas ya se estaban dividiendo. Ese año, en el 34º Encuentro realizado en La Plata, el más masivo de su historia, el debate sobre la identidad -ya planteado anteriormente en los encuentros anteriores de Chaco en 2017 y en Trelew en 2018- proliferaba en todos los talleres. Tras la lectura de sus conclusiones en el acto de cierre, se definió que a partir de ese momento el encuentro sería plurinacional y haría mención de cada una de las identidades disidentes sexuales que lo integran. 

Había solo un sector minoritario que se oponía a esta reforma e insistía con volver al viejo título -desterrado por su exclusión- de “Encuentro Nacional de Mujeres”. Este está encabezado por la campana del feminismo conservador y del PCR (Partido Comunista Revolucionario) que conciben al movimiento sin la integración de personas trans y otras disidencia por no considerarlas como mujeres. En las sucesivas asambleas este grupo insistió con su reclamo, pero no logró el número suficiente para tomar posición como minoría.

Es así que, por primera vez en su historia, se organizarán dos encuentros. En octubre el inclusivo y plurinacional, realizado de forma autónoma, independiente y autogestionado, y en noviembre el nacional únicamente de mujeres, encabezado por el PCR y el feminismo conservador, los días 19, 20 y 21, también en la ciudad de San Luis. 

El encuentro inclusivo de este año abrirá con una ceremonia ancestral y contará con 105 talleres organizados en 15 ejes de trabajo como “Identidades y sexualidades”, “Territorios”, “Activismos y organización”, “Derechos Humanos y acceso a la justicia”, “Coyuntura geopolítica y económica”, entre otros. Durante el fin de semana se realizarán dos marchas. Una el sábado contra los travesticidios y transfemicidios y la otra el domingo, la marcha 35° del encuentro. La noche del domingo culminará con el clásico festejo de la peña pluridisidente y el lunes por la mañana se celebrará el acto de cierre donde será elegida la próxima sede y se hará lectura de las conclusiones de los talleres.

Cuando el Poder Judicial abusa

Cuando el Poder Judicial abusa

Se estrena «Algo Incorrecto», una película basada en el abuso sexual infantil perpetrado por un camarista federal. El papel de las hijas del juez en el esclarecimiento del caso y las complicidades del poder.

Inspirada en hechos reales, con la dirección de Susana Nieri, llega a los cines la película nacional que denuncia el abuso sexual en las infancias, protagonizada por Eleonora Wexler y César Bordón. Mar del Plata es la ciudad donde el silencio y la complicidad recorren las calles. En 2005, Rosario y Victoria no se conocen, pero ambas deciden volver. La primera es psiquiatra, recién separada, y necesita la ayuda de sus padres con la crianza de sus dos hijas. Mientras que Victoria, trabajadora social, regresa para hacer justicia por su hermana denunciando a un reconocido juez por abuso sexual infantil.

Jurame que no vas a creer”, le dice el excamarista a su hija. Y Rosario jura. Pero no es la única, el Poder Judicial dictamina que el delito prescribió. Sin embargo, frente a la injusticia, la necesidad de reparación insiste. Años después, Victoria vuelve a abrir la causa, pero necesita un testigo ocular de los testimonios, mientras Rosario recuerda cómo sus amiguitas de la infancia dejaban de ir a sus cumpleaños. Al calor del Encuentro Nacional de Mujeres en 2015, las historias de estas dos mujeres se cruzarán.

“Esta película es una pequeña muestra de que la realidad supera a la ficción ampliamente”, comenta la directora, Susana Nieri. En 2004 se denunció por abuso sexual infantil a Edmundo O’Neill, un reconocido camarista de Mar del Plata. “Yo sé que he hecho algo incorrecto pero no siento culpa”, fue lo que dijo en su declaración el acusado. A partir de la causa, las hijas del juez comenzaron a relocalizar a sus amigas de la infancia, confirmando las sospechas y convocándolas a contar sus historias ante la justicia. Es así que 12 mujeres testificaron, pero se estima que fueron un total de 35 sobrevivientes entre vecinas, sobrinas y amigas que visitaban la casa.

“Yo lo dije en el momento, lo conté, y este tipo nunca más volvió a mi casa y tampoco se habló del tema”, dijo Julia Augé, una de las sobrevivientes, y agrega: “En el cuerpo te queda la sensación de si te creyeron, o no, porque nadie te vuelve a preguntar”. Luego de enterarse de la denuncia inicial, dio su testimonio al fiscal sobre lo ocurrido en Ayacucho, pueblo del que era oriunda la esposa del juez y frecuentaba la familia O’Neill. “Era notorio lo que hacía. Las primas y parientes de la familia de la mujer contaban que se cuidaban entre ellas. Cuando llegaba al pueblo, escapaban por los patios para no estar cerca de él”, señala Julia.

Luego de dos años de investigación, en 2006, las autoridades a cargo entendieron que la causa había prescripto por el tiempo entre la denuncia y los hechos. Si bien aparecieron más acusaciones luego del escrache que se realizó en 2013,  cuando el juez intentó presentar su libro en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, O’Neill pasó sus años en libertad. Su coartada resultó fundamental para morir en 2016 sin juicio ni condena. Augé indica: “No entraba en el horizonte de posibilidades de los adultos: ‘¿Cómo un juez va a hacer esto?’ Y también algo de no querer ver, no querer hacerse cargo. Hoy algo de la impunidad de estos tipos se horadó, pero si los adultos que sufrieron abuso sexual hablan, el cerco se va achicando. La práctica no es tan fácil cuando queda visible, se puede sostener porque es en la intimidad, en la oscuridad, en el silencio y en la amenaza. El poder se ve restringido en la medida que hay más visibilidad de que esto existe y es un delito. Esto estuvo habilitado por gente que miró para otro lado, instituciones que silencian y medios de comunicación que blindan”, manifiesta Nieri y agrega: “La película invita a ver la trama de complicidades porque hay abuso sexual, pero también de poder”.

Los feminismos convocan a una ética del respeto, el cuidado y el amor donde la denuncia converge con la perspectiva de género que posibilita otra forma de construir relatos y transformar el mundo. Desde ese lugar, la directora propone otra forma de contar a través de las sutilezas que visibilizan una red de impunidad sin revictimizar. “La teoría feminista la incorporo para que me ayude a pensar. Nos va formando y ayuda a quienes contamos historias a tener esta mirada atenta, a construir desde ese lugar de denuncia y cuidado”, menciona Nieri y reflexiona: “Es importante contar estas historias porque queremos un mundo mejor para todas, todos y todes. Cuando una toma esa decisión de hablar de estos temas, trata un poco de sanar ese dolor que cargamos como género. Me siento comprometida a tratar de aportar desde donde yo pueda para que nos transformemos en otra humanidad donde podamos vivir libres de todo tipo de violencia, las mujeres, las disidencias y los varones. La película abre una puertita por donde se cuela todo ese dolor que venimos soportando a lo largo de todos estos años. Hay un dolor antiguo porque nos han matado, nos han violado, nos han abusado, nos han desestimado, nos han deslegitimado y nos han silenciado históricamente”.

Algo Incorrecto indaga sobre cuáles son las formas de reparación, verdad y justicia, homenajea a las militancias y materializa el silencio haciendo de lo personal algo político.  La película ya se encuentra en cines como el Espacio Gaumont, Cinemark Palermo y Hoys Abasto, entre otros.