La represión de Morales no cesa en Jujuy

La represión de Morales no cesa en Jujuy

Dos personas perdieron un ojo, cientos de militantes con causas judiciales y docentes con descuentos exorbitantes por participar de las huelgas son los mecanismos que utiliza el gobernador para desalentar las protestas que continúan. Ahora también criminaliza a la UBA.

Gerardo Morales y la provincia de Jujuy continúan siendo protagonistas. El 6 de julio el gobernador y precandidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio pidió condenas de 25 años y sanciones millonarias a quienes participaron de la movilización en la capital jujeña el 20 de junio pasado. Apuntó contra Milagro Sala y a quienes considera adversarios entre el amplio espectro de opositores. La abogada Alejandra Cejas, quien está haciéndose cargo de unas doce imputaciones, señala la actitud arbitraria de las acusaciones. El conflicto en la provincia comprende distintas aristas, se extiende al sector educativo y a las comunidades indígenas, perjudicadas por los magros salarios que su gobierno se niega a aumentar y su accionar represivo y vengativo.

La tensión en Jujuy no da respiro, la cantidad de consultas por Habeas Corpus se incrementa y todos pueden ser considerados sospechosos, según dice a ANCCOM la abogada Cejas. Lo sucedido hace unas semanas en la Legislatura dio lugar a más de noventa imputaciones que continúan notificándose y que representan multas millonarias. “Han escrachado en los medios a personas que no tienen absolutamente nada que ver: personas con discapacidad, de tercera edad, en situación de calle, periodistas, turistas de Buenos Aires”, dice la abogada y señala que el blindaje mediático que tiene Morales permite que nadie lo cuestione.

Sin pruebas directas a las cuales acceder, la abogada plantea que aún no puede decidir cómo será la defensa. En este sentido, recalca que son imputaciones vagas, generales y parte del supuesto de que son “al voleo, para justificar una situación de hecho que se trata de un escenario armado por el propio Gerardo Morales”. Cabe señalar, dice Cejas, que “ese 20 de junio cuando se votó la nueva constitución, a espaldas del pueblo jujeño, los únicos que estaban al tanto de la jura eran los militantes radicales y la policía, no había una noticia oficial. Los constituyentes entraron y salieron en clandestinidad. Había en las afueras de la Legislatura contenedores con piedras y policías de civil”. La única convocatoria programada era para las seis de la tarde en el Teatro Mitre, cuando los manifestantes se enteraron de lo que estaba sucediendo puertas dentro de la Legislatura se dio la situación ya conocida. En su opinión, se trató de un escenario montado por el propio gobierno.

La universidad, el nuevo enemigo

En este contexto, Morales no se privó de atacar y culpabilizar a la Universidad de Buenos Aires. “Son gente de afuera. A los de la Universidad de Buenos Aires que están a cargo de Tilcara les hice una presentación, si no me contestan los vamos a expropiar, la mayoría de sus empleados son los que incentivan los cortes, sabemos quiénes son porque ponían las camionetas de la universidad, son tremendos”, dijo al Canal 7 de la TV local al referirse, en realidad, a uno de sus métodos durante la represión, que es el uso de vehículos de empresarios beneficiados con negocios con su estado provincial. “Todos esos cometieron delitos y van a tener condenas, van a tener problemas porque le han hecho imposible la vida al pueblo jujeño”, agregó, en un nuevo ejemplo de cómo pretende detentar la suma del poder público.

Con relación a las maestras y maestros de la provincia, Andrés García, Prosecretario gremial del Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior (CEDEMS), dijo a ANCCOM que “se está viviendo una lucha histórica, un punto de inflexión en el conflicto porque el gobierno viene atacando con descuentos brutales e injustos por ejercer el legítimo derecho a huelga en una provincia donde los salarios están por el piso, entre los más bajos de todo el país”. Al difundir sus recibos de sueldo, los y las docentes evidenciaron que les quitaron entre 80 y 200 mil pesos de sus haberes.

Con grandes movilizaciones, un acampe frente al Ministerio de Educación en San Salvador y un paro de cinco semanas consecutivas, García señala que el gobierno intenta quebrar por hambre la lucha y reclama un paro nacional docente: “Es imperioso que se extienda la solidaridad comenzando por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) que ya tendría que estar convocando a un paro nacional. Este jueves habrá paritarias y van a estar los demás gremios docentes, el primer punto a discutir es que se reintegre lo descontado para poder avanzar con cualquier otra discusión”.   

Por otra parte, el violento accionar policial continúa generando situaciones dramáticas para las comunidades indígenas que no dejan de reclamar por sus derechos. Dos jóvenes, Misael Lamas de Purmamarca y Jorge Rodríguez de San Salvador, han sufrido la pérdida de un ojo producto de perdigones disparados hacia sus caras y frente a esto los integrantes del Tercer Malón de la Paz escribieron una carta abierta al gobernador de la provincia: “El gobierno dice que el camino no es la violencia. Sin embargo, las piedras, los perdigones, las balas de goma, los gases lacrimógenos apuntados directo a la cabeza y a corta distancia son hacia nosotros”. Publicada el sábado pasado, reclaman al gobernador Morales que en ocho años de gestión no hubo voluntad de entregar los títulos de propiedad comunitaria, a pesar de los pedidos existentes.

El Diario Abra Pampa difundió un angustioso episodio vivido por un niño de nueve años con la policía. Fue interrogado en pleno centro de esa localidad, en ausencia de su madre quien lo estaba buscando. Le preguntaron si él era uno de los que había participado del Malón y luego lo dejaron irse. “Desde el viernes me siento perseguida por la policía, pertenezco a la comunidad que está siendo también perseguida. Nos cuidamos entre vecinos” dije Mónica, mamá del niño, a ese medio sin dar más detalles sobre su vivienda e identidad.

Mientras Morales tiene la visión puesta en su precandidatura a vicepresidente de la Nación, los jujeño y las jujeñas siguen en pie de lucha pero sufriendo y enfrentándose a situaciones adversas que parecen no tener un final cercano. “Se están viviendo días muy tristes, se está avanzando sobre las libertades constitucionales”, concluye la abogada Alejandra Cejas.

Los incendios que no son tapa

Los incendios que no son tapa

Mientras los incendios en el Delta de Paraná ocupaban los titulares de los principales medios, los estragos por el fuego en La Pampa quedaron en el olvido. En las últimas décadas, la sequía y la intromisión humana en el ecosistema generaron un desierto artificial propenso a arder, pero no a ser problematizado. ¿Qué tiene que ver con el fuego el conflicto con Mendoza por el río Atuel?

La regular invasión de humo en la capital porteña abre y reabre hace años en los principales medios de comunicación y redes sociales el debate sobre el control de los incendios. El estado de alerta en torno al cambio climático y sus efectos son discusiones de extensa repercusión e importancia en nuestros días. Sin embargo, existen zonas de la Argentina donde, debido a su escasa población y poco interés económico, el fuego genera menos urgencia. Por ejemplo, en el 2022 hubo 82.000 hectáreas afectadas por el fuego en el Departamento Chalileo, provincia de La Pampa. Ese mismo año en el Delta del Paraná se quemaron unas 110.000 hectáreas: ambos fueron incendios de gran tamaño, pero, mientras los del delta aparecían en todos los medios, sólo los portales locales se encargaron de relevar algo de información sobre el caso pampeano.

La provincia de La Pampa es un claro ejemplo de invisibilización de problemáticas medioambientales a nivel nacional pese a que se posiciona en los primeros puestos del ranking de hectáreas quemadas en nuestro país. La crisis ambiental por las altas temperaturas se suma a la intervención del ser humano; el interés económico supera al cuidado de la vida silvestre y hace que el oeste pampeano sea un desierto artificial propenso a arder. Pero, si esto es sabido, ¿por qué no se hace nada? ¿Hay algo por hacer? La Pampa reconoce la problemática ambiental y, desde su provincialización a mediados del siglo XX, ha reclamado ante la justicia los derechos fluviales de la principal fuente de agua en la zona, el Río Atuel, actualmente a manos de Mendoza.

Contexto histórico

El oeste de la región pampeana, ubicada en una zona semiárida, ha experimentado profundos cambios medioambientales desde mediados de la década del cuarenta. Esto se debe a transformaciones significativas en el entorno debido a la interrupción permanente del río Atuel en el territorio pampeano resultado de dos elementos clave. Por un lado, la explotación intensiva en Mendoza para establecer y fortalecer la región fructífera de San Rafael y General Alvear. Por el otro, la presa Los Nihuiles que desde 1948 desabastece los cauces del río que ingresaba por el noroeste de la provincia de La Pampa. Como consecuencia, la población local se vio obligada a emigrar, lo que ocasionó un progresivo abandono del territorio. Esta situación ha llevado a un reclamo firme por parte de La Pampa, ya constituida como provincia a partir de 1951.

Sin embargo, la fauna y flora silvestre no pudieron mudarse y, bajo la amenaza del fuego y la sequía, permanecen como pueden en territorios cada vez más acotados y hostiles. Por estas razones, y por el avance de la frontera agraria, poblaciones de animales terrestres fueron desplazándose a territorios alejados de lo que fue su hábitat natural. Por su parte, la población de aves disminuyó, lo que representa una pérdida de riqueza natural enorme debido a la importancia internacional del humedal pampeano. 

El conflicto socio-ambiental ha atravesado diferentes etapas que incluyen dos demandas presentadas por La Pampa ante el máximo tribunal de Argentina en 1978 y en 2017. En ambos casos, los fallos han resultado a favor de La Pampa, aunque no generaron cambios en la situación hídrica. Mendoza sostiene que no cuenta con la disponibilidad de agua requerida; sin embargo, en años recientes se ha comenzado a implementar fracking en Malargüe que demanda volúmenes considerables de agua. Esta situación contradice, en cierta medida, la postura adoptada y lleva a pensar que existen otras prioridades por parte de Mendoza.

Hablar de la situación de los incendios y, en especial del Atuel, “excede lo que es meramente hídrico: abarca también lo que es socioambiental”, aclara en conversación con ANCCOM la geógrafa María Laura Langhoff. “En Mendoza hay intereses muy fuertes de acaparar el agua para otros usos y negársela a los mismos productores-regantes. Se está impulsando desde el sector de la minería y el sector hidrocarburífero proyectos como el de Cerro Amarillo, en la cuenca alta del Atuel, para extraer metales como cobre y oro” cuenta Langhoff. De esta manera, las respuestas evasivas del gobierno mendocino se entrelazan de forma sospechosa con intereses privados. 

En palabras de Langhoff, a nivel discursivo, el Atuel se convirtió en “el río que tapó el tema del agua”, ya que, según la especialista, “el reclamo no puede ser el mismo de hace 50, 60 o 70 años porque son otros actores los que intervienen, es algo más complejo”. La centralización de la demanda por los derechos del Atuel por parte de La Pampa condicionó la discusión por el correcto uso del agua ya que éste no es el único caso de interrupciones humanas de ríos en la zona.

Proyectos mineros en la zona de Malargue, Mendoza.  

Problemática política y territorial

Mendoza es una de las provincias más importantes en cuanto a influencia política y económica de la zona. El turismo, el vino y los deportes de montaña son los principales atractivos de una provincia cuyo principal ingreso se da por el aprovechamiento de los caudales de agua retenidos y la explotación de sus recursos naturales. Sus casi dos millones de habitantes superan por gran diferencia los 366.022 habitantes de La Pampa, actualmente concentrados en el este de la provincia. 

Los puesteros del oeste y los pequeños pueblos aislados en la árida región no parecieran ser lo suficientemente relevantes o políticamente influyentes como para aparecer en las discusiones cuando se habla de las víctimas del fuego a nivel nacional. “En un año que hubo incendios en casi toda la provincia de La Pampa, allá cerquita del pueblo mío, murió un concejal apagando el incendio; después murieron siete vecinos del campo de mi padre” cuenta Ariel Hugo “Alpataco” Vasquez, poeta oriundo de la comunidad puestera del oeste pampeano.

“La ayuda de los vecinos, de los puesteros, no solamente es necesaria para apagar los incendios sino para lo que viene después: luchar con los animales, con el poquito campo que ha quedado sin quemarse”, resume Vazquez. “Todo aquello que era tan verde, próspero y fértil dejó de ser, pasó a ser lo contrario, se transformó en un desierto. Creo que es el desierto producido por el hombre más grande del mundo, del tamaño de Bélgica”, reflexiona Alpataco. “Ha sido un cambio de ciento ochenta grados para los pobladores, para los puesteros de esos lugares que no solamente están sufriendo la sequía. Para peor que cada 4 o 5 años les largan de golpe el agua sin avisar y le vuelven a quitar los puestos y a matar los animales”. Muchos lugareños ven sus chozas afectadas por las crecidas repentinas, cuando, rara vez, Mendoza abre las compuertas del Atuel y lo deja correr por un período corto de tiempo. “Es como si fuera una provocación que nos hacen. A ciento cincuenta kilómetros al norte está la capital de rafting y nosotros ahí tragando polvo, arena”, concluye “Alpataco”.

Mientras las discusiones políticas siguen, cientos de familias pampeanas continúan abandonando el oeste. Si la falta de respuestas por los gobiernos provinciales y la idea de polos opuestos se sostiene es de estimar que la migración se convierta en una constante. De esta manera, en cuanto a las víctimas del fuego, la tendencia natural es que ya no quedará quién sufra de los incendios y la invisibilización habrá terminado (salvo, por supuesto, si no tomamos en cuenta al ecosistema y el legado cultural de la zona).

El vaciamiento territorial, la invisibilización de la problemática a nivel nacional y discurso combativo del gobierno pampeano ocasionaron un antagonismo que dificulta las posibles soluciones entre sectores provinciales. Los reclamos por el agua y la situación estructural de los incendios siguen hoy día sin respuesta y a no ser que condiciones extraordinarias ayuden, es de estimar que el panorama se mantendrá como a lo largo de estas más de siete décadas.

Chaco es la provincia con la mayor tasa de femicidios

Chaco es la provincia con la mayor tasa de femicidios

El asesinato de Cecilia Strzyzowski puso en agenda nacional el problema de la violencia de género en la provincia norteña. Según el Observatorio de Mumalá este año ya mataron a 1,7 mujeres cada cien mil, la proporción más alta del país.

Desde 2020 que Chaco ocupa los primeros lugares en las estadísticas de femicidios en la Argentina. El caso de Cecilia Strzyzowski , -presuntamente asesinada por su pareja César Sena con complicidad con sus padres -Emerenciano Sena y Marcela Acuña-, originó el levantamiento masivo de la sociedad civil junto con el acompañamiento de los medios de comunicación y organizaciones feministas, evidenciando la problemática de la violencia de género en la provincia.  Según el último informe del Observatorio Nacional de Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), denominado “Mujeres, Disidencias, Derechos”, desde el 1 de enero al 29 de junio del 2023 se registraron trece femicidios, ocho directos, cinco vinculados y un suicidio femicida. “Somos la provincia con la tasa de femicidios más altas del país, con 1,7 cada 100.000 mujeres”, expresa a ANCCOM Paula Ojeda,  la Coordinadora de MuMaLá Chaco.

MuMaLá nacional es una organización feminista, autoproclamada popular, porque surgió “al calor de la lucha y resistencia a las violencias de las políticas neoliberales con las compañeras piqueteras de Barrios de Pie”. Se define como “federal” porque tiene sedes con presencia en veinte provincias del país, y “disidente”, porque defiende los derechos LGBTIQ (Lesbianas, Gays, Bisexual, Trans, Travestis, Intersexual, Queer). Además, cuenta con un Observatorio Nacional llamado “MuMaLá Mujeres, Disidencias, Derechos” que ya cuenta con más de cinco años de producción de datos y estadísticas sobre femicidios, suicidios femicidios vinculados y trans-travesticidios. Por lo tanto, las altas tasas actuales no parece sorprenderle a  Ojeda, coordinadora de la sede chaqueña MuMaLá . “Es lamentable decirlo pero no nos sorprende. Lo que sí, la altura del año en la que estamos y que ya tenemos este índice tan alto. Generalmente, es más cerca de fin de año cuando ingresamos a este ranking nefasto. Sucede hace un buen tiempo ya, es triste pero lo estamos esperando”, afirma.

Gloria Romero, la madre de Cecilia Strzyzowski, en una marcha realizada en Resistencia para exigir justicia.

Todos los meses, el Observatorio lanza un informe con datos recabados principalmente desde el seguimiento de casos que brindan los medios de comunicación. “Es un trabajo federal muy a pulmón con nuestras compañeras, revisando las noticias que salen de nuestros país”, afirma Ojeda

En este sentido, ya para 2022 el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA) había registrado a Chaco, después de Tierra del Fuego, como la segunda provincia con la tasa de femicidios más altas en el país, situación que se viene repitiendo desde  2020 según los informes disponibles. Para Ojeda, estos números en las estadísticas están ligados al abordaje de la temática y su aplicación por parte del sistema judicial y policial. “Constantemente estamos diciendo que sin políticas públicas los femicidios no van a mermar. Acá tenemos mucha política pública para erradicar y sancionar la violencia de género pero a la hora de que se apliquen en el territorio es donde está la falla. Todo tiene que ver con que el accionar de la Justicia y la policía es muy lento”, afirma.

La desaparición y el presunto femicidio de Cecilia que “está conmoviendo a la sociedad y al país entero”, causó una reacción “más rápida de la Justicia, pero está totalmente relacionado con la visibilidad que se les dio desde los medios de comunicación de la provincia en primer lugar y a nivel nacional en segundo lugar”, aclara Ojeda y agrega: “También al acompañamiento  de movimientos feministas y a la indignación que generó en la sociedad que hizo que salgan a las calles a pedir esclarecimiento. Eso también hizo que la justicia actuó un poco más rápido”,  agrega.

La última vez que se registró con vida a Cecilia Strzyzowski fue el 2 de junio pasado, cuando estaba a punto de irse a un supuesto viaje a Tierra del Fuego junto con su pareja César Sena, con quien se había casado y posteriormente anulado el matrimonio. El sueño de empezar de cero con trabajo y casa en Ushuaia se truncó: los fiscales a cargo de la causa consideran que la familia Sena, que ocupaba lugares dentro de la dirigencia política de la provincia, hizo creer esa idea del viaje como parte de un “plan” para cometer el crimen y desaparecer los restos de Cecilia. Al día de hoy, sin identificación aún del cuerpo, hay siete imputados además de la pareja: Emerenciano Sena y Marcela Acuña, padres de César Sena como coautores del presunto crimen; el chofer de ellos, José Gustavo Obregón y su mujer Fabiana González, el casero del campo que tenía la familia,  Gustavo Melgarejo y su pareja Griselda Reinoso, estos últimos acusados de .encubrimiento agravado.

A más de un mes ya sin Cecilia, la coordinadora de MuMaLá Chaco tiene la esperanza de que signifique “un caso bisagra” para que la gente salga a reclamar “por políticas públicas efectivas y reales en su aplicación en el territorio. Así como se involucró con este caso, que salga a pedir justicia por los otros femicidios que tenemos en la provincia. Es muy importante que como sociedad nos involucremos. L os femicidios son un flagelo social”, recalca.

Asimismo, la organización exige por tercera vez  la declaración de la Emergencia en Violencia de Género al Estado Nacional. “Esperamos que tenga un apoyo de la ciudadanía, porque entendemos que la sociedad está indignada por la violencia de género en nuestro país, que realmente veamos cambios y cómo realmente se puede resolver con el accionar de espacios feministas como el nuestro y con el accionar de proyectos de ley que buscan cambiar el rumbo del tratamiento de la violencia y de los femicidios”, enfatiza.

Morir de frío

Morir de frío

En junio, tres personas en situación de calle murieron en la Ciudad de Buenos Aires. Mientras tanto, el Gobierno porteño desalojó a 160 personas que dormían en el Aeroparque ¿Qué políticas les ofrece Horacio Rodríguez Larreta? ¿Por qué fallan?

Héctor era un joven de 36 años que dormía en Parque Centenario. Siempre buscaba changas y se desempeñaba usualmente como albañil. Ramiro era un hombre que dormía en un banco de Almagro. Durante una época logró conseguir un trabajo lo suficientemente estable para poder alquilar, pero tiempo después perdió su empleo y volvió a las calles. Orlando era un hombre mayor, de unos 80 años, que vivía en las veredas del barrio porteño de Belgrano. Los tres se encontraban en situación de calle. Los tres murieron durante las temperaturas bajas ocurridas a finales de mayo y principios de junio. Los tres fueron víctimas fatales de la desidia estatal. 

Mientras tanto, el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, con asistencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, desalojó en la madrugada del viernes a 160 personas refugiadas en el Aeroparque Jorge Newbery. Además de los desalojos, la otra política que mantiene el Ejecutivo porteño es el Operativo Frío y convoca a la comunidad a involucrarse a través del llamado a la línea 108 para dar aviso de personas que pernoctan en la vía pública. A su vez, las organizaciones sociales intensifican sus recorridas nocturnas, la Iglesia refuerza la colecta y entrega de abrigo. Sin embargo, la Ley 27.654, aprobada en 2021 y reglamentada en abril de este último año, espera su adecuada implementación, según sostienen asociaciones civiles y el propio impulsor de la ley. 

En medio, más de 3.500 personas, acorde el último relevamiento oficial -las organizaciones sociales estiman el doble-, habitan las calles de la ciudad porteña a la espera de una solución. El tercer Encuentro Latinamericano y del Caribe de Personas en Situación de Calle, que se realizó esta última semana de junio en nuestro país, reavivó una polémica palpable en el día a día que parece no tener una salida inmediata.

La realidad oculta

Conforme el Relevamiento Censal de Personas en Situación de Calle de la Ciudad de Buenos Aires hay un total de 3511 personas en situación de calle, 34% más que el año anterior. Según la Dirección General de Estadística y Censos, el 64,6% del total es asistido en un Centro de Inclusión Social y el 35,4% habita aún las calles porteñas. Estas cifras contrastan con los datos recabados por el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, realizado en mayo del 2022. El mismo reconoció un total de 903 personas en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires y 2962 a nivel nacional. De todas maneras, estos números no coinciden con los obtenidos por las organizaciones que noche a noche recorren las calles y mantienen un contacto estrecho y frecuente con las personas en extrema vulnerabilidad. «El Censo Nacional tenía por primera vez la posibilidad histórica de contemplar a las personas en situación de calle, pero terminó siendo vergonzoso lo que hicieron», afirmó en diálogo con ANCCOM, Mónica De Russis, presidenta de la asociación civil Amigos en el Camino.

A partir del descreimiento de las cifras recabadas por el Estado, el conjunto de las organizaciones  decidieron realizar sus propios censos. El último de ellos, llevado a cabo en 2019, identificó 7.251 personas viviendo en la calle. Un número ampliamente mayor al obtenido por Nación y Ciudad. «No coincidimos con las cifras del Estado porque nosotros, que solo somos una ONG que recorre una pequeña porción de la Ciudad de Buenos Aires, vemos a más de mil personas en situación de calle por semana en los distintos barrios y comunas», sentenció De Russi.

Una de las razones principales de la causa del desfase de estos números claramente opuestos es la enorme cantidad de personas indocumentadas que se encuentran viviendo en la calle actualmente. A pesar de que existe una ley que garantiza el acceso de todos los hombres y mujeres sin techo a un Documento Nacional de Identidad (DNI), muchas personas aún no cuentan con uno y quedan fuera de los registros. No solo son desplazados del sistema, sino que también son invisibilizados. Incluso, algunos mueren en esas condiciones. «Héctor, Ramiro y Orlando eran los que nosotros visitábamos, de los que pudimos denunciar, pero seguramente murieron muchos NN que desconocemos, que mueren no solo en estos días de frío, sino los 365 días del año», afirma la presidenta de Amigos en el Camino y deja al descubierto una problemática aún más grande que parece no ser tenida en cuenta por las autoridades.

Una solución integral para una problemática urgente

La Ley Nacional de Personas en Situación de Calle y Familias sin Techo 27.654 comenzó  como una iniciativa del Frente Patria Grande, con el diputado Federico Fagioli a la cabeza, y redactada en conjunto con organizaciones sociales y con las mismas personas en situación de calle. Surgió a partir del deseo de poder brindar soluciones interdisciplinarias a partir de políticas públicas acordes a la gravedad de la problemática. 

Fue aprobada en diciembre de 2021 por el Senado de la Nación y reglamentada en abril de este año. «Sin embargo, falta su implementación, es decir, que se le otorgue el presupuesto correspondiente para hacerla efectiva. Esto se debe a que no hay la voluntad política del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y del de Economía para concretarlo», comenta Fagioli.

Su objetivo principal es “garantizar integralmente y hacer operativos los derechos humanos de las personas en situación de calle y en riesgo a la situación de calle que se encuentren en el territorio de la República Argentina”. Exige el rápido acceso al Documento Nacional de Identidad (DNI) de todas aquellas personas que no cuenten con uno. También ordena un relevamiento nacional de las personas en situación de calle. Estos dos elementos van de la mano y son primordiales para abordar esta cuestión de la manera que se merece, partiendo de datos reales y concretos. Al mismo tiempo, prevé la creación de una Red Nacional de Centros de Integración Social, de atención las 24 horas de los 365 días del año, que funcionen no solo como alojamiento, sino que también ofrezcan alimentación, higiene y cuidados de la salud. También establece el acceso y uso de los servicios, de la infraestructura y de los espacios públicos, y procura evitar la implementación de la fuerza coercitiva por parte de las autoridades. 

La regulación de la ley por parte del Gobierno llegó pocos días después de la muerte de una beba de tres meses en las inmediaciones de la Casa Rosada. La pequeña vivía con su familia a la intemperie. Fagioli anunció la noticia en redes sociales y recalcó «la ley sin duda va a evitar muchas muertes». Lamentablemente eso no ocurrió, las últimas temperaturas heladas se llevaron la vida de tres hombres más. «Lo que hace el Estado no alcanza. En general, lo que se realiza es paliativo y lo que necesitamos son políticas de fondo, como proponemos en la Ley Nacional. En muchos casos, por desconocimiento de la problemática o, incluso, por desinterés, se la aborda de formas totalmente inapropiadas», sentencia con énfasis el diputado del Frente de Todos (rebautizado, Unión por la Patria). Al respecto, la presidenta de Amigos en el Camino agrega: «El Estado debería cumplir con la ley, que no se cumple en muchos de los aspectos, y cambiar el sistema de paradores, que realmente se conviertan en centros de inclusión nacional».

Los sin techo rechazan los centros de inclusión que ofrece el Gobierno debido a los robos de las pertenencias, los actos de violencia cometidos en los complejos, la prohibición de la entrada de mascotas y el impedimento de acceder con los carros, que muchos utilizan como herramienta principal de trabajo.

¿Centros de inclusión?

La ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteña, María Migliore, incentiva desde sus redes sociales los centros de inclusión, más conocidos como “paradores”, e invita a los ciudadanos a comunicarse al 108, la línea telefónica que brinda asistencia inmediata a las personas en situación de calle durante las 24 horas. Sin embargo, muchos de los comentarios en sus publicaciones al respecto reclaman lo contrario. En 2022 se realizaron 116.657 llamadas y en lo que va del año más de 40.000.

Migliore también asegura que en los centros de inclusión, además de lugar donde dormir, proveen a las personas de cuatro comidas y duchas calientes. Al mismo tiempo que reciben asistencia física y psicológica, y la posibilidad de iniciar el trámite para obtener el DNI. Además, sostiene que el gobierno cuenta con más de cuarenta de estos centros a lo largo y ancho de la ciudad.

Todas estas medidas se enmarcan dentro del Operativo Frío, un programa impulsado por el Gobierno de la Ciudad con el fin de minimizar el impacto de las bajas temperaturas en las personas en situación de calle, brindando asistencia inmediata. Se lleva a cabo los meses más fríos del año y se complementa con el programa Buenos Aires Presente (BAP) que ayuda a personas y familias en condición de emergencia social.

A lo largo del invierno, equipos móviles recorren las calles porteñas durante la tarde y parte de la madrugada, entregando frazadas, infusiones, viandas secas y viandas calientes  a todas aquellas personas con las que se encuentren durante su trayecto. Al mismo tiempo, les ofrecen el traslado a los centros de inclusión. 

Pero los Centros de Inclusión que ofrece el GCBA parecen no funcionar de la manera en que deberían. Mónica de Russi afirma que muchas de las personas sin techo prefieren optar por las calles en lugar de los centros y la mayoría de los que fueron, prefieren no volver. Esto se debe a varias razones: los robos de las pertenencias, los actos de violencia cometidos en los complejos, la imposibilidad de poder permanecer todos juntos, en el caso de las familias sin distinción de géneros, la prohibición de la entrada de mascotas y el impedimento de acceder con los carros, que muchos utilizan como herramienta principal de trabajo. Todas razones aparentemente no contempladas o ignoradas por las autoridades.

La presidenta de Amigos en el Camino continúa su relato y afirma: «Todas las noches las ONG entregamos frazadas, el BAP compra y entrega frazadas también, pero Espacio Público pasa, tira todas las frazadas y corre a las personas para limpiar el lugar. Por lo menos deberían tener una política de comunicación y trabajar en conjunto. La gente en situación de calle no es basura para limpiarla». 

Acompañamiento, abrigo y Duchas del Sagrado

Lo cierto es que a pesar de las medidas llevadas a cabo por el Estado, la problemática continúa y las soluciones parecen no ser suficientes. O por lo menos eso es lo que indican las cifras cada vez más altas de pobreza y personas sin techo. Allí es donde entran en juego dos piezas fundamentales: las organizaciones civiles y las Iglesias. 

Amigos en el Camino es una organización sin fines de lucro que recorre los barrios porteños durante las noches y ofrece, además de acompañamiento, alimentos y abrigo. Comenzaron su labor en octubre de 2011 y, desde entonces, recolectan y entregan todo tipo de elementos útiles para aquellas personas que más lo necesiten, pero también procuran que las personas en situación de calle accedan a sus derechos e intentan ayudarlos a salir de la posición en la que se encuentran. Sostienen que el subsidio habitacional, entregado por el Estado, no es suficiente. Es necesario acompañar a las personas sin techo porque aunque salir de esa situación es difícil, más difícil es sostenerlo en el tiempo. 

Esta problemática también atraviesa a la Iglesia. «Donde el Estado no puede hacer pie, donde no quiere, no puede o se olvidó, llegamos nosotros con algunos sectores de la Iglesia», afirma el Padre Santiago García, en diálogo con ANCCOM

La Basílica Sagrado Corazón de Barracas es solo uno de los tantos ejemplos. Liderados por el Padre Santiago, allí se realizan las Duchas del Sagrado, una actividad que buscó replicar lo hecho por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro allá por 2015. Todos los sábados por la mañana, desde marzo de 2016, la Basílica abre sus puertas a todas las personas que lo necesiten. Son recibidos con un desayuno y una vianda. Las personas en situación de calle tienen la posibilidad de una ducha caliente y un cambio de ropa. Desde la iglesia les brindan productos de aseo y también la posibilidad de ingresar a los talleres que ofrece la Basílica.

El Padre Santiago afirma que la demanda en épocas de frío aumenta en comparación al resto del año y, aunque las Duchas del Sagrado funcionan de manera exitosa desde hace siete años, considera que no deberían existir, porque, en primer lugar, no deberían existir las personas en situación de calle. Considera la problemática muy injusta y aunque reconoce que la comida y el abrigo son los pedidos más urgentes de parte de las personas sin techo, existe uno mayor y es la necesidad de ser mirados y observados. De esta manera, el Padre Santiago instala una cuestión central de todas y cada una de las personas en situación de calle: la necesidad inmediata de dejar de ser invisibilizados. 

La asistencia ofrecida por organizaciones civiles, como Amigos en el Camino, y por Iglesias, como la Basílica Sagrado Corazón, son fundamentales, pero no suficientes. No agotan la situación, aunque tampoco deberían hacerlo. El Estado es quien debe hacerse presente, cumplir lo que dicta la Ley Nacional y solucionar una problemática que hace años crece a pasos agigantados sin ninguna solución inmediata a la vista. 

Por lo pronto, alrededor de 160 personas que dormían hace ya varios meses en el Aeroparque Jorge Newbery fueron desalojadas esta madrugada del viernes. Algunos aceptaron ser trasladados a los centros de inclusión social, otros optaron por quedarse en las puertas del lugar. Muchos de ellos no pudieron retirar sus pertenencias personales una vez fuera y denunciaron maltrato por parte de las autoridades. El operativo fue llevado a cabo en conjunto entre organismos nacionales y el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires, quienes de momento no ofrecieron ninguna otra alternativa más que pasar la noche en los “paradores”.

Allanan la casa de Milagro Sala

Allanan la casa de Milagro Sala

En medio de las protestas y la represión, la policía jujeña ingresó al domicilio de la dirigente de la Tupac Amaru por orden de un fiscal que quiere acusarla de promover los conflictos que se generaron por la reforma constitucional que impuso el gobernador Gerardo Morales.

Así como en Jujuy continúan las movilizaciones encabezadas por docentes y pueblos originarios; el gobierno de Gerardo Morales persiste con el laboratorio represivo. Esta vez, la policía provincial allanó la casa de Milagro Sala, con la necesidad de encontrar cualquier tipo de prueba que le permita al relato oficialista de inculpar a la líder de la Tupac Amaru de la conflictividad que se está viviendo en la provincia.

“Desde el 20 de junio a la fecha, Milagro ha estado recibiendo ataques indiscriminados por parte del gobierno jujeño. Cuando ella tiene policía en la puerta, cuando está monitoreada por la tobillera, cuando nunca violó las normas que se la han impuesto por su calidad de detenida. Algo absurdo, porque ellos son los responsables de su seguridad”, comentó a ANCCOM Alejandra Cejas, abogada de Milagro Sala.

El allanamiento de este jueves por la mañana duró más de seis horas. Los policías a cargo de la operación secuestraron dinero en efectivo, documentos y dispositivos electrónicos. Con el objetivo de encontrar algún tipo de prueba que vincule a Sala con la acusación impuesta por el fiscal Diego Funes de “haber organizado y/o financiado” o “instigado” la movilización contra la reforma constitucional.

El lunes 26 de junio con la aparición de medidas no judiciales y con la falsificación de resoluciones, trataron de trasladar a la dirigente a una supuesta junta médica, cuando este tipo de revisiones se realizan siempre fijando fecha por parte del juez y con la antelación suficiente para que puedan participar peritos de ambas partes. “La evolución de la salud de Milagro no es de la mejor, lamentablemente. El tratamiento que lleva adelante con la Fundación Favaloro está informado judicialmente; y la junta médica está a la espera de lo que diga la fundación”, aclaró Cejas. “Que se disponga de su persona y de su libertad sin autorización judicial llama la atención. Es por esto que el martes 27 se presentó un hábeas corpus para que no sea trasladada”, manifestó la abogada.

El procedimiento del jueves fue bestial, rompieron paredes que sonaban huecas, no dejaban entrar a los abogados, desarmaron la estufa de la habitación donde el esposo de Milagro, Raúl Noro, se encuentra conectado a un tubo de oxígeno, transitando días delicados para su salud con una enfermedad terminal.

“Yo estaba muy tranquila porque no tengo nada, no soy como ellos. Y no encontraron nada”, comentó Sala a medios nacionales luego del allanamiento. La dirigente social lleva más de siete años detenida por participar de un acampe frente a la casa de gobierno de Jujuy. La prisión preventiva y la sucesión de acusaciones en su contra buscaron disciplinar a ella y a las organizaciones sociales de la provincia.

Esta situación llegó a su clímax con la sanción de la reforma constitucional que criminaliza al extremo la protesta social y afecta a las comunidades originarias y sus tierras. La situación derivó en una salvaje represión y persecución hacia quienes están en contra del nuevo texto. Hay casos de extrema gravedad, como allanamientos sin orden judicial a docentes y a personas discapacitadas. La policía se ampara bajo el concepto jurídico de la flagrancia utilizándolo arbitrariamente, les permite este accionar tan violento con metodologías de las épocas más oscuras que atravesó el país.

El gobierno provincial utiliza como excusa para su feroz represión y accionar la creación del enemigo externo e interno, acusando al gobierno nacional de mandar violentos y vincula a Milagro Sala con la quema de la Legislatura el pasado 20 de junio, cuando se estaba jurando la nueva carta magna. Morales había dicho que iba a presentar las pruebas de estas acusaciones en 24 o 48 horas. Luego de más de 10 días no hay ninguna prueba que vincule a gente de la Tupac Amaru, ni del gobierno nacional, con toda la violencia que está sufriendo el pueblo jujeño.

El juez Rodolfo Fernández es quien hizo lugar al pedido de allanamiento de la casa de Milagro. Se ampara en la declaración de una persona de identidad reservada, que manifestó haber recibido 300 mil pesos en efectivo por parte de Milagro Sala, para confeccionar cien banderas para la Tupac Amaru para utilizarlas el 20 de junio.

Se espera que este viernes, el ministro de Justicia, Martín Soria, presente ante la Corte Suprema de Justicia una acción declarativa de inconstitucionalidad de la reforma de la Constitución de Jujuy. De esta manera, el gobierno se hace eco de las denuncias por partes de organismos de derechos humanos locales e internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también Amnistía Internacional y Human Rights Watch que sostuvo que “la reforma constitucional incluye limitaciones excesivas a la protesta que contradice estándares internacionales de DD HH”.