May 29, 2019 | Géneros, Novedades
La marea tiñó las calles, las ventanas mostraban nuevos cortinados en verde, los balcones extendían como publicidades no pagas un reclamo que solo grita “Será Ley”. La marea verde volvió a desbordar el Congreso Nacional en apoyo a la nueva presentación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Cámara de Diputados que se llevó a cabo en la tarde del 28 de marzo. Desde las bocas de los subtes y todas las avenidas circundantes a la Plaza Congreso las personas brotaban agitando sus pañuelos verdes y las caras cubiertas de glitter bañaban las calles. Una polifonía de voces confluía en el mismo pedido: “Aborto legal en el hospital”.
A las 15.30, Avenida de Mayo empezaba a reunir amigas, parejas, familia y compañeras. Los cánticos envolvían cada rincón, las carpas y sus talleres empezaron a aglutinar compañeras en la previa a la presentación del proyecto de ley. Las banderas iban tomando protagonismo en las calles. Del lado opuesto se podía avizorar un pequeño grupo antiderechos que solo se distinguía por la barrera de policías que lo superaba en número, y en donde el cántico que agitaba de bandera era “Viva la vida”.
A las 16:30 la plaza ya estaba cubierta de verde, comenzaban los talleres en los puestos de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito donde la gente se acercaba para intercambiar opiniones sobre el aborto, la niñez y adolescencia, la discapacidad, entre otros. Las vendedoras se acomodaban en las veredas y en cualquier rincón donde pudieran poner sus mesas o sus parches de tela, se ofrecía de todo, desde las clásicas hamburguesas y choripanes presentes en toda movilización en la ciudad porteña, pasando por variedades de comida vegana, hasta libros indispensables de la teoría feminista. Daniela, encargada del stand de QuintaOla Librería Feministe, aclaró sobre la venta de bibliografía en las marchas que “es algo que la gente está demandando, se ve que la sociedad entera necesita este cambio”. Las calles rebosaban de vida y a cada minuto que pasaba la zona se iba cubriendo más de personas. Las que estaban sentadas en las calles, charlando y tomando un poco de sol, tuvieron que comenzar a pararse para dejar espacio al resto de la marea.
Las intervenciones artísticas y las performances sobre el espacio público no se hicieron esperar. Un colectivo colgó sobre las paredes de la calle Rivadavia una gigantografía de mujeres con leyendas alusivas como “niñas, no madres”, “mi cuerpo, mi decisión”. Encima de este cartel se interpelaba a los transeúntes sobre por qué consideraban que este derecho es necesario, unos pañuelos verdes de papel en la pared daban espacio a la reflexión colectiva. Otras personas pintaron con tiza las calles, pegaron sus dibujos y pinturas al rededor del Congreso o buscaron interactuar con la gente a través de escenas teatrales. El panorama fue muy heterogéneo y dejó en claro que la lucha por este derecho es de todos y todas.
A las 17.30 se realizó el pañuelazo nacional: “Vamos a teñir de verde todos los espacios y a alzar nuestro pañuelos, porque nunca los guardamos y hoy menos que menos” declaró una de las militantes de la Campaña del Aborto. Y así fue, con euforia del reencuentro y de volver al espacio de lucha, los pañuelos fueron desatados de las mochilas, las muñecas y los cuellos para volver a ser bandera al grito de “arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer”. Los grupos de amigas encontrándose en un abrazo, las madres y padres con hijas e hijos de la mano, las adolescentes y las señoras mayores sosteniendo los brazos en alto agitando la insignia del movimiento.
La intersección de avenida Rivadavia y Callao era una fiesta, una fiesta de abrazos, compañerismo, militancia, y mucha brillantina. Un poco más adelante, llegando a Riobamba, la calle se cortaba por el escenario y la pantalla que proyectaba la presentación y el debate que estaba ocurriendo en el Anexo C de la Cámara Diputados. El silencio y la escucha mostraban el compromiso con la causa, las antes tan presentes canciones se apagaron por unos momentos.
Estefania Cioffi, médica y parte de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, comenzó uno de los discursos más especiales de la jornada.
“No es casual que hoy sea el cumpleaños número 14 de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. No es casual que sea el cuarto cumpleaños de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. Porque un día como hoy, en 1987, se estableció el “Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer” en el ‘V Encuentro Internacional de Salud de la Mujer, de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos’. Elegimos este día porque la salud no es solo la ausencia de enfermedad, no es incluso la que nos enseñaban en las facultades de Medicina, la salud también es poder decidir con autonomía sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, es poder disfrutar y ser cada vez más libres. Desde esta Red, tensionamos cotidianamente el discurso médico hegemónico, nos rebelamos contra nuestra formación biologicista y patriarcal, y asumimos el compromiso de democratizar nuestros conocimientos y saberes, de respetar y acompañar la autonomía de cada persona para decidir sobre las cuestiones relacionadas con su cuerpo, su salud y su vida.”
Ana Morillo, trabajadora social, hizo especial hincapié en la situación de las provincias. “Las batallas allí son mucho más trágicas”, declaró. Las situaciones muy dispares en relación al acceso al aborto. Es un derecho humano básico que está siendo violado. Estefania Cioffi ante esto sostuvo que “el acceso a la salud no puede depender de la geografía, de la ciudad o localidad en la que vivimos. No puede depender de los recursos económicos con los que cada una cuente”.
“La legalización es una cuestión de emancipación femenina, y no un debate partidario sino de salud pública”, dijo la diputada Carla Carrizo en sus dos minutos de ponencia, y el diputado Daniel Lipovetzky sostuvo que “el debate no es por sí o por no, sino por si es seguro, legal y gratuito. Vivimos en un Estado laico, y es el Estado quien debe garantizar. Hay que seguir trabajando en el Congreso y desde las calles”, concluyó.
Las impresiones sobre lo que depara este año a la lucha feminista por la legalización del aborto fueron variadas. “Sinceramente, estoy convencida de que en algún momento va a salir. Si no es esta vez, será la que viene o la que viene, no importa. Pero va a salir”, sentenció una estudiante universitaria de 25 años. Por otro lado la ilustradora Maitena Burundarena opinó que “este año lo veo duro, pero no hay vuelta atrás, eso es lo más importante. Las chicas jóvenes son el futuro. Se van, se acaba, se cae. Va a salir, va a ser ley”. Si bien algunas consideraban que este año es definitivo o que falta mucho camino por andar, al preguntar a la multiforme multitud se puede ver lo que todas las miradas tienen en común: a la clandestinidad no volvemos nunca más.
“A partir de hoy nuestra democracia, es una democracia feminista.”, concluyeron desde Diputados y abrieron al pañuelazo que se agitó al unísono en interiores y exteriores del Congreso dando por concluida la cita verde, pero no la lucha en las calles.


May 29, 2019 | Culturas, Novedades

Natalia Vinelli, la directora de Barricada TV, fue la primera en ser citada a declarar por la Fiscalía porteña.
Referentes sociales y trabajadores de prensa se manifestaron ayer frente al Ministerio Público Fiscal, en respaldo a Natalia Vinelli, la directora del canal comunitario Barricada TV, quien junto al dirigente social Juan Grabois y otras personas fueron imputados judicialmente por una protesta realizada en diciembre pasado en la playa de estacionamiento de Canal 13, en reclamo de que el Grupo Clarín incluya a esa emisora en la grilla de Cablevisión. La comunicadora fue la primera en ser citada por la Fiscalía porteña que investiga el caso.
“El Grupo Clarín es el que está atrás de esto”, dijo Vinelli al salir del organismo y encontrarse con un grupo de apoyo solidario que la esperaba sobre la calle Beruti al 3300 con la bandera que clamaba ‘Sin medios comunitarios no hay democracia’. “Es una causa ridícula, pero es importante sentirnos acompañados porque es difícil pararse frente al grupo de medios más importante del país a decirles ‘cumplan con la ley’, que es en definitiva lo que hicimos”, apuntó la comunicadora luego de haber realizado sus descargos.
Barricada TV tiene licencia desde 2015 y está habilitado para ser incluido en la grilla de los cableoperadores desde junio de 2018, pero Cablevision y Telecentro se niegan a darle el alta (en la misma situación se encuentra Pares TV, de Luján, otro canal comunitario que cuenta con licencia). Vinelli afirma que desconocen el argumento para que los canales no sean incluidos en la grilla, dado que las dos empresas se negaron sistemáticamente a concretar una reunión para abordar el tema.

Cablevisión y Telecentro se niegan a incluir a los canales comunitarios en sus grillas, tal como ordena la ley,
El 17 de diciembre, líderes sociales, políticos y de los medios comunitarios y alternativos acudieron a la sede del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) para protestar por la exclusión de esos canales de la grilla de los cableoperadores Telecentro y Cablevisión. Terminada la concentración en ese lugar, el grupo se dirigió a Canal 13 con el objetivo de visibilizar el conflicto y lograr un encuentro con directivos del Grupo.
La reunión no se pudo concretar a pesar de la gestión de algunos trabajadores del Canal y la Policía levantó un acta por una contravención que firmó Grabois, referente del movimiento Patria Grande y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). “Todos coinciden en que el hecho fue pacifico, que no hubo ningún problema, e incluso cuando llegó la Policía y les informó que el Canal quería que se retiraran, la movilización finalmente se desconcentró”, afirmó Martín Alderete, el abogado de Vinelli.
La semana pasada Vinelli fue sorprendida con una citación a declarar en una causa que tiene como carátula «Derecho de Admisión». “El canal hizo una denuncia en las fiscalías penales y contravencionales de la Ciudad y las fiscalías entendieron que existió una violación al Derecho de Admisión. Lo cierto es que ese artículo contravencional está pensado para locales cerrados donde el titular tiene la facultad de decidir quién no puede permanecer en ese lugar”, aclaró el abogado sobre el proceso.

Miembros de Pares TV, Radio Gráfica, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires y el dirigente social Juan Grabois también fueron denunciados por el Grupo Clarín.
La directora de Barricada TV fue la primera en ser citada a declarar en la causa que también están imputados Juan Grabois (CTEP); Omar Zanarini y José María Di Bello, de Radio Gráfica; Pablo Antonini, del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO); y Tomás Eliaschev del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA). “Intentan forzar figuras penales para perseguir, deslegitimar y desacreditar a los referentes de las organizaciones populares”, dijo Alderete y finalizó: “No tiene ningún asidero legal la acusación que se les hace”.
“Nos encontramos frente a una gran empresa que tiene poder de veto, poder de regulación, que decide qué leyes cumple, qué leyes no. No quiere levantarnos en la grilla y es lo que dice la norma. No nos atienden y cuando vamos a protestar tampoco lo permiten. Necesitamos construir un mapa de medios que pueda contrapesar, limitar y terminar con la concentración porque si no la historia la van a seguir contando un grupo de empresas facinerosas”, declaró Vinelli a los comunicadores que se hicieron presentes.
Canal 13 basó su denuncia en “filmaciones de las cámaras de seguridad” y en “declaraciones de tres empleados y de un policía”. Pero, según Alderete, “acá no hay delito posible” porque en ningún momento se ingresó al Canal. “Les molesta la visibilidad publica de un reclamo en contra de ellos y frente a eso en vez de dialogar, en vez de cumplir con las disposiciones legales que tiene que cumplir lo que hace es denunciar para tratar de desacreditar a los que reclaman”.
La Fiscalía deberá citar a declarar al resto de los imputados para continuar con el proceso. “Veremos cómo sigue esto. Es un hito más, estamos acostumbrados a que se intente criminalizar a los luchadores y las luchadores populares”, dijo Alderete. En tanto, Vinelli afirmó: “Tenemos que fortalecer y hacer crecer los medios populares, es fundamental profundizar en las conquistas que nosotros y nosotras obtuvimos. La defensa del 33 por ciento del espectro para los medios comunitarios, alternativos y autogestivos está más vigente que nunca”.
May 29, 2019 | Géneros, Novedades

“Me interesa hablar de la industria de la moda como disciplinadora de cuerpos y subjetividades”, dice Pasquinelli.
¿Cómo son las mujeres que muestran las revistas? ¿Y las que no muestran? ¿Por qué todo cambia, pero los juguetes para niños y niñas son siempre iguales? Todas estas fueron las preguntas que impulsaron la creación de Mujeres que no fueron tapa, un proyecto de artivismo que busca visibilizar y desnaturalizar los estereotipos reproducidos por los medios masivos de comunicación. “Me interesa hablar de la industria de la moda como disciplinadora de cuerpos y subjetividades”, denuncia su fundadora, Lala Pasquinelli.
Si bien todo comenzó con un pequeño proyecto personal de arte, Pasquinelli siempre tuvo una inquietud respecto de los estándares de belleza y los medios de comunicación. La artista visual, que hoy suma más de 100 mil seguidores en su cuenta de Instagram @mujeresquenofuerontapa, encontró en las revistas una herramienta para analizar cómo la sociedad impone un modelo de mujer. “Las tapas repiten la misma imagen una y otra vez: todas híper jóvenes, delgadas, rubias, blancas y desvitalizadas”, explica. Además, hace hincapié en el papel que esto cumple para el sostenimiento del sistema actual. “Estos casos no pueden pensarse como espasmos aislados; la diferenciación entre los géneros y el binarismo son necesarios para el capitalismo, y la variable económica es fundamental”, agrega.
A partir de la creación de Mujeres que no fueron tapa, se propuso estudiar los mecanismos que se ponen en juego en las formas y los discursos mediáticos. Dentro de ese repertorio, destaca un proceso de “sutilización” y una manipulación que apela a nuestra necesidad de amor y aceptación. “Ya no hace falta que nos quemen en la hoguera; ahora nos bombardean con tratamientos de belleza a los que estamos obligadas a someternos para no ser rechazadas”, esclarece.

La pregunta que Pasquinelli encontró como disparador para romper los condicionamientos externos fue: «¿Cuándo a vos te encanta ser vos?»
Con distintas campañas, charlas y talleres, Pasquinelli busca ir en contra de esas tendencias. Así surgió la #RebeliónDeLasF.E.A.S. (Fuertes en Acción Sorora), un hashtag en Instagram a través del cual lanza preguntas para que las mujeres compartan sus experiencias personales de forma anónima. Estas consignas, que abarcan temas como “¿cuál fue la primera vez que te dijeron que tenías que hacer dieta y quién fue?”, o “¿a qué edad empezaste a sentir vergüenza por tener pelos en alguna parte del cuerpo?”, aspiran a desnaturalizar colectivamente imposiciones sociales. “Yo no tenía idea de que las respuestas iban a ser tan homogéneas. Ahí entendimos qué significa que lo personal es político”, reflexiona.
Más allá de las redes, otro punto fuerte de Mujeres que no fueron tapa es el Festival de Hackeo de Revistas y Estereotipos, una propuesta pedagógica que acerca esta temática a secundarias de toda la Argentina. “Nunca había pensado en algo para niñes y adolescentes, pero se me abrió un mundo hermoso. Es súper emocionante lo que pasa ahí. Ya ir a la escuela a hablar de emociones es disruptivo de por sí”, sostiene. La acción tiene dos partes: primero, propone un análisis de los modelos reproducidos por los medios de comunicación y, luego, intenta ‘hackear’ lo que esto va sembrando en los jóvenes. La pregunta que Pasquinelli encontró como disparador para romper los condicionamientos externos fue: «¿Cuándo a vos te encanta ser vos?»
Todas estas actividades se basan en la convicción que la construcción colectiva es el camino para poder generar nuevas conversaciones. “No creemos en la figura del héroe solitario”, declara la artista. Uno de sus objetivos es justamente fomentar la organización y la politización de todas las prácticas y encuentros. “Los ‘90 dejaron un estigma detrás de la idea de la política que prendió en toda América Latina, y esa descreencia es lo que nos vence”, añade.

“En cualquier momento me empiezo a reivindicar no-feminista. Porque hoy parece que todo es feminismo, y si todo es feminismo, nada lo es”, opina Pasquinelli.
A pesar de que su plataforma es fuertemente digital, Pasquinelli tiene una mirada muy crítica respecto de Internet. Como llamamiento a las audiencias, pide que “no tengan más Netflix, por favor”, y admite que las publicidades de multinacionales que cooptan y replican el mensaje feminista la ponen nerviosa. “En cualquier momento me empiezo a reivindicar no-feminista. Porque hoy parece que todo es feminismo, y si todo es feminismo, nada lo es”, opina.
Para la artista, las redes sociales llegaron al mundo para potenciar el disciplinamiento social. “Nunca en la historia de la humanidad un medio pudo llegar a tanta cantidad de personas, tan fácilmente y al mismo tiempo”, remarca. En este sentido, sostiene que los algoritmos nos están llevando hacia un condicionamiento prácticamente total. “El sistema funciona porque nos sigue haciendo creer que lo que deseamos, lo deseamos nosotros. Yo estoy mirando esto todo el día, y lo que veo me da miedo”, cierra.

May 27, 2019 | Novedades, Vidas políticas

Agustín Tosco con delegadas de Luz y Fuerza. Foto Carlos Ardiles.
Obreros y estudiantes, unidos contra la dictadura militar que comandaba Juan Carlos Onganía. Eso fue el Cordobazo. La historia de esas jornadas recuerda a líderes gremiales como Agustín Tosco, Elpidio Torres y René Salamanca, pero poco se ha dicho sobre el rol que cumplieron las mujeres. ANCCOM rastreó, ubicó y dialogó con algunas de ellas, que rememoraron esos días, su militancia y cómo se abordaba la cuestión de género.
El Sindicato de los Mecánicos y Afines del Trasporte Automotriz (SMATA) y el Sindicato de Luz y Fuerza habían convocado a un paro activo por 36 horas en Córdoba. La huelga desembocó en una movilización masiva y posterior represión durante los días 29 y 30 de mayo de 1969.
Soledad García Quiroga, profesora de Letras y sindicalista docente, quien hasta la actualidad continúa viviendo en Córdoba, recuerda aquellos días, de los que formó parte. “No se luchaba en general por mejores salarios, por paritarias como hoy, se pedía, por supuesto, cuando había situaciones de gremios postergados, pero mucho más eran las ocho horas, las condiciones de trabajo en los comedores de fábrica que no eran comedores, o sea, las compañeras comían en las máquinas, con suerte, o en un rincón de un salón, explica. “Lo mismo en las propias situaciones de las escuelas, tampoco teníamos lugares aptos para reunirnos a comer y socializar, a lo sumo podía haber más adelante una cantina privada pero no teníamos condiciones adecuadas para poder intercambiar, interactuar y debatir, que eso es lo necesario en un colectivo de trabajadores”, agrega.
Soledad tiene la certeza absoluta de que las mujeres tenían un papel protagónico. “Había voz, si algo teníamos era voz. Quizás no éramos escuchadas o esas voces eran invisibilizadas, pero tratábamos de tener voz. Yo hablo también de una realidad muy concreta del contexto, que era el sindicato docente en donde he militado toda mi vida, entonces, quizá allí sí la teníamos”, dice, aunque reconoce: “Lo que no teníamos a veces era incidencia en las decisiones. Pero sigue pasando, las mujeres participamos, participamos en lo barrial, lo social, lo político, pero después no tenemos incidencia en el poder de decisión.”

Nene Peña, delegada bancaria, en el Cordobazo.
Las mujeres del Cordobazo fueron partícipes activas, desde los lugares que les tocó vivenciar la revuelta de aquellos días. De diversas maneras, aportaron a la historia desde sus realidades.
Los sucesos de mayo del 69 son contados en fotografías y tapas de diarios de distintas maneras, pero en general se ha omitido la participación de mujeres; muy poco se habla de que ellas también formaron parte de esas jornadas.
Susana Romano Sued, como Soledad, también vive actualmente en Córdoba, y en aquel entonces era estudiante de Letras Modernas y militante universitaria de izquierda. Asegura que en las universidades las revueltas eran constantes y la participación femenina activa. “Iba a las asambleas en el comedor, suspendíamos clases contra los profesores que eran pro dictadura y que se habían atenido a la intervención. Nos rebelábamos. Yo era muy activa y había dos profesoras que también se aliaron pero no teníamos roles destacados ocupando cargos importantes. Por ejemplo, yo escribía muchos panfletos.Teníamos mucho coraje, que se había hecho masivo entre las mujeres”, recuerda Susana.
Respecto de aquellos días de organización y lucha, describe: “Con las compañeras nos dirigimos a los barrios para descentralizar, nos encontramos con montones de camiones llenos de obreros que se dirigían en sentido contrario, en los barrios quedaron las amas de casa. Fue un sentimiento de emancipación frente a las fuerzas represivas. En el barrio Clínicas, donde vivían en pensiones muchos estudiantes, las que defendían las pensiones eran mujeres. Se amplió una protección masiva femenina.”
Susana afirma que “el Cordobazo fue un punto de inflexión en la conciencia de las mujeres.” Por su parte, María Ledesma, hoy catedrática de la Universidad de Buenos Aires e investigadora en Teoría del Diseño, cuenta que si bien durante aquellos años recién comenzaba militancia universitaria, participó junto a otras mujeres a la par de los varones, durante la represión “Nosotras también nos enfrentamos en la represión, ayudamos a armar las barricadas y tirábamos piedras a la par de los compañeros”. señala.

Soledad García Quiroga, sindicalista docente.
Ana Noguera es Doctora en Historia, profesora de la Universidad Nacional de Córdoba y especialista en el estudio de la militancia política de las mujeres en los años ’70. Aunque ella no participó del Cordobazo, afirma sobre ese hecho histórico: “Si bien hay una participación, porque lo hacen desde su lugar de trabajadoras obreras, o participan también muchas estudiantes que se habían empezado a acercar a distintas agrupaciones que va a tener la universidad, no tiene un carácter masivo. Y eso también tiene que ver porque los sectores que convocan al Cordobazo son sectores que están compuestos básicamente por varones”.
En los años ’60, se había empezado a gestar un gran crecimiento industrial en Córdoba, aunque las mujeres no lograban insertarse en sectores laborales que se hallaban mayoritariamente representados por la presencia masculina. Noguera sostiene que las mujeres se encontraban condicionadas por estereotipos ligados al género, y que este aspecto influía en los puestos laborales. “En el censo del ’70, por ejemplo, las muestra todavía muy ligadas a las industrias como ‘tradicionalmente femeninas’, o que ellas siempre ocuparon ese lugar, como puede ser la industria textil, la industria del calzado, el sector de alimentación, docentes por supuesto, y crecientemente más vinculadas al comercio, lo que es el sector terciario de la economía, bancos, comercios, seguros. Entonces, sí hay una división sexual del trabajo en la época, lo sigue pasando en la actualidad también”, cuenta.
En Córdoba se dieron varias “puebladas” durante aproximadamente una década, desde 1966 hasta 1976. El Cordobazo del ’69 fue el comienzo de un proceso prolongado que tenía como objetivo derrocar al gobierno dictatorial de Onganía, aunque no fue su efecto inmediato, ya que su dimisión se produjo el 7 de junio de 1970; sin embargo, la protesta fue un antes y un después en la lucha organizada, un puntapié para la organización popular en la que se unieron diferentes actores sociales.
No es novedoso que la historia no tenga registros acerca de la participación de las mujeres en hechos concretos; lo cierto es que al Cordobazo también lo parieron compañeras, obreras, estudiantes y amas de casa.
Bibiana Fulchieri, fotógrafa, periodista e investigadora cordobesa, es quien se dedicó arduamente a recuperar y registrar las memorias de aquellas voces: las de las mujeres.
A través de la fotografía, recopiló testimonios de protagonistas que formaron parte del Cordobazo. “Llegó el momento de incorporarlas en la memoria, de ponerles nombres y apellido y, de justificar los 50 años o más, que están en la calle, aún hoy. Para lograr su objetivo de reivindicar las memorias de las mujeres, ni más ni menos que hacerlas visibles a ellas y a su compromiso social, y darles el lugar en la historia, que se merecían y se les había negado”.
Fulchieri se interesó en reconstruir este hecho, tomarlo y agregarle perspectiva de género, reunió así 20 testimonios de mujeres protagonistas, hilando fino logró la edición de su libro El Cordobazo de las mujeres, de la Editorial Las nuestras. Allí les dio nombre propio a cada una de ellas. Una anécdota respecto de la investigación fue la clave para enfatizar su trabajo. “Mire señora, acá es el Archivo General de la Nación. Y acá, se guardan las memorias del Estado, se ve que al Estado no le interesa guardar algunas memorias”, le contestaron a Bibiana cuando intentaba llegar a datos concretos en esa dependencia. Ella enfatiza sobre la importancia de analizar los registros y asegura que lo que se guarda y se recuerda de hechos históricos es lo que termina definiendo la memoria.
“Cada vez que yo encontraba un lugar donde había mujeres, me fue abriendo un panorama enorme. Fui armando como un rompecabezas en donde cada vez mi búsqueda se fue intensificando más en función de saberlas dónde. Los lugares en donde ellas estaban ubicadas laboralmente: enfermeras, maestras, industrias del calzado, el vidrio, autopartistas, sindicatos de salud, algunas otras profesionales y estudiantes”, relata Fulchieri.
Las mujeres del Cordobazo existieron y desde sus lugares y vivencias cotidianas contribuyeron a la lucha colectiva; lo hicieron a través de la militancia activa, de los cuidados hogareños, como trabajadoras remuneradas y no remuneradas o como estudiantes. Hicieron y formaron parte de la Historia, con mayúsculas.
May 27, 2019 | Novedades, Vidas políticas

Ofelia Fernández (centro), fue una de las organizadoras del «padronazo masivo».
El viernes 24, a las 8 AM, en la Plaza de Tribunales, un grupo de diez personas, con bancos y carteles armaron una radio abierta. A partir de ese momento se consolidó la producción de un evento pequeño, pero importantísimo. En el grupo, está Ofelia Fernández, una de las militantes más jóvenes que fue presidenta del Centro de Estudiantes del Colegio Carlos Pellegrini y Pedro Rosemblat, otro referente, creador de personajes como “El Pibe Trosko” y “El Cadete”. Pocos días antes, ambos habían agitado desde sus cuentas de Twitter e Instagram un empadronamiento masivo para las y los pibes que no aparecían en el padrón electoral.
«Surgió de un papá que publicó un twit que decía: ‘Mi hija no está en el padrón’ y yo hice una encuesta y hay alrededor de cinco mil pibes que no están figurando y nos empezamos a dar cuenta que es más grave de lo que pensamos y armamos esta movida muy espontáneamente. Estamos mostrando que le sacaron a miles de pibes la posibilidad de votar. La ley de Voto Joven es la ampliación de derechos más grande que hay desde el voto femenino y toda ampliación de derechos tiene que ver generalmente con empoderar a los que no se llevan bien con el poder, y me parece que el Gobierno Nacional lo que ve es eso y por esa razón cercena ese derecho. Por eso saca a casi un millón de pibes del padrón, porque saben que no los votan a ellos», expresó Ofelia Fernández, para ANCCOM.
A las 10 de la mañana ya estaba lista la radio abierta, que tuvo como decorado una suerte de escarapela, que tenía inscripto, en letra cursiva: “Padronazo”.

Pedro Rosemblat y Ofelia Fernández animaron la jornada con una radio abierta.
Abrió la radio una voz conocida, la de Gabriela Borelli. A su lado, Pedro y Ofelia, dieron a conocer los motivos del encuentro. Los transeúntes que miraban, al pasar, lo hacían con extrañeza. En cambio, los jóvenes que habían llegado, sabían con certeza que era un viernes de empadronamiento y fiesta, en las vísperas del 25 de Mayo. Los que hablaban en el micrófono prometían locro para la hora de almuerzo y de fondo se escuchaba: «La Revolución es una causa colectiva. Se arma una comunidad con la Revolución, porque lo que hace es proponer una identidad. La Revolución comenzó en Mayo de 1810 y no sabemos cuando cierra. Sólo abre un sin fin de guerras por una identidad nueva, el sueño de la Patria Grande es desde ese entonces…».
Mientras tanto, dos muchachas sonrientes servían chocolatada para cualquiera que estuviera parado ahí.
«Perón llamaba a ‘organizar a las fuerzas vivas’, ¡qué más fuerte y qué más vivo que la juventud!», gritaba Pedro desde la radio.
En eso, llegaban algunos jóvenes más y se acercaban a la mesita de información a llenar su formulario de empadronamiento y se iban. Los que se quedaban, participaban del sorteo de libros.»¡Se lleva este libro alguien que tenga ropa interior roja!», dice Martín Rechimuzzi, que se sumó a los micrófonos. La gente se reía, pero nadie contestaba. «Bueno ni siquiera se han revisado, queda claro que nadie usa ropa interior…»
Pero por detrás, alguien, tímidamente, dijo: “Yo” y enseguida pasó a recibir su premio y abrazó a Martín.

Para las 14 la plaza se llenó de jóvenes comensales de locro que se sentaron en el pasto de cara al sol. Una chica pelirroja rapeaba en el micrófono.
Laura, una de las asistentes expresó: “Es un derecho, siento que con la edad que tengo ya lo puedo hacer y siento que puedo cambiar un montón de cosas que están mal con mi voto”. Mientras que Leila, desarrolló su caso:
“Tengo 18 años y no aparecí en el padrón a los 16 y tampoco ahora, hice el reclamo acá (Secretaría Electoral) y me dijeron que me iban a llamar, pero no me llamaron. Yo volví a llamar por teléfono y me dijeron que no aparecía y no sabían por qué, así que vi por redes este evento y dije ‘ya está’.
– ¿Por qué pensás que existen estos errores en el sistema? – preguntó ANCCOM.
– Yo estoy afiliada en un partido político, así que no me sorprendería… Hoy en día los adolescentes nos estamos dando mucha cuenta de los problemas que hay en la educación y en la salud y estamos tratando de interesarnos en eso y mejorar algo. Y viniendo acá y reclamando que no aparecemos en el padrón, manifestamos el querer votar y eso es algo muy importante.
Dante, que ese día cumplía 16 años, fue directamente a empadronarse. Se quejó: «Piensan que porque tus padres votan a tal persona, vos también tenés que tener la misma ideología.»
Luego llamaron a cambiar de plaza: “La lucha no termina con el voto. Hay una marcha masiva contra el gatillo fácil de Bullrich, que dejó cuatro pibes muertos y una piba gravemente herida», convocaron desde la radio y la plaza se sumió en un silencio profundo. La presencia de las y los pibes se necesitaba en otro sitio.

May 25, 2019 | Comunidad, Novedades

Nora Coriñas y Sergio Maldonado participaron de la marcha a Plaza de Mayo para reclamar justicia por los cuatro adolescentes asesinados por la policía en San Miguel del Monte.
La marcha fue convocada a última hora. Los acontecimientos obligaron a hacerlo. Por Danilo, Gonzalo, Camila y Aníbal. Sus deseos, sus ilusiones, sus proyectos y todas las otras cosas que no podrán ser más. Emilia Vasallo, Nora Cortiñas, Mónica Alegre, Sergio Maldonado y madres cuyos hijos fueron víctimas del gatillo fácil encabezaron la marcha. Caminaron con rapidez, muchos con lágrimas en los ojos. Las calles retumbaron ante el grito colectivo: “¡Se va a acabar, esa costumbre de matar!”.
El domingo en la madrugada cinco jóvenes de entre 13 y 22 años de San Miguel del Monte, en la provincia de Buenos Aires, salieron a dar una vuelta en auto. En una colectora, la policía empezó a perseguirlos y dispararles y el auto, fuera de control, chocó contra un camión. Cuatro pibes perdieron la vida y una aún lucha por la suya.
La Bonaerense intentó hacer pasar el suceso como un accidente y los efectivos presentaron los cargadores de las armas con la munición completa. Sin embargo, el peso de las pruebas dio vuelta el caso cuando uno de los peritajes mostró que uno de los cuerpos tenía un impacto de bala. Siete policías de la comisaría local se encuentran presos, de los trece que fueron desplazados de sus funciones.
Ayer, en Plaza de Mayo, el mensaje era uno solo: “Pedimos que dejen de matar a los chicos”. “La doctrina Chocobar y del gatillo fácil avala estos hechos y el Ministerio de Seguridad permite que estas cosas pasen. Es algo sistemático y no son casos aislados”, afirmó una mujer que marchaban al frente de la columna. “Las víctimas de esto son los chicos pobres, los que viven en las villas, los pibes que hacen lo que pueden con su vida para sobrevivir”, añadió.

De los 13 policías sospechados que fueron desplazados de sus funciones, siete se encuentran detenidos.
Guillermo Alberto Lorusso y Ana María Parnasse, integrantes de Ex Detenidos Desaparecidos, miraban desde el Cabildo hacia la plaza. “El incremento de la represión que tiene como objetivo acallar la protesta que cunde por todos lados, por la enormidad de injusticias que se están viviendo”, subrayó Lorusso. Según él, la raíz del problema es la vía libre a las fuerzas represivas que lleva a que se cometan hechos que no tienen que ver directamente con aquello que quieren reprimir: “La matanza de estos chicos no es un hecho político, pero sí tiene consecuencias políticas. Así que nuestra respuesta es política. Esta protesta es un anuncio de que no vamos a dejar pasar estas cosas. Vamos a estar peleando por la justicia que se nos debe”, sostuvo.
Las madres organizadoras de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil encabezaron la movilización de ayer. Emilia Vasallo, madre de Pablo “Paly” Alcorta, fusilado por la policía, fue una de las oradoras. “Nos concentramos hoy por la rabia y el dolor que tenemos. Hoy nos congregamos por los pibes de San Miguel del Monte y por los más de 6.000 asesinados por el gatillo fácil”, remarcó en diálogo con ANCCOM. “Todos esos jóvenes merecían vivir y sus vidas valen lo mismo que otras”, dijo y completó: “Nos asesinan chicos de 11 años, como hicieron con Facundo en Tucumán. Nos matan un pibe cada 21 horas y no tenemos otra forma de reclamar porque la justicia siempre está del lado de las fuerzas de seguridad”.
“¿Qué lugar queda para la justicia?”, grita Mónica Alegre, madre de Luciano Arruga, frente al micrófono. “La justicia no existe en un sistema donde nos matan, donde nos explotan. Sin embargo peleamos y seguimos luchando en las calles. Tenemos fe porque creemos que merecemos vivir en una sociedad justa para todos”.
