Oscar Pintor, de la emoción al vuelo

Oscar Pintor, de la emoción al vuelo

Durante diez años estuvo alejado de la fotografía y una inundación en su casa, que afectó parte de su archivo en negativos, le despertó nuevamente el interés por sus imágenes. Oscar Pintor, miembro del Núcleo de Autores Fotográficos y referente dentro de su generación, dice ser «un fotógrafo que nunca se la jugó». Discípulo de Humberto Rivas y ganador de premios Petrobras, Konex y Salón Nacional en 1985, Pintor creó y dirigió FotoEspacio, la galería del Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires. Sus trabajos hoy forman parte de patrimonios culturales en Argentina,  España, Bélgica, Francia y Estados Unidos. Y hasta el domingo 11 de septiembre puede verse, en la Fototeca Latinoamericana, la retrospectiva Pintor Inédito B&N, curada por Julieta Escardó y Marcos Zimmermann. Junto a la muestra, este sanjuanino nacido en 1941 presentó Pintor fotógrafo, el libro que repasa toda su obra en blanco y negro. En las imágenes de Pintor se advierte un mismo clima que se sostiene en toda su obra. Escenas precisas llenas de espontaneidad selladas con calma. Cada recorte tiene una función individual y en él, el tiempo, silencioso y cálido, transcurre más lentamente. Cada encuadre es parte de un mismo relato que, al mismo tiempo, tiene una historia entera dentro de sí. Cada imagen de 6×6 insinúa la presencia de alguien que observa serena y minuciosamente.

Puerta y ventana. San Luis, 1984.

Pintor, reconocido como figura en la fotografía, un día dejó de sentir ese no sé qué y colgó la cámara. Ahora, despreocupado de las exigencias del mercado, disfruta de volver a encontrarse con su propia mirada y reflexiona sobre su actitud frente a la fotografía, que fue «más de esperar que de ir y mostrar». Dice Pintor: “La fotografía es encuadrar la realidad y encuadrarla la transforma en otra cosa, en algo mágico. Hay algo más que no sé qué es pero me emociona, me hace volar». ¿Qué tiene que tener una foto para que la elijas? ¿Sos muy exigente? Sí, era muy exigente. Ahora también, de alguna forma eso no se pierde. Me entusiasmó empezar a revisar el archivo y rescatar fotos que yo había rechazado por autocrítico. Por otro lado, algunas me parecía que estaban bárbaras pero ahora las veo y nada. Es difícil. A veces hacés fotos que te gustan y después te das cuenta de que son insustanciales, y otras que nunca les di bola, las muestro y todo el mundo: “¡Ay wow!”  Y digo: «Bueno, si a todos les gusta algo debe tener». Pero es difícil la autocrítica, decir “esto sí», “esto no».   

Vaca en la selva. Jujuy, 1994.

¿Cuando llegaste de San Juan a Buenos Aires empezaste a fotografiar de otra forma? No, porque no me consideraba fotógrafo en ese momento. Yo hacía fotos. No sabía lo que era la fotografía de autor. Veía fotos en revistas, ni siquiera sabía que había libros. Estaba tan alejado del ambiente que hacía fotos sólo porque me gustaba el simple hecho de hacerlas y revelarlas. ¿Cambió mucho tu forma de ver la fotografía con el tiempo? No, pero lo que confieso es que estoy totalmente desorientado con la fotografía. No sé para dónde va, ni qué es, ni qué significa hoy. Cambio tanto y hay tanta imagen dando vueltas que es muy difícil. Estuve diez años sin hacer fotografía porque me parecía que todo lo que quería hacer o podía hacer ya lo había hecho. Me empecé a trabar hasta que dije «basta». Volví a la fotografía con las series de la inundación, que no tienen nada que ver con mis fotos.
La Fortaleza, Uruguay, 1988.

La Fortaleza, Uruguay, 1988.

¿Pensás en qué dicen tus fotos, de qué hablan?   Trabajé siempre con el momento, con el instante. Ver la imagen y encontrar un encuadre que me dijera algo más de lo que estaba viendo. Así es como trabajo en general. Siempre me interesaron los interiores, los climas, la luz. ¿Sabés qué es lo que le gusta a la gente de tus fotos? No, pero creo que en algún punto la gente se emociona. El valor que puede tener una imagen es que le emocione a alguien. Hay trabajos, cosas que son perfectas y fantásticas, pero no funcionan. Tipos que hacen cosas muy bonitas y lindas pero se quedan en eso. El tema de las segundas lecturas siempre me interesó y a lo mejor es eso lo que tienen mis fotos, que te enganchan para volar un poco.
Bombacha 1. Buenos Aires, 1993.

Bombacha 1. Buenos Aires, 1993.

¿Cómo fue tu vínculo con Humberto Rivas? Yo hacía fotografía desde los 18 años porque me servía para mi trabajo como diseñador. No había descubierto lo que era realmente la fotografía de autor. Conocí a Juan Travnik, a Sara Facio y a Humberto Rivas -que desgraciadamente se fue antes de que llegaran los milicos- a través de la fotografía publicitaria, porque había hecho algunos trabajos con él como fotógrafo. Empecé a ver sus fotografías y él para mí fue un maestro. Me movilizó muchísimo y me llevó a trabajar. Cuando me pongo a ver y analizar mi fotografía encuentro partes bastante influenciadas por él. Lo conocí más en mis viajes a Europa porque él vivía allá y cuando él venía acá nos veíamos e intercambiábamos fotos. Yo tenía una admiración hacia él también como persona, era un tipo muy generoso para brindarse. ¿Hay autores nuevos que te gusten? Sí, hay muchos que están trabajando bien. Creo que a los autores hay que verlos con un poco más de perspectiva y de tiempo. La fotografía es un poco exitista. Hay gente que trabaja un año y chau. Pocos siguen consecuentemente produciendo. De golpe ves tipos muy interesantes, pero hay que ver si siguen. Cualquiera hace una foto. El tema es quién tiene una mirada consecuente en el tiempo. En el Buenos Aires Photo ves miles de imágenes y no son muchos los que siguen y empiezan a tener una obra fuerte. ¿Sentís que te faltó hacer alguna foto? A la distancia, ahora que las veo -porque las tuve que plasmar en un libro- en general con la mayoría estoy conforme. No es que sean gran cosa pero tampoco pretendo ser «el” fotógrafo. Pero sí me conformo, sino no lo haría. Algunas me gustan mucho. Pero yo siempre digo que si te tengo que elegir fotos que realmente valen la pena, son diez. Tengo ciento cincuenta en el libro pero si me dijeran «tenés que elegir cuales pueden quedar», no creo que sean más.   Pintor Inédito B&N puede verse hasta el 11 de septiembre en la Fototeca Latinoamericana, Godoy Cruz 2626. www.fola.com.ar  
Unidos y federales

Unidos y federales

Se agota el ancho y, hasta donde se vio, el largo de la 9 de Julio. La columna sur se derrama sobre ella al ritmo de bombos lejanos. La serie de banderas, alterna colores: agrupaciones sindicales, estudiantiles, organizaciones barriales, fábricas recuperadas, PyMEs y organismos de Derechos Humanos, entre otros. Encabezada por Avellaneda, y respetando cierto orden geográfico, a medida que la columna avanza se visualizan agrupaciones del sur de la provincia de Buenos Aires y de ciudades patagónicas. La misma imagen se repite en los frentes norte y oeste: todos convergen en la 9 de julio y así comienza a concluir la Marcha Federal que se inició tres días antes, el 31 de agosto, en todo el país, bajo la consigna: «Un pueblo movilizado para terminar con el tarifazo, los ajustes y los despidos». El cierre es en Plaza de Mayo a las 17. La Marcha Federal es una de las tantas costumbres noventistas que se retoman este año.  

Entre la organizada heterogeneidad de banderas, se destaca -algunos metros detrás del telón del Frente Ciudadano de Avellaneda- la figura de San Cayetano, cargada sobre los hombros de dos manifestantes. A su paso, suspendido en el aire, va recibiendo reverencias, agradecimientos y rezos breves. La imagen del santo, ornamentada con flores blancas, sostiene un cartel que se queja: «Lo que San Cayetano te da, Macri te o quita». Encabeza ese grupo el Frente Ciudadano de Isla Maciel, con el Padre Francisco «Paco» Olivera, párroco de Nuestra Señora Fátima. 

Previo a la marcha, la columna sur se nucleó en la Plaza Alsina de Avellaneda, en dónde el intendente Jorge Ferraresi presidió un acto en el que además hablaron representantes de las provincias de Neuquén y Chubut y Jorge Baradel, titular del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Provincia de Buenos Aires (Suteba). «Fueron discursos que hablaron de la unidad del campo popular, de la lucha contra este gobierno neoliberal que nos está sacando día a día los derechos», comenta el Padre Paco, sosteniendo una bandera blanca con letras gruesas y rojas que piden por la libertad de Milagro Sala. «Tres curas de la Opción por los Pobres hicimos una pequeña oración pidiéndole fuerza a San Cayetano para que sigamos en la lucha», agrega inmediatamente, con los ojos azules distraídos en el flamear de la bandera. «Después nos sumamos a la marcha por el Puente Pueyrredón, puente histórico, dónde los trabajadores cruzaron para exigir la libertad de Perón hasta llegar a Plaza de Mayo».

A medida que avanza por la avenida, reducida a dos carriles por la doble hilera de micros estacionados, la columna se va nutriendo de otros grupos de manifestantes que desembocan desde las calles aledañas. En avenida Belgrano se desvía para encaminarse finalmente por la Diagonal Sur hasta Plaza de Mayo.

Los Curas en Opción por los Pobres, cuenta el Padre Paco, están repartidos en las distintas columnas. Algunos partieron desde Jujuy y llegarán al último punto de encuentro desde La Matanza, encarando el tramo final por Avenida de Mayo. «Nosotros no entendemos que ser cura pueda ser de otra manera. Yo siempre digo que el día que vea un alma caminando, a lo mejor cambiaré. Somos personas de carne y hueso, con necesidades. Creo en un Dios que comparte el pan, que es pan partido y compartido para todos, un Dios que dice ´no matarás y el hambre es un crimen´, un Dios que quiere que vivamos con dignidad y si no hay trabajo, aunque tengamos el pan, no estamos viviendo con dignidad. Un Dios que no quiere que explote un hermano a otro hermano».  

Inmediatamente detrás del Frente Ciudadano de Isla Maciel marcha ATECH, Asociación de los Trabajadores de Chubut. Melisa y Luján, de Puerto Madryn y Rawson, repasan el recorrido que arrancaron el 31 de agosto en Comodoro Rivadavia. Pasaron por Trelew en un acto en el Museo de la Memoria, en el lugar en donde ocurrieron los históricos fusilamientos, pasaron por Puerto Madryn, por Viedma, siguieron por Bahía Blanca, después por Tres Arroyos, Necochea y Mar del Plata, para llegar ahora, dentro de poco más de una cuadra, a Plaza de Mayo. «En todos lados se iban sumando compañeros», aclara Melisa, tan orgullosa como cansada después de tantos kilómetros. Toma mate para mantenerse a ritmo, estimulada también por la masividad de la marcha.

En relación a la situación de Chubut, Luján advierte: «Está en un momento muy crítico. Yo trabajo en la construcción y cada vez hay menos trabajo. Se pararon los planes Procrear y tampoco se están cobrando las becas Bicentenario. El gobernador (Mario) Das Neves persigue a los dirigentes sindicales. No hay derecho a manifestarse, están echando gente por sumarse a las marchas y a los reclamos”. Como docente, Melisa plantea que su situación es igual de delicada: «Los profesores y maestros estamos de paro porque la inflación ya nos comió el salario. Nuestra paritaria cerró en 24% y la inflación ya está alcanzando el 50. Pero si paramos, somos malos docentes porque no vamos a trabajar».

Una vez a orillas de la Plaza, la columna se detiene. La voz metálica y enardecida de la locutora anuncia a través de los parlantes la incansable lista de agrupaciones que están marchando para finalmente estimar una convocatoria de más de 200.000 personas. Cada grupo responde al anuncio de sus siglas con cánticos particulares, aunque hay un canto que abarca toda la plaza: «Unidad, de los trabajadores».

Arriba del escenario que fue montado de frente al Cabildo, se termina de condensar el paisaje de diversidad y la consigna de unión. Allí se encuentran gremialistas de diferentes centrales obreras, como Daniel Catalano (ATE Capital), -quien se encargará de leer una carta escrita por la dirigente jujeña ilegalmente encarcelada Milagro Sala– Roberto Baradel (SUTEBA), Sergio Palazzo, (Bancarios), Víctor Santa María (Trabajadores encargados de edificios), Eduardo Lopez (UTE), Omar Plani (Canillitas), Pablo Moyano (Camioneros), junto a los principales oradores del acto de cierre, Hugo Yasky y Pablo Micheli (CTA Autónoma). También algunos dirigentes políticos como Alejandro Godart (MST), Daniel Filmus (Diputado del PARLASUR), Carlos Tomada (FPV), entre otros. Además están presentes Estela de Carlotto y Taty Almeida, junto a otras Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, ovacionadas y reconocidas por todos los presentes.

Cuando le toca su turno, Micheli no da rodeos: «Hay que dejarse de joder con el sectarismo y con el interés individual o corporativo. Hay que pensar en la patria y en nuestro pueblo, sin perder la identidad. Las diferencias las discutimos en la calle codo a codo, no tirándonos piedras”. A continuación le responde al Ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quién el jueves por la mañana declaró que la marcha tenía “tintes políticos e ideológicos”: “No queremos ajuste, esa es nuestra ideología”, replica Micheli, antes de rematar: “Ajuste violento o gradual, ese es el debate del equipo económico. Ni violento, ni gradual, ajuste las pelotas. No vamos a pagar con despidos, suspensiones, rebaja salarial, salario indigno, impuesto a las ganancias, precariedad laboral”.

Antes de ceder el micrófono, Micheli aborda el tema de las paritarias apuntando contra el discurso oficial: “Desde el Gobierno hablan de darles tiempo, pero cuando tienen que transferir recursos a mineras y al capital concentrado tienen una celeridad pasmosa. Mientras que, para reabrir paritarias, comienzan a poner peros”.

Hugo Yasky lo sucede en la palabra, como último orador, marcando que el acto fue posible gracias a la convergencia de movimientos sindicales y estudiantiles, organizaciones de derechos humanos, PyMEs y pequeños productores del agro, trabajadores informales, empresas recuperadas y organizaciones de izquierda. “Esta unidad”, sostiene, “es el mapa del campo popular que el neoliberalismo quiere dividido. Si construimos la unidad con la convicción de la lucha para la liberación, emancipación y justicia social, entonces somos invencibles.”

Gran parte de la ovación se convierte en abucheos cuando el titular de la CTA agradece a Pablo Moyano, diciendo que “no hubiese sido lo mismo sin tantos compañeras y compañeros de la CGT. Por debajo, la unidad entre esa central obrera y la CTA crece y se hace fuerte –continúa Yasky- y nos permite decir que estamos en el camino de la construcción de un sujeto colectivo que va a tener la agenda social que el gobierno se niega a discutir”. En sintonía con Micheli, retoma una frase repetida insistentemente por los funcionarios del gobierno de Cambiemos, y en especial por el Presidente Mauricio Macri: “No somos nosotros los que ponemos palos en la rueda. Al contrario, al Presidente le decimos que nosotros queremos sacar los palos de la rueda que metieron en nuestro salario. No queremos un bono para llegar a fin de año, queremos un salario para llegar a fin de mes”.

A continuación, Yaski refuerza en los temas abordados por Micheli y hace hincapié en las consecuencias del aumento de tarifas de los servicios de luz, agua y gas. “Necesitamos que a las PyMEs no se las desparrame con tarifazo, y que una familia no tenga que elegir entre comer o pagar tarifas”, reclama, antes de llamar a una nueva marcha de unidad sindical para el 16 de septiembre, día en que se tratarán, en audiencia pública, los nuevos cuadros tarifarios. “Las centrales sindicales, las dos CTA y los compañeros de la CGT, vamos a convocar a estar movilizados, presentes y discutiendo el nuevo cuadro de tarifas”, afirmó. De esta forma, Yaski anunció los pasos a seguir, en consonancia con lo que Micheli había advertido unos minutos antes: “Va haber paro nacional más temprano que tarde”. “O cambia la política económica o acá va a haber lucha todo el tiempo, con paro y movilizaciones, a lo largo y ancho del país. A no conceder un solo milímetro de las cosas conquistadas”.


Actualizado 04/09/2016

Causa RIBA: una pobre defensa

Causa RIBA: una pobre defensa

Falta media hora para que comience la penúltima audiencia del juicio por la privación ilegítima de la libertad de José Manuel Pérez y Patricia Roisinblit durante la última dictadura cívico militar. Se prevé que los abogados defensores soliciten la absolución de Omar Rubens Graffigna, Jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea; Luis Trillo, a cargo de la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA) -donde estuvo secuestrada la pareja-; y Francisco Gómez, quien  trabajaba en la Regional en ese entonces y se apropió de Guillermo, hijo menor de la pareja. En la sala vacía, una sola persona aguarda la extenuante jornada: Mariana Eva Pérez, quien fuera secuestrada junto a su  madre el 6 de octubre de 1978. Recién pasadas las diez y media de la mañana, el juez Alfredo Ruiz Paz da comienzo a la sesión, con la vista cansada.

El primero en alegar es Javier Miari, defensor de Trillo y Graffigna, su escritorio está atestado de carpetas y libros con señaladores. Durante su exposición, invoca a las llamadas leyes del perdón, desestima la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad para tratar el caso y cita, fuera de contexto, a Estela de Carlotto y a Eugenio Zaffaroni para apoyar su argumentación. En medio de su alegato, acusa al kirchnerismo de haber puesto presión sobre los ministros de la Corte en lo que denominó un “insólito vuelco en la jurisprudencia” durante la década anterior en las causas de derechos humanos.

Omar Rubens Graffigna.

Omar Rubens Graffigna.

Alan Iud, Pablo Lachener y Carolina Villella- abogados querellantes por Guillermo, Rosa Tarlovsky y la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo-, escuchan con indiferencia las palabras del abogado, quien a priori cuestiona la validez de todo el proceso. El defensor apela continuamente a distintas causas, juicios, años, nombres de carátulas y leyes para fundamentar el pedido de absolución de ambos acusados.

En cuanto a las pruebas y testimonios presentados por la querella durante el debate “por la supuesta privación de la libertad de Pérez Rojo y Roisinblit” –así lo expresa-, Miari las desestima por completo por resultarle tendenciosas y contradictorias. Se refiere a la testigo sobreviviente de la ex ESMA –Miriam Lewin- como una “profesional de la declaración testimonial” y acto seguido se queja de que “esta causa ha sido novelada” y asegura que ninguno de sus defendidos tuvo nada que ver con la “subversión”. Utiliza todas las artimañas posibles para llevar arena a su costal: que Trillo y Graffigna están demasiado ancianos para ser juzgados, que ambos son hombres pobres que viven sencillamente de su retiro militar, que han demostrado buena conducta, no solo al asistir a todas las audiencias -pese a su edad avanzada-, sino al no haber sido acusados de ningún otro crimen desde 1978 hasta la fecha. Antes de finalizar, se queja de que la defensa solo cuenta con dos abogados, mientras que las querellas está compuesta por trece si se suman los  representantes de Guillermo y Abuelas, Mariana Eva, la Secretaría de Derechos Humanos de Provincia de Buenos Aires y Nación; sumando a la fiscalía, a cargo de Martín Niklison. Acalorado y exhausto, decide permanecer de pie frente a su escritorio durante el cuarto intermedio posterior a su alegato.

Francisco Gómez

Francisco Gómez

Luego es el turno de Sergio Díaz Dalaglio, abogado defensor de Gómez, quien aclara de antemano que adhiere al planteo de prescripción de los delitos de los que se acusa a los imputados, planteado por Miari. Recupera algunas frases que ya se han escuchado en  declaraciones del apropiador de Guillermo: “Gómez sólo sabía usar el pico y la pala”, “Para él criar un hijo ajeno era hacer el bien”, “Es mentira que Guillermo conoció la RIBA”. Repite una y otra vez que considera que la declaración testimonial de Guillermo fue falsa y fantasiosa: “A mí una vez me dijo que pensaba que su padre era un hombre bueno”, asegura y así concluye que su cliente es “absolutamente ajeno a la acusación que se le hace”.

A  las cinco y diez de la tarde, el juez da por finalizada la jornada; recuerda que el próximo lunes tendrá  lugar la audiencia por las réplicas y que la sentencia será el siguiente jueves, 8 de septiembre, a las 10 de la mañana.

La última en abandonar la sala es Mariana, acompañada por su tía. “Cuando yo lo conocí a Guillermo estaba sometido a Gómez, que no era un ‘pan de Dios’ como recién dijo su abogado”, recuerda la querellante, cansada y a la vez contenta de que el juicio esté llegando a su fin. “A mí no me hace mal lo que dicen los abogados. Tienen derecho a tener una defensa y está bien que eso se cumpla, aunque mis viejos no hayan tenido esa oportunidad –afirma-. Dijeron lo que esperábamos, pero  yo la verdad esperaba una defensa más sólida, al menos para Graffigna por ser un jerarca de las Juntas”.

Luis Tomás Trillo.

Luis Tomás Trillo.

Actualizada 02/09/2016

“Más despidos, menos educación”

“Más despidos, menos educación”

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y los gremios docentes nucleados en la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) realizaron este miércoles un abrazo al Ministerio de Educación para protestar contra 200 nuevos despidos a trabajadores de esa cartera.

Según los cesanteados, el ajuste es parte de una política de vaciamiento del Gobierno Nacional que busca desmantelar los programas socioeducativos más sensibles, cuyo fin es garantizar el acceso a una educación de calidad. Eduardo López, Secretario General de UTA y representante de CTERA, dijo en diálogo con ANCCOM: “Esta lucha es en contra de los despidos porque los trabajadores representan políticas públicas en la educación, y despedir -por ejemplo- a un trabajador del Plan Conectar Igualdad, implica poner en riesgo ese plan”.

Según los cesanteados, el ajuste es parte de una política de vaciamiento del Gobierno Nacional.

En este sentido, las dependencias afectadas por los despidos que se vienen sucediendo desde marzo de este año son el Instituto Nacional de Formación Docente, encargado de formar y capacitar docentes para mejorar su tarea pedagógica  y en el Instituto Nacional de Educación Tecnológica, que tiene a su cargo la implementación de las políticas públicas de educación técnico-profesional con el objetivo de capacitar a los estudiantes en materia informática y en las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. También hay cesanteados en el Plan Nacional de Lectura -una iniciativa que publica y distribuye de forma gratuita libros en todas las escuelas del país-, y en el mencionado Plan Conectar Igualdad, a través del cual se reparten de forma gratuita netbooks a todos los alumnos y docentes de las escuelas secundarias, de educación especial y de los institutos de formación docente de gestión estatal.

Varios de los despedidos denunciaron durante el abrazo que “nadie del Ministerio les comunicó de su desvinculación”. Franca Marqueti, una de las trabajadoras cesanteada declaró: “A mí, como a los otros 70 trabajadores que componíamos el equipo central del Programa Conectar Igualdad, nos echaron sin ningún aviso” y agregó que a muchos los llamaron por teléfono de un número anónimo y les dijeron que estaban despedidos. El resto de los trabajadores -explicó Marqueti- “se enteró en el propio Ministerio” cuando “vieron sus nombres inscriptos en una lista de `Despedidos´ pegada en hall de entrada”.

también han sido afectadas por las cesantías las áreas de Educación Sexual Integral y de Educación Intercultural Bilingüe.

 

A su vez, también han sido afectadas por las cesantías las áreas de Educación Sexual Integral y de Educación Intercultural Bilingüe que garantiza el acceso de todos los pueblos originarios a tener una educación que preserve su identidad étnica, su lengua y su cultura.

Frente al Ministerio de Educación, los trabajadores despedidos mostraban carteles que proclamaban “Más despidos, menos educación” y afirmaban: “No somos ñoquis”, mientras cantaban: “Somos trabajadores del Estado, no como otros que tienen cuentas en Panamá”, en clara referencia al Presidente Mauricio Macri. Rodrigo Recalde, Secretario General de ATE en la Junta interna del Ministerio de Educación dijo que “los despidos tienen que ver con el vaciamiento de diversos programas educativos” y advirtió: “Esta política está en sintonía con los ajustes en materia económica que propone el gobierno nacional”.

 

Actualizado 1/09/2016

“La ESMA habla de nuestro presente”

“La ESMA habla de nuestro presente”

A trece años de la anulación de las leyes de impunidad, el sábado pasado se realizó en el sitio de Memoria ESMA -como cada último sábado del mes- “La Visita de las Cinco”. Se trata de un recorrido guiado por lo que fue el Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada, sitio de exterminio, tortura y encierro clandestino por donde pasaron unos 5.000 detenidos-desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. “Mediante estas visitas buscamos hacer cómodo lo incómodo, pero también incómodo lo cómodo, sacudirnos un poco, porque aquí se cometió un crimen contra la humanidad”, dijo Alejandra Naftal, sobreviviente y museóloga encargada del proyecto.

El encuentro contó con la presencia de Graciela Lois, integrante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones políticas, quien en su presentación recordó cómo en 1998 lograron, junto a Laura Bonaparte, frenar mediante un amparo judicial el proyecto de demolición de la ESMA, impulsado por el entonces presidente Carlos Menem, con la idea de crear un espacio verde. Lois ubicó el comienzo de su lucha en noviembre de 1976, fecha en la que fue secuestrado y desaparecido su marido, Ricardo Lois. “Nunca jamás se nos cruzó por la cabeza a ninguno de nosotros la sed de venganza, sino todo lo contrario, la sed de justicia. Eso fue lo que le dimos a aquellos que nos hicieron desaparecer y no lo lamentamos, pero también queremos, a propósito de lo de Etchecolatz (la concesión del beneficio de prisión domiciliaria), que purguen sus  condenas en la cárcel, porque al menos ellos tuvieron justicia, abogados que los defendieron y jueces que los juzgaron, nosotros no tuvimos ni siquiera eso.”

Frente al actual panorama político donde funcionarios cuestionan o subestiman las cifras de los desaparecidos, donde el mismo presidente Mauricio Macri utiliza términos como “guerra sucia” para referirse a la última dictadura cívico-militar -como sucedió durante una entrevista que brindó al sitio estadounidense BuzzFeed el pasado 10 de agosto-, y en donde parte de la justicia está revisando las condenas de algunos genocidas que solicitan prisiones domiciliarias, Graciela Lois hace hincapié en la necesidad de reforzar la lucha y en reagruparse como organismos de derechos humanos, para continuar defendiendo lo conseguido y para seguir peleando por lo que falta.

“Cierto es que esta vez la política de Estado tal vez no sea la deseada, pero estamos acostumbrados también a eso, nosotros no nos hicimos en la lucha con el viento a favor, nos hicimos precisamente con el viento en contra, construimos la historia, construimos la memoria y construimos derechos humanos. Entonces lo que tenemos que hacer es volver a retomar ese trabajo, tuvimos épocas de crecimiento muy grande, como lo fueron estos años pasados y tenemos que aprovechar ese crecimiento para instalarnos mejor, los gobiernos seguirán pasando pero los obstáculos nos sirven para seguir adelante”, sentenció Lois.

La puesta museográfica fue inaugurada el 19 de mayo de 2015 por decreto de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sus contenidos e  instalación fueron el resultado de encuentros con diversos actores convocados por la Secretaría de Derechos Humanos de Nación y el Directorio del Espacio para la Memoria. Su base son los testimonios de las víctimas y los documentos históricos de la CONADEP, junto con la documentación desclasificada por las agencias del Estado para los juicios de la ESMA. Las Fuerzas Armadas nunca suministraron información sobre qué sucedió con cada uno de los detenidos-desaparecidos.

“¿Qué queremos ver? Que nos guíe ese pregunta. ¿Qué vamos a ver? ¿La nada? Porque acá no se presentaba la nada, acá había desaparición, sustracción. Quizás la pregunta que atraviesa todos los sitios de la memoria sea ¿cómo representamos lo irrepresentable?”, invitó a reflexionar el filósofo Darío Sztajnszrajber antes de comenzar el recorrido y  agregó: “¿Tiene que ser entretenida una visita a la ESMA, tiene que ser pedagógica? ¿Cómo conciliar esos dos extremos? Porque la memoria no es lo mismo que la historia, en la memoria se juegan otras cosas, porque la memoria no tiene que ver con lo que pasó, la memoria tiene que ver con el presente”.

También estuvo presente el periodista Luis Bruchstein, hijo de Laura Bonaparte, que recordó cómo su madre, a diferencia de algunos, tuvo claro desde un principio la importancia de la lucha por la identidad y la memoria como garantes de justicia. Bruchstein, Sztajnszrajber y Lois recorrieron acompañados por unas cien personas las llamadas “estaciones” que se despliegan por los tres pisos del ex centro clandestino de exterminio, pasando así por el sótano, los altillos, “capucha y capuchita”, el Pañol y el Salón Dorado. “Caminar por los caminos de “capucha” es, para mí, volver a preguntarme sobre el mal. En el sentido de que el mal se nos presenta como algo claro, o que parece tener claridad. Parecería que todos tenemos la claridad necesaria para diferenciar el bien del mal y sin embargo se mezclan tanto muchas veces”, compartió Sztajnszrajber con los presentes hacia el final de recorrido.

Paredes que hablan

Cada estación tiene un título principal junto a un pequeño fragmento de texto que sintetiza lo más significativo de cada lugar, pequeños tramos de testimonios en primera persona de sobrevivientes que estremecen, junto con documentación y reproducciones de objetos de detenidos-desaparecidos. En una de las placas vidriadas de Capucha se lee: “La capucha se me hacía insoportable, tanto es así que un miércoles de traslado pido a gritos que se me traslade: ¡A mí!… ¡A mí, 571! La capucha había logrado su objetivo: ya no era Lisandro Raúl Cubas, era un número.”

Debido a que el edificio es prueba judicial, la intervención museográfica realizada fue mínima, tanto es así que mientras uno camina se puede observar como la humedad carcomió sus paredes y pisos, evidenciando así dos capas de pintura, una rosada y otra amarilla. “El edificio fue hablando a través de los años”, dice la guía y cuenta que en 1979 producto de las denuncias contra la dictadura militar, una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos llegó al país con el fin de intervenir la ESMA. Frente esto, los militares pintaron el edificio e hicieron anular una escalera y un ascensor, ambos llevaban al sótano, lugar donde se efectuaban las torturas. El ascensor se presentaba con frecuencia en los testimonios de varios sobrevivientes, que lo escuchaban funcionar estando detenidos. Cuarenta años después, aquellas paredes que intentaron cubrir las marcas de la existencia del elevador, denuncian a gritos aquella intervención, un color más oscuro –producto de la utilización de un revoque diferente, supone la guía- dibuja un gran cuadrado sobre la pared, detallando claramente la fallida operación.

“Hay un después de la dictadura, porque la dictadura terminó. Lo que no hay es un después de la ESMA, porque sigue presente, porque nos sigue constituyendo en lo que somos. La ESMA sigue abierta, porque habla de nuestro presente”, opinó Sztajnszrajber.

Actualización  31/08/2016

¿Puede desaparecer el Teatro del Pueblo?

¿Puede desaparecer el Teatro del Pueblo?

El Teatro del Pueblo, ubicado en Roque Sáenz Peña 943, es considerado un ícono por haber sido el primer teatro independiente. Lo fundó en 1930 el dramaturgo y periodista Leónidas Barletta, de cuyo nacimiento -este 30 de agosto- se cumplen 114 años. Su escenario fue un espacio de resistencia a los gobiernos dictatoriales y desde hace más de veinte años está dirigido por la Fundación Carlos Somigliana (SOMI), integrada por algunos de los más importantes autores nacionales.

SOMI tiene como director a Roberto “Tito” Cossa, autor teatral de la Generación del Nuevo Realismo. Hace pocos meses se socializó el conflicto: el colectivo que preside Cossa declaró la necesidad de irse a otro espacio, después de dos décadas en el edificio. El motivo desencadenante es el pedido de los dueños del inmueble, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), de desarrollar una actividad teatral paralela. La noticia despertó temor en el público y en la comunidad artística.

ANCCOM pudo conversar con algunos “somiglianos” y con el director artístico del Centro Cultural de la Cooperación, Juano Villafañe, como representante del IMFC.

Los SOMI

La Fundación Somigliana es una entidad sin fines de lucro, que nació en 1990. A lo largo de estos años se ha dedicado a la investigación del oficio del autor y a la divulgación de dramaturgos argentinos. Además de Cossa y Roberto Perinelli, que dirigió 24 años la Escuela de Arte Dramático y formó parte del ciclo inaugural de Teatro Abierto en 1981, hay otros miembros más jóvenes que integran el colectivo teatral, como Andrés Binetti, Mariela Asensio, Raúl Brambilla, Bernardo Carey, Marta Degracia, Héctor Oliboni, Patricia Suárez y Adriana Tursi.

El Teatro del Pueblo, ubicado en Roque Sáenz Peña 943, es considerado un ícono por haber sido el primer teatro independiente.

¿Cuándo comenzaron a trabajar con el IMFC?

Roberto Cossa: Fue en 1996. Ellos, que son el Banco Credicoop, compraron este edificio y lo reciclaron con ayuda nuestra. Nosotros pusimos la mitad del dinero y acordamos que todo lo que sea teatro, programación, elección de obras, dirección, etc. era tarea exclusivamente nuestra. El IMFC ocupaba el edificio para otras actividades, vinculadas a las ciencias sociales, los lunes, martes y miércoles; nosotros disponíamos de jueves, viernes, sábados y domingos para las obras. En ese momento firmamos un acuerdo, que hoy se ha convertido en precario, en vista de este conflicto. La relación era muy buena en un principio y se respetó. Pero el año pasado dijeron que ellos querían compartir las salas para hacer espectáculos.

¿Por qué se negaron?

R.C.: Porque la Fundación Somigliana tiene una identidad, estos maridajes, como el que buscan ellos, nunca han resultado. El teatro es muy difícil, es conflictivo.

¿Le parece que se correría el riesgo de convertir al Teatro del Pueblo en una suerte de ‘multiespacio’?

R.C.: Exacto y nosotros tenemos un proyecto, sólo hacemos autores nacionales y tenemos una ideología. Eso ha dado una identidad al teatro, nosotros no la queremos compartir. No es posible, ellos no son hombres de teatro.

¿Cuál es la razón del conflicto?

Roberto Perinelli: Quisieron inmiscuirse en nuestra programación y eso es muy desleal porque nosotros hicimos mucho esfuerzo, nunca cobramos un mango, incluso pusimos plata de nuestros bolsillos cuando hizo falta. Ahora que estamos en un buen momento, en vez de felicitarnos, le ven la veta de la rentabilidad y quieren aprovecharse, pero si uno lo piensa con racionalidad, es una racha pasajera, como todo en el teatro

¿Cuál es el objetivo de los Somi?

R.P.:Nunca pusimos un límite de estéticas, poéticas, edades o géneros. Nuestro proyecto persigue siempre hacer buen teatro.

La mirada del IMFC

Juano Villafañe, hijo del titiritero Javier, director artístico del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini” desde 2001, no se concentra mucho en qué es lo que se había acordado históricamente, ni en el prácticamente nulo uso que el IMFC hizo en el edificio del Teatro del Pueblo en estos años.

¿Cuál es su posición en relación a este conflicto?

No pensamos en ningún momento diluir identidades, sino integrarlas y potenciarlas, es la suma de capitales simbólicos históricos, que al socializarlos, los potenciás desde sus propias identidades.

Su escenario fue un espacio de resistencia a los gobiernos dictatoriales y desde hace más de veinte años está dirigido por la Fundación SOMI.

¿Cómo sería la forma de trabajo?

Cuando vos tenés propiedades que te pertenencen, tratás de coparticiparlas. Nunca planteamos un problema de competencia, ni de absorciónde unos a otros. Todas las identidades se van construyendo, no son cosas estancas. La identidad es el compartir, el coparticipar. La idea sería coparticipar todo, respetando los días, espacios y luego ampliar el edificio y marchar en común, agregando esta impronta de tarea experimental e investigativa.

¿Por qué surge esta idea después de veinte años de convivencia?

Porque el Centro Cultural de la Cooperación fue creciendo de una manera tal, que nos obligó a pensar en esta propuesta. Nos parece una propuesta integradora, superadora, de respeto a las identidades, manteniendo lo que cada uno programaba. Planteamos la remodelación del edificio a nuevo y compartir una nueva programación e integrada también desde lo experimental, un teatro que se nutre de otras formas posibles que tienen las artes escénicas.

¿Qué piensa sobre la posible continuidad del Teatro del Pueblo en otra parte?

Por mí que haya mil teatros del pueblo, que florezcan mil flores. No hay un un propietario del Teatro del Pueblo. El teatro sigue en otro teatro, detrás de un sueño hay otro sueño. No termina conmigo la vida, no clausuro los acontecimientos, soy fundacional y multiplicador de acontecimientos, no actos de clausura. Que haya mil teatros del pueblo, es una tradición cooperativa, participativa.

¿Por qué le parece que se negaron los SOMI?

No sé, yo pensaba que una remodelación teatral del espacio edilicio iba a ser un atractivo para compartirlo. Ellos también tenían la idea de hacer una remodelación, eso fue coincidente y ya tenían un diseño realizado. Ellos sí tienen una inversión propia que hicieron con el tiempo, tienen equipos propios, etc. Pero nosotros no queremos vender, si el IMFC compró ese edificio, fue para usarlo.

Un poco de historia

Para Tito Cossa, Barletta, el fundador del espacio, era un “antifascista genético” y “si bien en sus últimos años se había quedado haciendo un teatro antiguo para la época, como escritor era un verdadero talentoso”. En 1943, luego de pasar por varios lugares, Barletta alquiló el edificio y, cuando Perón creó el régimen de propiedad horizontal, lo compró. Al morir, su mujer lo mantuvo abierto con dos actrices del elenco, pero no como teatro, sino como centro de exposiciones plásticas. Perinelli cuenta que estaban ahogadas económicamente. En 1986, una gestión que encabezaba Raúl Serrano convocó a dramaturgos para recuperar el teatro. Sin embargo, la viuda no daba el nombre y por eso en 1987, cuando se instalaron en el edificio, decidieron ponerle Teatro de la Campana, en honor a Barletta, a quien se lo recuerda en el Bajo y en la avenida Corrientes, agitando una campaña, expresando a viva voz: “Asista al teatro esta noche”. El proyecto, con estas características, funcionó muy poco tiempo y con discontinuidad, hasta que se desintegró. Perinelli explica: “En 1996 el IMFC pactó con la viuda pagarle un salario mensual de por vida y la propiedad pasó a ser de ellos. En ese contexto nos llamaron para dirigir el teatro, pero dijimos: ‘Hay que hacerlo realmente un teatro’”.

¿Cómo se llevó a cabo este trato?

R.P.: Quien intercedió y daba confianza a esto fue el diputado comunista Floreal Gorini. Fue así como pusimos 150.000 dólares, la mitad de lo que costó el proyecto de reforma para hacerlo un verdadero teatro.

Para Tito Cossa, Barletta, el fundador del espacio, era un “antifascista genético”.

 

¿Estarían en condiciones económicas de comprar el inmueble?

RC: No tenemos la plata, pero podríamos haber obtenido ayuda del Estado y el Instituto podría haber sido tolerante con los pagos, pero no quisieron bajo ningún caso. Actualmente el subsidio que ayuda a mantener la sala es el de Proteatro y el del Instituto Nacional del Teatro. Ante esta circunstancia, el 31 de diciembre de 2017 deberemos dejar el espacio. La pérdida de este edificio es invaluable, no solo por su excelente ubicación, sobre la diagonal Roque Sáenz Peña, su tamaño y el dinero invertido en tantos años en el mantenimiento de las salas, sino también por ser un símbolo del teatro independiente, con un funcionamiento de más de 20 años ininterrumpidos.

“El teatro del Pueblo no puede desaparecer”

La comisión que conduce el teatro manifiesta en un comunicado, a través de su sitio web: “El Teatro del Pueblo no puede desaparecer. Nos hemos propuesto seguir adelante. Refundar el Teatro del Pueblo, cuyo nombre nos pertenece, allí donde podamos, allí donde nos den las fuerzas. Se apela a todos, inclusive a los espectadores, antes del comienzo de cada obra, con la frase: “Si usted conoce algún lugar que pueda ser convertido en teatro, por favor díganos”. Algunas ofertas han llegado, pero nada seguro, hasta el momento.

Cuando se realizó esta nota, todos los integrantes de SOMI estaban reunidos en el encuentro semanal que tienen los jueves desde hace años. Cossa contó que por medio de una votación, decidieron que fuera él quien saliera de la reunión para hablar de este tema con ANCCOM. Adelanta que tiene una idea, pero que aún no ha llegado a conversarla con nadie en la reunión. Y remata: “El Teatro del Pueblo es un ícono, no puede desaparecer, como no puede desaparecer el Café Tortorni”.

Roberto Perinelli, en la misma sintonía que Tito Cossa, dice: “Este teatro tiene que seguir porque tenemos que continuar con nuestro proyecto, que es estrenar obras de autores argentinos. El teatro independiente está en su mejor momento, por eso a mí me duele mucho este tema, el tarifazo, por ejemplo, porque puede lesionar un proyecto artístico que está en franco reconocimiento y afirmación”.

¿Cómo ve el futuro del teatro independiente, ante las políticas de ajuste?

R.C.: Creo que va a haber cierres, la Asociación Argentina del Teatro Independiente (ARTEI) ya está hablando de esto. Nosotros pasamos de $1.500 de luz a $7.500. Todavía falta ver cuánto nos viene de agua, gas no tenemos, por suerte.

R.P.: Muy complicado porque no podemos trasladar el precio a las entradas. Diría más, el teatro independiente tiene que ponerse a pensar si no tiene que rebajar el precio.

¿Cómo están enfrentando esta realidad?

R.C.: Tenemos una suerte muy grande, contamos con el éxito de Terrenal, la obra de Mauricio Kartun, que llena cuatro funciones por semana, algo que pocos teatros consiguen. Así que por ahora hemos podido ahorrar un poco.

R.P.: Nosotros hemos tenido temporadas anteriores donde pusimos plata de nuestro bolsillo para pagar una tarifa racional de luz, ahora no nos es fácil pagar esta irracionalidad.
Actualizada 30/08/2016