Esta semana se realiza el 11º festival de arte digital y videojuegos, que precalifica -además- para los Premios Oscar a la animación.
Hasta el 1° de noviembre, Buenos Aires se convierte nuevamente en la capital de la animación, el arte digital y los videojuegos con la 11° edición del Festival Internacional BitBang. El evento, declarado de interés cultural por el Gobierno de la Ciudad y único en Argentina con estatus de precalificador para los Premios Oscar en la categoría de cortometraje animado, reúne a artistas de todo el mundo que exploran los límites entre la tecnología y la imaginación.
El camino de BitBang
Nacido en 2014 como una propuesta autogestionada, BitBang se consolidó como el principal festival argentino de animación. En esta edición, las actividades se reparten entre el Cine Escuela, el Centro Cultural Borges y el Club Lucero, donde se proyectan más de cien cortometrajes seleccionados en competencias internacionales y latinoamericanas.
Durante la apertura, la directora del festival, Bárbara Cerro, destacó el espíritu que sostiene al encuentro desde sus inicios:
“El festival funciona como una plataforma de propuestas artísticas autorales y experimentales, pensadas para un público joven y adulto. Hay proyecciones, talleres, ferias, instalaciones, videojuegos, competencias de ilustración y arte digital. Todo es gratuito, salvo la función de apertura y la fiesta de cierre, que se agotaron”.
Cerro subrayó que el festival hoy impulsa la circulación de obras latinoamericanas en circuitos internacionales y ofrece becas y convocatorias para nuevas generaciones de animadores.
“BitBang busca abrir puertas y sostener una comunidad que se expanda desde Buenos Aires hacia toda Latinoamérica”, afirmó.
La animación argentina llega a Adult Swim
En BitBang se estrena La huella del oro, la primera serie nacional desarrollada para Adult Swim y HBO Max. El proyecto, que combina humor, artesanía visual e innovación técnica, se presenta como una de las producciones más ambiciosas del año y tendrá un espacio destacado con una masterclass a cargo de sus creadores.
El encuentro, titulado “Los secretos de la serie La huella del oro”, se realizará el viernes 31 de octubre a las 19 en la Escuela Da Vinci.
Durante la charla, Soledad Yañez, gerente senior de Producción Original & Animación en Warner Bros, y Daniel Duche, fundador del estudio Puño Robot, repasarán el recorrido creativo de la serie: desde la idea inicial hasta el desarrollo y la producción final. Ambos compartirán cómo un equipo local logró materializar una animación de calidad internacional para una productora que históricamente marcó tendencias globales en el género.
Un festival con identidad propia
El póster oficial de esta edición fue diseñado por la artista argentina Stefanía Tesio, quien explicó el concepto detrás de la imagen:
“Para mí, el BitBang es como un mundito lleno de colores. Me enorgullece que sea un festival de animación argentino, y por eso en esta pieza quise reflejar ese espíritu: el sol de nuestra bandera, al frente, rodeado de vida y color. Es un espacio hermoso para apreciar todo lo lindo que se puede crear”.
Invitados que expanden el lenguaje
La edición 2025 cuenta con invitados de trayectoria diversa: el suizo Michael Frei, creador de Plug & Play y Kids; los colombianos Silvia Prietov, fundadora de Lucy Animation, y Simón Wilches Castro, del estudio Titmouse; y la dupla francesa Jocelyn Charles y Solène Crépin, entre otros.
La presencia argentina también es central, con realizadores como Julia Conde, Ezequiel Torres, Jess Bianchi, Paula Boffo y el colectivo Can Can Club, referentes de la animación independiente local.
“Vivimos rodeados de imágenes idénticas. Cuando algo muestra sus hilos, su textura, su imperfección, eso emociona. En un tiempo de tanta artificialidad, la autenticidad vuelve a tener valor: el tiempo, el esfuerzo y el cariño puestos en una obra”, dice Bianchi.
La animación como búsqueda de autenticidad
En uno de los intercambios más sustanciosos del encuentro de prensa, los invitados reflexionaron sobre el lugar de la animación latinoamericana en un mercado global dominado por grandes estudios. Desde perspectivas distintas, coincidieron en que el desafío central pasa por asumir la identidad híbrida de la región y transformarla en una estética propia.
La directora colombiana Silvia Prietov, fundadora de Lucy Animation, señaló que la riqueza del panorama latinoamericano radica justamente en su falta de rigidez:
“En Colombia no tenemos una identidad tan definida porque se nutre de muchas fuentes. Tenemos influencias de Estados Unidos, de Europa y también herencias ancestrales que no siempre nos enseñaron. Aceptar ese caos y ese mestizaje, tanto estético como narrativo, es parte de nuestra forma de contar historias”.
Para Prietov, esa hibridez lleva a romper con las estructuras clásicas: “No tiene sentido contar una historia tipo Pixar, donde todo es lineal y predecible. En América Latina estamos explorando otras formas, más cercanas a lo literario, al realismo mágico y a la mezcla entre lo cotidiano y lo fantástico”.
El animador Simón Wilches Castro, también colombiano y miembro del estudio estadounidense Titmouse, retomó esa idea desde la autonomía creativa: “Las tendencias siempre llegan con retraso. Si todos copiamos lo que hoy está funcionando, cuando terminemos de hacerlo ya habrá otra cosa. Lo importante es contar las historias que uno conoce, las que lo obsesionan, y hacerlo desde su identidad”.
Wilches advirtió que la industria tiende a privilegiar fórmulas, pero que la verdadera innovación surge cuando los realizadores se permiten “ser rebeldes con inteligencia”: sostener una mirada personal dentro de las reglas del mercado.
La realizadora argentina Jess Bianchi cerró el debate con una reflexión sobre el valor de lo artesanal frente a la saturación tecnológica y el uso masivo de inteligencia artificial en la producción de imágenes: “Vivimos rodeados de imágenes idénticas. Cuando algo muestra sus hilos, su textura, su imperfección, eso emociona. En un tiempo de tanta artificialidad, la autenticidad vuelve a tener valor: el tiempo, el esfuerzo y el cariño puestos en una obra”.
Las tres intervenciones dibujaron una visión compartida: una animación latinoamericana que se afirma en la mezcla, que apuesta por la libertad creativa y que encuentra en la imperfección un signo de verdad.
Los proximos días
Durante el fin de semana de cierre, BitBang despliega una programación intensa que convierte a Buenos Aires en un gran laboratorio animado. Desde el viernes 31 de octubre, la jornada combina talleres prácticos, de diseño sonoro, stop motion y creación de personajes, con una feria gráfica y una muestra interactiva de videojuegos curada por Michael Frei.
En las salas de la Escuela Da Vinci, el Centro Cultural Borges y el Club Lucero se proyectan cortos internacionales y latinoamericanos en competencia, mientras artistas como Silvia Prietov, Simón Wilches Castro, Solène Crépin, Jess Bianchi y el equipo de Pikolón VFX comparten sus procesos creativos en charlas y masterclasses.
Como novedad, los cortometrajes y películas del festival también pueden verse en línea a través de la aplicación Flixxo, una plataforma interactiva que permite al público acceder a contenidos exclusivos de manera gratuita.
La noche del viernes culmina con la premiación oficial del festival y una celebración en La Paz Arriba, con karaoke y baile hasta el amanecer. El sábado y domingo mantienen el pulso con nuevas funciones, retrospectivas y espacios de encuentro.