El retorno de los padres, el exilio de los hijos

El retorno de los padres, el exilio de los hijos

“Villa Olímpica” es una película documental que, mediante la recopilación de imágenes analógicas y reconstrucciones escénicas en maquetas, cuenta la historia de los hijos de los exiliados latinoamericanos por las dictaduras en los años 70.

“Un día vine a México a trabajar a los 33 años y cuando vi la Villa Olímpica lo supe. ¿Cómo no iba a haber una película sobre la comunidad de exiliados más grande de América Latina? Yo no viví ahí, pero estaba cerca e iba mucho, era un epicentro cultural del sudamericanismo de izquierda. Después de esa visita llegué a mi casa, googlée y arranqué con el proceso de investigación. Terminé después de seis años”, cuenta Sebastián Kohan Esquenazi, director de Villa Olímpica, quien vivió en el exilio en México con sus padres.

Los recuerdos, la nostalgia y lo lúdico toman el papel central en esta película que funciona como una “reconstrucción” de hechos que al mirar hacia el pasado se tornan difusos hasta para sus mismos protagonistas. Sus imágenes gozan de una imperfección verosímil a partir de material de archivo real y la ficcionalización de recuerdos.

“Me pareció más interesante contar la desestructuración de la comunidad que su conformación. ¿Qué había pasado con cada uno de ellos, qué pasó con la gente que vivió ahí y luego tuvo que irse a su lugar de origen? La historia que no se había contado no sólo era la del retorno y desarraigo, sino la de mi generación, que fuimos los verdaderamente afectados por el destierro en democracia. Había muchas películas sobre el exilio, pero pocas sobre el desexilio”, afirma el cineasta.

Villa Olímpica trae a la mesa una problemática poco tratada: el ser extranjero en todas partes. Volver  a un lugar de origen que en realidad ya no existe más como tal. Ser argentino en México, ser mexicano en Argentina. Un “argenmex” que casi no es considerado como una opción identitaria. O sos uno, o sos el otro. Sumado a los conflictos que implicó para una generación que nació en ese espacio “vacío”.

“Cuando nos dimos cuenta del enfoque que tenía que tener la película, se empezó a afinar la mirada infantil y borrar el testimonio de la mirada de nuestros padres. Empezamos a pensar cómo se construye el desarraigo y el destierro en las infancias. Crecer en un lugar diferente significa tener que reinventarse todo el tiempo, porque las recetas no están y el librito de quiénes éramos no nos lo dieron, se nos cayó del avión directo al mar”.

El documental cuenta en retrospectiva cómo fue la infancia de niños que crecieron caminando las calles de este condominio con una libertad que no era equivalente a la que tenían sus padres fuera de ese lugar y país. Habitaban un pequeño gran mundo que se desmoronó cuando sin consulta previa les avisaron el regreso a donde nunca había sido su casa.

“Lo visual nace desde varios puntos diferentes, cuando yo les preguntaba a mi generación qué recordaban de su infancia en México lo primero que hacían era ponerse a pensar y luego responder algo que evidentemente estaba siendo reinventado. Cuando uno no sabe realmente cómo fueron las cosas, se construyen discursos a partir de elementos: la foto que quedó del padre, el relato del tío. Me pareció importante el hecho de no saber, porque para desprendernos de esa condición de hijos de perseguidos y ser nosotros una generación con identidad propia de alguna manera necesitamos construirnos”. 

De esta manera, el particular espacio geográfico y las travesuras de niños que se valían por sí solos se establecen como la excusa para algo más profundo: la constitución de las identidades y el desarraigo en contextos difíciles.

“Conocí a Pablo —protagonista principal de la película— cuando estaba exponiendo una maqueta en el Museo de la ESMA. Ahí me contó la historia de su padre. Su narración tenía elementos sanadores y me pareció fundamental el hecho de que la memoria sea sanadora y no una forma de autovictimizarse y meter nuevamente el dedo en la llaga. Por eso fue la decisión de incluir su maqueta y a su vez generar nuevas”.

Es posible apreciar la intención de traer al presente el pasado de una manera distinta a partir de la utilización de las maquetas y los collages hechos con fotos. Una mixtura visual que atraviesa toda la película y que representa quienes fueron y son estos niños de Villa Olímpica. 

“Creo que el resultado fue bueno porque si bien la gente después de ver la película llora mucho, sale un poco más entera o al menos no destruida, como suele pasar con muchos documentales que simplemente trabajan el drama para generar dolor. Yo creo que no tenemos que generar más dolor, tenemos que contar nuestras vidas pero para que nuestros hijos no sufran lo que nosotros sufrimos”, concluye Kohan Esquenazi.

 

Villa Olímpica se estrena hoy jueves 21 de diciembre a las 18.40 en el Cine Gaumont, Rivadavia 1635, CABA. Hoy también podrá verse a las 20 en la señal CINE.AR TV y desde mañana, viernes 22, estará disponible en la plataforma CINE.AR PLAY por una semana. También será exhibida en la Red de Espacios INCAA.

Buenos Aires, capital olímpica de la juventud

Buenos Aires, capital olímpica de la juventud

Del 6 al 18 de octubre del año próximo, la Ciudad recibirá a 3998 atletas de entre 14 a 18 años provenientes de 206 países, que participarán en 241 eventos. Será la tercera edición de esta competencia juvenil.

Imagen área de los edificios construídos en Villa Soldati para los Juegos de la Juventud 2018

La villa olímpica albergará a 7 mil deportistas cuando se lleven adelante los JOJ en Octubre de este año.

Historia y competencia en la Ciudad

Luego de cinco intentos fallidos, en los cuales Argentina se postuló y no obtuvo el privilegio de recibir los tradicionales Juegos Olímpicos, finalmente en 2018 acogerá los Juegos Olímpicos de la Juventud (JOJ o YOG, en sus siglas en inglés). La decisión de que la Ciudad de Buenos Aires sea la elegida se tomó el 4 de julio de 2013, en una sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), realizada en Lausana, Suiza. Las ciudades derrotadas por la Capital Federal fueron Medellín (Colombia) y Glasgow (Escocia). La resolución fue tomada tres jornadas después del Día Olímpico, en el que se conmemora el nacimiento del COI en París, un 23 de junio de 1894, cuando el Barón Pierre de Coubertin fundó los Juegos Olímpicos modernos.

El origen de los JOJ nace el 5 de julio de 2007, cuando el COI, en una reunión llevada a cabo en Guatemala, decidió crearlos al aprobar el proyecto por unanimidad. El belga Jacques Rogge, quien actualmente tiene 75 años y ejerció como presidente del organismo internacional entre 2001 y 2013, fue uno de sus ideólogos. La primera edición de esta competencia se desarrolló en Singapur, en 2010; la segunda en Nanjing, China, en 2014; y la tercera será en Buenos Aires. Pero la modalidad en años pares se terminará, ya que el COI decidió que el cuarto encuentro de los Juegos juveniles de verano se lleve a cabo en 2023, para continuar en los años impares. “Gané la medalla de bronce en los JJOO de la Juventud de Nanjing, en la disciplina hockey five. Fue una experiencia increíble. Éramos solo nueve, y para mí fue un sueño que haya quedado entre tantas para elegir”, confesó Eugenia Trinchinetti, actual integrante de Las Leonas.

¿Quiénes pueden participar de los JOJ-YOG? Jóvenes de entre 14 a 18 años, nacidos entre el 1 de enero del 2000 y el 31 de diciembre del 2003. Habrá 3.998 plazas, repartidas por primera vez en la historia en igualdad de género: 1.999 para hombres y la misma cantidad para mujeres. El deporte que cuenta con más cupos de clasificación es el atletismo, con 680 vacantes, seguido por la natación, con 448 lugares. Esto se debe a que dentro de ambas disciplinas hay muchas categorías y no unas pocas, como puede pasar en el futsal o el tenis. Ahora bien, para obtener las plazas, hay diferentes caminos. Ganar en algún torneo pre-olímpico de la Juventud puede ser uno. Marcar un tiempo de clasificación en una competencia reconocida por la Federación Deportiva Internacional que corresponda, es otro. O estar en la posición privilegiadas en el ranking olímpico de su especialidad, un tercero.

Las sedes donde se desarrollarán las 32 disciplinas del programa olímpico de la Juventud estarán divididas en cuatro parques. El Parque Olímpico en Villa Soldati; el parque Urbano en Puerto Madero; el parque Verde en Palermo; y el Parque Tecnológico dividido en Tecnópolis, Vicente López, y en Parque Sarmiento, Saavedra.

Imagen de promoción de los Juegos Olímpicos Buenos Aires 2018

Como en todo Juego Olímpico, siempre se designa a un embajador oficial de la competencia. En este caso, el elegido fue Luis Scola, basquetbolista de 37 años y ganador de la medalla de oro en los JJOO Atenas 2004 y del bronce en Beijing 2008. Por otra parte, el mejor futbolista del mundo, Lionel Messi (oro en Beijing 2008), y la ex jugadora de hockey, Luciana Aymar (plata en Sidney 2000 y Londres 2012; bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008), ofician como padrinos del evento. “Sentí un honor tremendo con el anuncio, porque me demostraron que puedo ser un ejemplo para los más chicos que formarán el futuro del deporte”, manifestó Scola, quien actualmente juega en el Shanxi Brave Dragons de la Liga de China.

Con respecto a la inauguración de la competencia, habrá una innovación si se compara con los anteriores Juegos. Es la primera vez que se realizarán al aire libre y no en un estadio. El 6 de octubre de 2018 a las 20, el Obelisco, monumento histórico de la Ciudad de Buenos Aires, será la sede de la apertura inicial, entre las avenidas Corrientes y 9 de Julio. El 6 de octubre de 2017 ya comenzaron los preparativos cuando en el emblema de CABA se instaló el símbolo de la competencia: los anillos olímpicos. “Decidimos que la ceremonia fuera en la calle, con un concepto de 360°. Planeamos una fiesta en la 9 de Julio, sumamente tecnológica, de gran participación, con alrededor 500 mil personas”, comentó en esa oportunidad Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), a la prensa.

Los eventos deportivos que se realicen en la Olimpíada serán de acceso gratuito para el público, en cualquiera de sus sedes o parques. Asimismo, ya se realizaron adjudicaciones y licitaciones a servicios de prensa, servicio web y traducción de la competencia.

Por otro lado, a través del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología de la Ciudad, se adjudicó la contratación del servicio de desarrollo, mantenimiento y administración de un sitio web educativo, relacionado con los Juegos Olímpicos de la Juventud, obtenida por la empresa El Perro en la Luna SRL, a cambio de 4.063.310 pesos. Según consta en el Boletín Oficial de la Ciudad, el gobierno porteño destinará 6.780.000 pesos a la contratación de un servicio profesional de traducciones. Aún no se sabe la empresa que llevará a cabo la prestación, pero sí se conoce el área que manejará los fondos de esta función: la Unidad de Proyectos Especiales Villa Olímpica, comandada por María Piñero Villar, dependiente del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad (MDUT).

Del 6 al 18 de octubre de 2018, a pesar de que la fecha original era del 1 al 12 y se modificó con el objetivo de abarcar dos fines de semana y que puedan asistir más espectadores a las competencias, se recibirá al mundo deportivo juvenil. Quizás, luego del Mundial de Rusia 2018, en el que Argentina ya está clasificada, resurja ese sentimiento nacional por la celeste y blanca que inspira a los argentinos a través de una sola pasión: el deporte.

Lo que muestra y esconde la Villa Olímpica en Soldati

La Villa Olímpica se construye actualmente en Villa Soldati, barrio de la Comuna 8, que comprende también a Villa Lugano y Villa Riachuelo. Una vez terminados los JOJ de Buenos Aires 2018, desde el gobierno planean conformar un Distrito del Deporte en la zona. La ciudad olímpica se ubica entre las avenidas General Francisco Fernández de la Cruz, la Avenida Escalada, la Avenida Coronel Roca y la Autopista Presidente Cámpora. Esa área posee un importante potencial a escala regional, ya que conecta sus vías de acceso desde distintas autopistas, como Luis Dellepiane, Perito Moreno y la 25 de Mayo, además de la General Paz; el ferrocarril Belgrano Sur, con las estaciones Lugano, Presidente Illia y Villa Soldati; el Premetro y el Metrobús de Coronel Roca y Fernández de la Cruz. Sin embargo, falta el medio de transporte público más promovido desde hace unos años por el macrismo: el subte, que fue tapado con la ola de estaciones amarillas del Metrobús.

Ahora bien, el predio de Villa Soldati, en el que se encuentra la Villa Olímpica, es un complejo que ocupa 100 hectáreas de extensión, de las cuales 49 hectáreas son para un parque metropolitano; 20 hectáreas para el desarrollo de viviendas futuras, que podrían ser rematadas para proyectos privados; 3,5 hectáreas para los edificios de la Villa, en los que se alojarán los 3.998 atletas de los 206 países; y el resto destinadas para calles, veredas y bulevares. “Desde la Dirección de Infraestructura de la Unidad de Proyectos Especiales Villa Olímpica nos encargamos de controlar las obras pluviales y las de pavimentos que realiza la empresa UCSA en Villa Soldati”, expresó Nicolás González, uno de los inspectores del área dependiente del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Los trabajos en la Villa comenzaron el 14 de febrero de 2016. En total serán 31 los edificios construidos, con un total de 1.200 departamentos que recibirán a los atletas, entrenadores y delegados de cada federación nacional, los que traducidos en números, son alrededor de 7.000 personas. Los departamentos son de uno (25 m2), dos (40 m2) y tres ambientes (65 m2). Cuentan con cuartos, baños, balcones y un instrumento clave para los adolescentes: Wifi.

Hay múltiples empresas y constructoras que participan del proyecto, entre las cuales se encuentran Bricons, Criba, Cavcom, Constructora Sudamericana, Cunumi, Constructora San José, Emaco y Lanusse UTE, Vidogar Construcciones, Dycasa, y Conorvial. Según informó el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta a la prensa, al inicio de las obras, el destino previsto a las viviendas construidas para los JOJ será para la gente del barrio y se otorgarán desde el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), a partir de un sistema de puntos, según cantidad de hijos a cargos, adulto mayor o familiar con discapacidad. Sin embargo, todavía no hay precisiones ni documentos oficiales que expliquen cómo será el procedimiento para la adjudicación de las viviendas. “Sería lógico que los vecinos de la zona tengan prioridad, pero no cualquiera va a poder acceder a una vivienda. Habrá que ver cuánto es el precio y cómo se financia, porque en este barrio la mayoría somos gente humilde”, declaró Miriam, mujer de 58 años, quien vive en Soldati.

Vista lateral de una calle en Soldati donde se está construyendo la Villa Olímpica para los Juegos de la Juventud

La inversión para la construcción de la villa olímpica contrasta con el déficit habitacional que mantiene la Ciudad de Buenos Aires.

Según las estimaciones del Gobierno de la Ciudad, las obras deberían estar terminadas en marzo de 2018, para ser entregadas al Comité Organizador, es decir, siete meses antes del inicio de la competencia. El Comité Olímpico Argentino (COA) destinará 15 millones de dólares para financiar la obra. Pero todo lo que parece un hito urbano para el desarrollo del sur de Capital Federal, no puede esconder ciertos hechos polémicos. Según datos del Gobierno de la Ciudad, una de cada tres familias porteñas es inquilina, un total de 330.000 hogares. A estos se le deben sumar las 132.570 familias que necesitan una solución habitacional y las 72.000 que demandan una vivienda nueva. Por otra parte, según un informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, alrededor de 200.000 vecinos de la Ciudad viven en villas o asentamientos informales, y el 40 por ciento de todos los porteños son inquilinos. En ese sentido, cabe preguntarse si es necesario que haya una competencia deportiva de tal magnitud para ofrecer soluciones habitacionales a los ciudadanos, o si debería ser una política pública el acceso a la vivienda, como lentamente empieza a aparecer ahora con los créditos UVA, que comenzaron a ser otorgados tanto por los bancos públicos (Ciudad, Provincia y Nación) como los privados. De acuerdo al criterio de los JOJ Buenos Aires 2018, primero se pensó en el deporte y luego en las familias que demandan un techo. Y el derecho al acceso a una vivienda no puede estar atado a la realización de una competencia deportiva.

Nicolás González, inspector del gobierno de la ciudad, opinó que el proyecto de la construcción de la villa olímpica no estuvo bien organizado desde un principio. Durante la primera parte de la inspección en el sector de arquitectura había muy pocos inspectores. Las empresas empezaron a ocupar parte privada y pública con los “obradores” (lugar destinado para los obreros, grúas y demás materiales). La infraestructura de las obradoras ocupó muchas calles que era necesario inspeccionar. Recién cuando empezó a tener más importancia la villa, se empezó a poner más inspectores y a prestarle más atención.

A su vez, González dejó entrever las limitaciones que suele tener el gobierno. “Algunas de las complicaciones que solemos tener son las demasías (cambios en el proyecto licitado y presupuestado)”, dijo Nicolás González. Una vez que las empresas presentan el nuevo proyecto con el presupuesto correspondiente, el Gobierno tarda mucho en aprobarlo por toda la burocracia que existe. Luego también tardan en abonar a las empresas licitadas. El cambio en el proyecto necesariamente lleva a hacer un balance de economía y demasías (BED), donde se evalúa si es necesario invertir dinero extra que pide la empresa. Esto requiere un análisis de precio y tener en cuenta todas las ventajas que la empresa podría sacar en el sentido económico. Siempre se presentan luchas con las empresas en este aspecto. Esta es una de las cosas que hace incrementar el presupuesto para la obra y que posteriormente se devalúa por el tiempo que tardan en acreditarse.

Una semana antes de la llegada del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, para realizar una inspección a las obras, hubo un accidente laboral y murió un obrero, Hernán Cardoso, en un episodio que ni la prensa mostró en los medios ni fue denunciado por Gerardo Martínez, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), quien tiene buena sintonía con los gobiernos porteño y nacional.

Y como si fuera poco, tampoco se habló demasiado de los desechos líquidos de las obras que fueron a parar a la cuenca del Riachuelo, ya que no existía un caño maestro de cloacas, justo en un gobierno que se autoproclama como sustentable y partidario de la Ciudad Verde. “Desde chico veo como empresas y el gobierno derrochan desechos en el Riachuelo, y nunca se preocuparon por hacer algo para las personas que vivimos en el lugar y estamos rodeadas de miseria y enfermedades”, afirmó Jorge, de 62 años y quien vivió toda su vida en las orillas del río Matanza-Riachuelo.

Frente a todo esto, queda como detalle menor el hecho de que en los departamentos no hay cocina ni gas. Y se espera que las luces del gran espectáculo que representa un juego olímpico no tapen estos detalles oscuros.

 

Actualizado 30/01/2018