¿En qué quedó la UniCABA?

¿En qué quedó la UniCABA?

Después de un ruidoso conflicto con la comunidad educativa porteña, la UniCABA comenzó a funcionar de manera silenciosa y ya tiene su primera egresada. Dos modelos de docentes en disputa. El proyecto para limitar las huelgas.

Julieta Accari es docente en constante formación. Se recibió de bachiller con orientación docente, es profesora de enseñanza primaria y enseñanza de adultos, y realizó varios postítulos, como políticas de la infancia y seminarios de ecología. Hace dos años se animó a dar un paso más en su formación profesional y comenzó a estudiar la Licenciatura en Enseñanza Integrada de Ciencias Naturales, Tecnología y Matemática para Educación Primaria en la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, y el 31 de agosto de 2022 se convirtió en la primera egresada de esa casa de estudios.

La Universidad de la Ciudad de Buenos Aires es una institución pública destinada a la formación de profesionales mediante carreras de grado y de posgrado vinculadas a la educación, la tecnología y la producción de la gestión pública en el área metropolitana. En marzo de 2021 se inauguró el primer ciclo lectivo con más de 350 estudiantes inscriptos. “Mi experiencia en la universidad fue desafiante, ya que hacía años que no tenía una exigencia tan grande en cuanto a cantidad de materias y ritmo de estudio. Yo soy profesora de Matemática y Ciencias Naturales en 6° y 7° grado, soy referente de escuelas verdes y trabajo con la tecnología digital en el aula. Me pareció muy oportuna la temática de la licenciatura de enseñanza integrada en las tres áreas de mi competencia, ya que se nos pide esa integración, pero no se nos enseña cómo hacerlo”, expresó Accari.

Sin embargo, la Universidad de la Ciudad, también conocida como “UniCABA”, presenta un origen conflictivo en el que hay diferentes concepciones y modelos de la educación en juego, así como intereses políticos que hasta hoy generan disputa en la comunidad educativa.

Tiempos de reformas

El 22 de noviembre de 2017 el Ministerio de Educación porteño presentó en la Legislatura el primer proyecto de ley que proponía la creación de la UniCABA, una nueva universidad gratuita que concentrará toda la formación docente de gestión estatal de la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, se reemplazaría a los 29 institutos de formación docente existentes en la Capital Federal mediante la correspondiente transferencia “de sus patrimonios, personal docente y no docente, matrícula y sus partidas presupuestarias” hacia la nueva institución, como explicita el artículo 6°.

Entre los principales fundamentos de este proyecto se encontraban la falta de docentes en la Ciudad y el descenso paulatino de nuevos graduados en esta área cada año. En aquel entonces, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña detalló a Infobae: “La formación docente es el aspecto central en la reforma que queremos para las escuelas del futuro, pero partimos de un problema: no hay docentes”.

En un diagnóstico realizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) sobre la formación de nuevos docentes se observa la cantidad de graduados que año a año disminuye, así como la cantidad de cargos sin cubrir en escuelas. A la vez, se advierten ciertas desventajas de las carreras terciarias frente a las universitarias, por ejemplo, debido a la demora para recibirse o a la rigidez de los formatos.

El GCBA esperaba la aprobación de este proyecto de ley con la intención de que la UniCABA abra sus puertas en 2019. Sin embargo, la polémica no tardó en llegar y la comunidad educativa salió a repudiar estas medidas, alegando que los directivos de los profesorados no fueron consultados sobre las mismas. “La UniCABA se plantea en 2017 con el objetivo de cerrar los 29 institutos de formación docente que hay en la Ciudad de Buenos Aires. Ese era el proyecto original presentado en la Legislatura, y solo fue impedido a partir de la lucha que llevaron adelante los profesorados”, expresó Enzo Valenzuela, representante estudiantil del Instituto Superior del Profesorado Dr. Joaquín V. González.

Y esa lucha docente se vio plasmada a lo largo de 2018 mediante paros, movilizaciones, asambleas y reclamos de los 29 profesorados contra el proyecto UniCABA. “Fue muy importante lo que sucedió en 2018 en términos de movilización y se siguen sosteniendo esos mismos principios en términos de lo que debe ser la formación docente y la importancia de los profesorados”, sostuvo Gabriela Gelber, pedagoga y docente en el Instituto de Educación Superior Juan B. Justo.

A mediados de 2018, la ministra Acuña declaró que el proyecto de ley avanzaría, pero con algunas modificaciones. Y en septiembre de ese mismo año se presentó un segundo documento que reconoce la continuidad de los Institutos de Formación Docente, aunque no menciona el respeto a su autonomía.

Aún así, el nuevo proyecto no fue bien recibido por los profesorados y sus voces se hicieron escuchar en la calle. Luego de dos tensos días de acampe y represión que dejaron personas heridas, el 2 de noviembre de 2018 se aprobó la Ley 6053, titulada como “Ley de la Formación Docente del Sistema Educativo y Creación de la Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. 

Así es como en 2019 se puso en marcha la creación de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires con un presupuesto de más de $42 millones para reacondicionar el, hasta entonces, Ministerio de Educación de la Ciudad ubicado en Av. Paseo Colón 255, nueva sede de la UniCABA.

En marzo el GCBA emitió el Decreto 92/2019 que crea un nuevo organismo de regulación para los institutos docentes: la Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente. Su principal objetivo es supervisar y coordinar a los profesorados para formular una nueva política para la formación de los maestros.

Mariano Palamidessi, doctor en Educación, fue nombrado director de esta unidad y detalló en su momento a Clarín: “La Ciudad invierte mucho dinero en la formación docente, pero con una eficiencia muy baja. Los institutos tienen un grado de autonomía muy grande pero no hay planificación ni coordinación, lo que genera superposición geográfica y de contenidos. Acá nunca hubo una política de formación docente, así que el sistema está generando egresados con diversos niveles”. Nueve meses más tarde, Palamidessi fue designado como el primer rector de la Universidad de la Ciudad, cargo que actualmente sigue ejerciendo.

El año 2020 fue particular a nivel histórico y mundial. La pandemia del covid-19 detuvo el reloj y por ese motivo se retrasaron algunas cuestiones organizativas de la UniCABA. Se pueden destacar algunos avances: se efectuó la mudanza del Ministerio de Educación al Barrio Rodrigo Bueno (ex villa 31), se terminó de acondicionar el edificio de Av. Paseo Colón y se anunció la apertura de la universidad para el año 2021. Mientras tanto, la incertidumbre de los institutos de formación docente crecía día a día.

¿Qué se enseña a los que enseñan?

La creación de la UniCABA y el enfrentamiento con el cuerpo educativo de los 29 profesorados puso en debate dos modelos distintos de formación docente. Según Enzo Valenzuela “el perfil de docente al que aspira un estudiante de un profesorado es totalmente diferente al propuesto desde el Ministerio de Educación de la Ciudad.” Y argumentó: “El primero apunta a la construcción de un pensamiento crítico, a un conocimiento al servicio del pueblo, a que se trabaje con valores democráticos genuinos en el aula”.

En la misma línea la representante estudiantil del Joaquín V. González, Lourdes Yuguero, comentó a este medio: “Sabemos que la educación a la que apuntan ellos es una educación para el mercado, y la educación que proponen los profesorados es una educación totalmente diferente: una educación liberadora, que más allá de que sirva para salir al mercado laboral, es para ser formadores de futuros ciudadanos críticos, con base y eje en los derechos humanos. Esto no aparece en la UniCABA”.

Si bien a partir de las reformas al proyecto de ley la UniCABA se planteó como una institución que no competiría con los profesorados, su oferta académica coincide, aunque con significativas diferencias en su contenido.

María Mercedes Zambrana, profesora y coordinadora del programa de Enseñanza de las Ciencias de la UniCABA hizo declaraciones a este medio sobre la formación docente de la institución: “Nosotros tenemos carreras que si bien tienen títulos similares tienen un enfoque totalmente diferente, enfoques integrados y novedosos, por lo cual no estamos compitiendo en el momento que no ofertamos lo mismo. El año que viene se abren carreras como la Licenciatura en Tecnologías Digitales, ya nos vamos del rubro exclusivamente educativo”. Y agregó: “La idea es fortalecer al equipo de la Ciudad de Buenos Aires, con otras herramientas conceptuales y didácticas que en este momento no están necesariamente en todos los lugares”.

Una cuestión de prestigio

Para Julieta Accari, la primera egresada de la UniCABA, la universidad implicó todo un desafío: “Nunca había asistido a una universidad por diferentes motivos. Antes la universidad no era tan accesible. Mi familia es de clase media, nunca nos faltó nada, pero los ritmos académicos estaban por encima de mis tiempos, tenía que colaborar con la casa.” También agregó: “El título universitario jerarquiza nuestra profesión y nos abre otras posibilidades”.

Gabriela Gelber, profesora en el I.E.S. Juan B. Justo opinó: “Hay una mirada más elitista de la universidad en términos de la educación superior no universitaria.” 

La UniCABA al ser una universidad, ¿tiene mayor jerarquía que los profesorados? Gabriela Gelber explica que “los dos son de educación superior. A partir de la Ley de Educación Superior está la educación superior universitaria y no universitaria. Me parece igual que hay un efecto más simbólico, ligado al sentido común que la universidad tiene más jerarquía en términos valorativos que un profesorado”.

Aunque la UniCABA tiene rango de universidad, sus títulos emitidos otorgan menos habilitaciones que los títulos de los profesorados. Lourdes Yuguero explica: “Hay varios problemas ahí. Primero, los títulos de la UniCABA son sólo válidos en la Ciudad, no son títulos nacionales. En los profesorados, el título te habilita a dar clases en todo el territorio nacional. Segundo, el título de la UniCABA solo te habilita a ser profesor de Nivel Inicial y Medio. El título para nivel superior no existe y queda reservado para los licenciados. Es un recorte a nivel territorial y a nivel formativo”.

¿Coexistencia o unificación?

 

El 10 de marzo de 2021 comenzó el primer ciclo lectivo en la Universidad de la Ciudad con más de 350 inscriptos. Una vez iniciadas las clases, el debate se centró en si es posible la coexistencia entre la UniCABA y los profesorados históricos, o si el caso culminará con la integración de estos a la nueva universidad.

Lourdes Yuguero manifestó: “Que exista la UniCABA junto a los profesorados implica ir desfinanciándolos de a poco. Lo que están buscando es que la educación sea de tan poca calidad que los estudiantes elijan a la UniCABA. Porque para que haya una educación de calidad también se necesitan condiciones materiales”. En ese sentido, se explayó: “Por ejemplo, en el Joaquín robaron microscopios que son carísimos y que nadie los va a reponer. Imaginate estar cursando el profesorado en biología y no tener un microscopio para estudiar. Eso condiciona tu tipo de educación. De forma directa o indirecta el objetivo es el mismo, que se concentren todos los estudiantes en la UniCABA”.

Por su parte, Gelber analiza: “En la Ciudad de Buenos Aires faltan muchos docentes en el Nivel Primario y Secundario. A mí me llama la atención que no haya una política específica en términos de promoción de formación docente en los profesorados. No termino de entender cuál es la apuesta, si apuntan a una verdadera coexistencia, si apuntan a fortalecer uno en detrimento del otro, o si el punto es ese, que la formación docente sea universitaria”.

El 2021 también fue un año signado por la movilización docente, incluyendo reclamos por la titularización de más de 35.000 profesores del Nivel Terciario, así como el desfinanciamiento de los profesorados en beneficio de la UniCABA. “Con la no titularización masiva están haciendo lo mismo. Que los docentes estén en situación de interinos, que es este puesto intermedio entre suplente y titular, demuestra una intención de querer dejar las instituciones acéfalas. Sin titulares no hay directivos y sin directivos es mucho más fácil cerrar los 29 profesorados”, aclara Lourdes Yuguero. “La UniCABA no es autónoma. Sus autoridades y decisiones son dictaminadas directamente por el Ministerio de Educación de la Ciudad. Tampoco tiene órganos de co-gobierno con participación estudiantil”, afirmó Enzo Valenzuela, del Joaquín V. González.

El mejor estratega

Aunque los años pasan, las estrategias del Gobierno de la Ciudad para vaciar las aulas de los profesorados de la Ciudad persisten. En marzo de este año el Gobierno presentó en la Legislatura porteña el proyecto de la Reforma del Estatuto Docente, que, pese a las movilizaciones y protestas, fue aprobado en mayo.

Según la página del Gobierno de la Ciudad, los objetivos de la Reforma del Estatuto Docente son: “Actualizar la carrera y los contenidos brindando nuevas oportunidades de desarrollo profesional a los docentes, jerarquizar la profesión docente otorgando nuevos incentivos y formas de reconocimiento salarial vinculados al mérito, profesionalizar la práctica a través de propuestas formativas para que los docentes estén más preparados para formar a los estudiantes en los desafíos del presente y del futuro”, entre otros.

A su vez, en junio la Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente envió un documento llamado “Propuesta de renovación de la formación docente” a los profesorados de Educación Física, donde propone una fuerte reducción en la carga horaria y la eliminación de 24 cátedras. Dicha propuesta sería puesta en marcha este 2023, eliminando de la currícula materias como filosofía y sociología.

Otra de sus estrategias utilizadas fue la creación de un examen de ingreso para los 29 profesorados de la Ciudad. La evaluación diagnóstica, además de acortar los plazos de inscripción, traía un mensaje agregado: luego de ser tomada, los postulantes a la inscripción recibían un correo electrónico donde les recomendaban guardar un número de trámite para presentarlo en la Universidad de la Ciudad.

Las luchas docentes también persisten. Bajo las consignas «Basta de vaciar a los profesorados», «Titularización Ya» y «No a la UniCABA», profesores porteños se presentaron en la charla que Mariano Palamidessi dictó, la edición en 2022 de la Feria del Libro. 

 Pablo Jaruf, director del Profesorado de Historia del Joaquín V. González, aseguró a este medio la necesidad de revisar y diagnosticar el estado de los planes de estudio para no incorporar reformas impuestas desde el Gobierno de la Ciudad. “Nuestra propuesta es que armemos un gran movimiento de estudiantes, docentes, egresados y egresadas en el que podamos discutir qué tipo de planes necesitamos, cómo hacer mejoras y cómo actualizarlo con la realidad laboral que nos vayamos a encontrar cuando trabajemos en la escuela secundaria”.

 Por el lado de la organización estudiantil, durante el último semestre de 2022 se realizaron clases públicas, asambleas y marchas para hacer frente al nuevo tipo de educación impuesto por el Gobierno. Ante este panorama, Yuguero declaró que lo que queda es “resistir y visibilizar. Crear estrategias, lazos, salir a las calles juntos. Pensando en grande, y siendo muy optimista, diría que queda concientizar a la gente de la Ciudad para que deje de votar modelos que tienden a recortar el gasto público, con una idea de educación mercantil”.

Licitaciones, remates e innovación

La Universidad de la Ciudad, el año pasado comenzó su segundo ciclo lectivo de forma presencial con 1.100 estudiantes. De 2021 a 2022, duplicó la oferta educativa y triplicó la cantidad de ingresantes. A principios de septiembre de 2022, la casa de estudios tuvo su primera egresada, Julieta Accari, quien declaró: “Al ser la primera corte todo nos era muy próximo y es un camino que se está forjando”.

En enero de 2020 se realizó el “Concurso Internacional de Anteproyectos para la Construcción del Edificio para la Educación del Futuro”. El GCBA mostraba una nueva estrategia: la creación de un novedoso espacio en los terrenos que ocupaba anteriormente el Tiro Federal, ubicado en Núñez, donde se instalaría la nueva sede de la UniCABA. Este nuevo proyecto se llama “Parque de la Innovación”.

Seis meses después, Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, presentó oficialmente el Parque de la Innovación. En la página web oficial de este proyecto se define como “un nuevo espacio de la Ciudad de Buenos Aires que impulsará las actividades de emprendedores, estudiantes e investigadores, facilitando el encuentro entre ellos y generando sinergias con instituciones innovadoras públicas y privadas del país y del mundo con especial foco en educación, salud y tecnologías exponenciales”.

El futuro de la formación docente 

La convivencia de dos modelos de formación docente plantea interrogantes. “Me parece que la UniCABA fue el dispositivo político que se construyó, siendo una de las piezas claves de una estrategia política educativa. Hay un análisis sobre los docentes que existen en el sistema educativo y sobre el docente al que se aspira, que evidentemente no coincide con el modelo docente que quieren fomentar desde el GCBA”, reflexionó Gelber. A su vez, deslizó un debate sobre el rol de la docencia: “Este conflicto plantea también una idea de lo que es el trabajo docente, si la docencia es un trabajo o es un servicio. Hay discusiones en términos de concepciones ideológicas acerca de la educación, de la docencia, de los futuros docentes y de los estudiantes”.

Consultada al respecto, Accari opinó: “El gran debate es para qué sirve la escuela, si es que sirve para algo o es solo una guardería, un comedor y un lugar de contención para los chicos. Espero que podamos volver al rol central de educar y que la sociedad pueda ocuparse de lo demás, mejorando sus posibilidades socioeconómicas”.

En una charla dictada en la UniCABA, en septiembre de 2022, este medio accedió a las palabras del ex ministro de Educación de la Nación y actual diputado, Alejandro Finocchiaro, quien presentó un proyecto de ley vinculado a declarar la educación como “servicio estratégico esencial”, que todavía no tuvo tratamiento.

Esta nueva propuesta plantea evitar la pérdida de clases debido a las huelgas docentes e impulsa la creación de un sistema de guardias escolares para garantizar la apertura de las escuelas. “Vamos a replantear toda la discusión sobre el derecho a la huelga, que claramente debe existir en mi opinión, pero con sanos equilibrios. Está bien que los trabajadores tengan derecho a huelga, pero también está el derecho a aprender, derecho humano básico e inalienable de nuestros chicos. Nosotros decidimos equilibrar los dos derechos. Para eso, en el mismo momento en que la directora entrega la planificación anual, debe entregar un sistema de guardias de directivos, docentes y no docentes. Y entonces, cuando venga la huelga, la escuela se abre”, explicó el exministro. Advirtió: “Nos vamos a empezar a replantear este absurdo de que hay un gremio en la República Argentina que puede hacer 30 días de paro durante un año”.

En caso de que no funcionen las guardias, Finocchiaro respondió “por supuesto que preveré sanciones. También estamos trabajando en una red que se llama Eco Educativo, con la cual le vamos a distribuir a cada mamá y a cada papá un recurso de amparo, para que un juez ordene abrir la escuela inmediatamente. El día que logremos la primera apertura será el día que cambie la historia, porque será el día en que la educación de los chicos triunfe sobre el oscurantismo de la huelga”. Ese mismo día, Sabrina Ajmechet, diputada nacional, agregó: “Con la charla de hoy del profesor Alejandro Finnochiaro estamos iniciando un ciclo que es sobre política educativa, que responde a una de las necesidades que llevó a la creación de esta universidad”.

El GCBA no parece tener reparos que ir contra los derechos de los trabajadores docentes y la autonomía de las trayectorias profesionales. Se vislumbra un futuro agitado en el que ambos modelos de educación siguen enfrentándose. Si bien la UniCABA ya está en funcionamiento y con una expansión notable en su oferta académica, no es desatinado pensar en una nueva etapa de movilización docente, observando los planes a futuro del GCBA. 

Maestra del aula, de la vida y de la resistencia

Maestra del aula, de la vida y de la resistencia

Debora Kozak exponiendo en la audiencia por el cierre de los Institutos Docentes, el 24 de abril del corriente año.

La docente y rectora del Normal 1, Débora Kozak, murió la noche del lunes producto de una repentina encefalitis. Fue una de las máximas referentes de la comunidad educativa porteña en la lucha contra el proyecto UniCABA. Familiares, amigos y compañeros de trabajo la despidieron en un emotivo acto. El discurso de Darío Sztajnszrajber

“Todavía no lo podemos creer, fue todo muy repentino. La última vez que la vi fue el día anterior a que se votara UniCABA, en el acampe. Luchó hasta el final”, cuenta a ANCCOM una compañera de trabajo de Débora Kozak. La docente y rectora del Normal 1 murió la noche del lunes producto de una encefalitis repentina, generando conmoción en toda la comunidad académica. En un emotivo acto, familiares, amigos y colegas despidieron ayer a las 19 a una de las principales referentes de la lucha contra la reforma educativa del PRO en la Ciudad.

“Me dio un beso y un abrazo, me acuerdo. Era muy afectuosa”. Como vicepresidente del Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal (CESGE), Kozak estuvo a la cabeza de la lucha contra UniCABA, la punta de lanza del ajuste en materia educativa impulsado por el oficialismo porteño. La iniciativa que procuró el cierre de 29 institutos de formación superior docente se convirtió en ley el pasado 22 de noviembre, luego de ser aprobada en la Legislatura de la Ciudad. Meses antes, en abril, Kozak advertía a ANCCOM las implicancias que este proyecto traería para la educación superior porteña: “Si tenés una sola universidad que promueve el pensamiento único, un sólo enfoque, una sola mirada, claramente hay un empobrecimiento del conocimiento, porque se afecta la diversidad”.

Tras confirmarse su fallecimiento, el CESGE emitió un comunicado donde afirmó comprometerse a “seguir su ejemplo y honrar su legado”. «Debora luchó contra la ignorancia, la hipocresía y la falta de humanidad en la educación», escribieron sus compañeros y agregaron: «Nos comprometemos a seguir su ejemplo y honrar su legado».

Por su parte, desde el gobierno de la Ciudad se decretó el cese de actividades de este miércoles para la totalidad de los 29 institutos de nivel terciario.

Huellas

Ayer por la tarde, familiares, colegas y estudiantes de Kozak colmaron la sala velatoria del barrio de Belgrano donde se le dio el último adiós. En un homenaje sentido, se la recordó como gran docente, madre y militante.

Entre los presentes estuvo el filósofo Darío Sztajnszrajber​, quien conoció a la experta en educación en la lucha contra la implementación de la UniCABA. Emocionado, el ensayista brindó un breve discurso donde habló de la vida, la muerte y la “huella” de la docencia. A partir de esa reflexión, Sztajnszrajber​ subrayó la necesidad de continuar con la lucha por la educación pública.

A continuación, el discurso completo:

“El sinsentido de la muerte de alguna manera parece poder compensarse con el sentido que uno construye en la vida. Como formadora de formadores, Débora construyó la posibilidad de que muchos otros construyan sus propios sentidos, y eso tiene un valor agregado, porque está en otro plano. La vida de Débora fue un acontecimiento político porque apostó a esa construcción del sentido de manera democrática, igualitaria, para que todos, sin ningún tipo de distinción, pudieran acceder a su propia formación. Un docente, una docente deja huellas. Esa es la primera tragedia que tenemos los docentes: nuestra devoción por el otro nos vacía, hay un despojamiento absoluto en la apuesta por ese otro. La muerte siempre llega a destiempo pero hay destiempos que duelen y tal vez la mejor manera de homenajear a Débora es poder culminar con sus pendientes. Por ejemplo, muchos de los que estamos acá como comunidad docente, realizar el pendiente de Débora que es continuar la lucha que la encontró en los últimos tramos de su vida. Acá estamos algunos de los suyos. Hay un filósofo que se llama Jacques Derridá que dice que los ojos, más que un órgano que sirve para mirar, son un órgano que sirve para llorar. Tal vez en este llanto común, Débora, nosotros te sigamos viendo.”

Parte del pensamiento de Kozak puede encontrarse en el blog Pensar la Escuela, donde escribía asiduamente. El último texto que publicó fue para el portal de noticias Infonews y se titula “Lo que oculta la ley de UniCABA”.

En la nota afirmaba que la ley “apunta a la destrucción del sistema de formación docente de la Ciudad de Buenos Aires” y “esconde un feroz ajuste presupuestario y también un negocio inmobiliario que ya ha empezado a manifestarse con la decisión de trasladar el Profesorado de Educación Física “Enrique Romero Brest”, cuyos terrenos en Núñez son muy codiciados”.

En su cuenta de Twitter, Kozak se definía como “educadora y madrex3”. En su biografía de esa red social, un corazón verde abortero acompaña su nombre; debajo se puede leer en forma de hashtag “No a la UniCABA”, la frase que sintetizó la resistencia contra la reforma educativa. Kozak eligió que pese a la sanción del proyecto, se mantuviera en su perfil público. Como si fuese una bandera. Una declaración de principios.

UniCABA: La universidad de Vamos Solos

UniCABA: La universidad de Vamos Solos

Concentración de la comunidad educativa frente a la Legislatura contra la Unicaba.

La Legislatura porteña fue escenario, una vez más, de una triste noticia. Este jueves 22 de noviembre se aprobó la UniCABA y la reforma del sistema de formación docente porteño propuesta por Vamos Juntos, la alianza integrada por las fuerzas de Horacio Rodríguez Larreta (PRO) y Elisa Carrió (Coalición Cívica). Durante la jornada, dentro de la Legislatura, solo pudo verse a diputados atrincherados. Afuera, una multitud de alumnos, docentes, no docentes y autoridades de los profesorados en vigilia, desde el martes, acompañados desde cerca por centenares de policías que ostentaban cachiporras y escopetas, ansiosos por responder ante el mínimo gesto.

En un ambiente tenso, los diputados tuvieron que entrar a escondidas y custodiados a las 5 de la mañana del jueves para evitar que sean interceptados y la sesión (o lo que fue lo mismo, la aprobación) no se viera obstaculizada.

A las 11 puntual comenzó la lluvia y con ella, la sesión. Afuera, la muchedumbre clamaba que la educación “se defiende y no se vende”. Los manifestantes, una vez más, ponían el cuerpo como límite al ajuste.

Quince para las doce, gases lacrimógenos en el éter, chorros de gas pimienta diluviando y cachiporras golpeando a todos: profesores y alumnos que fueron a reclamar y cantar pacíficamente contra el ajuste, les llegó todo el rigor de la bronca policial en la puerta de Legislatura, e incluso trabajadores de prensa que estaban realizando su trabajo. Los camiones hidrantes se abrieron paso, al tiempo que apuntaban desafiantes al gentío.

Pero ni siquiera los gases pudieron callar el clamor popular. Hubo cantos para Maximiliano Ferraro, legislador porteño por el PRO; la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Y para la policía también: “Qué feo ser policía, qué feo ser un botón; orgullo de ser un docente luchando por la educación”.

Gases lacrimógenos, gas pimienta y cachiporras contra la comunidad educativa que reclamaba pacíficamente contra el ajuste.

Durante poco más de cuatro horas, y bajo total discreción, disertaron diecinueve diputados de distintos partidos políticos (en su mayoría opositores al gobierno y a su proyecto). Afuera, los tambores y redoblantes al ritmo de la tenacidad de los presentes, que eran cada vez más. Iban por la utopía de frenar el proyecto.

A las 16 culminó la sesión y, con ella, esa utopía que llevaba casi un año. Treinta y cuatro votos a favor (todos del oficialismo), veintiséis en contra.  Por mayoría simple se aprobó la creación de la UniCABA, que tiene legalidad pero dudosa legitimidad. Pero la pregunta que quedó flotando en el aire fue: ¿Vamos Juntos o vamos solos?

¿Qué se votó?

La historia del proyecto aprobado tiene su inicio en el viernes 1 de diciembre de 2017. Ese día ingresó a Legislatura una propuesta para “mejorar” – según el oficialismo- la educación porteña. El proyecto proponía crear una universidad para la formación docente (UniCABA), lo cual implicaba el cierre de los 29 centros existentes (profesorados, institutos de formación docente, entre otras instituciones). Estos últimos se enteraban de su sentencia de muerte no por una resolución o por alguna carta desde el gobierno, sino mediante los medios de comunicación.

El proyecto proponía crear una universidad para la formación docente (UniCABA), lo cual implicaba el cierre de 29 centros existentes.

Desde entonces, decenas de docentes porteños  se dirigieron, incansables, cada martes y cada jueves hacia el recinto legislativo (e incluso han llegado a acampar) para pedir un canal de diálogo tanto con Soledad Acuña, ministra de Educación, como con Maximiliano Ferraro, presidente de la Comisión de Educación de la Legislatura. A pesar de ello, la postura del oficialismo (propulsor de UniCABA) permaneció inflexible hasta septiembre de 2018.

“El primer proyecto fue hecho, bajado tal cual, por el Poder Ejecutivo. Nosotros, incluso perteneciendo al mismo espacio político, entendimos que no se podía concebir de esa manera. ¿Qué propusimos desde la Comisión de Educación? Rever el cierre de los profesorados aunque se cree UniCABA. Esta última estuvo siempre en segundo plano, porque el objetivo es mejorar la educación”, confiesan Diego Falcón y Soledad Palacios, asesores en la Comisión de Educación y redactores del segundo proyecto de ley (el cual se aprobó), en diálogo con ANCCOM.

“Por un lado, el plazo estipulado para el egreso de un profesor en los actuales terciarios es de cuatro años, mientras que en la práctica vemos plazos de entre ocho y diez años. Por otro, dentro de la problemática de los profesorados, hay otros tres asuntos: primero, profesorados con más profesores que alumnos; luego, cinco centros que concentran la mitad de la matrícula (o sea, hay veinticuatro en los que algo malo está pasando); tercero, superpoblación en las disciplinas sociales (historia, geografía, educación en todos los niveles) y casi no quedan profesores en las ciencias duras (matemática, física o química), cuando son el futuro. Más del 70% del PBI de la ciudad viene del rubro servicios y no formamos profesionales para eso”, describen los asesores e introducen el tema de la evaluación. “Por último, proponemos evaluar a los docentes y se rehúsan. Si vos hacés bien tu trabajo, ¿por qué te molestaría? Nos llaman conservadores, pero son ellos los conservadores”, culminan Falcón y Palacios.

El segundo proyecto de ley, presentado en septiembre de este año, tuvo, a grandes rasgos, dos cambios, (aunque poco significativos): plantea la coexistencia entre los profesorados y la nueva universidad y ya no se llamaría UniCABA, abocada a la formación docente, sino Universidad de la CABA, (con una mayor oferta disciplinar, aunque los docentes desconocen aún de qué se trata). Uno de los puntos más criticados del proyecto fue la no especificación de la procedencia de los fondos destinados a la creación de una nueva institución. En tal sentido, “se pedirá una extensión en el presupuesto destinado a educación”, comentan desde la Comisión de Educación.

¿Un aumento en medio de un contexto de ajuste? ¿Un aumento en el presupuesto para educación cuando se niegan viandas y becas, y los institutos y colegios no tienen vacantes disponibles?

Uno de los puntos más criticados del proyecto fue la no especificación de la procedencia de los fondos destinados a la creación de ésta nueva institución.

Lo cierto es que lo más preocupante, (para los profesorados) es la voluntad de examinar a los docentes. Se propone que el Poder Ejecutivo cree una comisión evaluadora que dependa del Ministerio de Educación, pero es el mismo Poder Ejecutivo quien propone UniCABA (es decir, la competencia). También es el Ejecutivo el encargado de poner, a dedo, el rectorado de UniCABA. Es decir, desaparece el principio de autonomía universitaria, tan cara a la historia de los altos estudios en la Argentina.

Con respecto al terreno de la evaluación, hace dos años  los 29 profesorados acordaron una reforma (sobre planes de estudios, contenidos curriculares y métodos de enseñanza) para mejorar la situación de la formación docente y, por ende, de la educación en general. ¿Por qué el gobierno porteño cambió drásticamente de opinión? ¿O es que se quiere intervenir sobre uno de los sectores que más se opuso al ajuste?

Juan Pablo Sabino, profesor en el Joaquín V. González, (el mayor profesorado del país en orientaciones disponibles y matrícula total), dice al respecto: “Es cierto que hay problemas en el área de Matemática, por ejemplo. Hubo un cambio en la enseñanza de matemáticas (y de ciencias exactas) a nivel global y aquí todavía se está discutiendo la cuestión. Pero es un problema que ya fue planteado en 2008 y recién se avispa hoy Larreta, diez años después, cuando tienen todo el poder”. Luego devela: “Quieren menos discusión de la sociedad (áreas Humanísticas y Sociales) y más repetición -muchas veces sin compresión- de contenidos duros (Ciencias Exactas). Se busca competencia y eficiencia, dos aspectos buenos para el mercado”. También describe la preocupación en cuanto a la coexistencia de estos sistemas: “Antes querían crear UniCABA con todos adentro, pero ahora hay coexistencia, pero con evaluación que realizan ellos”.

Hace dos años los 29 profesorados acordaron una reforma para mejorar la formación docente, pero el gobierno porteño cambió drásticamente de opinión.

Este proyecto se encuadra en un proceso de gentrificación para redirigir el capital económico y simbólico hacia los más pudientes (es decir, marcar aún más la desigualdad). Pero la educación es vital, porque allí regulan la circulación de los saberes. Por eso buscan reformar la formación docente, el paso más importante para cambiar la educación”. Por último describe el rol que el oficialismo planea para los educadores: “Buscan un modelo de educación eficiente, a bajo costo y poca inversión. Buscan, con la excusa de los postítulos y convenios (que los terciarios no pueden ofrecer), vender una cartera de contenidos hacia todo el país, un nuevo modelo de educación virtual y de inserción temprana al mercado laboral”.

Los oídos del oficialismo porteño permanecieron sordos en todo momento. Tal fue la impunidad y la omisión ante el reclamo, que la última comisión de debate e intercambio discursivo entre rectores, profesores y alumnos de los profesorados y los dirigentes de Vamos Juntos (llevada a cabo el 16 de noviembre) comenzó y culminó convulsionada. Legislatura vallada, policías armados en las afueras, agentes de seguridad prepotentes dentro del recinto y el presidente de la Comisión teniendo que firmar el despacho de ley en otro lugar debido al efusivo reclamo dentro de las instalaciones. Fue solo un adelanto del escenario planteado para el día de la votación.

El Gobierno porteño ataca, el Romero Brest se defiende

El Gobierno porteño ataca, el Romero Brest se defiende

Hace pocos días, por la plataforma digital change.org, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, publicó un escrito donde menciona el proyecto de traslado del Instituto Superior de Educación Física Nº 1 «Dr. Enrique Romero Brest» de su histórico edificio en Núñez al Parque Sarmiento. Autoridades del profesorado y estudiantes manifestaron su repudio y establecieron un plan de lucha para proteger su espacio.

Al recibir la noticia a través de este insólito medio, la rectoría del Romero Brest pidió dos reuniones con las autoridades del Gobierno de la Ciudad para discutir el tema. La segunda, que tuvo lugar en el Ministerio de Educación el pasado miércoles 14 de noviembre, contó con la presencia de once consejeros directivos pertenecientes a los cuatro claustros involucrados – estudiantes, graduados, docentes y no docentes – y el rector, Raúl Supital. Por parte del gobierno, estuvieron la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y su jefe de Gabinete, Luis Bullrich, junto a un asesor de la Jefatura de Gabinete del Ejecutivo y un arquitecto. En dicho encuentro, la ministra explicó que existe un proyecto de cambio de Código de Planeamiento Urbano que incluye la enajenación de las tierras donde está ubicado el Romero Brest, así como también la salida del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD), recientemente anunciada.

Pablo Caserío, profesor y consejero del claustro docente, dijo a ANCCOM que Acuña ‘‘se refirió al Romero Brest como una parcela’’ y agregó que, ante el pedido de explicaciones por parte del Consejo Directivo, ‘‘recalcó explícitamente que era una decisión del Ejecutivo que la excedía”. Las razones de esta movilización no parecen justificarse con una mejora del Instituto o una modificación estratégica para su beneficio. ‘‘Le pregunté específicamente a la ministra si había razones académicas y ella dijo que no. La razón tiene que ver con el cambio del Código de Planeamiento Urbano’’, explicó Caserío. Y concluyó: “No fue una reunión conciliadora, fue informativa”.

«Tirar instalaciones nuevas en un momento de la educación donde faltan edificios es pecaminoso. Consideramos que es un negocio inmobiliario”, dijo Gabriela Sacristán.

Si bien no se estipularon plazos puntuales para cada etapa del traslado, en la reunión se habló de momentos sucesivos. El primero implica la aprobación del cambio de Código. Luego iniciaría un proceso de otorgamiento de tierras y en paralelo se construiría el nuevo instituto en el Parque Sarmiento. Se estima que esto sucederá en un período de dos años. Luego de disculparse por la desprolijidad con la que la institución se había enterado de la decisión, Acuña avisó que se contactaría con la comunidad educativa cuando avanzara el proyecto para estipular las necesidades edilicias –como espacios deportivos, gimnasios y aulas- para las futuras instalaciones.

Docentes y autoridades del Romero Brest, por su parte, argumentan que se trata de una cuestión puramente económica que va de la mano de la toma de terrenos del CeNARD. ‘‘Creo que la verdadera batalla está en que no se reforme el Código y en que no se les permita hacer uso de esas tierras. Necesitan una aprobación especial de la Legislatura, porque es un pasaje de manos públicas a manos privadas’’, afirmó Caserío.

Que no haya reforma del Código de Planeamiento Urbano no significa una garantía para todos. “Quizás no se apruebe y nos quieran trasladar a otro lado”, dijo María Teresa López, una de las vicerrectoras del Instituto. Y continuó: “No quieren darle identidad a lo que se habla en todos lados, que quieren hacer un gran emprendimiento inmobiliario acá. No está escrito nada, pero se dice que están vaciando el Tiro Federal, el CeNARD y a nosotros”.

Si bien no hay nada confirmado con respecto a la venta del CeNARD o del Romero Brest, este lunes la Ciudad de Buenos Aires realizó la subasta del Tiro Federal Argentino, ubicado a pocas cuadras. “Acá van a hacer un movimiento inmobiliario muy interesante para ellos. No para nosotros”, dijo López a ANCCOM.

Con este panorama, se inició un plan de lucha que, en primer lugar, busca darle visibilidad a la problemática. Mercedes Semhan, vicerrectora del ISEF n°1, lleva adelante una convocatoria virtual en la plataforma change.org –la misma por la que trascendió la noticia del traslado– para juntar firmas en defensa del Instituto. En dicha publicación, Semhan menciona lo mucho que les costó obtener ese predio lindero al CeNARD y que ese sacrificio ‘‘no puede borrarse en base a otros intereses’’. La convocatoria ya posee más de 62.000 firmas.

Dos jóvenes sentados en el primer piso del edificio en disputa y un cartel que dice "no al traslado, no a la UNICABA"

‘‘Fue vergonzosa la forma en la que nos enteramos. Ese día no se hablaba de otra cosa en las aulas’’, afirmó Mariana, integrante de la conducción del Centro de Estudiantes.

La casa de estudios fue fundada en el año 1906 y fue la primera institución de Latinoamérica en otorgar título de Educación Física. A principios de los noventa todavía no contaba con un espacio propio. “Hasta 1994, 1999 hecho efectivo, estuvimos en un montón de lugares de prestado. Este es el primer predio nuestro. Fue cedido para Educación”, contó López sobre el terreno que perteneció al Club YPF. Con el objetivo de formar profesionales de la enseñanza y técnicos superiores del campo del deporte, el Romero Brest cuenta hoy con unos 2.000 alumnos.

Muchas de las construcciones que se hicieron en él todavía no llegan a los diez años. “Hay edificaciones nuevas que se entregaron en el 2014”, dijo Gabriela Sacristán, docente del Romero Brest. Y agregó: “Tirar instalaciones nuevas en un momento de la educación donde faltan edificios es pecaminoso. Consideramos que es un negocio inmobiliario”.

Según la docente, el traslado del Romero Brest es un ajuste “no sólo educativo, también sobre el espacio público”. El lugar de destino del Instituto sería el Parque Sarmiento, un predio de setenta hectáreas para actividades deportivas y recreativas que funciona en el barrio de Saavedra desde 1981.

Otros institutos de formación docente han manifestado su solidaridad, así como el Instituto Superior de Educación Física N° 2 Federico Dickens, también situado en Capital Federal. El reclamo también traspasó nuestras fronteras, ya que la rectoría recibió la adhesión por vía virtual del INEF de España, un referente mundial de las ciencias del deporte y la educación física.

“Hasta 1994, 1999 hecho efectivo, estuvimos en un montón de lugares de prestado. Este es el primer predio nuestro. Fue cedido para Educación”, contó María Teresa López

Por su parte, el estudiantado no es ajeno a los hechos. Tras la reunión en el Ministerio, el Centro de Estudiantes convocó a una asamblea en las que se debatió un plan de acción, y entre las posibilidades circula la idea de tomar el instituto por tiempo indeterminado.

‘‘Fue vergonzosa la forma en la que nos enteramos. Ese día no se hablaba de otra cosa en las aulas’’, afirmó Mariana, integrante de la conducción actual y única lista del Centro de Estudiantes. Es un hecho que, a raíz del proyecto UniCABA, aumentó significativamente la participación y la militancia estudiantil en el ISEF N°1, pero es difícil lograr un compromiso colectivo. ‘‘Cuesta interpelar e involucrar a los pibes. Somos futuros docentes, y tenemos que hacer llegar a esa idea a los estudiantes y al afuera’’. Con respecto a la asamblea del pasado jueves, que contó con un gran número de presentes, opinó que fue útil ‘‘para saber cómo estamos parados los estudiantes frente a esta situación y con qué fuerza contamos para llevar adelante una toma’’.

Sin embargo, el sector estudiantil de la institución presenta posturas divididas sobre los métodos de protesta. Hay grupos que no apoyan la toma debido a la consecuente pérdida de clases, que pone en riesgo la continuidad del año académico completo. ‘‘A los que trabajamos además de estudiar, nos mataría perder este año, se alarga muchísimo la carrera’’, explicó Tatiana, estudiante de primer año. Algunos aceptan la medida pero sólo en última instancia, y creen que sería apresurado tomar ahora el profesorado: ‘‘No creo que tenga sentido hacer la toma ahora. Yo estoy de acuerdo, pero si la hacés ahora perjudicás a los ingresantes del año que viene, a los que egresan, incluso a todos los trabajadores docentes y no docentes que están acá todos los días. Hay que pensar que afecta a todos’’, opinó Owen, estudiante de segundo año.

Mercedes Semhan dijo que les costó obtener ese predio lindero al CeNARD y que ese sacrificio ‘‘no puede borrarse en base a otros intereses’’.

Con el dictamen firmado el pasado viernes, se votará la UniCABA en el recinto el jueves 22 de noviembre. Dado que hay mayoría de representantes del oficialismo – 34 legisladores sobre un total de 60 – es factible que la iniciativa se apruebe. Para ese día se espera un paro docente que abarcará todos los niveles de enseñanza y los estudiantes del Romero Brest, junto con los otros 28 profesorados, se movilizarán a la Legislatura.

La nueva Carpa Blanca

La nueva Carpa Blanca

Continúa la lucha de los 29 profesorados que ven peligrar su continuidad por el proyecto de creación de la Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (UniCABA), propuesto por el Ejecutivo porteño en noviembre de 2017.

Ante la divulgación y avance de un nuevo proyecto, los miembros de la comunidad educativa de los Institutos de Formación Docente (IFD) montaron una carpa frente a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires con actividades que se extenderán hasta este viernes para visibilizar el conflicto y alertar sobre las consecuencias de la reestructuración.

“Esta es una iniciativa que surge de la Coordinadora de Estudiantes Terciarios (CET) en conjunto con docentes y rectoras de los distintos profesorados. Los estudiantes nos quedamos a dormir en la carpa, entre guitarras y ollas populares, y durante el día coordinamos las diversas actividades”, relata Juan Deltin, consejero directivo del Normal 1 Pte. Roque Sáenz Peña e integrante de la Junta Representativa del CET, minutos antes de dar comienzo a una radio abierta con referentes políticos y sociales.  

El viernes pasado se presentó el nuevo proyecto que consta de 27 artículos impulsado por Maximiliano Ferraro, presidente de la Comisión de Educación y legislador oficialista de Vamos Juntos, que en principio plantea la coexistencia de los IFD con la UniCABA. Sin embargo, los opositores del proyecto señalan que si bien no se declara abiertamente la disolución de los institutos, tampoco se garantiza su permanencia.

Guadalupe Salomón, docente del Instituto Superior Joaquín .V González e integrante del colectivo Institutos de Formación Docente en Lucha,  afirma que si este proyecto se sanciona lo que se disuelve inexorablemente es la institucionalidad de los institutos –sin importar que estos funcionen oficial y legalmente hace años– en tanto se los somete a un proceso de acreditación futura, indicado expresamente en el artículo quinto. “Pueden permanecer los edificios, la planta docente y la matrícula pero desaparecen sus reglamentos, co-gobiernos y planes de estudio en la medida en que todo ello será determinado a partir de un proceso de evaluación y acreditación inciertos en manos del Ministerio de Educación”, explica.

En el artículo noveno del proyecto se detallan, entre algunas de las funciones del Ministerio de Educación de la Ciudad, la administración de recursos de los 29 profesorados, desde tener a disposición los bienes muebles e inmuebles de los mismos hasta la potestad de revisar y adecuar la apertura o cierre de carreras, cohortes y/o comisiones según los resultados estadísticos que arroje “la demanda del sistema educativo”.  

Otro de los puntos que genera inquietudes tiene que ver con la “doble evaluación” de los institutos. Según Ferraro, lo que se propone es un proceso de “autoevaluación” a cargo de cada centro de formación y, en paralelo, un examen externo cuyo objetivo será “el conocimiento a fondo del funcionamiento académico institucional y el planteo de posibles mejoras”. No obstante, el mismo proyecto, en su artículo 13, indica que una de las funciones del Ministerio será la de generar los parámetros, instrumentos y metodología a aplicar en el proceso de autoevaluación, lo cual quita soberanía educativa a los institutos ya que es el Ministerio el principal actor articulador de la norma y al mismo tiempo evaluador. Se trata de un callejón sin salida en el que quienes no se adapten a dichos parámetros, no obtendrán la debida acreditación. A su vez se prevén sanciones a aquellos institutos que se nieguen a proporcionar la información solicitada en los términos requeridos.

“Este proyecto tiene un tinte muy fuerte de control, disciplinamiento y centralización en base a las nuevas funciones atribuidas al Ministerio y para el futuro rector de la UniCABA. El criterio de evaluación es poco democrático en tanto serán el rector o funcionarios de Cambiemos los que decidan de manera unilateral esos parámetros, sin consultar a los claustros docentes y estudiantiles, en pos de un proceso de homogeneización de la enseñanza. Defender la educación pública, y no sólo gratuita, para nosotros es en un sentido democrático que se dé lugar a la disidencia, discusión y pluralidad”, argumenta Florencia Pereira, estudiante del IES N°1 Dra. Alicia Moreau de Justo y colaboradora del Área de Educación del Movimiento Barrios de Pie.

La actual decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Graciela Morgade –invitada a uno de los paneles que se desarrollaron el miércoles por la tarde junto a Cecilia Merchán, diputada del Parlasur y Romina del Plá, diputada nacional por el Frente de Izquierda–, manifestó que la creación de la UniCABA está mal planteada desde la base. “Para que sea una universidad nacional como quieren vendérsela a la opinión pública tendría que tener carreras de grado y autonomía respecto del Gobierno. Si es una universidad creada para la formación docente, no va a crear nuevas carreras, va a terminar absorbiendo tarde o temprano a los institutos. De aprobarse, será un fraude para la población”, sostuvo Morgade en diálogo con ANCCOM.

Cecilia Merchán, por su parte, señaló que este proyecto tiene que ver con “el avance de las derechas que se vive en toda la región. En nuestro país, esta búsqueda del Fondo Monetario Internacional como salida de emergencia lleva a que, en el caso de la educación, se oriente hacia un pensamiento único y a la despolitización de los espacios. No les conviene una sociedad educada ni con pensamiento crítico. Estar hoy acá implica una lucha por el respeto a la diversidad de pensamiento, de producción cultural y de multiplicación de elementos con los cuales debatir”, opinó.

El tratamiento en recinto del proyecto, que se estima para la última semana de este mes o la primera de octubre, genera preocupación en la comunidad educativa dado que el oficialismo cuenta con mayoría  y para ser aprobado se necesitan 31 votos. Al respecto, Juan Deltin sintetizó que “hasta el momento formalmente no hay otro bloque por fuera del oficialismo que haya confirmado su aprobación. Sería un escándalo que lo aprueben por su propia mayoría. Eso hablaría del poco consenso que tienen hasta en los niveles legislativos porque saben que esta medida es rechazada por el conjunto de la comunidad educativa a la que deben representar. Apelamos al criterio democrático y la buena voluntad de los legisladores para que retiren este proyecto”.