En la costa no hubo veranito

En la costa no hubo veranito

Estas vacaciones hubo menos turistas en el Partido de la Costa. Y si bien la baja de personas no fue tan determinante, lo que disminuyó mucho es el tiempo de estadía y el gasto per cápita. La crisis y la falta de incentivo al sector fueron algunas de las causas.

El Partido de la Costa es uno de los destinos más elegido por los argentinos a la hora de vacacionar, sin embargo, en esta temporada de verano la inflación y la crisis económica no acompañaron. Solo durante la primera quincena de enero –la que históricamente es más fuerte- hubo un total de arribos de 675.508, un 3% menos en comparación a la primera quincena de enero del 2023, según la secretaria de Turismo, Desarrollo sostenible y Marketing de la municipalidad de La Costa.

Todos los años en la temporada de verano la ciudad costera se prepara arduamente para recibir a miles de turistas, el director de Turismo de la Municipalidad de la Costa, Gustavo Sosa, menciona en diálogo con ANCCOM que en esta ocasión la organización resultó “medio compleja porque hubo un cambio de gobierno”. Además, mencionó el trabajo en conjunto que realizan con otros sectores: “Es una labor mancomunado de todas las áreas, hoy en el Partido de la Costa viven cien mil personas y en una noche de enero hay quinientas mil durmiendo. Entonces tenemos todo un aparato vinculado a la seguridad, a la salud, al servicio público”.

Con relación a la temporada de verano del año pasado, Sosa menciona que este año “es diferente” con “un contexto de país que ha hecho que el verano sea realmente distinto, porque la previsibilidad de la gente hizo que comenzara un poco más tarde”. Teniendo en cuenta que las vacaciones inician los primeros días de diciembre, en el Partido de la Costa los turistas empezaron a llegar más tarde: “El mes de diciembre que era un buen mes para nosotros, hizo que cerrara bastante en baja. Las previsiones del clima y los aumentos hicieron que mucha gente tuviera que dejar sus reservas atrás”.

Durante enero, mes donde suele ingresar la mayor cantidad de turistas, Sosa recalca que “la segunda semana de enero empezó a repuntar y hemos tenido muchísima gente”, sin embargo hasta la actualidad el Partido de la Costa se encuentra con un 4.5% menos que el año pasado en cantidad de personas”. Si bien menciona que “de todas maneras fue un buen verano en cantidad de gente” la diferencia se marcó “en que la gente vino por menos tiempo del que venía y gastó mucho menos”.

Fernanda Vázquez, expresidente del Centro de Martilleros y Corredores Públicos del Partido La Costa y que cuenta con una inmobiliaria en la ciudad costera hace diez años, también mencionó, en diálogo con ANCCOM, su perspectiva respecto a la temporada de verano 2024: “Por la situación económica hay una notable diferencia con la temporada anterior, la gente viene con menos dinero”. Un departamento estándar a un par de cuadras del mar para una familia de cuatro personas, con todos los servicios incluidos, parte desde 160 mil pesos por una semana de estadía.

Si bien durante otras temporadas se acostumbraba a recibir alquileres por quincena, desde hace tiempo esta situación ya no sucede en la ciudad costera: “Es muy raro que una familia venga una quincena. Las que vienen por más de una semana, diez días, quince días, son las familias que vienen de un destino de la Argentina muy alejado y no puede hacerse escapadas por pocos días, como lo haría alguien que vive en el Gran Buenos Aires”. Respecto a las expectativas que tenía Vázquez en relación con esta temporada comenta que “fueron cumplidas, porque a nivel general no se esperaba una temporada que explote por la situación económica, que la gente no tiene mucho dinero”. Sin embrago recalca que “desde que inició la temporada hasta la fecha, entraron al Partido de la Costa más de dos millones y medio por turismo”.

Por otro lado, el sector hotelero fue uno de los más afectados, así lo mencionaba a inicio de la temporada Cecilia Vásques, administradora a cargo del hotel de cuatro estrellas South Beach: “Ha habido una baja importante, se ve como que las reservas pararon, tenemos gente pero no como la que esperábamos. Lamentablemente, esta temporada la venimos viendo bastante dura”. Según datos de la secretaria de Turismo, la ocupación promedio en hotelería hasta la actualidad es de un 63%, esto indica un 32% menos que el año 2023 que contaba con un promedio de ocupación del 95%.

“Nosotros estamos buscando herramientas para poder fortalecer las reservas, ponemos promos, vemos la manera de hacer descuentos a los clientes, implementamos otras cosas”, recalcó Vásques, además menciona que interactúa “con otros hoteles y todos tienen disponibilidad, son pocos los que no cuentan con disponibilidad”.

El programa de preventa turística PreViaje fue una iniciativa por parte del gobierno del expresidente Alberto Fernández que consistía en la devolución de hasta 50% del valor gastado en un viaje realizado dentro de Argentina, y si bien en su momento el plan dio sus frutos a los principales destinos turísticos, este año no fue implementado, en relación a esta situación el director de Turismo, Gustavo Sosa, menciona: “El PreViaje fue maravilloso para nosotros, como para todos los argentinos, pero fundamentalmente para los destinos turísticos ha sido una fuente de recursos genuina en baja temporada, en media temporada e inclusive en temporada alta”.

Además, Sosa comparó esta situación también con la no implementación de los Viajes de Fin de Curso proyecto del gobierno de la Provincia de Buenos Aires: “Lo mismo va a pasar este año cuando no tengamos los viajes de fin de curso. Permitía que miles de chicos nos visiten dándole actividad a la hotelería, a la gastronomía, a la recreación, y sabemos que cuando cualquiera de estos segmentos se empieza a trabajar, trabaja todo, se moviliza la economía”.

Sosa menciona que “hay medidas que nos han dejado sin recursos por parte de la nación, la provincia está haciendo un gran esfuerzo, pero no hay una coparticipación nacional”. Además menciona que venían “de muchos años de crecimiento, sacando inclusive la pandemia, siempre venimos con una apertura muy grande y un crecimiento sostenido debido a todo lo que se venía trabajando, y este año obviamente bajamos”.

El pueblo que dejó de ser fantasma

El pueblo que dejó de ser fantasma

 Villars, a poco más de una hora de CABA, recuperó el ferrocarril y con él la vida de la localidad. Un programa impulsado por un profesor de la UBA radicado allí, articula con el CONICET y la UBA para generar experiencias culturales en la ruralidad.

Más de 700 personas participaron de la Feria Villars Cultural,  coordinada el pasado 14 de mayo por la Universidad de Buenos Aires, el CONICET y el Municipio de General las Heras. Es el primer evento de este tipo que fusiona la ciencia, el arte, la historia del pueblo y la gastronomía.

Villars es un pueblo sobre la Ruta 6, que supo ser un nudo ferroviario que conectaba la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y el sur bonaerense. El cierre de los ramales ferroviarios durante la dictadura lo convirtió en la última estación del Belgrano Sur, hasta cerrar en los años 90 con las políticas menemistas que enunciaban “ramal que para, ramal que cierra”. El impacto, entre otras cosas, determinó que declinara aún más su población.

A fines de 2022, la línea Belgrano Sur trajo una nueva oportunidad al pueblo. Fue reinaugurada la Estación Villars y está programado que el tren siga avanzando hasta Navarro. En este contexto, la localidad tomó un aire nuevo y arribaron proyectos como Villars cultural.

En la jornada de domingo, que comenzó con música en vivo, un largo paseo de feriantes y foodtrucks, se resaltó la producción y visión de un pueblo de más de mil habitantes. Brindaron sus aportes, además, el Museo Itinerante Argentino, que se encuentra en Villars, y emprendimientos locales gastronómicos por parte del Centro de Desarrollo Infantil y el Centro Tradicionalista participaron de la feria.

El investigador del CONICET y profesor adjunto en la Facultad de Ciencias Sociales y de la de Filosofía y Letras de la UBA, Rodrigo Illarraga, radicado en Villars, junto a un grupo de jóvenes universitarios y voluntarios tuvo la iniciativa de llevar la filosofía al territorio y resaltar la cultura del pueblo. Este evento es “la magia de cuando uno le pone energía a las cosas”, sostiene.

“Ellos trajeron aire nuevo”, dice la delegada municipal de Desarrollo Social, Belén Zurdo, que junto con Rodrigo fueron uniendo fuerzas para llevar a cabo la propuesta, hablando con vecinos y buscando generar espacios de expresión en donde poder participar.

La Secretaria de Educación, Natalia Notari, comentó sobre la novedosa propuesta y la movilización de la ciudadanía respecto al festival. “Los vecinos estaban ansiosos por participar y formar parte de la organización y eso se nota”. Por su parte, el Director de Cultura, Martín Eito, cuenta: “Es la primera vez que se hace algo en Villars con la marca cultural”, destacando la apertura hacia nuevas actividades inéditas, como los talleres de filosofía.

El intendente del Municipio de General las Heras, Javier Osuna, se presentó para hablar con los vecinos y destacar la impronta de los jóvenes universitarios que suman fuerzas e ideas nuevas al pueblo. Al mismo tiempo, destacó la vuelta del tren y el resurgimiento de la estación ferroviaria como “un paso hacia adelante” y una puerta de posibilidades para los habitantes y el turismo.

Al final de la jornada, Enrique, un vecino que vive hace 60 años en Villars, resaltó la emoción de ver la plaza repleta de turistas y nuevos habitantes y dijo: “Espero que sigamos conservando la tranquilidad y creciendo como pueblo”.

Hay una intención por parte de los organizadores de “seguir habitando otros lugares” y ampliar el proyecto hacía más localidades para trabajar en conjunto con los municipios en la construcción de espacios creativos, educativos y de aprendizaje colectivo.

El Chalten no es un volcán pero estalla

El Chalten no es un volcán pero estalla

Un grupo de familias acampó en un predio comunal como modo de visibilizar la total ausencia de políticas habitacionales. Cómo impacta el factor turismo.

El sábado 23 de abril por la mañana, siete familias de El Chaltén empezaron a congregarse en la única canchita de fútbol que tiene la localidad. “Un acampe pacifico en señal de protesta por la falta de entrega de terrenos”, informa Ricardo Sánchez, concejal de Encuentro Vecinal a ANCCOM. Una semana después, ya eran once las familias que acampaban. Y mientras pasa el tiempo siguen llegando. Acampan en condiciones sumamente precarias, con carpas o casillas móviles. Tienen que soportar un clima muy duro, con nieve, heladas, vientos fuertes y temperaturas sumamente bajas llegando a 9 grados bajo cero durante la noche, y durante el día de 4 a 6 grados.

“Es un reclamo histórico de un pueblo joven”, aclara Sánchez, en referencia a la crisis habitacional que presenta el Chaltén, que lleva más de 20 años, aunque sea municipio institucionalizado desde hace ocho. Por otra parte, tampoco da respuestas al problema. “Hay falta de planificación, de manejo de las tierras. Esto comenzó con el Consejo Agrario provincial y luego lo continúa este Gobierno. No hay un criterio de adjudicación y eso devino en una crisis habitacional”, remarca el concejal de Encuentro Vecinal.

El Chaltén se encuentra en Santa Cruz, una de las provincias más grandes del país. “La Patagonia es uno de los lugares con la menor densidad de población en el mundo, poco más de una persona por kilómetro cuadrado. La interminable llanura del sur argentino pertenece, sin embargo, a un acotado número de propietarios y resulta que para quienes hoy desean establecerse en la Patagonia les falta espacio. Muchos de los habitantes del sur sobreviven inviernos helados en casillas rodantes y construcciones precarias, situados temporalmente en terrenos de amigos, espacios alquilados o incluso en las veredas”, escribió Wojciech Ganczarek, un periodista polaco que realiza un documental sobre el presente de El Chaltén y alrededor de la Patagonia.

Esta situación se debe a que durante todo su desarrollo económico se privilegió al sector turístico. Las familias que se encuentran hoy acampando están dispuestas a pagar un alquiler, pero la crisis habitacional las lleva directamente a no poder acceder a los mismos, ya que los contratos son por temporadas, sobre todo si tienen hijos. “Tener hijos es como un pecado”, comenta a ANCCOM Mariano Juan Alí, referente de Inquilinos en la localidad. Alí formó parte del equipo de trabajo con la Asociación Platense de Inquilinos, trabajó con la Plataforma por la Vivienda Digna en El Chaltén, y el Observatorio para la Vivienda. La experiencia de los últimos cinco años, para el referente de Inquilinos, fue reiterativa: se tuvo que mudar 20 veces.

“Los que viven en la Patagonia no tienen tierras y los que tienen tierras en la Patagonia viven en otro lado”

El intendente actual, Nestor Tico (FdT), había ganado las elecciones prometiendo al pueblo una ampliación de 200 hectáreas. Sin embargo, “más de 300 familias están en lista de espera para ser adjudicatarias de un terreno municipal y han tenido que acomodarse en residencias transitorias. En 2020, ya eran unas 129 casas móviles y 133 casillas rodantes, en condiciones de hacinamiento e inseguridad”, informan desde el partido Encuentro Ciudadano. Así también, mediante una asamblea los vecinos emitieron un comunicado para que quedara asentado de forma unánime y sea de público conocimiento cuáles son los motivos por los que decidieron el acampe, subrayando la falta de interés de sus representantes por tomar cartas en el asunto. “Sabemos que no nos brinda una solución inmediata y que ya recibimos demasiadas promesas vacías que año tras año nos han dicho, en actos oficiales, mediante medios y frente a nuestra cara, todas sin resultados concretos. Es por ello que debemos continuar con nuestro reclamo hasta tanto se concrete la verdadera solución al problema habitacional de las más de 300 solicitudes que se presentaron ante la Oficina de Tierras. Continuaremos en base a nuestro derecho fundamental de manifestarnos hasta ver una solución concreta, que no sean meras proclamas políticas, meras expresiones de buenos deseos sino ver real nuestro derecho humano de acceder a una vivienda digna”, señala el documento.

El problema habitacional por falta de medidas estatales en la planificación estructural de El Chaltén también se pudo observar en la temporada anterior. No contar con estaciones cloacales que den abasto en una temporada con récord turístico, se vio en la calle: miles de litros de agua con desechos cloacales fueron vertidos al Río de las Vueltas, con el consecuente  impacto ambiental. “Un turismo casi tan extractivista como cualquier explotación de un recurso -comentó una vecina de la toma-. No se puede seguir viviendo así, cuestionándonos si seguir viviendo en el lugar que elegimos para desarrollarnos o nos vamos porque ‘no hay lugar’, mientras los emprendimientos turísticos crecen y cada vez tienen más poder”. 

En 2021, esta agencia daba cuenta de la venta irregular de lotes para el desarrollo de un emprendimiento hotelero sin ningún control de impacto ambiental avanzando sobre un bosque nativo, la otra cara de la ausencia de políticas dirigidas a los problemas habitacionales.

El Chaltén es un pueblo que limita con la extensión de estepa más desolada, con una comunidad que crece de manera desigual, y es dependiente de la actividad turística sin poder desarrollar otras economías por falta de espacio. La mayor parte de las tierras están en manos de propietarios que no habitan en la localidad. 

“Los que viven en la Patagonia no tienen tierras y los que tienen tierras en la Patagonia viven en otro lado”, señala Ganczarek a modo de síntesis.

Las idas y vueltas del turismo

Las idas y vueltas del turismo

La actividad del turismo estuvo suspendida desde marzo hasta diciembre del 2020 y, desde su apertura hasta hoy, continuó con restricciones y momentos de confinamiento. Aldo Elías, vicepresidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) comenta que “el sector está muy complicado, el turismo fue de las actividades más castigadas desde el principio de la pandemia. Luego de la apertura en diciembre, vinieron medidas restrictivas que fueron tomadas a último momento, sin ningún tipo de aviso o trabajo en conjunto para minimizar los impactos negativos”. 

La información que tiene la CAT es que el sector cuenta con alrededor de 60 mil empresas y genera más de un millón de puestos de trabajo. En pandemia cerraron 11 mil empresas y se perdieron 150 mil puestos de trabajo.

Fabián Tommarello, presidente de la Asociación de Guías de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires (AGUITBA), cuenta que “el sector nunca terminó de reactivarse” y agrega: “En CABA el 98% de los guías no han vuelto a trabajar desde marzo del 2020, es decir, hace 16 meses que la mayoría está sin trabajar”. Además, Tommarello explica que la Ciudad es un destino particular para los guías de turismo: “Buenos Aires no es como en otros lugares del país, donde el turista necesita un guía. La ciudad ofrece muchas opciones al alcance de cualquiera, nosotros vivíamos mayormente del turismo extranjero o educativo”.

La circulación de nuevas variantes del covid-19 hizo que una de las medidas tomadas por el gobierno nacional fuera el cierre de las fronteras para el turismo internacional. “Nosotros estamos trabajando para que la apertura de fronteras sea a mediados de agosto”, subraya Elías.

Otro destino que espera la llegada del turista extranjero es el Parque Nacional Perito Moreno. Catalina Martínez, guardaparque e intendente del Parque, comenta: “En la última temporada tuvimos 270 visitantes, cuando antes estábamos acostumbrados a tener 1200”. El Parque Nacional Perito Moreno se encuentra en la provincia de Santa Cruz, a 220 kilómetros de la ciudad Gobernador Gregores. Martínez explica que es un destino particular para visitar, por su accesibilidad y clima: “Cuando abrimos en diciembre, nos adaptamos a los protocolos dispuestos por la provincia: distanciamiento social, uso de barbijo, ingreso de vehículos de hasta cinco personas, limpieza de baños, etc. Sin embargo, al no poder garantizar la desinfección, lo que todavía no pudimos abrir son los refugios, aquellos lugares donde los turistas podían descansar en un lugar cerrado y caliente, donde a veces podían pasar la noche”. En cuanto a los guías, Martínez comenta que “de los 19 guías habilitados, ninguno ha podido trabajar aún”.

ANCCOM también dialogó con Ángel Palma, presidente de la Asociación de Guías de Turismo de Iguazú (AGUIATY): “Puerto Iguazú vive exclusivamente del turismo, para nosotros significa el 90% de la economía local. Nos vimos en una situación muy particular, de un día para el otro dejamos de trabajar, no estábamos preparados para eso. Tuvimos que ayudar a colegas en lo psicológico; nuestra salud mental se vio perjudicada”. En cuanto a lo económico, Palma cuenta que el Ministerio de Turismo de la Provincia escuchó sus demandas y brindó subsidios y módulos de alimentos. “Fueron algunas asistencias económicas que ayudaron a los colegas” resume Palma.

En cambio, Tommarello, considera que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no escuchó sus necesidades: “Cuando pedimos ayuda económica nos la negaron, también pedimos la quita de impuestos y tampoco tuvimos respuestas. Desde Nación se nos incluyó en distintos programas, pero no todos los guías pudimos recibir la ayuda. No estamos conformes con las medidas que están tomando”. También hubo entregas de módulos de alimentos, Tommarello relata que al principio los guías no estaban en esa necesidad, pero hoy la situación se complicó más: “Hay muchos guías que la están pasando mal, no pueden pagar el alquiler ni los servicios”.

Ante la difícil situación económica, “muchos guías se tuvieron que reinventar”, comenta Palma y agrega: “Nosotros organizamos cuatro ferias, aparecieron guías que hacían artesanías, repostería, panadería, herrería. Por suerte, las ferias al aire libre tuvieron circulación constante y con los protocolos funcionaron muy bien”. Por su parte, Tommarello explica que los guías de CABA tuvieron que vivir de ahorros, y muchos intentaron trabajar en otros rubros: “Lo que pasa es que los guías sabemos de historia, arte, geografía, idiomas, pero muchos no sabemos de sistemas informáticos como para insertarnos en una oficina”.

La esperanza en la campaña de vacunación

Desde hace varios meses la campaña de vacunación en todo el país avanza a buen ritmo. “Nosotros, al tener a la mayoría del sector vacunado, podemos decir que estamos viendo una pequeña lucecita en el fondo del túnel”, confiesa Palma. Elías adhiere y agrega: “Depende todo de la vacunación, si logramos vacunar a todos los argentinos, la recuperación del sector va a ser mucho más rápida”.

En Puerto Iguazú, hubo una lucha desde la Asociación de Guías de Turismo para vacunar al sector. “Nosotros tuvimos una iniciativa de pedir que vacunen al sector turístico, pero no sólo guías, sino también hoteleros, gastronómicos, transportistas, y se está cumpliendo, por supuesto que sin afectar al ritmo de vacunación de la provincia”, explica Palma. Además, lo que apuntan es que Puerto Iguazú sea considerado un destino seguro: “Sabemos que no es el fin de la pandemia, pero según los especialistas, con la mayoría de la población vacunada, el riesgo de contagiar al turista es bajo”, resumen desde AGUIATY.

Expectativas para las vacaciones de invierno

Tanto en Ciudad de Buenos Aires como en Provincia de Buenos Aires, las vacaciones de invierno están programadas entre el 19 y el 31 de julio. “A esta altura, el año pasado estuvimos prohibidos, con lo cual, cualquier movimiento en este momento va a ser mucho mejor que lo que tuvimos el invierno pasado. Igualmente, creemos que no va a superar el 40% de la ocupación en relación a años anteriores”, sintetizan desde la CAT.

Durante la temporada de verano, Puerto Iguazú abrió sus puertas y aunque hubo un 10% de movimiento en relación a años anteriores, pudieron comenzar a trabajar: “Antes de la pandemia teníamos alrededor de 6 mil visitantes por día, el verano pasado tuvimos un promedio de 1800 visitantes por día, y trabajamos más los fines de semana de carnaval y semana santa, donde llegamos a 3 mil visitantes”, comenta Palma, y confiesa que las vacaciones de invierno va a ser un buen momento para comenzar a reactivar al sector: “Ya tenemos entradas compradas para la temporada de invierno, creemos que vamos a trabajar bien”.

Sin embargo, en CABA no tienen las mismas expectativas: “No tenemos ningún tipo de esperanza en las vacaciones de invierno. Cada vez hay más restricciones entre vuelos internos, cumplimiento de cuarentena y demás medidas”, se queja Tommarello. Además, explica que la mayoría de los guías de la Ciudad de Buenos Aires son contratados por agencias de viajes y no hay ninguna que los haya llamado para las vacaciones: “Tenemos esperanzas para los últimos meses del año, pero todo cambia cada día” resumen desde AGUITBA.

El Parque Nacional Perito Moreno abre sus puertas desde octubre hasta mayo, es decir que, durante las vacaciones de invierno, está cerrado. “Pretendemos para la próxima temporada –2021/2022- tener el parque totalmente abierto, incluido los refugios”, comenta Martínez, pero a la vez, coincide con Tommarello en que “ante la situación de emergencia sanitaria, todo puede cambiar”.

“Nosotros creemos que hay una cantidad de gente que pudo mantener sus empleos e incluso, se vieron beneficiados y pudieron ahorrar, entonces muchos van a querer invertir en viajes”, consideran desde la AGUITBA y esperan: “Ojalá sea así, por todos, por los que necesitamos trabajo y por la gente que tiene ganas de viajar”.

“Contamos con medidas excelentes para convivir con el covid-19”, subraya Elías y piensa que una parte importante es la “responsabilidad individual y social. Podes tener los mejores protocolos, pero si la persona no quiere cuidarse y no respetarlos, no hay mucho que podamos hacer, depende de cada uno”.

Tres experiencias de cooperativas de turismo frente a la pandemia

Tres experiencias de cooperativas de turismo frente a la pandemia

Uno de los sectores más golpeados desde el inicio de la pandemia y el que más interrogantes genera por las pocas precisiones que se conocen hasta el momento, es el del turismo.

            Se pudieron establecer protocolos de cuidado y distanciamiento social para la reapertura, también hubo iniciativas claras por parte del gobierno nacional que favorecen al sector como el programa Previaje, el cual brindará un crédito por el 50% del total de los gastos realizados a quienes adquieran sus vacaciones para 2021 antes de fin de año, que podrán utilizar en otras compras dentro del sector durante todo el 2021.

            Una de las discusiones que pudo poner en agenda la pandemia es el incentivo de un turismo sustentable: no sólo promover un consumo turístico que priorice la conservación ecológica y que utilice racionalmente los recursos naturales sino, también, y más aún con la crisis sanitaria, un turismo descentralizado que le de un fuerte impulso a los destinos satélites de las ciudades importantes, como lo son Mar del Plata, Córdoba, Rosario, Mendoza o Bariloche, entre otras.

            Lo novedoso de este concepto es el eje que aporta la técnica territorial del programa de Turismo Sustentable de la provincia de Salta, Julieta Del Carpio, quien acompaña a tres comunidades guaraníes en el norte de la provincia, ubicadas a unos kilómetros de la ciudad de Tartagal. “Es una gestión colectiva en la cual deciden qué prácticas y rituales compartir y cuáles no con los visitantes”, define Del Carpio a lo que se conoce como turismo comunitario o sustentable.

            Estos colectivos están integrados por grupos de familias criollas y guaraníes que aceptan viajeros en su sistema comunitario con el fin de enseñarles las actividades y costumbres locales. La idea es que el turista conozca formas de vida genuinas y auténticas acerca de la comunidad y se inserte en la dinámica propia de sus rituales religiosos y culturales. Las experiencias vitales que adquiere cualquier turista pueden ir desde la producción agropecuaria, la realización de talleres acerca del consumo de alimentos naturales y orgánicos, hasta el aprendizaje de la cultura guaraní a través del lenguaje. Estos grupos o sitios rurales comunitarios se conocen con el nombre de Yariguarenda, Campo blanco y Peña morada.

            Los últimos meses lograron hacer frente a la crisis sanitaria volviendo y reencontrándose con sus antiguas raíces agropecuarias. Del Carpio cuenta que sus saberes acerca de la alimentación están fuertemente relacionados con su espiritualidad y que la gran destreza en la interpretación ambiental les ha permitido autogestionar su comunidad e independizarse completamente de la actividad turística. El colectivo de Yariguarenda , por ejemplo, logró triplicar sus ventas a través de un sistema de deliverys de frutas y verduras orgánicas que comercializan en los grandes centros urbanos de la provincia. 

            Esta política autosostenible fue clave para que el virus no ingrese a su territorio y así proteger fundamentalmente al “consejo de ancianos” local.

            Otra forma de turismo comunitario, cooperativo o autogestivo es el reconocido camping El Montañés, una cooperativa de trabajadores ubicada en la localidad de Potrerillos sobre la Cordillera de los Andes y al sur de la provincia de Mendoza. Su situación frente a la pandemia es sumamente distinta ya que la actividad turística era casi su única fuente de sustento económico. Si bien el camping posee amplias hectáreas de espacios al aire libre para adecuarse a los protocolos necesarios para la apertura que proponen desde el Estado nacional, lo cierto es que a la fecha han recibido muy pocas reservas, lo que hace tambalear su continuidad. Los baños compartidos y el sistema de dormis fueron la gran limitante de este sector a la hora de enfrentar una pandemia de tal envergadura.

Lorena Romero, una de las trabajadoras de la cooperativa, cuenta que si antes de fin de año su situación económica no mejora probablemente el camping tenga que cerrar sus puertas y esto dejará a siete familias sin ningún tipo de ingreso económico.

Este dramático pronóstico no desalienta todas las estrategias que la cooperativa está llevando a cabo para revertir los efectos de la pandemia. Una de ellas es la diversificación del rubro, optaron por transformar su campamento en un gran restaurante y lugar de esparcimiento donde los visitantes tendrán que hacer su reserva con antelación. La propueesta incluye el servicio de gastronomía, una parrilla privada y canchas de vóley y fútbol. Romero cuenta que la cooperativa recibió una casi nula ayuda estatal frente a la crisis, sumado a que necesitaron realizar una gran inversión para poder transformar su camping en un rubro prácticamente gastronómico que cumpla con las reglamentaciones sanitarias para poder recibir gente.

Así y todo puede verse una luz al fondo del túnel: la amplia trayectoria de este grupo cooperativo y la buena recepción y confianza que construyeron entre sus clientes es una salida de la crisis más que plausible.

            En el extremo opuesto del cooperativismo se encuentra RCT, Residencias Cooperativas de Turismo, un club vacacional de Chapadmalal que emplea a más de 100 trabajadores. Su ingreso principal son las cuotas mensuales que los socios pagan mensualmente para asegurarse una quincena fija de verano en el complejo hotelero. El establecimiento brinda todo tipo de servicios, tanto a sus socios como a aquel que quiera hacer una reserva esporádica. El beneficio económico que tiene RCT es que es un espacio enorme que se organiza mediante la reserva de tiempos compartidos, “departamentos que los socios reservan y tienen absolutamente todo”, describe Alicia Telechea, asistente de presidencia.

            De todas formas, saben que hay espacios que no van a poder habilitar, como las piscinas climatizadas, el servicio de spa, el gimnasio o los comederos cerrados.

Telechea cree que el mayor obstáculo que les trae la pandemia es la ejecución de la actividad recreativa para niños y adultos, un servicio que suele ser una de las cualidades más buscadas por las familias a la hora de elegir RCT como destino de veraneo ya que los padres tienen la tranquilidad de que sus hijos se entretienen en un lugar seguro.

En cuanto a los protocolos proyectados de cara a esta temporada, Telechea afirma que van a poder abrir sus puertas pero para eso tuvieron que modificar la forma de reserva para que los ingresos y egresos no se centralicen en un mismo día, reorganizar la distribución de los puestos en su balneario privado y disponer los recursos necesario para la higiene del lugar y de los huéspedes.

            A grandes rasgos, Telechea cuenta que su cooperativa no sufrió mayores pérdidas porque la gran mayoría de los socios decidieron mantener su cuota mensual. Temen que el efecto se sienta más en las reservas esporádicas que representan una importante fuente de ingreso para la cooperativa.

            Estas tres realidades diversas nos muestran un mapa que pretende ser representativo de las experiencias en las cuales estuvieron insertos uno de los sectores más castigados por el virus global. Dentro del turismo los grupos autogestionados o comunitarios, fundamentalmente, tuvieron que reconfigurar y transformar sus formas de subsistencia.