Santo y seña para un fuerte reclamo

Santo y seña para un fuerte reclamo

La impactante cifra de medio millón de personas marchó bajo la consigna «Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo». Muchos lo hicieron desde Liniers a Plaza de Mayo y otros se sumaron directamente en la 9 de Julio. La unidad de los movimientos sociales se expresó en San Cayetano.

Gorras, camperas y el vapor de mates calientes cubrieron las caras dormidas de los compañeros que esperaban en avenida Rivadavia y Cuzco desde las ocho de la mañana. En la mañana fría de Buenos Aires el encuentro y los abrazos acompañaron al sonido de los redoblantes ya ansiosos de movimiento. 

Este año, bajo la consigna “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”,  los movimientos sociales conocidos como “Los Cayetanos”  convocaron una vez más a movilizar el 7 de agosto, día de San Cayetano, patrono del trabajo.

Entre el manto de banderas que ya desde temprano comenzaban a cubrir la avenida, la bandera grande de la UTEP se impuso al frente y al centro mostrando en letras grandes la “Unión de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular”. Las banderas de las organizaciones sociales Corriente Clasista y Combativa (CCC), Somos Barrios de Pie, el Frente Popular Darío Santillán, el Movimiento Evita, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de la Vía Campesina, entre otras, ya teñían la calle de colores.

Algunos arrancaron a caminar desde Luján el martes, otros en las asambleas populares del sábado, también estaban los que se sumaron en Liniers, el domingo a las ocho y en avenida de Mayo y 9 de Julio ya los últimos esperaban desde temprano la llegada de sus compañeros para realizar el acto central. 

“El 7 de agosto, día de San Cayetano, es una fecha que nos abraza a todos y todas quienes formamos parte de la UTEP, pero también es la fecha en donde pudimos construir nuestro sindicato. Nosotros arrancamos siendo el triunvirato, después el cuarteto y bueno, así se conformó la UTEP. Gracias a esta fecha que nos abrazaba de manera conjunta. Este es ya el séptimo año en que nos movilizamos”, dijo Dina Sánchez, secretaria general de la UTEP.

Cruzando las vías sobre Cuzco, dejando atrás a las pecheras de colores y los redoblantes, el santuario de San Cayetano tenía una cuadra de fila para ingresar. A un costado, una línea de carpas blancas donde vendían chapitas, colgantes, cuadros y estatuas del santo. “Se vende mucho hoy”, dijo María mientras le entregaba un collar rojo a una pareja que quería un recuerdo de la fecha. 

“Hay espigas, espigas, espigas ¿Qué va a llevar mi príncipe?”, se escuchó de fondo.

El olor a sahumerio y palo santo inundaba la cuadra. “Dos por cien las espigas”, grita un señor. El santuario decorado de blanco y amarillo convocaba a un centenar de fieles que esperaban ser bendecidos con “pan y trabajo”, como decia el pasacalles ubicado frente al mismo. 

 De vuelta en la avenida Rivadavía, se escuchó gritar “agarremos al medio”, mientras un grupo se acomodaba al centro de la columna que ya ocupaba tres cuadras. 

 “Frente a la agenda del sector concentrado que continúa pujando por sus intereses particulares en detrimento de las mayorías, especulando y remarcando sin resignar nada; nosotros y nosotras estamos en la calle para imponer nuestra agenda, que puja por los intereses y las necesidades de los y las de abajo. En un contexto de persecución a las organizaciones, seguimos fortaleciendo la unidad, profundizando la organización y peleando por Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”, decía el comunicado de la UTEP.

 “¡Qué onda Tano!”, gritó uno a su compañero, que con una sonrisa se acercó a abrazarlo mientras le daba pequeños golpes sobre la campera con la frase “Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores”.

 Las espigas se colaron entre mochilas, dedos y abrazos, con la intención de bendecir a los portadores. Previo a salir se escucha la bendición del cura que cierra con “buena marcha hermanos”. 

 “Acá tenés a los peregrinos de Francisco, a los movimientos sociales, a los samaritanos y a samaritanas ¡Arrancamos compañeros!”, gritaron desde el parlante al mismo tiempo que los pies se ponían en marcha para comenzar la caminata.

Primero avanzó la Virgen sujetada por Juan Grabois y rodeada de dirigentes y creyentes. Unos pasos más atrás, la seguía una fiesta de tambores y banderas, acompañada por la militancia. 

Del altavoz de la camioneta que lideraba la marcha sonaba un chamamé. Los “Misioneros de Francisco” acompañaron a la Virgen con su barredora celeste y blanca desde Luján. Frenando cuando se necesitaba para esperar a las organizaciones sociales que seguían atrás, religiosos y militantes avanzaron por avenida Rivadavia. 

Adelante, aparecieron las banderas de los santos populares: Evita, Maradona, Néstor y Cayetano. En la barredora de “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo” comenzaba el agite de trapos y el estruendo de las baquetas golpeando los tambores.

“Venimos con un escenario económico social bastante complejo. Nosotros en la economía popular organizada tenemos mucho trabajo, lo que no tenemos son derechos. Eso es lo que venimos a plantear, la Ley Integral de Tierra, Techo y Trabajo -dijo Dina-. El privilegio de comer no lo tienen todas las personas. Creemos que hay que levantar la voz, porque sino pasa lo que pasó hace un par de semanas. El campo levantó la voz y tuvo rápida respuesta, no fue así con los sectores populares. Hay un sector que la está pasando realmente mal y hay que avanzar con respuestas concretas. En los últimos anuncios lo único que hemos obtenido son respuestas para el mercado y para el campo, pero para las organizaciones la única respuesta que hay es la auditoría”.

“Se instaló la idea de que nuestros compañeros no trabajan y yo los veo laburando todo el día”, dijo Esteban “Gringo” Castro, secretario general de la UTEP, quien inició su caminata desde Luján. “Es momento de que le dejemos un mensaje a esa derecha dura que nos viene persiguiendo. Porque se viene el 2023 y claramente ellos van a querer volver. Nosotros les estamos demostrando que estamos organizados y organizadas”, agregó Dina Sánchez. 

Pasando la autopista, entre risas, se escucharon las voces coordinadas de un grupo de mujeres gritando “Ehhhhh”,en el momento en que se cortó el chamamé y se subió el volumen de una cumbia. “Y cuando no estás / me falta el aire”, sonaba y los cantos de las compañeras acompañaban la letra mientras manos y pies se movían al ritmo de los aplausos. “¡Vamo’!”, grita uno al avanzar. La columna no dejó una cuadra de Rivadavia sin recorrer.

 Mientras tanto en avenida de Mayo y 9 de Julio se escuchaba cantar: “Unidad de los trabajadores / Y al que no le gusta se jode, se jode / Unidad de las trabajadoras / Y al que no le gusta que se joda, que se joda”. Tambores, trompetas y columnas de banderas marcaron la pasarela al escenario y dispersaron detrás suyo a miles de militantes que esperaban la llegada de sus compañeros. Siguiendo por la 9 de Julio un mar celeste, azul y blanco se extendía hasta rodear el Ministerio de Desarrollo. 

 “Compañeros, la columna que viene desde Liniers y desde Luján está llegando a la Plaza Congreso. Ya estamos para recibirlos ¡Vamos compañeros que ya llegan! -gritan desde el escenario-. Hoy salimos para mostrarles que además de trabajar venimos con propuestas concretas”. 

 “Compañeros, recibimos a la columna que está marchando desde las ocho de la mañana por Tierra Techo y Trabajo”, se escuchó desde el escenario mientras miles de suelas gastadas dejaban su huella en la avenida de Mayo y, entre aplausos, las rejas se abrían para dejar pasar a los caminantes. 

 Se esperaba una multitud y una multitud llegó. Cerca de medio millón de personas ocuparon la 9 de Julio. El mar de banderas, devotas del viento, rodearon el escenario y se extendieron por cuadras hasta el Congreso.  

 “Una vez más, los compañeros trabajadores de la economía popular, esos que un puñado de chetos llaman planeros, nos hacemos presentes, como cada 7 de agosto para reclamar por políticas públicas concretas -decía Nicolas Caropresi, referente del MTE, desde el escenario -:Tierra, techo y trabajo. Esas reivindicaciones convertidas en proyectos de ley y hoy movilizadas en la calle a través de las organizaciones sociales que convierten los derechos en una reivindicación política”.. 

El acto comenzó oficialmente con la lectura del documento de la UTEP, que subrayaba que “en estos tiempos donde apremia la pobreza y donde se ha profundizado la persecución judicial contra los movimientos populares, reivindicamos nuestra unidad en la diversidad, en la defensa de los intereses de los de abajo”.

 Desde el escenario los y las referentes de los movimientos populares dieron sus discursos. “Lo que nos falta no es trabajo, son derechos laborales”, dijo Gildo Onorato, dirigente del Movimiento Evita, mientras arrancaba el acto. Por su lado, Juan Carlos Alderete, coordinador nacional de la CCC y diputado por el Partido del Trabajo y el Pueblo en el Frente de Todos, dijo que “esta jornada, como las anteriores, alumbra y nos da fuerza, porque la situación se va agravando para nuestro sector”. “El amor por nuestro pueblo, eso es lo que nos motoriza a salir todos los días a la calle”, subrayó Norma Morales, referenta de Barrios de Pie y secretaria adjunta de la UTEP, entre los aplausos de sus compañeros. 

 El cierre del acto, al terminar el discurso del “Gringo” Castro, cerró con un millón de pies saltando al ritmo de “No lo soñé”, mientras la parrillas seguían levantando su humo y las banderas se agitaban con el viento. 

Una marcha de Liniers a Plaza de Mayo por tierra, techo y trabajo

Una marcha de Liniers a Plaza de Mayo por tierra, techo y trabajo

Este sábado, bajo la agenda de “tierra, techo y trabajo”, se desarrolló una movilización convocada por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Como viene sucediendo desde la primera convocatoria ocurrida en el año 2016, contó con la participación de numerosas agrupaciones sociales, políticas, gremiales y representantes de comedores comunitarios.

A propósito de la coincidencia con la fecha de homenaje a la figura de San Cayetano, patrono del pan y trabajo, y en el contexto de la gravísima crisis económica agudizada por la pandemia, la concentración inició a las 8 de la mañana en la Iglesia de este santo en Liniers, donde se unieron con la peregrinación de los Misioneros de Francisco quienes venían caminando desde el miércoles desde Luján. Luego partieron rumbo a Plaza de Mayo con tres paradas previas en Flores, Once y en la Feria de Plaza Congreso, respectivamente.

En Plaza de Mayo, una multitud de personas de distintas organizaciones político-sociales esperaban a la columna que llegaba de Liniers. Mientras tanto, desde el escenario preparado para el acto central, se incitaba constantemente al uso correcto del barbijo y a mantener la distancia. Una vez arribada esta última columna, y tras entonar las estrofas del Himno Nacional, se dio lectura de un documento en el cual, al tiempo que se habló de las nuevas injusticias sufridas por los sectores populares en el contexto pandémico, se exigió la aprobación de un salario mínimo universal, un abordaje integral de la economía popular, políticas de inclusión para las personas en situación de calle, acceso a créditos no bancarios y cumplimiento de la ley de góndolas, entre otras cuestiones.

Luego fue el turno de los oradores. El primero en hacer uso de la palabra fue Gildo Onorato, secretario general adjunto gremial de la UTEP y miembro del Movimiento Evita, quien celebró el reciente reconocimiento de aquella organización gremial como sindicato y destacó la labor del ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo, aclarando que a pesar de las diferencias siempre escuchó los reclamos de los trabajadores. En este sentido se encargó de brindar su apoyo a la candidatura como diputado nacional de Arroyo, explicando que con él la agenda de los trabajadores populares tendrá su lugar en el Congreso. Al mismo tiempo, expresó su deseo de que las cooperativas tomen preponderancia en la producción, accediendo a nuevos mercados de consumo y adquiriendo reservas con el objeto de reactivar la economía desde abajo, otorgándole protagonismo al polo obrero.

En segundo lugar habló Norma Morales, secretaria general adjunta de Somos Barrios de Pie, quién apuntó contra las acusaciones mediáticas que afirmaban que la marcha era en contra del gobierno actual y un foco para la propagación del virus. Por el contrario, aseguró que los movimientos sociales fueron los primeros en asistir, cuidar y proteger a las personas de los barrios populares de la información falsa. Además, reclamó por el reconocimiento económico a las mujeres que realizan tareas esenciales dentro de los barrios y que están invisibilizadas. Al mismo tiempo, aclaró que la categoría de “planeros” es una falta de respeto, ya que lo que se está pidiendo es el acceso a una vida y salario digno.

Posteriormente tomó la palabra Dina Sánchez, secretaria general adjunta de UTEP e integrante del Frente Popular Darío Santillán, quien en un ferviente discurso celebró el retorno de los militantes a las calles y el valor del nuevo sindicato para todos los trabajadores que hasta el momento estaban excluidos del sistema. Aseguró que la única salida para la situación que atraviesan las economías populares es el trabajo colectivo, y propuso a los actuales candidatos discutir la agenda de tierra, techo y trabajo.

El cierre estuvo a cargo de Esteban Castro, Secretario general de la UTEP y militante del Movimiento Evita. Al igual que el resto de los oradores, destacó la importancia de tener un sindicato, valoró el esfuerzo de las columnas que marcharon desde San Cayetano y le pidió a este santo que bendiga a todos los asistentes. Finalizó su discurso, celebrando la unidad en la lucha por los derechos de los excluidos.

El eje de esta marcha, que se replicó en distintas áreas del país, fue el concepto de trabajo digno para los sectores populares. Los interlocutores coincidieron en manifestarse en contra de la actual concentración y extranjerización de la economía, que –señalan- es totalmente opuesta a la idea de la construcción de una Argentina con menos pobreza. Así y a partir de esta movilización buscan que el presidente Alberto Fernández y sus asesores se hagan eco de estos pedidos, en clave de visibilizar la defensa social y económica de las distintas organizaciones comunitarias.

Pan, techo, trabajo, gas, remedios…

Pan, techo, trabajo, gas, remedios…

Organizaciones sociales, familias y jubilados marcharon en el Día de San Cayetano – patrono del pan y el trabajo- en repudio al acuerdo con el FMI y al ajuste implementado por el gobierno. Encabezaron la multitudinaria marcha miembros de Barrios de Pie, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y de la Corriente Clasista Combativa (CCC). También participaron UTECTERA y sectores de la CTA Autónoma.

Desde los parlantes se sucedían temas de Callejeros y de Las Pelotas, mientras al lado del escenario y en las avenidas que conectaban con la Plaza de Mayo la gente esperaba, se organizaba bajo la bandera que los agrupaba y aunque vestían distintos colores, los unía la incertidumbre, el desempleo y a veces también el hambre.

Mario Sivila, de Barrios de Pie, trabaja en una cooperativa porque “después de los cincuenta años no te quieren tomar en ningún lado”. Sivila tuvo su último trabajo en 2009 como técnico carrocero de colectivos y no volvió a encontrar estabilidad laboral desde entonces. “Vinimos a pedir por trabajo y porque no nos alcanza la plata para toda la familia”, dice. Por su parte, Leonardo Macil es de La Plata, también miembro de Barrios de Pie, lleva dos años sin trabajar y vive con lo que sus amigos y familia pueden brindarle mientras espera recibir una pensión por discapacidad. “Hoy vine sin comer, por ejemplo, con lo puesto nomás”, cuenta desanimado.

Romina Vargas de la CCC se encuentra desocupada y vive de algún que otro trabajo y de la cooperativa: “Venimos por el lema techo, pan y trabajo. Creemos con nuestros compañeros que un plan no te sirve para nada, queremos un trabajo digno para llevar el pan a nuestros hijos y nietos”, afirma.

Mercedes Villarreal de 69 años, es miembro de la CCC de Pilar, jubilada “y con poco sueldo”, agrega entre risas. Villarreal se acercó a la marcha en representación de los jubilados y cuenta en diálogo con ANCCOM: “Con las enfermedades, el gas, la luz y los impuestos no se puede…pago los impuestos antes que comer”.

María Alegría Guiraldo Ríos de la CCC es de Chacarita, tiene 78 años y no trabaja ni recibe jubilación. Cuenta que vive de lo que comparten en la organización: “Vinimos a marchar para que nuestro presidente cambie, para que ablande su corazón con la gente humilde”, reclama. Por su parte, Cristian Capute del Movimiento Evita, desde el cordón de la vereda dice: “Siempre vengo el 7 de agosto porque San Cayetano para mí es algo importante, vengo para agradecer y para pedir porque la situación está muy difícil en lo laboral”. Aunque trabaja, asegura que su situación cambió y también el país y que las expectativas de la gente han bajado mucho. Además señala: “Con cada elección se cambia de país y hay cosas que hay que mantener, que no se discuten, que no se puede volver para atrás, le falta madurez al país para crecer y para poder programar algo. El Estado tiene que proteger a los que menos tienen”, concluye Capute en desacuerdo con las políticas liberales del gobierno.

Sabrina Rosales es de La Plata y forma parte del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). “Estamos en contra de las políticas de trabajo, vinimos a luchar contra esto que nos perjudica. Aparte de trabajar como promotora ambiental, colaboro en un merendero donde antes teníamos 50 chicos y ahora tenemos más de 100 y se van sumando más. La idea era que tengan apoyo escolar pero cada vez vienen más a comer porque no pueden comer en su casa”, detalla.

La plaza y los alrededores estaban llenos de hombres y mujeres, jóvenes y familias enteras con chicos que jugaban con pelotas o madres con bebés en brazos, como es el caso de Patricia Treisse, de Peronismo Militante, que se encuentra desocupada y es madre de tres hijos: “Vine porque está jodida la situación laboral y también porque los planes han bajado, ya ni los pobres tienen derecho a algo”, dice mientras sostiene a la bebé que la acompañó porque no tenía con quien dejarla.

Epifanía Espíndola es de Paraguay pero vive hace ocho años en Argentina, trabaja en una cooperativa textil del MTE: “Acá se ve la necesidad que la gente está pasando. Hay escasez de trabajo, muchos despidos y no hay sacrificio que alcance, ni siquiera haciendo nuestras cositas en la cooperativa”, dice “Fani” mientras camina con su grupo apurada por encontrar un lugar alrededor del escenario.

El acto de cierre fue contundente con respecto al desacuerdo con el FMI y con la exigencia de la aprobación de distintas leyes, en particular la de Emergencia Alimentaria. Desde arriba y desde debajo del palco se pedía lo mismo: pan, paz, techo, tierra y trabajo.

San Cayetano no da abasto

San Cayetano no da abasto

En el día de San Cayetano,  por segundo año consecutivo, organizaciones sociales y sindicales marcharon, desde el santuario del patrono del trabajo en Liniers hasta Plaza de Mayo, para reclamar por la sanción de la Ley de Emergencia Alimenticia y el cumplimiento de la ya vigente Ley de Emergencia Social. “Nosotros no solamente vinimos a rezar, también venimos acá a pelear”, advirtió el secretario general de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Esteban Castro, en el cierre del acto.

En el contexto actual, donde el desempleo -según datos oficiales- alcanzó el 9.2% en el primer trimestre del 2017, miles de fieles aguardaban que se abrieran las puertas de la parroquia de San Cayetano para hacerle su petición al santo. A los creyentes, se le sumaron alrededor de las ocho de la mañana los manifestantes convocados por las tres organizaciones sociales que se encargaron de anunciar la movilización: Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la CTEP.

Alrededor de las 9:30 la columna de manifestantes partió de Cuzco y Rivadavia para transitar doce kilómetros y llegar a las 15:30 a Plaza de Mayo. Emilio Pérsico, dirigente del Movimiento Evita, encabezó el tramo final de la marcha y en diálogo con ANCCOM habló sobre la situación en los barrios populares: “Hoy tenemos mil comedores y cada día estamos peor, cada día le tenemos que echar un litro de agua a la olla para que coma más gente». Por su parte, el senador nacional por el Frente para la Victoria, Juan Manuel Abal Medina, afirmó:» Estamos planteando algo obvio, Argentina es uno de los mayores productores de alimentos y hay más de seis millones de personas que todos los días no tienen para comer”.

 

Grupo de personas marcha con una bandera al frente en la que se lee: "Tierra-Techo-Trabajo". Detr{as de ellos las banderas de las agrupaciones que convocaron la marcha.

Alrededor de las 9:30 la columna de manifestantes partió de Cuzco y Rivadavia para transitar doce kilómetros y llegar a Plaza de Mayo.

Desde la organización Barrios de Pie, este año se hizo un relevamiento de talla y peso sobre 50 mil chicos de todo el país que arrojó como resultado que un 43% de ellos padecen de desnutrición. “A raíz de estos datos realizamos este Proyecto de Ley de Emergencia Alimenticia para que el Estado se haga cargo de la alimentación de esos chicos en los comedores escolares”, señaló Celeste Ortiz, integrante de Barrios de Pie y trabajadora de un comedor comunitario.

En tanto, Trinidad González,  integrante del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE), destacó la importancia de la movilización para el sector informal de la economía: “San Cayetano significa mucho para los sectores populares. Marchamos por el reconocimiento de laburar en condiciones dignas, el reconocimiento de los trabajadores que no estamos en la economía formal”.

La protesta contó con el apoyo de distintos dirigentes de las organizaciones obreras más importantes: Juan Carlos Schmid,  integrante del triunvirato que conduce la Confederación General del Trabajo –CGT- y  Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado –ATE- acompañaron con su presencia, mientras que las dos Centrales de los Trabajadores de la Argentina (CTA), presididas por Hugo Yasky y Pablo Micheli respectivamente, también adhirieron a la convocatoria.

Un grupo de representantes de las organizaciones que convocaron la marcha se encuentran hablando desde un escenario, en una bandera que se encuentra encima del escenario se lee: "Paz, Pan, Tierra, Techo, Trabajo".

En un escenario montado sobre la Plaza de Mayo hablaron los voceros del acto: Daniel Menéndez de Barrios de Pie, Juan Carlos Alderete por CCC y Esteban “Gringo” Castro de la CTEP.

Alrededor de las 16, en un escenario montado sobre la Plaza de Mayo comenzaron a hablar los voceros del acto: Daniel Menéndez de Barrios de Pie, Juan Carlos Alderete por CCC y Esteban “Gringo” Castro de la CTEP. Menéndez comenzó pidiendo por la aparición con vida de Santiago Maldonado, un joven militante que se encuentra  desaparecido hace seis días luego de que lo detuviera Gendarmería en Chubut. Luego acusó al gobierno de Cambiemos de destruir los puestos de trabajo, al mismo tiempo que solicitó el aumento del presupuesto para comedores a los que cada vez concurren más chicos. “Nuestro sueño no es vivir reclamando emergencias, nuestro sueño es tener trabajo para llevar el pan a nuestro hogar y alimentar a nuestros hijos”, exclamó.

Alderete continuó criticando al oficialismo por favorecer a los sectores que concentran la riqueza en el país y después recordó que desde el Gobierno Nacional sólo ejecutaron, en lo que va del año, el 30% del presupuesto correspondiente a la Ley de Emergencia Social: “A este Gobierno que dice que esperemos a después de las elecciones para aplicar la Ley de Emergencia Social, le decimos el hambre y la desocupación no esperan. Las próximas horas nos vamos a reunir con otras organizaciones para profundizar las medidas de lucha, no vamos a dejar la calle.”

Por último, el secretario general de la CTEP desarrolló las consignas del encuentro “Pan, paz, techo, tierra y trabajo” y responsabilizó al Estado por desentenderse de su deber de garantizar la paz social mientras criticó las intenciones de bajar la edad de imputabilidad. Al final  remarcó la importancia de la unidad: “Nosotros le garantizamos a nuestro pueblo, que además de hoy, el 22 de agosto reventamos la Plaza junto a la CGT, junto a la CTA y junto con todos aquellos que quieran pelear contra este modelo de ajuste, de represión y de hambre”.

Actualizado 07/08/2017.

 

“Se necesita una CGT que rechace las políticas de gobierno”

“Se necesita una CGT que rechace las políticas de gobierno”

Es día de San Cayetano y los fieles hacen fila sobre la calle Bynon para pedirle al patrono del trabajo. Algunos sostienen espigas de trigo con la imagen del santo, otros tienen paquetes de velas amarillas y de fondo se escucha la misa que brindan en la puerta de la iglesia ubicada en la calle Cuzco. A metros, sobre avenida Rivadavia, al lado de la estación de trenes de Liniers, se forman las columnas de organizaciones sociales y políticas que, cerca de las nueve y media, emprenden camino hacia Plaza de Mayo.

La manifestación fue convocada por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa bajo la consigna de “Pan, paz, tierra, techo y trabajo”. Al frente de la marcha se encuentran los dirigentes sociales y sindicales entre los que está Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, aquel que mandó al ministro Juan José Aranguren a hacer prueba y error “con la puta madre que lo re mil parió” y uno de los nombres que circuló como candidato a formar parte de la conducción colegiada de la Confederación General del Trabajo (CGT) a partir del Congreso del 22 de agosto.

Hoy la central obrera está dividida en tres y se busca su reunificación. Aunque no está contemplado en el estatuto, el objetivo del Congreso es constituir una conducción colegiada que represente a todos los sectores, al igual que sucedió en 2004 cuando fueron elegidos Hugo Moyano (Camioneros), Susana Rueda (Sanidad) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). Esta vez, la CGT conducida por Moyano propone a Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento), la de Antonio Caló a Héctor Daer (Sanidad) y la de Luis Barrionuevo a Carlos Acuña (Estacioneros) para conformar un nuevo triunvirato. Sin embargo, la Corriente Federal de Trabajadores impulsa a Palazzo, secundado por Héctor El Gringo Amichetti (Federación Gráfica Bonaerense), para conducir la próxima cúpula de la central. Con ese objetivo, a un acto en el microestadio de Ferrocarril Oeste para el 12 de agosto.

¿Qué opina de la marcha de San Cayentano?

Es muy importante porque es una forma de expresar no solo una conmemoración religiosa, sino también la necesidad de que el gobierno cambie algunas políticas que tienen que ver, básicamente, con la economía, con lo político, con lo social. Vemos que hay una inflación alta, que hay cada vez más caída del empleo, caída de la actividad económica y esto va a tener consecuencias directas en lo social.

¿Por qué usted y El Gringo Amichetti consideran importantes las regionales de la CGT?

Nos parece importante reconstruir ese vínculo. Hoy las economías regionales y los sectores del interior del país padecen, de manera muy fuerte, este período de crisis en donde se está gobernando para los ricos. Entonces es importante tener una CGT unida y federal, que exprese al conjunto de los trabajadores en toda la República Argentina.

El taxista Omar Viviani y el representante de los peones rurales Gerónimo El Momo Venegas amenazan con no unirse si se elige una conducción colegiada de la CGT, ¿aún así usted cree que la unidad es posible?

Nosotros creemos en una conducción colegiada pero lo más amplia posible y representativa de todos los sectores de la CGT. Creemos que el debate hay que darlo adentro y desde ahí plantea que se necesita una CGT con contenido, que exprese el rechazo a la política del gobierno y que establezca un plan de lucha con un paro nacional activo y con los trabajadores movilizados.

¿Qué expectativas tiene para el acto del 12 de agosto?

Importantes. Cada vez hay más organizaciones que se suman, pero lo nuestro trasciende al 12 y trasciende también al 22. La Corriente Federal Sindical se está convirtiendo en una referencia de un espacio combativo de la CGT que pretende confrontar con el gobierno. Estamos muy entusiasmados, sobre todo, pensando, más allá del 22, en todos los días que vamos a tener que salir a la calle a luchar mientras sigan estas políticas en la Argentina.

La ex presidenta criticó al movimiento sindical diciendo que chicos de colegios secundarios logran conquistas y los gremios nada, ¿usted qué opina?

Es una opinión que tiene. Yo creo que el movimiento sindical tiene su tiempo para reordenarse, en todas las organizaciones pasa lo mismo. Nosotros (los bancarios) hemos dado una muestra contundente cuando decidimos no cerrar nuestras paritarias hasta que no reincorporaran a nuestros trabajadores del Banco Central y es una expresión que hay que tenerla en cuenta. Pero creo que hoy hay que priorizar la unidad por sobre todos los otros valores porque es el movimiento obrero y las organizaciones sociales las que están en condiciones de confrontar con efectividad contra este modelo. Hoy los partidos políticos están discutiendo sus internas, por qué perdieron la elección, y creo que si el movimiento obrero se unifica y hay unidad en la acción de todos los sectores sociales y todas las centrales podemos combatir con efectividad las políticas actuales.
Actualizada 09/08/2016