Un repudio multitudinario al gobierno de Milei

Un repudio multitudinario al gobierno de Milei

El primer paro con movilización de la CGT contra el mandatario libertario reunió, según los organizadores, a 600.000 personas frente al Congreso. Suma presión a los legisladores para que no aprueben a la Ley Ómnibus y rechacen el mega DNU. También participó la izquierda, los movimientos sociales y muchos autoconvocados.

Cientos de miles de manifestantes se reunieron convocados por la CGT a partir de las 14 frente al Congreso y en las ciudades más importantes del país, para mostrar su oposición al modelo oficialista que propone Javier Milei con su DNU y la Ley Ómnibus.

Luego de que sonara el Himno Nacional, el acto comenzó con la lectura de un comunicado firmado por la cúpula de la Confederación General del Trabajo. “Ningún trabajador puede desconocer la crisis social y económica que estamos viviendo. La inflación erosiona los ingresos de todos y dispara los precios a niveles inaccesibles. Pero ninguna crisis puede ser oportunidad para avanzar sobre los derechos fundamentales de todos los argentinos”, leyó la oradora ante de una ola de aplausos y cánticos en contra del presidente. 

El siguiente en hablar fue Pablo Moyano, quien apenas se asomó al frente, exclamó que hay diputados que en sus provincias “hacen campaña cantando la marcha peronista, con los cuadros de Perón y Evita, y cuando tienen que tratar una ley para rechazarla porque va en contra de los trabajadores, se esconden”. 

Luego, respondió a una frase dicha por Milei hace dos semanas en una entrevista radial, en la que sostenía que a Caputo había que sacarlo a pasear en andas: “Yo le digo ante miles de compañeros, que si lleva estas medidas económicas de hambre; de ajuste; de despido, los trabajadores, los jubilados, los más humildes, van a llevarlo en andas pero para tirarlo al Riachuelo para que cambie este modelo económico”. 

En la misma línea, Héctor Daer sostuvo que fueron a la Plaza “a defender a la Patria y  40 años de democracia”. Y sostuvo: “Nos vienen con una palabra tan noble como es la libertad. Todos los pueblos luchan por la libertad y acá la utilizan para hacer pelota la fórmula de actualización para jubilados y jubiladas”. 

El acto cerró con la marcha peronista y el canto unísono de la marea humana que se extendía hasta la 9 de Julio. Según los organizadores, hubo 600.000 personas y, con los actos realizados en todas las provincias, la cifra trepó a un millón y medio.

— La verdad es que es una jornada histórica, que se produce ante el aislamiento del Gobierno, que nunca ha tenido la oportunidad ni la responsabilidad de hablar institucionalmente con el movimiento sindical — declaró el gremialista Gerardo Martínez a ANCCOM —. Todos tenemos que reflexionar y darnos una oportunidad porque hay muchas familias argentinas que la están pasando muy mal. 

Por su parte, Hugo Godoy, de la CTA, adelantó que “vamos a seguir peleando para que se se caiga el DNU y que no se apruebe la Ley Ómnibus. Y para que la política económica que entrega y multiplica la pobreza, no pueda seguir adelante. La clase trabajadora hoy está comenzando un plan de lucha que cuenta con un altísimo nivel de unidad y solidaridad en todo el pueblo argentino”, concluyó. 

Mientras se producía la desconcentración, Pablo Moyano seguía en el escenario rodeado de manifestantes sindicales que hacían fila para sacarse una selfie. 

— Hay que apelar a la responsabilidad de cada diputado y diputada el día de mañana  — señaló — . La de hoy fue una jornada histórica. Hubo miles y miles de argentinos que  nos movilizamos. Ojalá el presidente escuche al pueblo argentino que está cansado de la agresión permanente, del hambre y del ajuste.

Horas antes, cuando esas mismas columnas iban llegando a la plaza del Congreso, circulaba la noticia de que las fuerzas de seguridad entorpecieron el arribo deteniendo micros para requisar y asustar a sus pasajeros. 

“ El límite de Capital Federal con el Gran Buenos Aires está totalmente militarizado y a cualquier micro que quiera pasar con manifestantes los hacen bajar — denunció antes de que iniciara el acto, el dirigente Raúl Castells junto al monumento de la Plaza —.  Por ejemplo, en el colectivo 96 que es el que transporta más cantidad de gente desde La Matanza requisaron a uno por uno.

Pese a esas provocaciones, el acto se realizó en completa normalidad.

Desde el centro de la plaza, se podía ver cómo un río de cabezas dispuestas a no ser aplastadas se retiraban en dirección a 9 de Julio. Al mismo tiempo, en un balcón de un edificio ubicado sobre Rivadavia una señora de unos 80 años golpeaba una lata y mostraba una bandera de ATE. Los manifestantes la aplaudieron y celebraron con el ya clásico “abuela la, la, la”. 

De ese modo, una sobreviviente del Rodrigazo se unió a la generación que sufrió el 2001. En ese canto en común, se escondía el miedo de que en nombre de la libertad, hoy la represión y el saqueo vuelvan a gobernar el país.. 

Continúa el paro en el Premetro

Continúa el paro en el Premetro

Los trabajadores del Premetro reclaman medidas de seguridad. En diciembre pasado, dos trenes chocaron de frente por un sistema de señalización obsoleto.

Dos tranvías vacíos, estacionados, sólo con sus maquinistas dentro, mantienen sus luces titilando a modo de protesta. Las personas que ingresan a la terminal escuchan en los parlantes “la línea Premetro se encuentra interrumpida por medidas de fuerza gremial contra Emova”. Todos buscan formas alternativas de llegar a su destino. Sin embargo, los trabajadores del Premetro siguen sin llegar al suyo.

Los metrodelegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) convocaron ayer a un paro de dos horas. Entre las 14 y las 16 horas del lunes interrumpieron su servicio como “medida de autodefensa” por el “incumplimiento de la concesionaria Emova en la implementación de medidas de seguridad para el servicio”, explicaron mediante un comunicado. La medida de fuerza continuará hoy entre las 17 y las 19 horas, frente a la falta de respuestas.

Los trabajadores del Premetro esperan desde septiembre de 2021 que Emova, el nuevo nombre de la empresa Metrovías, automatice las vías para aportar mayor seguridad a quienes trabajan y viajan todos los días en ese transporte público. Según el comunicado de AGTSyP, el plazo se venció el 8 de abril y la empresa sigue sin actuar.

En diálogo con ANCCOM, Roberto Pianelli, secretario general de AGTSyP expresó: “Hace mucho tiempo existen problemas de seguridad en las señales en la zona de Villa Lugano. En el 2020, por este mismo problema, dos tranvías chocaron de frente. No hubo víctimas fatales por el excelente desempeño de los conductores, pero podría haber pasado lo peor”. Además, agregó que “las condiciones deben ser seguras tanto para los trabajadores como para los pasajeros, quienes debido a estos inconvenientes ponen en riesgo su vida todos los días. No los escuchan”.

Enrique Rositto, secretario de prensa de AGTSyP, desarrolló: “En diciembre del 2020, mientras había un tren saliendo de la estación Centro Cívico, por la vía única de ingreso y egreso, otro tren apareció de frente y los dos colisionaron. Este accidente dejó siete heridos, entre ellos los conductores”. También agregó que “esto se debió a que no había una persona idónea o un sistema automatizado de cambio de vía que asegurara la vida de los trabajadores y pasajeros”.

 

Rositto aseguró que “la medida que se llevó a cabo fue la respuesta a la actitud intransigente de la empresa Emova al no cumplir lo prometido en septiembre del 2021”. También añadió que, en la actualidad, “la responsabilidad del cambio de vías recae en los conductores. Esto no está especificado en el convenio de trabajo. Además, en otro sistema ferroviario no sucede, de eso se encarga un señalista. El conductor desde arriba del tranvía no tiene una visión clara para saber si está bien cambiada o no. No queremos otro diciembre del 2020”.

Luego de la medida de fuerza realizada por la tarde, los trabajadores del Premetro votaron en una asamblea que hoy de 17 a 19 se llevará a cabo una medida similar a la del lunes, interrumpiendo nuevamente el servicio del Premetro. Según Rositto, “en el caso de que sigamos sin ser escuchados, se va a discutir otra medida que afecte a otras líneas”. Marcelo Villavicencio, delegado gremial agregó que sumarán a las medidas de fuerza un paro de la línea E del subte en la apertura del miércoles.

Marche un paro para el Gobierno

Marche un paro para el Gobierno

Paro, Microcentro, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 30 de abril de 2019. Fotos: Leonardo Rendo / ANCCOM

En la esquina de 9 de Julio y Corrientes, un patrullero estacionado con el baúl abierto. Agrupados a su alrededor, tres agentes de la Policía de la Ciudad charlan tranquilos, echando una mirada fugaz de vez en cuando a su alrededor. Uno de ellos se encarga de cebar el mate que pasa de mano en mano. La escena no representó la típica actitud policial durante el día de paro y marcha contra la política económica del gobierno de Cambiemos convocado por el Frente Sindical para el Modelo Nacional, y al que se plegaron las dos CTA, movimientos sociales y partidos de izquierda. La pasividad policial fue efímera. Al cierre de esta nota, los detenidos eran 39.

Justo enfrente de la escena de los policías tomando mate, debajo del Obelisco, concentraban desde temprano las numerosas columnas de la CTA Autónoma, ATE y otros gremios afines. El golpe acompasado de los bombos repercutía sobre las avenidas, escurriéndose fácilmente por cada calle. Había tránsito y personas caminando, pero en menor cantidad de lo que puede esperarse un día laboral. Desde Once a Congreso y de allí hasta la 9 de Julio los negocios estaban abiertos, pero los transeúntes (imposible saber si estarían trabajando o no) se paseaban con la languidez de un sábado a la mañana.

“Hoy, nuevamente, venimos a marchar en contra de este gobierno y en contra de este plan económico. Porque este plan económico nos está matando a nuestros pibes y a nuestros jubilados” denunció  Alejandra Brillante, secretaria de Previsión Social de CTA-Provincia de Buenos Aires, y una de las dirigentes que encabezaba la cabeza de la columna que avanzaba por Diagonal Norte hacia Plaza de Mayo. “La provincia de Buenos Aires, una de las más ricas, hoy está endeudada por las políticas de María Eugenia Vidal. También quiso intervenir nuestra caja en el Instituto de Previsión Social, que históricamente da superávit. Ahora la está tirando a la baja para tener la excusa de intervenirla para seguirnos robando”, opinó sobre la situación en la provincia. “Nuestro pueblo debe entender que tenemos que ir hacia un gran frente común para derrotar a este gobierno y este modelo económico que viene de la mano del Fondo Monetario Internacional”.

“¿Por qué paramos hoy? En defensa de nuestros derechos. El gobierno nos ha desoído. Ha violado la Constitución en materia de derechos laborales”, se escuchaba por los altoparlantes.

Las columnas avanzaban con cierto apuro: ya eran pasadas las 11.30 y resultaba necesario mantener un estricto orden en la manifestación de cara al acto previsto para las 13. Se podían ver a hombres y mujeres de chaleco (el color dependía de a qué gremio o central pertenecieran) con la inscripción “Organización” en la espalda. Llegado el caso, gritaban “¡avancen!” o “¡hasta acá!” con la pericia propia de la experiencia en la manifestación callejera. Todo debía salir perfecto y no era para menos. El día anterior, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich había ofrecido una conferencia de prensa denunciando la quema de cinco colectivos en varias localidades del conurbano bonaerense. Dijo entonces: “Lo que ya estamos viendo, y que ya lo advertí, son actitudes mafiosas. Esta destrucción de capital por aquellos que llaman al paro por el trabajo, lo que hacen es destruir trabajo. Esto es contra lo que nosotros peleamos”. Si la ciudad parecía sumida en el sopor de un fin de semana otoñal, el centro se acalambraba de tensiones por el temor a una posible represión. Los oficiales de infantería parados en fila e inmutables sobre la vereda, armas largas en mano, eran un mensaje de advertencia muy claro.

Sin embargo, no todas las columnas eran voluminosas y ni se desplegaban con grandilocuencia. También podían verse pequeños contingentes, con una o dos banderas, yendo por las calles laterales. Por Bartolomé Mitre, los representantes de la delegación Lomas de Zamora de Sadop se arrimaban silenciosamente hasta la plaza. Su secretario general, Raúl Barboza, comentaba: “Este es un llamado a la unidad para poder salir de esta situación calamitosa que estamos viviendo. Hoy es un día donde todos los trabajadores tenemos que estar juntos”. Y con respecto a las perspectivas que caben esperarse del futuro cercano, dijo: “Lamentablemente, es un gobierno que no ha solucionado los problemas que ya teníamos. Queremos que termine, como todo argentino, pero también queremos políticas más claras. Queremos un gobierno con justicia social y que se acuerde de los trabajadores”.

Ya por Avenida de Mayo el movimiento era frenético. Entraban las columnas de camioneros, impactantes por su número, que avanzaban ensordecedoras con cantos, trompetas y redoblantes. Ocuparían el lugar central frente al palco que se erigía sobre la Plaza de Mayo, ya que el orador principal sería su secretario adjunto, Pablo Moyano.

Hugo Yasky llamó a la unidad de los sectores populares para derrotar a Cambiemos en las elecciones presidenciales.

Refugiados del sol bajo las columnas del Cabildo se encontraban los militantes del Frente Darío Santillán. Casi al lado, se alzaba la bandera de Udocba. Al frente, en la esquina del Palacio de Gobierno de la Ciudad, se mezclaban las banderas de la CTA con las del Sat-Said y con una infinidad de banderas de todos los colores: pequeñas, tipo estandarte, enormes trapos pintados con aerosol (“No al ajuste – PJ La Plata”) y otras más elaboradas que tapaban cualquier intento de asomarse para ver a los oradores.

Hacia las 12.30 se empezó a escuchar por los altoparlantes repartidos por toda la avenida la voz de la presentadora. Lanzaba frases esporádicas: “¿Por qué paramos hoy? En defensa de nuestros derechos constitucionales. El gobierno nos ha desoído. Ha violado la Constitución en materia de derechos laborales”. Y las columnas respondieron, porque rápidamente se fueron apiñando contra el vallado de contención puesto a unos metros del escenario donde se desarrollaría el acto central.

Horas después el gobierno intentaría minimizar el alcance del paro, alegando que, por ejemplo, la actividad de los bancos no se vio afectada. Sin embargo, por Diagonal Norte se podía ver una verdadera marea humana avanzando, con rapidez algunos y otros a los saltos, perteneciente a La Bancaria. Entre bombos y banderas se encontraba Pablo, delegado de la comisión interna del Banco Credicoop. “Son casi cuatro años de un gobierno neoliberal que nos está matando a todos de a poco –declaró-. La idea es mostrarle a este gobierno la disconformidad del pueblo. Y aunque no quiera verla, también es importante que sea la gente la que vea la movilización en las calles”. Como empleado bancario, también está al tanto de lo que implica el modelo económico tomado por el gobierno: “Los bancos no la están pasando mal. Están teniendo ganancias. Pero no por otorgar créditos a las pymes para adquirir capital de trabajo o créditos hipotecarios para que la gente se compre su casa. La plata de los bancos viene de las Leliq, que pagan un 70 por ciento de tasa de interés. Hoy en día las ganancias son por la timba y no por cobrar intereses genuinos y de financiamiento productivo. Pero esto es una burbuja. Tenemos que abrir los ojos y ver que esto en cualquier momento va a reventar. Y ahí vamos a reventar todos juntos”, enfatizó.

La marcha coincidió con la conmemoración del 42º aniversario de las Madres de Plaza de Mayo.

La voz del escenario volvió a aparecer, esta vez pidiendo no caer “en las provocaciones de Patricia Bullrich y los infiltrados”, que estarían buscando mostrar a los manifestantes como un grupo de violentos. Recordó entonces que, tres días antes, se había cumplido el aniversario número 40 del primer paro que hizo la CGT frente a la última dictadura cívico-militar, en 1979. “Tenemos una historia de paz. Pedimos paz, pan y trabajo”, dijo la voz latosa.

Al frente casi no quedaba espacio para moverse. Pero desde varios metros se podía ver a un hombre que pedía permiso y caminaba a contracorriente, con una caja bajo el brazo. “Este es un fondo de lucha para los compañeros y compañeras de la empresa “PedidosYa”. Es un conflicto testigo de este momento. Uber, PedidosYa, Glovo, las apps que se presentan como el futuro del trabajo, ya dieron cuenta que son la precarización absoluta en las condiciones laborales. No les pagan obra social, no tienen un seguro por accidentes. Y se trata de gente que está laburando todo el día en la calle, expuesta al rigor que eso implica. Por lo que ellos luchan es por el reconocimiento de la relación de dependencia. Acá, en el caso de PedidosYa, que era una de las pocas empresas que blanqueaba la relación de dependencia, se está comenzando a despedir gente para contratar monotributistas. Entonces, esta es una lucha contra el avance de la precarización”. Quien dice esto es Matías, docente del nivel medio, militante de Ademys y de la agrupación Democracia Socialista, que de esta forma iba de persona en persona pidiendo una colaboración para el fondo de lucha. Respecto a su situación particular como docente, comenta: “Yo trabajo en una escuela de la Villa 31 y ahí el ajuste se siente muy fuerte. Los chicos te dicen que no tienen para comprar hojas, lápices, lapiceras…para ir a la escuela. Ellos vienen con hambre y sólo esperan la hora del comedor. Tienen problemas con la policía, que los acosa en los barrios. Las mujeres tienen problemas con sus parejas, que las violentan. Hay como un clima de tensión, de saturación. Y así es realmente difícil trabajar. Toda la mierda sale a flote en este tipo de situaciones. Pero, al mismo tiempo, por suerte también sale la solidaridad. En las crisis se ven los dos extremos. Lo peor de la gente y lo mejor de la gente”. Y en disonancia con uno de los supuestos que parecen sostener quienes convocaron a la marcha y piden por la unidad de la oposición, Matías concluye: “El futuro ya está complicado de por sí, gane quien gane en las elecciones. El nivel de deuda que ha dejado este gobierno no es sólo una entrega hoy, es una miseria planificada a futuro. Creo que si uno quiere que la cosa cambie, el próximo gobierno tiene que desconocer el pacto con el FMI. Tiene que investigar la deuda externa, porque está llena de ilegitimidades. Y estamos siempre pagando la renegociación de la renegociación”.

Hubo grandes críticas a los dirigentes de la CGT que no adhirieron a la medida de fuerza.

Un poco pasadas las 13, dio comienzo al acto. La voz exclamaba que se enunciarán las estrofas del Himno Nacional. El ruido de los bombos bajaba lentamente. Muchos se apoyaban la mano en el pecho. Ya sobre el final, el aire se saturaba con los gritos del “oh, juremos con gloria morir” y muchos dedos en “V” se elevaban con euforia.

Fueron seis los oradores. El primero (presentado como “líder del Frente Sindical”) fue Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria. Su discurso fue en gran medida una respuesta a distintas acusaciones que hicieron medios de comunicación y funcionarios al respecto de la convocatoria. “Algunos hablaron de amenazas, de cortes, de mafias… amenazas son las que hacen ellos con las conciliaciones obligatorias (en referencia a las dictadas por la Secretaría de Trabajo este lunes a los gremios aeronáuticos, cerámicos y de actores, a las que hicieron caso omiso); amenazas son cuando pretenden amedrentar con descuentos al salario por parar; amenazas son cuando meten miedo en la sociedad diciendo que va a haber disturbios; cuando dicen que si no ganan las elecciones, el país va a estallar”. Como la mayor parte de los discursos, llamó a continuar con más movilizaciones y el armado de un plan de lucha. “Si quieren más paro, van a tener más paro. Y si quieren más gente en la calle, la multiplicaremos por miles”, exclamó enérgico. De todas formas, también dedicó unas palabras a los dirigentes de la CGT, a quienes reclamó que recapaciten en su posición. Finalmente, concluyó con una declaración puramente electoral: “No tengamos miedo de que el futuro es el problema. El futuro es hoy y ahora. Es necesario un gobierno nacional y popular en octubre y la unidad es la piedra basal del mejoramiento en la vida de los trabajadores”.

Luego habló Mariano Sánchez, en representación de los movimientos sociales. Las columnas de la CTEP, Barrios de Pie, la CCC y el Frente Darío Santillán se encontraban sobre la Diagonal Sur. Su discurso fue un llamado a la unidad, “un gran frente con todos. Tenemos que derrotar a Macri en las urnas o en la calle. Si no lo derrotamos en la calle, habrá que derrotarlo en las urnas”, fue una de sus frases más contundentes.

“Si quieren más paro, van a tener más paro. Y si quieren más gente en la calle, la multiplicaremos por miles”, exclamó Sergio Palazzo, de La Bancaria.

A su turno, Ricardo Peidró, de la CTA autónoma, destacó la diversidad de corrientes que ese día ocuparon la plaza. “Trabajadores precarios, desocupados, formales, jubilados: la verdadera unidad es esta”. Recordó también que el 30 de abril se conmemora el 42° aniversario de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo (motivo por el cual adelantaron el acto para que no entorpeciera la celebración que harían las Madres en esa misma plaza): “Queremos ser coherentes con los miles que siempre lucharon a lo largo de la historia”. Su cierre fue una declaración alineada a uno de los puntos en común más importantes que tuvieron todos los oradores: “¿Se creen que nos vamos a quedar cruzados de brazos hasta las elecciones? Los pibes se cagan de hambre hoy…Hoy es la lucha”.

Pablo Micheli (CTA) fue más duro con la dirigencia de la CGT. “Estos del binomio no sé si son boludos, están equivocados o son traidores. Hay muchos que intentan romper, como estos dirigentes que llaman a un paro el 1° de mayo cuando tendrían que estar acá”, remató Micheli. También se refirió al advenimiento de las elecciones cuando anunció que “son tiempos de lucha. Queremos que vuelva el peronismo, que vuelva un gobierno nacional y popular. Para eso hay que ganar la calle con más paros y más marchas, porque la victoria está en la unidad. Hay que acompañar el camino a la elección con el movimiento obrero, las organizaciones sociales y el pueblo en la calle”, concluyó.

“Recuerden esta fecha, hoy empieza una nueva historia para la clase trabajadora”, comenzó Hugo Yasky (CTA de los trabajadores y diputado nacional por el FPV-PJ) quien, luego de describir un panorama de crisis en el país, llamó a la unidad y la esperanza: “Este país sólo se puede hacer con la unidad del pueblo”.

Omar Plaini, del gremio de los Canillitas, tuvo la responsabilidad de leer un documento realizado en el Plenario de regionales de la CGT en SMATA. Se trató de un escrito basado en cinco puntos que podrían resumirse de la siguiente forma: 1) Rechazo de todo intento de reforma laboral, paritarias libres y aumento del salario mínimo, vital y móvil; 2) Cambio en la política económica, con protección a la industria nacional, el mercado interno y un repudio total al Fondo Monetario Internacional; 3) Retrotraer las tarifas de los servicios al 1° de diciembre de 2017 (de acuerdo a la ley votada en el Congreso y que luego fue vetada por Presidencia); 4) Derogación de la reforma previsional y aumento de emergencia a los jubilados y pensionados; 5) Defensa de la producción y mano de obra nacional.

La columna más numerosa fue la de Camioneros.

Por último, Pablo Moyano, secretario adjunto de Camioneros. Luego de que la presentadora lo nombrara, se escucharon estruendos de fuegos artificiales y las columnas del gremio se agitaron en algarabía. El comienzo fue un rosario de agradecimientos: a las 70 regionales de la CGT que decidieron unirse al paro, a la confluencia del Frente sindical con las CTA y los movimientos sociales y, en especial, a la agrupación interna de la UTA liderada por Miguel Bustinduy que provocó que no prestaran servicio casi un centenar de líneas de colectivos (en un gesto que muestra la fractura al interior del gremio transportista). Destacó entonces “los huevos” de los dirigentes que se encontraban aquella tarde en la Plaza de Mayo. Respecto a las conciliaciones obligatorias dictadas por la cartera del secretario de Producción Dante Sica, fue elocuente: “Que se metan las multas en el culo, a nosotros no nos aprieta nadie”. Como cierre del acto mismo, enfatizó: “Ellos ratifican el modelo económico, nosotros ratificamos que vamos a seguir peleando”.

Aunque muchos no estaban enterados, sobre la 9 de Julio la infantería había reprimido a  manifestantes que atacaron las sedes del Banco Francés y el Banco Galicia. Terminaron detenidas 39 personas por estos hechos y, según explicó la Policía de la Ciudad, también por haber amedrentado a choferes de colectivos de las líneas que no habían parado.

Por eso, al terminar el acto, la presentadora volvió a llamar a la calma. Insistió en “volver en paz, con las banderas en alto, a nuestros hogares”. En ese intante comenzó a sonar Jijiji, la clásica canción de los Redondos que aparece siempre al finalizar las marchas, mientras las columnas se alejaban tranquilamente por las avenidas entre los puestos de bebidas y comestibles que ya empezaban a levantar sus tiendas.

Pusieron la fecha para decidir si ponen la fecha

Pusieron la fecha para decidir si ponen la fecha

La Confederación General del Trabajo (CGT) marchó esta tarde a Plaza de Mayo, junto a las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA), agrupaciones sociales y piqueteras y los partidos de izquierda. En el acto se anunció que el 25 de septiembre se llamará al Comité Central Confederal para iniciar un plan de lucha y analizar la posibilidad de un paro general. Sólo habló uno de los tres secretarios generales de la CGT, Juan Carlos Schmid, titular del gremio de Dragado y Balizamiento. Carlos Acuña, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos, el SOESGyPE, lo acompañó en silencio en el escenario, mientras que Héctor Daer, titular de Sanidad y diputado nacional, se mantuvo debajo del estrado. Las dos CTA estuvieron encolumnadas en el acto, pero sus dirigentes tampoco subieron al escenario.

Schmid dijo que la CGT asume un compromiso de fuego con los sindicatos confederados, y que se movilizan por la agenda social, en la que enumeraron el aumento de emergencia para jubilados, el fin de las intervenciones en los sindicatos, el rechazo a la reforma laboral o previsional, plena vigencia de los convenios colectivos, defensa de nuestras obras sociales y de los fueros laborales, y la emergencia social alimentaria, para los sectores populares desprotegidos. Además agregó: «Venimos a esta Plaza no porque tengamos el oído puesto en el proceso electoral. Venimos a buscar la respuesta a esta plaza porque la respuesta es política».

El acto, exprés, duró alrededor de 15 minutos, y se realizó antes de la hora que se había previsto. La columna del sindicato de camioneros, una de las más nutridas, rodeó desde temprano el escenario. Algunos enfrentamientos entre facciones del mismo gremio llevaron a que el acto se adelantara, teniendo en cuenta que la mayoría de los convocados ya había arribado a la histórica Plaza.

Un grupo de hombres con banderas y vestidos con ropas de color verde y blanco con el logo de la CGT, cantan y agitan sus manos en el aire.

Algunos enfrentamientos entre facciones del mismo gremio llevaron a que el acto se adelantara, teniendo en cuenta que la mayoría de los convocados ya había arribado a Plaza de Mayo.

Uno de los presentes en el escenario, Gustavo Vera, titular de La Alameda dijo a ANCCOM: «La CGT dio un plazo prudencial para que el gobierno entienda, que con independencia del calendario electoral, tiene que llamar a una mesa de diálogo». Además agregó: «Todo lo que signifique mantener al movimiento obrero unido me parece que es prudente. Hoy se ha manifestado el movimiento obrero en conjunto».

La izquierda marchó en una columna independiente, junto al sindicalismo combativo y los trabajadores de Pepsico. La candidata a diputada por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman dijo a ANCCOM: «A la CGT todo le sirve para patear la pelota para adelante. Ya pasó mucho tiempo del gobierno de (Mauricio) Macri y son muchos ataques los que están sufriendo los trabajadores».

Actualizado 23/08/2017.

Siete días de paro universitario

Siete días de paro universitario

Las federaciones Conadu, Conadu Histórica y Fedun que nuclean a los docentes e investigadores universitarios cerrarán esta semana una medida de fuerza inédita en la última década y en el marco del dilatado conflicto docente: siete días de paro que incluyeron clases y acciones públicas para visibilizar el reclamo por un aumento salarial del 35 por ciento. El epílogo de la protesta se dibujará el martes con una nueva Marcha Federal Universitaria desde Congreso hasta Plaza de Mayo con la participación de docentes, no docentes y estudiantes.

Con protestas y reclamos en diferentes puntos del país, la medida de fuerza tuvo un capítulo especial en la Ciudad de Buenos Aires. Luego de 6 reuniones paritarias, las dos gremiales docentes de la UBA,  la Federación de Docentes Universitarios (FEDUBA) y la Asociación Gremial Docente (AGD-UBA) ratificaron el rechazo a la oferta del gobierno nacional de un 18 por ciento que se terminaría de pagar en 2018.

Según Federico Montero, secretario general de FEDUBA, el reclamo de los profesores universitarios excede la recomposición salarial. “En términos más generales es una discusión sobre el presupuesto universitario que ha disminuido en relación al porcentaje del PBI”, puntualizó.

Además, el titular de FEDUBA advirtió que los docentes buscan poner en la mesa de discusión “la cuestión del sistema de producción científica que atraviesa una crisis que no se ha resuelto”. Tanto FEDUBA como AGD coinciden en exigirle al gobierno nacional que cumpla con su compromiso de llevar a cabo un plan para regularizar la situación de los docentes contratados y de los ad honorem, según estaba estipulado en el acuerdo de 2016.

“Es muy sencillo, los índices que se vienen publicando marcan que la inflación va a rondar un 25% y nos ofrecen un 18%, siete puntos menos.  Eso sin contar lo que perdimos el año pasado de nuestra capacidad de ahorro y de salario con una inflación del 45% y aumentos del 34%” declaró Santiago Gándara, secretario general de AGD, consultado por esta agencia.  

La medida de fuerza se tradujo en clases públicas en las estaciones de subte, frente al Ministerio de Educación, en la puerta del Rectorado y en el Polo Científico Tecnológico, además de en cada una de las Facultades. A la vez, se realizó una bicicleteada en el Obelisco, organizada por AGD, en alusión a la actitud del gobierno nacional de posponer la resolución del conflicto a lo largo de las reuniones. “Nosotros venimos con más de 20 días de paro en el año, la novedad es que todas las federaciones coincidimos del 8 al 13, esto fortalece la medida.  Incluso en las Facultades donde la adhesión suele ser más débil se notó”, explicó Gándara.

El martes próximo todas las gremiales docentes convocan junto a las federaciones estudiantiles a marchar del Congreso Nacional al Palacio Pizzurno a las 17:00, en rechazo al ajuste en la educación que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri. “Participan todas y cada una de las federaciones docentes, estudiantiles y todos los colectivos”, subrayó Montero. Para Gándara “la idea es replicar la movilización del 12 de mayo del año pasado para golpear al gobierno y mostrar la legitimidad de nuestros reclamos. Lo que está claro es que sin respuesta o la misma respuesta en todas las reuniones el conflicto se va a mantener”.

 

Actualizado 11/05/2017