No voló ni una mosca

No voló ni una mosca

Contundente. Así definieron las distintas centrales sindicales el resultado del quinto paro nacional realizado para protestar contra las políticas económicas del gobierno de Cambiemos. Calles desiertas, comercios con cortinas bajas y sin actividad financiera ni industrial, el movimiento unificado de trabajadores exigió el final del modelo neoliberal.

 

Ciudad fantasma

Ciudad fantasma

Buenos Aires amaneció vacía. El paro de la CGT parece absoluto. Calles despobladas, sin colectivos, subtes, trenes ni aviones, la tercera huelga general al gobierno de Cambiemos tiene una impactante adhesión. Los partidos de izquierda organizaron cortes en distintos accesos de la Ciudad.

La ciudad ausente

La ciudad ausente

Contundente”, para la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT). “Innecesario e inoportuno”, para el gobierno de Mauricio Macri. El primer paro nacional contra la política económico-social de Cambiemos concluyó con ese diagnóstico enfrentado de la conducción sindical y la Casa Rosada. Fue en el cierre de una jornada que mostró a una ciudad con escaso movimiento y con clima de día feriado. La convocatoria de la CGT contó también con el apoyo de las dos vertientes de la CTA, los movimientos sociales y la izquierda sindical y partidaria.

Por la mañana, organizaciones sociales realizaron cortes en los accesos a la ciudad. Los bloqueos se multiplicaron en Puente Puerreydón, Puente La Noria, Panamerica y ruta 197, el Acceso Oeste y la autopista Buenos Aires-La Plata. La Gendarmería reprimió a los manifestantes de la Panamericana con gas pimienta y camiones hidrantes. “Hoy aplicamos el protocolo antipiquetes en un 100 por ciento”, se ufanó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El operativo dejó cuatro manifestantes heridos y otros seis detenidos.

La CGT evaluó la “contundencia» del paro en dos conferencias de prensa en la que también reclamó al gobierno que «cambie su manera de actuar con relación a la política económica que lleva adelante». “No estamos promoviendo una fogata social, ni que termine el mandato de nadie; no hay especulación política ni partidaria. Si hay mafias, que las busquen en la especulación financiera”, subrayó Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato que conduce la central obrera junto con Héctor Daer y Carlos Acuña.

La adhesión de los gremios del transporte fue una llave fundamental para la medida de fuerza. El secretario general de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), Roberto Fernández, -un dirigente de buen diálogo con funcionarios del Gobierno nacional- estimó que en su sector el respaldo a la huelga fue “del cien por cien”.

«El paro es contundente, con un alto acatamiento, tal como lo planificó la CGT», completó Daer. El triunvirato cegetista acompañó su balance final con un nuevo pedido al gobierno para que “llame a una mesa diálogo”.

El gobierno buscó mostrar hiperactividad. El presidente Mauricio Macri y la mayor parte de su gabinete participaron de la inauguración del Foro Económico Mundial sobre América Latina en el Hotel Hilton. “Qué bueno que estemos todos aquí, trabajando”, subrayó el mandatario en obvia alusión al paro contra su gestión. Y agregó: “El país empezó a crecer. Estamos decididos a apostar por el futuro, a poner los problemas sobre la mesa, encararlos y resolverlos”.

Por la tarde, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, realizó el balance oficial. “Fue un paro inoportuno e innecesario”, concluyó. El oficialismo insistió en subrayar que el acatamiento al paro estuvo empujado por la falta de transporte público. “El diálogo sigue siendo nuestra prioridad. Hay que apoyar el diálogo antes que el paro, en definitiva, hay que parar de mentir y de agredirnos”, dijo en conferencia de prensa.

Calles vacías

La “agenda” del primer paro general contra el gobierno de Cambiemos fue múltiple: el rechazo al ajuste, los despidos masivos, la inflación, pero, sobre todo, la defensa de las fuentes de trabajo amenazadas por el modelo económico y social.

El paro fue total en todo el país. En Buenos Aires se hizo sentir en las calles –no hubo colectivos, trenes, subtes, ni vuelos-. El gobierno porteño liberó los peajes y los estacionamientos fueron gratuitos, y reforzó la presencia policial en las calles.

En los barrios, algunos comercios eligieron atender con normalidad. Y hubo trabajadores -en su mayoría del sector privado- que decidieron llegar a sus lugares de trabajo en bicicleta o en autos particulares. Muchos lo hicieron por las presiones patronales, otros impulsados por una campaña viralizada por las redes sociales bajo el lema “Yo no paro.

El paro me arruinó un día de trabajo. Me tuve que tomar un taxi, empecé el día gastando y no hice ninguna venta”, le dijo a ANCCOM Juan Carlos, encargado de un puesto de flores en Avenida Rivadavia al 6500.

Por el contrario, Jorge, empleado de una vineria en la misma zona de Flores, reivindicó el “derecho” de los sindicatos a convocar a una huelga, pero advirtió sobre las “pérdidas” para el país.

Otras voces

El titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma, Pablo Micheli, repudió la represión de los piquetes por parte de la Gendarmería. “Esperemos que el gobierno convoque a una mesa de diálogo”, sostuvo.

Para Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Argentinos, el paro fue “histórico”. Y subrayó: “Fue una huelga para rechazar las políticas de hambre y expresar lo que la gente está reclamando. Es un paro para que cambie la política económica».

Todos los gremios que ayer adhirieron al paro nacional festejaron también la noticia con la que desde mañana deberá lidiar el gobierno: la orden judicial para que el Ejecutivo convoque a la paritaria nacional docente, el reclamo de base del dilatado conflicto entre el poder central y los maestros.

 

Actualizada 06/04/2017

 

La política del apriete

La política del apriete

  Aunque el derecho a huelga está amparado por la Constitución Nacional, en ministerios y empresas del Estado los trabajadores se toparon con un abanico de diversas “advertencias” de parte de la administración de Cambiemos. El 6 de abril es ya una fecha histórica: con altísima adhesión, se llevó a cabo en todo el país el primer paro general en contra de las políticas del gobierno de Mauricio Macri. Si bien la convocatoria fue impulsada por la CGT, también contó con el apoyo de las dos CTA, de casi la totalidad de los gremios y de los movimientos sociales. La jornada de ayer fue tensa en distintas reparticiones, porque muchos empleados públicos se vieron en la disyuntiva de querer participar del paro, aunque con miedo de hacerlo por las amenazas de represalias más o menos explícitas.

  «Lo que se comenta y causa más miedo es que va  a haber una lista, como hubo en otros paros, de la gente que no trabaje el jueves», explicó ayer en diálogo con ANCCOM un trabajador de Aerolíneas Argentinas que prefirió no dar su nombre. Luego subrayó que «la empresa sacó un comunicado diciendo que a los que vengan a trabajar se les va a pagar $200 pesos en nafta o taxi. El comunicado decía además que no se va a generar salario para los que no asistan».

  El artículo 14 bis de la Constitución establece que «queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje y el derecho de huelga». Este último derecho, según Daniel Catalano, secretario general de ATE capital, parece no importarle al gobierno de Cambiemos. «Nosotros seguimos generando las condiciones para resistir y para que nuestros compañeros puedan tener el derecho de protesta garantizado –señaló el dirigente sindical-. Estamos hablando de un derecho constitucional. Hoy no lo quieren respetar y ni siquiera están escatimando recursos, porque los aprietes que están haciendo son realmente groseros».

  Esta situación se repitió en distintos ministerios. Una trabajadora de la Cartera de Producción, que tampoco quiso identificarse por cuestiones de seguridad, comentó: «El lunes recién van a determinar si el día va o no a descuento. Nos dejan con la incertidumbre. A la gente que asiste al trabajo le ofrecen la plata del remís y un franco compensatorio. O sea, tomarse un franco cualquier día de la semana en cualquier momento del año. Los directores están haciendo circular que los que adhieren al paro tienen que dejarlo explícito en la carga de novedades -agregó-, cosa que nunca había pasado, y si no te dan la opción de pedir fuerza mayor pero sin adhesión, que también hay que explicitarlo en la carga de novedades. Es decir, quieren dejar registro sí o sí de los que adhieren».

Catalano, Yasky y Micheli en la pasada marcha del 7 de marzo.

  Catalano contó que similares prácticas se llevaron a cabo en el Ministerio del Interior. “Estuvieron haciendo una encuesta a los trabajadores y preguntándoles a cuántas cuadras vivían del laburo –indicó en torno a la cartera a cargo de Rogelio Frigerio-. Los que vivían a más de 30 cuadras tenían que justificar la adhesión al paro y además les aclaraban que esa adhesión iba a traer descuentos”.

  En la Agencia Nacional de Noticias Télam también hubo irregularidades. “La empresa ofreció pagarle el remís a todo el que quiera venir a trabajar, fuera de donde fuere”, aseguró un trabajador de esa repartición pública. Ante esta situación, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) emitió un comunicado: «La empresa que todos los días rechaza taxis para las notas periodísticas; que no acepta que, cuando esos taxis están, esperen a periodistas y reporteros gráficos en las notas, cualquiera sea la zona o el horario; que no contrata choferes ni renueva los móviles; esa misma empresa ahora nos ofrece taxis, choferes, viáticos y pagos de estacionamiento si estamos dispuestos a violar la voluntad colectiva». El empleado de Télam que dialogó con ANCCOM agregó: «Fuimos viendo cómo la empresa durante la semana estuvo sondeando a factureros, personal externo y colaboradores para contratar gente ese día y sostener ciertos servicios mínimos, lo cual es sumamente ilegal. No se puede contratar trabajadores para reemplazar a los que se encuentren haciendo paro». Por último dijo que «ya sabemos lo que va a pasar con el descuento del día; la empresa está haciendo un mega operativo, llamó a todo el mundo para ver si trabajaba o no».

  En cuanto al Ministerio de Educación, una trabajadora también dio su testimonio de forma anónima: «En nuestro caso, como venimos en conflicto desde enero, la presión es una continuidad –subrayó-. No hay algo específico y puntual por este paro, pero ya está creado el miedo y por lo tanto muchos trabajadores no se animan a cargar en el sistema ‘adhesión al paro’ aunque adhieran. Lo que buscan es crear las condiciones para poder agarrarnos en algo».

  Esta situación no es nueva desde la llegada al gobierno de Cambiemos. Luego de la marcha del 24 de marzo, Yamil Minakowski, director de la Dirección General de Reciclado (DGREC) del Ministerio de Ambiente y Espacio Público (MAyEP) del Gobierno de la Ciudad, despidió a cinco trabajadores por asistir a la marcha por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. En cuanto a este caso particular, Catalano explicó que tras arduas negociaciones, ayer lograron la reincorporación de los empleados. El secretario general de ATE Capital indicó que «se acaba de resolver la reincorporación de los trabajadores del Ministerio de Ambiente. No pudimos resolver todavía que vuelvan al mismo lugar que trabajaban pero ya está garantizada la fuente de trabajo, que no es un dato menor. Eso sí, hay que remarcar que es un hecho de persecución, porque esos compañeros fueron despedidos por haber participado de la marcha del 24 de marzo».

  “El gobierno se equivoca en boicotear el paro –opinó, por último, Catalano-. Ellos aprietan el acelerador pensando que nosotros vamos a disminuir y pasa todo lo contrario. Los laburantes se empoderan más y salen con más fuerza porque todos estamos entendiendo que renunciar al derecho a la  protesta es directamente agacharte y esperar que te toque a vos».

 

Actualizado 06/04/2017

 

 

Paro contra los despidos

Paro contra los despidos

En el marco de las movilizaciones contra los despidos en el sector público provocadas por el gobierno de Mauricio Macri, esta semana se realizó el segundo paro nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) . ANCCOM estuvo presente para la cobertura fotográfica.