Escenas de un día para recordar toda la vida

Escenas de un día para recordar toda la vida

Chicas y chicos acostados sobre la calle tapados con frazadas y con pañuelo verde.

Desde temprano diferentes banderas entraron en escena, las caras con glitter, las banderas y los pañuelos verdes. Las avenidas fueron afluentes desde donde llegaron multitudes hacia la Plaza Congreso. El frío, el sueño, la impaciencia, la expectativa se apropiaron de una mayoría de mujeres que ya empezaban a cantar a cantar.

El recinto comenzó su debate a las 11. Del lado verde ya estaban las carpas de Ni una Menos, la carpa que daría talleres toda la tarde sobre Rivadavia y, sobre Callao y Perón, un escenario listo para empezar lo que se convertiría en una fiesta

Se acercaba la hora del almuerzo y los discursos y las especulaciones sobre la votación se miraban por TV, cual partido de fútbol, en todas las pizzerías del centro porteño. “Este es nuestro mundial”, le dice una chica a otra, mate en mano, mientras van caminando por Rodríguez Peña a los codazos entre las personas. Para entonces ya había hablado Victoria Donda. Su postura, a favor, recordó que “la clandestinidad mata” haciendo referencia a las condiciones en las que miles de mujeres mueren al practicarse un aborto: “Me pesan los embriones que no van a nacer pero más me pesan las mujeres que no pueden acceder a la salud pública” dijo, eufórica. Mientras desde el escenario se escuchaban gritos de apoyo y aplausos.

Mujeres jóvenes marchando tomadas de las manos y con sus pañuelos verdes.

La marea verde arrasó los alrededores del Congreso.

Gente descompuesta por la falta de aire, gente apretada, gente organizando a mucha gente. Un grupo de ancianas caminan con dificultad y cantan lo más fuerte que pueden “aborto legal en el hospital”. La marea verde se mueve a lo largo de unas cinco cuadras pero se identifican dos focos claros: Rivadavia y Callao, frente al Congreso Nacional y Callao y Perón Frente al escenario.

Veintidós horas de debate y espera y no hay incidentes ni disturbios, solo un poco más de control policial patrullando las calles y el cansancio en las cuerpas que hacía aflorar comentarios: “¿Cuánto queda?”. El momento de escuchar la votación se vivió con un silencio que no había desde hacía mucha horas. Después, la explosión.

Personas entadas en la calle miranda la pantalla que transmitía la sesión de diputados.

Veintidós horas de debate y espera sin incidentes ni disturbios.

Les adolecentes

Una chica sumerge un pincel en un tubo verde brillante, limpia el exceso de pintura y mira fijo a su compañera que la espera parada en frente suyo, con los ojos cerrados. Sobre la mejilla derecha termina de darle forma a un puño en alto, dibujado dentro del símbolo de la mujer. Son dos de las decenas de pibas y pibes que se estampan sobre las paredes blandas de la carpa N°1 montada sobre la calle Rivadavia, esperando para entrar a la primera actividad del día: “Las pibas ya decidieron. El movimiento estudiantil y el derecho al aborto”.

Pasadas las dos de la tarde, las últimas en entrar a la carpa son dos quinceañeras envueltas en un pañuelo verde gigante que alcanza para cubrirlas por completo; afuera queda una multitud de adolescentes que hacen piecito y asoman por los huecos de la tela para no perderse la charla. Después de dos días de tomas en más de once colegios secundarios de Capital Federal y Gran Buenos Aires, los estudiantes decidieron movilizarse hasta la plaza del Congreso en apoyo a la sanción de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. “Hay algunos profesores que se diferencian y nos acompañan en ese proceso de aprendizaje, pero llegamos sólo a la información básica”, cuenta una de ellas y agrega: “En el Artículo 8 del Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto se establece que las personas gestantes de entre 13 y 16 años tienen la madurez suficiente para decidir si quieren o no practicarse un aborto. El macrismo nos quiere sacar esa posibilidad y establecer que las personas gestantes entre 13 y 16 años tengan que tener la autorización de un padre para poder acceder al aborto. Esas personas, por lo general, han sido abusadas y en el 80 por ciento de los casos el abuso es intrafamiliar. ¿A quién le vamos a pedir que nos autorice, a nuestro abusador?”

Lola tiene quince años y es alumna del Paideia. “En nuestro colegio tampoco se cumple con la ESI. Algunas alumnas mandamos una carta a las autoridades demandando más espacios de educación sexual, pero nunca tuvimos respuesta”. Sobre la importancia de la aprobación de la ley, sostiene: “Esto no es una cuestión moral. No estamos discutiendo sobre la posibilidad de abortar o no. El aborto ya sucede, hay personas que se están muriendo por eso y no estamos haciendo nada para pararlo, a menos que se legalice. Es una cuestión de salud pública y de poder decidir sobre nuestros cuerpos”.

Mujeres marchando con sus pañuelos verdes.

Desde temprano las banderas y los pañuelos verdes llenaron las calles del Congreso.

Voto a voto por la ley que despenaliza el aborto

Voto a voto por la ley que despenaliza el aborto

Horas después de la masiva marcha NiUnaMenos que tiñó de verde la Plaza de los Dos Congresos, el martes 5 se llevó a cabo la anteúltima audiencia por la ley de legalización del aborto en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados. Concluida la ronda de exposiciones que comenzó el 10 de abril, los diputados y diputadas se reunieron a las 15 para negociar un proyecto común y definir las bases del dictamen que se tratará el 13 de junio en el recinto.

El pronóstico es casi de empate. Lejos de arrojar certezas, los cálculos indican que todo puede pasar y la palabra final parece estar en manos de un grupo de 30 legisladores indecisos pertenecientes, en su mayoría, a Cambiemos y al Frente Renovador. En este contexto, diputadas a favor de la despenalización y legalización del aborto anunciaron la posibilidad de realizar algunas modificaciones que flexibilicen el proyecto con el objetivo de ganar adhesiones. Los puntos a reformar tienen que ver con la incorporación de la objeción de conciencia que otorga a los médicos la libertad de negarse a practicar un aborto siempre y cuando estén anotados en un registro público; y la segunda cuestión refiere a la necesidad de asistencia del padre, madre o tutor en el caso de interrupciones de embarazo solicitadas por menores de 13 a 16 años.

Diputados, algunos sentados y otros parados, hablando entre si.

El martes 5 se llevó a cabo la anteúltima audiencia por la ley de legalización del aborto en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados.

Victoria Donda fue la primera en tomar la palabra y explicó que “lo que se está debatiendo es un proyecto de ley que tiene muchas miradas. El que llegue al recinto seguramente no coincida con el que queríamos pero es el proyecto posible, es el consenso necesario”. Luego, la diputada de Libres del Sur pidió sinceridad en el debate y se dirigió a los “pro-vida”: “Si defienden las dos vidas presenten un proyecto que derogue el artículo 86 (que actualmente establece las tres causales de aborto no punible) y persigan las clínicas clandestinas, eso es ser sincero”.

Este jueves se realizará la última reunión del plenario de comisiones y se prevé que el dictamen definitivo se dará a conocer el martes 12 para finalmente votar en el recinto el 13.

Diputdas, algunas paradas y otras sentadas, hablando entre si.

Se prevé que el dictamen definitivo se dará a conocer el martes 12 para finalmente votar en el recinto el 13.

PRO-aborto

Dos horas antes de la audiencia, a las 13, legisladores y funcionarios del interbloque Cambiemos se reunieron ante la cúpula del Congreso y  posaron frente a las cámaras con los pañuelos verdes al viento. Inmediatamente después del flash resonaron los aplausos y el grito “¡a convencer a los indecisos! Sin embargo, fueron varios los funcionarios del PRO que manifestaron su descontento y denunciaron que la fotografía rompe con las reglas de convivencia que rigen al interior del bloque.

Al respecto, Daniel Lipovetzky, presidente de la comisión Legislación General, dijo a ANCCOM: “Nos sacamos la foto para visibilizar nuestra postura y sumar adhesiones dentro del bloque. Estamos haciendo todo para que salga la ley posible”. Y agregó: “Las presiones para que los diputados no votemos a favor son conocidas por todos, pero cada uno de los legisladores a esta altura debe tener su decisión más que clara. En ese sentido creo que la Iglesia está asumiendo una actitud equivocada.”

Por su parte, Mauricio Macri recibió en la Casa Rosada a los representantes de las dos posiciones dentro de Cambiemos. El diputado Daniel Lipovetzky (a favor) y la diputada Carmen Polledo (en contra) se reunieron en el despacho del presidente quien los felicitó por el debate y pidió que reine la paz y la buena convivencia dentro del bloque.

“No nos van a disciplinar más”

“No nos van a disciplinar más”

Ayer a la tarde se celebró por cuarto año consecutivo la marcha feminista Ni Una Menos. Esta vez fue bajo la consigna “¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos!” y reunió a miles y miles de mujeres en todo el país que reclamaban el fin de la violencia machista y estatal, la implementación de la ESI (Ley de Educación Sexual Integral) en las escuelas y que este año sumó el impulso a la ley por la legalización del aborto, gratuito y seguro.

La convocatoria tuvo lugar desde el colectivo por el cual la marcha lleva su nombre y adhirieron partidos políticos, colectivas defensoras de diferentes reclamos, la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, distintos sindicatos y personas autoconvocadas, quienes marcharon en la Ciudad, desde Plaza de Mayo al Congreso.

Ya desde la salida de Av. de Mayo de la línea C del subte cientos de manifestantes se agrupaban para llevar bombos y redoblantes mientras cantaban. En la 9 de Julio la bandera de la campaña fue la que llegó primero y ocupaba toda la calle. Los preparativos para el recorrido estaban empezando: chicas que se pintaban los ojos de violeta y los labios de verde, pañuelos que dejaban de estar en las mochilas y empezaban a estar colgados en el cuello, amigos que no paraban de tomar mate.

De a poco fueron llegando otras agrupaciones políticas: MuMaLá, Pan y Rosas, el PTS, Patria Grande, La Cámpora, y distintos colectivos que representan diferentes luchas: la de las trabajadoras sexuales y la de las abolicionistas, la de las discapacitadas, la de las desempleadas, que se mezclaban con las familias que también necesitaban gritar “Ni Una Menos”.

A pesar del frío y de la lluvia, las calles se llenaron de mujeres, travas, trans, niñas, niños y hombres, que agitaban banderas, pañuelos y pancartas festejando, cantando lemas como “Si no hay aborto legal, que quilombo se va a armar”, “Macri, basura, los ñoquis son los curas” o “Somos malas, podemos ser peores”, mientras iban avanzando.

Marcha de Ni Una Menos. Se lee en un cartel "No estamos todas. Faltan las asesinadas".

La primera marcha #NiUnaMenos se realizó el 3 de junio de 2015 en 80 ciudades del país.

Y ya en el Congreso, poco después de las siete de la tarde con Ana Tijoux sonando de fondo, decenas de mujeres arriba del escenario se agrupaban para leer el documento final.  

Laura Omega, de la organización Matamba Afrodescendientes, primera oradora del acto, aseguró que la convocatoria tenía lugar “por aquellas que en todos los rincones del mundo se revelan. Somos las mujeres, trans, villeras, migrantes, las putas, las sindicalistas, las trabajadoras que no queremos ser explotadas… vinimos a decir que no nos van a disciplinar más”.

Y cerrando la jornada, que concluía pacíficamente con todos los pañuelos verdes en el aire, Norita Cortiñas, madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, expresó la necesidad de estar el 13 de junio en el Congreso para que la ley de aborto, seguro, legal y gratuito se apruebe, agregando al final del discurso que se sentía «feliz, porque ya no nos para nadie, ya no somos invisibles”.

La lucha es por las hijas

La lucha es por las hijas

Pañuelos verdes a la derecha, a la izquierda, por doquier. Desde Plaza de Mayo hacia el Congreso el verde avanza a paso lento, entre brillos violetas, pancartas, caras pintadas y bombos, las mujeres cantan, bailan y vitorean: “¡Abajo el patriarcado que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer!”.

Jóvenes, viejas, altas, rubias, trans, lesbianas, afrodescendientes, madres e hijas, cientos de miles unidas para pedir por sus derechos y marchar por las que no están. Una mamá le saca una foto a su hija de 11 años con el pañuelo por la legalización del aborto y dialoga con ANCCOM: “Es importante que ellas aprendan a decidir, y que cuando se dice no, es no, que sobre el cuerpo de una decide una, que nadie le puede decir qué tiene que hacer”.

Mujeres marchando, cantado, con pañuelos y banderas verdes.

Cientos de miles de mujeres marcharon para pedir por sus derechos y por las que no están.

Entre la multitud, una mujer con anteojos de marco grueso, risueña y de la mano de una de sus dos hijos, relata: “Vinimos porque como familia es algo que militamos desde la primera marcha del #NiUnaMenos, vinimos juntos y me parece que es un lindo valor para transmitirles a mi hijos, el respeto hacia el cuerpo, hacia la voluntad, hacia el derecho de las mujeres”.

Hay narices rojas y capuchas húmedas. Sofía, emocionada, también llegó con su hija: “Vine por ella y porque es un momento histórico en que se está debatiendo la ley  de la legalización del aborto. A ella (por su hija) le explico qué es el aborto y qué es Ni Una Menos. Falta mucho para que algo cambie profundamente, pero el día de mañana puede ser la revolución de las hijas”.

Tres mujeres con sombreros de brujas y sus caras pintadas.

“¡Abajo el patriarcado que va a caer, arriba el feminismo que va a vencer!” se escuchó con fuerza en la plaza.

Al invierno se lo combate bailando y con abrazos. Los aplausos calientan las manos y los gritos de “vivas nos queremos” la garganta. Una nena sonriente con un globo y unas garrapiñadas camina y, al lado, su mamá comenta: “Marchar es algo que le debo a ella. Luchar no sólo por mis derechos sino por los que le quedan a ella, a sus compañeras y amigas”.  Y entre risas agrega: “Hoy le dije que veníamos por los derechos de las mujeres y me preguntó ´por qué no de los hombres´. Ahora se puede hablar más con los hijos pero hay muchas resistencias dentro del sistema escolar, hay un ida y vuelta con lo que se habla en casa y con lo que después pasa en el jardín, donde no todas las docentes tienen perspectiva de género”.

De a poco la noche envuelve la Plaza del Congreso y desde el escenario principal se exige la correcta aplicación de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas. Iris, acompañada de sus tres hijas, cuenta: “No se cumple con la ESI en el colegio, estamos luchando por eso, ellas también reclaman que se implemente. Hubo una propuesta que presentaron ellas mismas el año pasado pero fue frenada por la directora”. Iris opina que “todo está muy reducido a lo genital”. “Así –sostiene– se pierde lo integral de la ESI, lo relacionado con la identidad, con lo vincular, con la diversidad no sólo sexual sino también cultural. Es necesario que las escuelas brinden un espacio para canalizar estas problemáticas”.

Mujer de perfil con rastas y su cara pintada, de fondo se observan otras mujeres y carteles rojos.

Entre los reclamos de la marcha se pidió la correcta aplicación de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas.

Vanesa, acompañada de sus hijos Fidel y Victoria, de 2 y 6 años respectivamente, dice que su nena “va al Colegio Mariano Acosta y la ESI es un tema súper presente”. “En la primaria trabajan todo lo relativo a la educación sexual y a la cuestión de género, incluso con los más chiquitos”, subraya.

El cielo está negro y el barro salpica los pies. La periodista Liliana Dawnes lee el documento de cierre junto con la referente trans Paula Arraigada: “En 2015 la fuerza de nuestros pasos y nuestra voz corrió la tierra de su eje. Pusimos en marcha una revolución. En Argentina fuimos un millón de personas las que soltamos un solo grito: ¡basta de matarnos, ni una menos, vivas nos queremos!”.

Cara de mujer en primer plano, con la mitad de su cara tapada por el pañuelo verde.

«En Argentina fuimos un millón de personas las que soltamos un solo grito: ¡basta de matarnos, ni una menos, vivas nos queremos!” se escuchó en el discurso final.

Cuarta audiencia por Sacayán

Cuarta audiencia por Sacayán

El pasado lunes 10 de abril se realizó la cuarta audiencia en el Tribunal Oral Criminal Nº 4 por el travesticidio de Diana Sacayán. La familia, activistas y periodistas siguieron la audiencia bien de cerca. Dos fueron los testimonios, un inspector que estuvo en la detención y allanamiento de la casa del sospechoso Gabriel Marino en octubre de 2015, y un amigo del acusado.

El día 12/03/2018 se dio inicio al juicio por el travesticidio de Amancay Diana Sacayán, incansable luchadora por los derechos de todas las travas, trans, travestis e impulsora de la Ley de Cupo Laboral Trans -que lleva su nombre-.

Como todos los lunes, militantes y defensores de derechos humanos acompañaron a la familia Sacayán exigiendo justicia en la Plaza Lavalle, frente al Palacio de los Tribunales. Allí se montó también la radio abierta del colectivo LGTB Presentes. Antes de ingresar a la audiencia, Luciana Sánchez, representante de familia en la querella, dijo: “Hoy iba a ser la última audiencia de testigos, vamos a tener además de esta audiencia, dos más (16 y 20 de abril). Falta todavía escuchar un montón de testigos y sobre todo algunos propuestos por la defensa que no han hablado. Todavía nos falta un tramo, vamos por la mitad recién. Además de agradecerles mucho, les pido que sigamos sosteniendo este reclamo de justicia con Sasha, con Darío, con toda la familia Sacayán. Volvemos a afirmar que fue un travesticidio. Estamos aportando todas las herramientas para que sea juzgado como corresponde”.

El primer testimonio de la audiencia fue el de un inspector que participó del allanamiento y operativo de detención de Marino en la casa familiar de Morón. Su declaración duró unos diez minutos durante los que afirmó que en el operativo se recogieron algunas prendas de vestir, como un buzo a rayas que también se mencionó en otras audiencias.

El testimonio del segundo testigo fue más extenso. Duró casi una hora y media y correspondía a un contador sexagenario. “Conocí a Marino entrando a un cyber en Artigas y Yerbal, en el año 2015”, recordó. Después precisó que fue entre abril y junio de ese año y agregó: “Marino era muy simpático y entrador, educado, de hablar bien. Me contó sus problemas con las adicciones, lo habían echado de la casa, quería trabajar conmigo, me pidió trabajo. Me dio la impresión que necesitaba hablar con alguien. Lo alenté a que fuera al Cenareso (ex Centro Nacional de Recuperación Social, lugar donde Diana conoció a Marino). Cuando estuvo internado yo iba a llevarle cigarrillos todos los días. Lo dejaban salir a la calle conmigo. Él me llamaba «El Padrino Mágico».

-¿Por qué lo ayudaba? – preguntó el fiscal Ariel Yapur.

-Por mis creencias. Soy creyente, aunque usted no lo sea.

-¿Cómo supo de la muerte de Diana?

– Por Internet- respondió el testigo y contó que días después visitó a la madre de Marino. “Ella estaba cosiendo un jean roto, era un corte hecho con una tijera. La madre de Marino me contó que él se había peleado con Sacayán y había resultado herida”, dijo. Fue el primer testimonio desde que comenzaron las audiencias en que alguien señaló que Marino confesó haber lastimado a Sacayán. Cuando fue interrogado acerca de la relación entre Marino y Diana, dijo: “Me contó que iba a consumir a la casa de Sacayán”.

Después, el testigo aseguró que Marino le pedía plata para darle pañales y leche “a una criatura que tenía”. Además explicó que ayudaba a la madre del acusado dándole comida y describió al acusado como “violento y caprichoso”. Recordó que en una oportunidad, le pidió que lo acompañara a comprar droga y, ante una pregunta del juez, respondió que colaboraba con unos 500 pesos semanales con el sospechoso.

El juez Báez le preguntó: ¿Por qué esa bonhomía con Marino?

– Por afecto. Si Marino no hubiera tenido ese problema de adicción, me podría haber casado con él con matrimonio igualitario. Respondió el testigo.

Luego de la audiencia, Gabriela Mansilla, la mamá de Lulú (la primera niña trans  que cambió su identidad de género sin batalla judicial a los seis años) y al frente de la organización Infancias Libres, salió de la sala conmovida y dijo: “Yo hago el aguante todos los lunes pero evito hablar porque a mí me atraviesa de otra manera. Me genera miedo e inseguridad. Luana, que ya va a cumplir 11 años, tiene que salir a la calle y por ahí se encuentra con uno de estos tipos que no respetan. Tener un DNI no te acredita para que te respeten, la Ley de Identidad de Género no se cumple como se debe. Conozco a Say, a las hermanas, a la familia, acompaño la causa, no soy del palo, soy una mujer heterosexual que esto le pasó por las entrañas porque parió una hija que tuvo el valor y la decisión de decirme, yo no soy un varón, soy una nena.” Y finalizó diciendo mientras abrazaba a Sasha, hermano de Diana: “Hoy quiero que esto se caratule como un travesticidio. Hoy quiero que se haga justicia porque Diana somos todos y todas, porque esta lucha no la podemos dejar, hay vidas de por medio. Hoy es Diana, mañana puede ser Lulú, y pasado quién. ¿Y cuántas Dianas no tuvieron este juicio? ¿Cuántas Dianas no tuvieron una familia para reclamar? ¿Y cuántos Marino le arrebataron la vida? Esto no puede volver a suceder.”

Desde afuera también acompañaron la visibilización del travesticidio de Amancay Diana Sacayán, los artistas de Sudor Marika, el bachillerato trans Mocha Celis, el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L), La Dignidad, Presentes, Furia Travesti, La Colectiva, Libre Diversidad y la Agrupación LGTBI 1969, entre otras.