Al compás del tamboril

Al compás del tamboril

Más de cien murgas y diez mil murgueros participaron de los festejos de Carnaval en la Ciudad de Buenos Aires. Mirá las fotos de ANCCOM.

El Carnaval Porteño cerró este martes en Avenida de Mayo. Durante toda la celebración se presentaron varios grupos murgueros como «Los Caprichosos de Mataderos» y «Los Dioses de La Paternal», entre otros. Acompañados de las palmas y los bailes de los vecinos y turistas, festejaron con sonrisas, espumas y mucha alegría.

Durante el festejo, hubo un patio gastronómico para degustar, stands de maquillaje para llenarse de brillo y color y clases de murga para disfrutar entre amigos y familia. Asimismo, se hizo presente Dj Ser de la Fiesta Bresh y, para cerrar, cantó El Polaco.

Durante los cuatro días de celebración participaron más de 100 agrupaciones y 10 mil murgueros que compartieron sus pasos y alma murguera con la alegría y emoción de la gente.

Música con la garra charrúa

El 15 de febrero, como un proyecto independiente y autogestivo, Almagro le dio la bienvenida al “Otro Carnaval”. Por primera vez en Buenos Aires, los conjuntos murgueros al estilo Uruguay rompieron el molde y organizaron, junto con el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF), un espectáculo que reunirá en total a dieciséis murgas en ocho fechas en el local del barrio porteño de Almagro.

Tres cantantes de la murga 5 Pal Peso

La murga 5 Pal Peso participó en el festival del barrio de Almagro.

De manera natural, y un tanto espontánea, las murgas fueron organizándose para construir un espectáculo sin antecedentes. “La movida es la primera que se hace de esta manera. Hace muchos años era muy subterráneo el género. En la década pasada, con bandas uruguayas que crecieron como ‘La Vela Puerca’, y ‘No te va a Gustar’, se le dio un empuje a la música uruguaya, que se instaló también en el público y se afianzó un poco más esa movida del carnaval.” comenta Martín Fuente, director de 5 Pal Peso.

Bruno Ferreccio, director de Floja de Papeles y La Rara Ira, comenta que muchas de las murgas presentes en el ciclo nacieron de grupos que asistían a talleres y otras de juntadas espontáneas de amigos. La idea era organizar una alternativa a la escena montevideana, reflejando el estilo uruguayo y a la vez diferenciándose de él.

“Originalmente en el Carnaval montevideano, donde las murgas compiten, hay un montón de reglas, como que el espectáculo no puede durar más de 45 minutos o que hay que incluir cuestiones de la realidad diaria del país. En Argentina, como no tenemos competencia de murgas, eso no pasa, entonces tenemos mucha más libertad para construir”, afirma Gustavo Rosetti, otro integrante de la Floja de Papeles. Una de las murgas que se presentaron en el ciclo (que continúa hasta el 3 de marzo) es La David Hasselhoff, que evoca desde su nombre el actor de la serie Baywatch y en la que sus participantes tocan vestidos de guardavidas. 5 Pal Peso, en cambio, se caracteriza por disfraces más teatrales y festivos y en su espectáculo “Suerte”, presentado en el CAFF, la murga agregó el componente de La Rueda -una especie de rueda de la fortuna de kermesse-, donde se determinó no solo qué canciones se escucharían en vivo, sino además qué intervención debería hacer el público durante la función.  

La murga 5 Pal Peso en un escenario realizando su performance

La murga 5 Pal Peso incluye canciones de crítica social en su repertorio.

“Cada uno encuadra lo que quiere decir. Es un género que no solo tiene que ver con el canto, sino con todo lo teatral. Es una propuesta muy completa”, afirma Martín Fuerte. Bruno Ferreccio agrega: “Y al presentarse en teatros y no en tablados hace que el género tome otro perfume. Al haber teatro, hay un poco más de clown, es decir de cosas más chiquitas que en un teatro se aprecian”. Mientras que algunas murgas se corren un poco del espacio de denuncia social, otras tienen una orientación política más marcada. 5 Pal Peso, cuyos integrantes son de Quilmes, es un ejemplo de esa tendencia con canciones con una fuerte crítica al gobierno argentino.

“Esto salió porque fue una necesidad también de juntarse. Entre las crisis surge la necesidad de juntarse”, comenta Fuente. “Principalmente está la consideración de que cualquiera puede hacer murga. Somos todos hijos, vecinos, no está esa imagen del rockstar que está allá en un pedestal. Eso ya te marca la cancha para un montón de cosas, como para lo que vas a decir. Hablamos de las cosas que nos pasa a nosotros y a la gente que nos viene a ver”, concluye.

Toda la programación del ciclo se puede consultar en www.caff.com.ar

«Nosotros hacemos cultura, no delito”

«Nosotros hacemos cultura, no delito”

Al ritmo de bombos y platillos, agrupaciones murgueras de todo el país fueron protagonistas de una multitudinaria e inédita movilización al Congreso de la Nación para repudiar la acción represiva de las fuerzas de seguridad y reivindicar la defensa de la cultura popular. Tres semanas después de la violenta represión de Gendarmería a los integrantes -la mayoría niños- de “Los auténticos reyes del ritmo” en la villa 1-11-14 del Bajo Flores, los trajes brillantes con flecos de colores poblaron el centro de la Ciudad con las consignas de “La cultura no se reprime”, “Bajen las armas, acá hay pibes bailando” y “La murga no es delito”.

El Movimiento Nacional de Murgas, junto a la Agrupación MURGAS,  de la Ciudad de Buenos Aires, y Murgas Independientes de Buenos Aires fueron las organizaciones convocantes de una marcha que llevó el firme repudio a la violencia y el grito de defensa de la cultura barrial y popular a las puertas del Parlamento. La movilización se replicó en otros puntos del país.

Cerca de las 16.30, un bombo empezó a sonar en la esquina de 9 de Julio y Avenida de Mayo. Al rato, se unió un grupo de personas con banderas. Una hora después, una multitud con trajes de colores ocupaba toda una cuadra de la Avenida de Mayo. Hasta las 18, diferentes murgas y grupos culturales de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad se concentraron para marchar hacia el Congreso Nacional. El baile nunca se detuvo.

En esta calurosa tarde de miércoles quedó claro que no importa la edad para el espíritu murguero. Bebés, chicos, adolescentes y hasta adultos de avanzada edad se sumaron con sus disfraces y pinturas. Algunos hechos a mano, con detalles, letras y dibujos que representan a cada murguero y murguera.

Poco después de las 18, “El histórico carromato” de Culebrón Timbal -un espacio cultural del Gran Buenos Aires- comenzó a guiar la marcha, detrás de una bandera con la leyenda “La cultura popular no se reprime, ¡Se defiende!”. Lo seguían los estandartes con los nombres de las murgas y sus barrios y gente bailando detrás de cada uno. Los bombos sonaron durante todo el recorrido hasta que los murgueros llegaron a la Plaza de los Dos Congresos. Los oradores de las agrupaciones comenzaron a manifestar sus adhesiones ante el micrófono abierto, y una idea se repitió en la mayoría: “Si tocan a uno, nos tocan a todos”.

“Esta marcha, que fue organizada con poco tiempo,  la verdad que nos deja muy contentos. Porque no tenemos una unidad constante y estas cuestiones nos fortalecen”, explicó a ANCCOM Carlos Díaz, delegado de las agrupaciones de carnaval de la Ciudad y miembro de la Agrupación MURGAS.

Alejandra Mercer, organizadora y miembro del Movimiento Nacional de Murgas, agregó: “Lo que pasó en Bajo Flores es la punta de un iceberg, es parte de una lucha que tenemos desde la época de la Dictadura porque las murgas somos reprimidas constantemente, sobre todo las independientes y las barriales”.

Ambas agrupaciones se reunieron dos veces para poner en marcha la movilización y enviaron la convocatoria por las redes sociales. “Todos se fueron sumando por voluntad propia. Sabemos que las murgas guardan sus recursos para salir en carnavales, y hoy muchas han venido en micros. Otros vinieron sueltos desde el trabajo, trajeron su ropa, y los estandartes”, dijo Díaz con satisfacción.

La fiesta del carnaval le permite a las murgas expresar todo lo que significan para sus bailarines,y los barrios en los que trabajan. “Incluye a los pibes, los saca de la calle, les da un proyecto cultural, artístico, les da participación”, explicó Díaz. Mercer insistió en que, además de repudiar la represión, la movilización apuntó a defender “el derecho a ocupar la calle, y hacer cultura, y ser protagonistas”. Y advirtió: “No queremos consumir cultura, la queremos protagonizar y crear nosotros”.

Otras agrupaciones como Familiares y sobrevivientes de Cromañón, el Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAAO), la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), el Foro por los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud de la provincia de Buenos Aires y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de La Matanza también se sumaron a la convocatoria.

En la plaza, los oradores se fueron turnando antes de “la matanza” final. “Sigamos por la lucha, porque el carnaval está restituido, pero la lucha tiene que seguir siempre”, dijo un representante murguero.

El Movimiento Murguero de Chile también hizo llegar su apoyo a través de una carta. “¿Por qué balear a quien baila y canta? No balean porque solo bailan y cantan, sino porque también critican. Se balea para silenciar. ¿Por qué balear a las murgas? Porque estas lograron sacar nuevamente al pueblo a la calle. Porque son la viva expresión de la resistencia cultural”, advirtió la misiva.

En el cierre del acto, Mercer tomó el micrófono y concluyó: “Esta marcha significa un gran llamado de atención para toda la Nación, que nos tiene que escuchar y respetar, porque nosotros hacemos cultura, no delito”.