¿El final del comercio fronterizo?

¿El final del comercio fronterizo?

La liberación de precios impuesta por el gobierno de Javier Milei que provocó la suba de precios generales frenó el consumo de los uruguayos que cruzaban a la Argentina para proveerse de insumos. El caso de Gualeguaychú.

La desregulación económica llevada adelante por el gobierno de Javier Milei desde su asunción el 10 de diciembre pasado encarna una liberación de precios y otra consecuente baja en el consumo de bienes y servicios. Se trata de un volantazo que, si bien tiene efectos sobre la economía en general, también lanza esquirlas al comercio fronterizo, un fenómeno que se había instalado en muchas ciudades argentinas cercanas a los países limítrofes.

Gastón Remy, economista y docente de la Universidad Nacional de Jujuy, explica que “la liberación de precios es parte de un plan económico del Gobierno nacional que parte de una premisa falsa que es que los precios estarían reprimidos” y añade que, como consecuencia, se permite que “los grandes formadores de precios pongan precios como si viviéramos en Estados Unidos o Europa”. Esta nueva realidad que desencadena la suba de bienes de primera necesidad y combustibles cambió en buena medida una cotidianeidad que parecía instalada en Gualeguaychú: la de haberse convertido en paraíso argentino para los uruguayos, quienes cruzaban la frontera para proveerse de insumos a bajo costo.

La situación actual del comercio fronterizo encuentra su núcleo en una combinación de aristas contradictorias. Según Remy, la devaluación por la que el peso argentino pierde la mitad de su valor llevó al abaratamiento de los productos locales, y la acelerada inflación desencadenó en que este abaratamiento se pierda rápidamente e incluso se encarezcan esos mismos productos con respecto a los países limítrofes.

En enero de este año, el Observatorio Económico de la Universidad Católica del Uruguay publicó un Indicador de Precios Fronterizos que refleja la diferencia de precios de una canasta representativa de productos entre las ciudades fronterizas de Salto y Concordia. Según la medición, las diferencias porcentuales muestran variaciones que benefician a ambos países dependiendo del producto pero, en rasgos generales, hubo una reducción en la diferencia de precios que puede explicar por qué los uruguayos están dejando de realizar sus compras básicas en nuestro país. Mientras en la categoría que engloba alimentos y bebidas no alcohólicas la diferencia se redujo un 35% desde noviembre pasado y ahora alcanza el 92,9%, la diferencia actual en la nafta es del 65,5% frente a un 177,1% registrado en noviembre.

Se acaban los paseos de compras

 “Los uruguayos ya no vienen como antes. La devaluación del peso, la suba del dólar oficial y la nafta hicieron que ya no les sirva tanto”, explica Juan Carlos García, encargado de la sucursal de Supermercados Malambo ubicada en la intersección de Seguí y Rivadavia. Según García, “los precios nos han aumentado un 100% desde la asunción de Milei” y en el primer mes la baja en el consumo fue notoria.

A pesar del panorama desalentador, García comenta que la suba del dólar blue generó que “los uruguayos de a poquito estén volviendo”, aunque no en las cantidades a las que estaban acostumbrados los gualeguaychenses desde la reapertura de la frontera en diciembre de 2021. García señala que ahora vienen principalmente las familias de mayores recursos en sus autos particulares y no las trafics que durante tantos meses pagaban muchas personas para realizar paseos de compras por la ciudad argentina.

De acuerdo con lo recolectado por el Ministerio de Turismo de Uruguay, el turismo emisivo hacia Argentina descendió en el cuarto trimestre de 2023. Mientras en el tercer trimestre viajaron a nuestro país 1.052.341 residentes uruguayos con un gasto total de U$S 362.995.134, el último estudio que incluye veinte días del gobierno de Milei, la devaluación del 118% y el aumento de precios, muestra un movimiento de 951.991 residentes con un gasto total de U$S 288.736.746. Queda por ver qué reflejarán las estadísticas del primer trimestre de este año. García intuye que el invierno va a ser complicado en la ciudad carnavalera: “Entre algunos uruguayos que vienen a comprar y los turistas que vienen al carnaval más o menos se está moviendo. El tema va a ser después de marzo, para mí va a estar todo muy tranquilo”, comenta.

El combustible de nuestra economía

Las recientes subas en el combustible suman al descenso del movimiento de inmigrantes golondrina. “El último aumento fue el 1 de febrero, del 6%”, cuenta Matías, playero de Cm Combustibles, la sucursal de YPF más cercana a la frontera entre Gualeguaychú y Fray Bentos. Los precios actuales de Infinia Nafta, Super, Infinia Diesel y Diesel 500 son de $1031, $858, $1098 y $925 por litro respectivamente.

Matías explica que “muchas patentes extranjeras han pasado por la estación, en especial uruguayas” y que “las ventas se han mantenido normales a pesar del último aumento”. Esto puede deberse a la cercanía de la estación con la frontera que une ambos países y con el Hipermercado Carrefour donde los uruguayos suelen realizar el grueso de sus compras.

Esta sucursal, dice Matías, también tiene la particularidad de no contar con precios diferenciados para extranjeros como es el caso de La Rotonda Combustibles de YPF en Gualeguaychú que tiene un surtidor exclusivo para patentes extranjeras que ofrece el litro de Infinia Nafta e Infinia Diesel a $1150, medida que tomó la empresa petrolera a mediados de 2022 como respuesta al faltante de combustibles.

Según García, la devaluación quedó retrasada respecto de los aumentos en combustible y estos, a su vez, desencadenaron “una suba importante” de los precios de los productos. Aún así, los Supermercados Malambo no tuvieron reducción del personal pero sí un achicamiento en los pedidos a proveedores: “Ahora se pide únicamente lo que va a góndola, nada para stockear en depósito”, comenta.

 

Lejos de ser primermundistas

“Hoy sale lo mismo comprar un paquete de fideos acá en dólares que en Estados Unidos o Europa”, dice Remy. La diferencia reside en que se liberaron los precios pero no los salarios ni jubilaciones que “están perdiendo profundamente frente a la inflación y comparado con los países centrales son un décimo más bajos”, explica el economista. Se trata de una transferencia de ingresos de los grupos más desprotegidos al sector de los dueños de las grandes empresas. Según Remy, el panorama actual deja ver una alta inflación con menor actividad, caída del consumo y aumento del desempleo que puede provocar un efecto recesivo en el comercio interior pero no en las exportaciones, que se rigen por la demanda mundial y cuya rentabilidad se ve favorecida por la devaluación. En la medida en que se mantengan congelados los salarios el consumo va a seguir bajando y, explica Remy, la economía argentina va a tener una caída importante que puede llevar a que los sectores más frágiles tengan que reducir su personal e incluso cesar sus actividades. Si bien el turismo carnavalero todavía sostiene el comercio de Gualeguaychú, la temporada de verano está cercana a terminar. La paradoja es que mientras el año pasado se señalaba a los uruguayos como responsables parciales del aumento de precios, ahora es cuestión de tiempo para que se extrañen sus compras que permitirían sostener el comercio frente a una crisis cuyo fin no se vislumbra.

Música con la garra charrúa

El 15 de febrero, como un proyecto independiente y autogestivo, Almagro le dio la bienvenida al “Otro Carnaval”. Por primera vez en Buenos Aires, los conjuntos murgueros al estilo Uruguay rompieron el molde y organizaron, junto con el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF), un espectáculo que reunirá en total a dieciséis murgas en ocho fechas en el local del barrio porteño de Almagro.

Tres cantantes de la murga 5 Pal Peso

La murga 5 Pal Peso participó en el festival del barrio de Almagro.

De manera natural, y un tanto espontánea, las murgas fueron organizándose para construir un espectáculo sin antecedentes. “La movida es la primera que se hace de esta manera. Hace muchos años era muy subterráneo el género. En la década pasada, con bandas uruguayas que crecieron como ‘La Vela Puerca’, y ‘No te va a Gustar’, se le dio un empuje a la música uruguaya, que se instaló también en el público y se afianzó un poco más esa movida del carnaval.” comenta Martín Fuente, director de 5 Pal Peso.

Bruno Ferreccio, director de Floja de Papeles y La Rara Ira, comenta que muchas de las murgas presentes en el ciclo nacieron de grupos que asistían a talleres y otras de juntadas espontáneas de amigos. La idea era organizar una alternativa a la escena montevideana, reflejando el estilo uruguayo y a la vez diferenciándose de él.

“Originalmente en el Carnaval montevideano, donde las murgas compiten, hay un montón de reglas, como que el espectáculo no puede durar más de 45 minutos o que hay que incluir cuestiones de la realidad diaria del país. En Argentina, como no tenemos competencia de murgas, eso no pasa, entonces tenemos mucha más libertad para construir”, afirma Gustavo Rosetti, otro integrante de la Floja de Papeles. Una de las murgas que se presentaron en el ciclo (que continúa hasta el 3 de marzo) es La David Hasselhoff, que evoca desde su nombre el actor de la serie Baywatch y en la que sus participantes tocan vestidos de guardavidas. 5 Pal Peso, en cambio, se caracteriza por disfraces más teatrales y festivos y en su espectáculo “Suerte”, presentado en el CAFF, la murga agregó el componente de La Rueda -una especie de rueda de la fortuna de kermesse-, donde se determinó no solo qué canciones se escucharían en vivo, sino además qué intervención debería hacer el público durante la función.  

La murga 5 Pal Peso en un escenario realizando su performance

La murga 5 Pal Peso incluye canciones de crítica social en su repertorio.

“Cada uno encuadra lo que quiere decir. Es un género que no solo tiene que ver con el canto, sino con todo lo teatral. Es una propuesta muy completa”, afirma Martín Fuerte. Bruno Ferreccio agrega: “Y al presentarse en teatros y no en tablados hace que el género tome otro perfume. Al haber teatro, hay un poco más de clown, es decir de cosas más chiquitas que en un teatro se aprecian”. Mientras que algunas murgas se corren un poco del espacio de denuncia social, otras tienen una orientación política más marcada. 5 Pal Peso, cuyos integrantes son de Quilmes, es un ejemplo de esa tendencia con canciones con una fuerte crítica al gobierno argentino.

“Esto salió porque fue una necesidad también de juntarse. Entre las crisis surge la necesidad de juntarse”, comenta Fuente. “Principalmente está la consideración de que cualquiera puede hacer murga. Somos todos hijos, vecinos, no está esa imagen del rockstar que está allá en un pedestal. Eso ya te marca la cancha para un montón de cosas, como para lo que vas a decir. Hablamos de las cosas que nos pasa a nosotros y a la gente que nos viene a ver”, concluye.

Toda la programación del ciclo se puede consultar en www.caff.com.ar