Nueva edición de la Feria Migra

Nueva edición de la Feria Migra

Realizada en el Parque de la Estación, se erigió una vez más como un espacio libre y gratuito de intercambio y conocimiento para las pequeñas editoriales y el público. Entre otras piezas ineludibles se pudieron observar afiches en torno a las muertes no contadas de las personas en situación de calle.

La feria de arte impreso Migra, hizo una nueva parada en el Parque de la Estación, en la calle Juan Domingo Perón 3326, CABA, entre el viernes y el domingo que coincidió con el Día del Maestro. Mantuvo la entrada libre y gratuita de ediciones anteriores y ofreció talleres diferentes, como el de xilografía y montaje, presentaciones, shows en vivo y pasillos llenos de arte impreso. Se pudieron encontrar libros de artistas, publicaciones en distintos formatos, que incluyen desde libros de texto o fotografía de menos de cinco centímetros, hasta grandes afiches de alrededor de un metro, placas metálicas con animales, grabados, serigrafías en remeras, bolsos de tela, lienzos, vasos y cuadros de ilustraciones.

Migra es un colectivo porteño de artistas, con un enfoque inclusivo y de apoyo a las minorías disidentes. En sus redes indica que el colectivo surge a partir de la necesidad de generar un espacio comunitario de contención y apoyo que permita representar y visibilizar a proyectos emergentes dentro del panorama de las publicaciones, las artes visuales y la fotografía. La feria surgió en junio de 2018, organizada por Revista Balam, una publicación de fotografía contemporánea del grupo, creada como una forma de buscar un espacio por fuera de las librerías y museos, desde una perspectiva novedosa con estética propia. 

Para cada feria se realiza una convocatoria abierta en donde participan artistas y proyectos editoriales de Argentina y distintos países de la región. En la última edición, participaron más de 200 editoriales y proyectos independientes locales, de Chile, Brasil, Ecuador, Uruguay y México. Es el caso de Microeditorial, de Rancagua (Chile), por primera vez en Argentina con un catálogo disponible con variedad de fanzines y dibujos. También la editorial Recodo Press llegó a Buenos Aires desde Quito (Ecuador) con libros y fanzines realizados en su taller mediante el sistema de impresión digital de risografía. Desde la ciudad de Corrientes, el proyecto Neike mostró grandes afiches de colores, con notas sobre cultura popular, lenguaje y payecitos. Al pasar te regalaban stickers, uno dice: “Magia y chamamé”, el otro “Añeteguáva, del guaraní, que significa “lo real, verdadero”. 

También estuvo la revista y editorial artesanal Tóxicxs, que invita a leer narrativa, ensayo, y sus artbooks realizados en Santiago del Estero.

Los coordinadores señalan que es una feria temática para visibilizar y dar a conocer los distintos proyectos que se especializan en el arte impreso como práctica desde el hacer, donde se crea un espacio público para reunir a personas que entienden el arte impreso como una forma de vida. Se propone como un lugar de intercambio y conocimiento para los feriantes y el público. Afirman que la idea es migrar hacia las comunidades, incentivando y siendo un ámbito de intercambio, producción y representación cultural.

Durante los tres días se pudieron observar afiches realizados por No Tan Distintes y Serigrafistas Queer, en torno a las muertes no contadas de las personas en situación de calle. Serigrafistas queer es un «no grupo» que trabaja desde el año 2007, realizando encuentros todos los años, en los que se discuten consignas y se arman plantillas para realizar impresiones para las marchas del Orgullo LGBTTTIQ+ y la protesta feminista. A finales de 2019, Serigrafistas queer lanzó su primer proyecto editorial, Papel Cuis, con el poemario Me quedé en Karina, de Karina Pintarelli, cuya presentación de la reedición se realizó en la feria. Pintarelli es la primera persona trans en obtener un reconocimiento del Estado nacional debido a la persecución y las torturas que sufrió durante la última dictadura cívico-militar, lo que constituye un precedente fundamental para todo el colectivo travesti trans del país. No Tan Distintes es una organización social, política y transfeminista conformada mujeres LGTBIQ+ que están o estuvieron en situación de calle. Se dedican a acompañar y a construir redes materiales y afectivas, proyectos colectivos y autogestivos.

También se destaca el trabajo del grupo Act Up Argentina, que el sábado brindó una charla sobre la situación precarizada de las personas con VIH que no pueden acceder a condiciones básicas habitacionales, laborales, económicas, en la sala de la biblioteca del Parque de La Estación. Los carteles realizados por el grupo se encontraban a lo largo de la feria en diversos lugares. Con un fondo negro y un triángulo rosa flúo, señalaban la igualdad entre distintas palabras como estigma, racismo, transfobia, criminalización y muerte. Realizaron una performance en vivo con lecturas para luego dialogar con el público. Además, crearon murales realizados en presente continuo donde se invitaba a los participantes a compartir sobre el papel los estigmas propios sufridos. Act Up Argentina es un movimiento global, activista performático, abierto para todos los géneros y edades, con una mirada atenta a la crisis política del VIH. 

Los cierres fueron a pura música de la mano de Violeta Castillo y Sylvia Pop. La feria mostró el nivel de producción cada vez mayor de las pequeñas editoriales, abriendo la posibilidad del intercambio y conocimiento, tanto con el público como entre los grupos y colectivos que nuevamente eligieron el Parque de la Estación en Almagro.

De la calle a la nube digital

De la calle a la nube digital

Las ferias de arte impreso, refugios analógicos de nuevas-viejas prácticas de lectura y encuentro, brindan posibilidades de difusión a ilustradores, artistas y autores de literatura experimental. Hoy, a más de tres meses de haberse decretado el aislamiento social, preventivo y obligatorio debido a la pandemia del coronavirus, los organizadores de ferias y realizadores se las ingenian para mantener viva la comunicación sensorial que indefectiblemente se ve afectada por la reclusión y la primacía del medio digital.

“Una de las ideas que promovemos desde Tranza es la gráfica como salida laboral, más allá del placer y la potencia estética, poética de las producciones” sostiene Mariel Uncal Scotti, quien junto a otras compañeras en 2017 creó Tranza, un festival que reúne a gráficos locales y de todo el país en la ciudad de La Plata: “Creemos que la resistencia posible en un sistema tan desigual y opresor viene por el lado de la construcción colectiva, el apoyo y el intercambio horizontal, desde la autogestión. Lo rico está en el encuentro de heterogeneidades”, dice. En relación a la feria de este año Mariel agregó: “El contexto nos tiene en stand-by respecto a la realización del festival. No pretendemos por ahora replicar la feria gráfica en las redes, pero sí compartir y promocionar espacios y proyectos que viven de la producción gráfica, para que la gente los consuma y apoye económicamente”.

La autogestión es una dimensión fundamental en el circuito gráfico. Casi como una reacción a la creciente digitalización del mundo, las ferias crecieron exponencialmente en la región durante los últimos años. Muchas veces por necesidades económicas debido a la crisis que atraviesa el sector, otras debido a las excluyentes reglas del juego que rigen el mercado editorial. Pero a decir verdad, la razón de ser de los eventos es, en primer lugar, el deseo genuino de encontrarse.

A principios de 2018, Luis Juárez estaba terminando de imprimir el primer número de Revista Balam, una publicación de fotografía contemporánea. Frente al desafío de distribuirla se encontró con que los espacios como librerías o tiendas de museos ofrecían un movimiento que se ajustaba bien a proyectos editoriales grandes pero no llegaba a generar el intercambio necesario para una publicación independiente. Faltaba el contacto entre el editor y el público, la construcción de una comunidad: “Lo que comenzó como una intención de hacer circular la revista, terminó siendo un encuentro para muchos proyectos independientes y autogestivos que tenían la misma necesidad de poner en movimiento sus trabajos. Así nació feria Migra”, comentó. “Hoy estamos haciendo múltiples talleres online que tienen que ver con formas alternativas de pedagogía para seguir produciendo contenido de una forma más consciente”. Se refiere al rol de Escuela Migra, un espacio de aprendizaje no formativo imprescindible en tiempos de aislamiento. “Asumimos un rol de comunidad y plataforma. Nos gusta pensar que enlazamos mundos y fomentamos el intercambio afectivo a través del trabajo en equipo”.

Las ferias reúnen a editores de publicaciones independientes, realizan talleres de impresión tipográfica, serigrafía y armado de fanzines. La popularización de antiguas técnicas de impresión analógica permite materializar el trabajo editorial como algo singular. Sol Gil y Antonio Werli fundaron Ínsula Editora en 2016. Diseñan, imprimen y publican libros de tiradas únicas: “Apostamos a lo analógico. Hay toda un aura de rescate del pasado en nuestro proyecto que nace de hacer tiradas muy limitadas, no distribuir en librerías y generar un vínculo más directo con el lector. Las ferias están muy vinculadas a nuestro origen” contó Sol. La digitalización de los vínculos durante la cuarentena tocó una fibra fundamental de Ínsula: “A nivel de ventas el ingreso fundamental son las ferias así que mientras tanto, las pocas ventas que se dan, son por las redes, que no es mucho. No somos tan activos buscando el vínculo por medios digitales, ahora estamos trabajando en proyectos de libros futuros”

Se plantea entonces un dilema, sobre todo en tiempos de encierro: ¿Qué es lo que tiene la experiencia del encuentro que se pierde o reinventa en el ámbito digital? Mariel plantea que “lo que no puede reproducirse en lo virtual es el encuentro real con personas inesperadas, el intercambio no-efímero de las producciones gráficas y de la palabra en sí. Internet es infinito pero los algoritmos nos llevan una y otra vez a lo conocido. En un espacio real, el azar es un componente enriquecedor” y agrega “¿Cómo reproducís el aroma de la tinta serigráfica, la textura de un papel reciclado?”.

Proyecto Piraña nació en 2016 con el fin de generar redes e incentivar el trabajo colaborativo de manera independiente, publica fanzines, libros e imprime posters. Además, cuentan con un kiosco digital y durante la cuarentena lanzaron Piraña TV, una plataforma donde comparten contenido audiovisual, gifs y animaciones. Respecto al dilema de lo físico frente a lo digital, Belén argumenta: “Me parece que está buenísimo incorporar diferentes formatos que hasta el momento fueron sólo impresos o sólo tangibles al mundo digital, pero como una herramienta. Y como algo que extienda los horizontes y permita que también se democratice el universo artístico, que cada vez más personas puedan participar y animarse a hacer cosas”

Desde el punto de vista de la potencialidad que brinda el medio digital, Magui Testoni de feria Paraguay sostiene: “La digitalidad no tiene geografía y posibilita el encuentro simultáneo de personas de diferentes países, permite estar también donde no se está. Por eso pensamos que, a partir de ahora, lo digital va a tomar una perspectiva paralela y cotidiana a los eventos físicos de las ferias de arte impreso”. Paraguay abrió la convocatoria para realizar un Mural Digital de Obras Premonitorias: “La cuarentena nos puso a pensar en el aislamiento, la digitalización de las relaciones, la supervivencia y quisimos exponer los mensajes premonitores que cargan algunas obras creadas antes de la pandemia”.

Por otro lado, Migra realiza una edición de la feria en su sitio web. Abren la tienda, leen poetas y sostienen una programación online vía Instagram: “En la edición online nos dimos cuenta que contamos con los medios para unir a figuras clave de la comunidad. Organizamos un conversatorio que llamamos “El paradigma de las ferias” e invitamos a organizadores de Feria Paraguay (Argentina), Feria Tijuana (Brasil), Festival Carboncito (Perú), Impresionante (Chile), Microutopías (Uruguay) y Feria Rrréplica (México) a reflexionar sobre los siguientes pasos frente al nuevo paradigma”.

Si algo queda claro es que las nuevas narrativas suman, pero no reemplazan. Será cuestión de ver cómo, en este contexto de aislamiento, se reorganiza el mapa de eventos y  al mismo tiempo, surgen reinterpretaciones creativas del genuino deseo de encontrarse.