Imágenes en el barro

Imágenes en el barro

Una nueva muestra fotográfica de ANCCOM puede visitarse en la Facultad de Ciencias Sociales. Las imágenes registran el clima de resistencia y movilización social que hubo entre 2015 y 2019.

Se inauguró «Fotografiar el barro”, una nueva muestra de fotógrafos y fotógrafas de la Agencia de Noticias de la Carrera de Comunicación de la UBA (ANCCOM), que se expone hasta el 19 de octubre en la fotogalería del primer piso de esa casa de estudios, frente a la redacción. Los y las estudiantes pusieron el cuerpo en la calle para retratar algunos de los acontecimientos sociales ocurridos entre el 2015 y 2019. Estas imágenes muestran eventos cotidianos y del espacio público que sucedieron en esos años: las movilizaciones sociales, las reivindicaciones, el feminismo, la cultura, el arte.

La muestra fue organizada por Betina Guindi, Ernesto Schtivelband, Felisa Santos, Santiago Mazzuchini, Celia Fontes, Juan Funes y Melisa Molina. Santiago Mazzuchini, docente de la Facultad de Sociales y uno de los encargados de la curaduría y del montaje explicó: “La idea nace porque comenzamos a darnos cuenta de la relevancia que las fotografías de ANCCOM comenzaron a tener en la arena pública. Nosotres hace muchos años que investigamos sobre el modo en que las imágenes intervienen en la política, sobre cómo conforman la historia, la memoria. Esto quizá parezca una obviedad, sin embargo, hay quienes siguen creyendo que las imágenes ´ilustran´ o son una mera representación de otra cosa”.

Sobre el recorte de la muestra describió: “Por otra parte, tomar el eje política/fotografía en la muestra nos permitió también destacar que en ANCCOM se le da una importancia vital y específica a la fotografía. En muchos portales digitales las fotos parecen adornar las noticias, justamente lo contrario de lo que se hace en ANCCOM, donde la producción fotográfica es parte esencial. El nombre de la muestra juega con la idea de irrupción e interrupción, porque lo que las fotografías que elegimos muestran el modo en que la política irrumpe para dar cuenta de un conflicto e interrumpe el normal curso de las cosas. Desnaturaliza nuestra realidad social”.

La muestra registra los momentos más relevantes de aquellos años: “Las imágenes elegidas recorren desde movilizaciones a favor de la legalización del aborto, marchas por la memoria, protestas contra la represión policial, reclamos por asesinatos como el de Rafael Nahuel, entre otras”, describió. “Nos interesaba (y nos interesa) pensar el rol político del fotoperiodismo en tiempos hiperdigitalizados donde se plantea la irrelevancia de la dimensión documental y periodística de la fotografía. Lo que muestran estas imágenes es que las y los fotoperiodistas en la calle tienen mucho que mostrar todavía”, concluyó.

Victoria Gesualdi, coordinadora de fotos de la Agencia, sumó: “La edición de la Muestra surge de un área de investigación de la Facultad y destaca la mirada de los y las estudiantes de Comunicación.”
La fotógrafa encargada de formar a los cientos de practicantes de fotoperiodismo junto a Leandro Tesseyre explicó: “El valor del fotoperiodismo es ir al territorio, mirar y significar los acontecimientos con imágenes. Entre el 2015 y el 2019 las calles estuvieron habitadas, hubo una sociedad movilizada, hubo resistencia y lucha por derechos.”
Acerca de la mirada del fotoperiodismo en ANCCOM, Gesualdi reflexionó: “Nos interesa documentar el presente con una perspectiva histórica, por eso también es importante el archivo que construimos en estos casi diez años de ANCCOM. La imagen periodística tiene una función informativa en la coyuntura y con el tiempo toma otro valor. La muestra permite una relectura de esos acontecimientos que hacen nuevos señalamientos en este presente.”

 

“La fotografía de la protesta de los trabajadores de Cresta Roja fue republicada en la portada de Página 12, fue un hecho importante para contar, porque si bien había cámaras de televisión todas estaban del lado de la gendarmería y yo pude retratar desde la perspectiva de los trabajadores, yo también tuve que esquivar balas de gomas”, dice Pirsic.

Noelia Pirsic, Daniela Morán y Deborah Valado, pertenecen a la primera cohorte ANCCOM y participan de la muestra. Pirsic contó parte de su experiencia de su paso por la agencia: “Nos mandaban a cubrir momentos de relevancia social, masivos, o personajes que son importantes para nuestra sociedad y que no hubiera tenido la chance de fotografiar si no hubiera sido por ANCCOM”. Y recordó: “Reconozco mi foto. Hubo una protesta de trabajadores de la empresa Cresta Roja que estaba siendo vaciada y esa fue la primera vez que durante el macrismo se empezó a disparar contra los trabajadores. Esa fotografía salió en la portada de Página 12, fue un hecho importante para contar, porque si bien había cámaras de televisión todas estaban del lado de la gendarmería y yo pude retratar desde la perspectiva de los trabajadores, yo también tuve que esquivar balas de gomas”.

Acerca de si existen diferencias entre esa época y la actualidad Pirsic planteó: “Cambia el signo político y cambia lo que te vas a encontrar en la calle. Sí me parece muy loco que las fotos que tomé puedan considerarse un documento histórico porque, al menos yo, cuando saco una foto pienso “voy a contar esta historia” y no pienso en dejar un documento histórico. Eso perdura gracias a que también hay un archivo como el de ANCCOM, que vuelve a poner en valor desde otras miradas, otras perspectivas.”

Por su parte Daniela Morán opinó: “Creo que la muestra representa muy bien lo que estaba pasando en la calle en esos años. Los movimientos feministas tuvieron una fuerte presencia, las movilizaciones por el aborto iban creciendo a pasos agigantados y su visibilidad acaparaba la atención de los medios. Una de mis fotos forma parte de un ensayo que buscaba encarar la temática aborto desde un lugar más personal, más chiquito, pero a la vez potente. La foto de la muestra es un retrato que representa la clandestinidad que atravesaron esas personas”. Y concluyó: “Es lindo ver las fotos ahora, ver que militar y estar en la calle sirve”.

Respecto a los diferentes contextos que se retrataban en esos años y la actualidad, reflexionó: “Veo cambios, por supuesto. En el gobierno macrista, la respuesta al pedido de ayuda del pueblo solo eran oídos sordos y represión. Veo algunas fotos de los reclamos afuera del Congreso por la reforma previsional y recuerdo el miedo que sentí cuando vi la fila de gendarmes esperando que la calle avanzara. Los golpes y empujones a diputados y diputadas que iban a tratar la ley. Cualquier persona que luchaba por sus derechos era blanco fácil para la represión”. Al hablar de su paso por la agencia, Morán destacó: “No quiero dejar de remarcar la importancia de ANCCOM y de este material que sirve de anclaje con un pasado cercano. Las fotografías de esta muestra, al ser reunidas, ordenadas y vistas pueden funcionar como mecanismos de memoria”.

Por su parte Deborah Valado también reflexionó sobre su trabajo en la agencia: “La primera nota que propuse fue en el Bajo Flores, en la foto se ven unos palos de jockey tomados por unas nenas, quise mostrar que el acceso al deporte es clave y genera experiencias transformadoras en los barrios”, describe y continúa: “Una de mis últimas coberturas, también fue en el Bajo Flores, una mujer que está mostrando las balaceras, esa foto se viralizó y obtuvo el Primer premio de Eduardo Longoni. Para la autora: “Esa foto marcaba el principio y el final de una etapa. Si nos ponemos a pensar que pasa en el barrio, donde hay niños y niñas y hay que garantizar el presente porque son el futuro; la contracara es esa mujer que enseñaba murga a niños y niñas y lo que recibió del Estado fueron balaceras. Ahí hay un contrapunto importante”.

Valado también destaca el carácter público de la agencia: “Hay muchas fotos de ANCCOM que circularon por otras muestras y eso también es para rescatar, porque es una agencia de una universidad pública y por eso es necesario meterse en el barro para conocer las realidades y visualizarlas y esa es nuestra responsabilidad como reporteros. Veo que ANCCOM sigue con ese espíritu, veo las producciones a lo largo de los años. Esta agencia nos dio la posibilidad de formarnos y profesionalizar el oficio”, señaló y agregó: “Esta muestra me genera ver un montón de grietas importantes, fue otro tipo de gobierno que generó otras políticas. Hay que visibilizar todo y para eso hay que estar en el terreno, la fotografía tiene esa particularidad, y en momentos donde hubo vulnerabilidad de derechos, hay cosas que se quisieron tapar y para eso están el fotógrafo y la fotógrafa para ir a esos espacios que quieren ocultar. La fotografía sigue siendo potente y es una herramienta con la que queremos cambiar el mundo, genera memoria, historia y presente. La fotografía nos invita a mirarnos a reflexionar que tipo de sociedad queremos. Hay que seguir defendiendo la democracia, la fotografía acompaña las luchas, reivindicaciones y también las alegrías”, concluyó la fotógrafa.

La muestra “Fotografiar el barro”, ubicada en el primer piso de Santiago del Estero 1029, ala San José, en la Ciudad de Buenos Aires, se podra visitar hasta el 19 de octubre.  

 

Cuatro años de derrumbe

Cuatro años de derrumbe

«Tenemos que colaborar en que este velo se corra», propone Hasenberg.

Las imágenes estuvieron presentes, recorrieron las redes sociales y algunas fueron virales. Pero muchas se perdieron detrás del velo que tendieron grandes medios de comunicación para proteger al gobierno de Mauricio Macri. La fotógrafa Mónica Hasenberg entendió que la manera de masificar esas imágenes que circularon por microclimas era sacarlas a las plazas, a los lugares públicos. De esta forma pensó y gestó la muestra Derrumbe, de la euforia del cambio a la Argentina del desamparo, un recorrido por 155 fotografías tomadas durante los cuatro años de gobierno macrista que realizaron 117 fotógrafos y fotógrafas, incluyendo a 17 colectivos fotográficos y militantes populares. Entre ellos, cuatro reporteros gráficos que transitaron por ANCCOM: Magalí Druscovich, Tomás Borgo, Julieta Colomer y Daniela Morán.

“Hace unos meses –cuenta Hasenberg-, noté que no era posible dimensionar lo que pasaba porque era tan vertiginoso todo que resultaba efímero. Empecé a mirar las fotos que sacaban otros, y pasaba lo mismo, eran cientos todos los días. Así fui dándole forma a la idea de juntar las representaciones de cada sector, de cada sindicato, de las víctimas, un resumen con fotografías de todos”. Esas imágenes que veía en sus redes sociales, subidas por colegas y compartidas por amigos, fueron el desencadenante que la llevó a convocar a fotógrafos profesionales y aficionados a participar.

La muestra en su conjunto tiene el peso de un pueblo devastado. Ver juntas reiteradas imágenes de represión policial, reclamos salariales, protestas sociales por derechos avasallados, comedores sobrepasados de pibes con hambre, personas viviendo en la calle, escuelas y hospitales vaciados, no da lugar a otra cosa que no sea la interpelación. “Teniendo en cuenta que hay un sector hiperinformado y otro informado en forma mentirosa –señala Hasenberg- creo que tenemos que colaborar en que este velo se corra; es increíble el nivel de negación de ciertos sectores que aceptan que está todo maravilloso aunque no pueda comprar la leche para sus hijos.”

En la muestra hay imágenes de cuatro fotógrafos que pasaron por ANCCOM: Magalí Druscovich, Tomás Borgo, Julieta Colomer y Daniela Morán.

Durante meses se gestó la producción de la muestra de forma colectiva, con intercambio de mails entre los fotógrafos pensando posibilidades de impresión. Finalmente se decidió imprimir banners que se pudieran transportar y colgar fácilmente para llevarla a plazas y establecimientos públicos de todo el país sin mayores dificultades.

Luego surgió la posibilidad de compilar las fotos en un libro editado por la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Para Hasenberg, el armado del volumen, además de darle otro formato, servirá también como “material de formación para que les jóvenes puedan aprender las consecuencias de las políticas neoliberales”.

La muestra se inauguró el viernes pasado en la Facultad de Filosofía y Letras, donde también se realizó la presentación del libro, y seguirá hasta el viernes 11 de octubre. Luego será llevada a la Plaza Armenia el sábado 12 y a Plaza Unidad Latinoamericana en Almagro el domingo 13. El jueves 17 llegará a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Más adelante seguirá recorriendo el país.