Un banquete de película

Un banquete de película

La road-movie documental de La Renga, Totalmente poseídos, cuenta el motoviaje de más de cinco mil kilómetros de la banda, tras la pandemia, cuando presentaron por todo el país su último disco, “Alejado de la red”.

Motores, ruta, amistad y mucho rock and roll es lo que transmite Totalmente poseídos, el documental de La Renga, dirigido por su líder, Gustavo “Chizzo” Napoli, y Diego Stokelj. El filme muestra cómo un grupo de amigos –los integrantes de la banda– organizaron la vuelta a los escenarios después de la pandemia para presentar su disco “Alejado de la red”.

Atravesando todo el país con sus motos, como es su tradición, el grupo de amigos sigue buena parte de la Ruta 40 para ofrecer en distintos puntos del país sus clásicos “banquetes” (como se conoce popularmente a sus recitales). Así, desde Salta hasta Río Negro, se escribieron las páginas de un diario de viaje lleno de aventuras que parece no tener final.

Ezeiza es el kilómetro cero, donde la banda se reúne para gestar la idea de una gira federal y en moto trazando el mapa de la Argentina. Para emprender el camino planificado, preparan sus motos en distintos talleres mecánicos. Pueblos, montañas, valles, ríos y desiertos ilustran el viaje motorizado de más de cinco mil kilómetros para realizar cuatro recitales multitudinarios en Córdoba, Salta, San Luis y Río Negro.

Además de los diversos paisajes de nuestro país, los planos abiertos –que abundan en la película– van mostrando parte del itinerario de La Renga con la voz en off del propio Chizzo. Un punto alto del documental son los ensayos de la banda a orillas del Cañón del Atuel, junto con otras escenas donde se alcanza a apreciar la relación de amistad entre ellos.

La sonorización de la película incluye canciones nuevas producidas exclusivamente para ser escuchadas en las salas de cine. Los flamantes temas y toda la música fueron grabados y mezclados especialmente para poder ser reproducidos en todos los formatos de audio que brinda el cine, por eso Totalmente poseídos no sólo es para ver, sino para escuchar y sentir.

Producida y realizada por La Renga, Totalmente poseídos dura 93 minutos y se estrena el jueves 7 de marzo en cines de todo el país. Apta para mayores de 13 años.

La última banda de ruta

La última banda de ruta

La Renga tocó en Rosario y miles de personas viajaron a escucharla. Política y mística en una banda que pasó las tres décadas de vida.

El dólar está a $6,49 y Argentina todavía no le debe 45 millones de dólares al FMI. Es 10 de diciembre de 2013 y en el escenario montado delante de la Casa Rosada para festejar 30 años de democracia ininterrumpida suena La Renga. 

“Estamos muy contentos de estar acá, de que nos hayan invitado a participar del festejo de la democracia, los 30 años. Un honor para nosotros.”  

Ocho años después, el 5 de septiembre de 2021 Javier Milei ya tiene entidad pública en la escena política y mediática. En el acto de cierre de campaña en Parque Lezama de cara a las PASO legislativas, el entonces candidato a diputado sube al escenario con “Panic Show” y empieza: “Hola a todos, yo soy el león. Rugió la bestia en medio de la avenida. Corrió la casta, sin entender. Panic show a plena luz del día. Por favor, no huyan de mí, yo soy un rey de un mundo perdido.” 

Y La Renga, que en general no usa las redes más que para comunicar sus shows, le respondió por Twitter: “Entre nosotros existen lazos y sentimientos, no queremos tener un disfrazado de amigo hablando de la libertad.”

***

Es 19 de noviembre de 2022 y un micro más sale de alguna parte del país rumbo a Rosario para el banquete, toca La Renga. La última banda que sigue produciendo cartografía, que se nutre de la ruta y la rueda.

Rosario es la sede porque Tecnopolis quedó vetado para La Renga. Después de una invitación de las autoridades del predio, La Renga tenía programadas dos presentaciones: 20 y 27 de agosto. El municipio de Vicente Lopez, donde se ubica Tecnopolis, no accedió a otorgar el permiso correspondiente y los shows fueron cancelados antes de que comience la venta de entradas. 

La Renga debió moverse a Rosario. 24 de septiembre fue la fecha establecida. La cancelación esta vez fue porque La Playa de la Música, ubicada en el Camping del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, no estaba preparada para la cantidad de gente que se esperaba. En el medio, la banda tocó en Baradero y Montevideo.

 Ahora sí es 19 de noviembre y La Renga toca en el estadio   Marcelo Bielsa de Newell’s para más de 50.000 personas.

Pareciera que el dresscode es una remera de La Renga, un piluso y mínimo un tatuaje de la banda. Pero no hay dresscode. Es una fiesta popular. 

Son las 15:30 en el Parque de la Independencia y ya hay mucha gente. Pegado al cordón del lado de la calle, una fila de puestos de comida empieza a copar el boulevard Oroño. Enfrente pilusos, remeras y banderas sobre mantas. En el medio, la gente y las birras a 500 pesos la lata. Refrigeradas en cajas de telgopor con sello de portadoras de vacunas, como el último vestigio de un pasado a olvidar. 

Ya son las 19 horas, el boulevard está colmado. Una ola de gente cuyos límites están marcados por micros estacionados donde se pudo sobre el Parque de la Independencia. Me arriesgo: 400 micros. Me quedé corto. 

 Cada vez se escucha más fuerte la que nos sabemos todos y todas: 

 Vamos La Renga, con huevo vaya al frente

que te lo pide toda la gente

Una bandera que diga Che Guevara, un par de rocanroles y un porro para fumar

 matar un rati para vengar a Walter

que en toda la argentina

comienza el carnaval

 Entonces: micros, remera y piluso puesto, tatuaje, choris, birras, venta de remeras y pilusos para los y las desprevenidas, banderas, una estrofa pegadiza y un motivo aglutinante.

 Fiesta popular.

***

22:00 horas. La Renga sale a la cancha. Literal. El campo es el campo de juego del leproso. También literal, no hay separación entre la gente y el pasto del Marcelo Bielsa. Una alfombra con respecto a Baradero. La última vez que La Renga tocó en Argentina, lo hizo en el Balneario Municipal de Baradero, que era de tierra y el público de La Renga en Rosario lo recuerda porque estuvo ahí. 

El viaje es una victoria que se muestra en banderas. Sin repetir y sin soplar: Quilmes, Venado, Varela, Chaco, Formosa, Neuquen, Bariloche, La Rioja. Faltan algunos. Una bandera que diga Che Guevara, tu localidad y algún elemento de la banda. Otra bandera solo dice Tierra, Techo, Trabajo. 

La Renga toca como si fuese su debut. En 2019 cumplieron 30 años. 

“Chicas, chicos ahora vamos a tocar una viejita, espero que se la acuerden”

Claro. Nos acordamos: ¿Adónde vas, qué buscás en el frío de la noche? En tu andar, veo mi andar, y somos los mismos de siempre. 

Somos los mismos de siempre es la primera canción del primer álbum de La Renga: 1991.

Después de dos horas de fuego producto no de la quema de humedales, sino del calor, la humedad que cada un par de temas se hace lluvia, las 50.000 personas y la banda explotando cada momento de podo, Chizzo, el cantante, y la banda dejan el escenario. Se apagan las luces.

Pasaron diez minutos. Se prenden las luces. 

“Mañana es el Día de la Soberanía. Tenemos un río bellísimo, el Río Paraná y lo tenemos que cuidar para que podamos seguir hablando de la libertad”

Hablando de la libertad es el tema con el que cierra el show La Renga. 

“Queremos que haya igualdad para La Renga”

“Queremos que haya igualdad para La Renga”

“Rugió la bestia en medio de la avenida”. Alrededor  de mil quinientos seguidores de la banda de rock La Renga se concentraron el sábado en el Obelisco para exigir que el grupo musical pueda volver a tocar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ya que el 31 de mayo un informe policial no consideró viable su presentación en el Estadio Tomás Adolfo Ducó, del club Huracán. La banda no puede actuar en la ciudad desde 2007. Previo a la difusión del informe también se les canceló un show en San Juan, por lo que el banderazo se desarrolló en varios puntos del país.

El informe que establece no viable el recital lo dio a conocer el productor de la banda, José Palazzo, a través de la red social Twitter. Algunas de las problemáticas que aparecen detalladas son: “La venta de estupefacientes y alcohol, la falta de controles, baños colapsados, trapitos, incumplimiento con la ley de higiene y seguridad, salidas de emergencia, entre otras cuestiones”. También se indica que por ser la banda de rock de mayor convocatoria nacional se estima un público de 60 mil personas, y el estadio, según indica, tiene capacidad para 40 mil. El informe también hace referencia a los hechos ocurridos en Olavarría en el recital del Indio Solari.

La mitad de la Plaza de La República se llenó de aquellos que cantaban las canciones más conocidas y pintaban banderas. Pablo, encargado de organizar las previas de los recitales de La Renga, consideró que no quedan claras las razones por las que la banda no puede tocar, ya que las problemáticas que expresa el informe policial ocurren en otros ámbitos que no se ponen en discusión: «Los partidos los domingos se siguen jugando, las bandas internacionales siguen viniendo, y otras bandas de rock nacionales siguen tocando en la ciudad. Queremos que haya igualdad para La Renga. Esto es un trabajo para la producción y para familias que trabajan con ellos». También manifestó que no se les concede el autódromo Juan Gálvez de la Ciudad para presentarse, en el cual tocaron por última vez en 2007 para cien mil personas.

«El rock es cultura», declaró Javier, quien estaba pintando una bandera a lo largo de la plaza, antes de que se llenara de gente. És artista y antes de los shows expresa en pinturas lo que le generan las canciones. La tela, en este caso decía: «No somos cualquier público, somos especiales. Somos familia». Javier considera que no se le da lugar a La Renga por causas que representa la banda: «La Renga nunca estuvo con ningún gobierno, pero yo creo que el hecho de que haya tocado en el recital por los 30 años de democracia en 2013, y que se haya manifestado a favor de algunas políticas sociales tiene algo que ver».

En el caso de la provincia de San Juan, el recital se suspendió 29 de abril pasado. El secretario de Seguridad de la provincia había dicho previamente que la gente que moviliza La Renga tiene características similares a las que mueve el Indio Solari y que no podían disponer de un operativo de seguridad que controle la zona. En relación a estas argumentaciones, Javier vinculó la prohibición a que hace unos años la banda se manifestó en contra de las mineras en esa provincia. «La Renga apoya estas causas, como cuando tocó en el festival de rock junto a otras bandas en apoyo a los obreros de Zanon, la planta de cerámicos de Nequén que fue recuperada por sus trabajadores». El seguidor de La Renga también agregó que en Córdoba hasta ahora nunca hubo problema, y que siempre los dejaron tocar. El último recital allí fue el 6 de mayo último.

A alrededor de las 16 llegó al Obelisco un automóvil con parlantes en donde sonaba: “Soy el que nunca aprendió/ desde que nació/ como debe vivir el humano”. Se estacionó entre el monumento y la plaza. Los presentes cantaban y miraban como si hubiera un escenario de donde salía la música. Cristian, otro seguidor, estaba junto a tres amigos, escuchando. En diálogo con ANCCOM quiso hacer referencia a la actitud de la banda frente a las bengalas, ya que en el 2011, en un concierto al aire libre en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, un joven de 27 años falleció porque otro prendió una bengala, y se la dio en el cuello. «La banda muchas veces paró recitales cuando había bengalas prendidas, más que nada después de lo que pasó en Cromañon. Esa vez, ocurrió en la otra punta del autódromo, no se veía lo que pasaba».

Muchos seguidores se quedaron hasta tarde en el centro porteño. Tal fue el caso de Alejandra que llegó desde de Entre Ríos a apoyar a la banda: «Tengo mil historias con La Renga, vamos con mi hijo y mi marido. Mis vacaciones muchas veces las planeo según donde tocan ellos». Con su grupo de amigos también estaba Yolanda, de 46 años: «Estamos acá porque seguimos hace muchos años a La Renga. Hay mucha gente que no puede pagarse un pasaje y está esperando que La Renga toque en su ciudad». Sofía en cambio, de 16 años, pudo viajar a Córdoba al recital pasado: «Empecé a escuchar la banda a los siete, por mi papá y mi tío. En 2014 los fui a ver con ellos por primera vez, y ahora a Córdoba también fuimos juntos». Diego, escucha a La Renga hace 12 años, estaba en el Obelisco con su bebé y su mujer: «Estoy acá con mi familia. Quienes estamos acá nos vemos en todos los recitales. Sabemos cómo nos manejamos. Por eso decimos que somos ‘los mismos de siempre’ «, concluyó el seguidor.

 

Actualizada 14/06/2017