La FED no para de crecer

La FED no para de crecer

Finalizó la XI Feria de Editores. Cada año asiste más público y se realiza en un espacio más grande. Esta vez, no solo incluyó sellos de todo el país sino medio centenar de editoriales extranjeras.

La escritora mexicana Margo Glantz cerró la Feria de Editores.

El viernes 5 de agosto arrancó la XI Feria de Editores (FED) en el Complejo C. Art Media. Participaron 280 sellos editoriales, con charlas presenciales y virtuales junto a escritores, muchos de los cuales mantuvieron la bonita costumbre de  firmar ejemplares.  

Durante la mañana en el día de la apertura, se realizó una jornada solidaria, organizada en conjunto con la Fundación Hemocentro, Feria de Editores y la editorial Céspedes Libro, para promover la donación de sangre. Podría decirse que las y los lectores no solo llevan tinta en las venas.

Desde el año 2013, cuando se realizó la primera Feria de Editores, en FM La Tribu, donde participaron 15 editoriales pequeñas con la intención de mostrar sus libros y generar un espacio de encuentro entre lectores y editores, el evento fue creciendo en cantidad de participantes y de público. En 2018 se llevó a cabo en la Ciudad Cultural Konex, con más de 5.200 metros cuadrados, y alojó a 250 editoriales de todo latinoamérica sumando 11.000 asistentes en tres días. Al siguiente año volvió a batir récord de concurrencia con 14.000 visitantes.

Con la salida progresiva de las medidas pandémicas, en 2021 la FED fue la primera feria al aire libre donde se estima se recibió más de 16.000 personas. Este año, se triplicó el espacio debido a que las ediciones fueron variando en amplitud. Entre las 280 editoriales que participaron de la FED´22, entre 40 y 50 expositores llegaron desde exterior: México, España, Colombia, Perú, Chile, Brasil y Uruguay. En el caso de la Editorial Mirabilia, de Bogotá, esta fue su primera experiencia. Además, otros 50  sellos nacionales, viajaron más de 300 kilómetros para estar en la Feria. Desde Tierra del Fuego, Rosario, Córdoba, Mendoza, San Juan, entre otras provincias dijeron prsente. Los 360 puestos se distribuyeron por las calles internas del predio, nombradas con escritores argentinos. Así, caminamos por Hebe Huart, Ricardo Piglia, descansamos un rato en la indómita Sara Gallardo, y continuamos por Juan José Sáer, Juan Forn, Tamara Kamenszain. Cada puesto contó con su catálogo propio de libros disponible para consultar y estuvo atendido por sus propios editores,  quienes siempre van al encuentro con sus lectores. Además, se realizaron actividades en los espacios disponibles en los pisos superiores, y la terraza del complejo.

“Si lees, hay un libro para vos”, dice la consigna impresa en todos los carteles de la FED; y es cierto, cuento, novela narrativa, poesía, ensayo, filosofía, no ficción, pero también artes visuales, fotografía, libros ilustrados y diversidad de propuestas en textos infantiles, que incluyen libros en braile y sensoriales. También encontramos los llamados libros objeto, o artesanales, como Charco, editora artesanal de Berazategui. Sus libros se destacan por la impresión de las imágenes hechas con técnicas de grabado y por la forma en que se despliegan en direcciones distintas, hacia arriba y hacia los costados, con formatos no tradicionales. Las editoras Eugenia Lenardon y Laura Aluan Canselo señalan que el proceso de producción está pensado para realizarse de manera completamente manual, desde el armado de los cuadernillos, el entelado de las tapas, hasta la impresión de las imágenes, donde eligen especialmente las hojas, como una forma de potenciar los distintos lenguajes y miradas. 

No faltaron distintos tipos de fanzine, como los de Me Flipa. Se trata de un colectivo multidisciplinario de más de diez nacionalidades diferentes, que incluye artistas, ilustradores, fotógrafos, escritores, poetas, diseñadores que buscan a través de la autogestión y la autopublicación un espacio para comunicar y compartir su visión del mundo. Es el tercer año que participan de la FED.

Sobre la calle interna Tamara Kamenszain no faltó un espacio dedicado a las infancias, lleno de actividades recreativas. La Mini Fed contaba con una zona con almohadones para sentarse, relajarse y leer, con estantes bajos llenos de libros infantiles disponibles y mesas, bajo una estructura con forma de árbol. 

Escaleras arriba un buffet con café y medialunas para mojar y cerveza. Elige tu propia aventura.  Más arriba, en el entrepiso, tuvo lugar la firma de ejemplares por Peter Orner, el escritor estadounidense, seguido por el historietista, ilustrador, pintor y editor argentino Liniers. El sábado Julia Coria, Edgardo Scott, Cynthia Rimsky y Amara Moira, escribieron bonitas dedicatorias.

 Bajo el título «Deseo, realidad y escritura», conversaron el autor y psicoanalista Luis Gusmán y la escritora Paula Puebla en una de las actividades de la FED.

Se realizó la entrega del Premio a la Labor Librera que constaba de 350.000 pesos. La entrega del premio la realizó Librería El gran pez, ganadora de la edición anterior, que le pasó la posta a  Musaraña. En este sentido, Victor Malumian, cofundador de la FED, señaló que el trabajo de una librería excede ampliamente la mera venta de libros, ya que también comprende la difusión del pensamiento y la literatura, su propuesta cultural como centro de reunión y su relación con su comunidad. De esta manera, el premio funciona como una forma de aportar en problemáticas cercanas al sector.

No faltaron las charlas virtuales, ya disponibles en el canal Youtube: “Un océano de barcos hundidos”, con Tomas Litta, y las jóvenes poetas Daniela Ema Aguinsky y Nadia Sol Carmella y “¿Tiene el peronismo algo para aportar o ya fue?” con Ernesto Semán, Mariana Gené, Fernando Rosso y Cata de Elía.

Y también volvimos a las presentaciones y conversatorios en carne y hueso, entre otras:“Leer para vivir y vivir para leer“, con Peter Orner y Cecilia Fanti, “Lo infraordinario”, con Valeria Tentoni, Ana Negri, Jorge Fondebrider y “La emoción de las ideas, sobre el ensayo como práctica literaria hoy”, que estaba prevista con Eugenia Almeida, María Negroni y Betina González, pero la primera se ausentó debido a síntomas de covid. Pero lo cierto es que la caminata entre calles notables sin barbijo obligatorio sintetizó el retorno a la palabra viva. Esa que que nos hace sentir libres con  los libros. 

 

Un lugar para el encuentro

Un lugar para el encuentro

El complejo C Art Media será testigo de la vuelta de la Feria de Editores. Del 5 al 7 de agosto 280 editoriales podrán presentar sus catálogos y encontrarse con sus lectores y lectoras.

Vuelve la Feria de Editores del 5 al 7 de agosto. El complejo C Art Media abrirá sus puertas para recibir 280 editoriales y miles de personas. Se trata de una de las fechas culturales más importantes, un espacio pensado por editores para presentar su catálogo y reivindicar el vínculo con sus lectores y lectoras.

“Regresan las editoriales internacionales con sus editores y editoras”, indica el director de la FED, Víctor Malumián. En el evento conocido por su oferta variada que incluye ensayo, poesía, narrativa contemporánea, se encontrarán editoriales nacionales como Ediciones Godot, Sigilo, Eterna Cadencia, Limonero, Mardulce, Pequeño Editor, Alto Pogo, Corregidor, entre otras. Pero, además, en el sector +300 km, se encontrarán más de 50 editoriales pertenecientes al interior del país y 40 llegarán desde Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y España.

Nicolás Leyton, del sello chileno La Pollera, menciona: “La importancia de estos espacios es tremenda. Políticamente nos permite reunirnos a los independientes, argentinxs y latinoamericanxs, y poder conocer nuestros catálogos y buscar formas de colaborar y ayudarnos. Es realmente bien linda la manera colaborativa en la que opera este rubro”, dice y agrega: “Y para lxslectorxs es la posibilidad de conocer lo que se está publicando en las editoriales que de alguna manera le toman bien el pulso a lo que ocurre en el mundo. Acá muchas veces encuentras pensamiento crítico o voces nuevas de la literatura que todavía sus discursos no se han asentado o dado a conocer tanto”. Estepicursor, segunda novela del argentino Marcelo Vera, será la gran novedad que presentará la editorial trasandina.

“Aunque compartimos el mismo idioma entre un mundo editorial y el otro y solo estamos separados por un océano, hay un abismo”, señalan, por su parte, desde el sello español Barrett, Manuel Burraco Gaitán y Zacarías Lara Peláez, y agregaron que “sin la Feria de Editores, nosotros no podríamos estar viajando a Buenos Aires para presentar nuestro catálogo. Es cierto que nosotros ya hemos entrado en el catálogo de libros en Argentina pero al final este tipo de espacios nos da la oportunidad de poder viajar y conocer lo que sería nuestro público y también nuestros compañeros”.

La novela Panza de burro, de la canaria Andrea Breu, considerada autora revelación en España en 2020, será uno de los platos fuertes de Barrett, ya que, según los editores, llevan vendidos “más de 60 mil ejemplares, se ha traducido en más de 15 idiomas y está en marcha un proyecto para llevar a cabo una película.”

“Este año vamos a tener un espacio para recibir a la espera”, agrega Malumián. Ante el crecimiento exponencial que ha tenido la feria en los últimos años, desde la organización no solo buscaron un espacio más amplio, sino también intentan apaciguar la ansiedad de quienes desean ingresar. Por eso, la recepción contará con un café gourmet, dos magos, un recuerdo impreso por Prensa La Libertad y un pequeño libro gratuito, ilustrado por Mariana Ruiz Johnson y con textos sobre la espera de Margo Glantz, Leslie Kern y Tomás Litta, entre otros autores que participarán tanto del panel de firmas como en las conferencias. Estas últimas se desarrollarán en un esquema híbrido donde, más allá de las actividades presenciales que se desarrollarán en el barrio de Chacarita, algunas serán vía stream a través del canal de YouTube de la Feria.

De Leslie Kern justamente Ediciones Godot presentará Pasión por la ignorancia, mientras que otra novedad del mismo sello será Tetas, un ensayo de Florence Williams. De Kern, por su parte, llegará La gentrificación es inevitable y otras mentiras.

Los ejes temáticos de las charlas rondarán alrededor del ensayo hoy y la construcción poética; la obra de Wilcock; literatura, transfeminismo y trabajo sexual; el cambio climático y su transición ecosocial; la literatura del yo y los géneros anfibios; el límite entre ficción y no ficción, entre otros.

Pasaron 9 años desde que el proyecto se presentó con veinte mesas en el bar de FM la Tribu. La primera edición fue en la tormenta de Santa Rosa, la gente comenzó a llegar cuando el agua bajaba. Malumián comenta: “La necesidad detrás de eso estaba en que las editoriales más pequeñas, como Godot y los colegas y las colegas que nos acompañaron ese día, no teníamos la posibilidad de tener feedback directo de lectoras y lectores, no podíamos por tamaño entrar en las ferias más constituidas del circuito y, en algún punto, necesitamos un espacio propio donde empezar a jugar e interrelacionarnos entre los colegas y las colegas y con los lectores y las lectoras”.

Hoy, la propuesta sigue siendo la misma: estar en contacto directo con los lectores y las lectoras de los libros que publican, pero las problemáticas del sector son muchas y variadas. Ante la incertidumbre económica y el insumo de papel dolarizado, se suma la no estabilidad de los precios de imprenta y los incentivos que llegan devaluados. Marcos Gras, editor de Santos Locos, cuenta: “No hay previsibilidad, no hay manera de hacer rendir el dinero que se gana en lo inmediato, hay que apelar a mucha maña y mucha astucia para poder mantener un catálogo vivo, colgado, activo y editando. No producimos objetos de primera necesidad, hacemos libros. No producimos un objeto masivo, hacemos libros. No podemos tener un libro que salga más que cualquier otra cosa de primera necesidad”.

A esta situación argentina, se suman problemáticas transversales, como la dificultad en la circulación entre países y la competencia con editoriales transnacionales. Julia Ortíz, editora de Criatura -un sello uruguayo que participa desde la primera edición en la FED-, dice: “Es insólito que no haya libre circulación de libros entre Uruguay y Argentina, y que para llevar libros de Uruguay haya que marcarles precios de venta al público similares a los libros importados de Europa”.

En este sentido, Gras agregó: “Lugares como la FED, armadas con tanta antelación, meticulosidad, generosidad y con tanto conocimiento de lo que es tener una editorial autogestiva e independiente en la República Argentina, se hacen muy necesarios”.
La mujer desnuda, de Armonía Sommers, con ilustraciones de Caro Ocampo y prólogo de Gabriela Borrelli, será una de las apuestas fuertes de Criatura, junto a “la primera novela de Leonor Courtoisie, joven actriz, poeta y dramaturga que escribe una obra insolente sobre la gentrificación de un barrio y la precariedad laboral de una mujer de 30 años”, dice Gras. Además, publicarán un libro de crónicas de Manuel Soriano, Las cosas que veo, que son, según la editora, “crónicas muy centradas en la música, el cine y la literatura” en la que “el autor devela su mirada sobre una Montevideo algo melancólica y ácida”.

Con entrada libre y gratuita, la jornada comenzará el viernes a las 14 hs con la entrega del premio a la Labor Librera, un incentivo económico que tiene como objetivo reconocer el trabajo de las librerías de todo el país que se focalizan en tareas de difusión y dinamización del pensamiento y la literatura. Desde Parque Patricios, Vuelvo al Sur se presenta como candidata y una de sus propietarias, Tamara Zefaratti, afirma: “Somos el puente principal entre las editoriales y los lectores y las lectoras. Los libros son un objeto, funcionan como vínculo, pero como objeto en sí lo podés comprar en cualquier lado. Lo que hace que ese objeto se vincule y tenga esa connotación más amorosa, es cuando se da con el barrio, el librero y los lectores”.

Se podrá asistir a la FED los días 5, 6 y 7 de agosto en el C Complejo Art Media, ubicado en avenida Corrientes 6271, CABA. Ya se puede consultar la programación en la web. Además, el día viernes, la feria contará con una posta para la donación de sangre del Hemocentro de Buenos Aires, solo es necesario completar el siguiente formulario.

Una feria virtual, pero bien real

Una feria virtual, pero bien real

La 9ª Feria de Editores (FED) será virtual. El evento reunirá a más de 160 editoriales de Argentina y América Latina y se llevará a cabo los días 7, 8 y 9 de agosto de 18 a 20 horas a través del sitio web de la FED. En esta versión, adaptada a tiempos de pandemia, los lectores podrán hacer un recorrido  virtual por cada sello editorial y ponerse en contacto con los editores. La novedad este año: librerías y distribuidoras se suman para completar el circuito del libro. Además, quince charlas con autores y referentes de la actualidad cultural serán transmitidas en vivo a través del canal de YouTube de la FED.

Algunas de las editoriales que estarán presentes en la FED virtual son Ediciones Godot, Mardulce, Alto Pogo, Limonero, Gourmet musical, Galeria Editorial, Caja Negra, Editorial Leteo, Pequeño editor, entre otras. Además, las autoras francesas Mathilde Ramadier y Anaïs Depommier contarán los procesos creativos para una biografía ilustrada; la cineasta y guionista brasileña Anna Muylaert tratará el panorama político y cultural brasileño. Luis Chitarroni, Martín Kohan, Karina Galperin y Santiago Kalinowski, también serán parte de los debates.

La FED es un encuentro que invita a los lectores a descubrir nuevos sellos y conversar con los responsables de sus editoriales preferidas. Desde su primera edición, en 2013, fue creciendo año a año hasta consolidarse como un evento cultural que marca el pulso del mercado editorial en la región. Víctor Malumián es editor en Ediciones Godot, un sello que publica textos de no-ficción, cuentos y novelas gráficas, entre otros géneros. Junto a Hernán López Winne dirige y organiza la FED en Buenos Aires.

“Los cambios fueron necesarios, más que obligatorios –señala Malumián-. En esta edición hay cierta federalización del contenido. Pensar en torno a cómo hacer más accesibles los contenidos me parece interesante. Otra cosa que creo interesante del contexto es que motivó a un montón de editoriales a digitalizar sus catálogos. Hay un montón de nuevos tipos de accesos que se dan cuando digitalizás los contenidos”.

Esto reabre el debate sobre la coexistencia de soportes en el mundo del libro. Malumián afirma que “evidentemente hay algo de la experiencia que se pierde” pero “la historia de la edición nos muestra que los formatos han convivido durante muchos años y nunca un desplazamiento fue radical ni abrupto”. Y asegura que el futuro del mercado editorial estará marcado por “una tríada entre experiencia de lectura, mercado, es decir la capacidad de acceder o no a ese contenido, y el contexto de lectura”.

En torno a la decisión de incorporar a las librerías a la Feria, Malumián argumenta que “tiene que ver con entender el mundo del libro como un ecosistema” en el que confluyen actores interdependientes: “En un momento donde la estamos pasando mal todos, creo que tenemos que tener un tipo de gesto para con las partes que nos rodean  y que hacen posible que el libro exista, circule y sea leído. Este año ampliar ese trabajo tuvo que ver con la idea de que cada editorial elija una librería y que ella sea la que ejecute la venta”, agrega.

Otra de las editoriales que participaran de la FED es Limonero, un sello fundado en 2014 por Luciana Kirschenbaum y Manuel Rud, especializado en publicación y difusión de libros ilustrados para pequeños y grandes lectores. En 2019 Limonero recibió el premio a la Mejor Editorial de América Latina, otorgado por la Bologna Children’s Book Fair. Dado el valor estético que llevan las publicaciones de esa casa editora, Kirschenbaum cuenta que algunas modificaciones en la cadena de comercialización durante la pandemia “impactaron fuertemente”, pero también logró extraer “algo positivo”: “Hubo bastante venta en nuestra tienda online. Quizás, con los niños en casa, había algo más de tiempo para compartir lecturas, buscar nuevos libros, y, por ponerle una pincelada optimista al asunto, nos ayudó”.

De cara a la FED virtual, Kirschenbaum sostiene que “todos están haciendo su mejor esfuerzo para mantener el vínculo con los lectores. Las ferias son fundamentales. A la FED vamos especialmente los editores y ahí tenemos un pulso directo de los intereses de los lectores, las repercusiones de las novedades. Ahora estamos imprimiendo y confiamos en que vamos para adelante. Ojalá el año que viene podamos tener el cara a cara con los lectores”.

Galería Editorial es otro de los sellos que participarán. Desde 2011 Matías Duarte y Ioni Scheines ubican su línea editorial en una zona limítrofe entre la historieta, el humor gráfico y la ilustración. Algunos de sus títulos más conocidos son “¿Dónde está Perón?”, “Google Poético” y “Enciclopedia Mundial del Coso”, su último lanzamiento.

Duarte y Scheines aseguran que no registran modificaciones en sus formas de editar: “No vivimos con melancolía este momento. Tampoco es que nos afectó en cambios de edición. Hacemos tiradas que no superan los 1.500 libros. O sea tampoco planeamos hacer un bestseller. No vivimos buscando eso, no es nuestro objetivo”.

En cuanto a la virtualidad de la FED afirmaron estar un poco más preocupados: “Nuestros libros, todos, son distintos entre sí. Cada vez que queremos hacer un libro nuevo pensamos un formato y adaptamos todo el libro a la idea. Por ende, terminan siendo todos objetos distintos. Y para nosotros es clave que la gente interactúe con ellos porque ahí es donde el libro garpa. Si vos encontras en una librería cualquiera de nuestros libros te llaman la atención. Y ahí marcamos la diferencia. Por eso lo virtual nos juega un poco en contra”, comentan.

Sobre la actualidad del libro y las implicancias que la pandemia tuvo en el sector, el traductor, escritor y editor de Editorial Leteo, Christian Kupchik, arroja una reflexión acertada: “Es inevitable tener que asumir la digitalización como una herramienta más de llegada a los lectores. Nosotros al menos defendemos muchísimo el libro en papel. Creo que es un formato, un soporte, que se va a mantener  vigente, que llama a cierto fetichismo en muchísimos lectores. La prueba está en que comparados con otros soportes electrónicos, por ejemplo la música o el cine, el libro en papel aún resiste. Y creo que forma parte de un arte, de una manera de leer, de un tiempo que no va a poder ser erradicado tan fácilmente”.

 

La persistencia del libro

La persistencia del libro

Cada año, la Feria de Editores Independientes debe mudarse a un lugar más grande. Esta vez, llegó al Konex.

La Ciudad Cultural Konex abre sus puertas a la octava edición de la Feria de Editores Independientes (FED) que comienza el viernes 2 de agosto y se extenderá hasta el domingo 4 de 14 a 21. A pesar de la crisis que golpea al sector editorial, la FED continúa de pie y apuesta a la comunión entre lectores, periodistas, escritores, libreros y editores de varios países abocados a un estilo de publicaciones distintas a las convencionales. De entrada libre y gratuita, la feria contará con invitados que brindarán diversos talleres y charlas aptas para todo público.

Un mercado golpeado por la recesión

De acuerdo al informe publicado por el Observatorio de la Universidad de Buenos Aires (OUBA), dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras, en los primeros meses del año la industria editorial argentina sufrió la peor crisis de su historia, vinculada al presente de inflación, devaluación y retracción del consumo. «En lo que va de 2019 se generaron 22,6 millones de ejemplares. Esto muestra una pérdida de un cuarto de tirada promedio para la edición general argentina», señaló en ese informe Adrián Vila,  especialista en Políticas Editoriales de la Universidad de Buenos Aires.

En el mismo informe, Américo Cristófalo, vicedecano de la Facultad de Filosofía, traductor, y editor de Paradiso, había indicado: “El libro es un objeto suntuario y en toda situación económicamente recesiva es una de las primeras materias que cae en el mercado y una de las últimas en recuperarse”.

Víctor Malumian, director editorial de Ediciones Godot, uno de los sellos que participará de la FED y que ha publicado autores como Michel Onfray y Walter Benjamin, sostiene que “el mercado del libro se viene reduciendo continuamente desde que llegó este gobierno. En el 2013 la lectura promedio era de 3 libros por persona y hoy es de 1.3”. Y agrega: “Las políticas económicas que ha tomado Mauricio Macri han reducido el salario real de los ciudadanos, lo que provoca que haya mucha menos inversión en actividades culturales”.

El promedio de lectura en el país bajó, en el último año, a 1,3 libros por habitante. En 2013 era de 3 por persona.

La Cámara Argentina del Libro (CAL) contabilizó, desde 2016, el cierre de 35 pequeñas librerías y otras 30 que han liquidado sucursales, fueron absorbidas por cadenas o achicaron sus espacios y nómina de empleados por el aumento de alquileres y servicios. “Afortunadamente contamos con un ecosistema de librerías y editoriales muy diverso y arraigado culturalmente que permite que la debacle no sea aún mayor”, asegura Ezequiel Fanego, director editorial de Caja Negra, otro de los sellos de lujo presentes en la FED y que ha publicado, entre otros, a Eric Sadin, Mark Fischer y “Bifo” Berardi.

Dentro de ese lote de editoriales figura Leteo. Para uno de sus editores, el poeta Christian Kupchik, el mercado del libro se encuentra en un estado paradojal: “Si nos atenemos a los límites que sugiere el significante ‘mercado’, el paisaje aparece como catastrófico. Pero, al dar tres pasos a un costado, el panorama llama a sorpresa. El libro sigue encontrando signos de una insólita vitalidad a partir del impulso y la energía creadora de una enorme cantidad de agentes que renuevan el interés y reinventan el sentido de la palabra escrita”, declara.

Los países limítrofes presentan una realidad diferente. En Uruguay, el mundo editorial es seguro y estable: “Nosotros no hacemos libros explosivos ni coyunturales, así que el tipo de literatura que ofrecemos tiene un público lector constante, que no sufre los vaivenes de la economía ni de las modas. El problema histórico es el techo bajo por ser un mercado reducido”, explica Julia Ortíz, editora de Criatura, que presentará sus novedades en la FED.

Desde 2016, cerraron 35 pequeñas librerías.

Del otro lado de la Cordillera de los Andes, la explosión editorial ha beneficiado al mercado del libro chileno. “El aumento de la bibliodiversidad, sobre todo en el mundo de la edición autónoma e independiente, ha generado un interés masivo por los libros y por la generación de ferias alternativas gratuitas”, describe Guido Arroyo, editor de Alquimia, otra casa editorial que le dará el toque internacional al evento en el Konex. “En Chile lo que falta es democratizar los accesos al libro porque existen muy pocos puntos de venta. Es un país que tiene escasas librerías que tienden a fracasar económicamente y, a su vez, están concentradas en determinadas comunas”, afirma.

Simón Érgas, escritor y editor chileno de La Pollera Ediciones y uno de los invitados al evento, manifiesta que en su país se vio “una transformación que partió a principio de esta década con las editoriales independientes y principalmente con La Furia del Libro, que las reunió y las hizo ser conscientes de su existencia y sus posibilidades. Esa reunión luego formó un gremio que se relaciona con el Estado al mismo nivel que las trasnacionales”.

Políticas públicas para sobrevivir

“Las políticas públicas son fundamentales en función a la cultura de un país. No sólo se trata de que los editores podamos sobrevivir sino de que a los adultos y niños les llegue literatura de calidad, que les amplíe horizontes y los enriquezca. Es esencial que sigan las compras públicas para que los libros arriben a todos los rincones del país”, ratifica Luciana Kirschenbaum, directora de Limonero, editorial de libros ilustrados, premiada como la mejor de América del Sur y Central en el rubro literatura infantil, durante la última Feria del Libro de Bologna, Italia.

Ezequiel Fanego analiza que “en este momento de extrema fragilidad, lo más necesario es tomar medidas que atenúen los efectos negativos que la economía nacional está teniendo sobre las industrias. Puntualmente, todo lo que contribuya a bajar costos y contrarrestar la caída en las ventas como medidas impositivas”. “Estaría muy bueno que brinden una serie de créditos, tanto para las imprentas, para actualizar su maquinaria, como para los editores así podrían comprar papel o derechos”, asegura Víctor Malumian.

Por su parte, Kupchik considera que “el libro y el trabajo cultural deben ser considerados parte de una política pública. Para ello habría que comenzar por un Estado que asuma su rol de pensar en el bien público y actúe en consecuencia”.

 El rol democratizador de la FED

La Feria de Editores ofrece un espacio para los pequeños y medianos sellos con una producción más artesanal y tirada acotada, como un lugar de intercambio para relacionarse dentro del rubro. “Esta feria posibilita la condensación de los libros publicados por editoriales independientes que no se encuentran en todas las librerías. Es una oportunidad de descubrir nuevos títulos, nuevos perfiles editoriales o de adquirir algún inhallable”, enuncia Lucía Tennina, profesora de Literatura brasileña en la UBA e investigadora de CONICET. Y complementa: “Es clave que se le dé importancia al libro desde un punto de vista cultural y no marketinero”.

Coincide con lo dicho Simón Érgas, de La Pollera Ediciones: “Es una especie de encuentro entre la curiosidad del lector que busca en lo desconocido, y nosotros que estamos aquí, en otro país, con autores que no tienen un nombre a este lado, pero por lo mismo son una novedad. Además de encontrar una literatura no comercial, experimental o más atrevida en algunos aspectos, el lector puede conversar con la gente que hace los libros”, finaliza. Entre los invitados a la Feria que participarán de paneles y charlas se encuentran la ensayista Beatriz Sarlo, el lingüista Santiago Kalinowski, la escritora colombiana Margarita García Robayo y el escritor brasileño Ferrez, referente del Movimiento de Literatura Marginal de ese país.

Para Luciana Kirschenbaum, de Limonero: “Las ferias grandes, por el costo, las características y la duración hacen realmente muy compleja la participación”. La FED permite una comunicación amplia y fluida. Bajo esta misma óptica, Kupchik de Leteo sintetiza: “Es una respuesta auténtica y valiosa a las necesidades editoriales ante una actividad que es asimilada como un valor depreciado y superfluo por las leyes del mercado”.

Una vez más, la Feria de Editores independientes viene a acortar la distancia entre el libro, como producto, y el lector, como consumidor pasivo, para unirlos en un escenario donde la interacción constante es leitmotiv. Toda la programación se encuentra en el sitio feriadeeditores.com.ar

 

 

 

Las editoriales independientes resisten y exponen su presente

Las editoriales independientes resisten y exponen su presente

A pesar de las dificultades propias del sector, la Feria de Editores se mantiene más viva que nunca. Este año, la cita comienza este viernes 10 y sigue durante el sábado y el domingo, de 14 a 21 en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131, CABA). En su séptima edición, el evento que nuclea a más de 250 editoriales independientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y México, contará con charlas y talleres abiertos al público, entre otras actividades.  Tal como sucede con la industria y el consumo en el país, la situación que está atravesando el mercado editorial es muy compleja.

Crisis en el sector

Leonora Djament es la directora editorial de Eterna Cadencia. Sostiene que “las ventas cayeron por segundo o tercer año consecutivo, en algunos casos acumulando caídas promedio de un 25%”. Según el Informe de producción del libro argentino que elabora anualmente la CAL (Cámara Argentina del Libro), la producción de ejemplares es un 60% menor que en 2014.

La gran devaluación sufrida este año en pocos meses, sumada a la inflación que se proyecta este 2018 en torno al 30%, repercute de manera directa en los insumos. “El precio del papel (que cotiza en dólares) subió por encima de la inflación anual, y la cartulina que se utiliza para las tapas (que es importada porque no se produce en el país) incrementó su valor en un 145%”, advierte Djament.

Por su parte Ariel Shalom, escritor, traductor y editor en Dedalus, afirma que “al menos para los sellos pequeños como el nuestro, se vuelve muy complicado.  La caída en las ventas es notoria desde, por lo menos, 2016”. Entre las mayores dificultades, Shalom también destaca el costo de imprenta, el cual “es vital y ha aumentado muchísimo en los últimos tiempos”, cierra.   

En la misma línea Ricardo Romero, escritor y editor en Aquilina, reconoce que el sector siempre estuvo en tensión, aunque “en los últimos años, la apertura indiscriminada de las importaciones y el cese de programas estatales de apoyo al libro, lo han llevado a una crisis en la que todas las partes estamos afectadas: imprentas, editores, distribuidores, libreros y, por supuesto, autores y lectores”, enumera.

Un Estado que no lee

Fuerte devaluación, creciente inflación, apertura indiscriminada de importaciones,  son sólo algunos de los escollos que deben afrontar las editoriales. Por dar otro ejemplo, la política de compra de libros por parte del Estado había logrado un gran impulso a partir de la sanción en 2006 de la Ley Nº 26206 de Educación Nacional, la cual define en su Artículo 91 que “El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (…) fortalecerá las bibliotecas escolares existentes y asegurará su creación y adecuado funcionamiento en aquellos establecimientos que carezcan de las mismas”. Esta política de adquisiciones fue suspendida en su totalidad por el macrismo.

Pero entonces, ¿existe alguna política de auxilio hacia la industria editorial? Antes de responder, Romero hace una aclaración: “La palabra auxilio no me gusta porque creo que una presencia paternalista del Estado no soluciona nada. La compra masiva de libros puede ser un gran apoyo a la industria, como lo fue en años anteriores, pero es pan para hoy y hambre para mañana si no hay políticas estructurales que pongan a la lectura y a la escritura en un lugar central de la educación”, define.

Shalom, desde la propia experiencia de Dedalus, sostiene: “Hay algunos subsidios para editar a autores locales, pero como nuestra área es la traducción no estamos muy al tanto: nos manejamos principalmente con subsidios de países extranjeros (que también han reducido su presupuesto, como es notorio en el caso de Francia)”.

Coincide con lo antedicho Djament, de Eterna Cadencia: “No hay por el momento, desde el gobierno, políticas integrales de ayuda al sector. Por otro lado, sólo puede recuperarse la industria editorial en el marco de una recuperación del consumo en general y de una reactivación de la actividad económica y cultural en el país”.

Desafíos de cara a la Feria

Ante este panorama, parece difícil sostener algún tipo de esperanza. Para Romero el desafío sigue siendo el mismo de siempre: “Ampliar el mercado, llegar a más lectores, adaptarnos y comunicar más y mejor. La crisis es dura, y sin embargo nunca se vieron en Argentina tantas editoriales trabajando con tanta profesionalidad e imaginación como ahora. Esa ebullición editorial necesita su público, y eso es algo de lo que podemos y tenemos que hacernos cargo. La Feria de Editores es un gran paso en ese sentido”, reconoce ilusionado.

Son tiempos que exigen más que nunca imaginación y alternativas viables. Shalom afirma en ese sentido que Dedalus sigue subsistiendo a pesar de la crisis “gracias a la implementación de algunas estrategias de emergencia, como por ejemplo imprimir por nuestra propia cuenta a bajísimas tiradas y aportar nuestro trabajo como traductores a precios irrisorios para lograr sacar adelante el sello”.

Djament se manifiesta expectante de cara a la Feria: “Primero por el gran trabajo que vienen realizando Víctor Malumian y Hernán López Winne para que esto sea posible y para que cada vez sea más profesional, más sustancioso y más provechoso para todos. Por otro lado, porque juntarse con los colegas siempre es una fiesta. Finalmente porque el encuentro con los lectores es un momento único donde se puede conversar sobre el catálogo y compartir diferentes ideas sobre los libros”, asegura.  

Dedalus, al igual que Eterna Cadencia y Aquilina, van a tener su stand. “Todas las ferias siempre son una gran oportunidad de contar con dinero inmediato y sin las comisiones de las librerías. Esta Feria se convirtió en los últimos años en la feria independiente más importante del país. El público sabe que va a encontrar ofertas importantes y tal vez eso fomente un mayor consumo”,  cree esperanzado Shalom.

Se viene una nueva Feria, y se viene como apunta Romero un nuevo foco de resistencia: “No sólo ante la crisis actual, sino  también frente al centrifugado constante al que está sometida nuestra cultura”.

En esta edición, entre las principales figuras que dirán presente estarám la filósofa eslovena Renata Salecl, el escritor mexicano Eduardo Rabasa, el autor portorriqueño Eduardo Lalo, y la escritora argentina Liliana Villanueva. Además, habrá una mesa especial compuesta por los mejores autores de ficción de América Latina menores de 40 años, distinguidos en la antología Bogotá39.

Entre las editoriales participantes se encuentran: Ediciones Godot, Fiordo, Entropía, Sigilo, Musaraña, Aquilina, Mil Botellas, Blatt & Ríos, Dedalus, Limonero, Ediciones del Zorro Rojo, Eterna Cadencia, Adriana Hidalgo, Gourmet Musical, Beatriz Viterbo, La Bestia Equilátera, y Alto Pogo.