Bananazo contra la importación

Bananazo contra la importación

Productores de Formosa, Jujuy y Salta regalaron 30 mil kilos de bananas en la Plaza de Mayo para protestar por la importación “indiscriminada” y a bajo precio que atenta contra las economías regionales. “Vinimos a Buenos Aires para hacer visible esta realidad: la crisis de la producción bananera en la Argentina, causada por el ingreso masivo de bananas extranjeras baratas o en épocas de cosechas nuestras”, explicó Pánfilo Ayala, director de la  Federación Agraria Argentina (FAA) de la Laguna Naineck, Formosa, a ANCCOM.

Ayala subrayó que los productores exigen que “el Estado intervenga en el cupo de ingreso de la banana extranjera”. Y precisó: “A los productores de las provincias de Salta, Formosa y Jujuy nos están pagando la banana a $1.50 el kilo. Con ese precio no estamos cubriendo ni siquiera el costo de valor de producción y no podemos seguir existiendo como sujetos agrarios de la producción  bananera”.

Hombre comiendo una banana en primer plano de fondo mucha gente concentrada.

Productores de Formosa, Jujuy y Salta regalaron 30 mil kilos de bananas en la Plaza de Mayo.

Después de las protestas del “yerbatazo”, los “verdurazos”, y el “pescadazo”, la Plaza de Mayo fue escenario de una nueva movilización de un sector golpeado por el modelo económico. Esta vez, los productores entregaron tres kilos de banana por persona para alertar sobre la necesidad de limitar la importación.

“Hemos agotado todas las posibilidades de comunicarle al gobierno lo que venía pasando, no pudimos acercarnos a aquellas  personas que deben tener una decisión política para regular la importanción”, le dijo Gladys Asselborn, directora de Alimentos Mita, a esta agencia.

Dos mujeres sostienen una bolsa en la que están colocando un manojo grande de bananas.

Los productores entregaron tres kilos de banana por persona para alertar sobre la necesidad de limitar la importación.

Si la intención de los productores consistía en llamar la atención lograron su objetivo. Desde las 5:00 de la mañana comenzó a formarse una larga fila de personas para llevarse una bolsa de bananas. La entrega comenzó a las 10:00. Muchas de ellas se enteraron del “bananazo” por la radio o por la televisión,  otros  de manera casual, camino a su trabajo.

“Me enteré por la radio. Suelo comprar y comer mucho esta fruta, por eso aproveché en venir a buscar las bananas gratis que entregan a modo de protesta. Hice la cola enseguida, no tuve que esperar demasiado, y me entregaron la fruta sin mayores inconvenientes”, explicó Sofía.

En primer plano un cajón de bananas en el que se lee: "bananas argentinas" y en segundo plano se ven las manos de hombres repartiendo bolsas de bananas arriba de un camión.

Desde las 5:00 de la mañana comenzó a formarse una larga fila de personas para llevarse una bolsa de bananas.

Gastón también se sumó a la larga fila. “Vengo desde Nuñez, me enteré por la televisión. Vengo a buscar las bananas sobre todo para mi abuela que las necesita por los huesos. Me parece lamentable la medida de los productores, estas acciones te demuestran que el mercado está depresivo, que a la gente no le alcanza la plata. Están matando todas las economías regionales”, advirtió.

Los productores de la Federación Agraria Argentina (FAA) repartieron volantes con una breve historia de las diferentes etapas de la crisis del sector. “Desde el año 1990, el aumento indiscriminado de bananas importadas produjo la disminución de ventas de frutas argentinas en desmedro de las plantaciones nacionales. Se disminuyó la superficie de cultivo en un 60 por ciento sin que ningún gobierno haya realizado hasta la actualidad acción alguna para impedirlo», explicaron.

En primer plano se ve a un hombre sosteniendo con su mano en alto un manojo de bananas y con su otra mano sostiene un papel en el que se lee: "consuma bananas argentinas"

Los productores de la Federación Agraria Argentina (FAA) repartieron volantes con una breve historia de las diferentes etapas de la crisis del sector.

“Pretendemos que el presidente Mauricio Macri tome nota de esta situación.  El consumidor hoy está abonando $25 el kilo en la verdulería, mientras que el productor a su vez apenas recibe $1.50 por lo que produce en las chacras”, razonó Agustín Pizzichini, productor de Córdoba y vicepresidente segundo de la FAA.

Un señor recibiendo una bolsa blanca con bananas dentro de la misma, de fondo mucha gente con bolsas de bananas en sus manos.

“Vinimos a Buenos Aires para hacer visible esta realidad» explicó Pánfilo Ayala, director de la Federación Agraria Argentina de la Laguna Naineck.

Actualizada 03/08/2017

Semillas en el Congreso

Semillas en el Congreso

Un debate con casi dos décadas de historia comenzó a dibujar un nuevo capítulo en el Congreso Nacional. Después de varios meses de idas y vueltas, el gobierno finalmente presentó en el Parlamento el proyecto de modificación de la Ley de 20.247 de Semillas y Creaciones Fitogenéticas. La iniciativa, con eje central en la reforma del artículo 27 de la normativa vigente desde 1973, actualiza la polémica por el uso propio y gratuito de la semilla. Sin embargo, todo indica que la discusión en el recinto quedará postergada para 2017, según estimó el presidente de la comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, el massista Gilberto Alegre.

Tras medio año de misterios, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, presentó el 13 de octubre la iniciativa oficial que propone habilitar a los obtentores de la variedad vegetal (quienes obtienen una nueva semilla) a reclamar el pago de regalías por las tres primeras multiplicaciones. Además, el proyecto contempla que, luego de las tres primeras cosechas, las empresas semilleras podrán reclamar, sin límites establecidos, en caso de que el productor incremente la cantidad de semillas plantadas con respecto a la primera cosecha. Esta reglamentación regirá para los productores que tengan una facturación mayor a tres veces el monto correspondiente a la categoría más alta de monotributista, y será puesta en práctica por el Instituto Nacional de Semillas (INASE), órgano oficial de aplicación de la ley.

Además de este proyecto, hay otros cuatro ingresados al Congreso. La Federación Agraria Argentina (FAA), la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y el Frente Renovador impulsaron sus propias iniciativas.

En diálogo con ANCCOM, Alegre aseguró que el debate dentro de la comisión de Agricultura comenzará en las próximas semanas, pero puso en duda que la iniciativa se apruebe en este período legislativo.

“Hay que modificar las reglas de juego. Y terminar con el Estado ausente”, subrayó Alegre al aludir a la denuncia por cobro de regalías ejecutadas ilegalmente por la multinacional Monsanto a principios de este año. “Debemos fortalecer el control del INASE, para incentivar la investigación y el desarrollo de las empresas semilleras nacionales”, puntualizó.

Otro de los puntos que incluye el proyecto firmado por la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y Buryaile es la conformación de un nuevo directorio para administrar y dirigir el INASE. De aprobarse el proyecto, el organismo tendrá igual cantidad de asientos para representantes de organismos públicos como para los provenientes de instituciones privadas de los distintos sectores relacionados al comercio de semillas.

Eigidio Mailland, presidente de CONINAGRO, aseguró que la Confederación tendrá representantes tanto en el INASE como en la Comisión Nacional de Semillas (CONASE). Además, coincidió en que el derecho al uso propio debe ser oneroso. “Le reconocemos un canon al derecho de propiedad, pero obviamente queremos participar del debate sobre cómo se arbitra el precio de ese canon”, completó. El mes pasado, CONINAGRO presentó ante el presidente Mauricio Macri las necesidades y demandas del agro, en el marco del aniversario número sesenta de la Confederación. “Si bien estamos abiertos a discutir, coincidimos en el proyecto presentado por el Gobierno”, le explicó a esta agencia.

Quienes tiran la soga del otro lado del derecho al uso propio y gratuito de las semillas son las empresas desarrolladoras de las variedades vegetales. Estas compañías (Nidera, Monsanto, Syngenta) se enmarcan en los derechos de obtentor de variedades vegetales (DOV), y en el acuerdo UPOV 78’, al que Argentina adhirió en 1994. La Unión internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales actualizó el acuerdo del 78’, más flexible en cuanto a los derechos de propiedad intelectual, a un nuevo convenio dictaminado en 1991 y que hace peso del lado de los obtentores en la balanza de la renta. Miguel Rapela, director ejecutivo de la Asociación de Semilleros Argentinos, consideró “irrealizable” la idea de adherir al acta de 1991.  “El debate es imposible de plantear en el Congreso, aún para explicar de qué se trata, cosa que pocos saben y que nadie se interesa en entender. El proyecto del oficialismo deja bien claro que Argentina seguirá adherida al “Acta de 1978”, dijo en diálogo con ANCCOM.

Dentro de la modificación al artículo 27, el proyecto oficial mantiene la excepción para los productores inscriptos en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF), así como para los pueblos originarios.

Diego Montón, representante del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) -miembro del Consejo de la Agricultura Familiar Campesino Indígena (CAFCI)- entiende esta excepción como una trampa para mantener a este tipo de agriculturas al margen de la economía y seguir por el camino de la privatización. “Las semillas son patrimonio de la humanidad, no se puede aceptar que una empresa reclame la propiedad privada sobre ellas”, le explicó a esta agencia.

La presentación del proyecto por la modificación de la Ley de Semillas se produjo casi en paralelo a la desarticulación de la Secretaría de Agricultura Familiar, motor de asistencia y capacitación técnica para los agricultores de todo el país.

 

Actualizado 01/11/2016