De los mártires de Chicago a los docentes argentinos

De los mártires de Chicago a los docentes argentinos

“He expuesto los que creía justos reclamos de la clase obrera, he defendido su derecho a la libertad y a disponer del trabajo y los frutos de su trabajo”, declaraba Albert Parsons minutos después de ser sentenciado a muerte. Junto a él, George Engel denunciaba: “Aquí he visto a seres humanos buscando algo con qué alimentarse en los montones de basura en las calles. Desprecio el poder de un gobierno injusto, sus policías y sus espías”. Samuel Fielden afirmaba: “La Constitución, cuando dice ‘el derecho a la libre emisión del pensamiento no puede ser negado’, da a cada ciudadano, reconoce a cada individuo, el derecho a expresar sus pensamientos. Yo he invocado los principios del socialismo y de la economía social y sólo por esta razón me hallo aquí y soy condenado”. Michael Schwab agregaba: “Un movimiento social no es una conspiración, y nosotros todo lo hemos hecho a la luz del día”. Parsons, Engel, Fielden, Schwab y otros dos condenados más a la horca son recordados hoy como “los mártires de Chicago”, y sus alegatos, que datan de 1886, cumplen este 1° de Mayo 131 años.

La injusticia de aquel día daría origen, en todo el mundo, al Día del Trabajador, cuyo significado ha ido cambiando con el tiempo. Al principio, los anarquistas se inclinaban hacia la conmemoración y los socialistas hacia la celebración. Según el historiador y experto en sindicalismo argentino, Santiago Senén González, el que movió la balanza en nuestro país fue Perón. “Durante su primer y segundo gobierno se hizo un festejo hasta con un himno y desfiles”, cuenta, y pone el acento en la dignidad reparada: “El trabajador, al ver cumplidos muchos de sus reclamos, vio en el 1º de Mayo un día más bien festivo”. Luego de este período, sostiene Senén González, “se volvió, hasta hoy, a la conmemoración como lucha”.

Manifestación en contra de los despidos en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

Manifestación en contra de los despidos en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

En 1890, cuatro años después de la condena a los mártires de Chicago, en Buenos Aires se distribuyó un manifiesto que decía: “¡Trabajadores! Compañeras, compañeros: ¡Salud! ¡Viva el 1º de Mayo: día de fiesta obrera universal!”. Se trató de la primera conmemoración de la fecha en la Argentina, que incluyó un acto en el Prado Español, ubicado por entonces en la actual avenida Quintana, pleno Recoleta, entre Ayacucho y Junín. Allí se reunieron anarquistas y socialistas para debatir acerca del programa a seguir y su proceder práctico e inmediato. Al día siguiente, el diario La Nación ninguneaba la manifestación: “El hecho no puede tener gran importancia porque aquí ni hay cuestión obrera, ni subsisten las causas principales que le han dado importancia en Europa y los Estados Unidos”. Y la crónica del mitin terminaba consignando: “Habló primero un señor alemán. Enseguida hizo uso de la palabra un francés, luego tres italianos y un español. Había, en la reunión, muy pocos argentinos, de lo cual nos alegramos mucho”.

El manifiesto distribuido en nuestro país fue el de la Segunda Internacional, que se reunió en París en 1889, y en el que se leía: “No se mueven nuestros hermanos para obtener pingües aumentos de salarios, casi siempre inútiles porque se elevan después los artículos de primera necesidad, sino en demanda de que las ocho horas de producción no sean más que ocho”. Senén González explica que, en el primer punto de su documento, el congreso obrero pide “crear leyes protectoras y efectivas sobre el trabajo para todos los países con producción moderna. Para lograr eso, considera la organización de la clase obrera por todos los medios que sean posibles y también la manera de verificar las pretensiones para su emancipación”.

Hoy, a días de la represión contra los trabajadores de la educación frente al Congreso de la Nación y a menos de un mes del contundente paro general contra el Gobierno de Mauricio Macri, parece que para algunos no ha cambiado nada desde aquella infame condena a los mártires de Chicago. El 6 de abril último, por ejemplo, el diario de los Mitre publicaba una nota con esta bajada: “En una recorrida por el microcentro, se ven locales abiertos, taxis circulando y estacionamientos casi completos; testimonios de quienes decidieron no parar”. Al día siguiente, en la edición impresa, un artículo de opinión se titulaba: “Un paro flaco y tristón empujado por zurditos”.

Marcha de San Cayetano a Plaza de Mayo (agosto 2016), en la que miles de personas marcharon para reclamar por la situación laboral.

Con el conflicto docente, el ministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas se apresuró a declarar que, ratificada la vigencia de la conciliación obligatoria, “las medidas de fuerza devienen entonces ilegales”. Ante la falta de respuestas, los maestros intentaron instalar la Escuela Itinerante frente al Congreso y allí  fueron reprimidos por las fuerzas policiales. “Nos llevaron esposados como si fuéramos unos terribles delincuentes”, relató Miguel Acuña, docente de la Escuela 19 del Bajo Flores. “Si no les gusta que nosotros nos manifestemos públicamente, que vayan y discutan con sus diputados en el Congreso y que se animen a modificar el artículo 14 bis que habla del derecho a la protesta y de nuestro derecho como trabajadores”, desafiaba Acuña en diálogo con ANCCOM.

“Los trabajadores saben que su rol es el del reclamo”, opina Senén González, “es parte integrante de la esencia del sindicalismo”. “Y deben seguir por la vía del reclamo en el Congreso -agrega-. Así el sistema se va erosionando y cambiando, por eso se obtienen las ocho horas, los convenios colectivos, y tantos otros beneficios”. Senén González es escéptico y realista: “El Palacio de Invierno ya cayó, la Bastilla no existe más, y la mejor arma es la que hizo famosa (Augusto Timoteo) Vandor: pegar y negocia.“El contexto sociohistórico del país lleva a reclamar y seguir reclamando. Esas son las reglas de juego, y por eso la lucha continúa y debe continuar”, concluye.

Cooperativa SUBPAGA (Subproductos Ganaderos Argentinos) de Berazategui.

 

Actualizada 26/04/2017

Ningún ñoqui, todos trabajadores

Ningún ñoqui, todos trabajadores

Virginia, Cecilia, Luciana y Lucía, como tantos miles de argentinos, fueron despedidas sin justificación por parte del gobierno de programas como Plan PROGRESAR, Consumo Protegido, planes de inserción laboral para jóvenes y  el área Derechos Humanos del Hospital Posadas. Mientras luchan, junto a sus compañeros y compañeras, por la reincorporación, nos cuentan cómo atraviesan la situación de despedidas y qué significa el trabajo hoy.

Macri, pará la mano

Macri, pará la mano

El primero en tomar el micrófono fue Pablo Micheli, titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Autónoma: «Esto recién empieza. Más unidad y más lucha. Y si no escuchan, habrá paro nacional», advirtió. Le siguió el líder de la CTA de los Argentinos, Hugo Yasky, quien declaró: “Hoy empieza una historia distinta. El movimiento obrero unido está de pie pidiendo respeto al trabajo y al trabajador”. En tanto, Antonio Caló, titular de la Confederación General del Trabajo (CGT) sede Alsina expresó: “Vamos por la unidad: hacer una sola CGT”, y agregó que la fecha para dar ese primer paso será el 6 de junio con vistas a cerrar el acuerdo el 22 de agosto, día del histórico renunciamiento forzado de Eva Perón a la candidatura a la vicepresidencia. El cierre del acto estuvo a cargo de Hugo Moyano, titular de la CGT-Azopardo. “¿Cuáles son las medidas para detener la inflación desbordante, que en cuatro meses ya alcanza el 40 por ciento? ¿Cómo es posible que hayan tomado medidas inmediatas en otros sectores y no contra la inflación?”, resaltó el líder camionero. Ante una convocatoria multitudinaria, la casi totalidad de las centrales sindicales realizó una contundente demostración política, de cara al tratamiento de la ley antidespidos en la Cámara de Diputados.  

Un enorme escenario instalado frente al Monumento al Trabajador, ubicado en la intersección de las Avenidas Paseo Colón e Independencia, fue el espacio central del acto. Cientos de miles de trabajadores concurrieron desde distintas regiones del país, le dieron un marco imponente a la jornada y demostraron la capacidad de movilización del gremialismo. De la protesta también participaron, en este y en otros puntos del país, diversas organizaciones sociales, partidos políticos y  ciudadanos autoconvocados.

Integrantes de las CGT más fuertes y las dos CTA confluyeron en un mismo escenario, lo que fue un hecho inédito después de años en que no se reunían. El único ausente fue Luis Barrionuevo, representante gastronómico y titular de la CGT Azul y Blanca, que se reunirá el 1 de mayo con el presidente Mauricio Macri.

 

La apertura política del acto había estado a cargo del dirigente de la CGT moyanista Juan Carlos Schmid, quien leyó un documento consensuado por todas las centrales sindicales presentes, en donde enumeraban las promesas incumplidas del macrismo y el aumento de la pobreza y la inflación, entre otros puntos.

Emiliano Balaguer, presente en el acto, integra la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en el área de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). “Buscamos mayor estabilidad laboral y la apertura de paritarias. También queremos poner énfasis en la reincorporación de los 330 trabajadores despedidos en la SRT a lo largo y a lo ancho de todo el país”, señaló a ANCCOM. “También nos manifestamos en contra de la precarización laboral que heredamos de las anteriores gestiones del Estado y que son también responsables de que estos 330 compañeros estén hoy en la calle”, agregó.

En cuanto a su expectativa, Balaguer declaró: “Si no hay una respuesta del Gobierno Nacional hacia estos reclamos masivos es muy probable que haya un paro a nivel nacional. Yo estoy hoy acá por eso. Si no, es una marcha folklórica más que no termina en ningún beneficio para las mayorías. Y después sí, podemos luchar por intereses sectoriales, pero hoy tenemos que atender los reclamos de los que se han quedado en la calle”.

Además del cese de los despidos y contra la política de ajuste que viene implementando el gobierno de la alianza Cambiemos, otros ejes de los distintos discursos se focalizaron en la inflación, los aumentos tarifarios, la devaluación, el pedido de 82 por ciento móvil para los jubilados, la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, la criminalización de la protesta social, entre otros.  

Hugo Yasky, titular de la CTA de los Argentinos.

Luis Carlos Osorio, que se presentó como integrante de la organización “Macri, pará la mano”, afirmó: “Pedimos que el Gobierno Nacional dé marcha atrás con las medidas antipopulares: reincorporar a todos los estatales despedidos y revertir el tarifazo. Los hospitales de la provincia de Buenos Aires llevan quince días sin atención al público, entre ellos, el ‘Hospital Fiorito’ de Avellaneda. Hay comercios, en esta misma zona de la provincia de Buenos Aires, que están por cerrar porque no les dan los costos, y esto lleva a más despidos en el área privada”. Asimismo, añadió: “Espero que Macri reaccione y se dé cuenta que el pueblo está movilizado en espera de un paro nacional. Que Macri deponga su actitud de favorecer a los sectores concentrados, como el de los bancos”.

En tanto, Fernando, quien integra el movimiento peronista 26 de Julio manifestó: “Siempre es importante que el movimiento obrero se exprese porque es el principal sujeto de transformación de la historia”. Y consideró: “Hoy hay un hecho histórico, que es la unión de las grandes centrales de los trabajadores después de tanto tiempo”.

 

Respecto a la razón de la tardanza en una convocatoria masiva por parte de las principales centrales obreras el militante opinó: “Coincidímos con compañeros del ámbito sindical en que la dinámica del movimiento obrero tiene otros tiempos. Y es verdad que se tardó en una convocatoria masiva frente al ajuste, los despidos, el aumento de precios y demás, pero hay centrales regionales del interior del país que se vienen movilizando con medidas de lucha durante toda esta etapa”. Por otra parte, afirmó: “Nos gobiernan gerentes de las multinacional, que son expresión de los sectores financieros internacionales. El Gobierno no tiene políticas justas para dar respuesta a la crisis”.   

Por su parte, Juan Pablo Minetti, secretario de Comunicación de la Unión Informática, declaró: “Este encuentro es histórico porque el Gobierno actual está tomando medidas a favor de muchos grupos económicos concentrados y está retrasando la toma de medidas a favor de los trabajadores”. Además, explicó su postura sobre el accionar del sector privado: “Hoy lo que más nos preocupa es el tema de los despidos; las empresas están aprovechando la vía libre que da el Estado para dejar compañeros sin su fuente de laburo”.

 

Por último, Minetti advirtió: “Buscamos hacer una llamada de atención al Presidente sobre la ley antidespidos, y estoy convencido de que el Gobierno va a recibir este mensaje y va a actuar en consecuencia, es decir, no va a vetar esta ley tan necesario en estos tiempos de tanta gente en la calle. Porque si lo hace habrá una manifestación mucho más grande que esta”.  

Actualizado 29/04/2015   

“Quieren curar una uña encarnada cortando una pierna”

“Quieren curar una uña encarnada cortando una pierna”

El gobierno nacional tiene un extraño mérito. Haber logrado la unidad, si bien precaria, de las cinco centrales sindicales del país en un acto común por el Día del Trabajador.  Será el viernes, cuando las tres CGT y las dos CTA marchen y se movilicen en el centro de la Ciudad con una lista de reclamos hacia la administración de Mauricio Macri. Será el primer acto que contará con la presencia de Hugo Moyano (CGT Azopardo), Antonio Caló (CGT Alsina), Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores) y Pablo Micheli (CTA Autónoma). La movilización también contará con la adhesión de organizaciones de la economía social, como la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), organizaciones sociales y partidos políticos.

En el centro de la escena estará el pedido de las centrales para declarar la emergencia en materia laboral. Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) pronosticó que, un eventual veto del Ejecutivo a las iniciativas que se discuten en esa dirección en el Congreso, dejaría a las centrales sindicales “ante la obligación de convocar a un paro general”.

En una entrevista exclusiva con ANCCOM, Yasky cuestionó la promesa de Macri de terminar con la precariedad laboral en medio de una ola de despidos. “Quiere curar una uña encarnada cortándote la pierna”, graficó.

El cuadro de “La manifestación” de Antonio Berni, y la camiseta de River firmada por el plantel visten las paredes de la oficina del dirigente sindical. Yasky sirve los vasos de agua y amplía su crudo diagnóstico a las últimas medidas sociales anunciadas por la gestión Cambiemos. “Son casi como grajeas homeopáticas para alguien que ha sufrido la embestida de un tractor”, juzga.

¿Cómo observa la situación social a cuatro meses de la asunción del gobierno de Mauricio Macri?

Los primeros cuatro meses del gobierno de Macri le han mostrado a los trabajadores el rostro del ajuste; hubo un aumento desmedido del precio de los alimentos, vino la devaluación que siempre tiende a licuar el poder adquisitivo de los salarios. A eso se le sumó el aumento de las tarifas de los servicios, y ahora el incremento del transporte. Todo esto no tuvo una compensación en términos de alguna política social que tendiera a mitigar el ajuste. Por el contrario, apareció de entrada un tema que generó rechazo y movilizaciones como fueron los despidos en el sector público, que ya suman 30 mil, y que generan un contagio en el sector privado, porque la actividad económica tiende a retraerse, producto del retroceso en el poder adquisitivo del salario.

Las grandes empresas, además de los despidos, están implementando suspensiones y cierre de turnos, ¿qué pasa con las pequeñas y medianas que tienen una situación más crítica?

Las grandes empresas tienen mayor elasticidad porque pueden manejar variables como el adelantamiento de las vacaciones o las suspensiones, pero las pequeñas empresas, de cinco o nueve empleados, tienen un margen muy reducido para eso y sienten de manera muy fuerte tanto la caída del consumo, porque no pueden acumular stock, como el aumento de las tarifas. Están entrando en un cuello de botella porque les cuesta hacer frente al aumento. El cuadro es muy preocupante porque el gobierno anuncia medidas que benefician  sobre todo a sectores poderosos de la economía pero no tiene una agenda para las PyMEs ni para los trabajadores, entonces todo se agota en una suerte de imprecación, te dicen que tenemos que esperar a que lluevan dólares o que vengan las inversiones. Pero nadie va a invertir productivamente en un país que hoy ofrece la posibilidad de obtener grandes tasas de ganancias en corto plazo especulando financieramente. Estamos en un problema de concepción de quienes gobiernan, que aplican esto como si fuera un dogma, porque es lo que desde las empresas que dirigen siempre han sostenido, y, lamentablemente, esto tiene arrinconado a grandes sectores de nuestro pueblo que empiezan a sentir las consecuencias.

¿Hay un exceso de confianza en la llegada de inversiones para reactivar la economía?

La denuncia de las sociedades de la familia Macri en Panamá nos pone frente a una contradicción. El presidente pretende que los inversores externos vengan a generar empleo, cuando los argentinos, incluido él, optan por los paraísos fiscales sacando la plata del país. Hoy en la Argentina se pueden hacer grandes negocios financieros, en tres o seis meses, y nadie va a correr el riesgo cuando las tasas de ganancia productiva están por debajo de las financieras. Está claro que el pago a los fondos buitre y el inicio del ciclo de endeudamiento les va a servir a los que siempre tuvieron el capital para hacer negocios y obtener tener más capital. A los que siempre tuvimos salarios de hambre,  nos va a servir para tener, todavía, más salarios de hambre.

¿Cuál es la situación de los empleados públicos que entraron en la revisión de contratos y que vencieron en marzo?

Macri heredó una situación de precariedad laboral en el Estado, que es una de las asignaturas pendientes que dejó el anterior gobierno y le facilitó esta sangría de despidos. Porque como eran contratados, ni siquiera se hicieron cargo de mandarles telegrama de despidos. Por eso el trámite fue tan grotesco, de hacer listas, con policías en la puerta que decían ´este entra y este no entra´ y no mandaron los telegramas. Lamentablemente esto nos dejó en una situación de vulnerabilidad total y los que siguen trabajando saben que tienen una inestabilidad absoluta en términos laborales. Porque a pesar de que Macri dice que ha venido al gobierno a terminar con la precariedad, su manera de hacerlo es echando a todos los precarios. Esto es como decir que vas a curar una uña encarnada cortando la pierna.

¿Se niega esta situación de forma deliberada?

Creo que la política del gobierno para los trabajadores, para los sectores populares, por un lado consiste en negar la realidad y utilizar el blindaje mediático para que los grandes medios de comunicación se dediquen a mostrar la caza de los corruptos como un deporte nacional y hablen de cualquier cosa menos de lo que están sufriendo los trabajadores. Y por otro lado, a tratar de montar escenas como la que hicieron en el Centro Cultural Néstor Kirchner donde trajeron al gurú de la felicidad para explicarles a los opulentos qué digna puede llegar a ser la pobreza cuando uno sigue los consejos de los manuales de autoayuda. Es lamentable que un gobierno en la campaña electoral dijera que no venía a hacer el ajuste, que no se dejaran correr por la política del miedo, y ahora están haciendo estas cosas.

¿Son suficientes las medidas que anunció el gobierno para los sectores populares, como la quita del IVA de los productos de la canasta básica de alimentos?

Son medidas casi como grajeas homeopáticas para alguien que ha sufrido la embestida de un tractor. Se ha hecho mucho daño con estas políticas, y el gradualismo ha brillado por su ausencia en lo que es más sensible a los sectores de menor poder adquisitivo como son  las tarifas de gas, electricidad y los alimentos. Hoy tenemos, por ejemplo, aumento de demanda en los comedores escolares como no lo veíamos en mucho tiempo, o vemos sectores de la clase media que van  retrocediendo en su nivel de consumo para limitarse a los alimentos.

El Centro CIFRA de la CTA está dedicado a la investigación del mercado de trabajo, el desarrollo económico y problemáticas sociales. ¿Qué importancia tiene contar con mediciones y estudios propios en contextos como el actual?

Al INDEC antes se lo ha criticado porque publicaba cifras que no se correspondían con la realidad. Ahora directamente no hay cifras, es clara la parálisis y el hecho de que algunas consultoras privadas prefieran no dar a conocer públicamente los números que registran porque implica mostrar un panorama que al gobierno no le conviene. Carecemos de parámetros objetivos. De todas formas, CIFRA (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina) y CEPA (Centro de Economía Política Argentina) están dando datos sobre el incremento de la pobreza, el descenso de los salarios, los aumentos de los niveles de desocupación, que demuestran claramente que el efecto del ajuste es nocivo para los sectores populares. Dentro de los despidos hay algunas áreas que son muy sensibles, que tienen que ver con las prestaciones sociales y con las políticas para los sectores más vulnerables de la economía, que garantizaban desde los camiones sanitarios que recorrían los barrios, hasta los empleados del sector público que tenían a cargo tareas sociales como los planes de vacunación. Son muchas cuestiones que para un CEO de una multinacional deben ser absolutamente prescindibles. Acá se había logrado que las políticas públicas penetraran en sectores donde culturalmente es muy difícil que se puedan dar con la continuidad y seguimiento, como por ejemplo los planes de vacunación, Ahora se ha producido un daño que tiende a consolidar las desigualdades y las zonas de exclusión de la pobreza estructural.

En este contexto de ajuste para los sectores sociales más vulnerables, se postula la unidad de las cinco centrales el 29 de abril…

Se pudo, en un proceso que no fue fácil, acercar las posiciones de las cinco vertientes, tres de la CGT y dos de la CTA, y converger en la convocatoria a un acto el 29 de abril que, más allá de conmemorar el Día del Trabajador, puso en la mira la demanda de políticas sociales frente a este panorama de destrucción y avasallamiento de las conquistas de los más vulnerables. En ese sentido, el eje fue una ley de emergencia ocupacional que permita ponerle freno a los despidos que actualmente se están produciendo en el sector público y en el privado. Se busca generar una serie de instrumentos que les permita a las PyMEs hacer frente al pago de salarios con recursos del sector público para sostener el empleo mientras dure la crisis. En el caso del empleo público se prohíbe directamente el despido sin causa, y se plantea que esta emergencia se extienda por doce meses para evitar que se produzcan despidos en ese período. De alguna manera es tomar el argumento que da el propio gobierno, de que dentro de seis meses o un año la activación económica y las inversiones van a generar fuentes de trabajo. Nosotros decimos que hay que proteger durante ese período a quienes pueden quedar desempleados, porque hoy no hay condiciones para que el que pierda un trabajo pueda encontrar otro en lo inmediato. De todos modos, es asombroso que el gobierno se niegue a que haya una ley de estas características, porque se trata de una ley de emergencia, transitoria, y que permitiría a los que pierdan el trabajo en este período sostenerse hasta que llegue ese tiempo de reactivación que el gobierno dice que va a venir.

¿Por qué los proyectos de emergencia laboral plantean la reincorporación de los despidos a partir de marzo, si empezaron en diciembre? ¿Fue el límite del acuerdo que lograron?

En parte porque legalmente una ley no puede ser retroactiva en su aplicación, así que por más que pusiésemos el 1 de febrero, cualquier presentación ante la Justicia la haría vulnerable, y hasta se podría vetar ese artículo con un argumento legal. Entonces se acordó establecer un  corte el 1 de marzo. De todos formas, si se pudiera aprobar esa ley en un tiempo razonable –porque no serviría de mucho si se tarda tres o cuatro meses en sancionarla- sería muy útil porque muchos despedidos podrían ser revisados, otros tendrían el derecho a una suerte de indemnización que hoy se les niega porque eran contratados, y además significaría un paraguas abierto para ambos sectores. Esto es clave, porque los despidos no llegaron a 30 mil y terminaron, sino que es un proceso que tiende a avanzar.

El macrismo ya se manifestó en contra de una ley de emergencia laboral y de hecho está trabajando un proyecto alternativo…

Yo creo que están tratando de generar un efecto de distracción en la opinión pública, plantean ahora una ley de primer empleo que puede llegar a ser complementaria de la emergencia laboral, pero si no paras la sangría de los despidos qué sentido tiene hablar de una ley de primer empleo. Es una incoherencia absoluta. Está claro que quieren mostrar, ´nosotros tenemos iniciativa, sensibilidad social, acá está la prueba, tenemos la ley de primer empleo, pero la otra la vamos a vetar´. Es actuar de mala fe, porque si uno tiene realmente la preocupación de garantizarles el primer empleo a los jóvenes, lo primero que tienen que  hacer es parar con los despidos que  están haciendo en el nivel público, porque muchos de los que están despidiendo eran jóvenes que por primera vez tenían un trabajo estable.

De hecho el oficialismo está negociando con el Frente Renovador, que apoyaba la declaración de emergencia laboral, para llegar con los votos que necesita la nueva iniciativa…

Lo del Frente Renovador es preocupante porque si bien los diputados que componen ese bloque, integrado por muchos que vienen del sindicalismo, advirtieron que van a sostener el proyecto de ley, Sergio  Massa, que es el referente del bloque, en este momento parece haber sido seducido por la idea del oficialismo de que esta ley no tiene que avanzar. Lamentablemente se ha prestado a este juego, porque él tuvo un protagonismo muy grande el día que fuimos las cinco centrales al Congreso, donde se comprometió públicamente a apoyar la iniciativa, pero parece que ahora se inclina por un proyecto que, al igual que el del primer empleo, es complementario de la ley de emergencia. Se trata de un proyecto de asistir con créditos y otros incentivos a la pequeña empresa. Esto es absolutamente complementario, sería un excelente paquete de leyes de una agenda social muy necesaria. El viraje de Sergio Massa es reciente, de manera que todavía estamos midiendo qué efecto se produjo hacia adentro. Lo que sí sabemos, porque hemos hablado con ellos y otros lo han dicho públicamente, es que van a seguir sosteniendo el proyecto, tanto Facundo Moyano, como Daer por ejemplo. Ellos dicen que el bloque puede ir a una votación dividida y que ellos pueden llegar a traccionar muchos votos para conseguir la mayoría que hace falta. Y si se da la escena del veto presidencial, ahí ya estaríamos jugando en otra pantalla. Porque sin lugar a dudas, las cinco centrales estarían frente a la obligación de convocar a un paro general y una movilización a Plaza de Mayo, y quizás entraríamos a una escala de lucha que interpreten mejor la necesidad de los que hoy están acorralados por el ajuste.

¿Todos los sectores sindicales van a por lo mismo el 29?

Creo que va a haber matices que se van a advertir en los discursos y en el palco, pero en la calle va a haber homogeneidad absoluta. Sea del gremio que sea, quienes vayan saben que van a protestar contra el ajuste, a pedir una ley que pare los despidos, para lograr un respiro en una situación que asfixia cada vez más al bolsillo de los trabajadores. En ese sentido será un excelente acto y creo que es lo mejor y más inteligente que podríamos haber hecho: unificar las centrales y hacer una demostración de fuerza hacia el gobierno. Después, hacia adentro, habrá lecturas que tendrá que ver con los espacios de disputa dentro de la CGT a cargo de las tres vertientes que hoy se expresan, algunos especularán con los matices o cuánta gente movió cada una. Pero creo que la lectura más importante es la de pensar que si se trata de una multitud de trabajadores la que se expresa en las calles y lo hace en unidad, habremos dado un paso importantísimo para no estar tan desválidos frente a este gobierno que tiene la potencia de ser el gobierno que apoyan los grandes grupos económicos, la clase dominante, los sectores más opulentos, los dueños de medios de comunicación y los jueces que forman parte de una casta que defienden los intereses de las minorías de privilegio.

¿Hay conversaciones con la otra CTA sobre una posible unificación?

Sí, es un tema que se está conversando. Con Pablo Micheli hemos coincidido en la necesidad de que esta unidad en la acción que se ha venido llevando adelante, hemos estado juntos en varios actos con compañeros estatales, en el de CTERA con el paro y movilización, y ahora vamos a volver a estar juntos en la marcha convocada por las cinco centrales. La idea es que todos estos episodios en los que nos unifica la acción, nos vayan llevando hacia  un camino de unidad orgánica. Eso está en la agenda y creo que tendríamos que pensar que a lo largo de este año, se puedan dar pasos en concreto.

Publicado 27/04/2016

A la Mañana se le vino la noche

A la Mañana se le vino la noche

“La semana pasada el diario no salió debido a la falta de pago de sueldos, que se vienen acumulando desde febrero”, explicó a Anccom Leandro Cirico, delegado del matutino La Mañana de Córdoba en el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación provincial. El panorama para los trabajadores del periódico sigue siendo crítico e incierto: desde noviembre, indicó el gremialista, les adeudan también los aportes jubilatorios, de la obra social y de la ART. Tras una mediación del Ministerio de Trabajo de Córdoba, están a la espera de una resolución para este jueves.

El sábado 23, cuando el matutino cumplía 19 años, apareció La Mañana de los Trabajadores en Lucha, una edición especial aniversario de diez mil ejemplares en la que dan cuenta del conflicto actual. Cirico explicó que la patronal, para agregar un elemento más al conflicto, contrató personal externo para que el viernes 22 apareciera el diario: “Fue algo indignante para todo los trabajadores”, dijo el delegado.

El panorama para los trabajadores del periódico sigue siendo crítico e incierto

El panorama para los trabajadores del periódico sigue siendo crítico e incierto.

“En este contexto tan delicado y triste que jaquea la continuidad, los trabajadores no renunciamos a la lucha y continuaremos bregando por mantener La mañana de Córdoba como fuente de trabajo y opción periodística alternativa para todos los habitantes de la provincia”, se consigna en la Edición Especial, que fue costeada y distribuida en Córdoba por los propios empleados a cambio de una colaboración para el Fondo de Lucha, que tuvieron que también utilizan para solventar gastos médicos y de traslado.

 

La problemática se inició a fines de noviembre. Martín Pedoni, que trabaja en La Mañana desde 2005, es jefe en la sección Policiales y redactor digital, explicó a Anccom: “Tras la segunda vuelta electoral, la empresa comenzó a aducir problemas de financiamiento por la caída de la pauta oficial de la Nación y de la Provincia. Desde entonces, el pago salarial, que ya era en dos cuotas, pasó a ser de cuatro a lo largo de todo el mes. Desde febrero se sumó la decisión de prescindir de veinte trabajadores, reducir el salario y la jornada laboral para la supuesta viabilidad para la empresa”.

Como consecuencia, el Ministerio de Trabajo de Córdoba dictó la instancia de conciliación obligatoria el 1º de marzo, debido a los incumplimientos por parte de la empresa, lo que implicó que los trabajadores no pudieran realizar paro de actividades. “En la actualidad, estamos movilizados en asamblea permanente”, declaró a Anccom Mariana Romito, una periodista que trabaja en el diario desde hace once años: ella recibió el telegrama de despido, pero continuó trabajando tras el dictado de la conciliación. “Todos los colegas despedidos volvimos a trabajar luego del dictamen del Ministerio –agregó-. Pero la semana pasada hicimos retención de tareas, ya que algunos compañeros, ante la falta de pago sostenida, no pudieron ir a trabajar al diario”.

“En la actualidad, estamos movilizados en asamblea permanente”, declaró a Anccom Mariana Romito, periodista del diario.

El lunes 25 tuvieron una nueva en audiencia en el Ministerio de Trabajo. “Nos dijeron que este jueves vamos a tener una respuesta definitiva: ahí nos dirán si viene un socio más al grupo empresarial para invertir y solucionar algunos problemas o si directamente cierran el diario”, explicó Cirico. Ante este panorama, los  trabajadores de La Mañana de Córdoba tienen planes: “Si termina manejada por alguna empresa, tendremos que constituir una comisión interna firme, para impedir que se repita la situación actual”, dijo el delegado. Por su parte, Pedoni declaró: “La posibilidad de poner en marcha una cooperativa de trabajo para mantener vivo el espíritu de La Mañana está latente y en estudio. Incluso se está conformando una comisión en ese sentido”.

Cirico también se pronunció respecto a la proliferación de vaciamiento de publicaciones en todo el país: “Si bien el gobierno anterior tenía  preferencias por algunos medios, pagaba pauta oficial en todos –dijo-. Sin embargo, el gobierno actual tiene preferencia por uno o dos y no le paga a ninguno más. Eso ha provocado una merma en muchos medios y proyectos periodísticos”.

El diario La Mañana de Córdoba se caracteriza por ser una voz actualmente opositora. “En los medios hegemónicos locales, como La Voz del Interior, que pertenece al Grupo Clarín, hay temas que no se visualizan o son apenas abordados, sin profundidad: me refiero, por ejemplo, a los despidos en sectores privados y estatales, que también están sucediendo en Córdoba”, indicó Cirico.

“Los dueños de los medios aducen caída de la pauta publicitaria nacional, pero esconden el efecto ‘disciplinamiento’ y la decisión de achicar plantillas salariales”, se lee en el artículo “Un trimestre negro para los trabajadores”, de la Edición Especial. “Estamos unidos, dándonos fuerzas unos a otros”, dijo Romito. “Tenemos contacto con colegas de Tiempo Argentino y con el diario Villa María, de Córdoba, una cooperativa que viene siendo muy exitosa y nos ha ayudado a imprimir el Especial al costo –explicó Cirico-. Son muchos los medios y periodistas amigos, aún de medios que no comparten nuestra línea editorial y cuyos jefes no nos quieren ni ver, los que se acercan y nos dan una mano, y colaboran con el fondo de lucha”.

El diario La Mañana de Córdoba se caracteriza por ser una voz actualmente opositora.

 

Actualizada 27/04/2016