Derechos humanos ayer y hoy

Derechos humanos ayer y hoy

Al conmemorarse los 40 años del último golpe militar y ante una multitud, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo junto a hijos, nietos, hermanos y otros familiares de desaparecidos leyeron de manera coral un documento muy crítico con la política de derechos humanos que desarrolló el macrismo en sus primeros cien días de gobierno. Subrayaron que la militante social Milagro Sala es una presa política, repudiaron el Protocolo de Seguridad que busca limitar la protesta social, señalaron que los despidos masivos atentan contra el derecho humano al trabajo, denunciaron la represión con balas a trabajadores y a una murga integrada por niños, recordaron que tras sendos fallos judiciales ahora hay que salir a la calle con documentos y que las fuerzas de seguridad pueden utilizar pistolas Tasser, condenadas internacionalmente por ser considerados elementos de tortura. El pronunciamiento cuestionó también el retorno de la Teoría de los Dos Demonios y exigió, además, la renuncia inmediata del ministro de Cultura de la Ciudad, Darío Lopérfido, quien intentó restarle magnitud al terrorismo de Estado con sus declaraciones públicas. Como cada 24 de marzo, la lectura finalizó con el grito colectivo que retumbó en todo el Centro porteño: “30.000 detenidos desaparecidos, presentes”.

Desde el mediodía, distintas agrupaciones y organizaciones fueron llenando las calles y avenidas que rodean la Plaza de Mayo. Organizaciones de derechos humanos, agrupaciones sindicales, partidarias, sociales, barriales, estudiantiles y culturales, llegaban con banderas, remeras y bombos a sus lugares de encuentro, pautados entre la Avenida de Mayo, la Avenida Belgrano y la 9 de julio. Por la mañana, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de visita en nuestro país, asistió al Parque de la Memoria, en Belgrano, a un acto organizado por el presidente Mauricio Macri. Obama aseguró que “existen polémicas sobre el rol de EE.UU, y es algo que se está trabajando”. Ante la ausencia de los referentes de derechos humanos, y la vaguedad del enunciado, la movilización de esta tarde también se transformó como una respuesta a ese mensaje.

Además de los militantes, y de los que iban con su agrupación o partido, estaban aquellos que decidieron estar presentes por su cuenta, con sus familias o amigos. Los que llevaban en sus remeras las fotos de sus familiares desaparecidos, los que llevaban a sus hijos para transmitirles la importancia de “no olvidar”, y los que, acostumbrados a vivir con miedo, se emocionaban al ver a la juventud militante.

Sebastian Garcia, con su esposa e hija.

Sebastian Garcia, con su esposa e hija.

Las Abuelas y las Madres de Plaza de mayo estaban presentes, como hace 40 años, en las calles. Junto a una larga bandera con las fotos de todos los jóvenes desaparecidos, estuvieron hasta las tres de la tarde sobre la Avenida de Mayo, y al comenzar la marcha subieron a una camioneta que las llevó hasta el escenario en el centro de la Plaza, porque sus piernas, ya no les permiten caminar. Durante la espera, una mujer observaba desde la vereda con su beba en brazos: “Estamos en un momento difícil del país, y siento como que todo esto se olvida. Entonces no queremos eso, no queremos que se olviden que hubo 30.000 desaparecidos, y que existieron”, dijo Mariana Bouzada. Luego se acercó su marido con su otro hijo de unos 5 años y Bouzada recordó: “Cuando yo era chica, mis padres en mi casa comentaban algunas cosas, pero en general se hablaba poco. En el colegio ahora se involucran más, los docentes están más involucrados, la familia se involucra más”.

Ya iniciada la movilización, un hombre canoso, de la mano de su mujer y junto a su hija adolescente, caminaba llevando en su remera la foto de un hombre en tono sepia: “Silvano José García era mi papá, era delegado en la Granja San Sebastián de Pilar”, dijo orgulloso, Sebastián Andrés García. Cuando su padre desapareció, Sebastián tenía 4 años, y no le quedó ningún recuerdo. Durante muchos años no se interesó por saber lo que había pasado. “Fue duro, recién cuando nació mi hija y quiso saber del abuelo, fue cuando realmente empecé a tomar conciencia y a involucrarme con los temas de derechos humanos”, aseguró, y admitió estar “arrepentido por haber perdido esos años”. A diferencia de García, Mónica Aguilera tenía 15 años cuando su hermano desapareció en 1978, durante el Mundial: “Salió de casa a juntarse con unos amigos para estudiar, porque tenía al otro día un examen, un domingo a las 3 de la tarde, y nunca más apareció”, dijo la mujer que llevaba una foto en sus manos. Desde ese momento toda la familia lo buscó incansablemente. Su madre falleció hace 12 años sin saber lo que pasó.

Marcha por la memoria, la verdad y la justicia , 24 de Marzo de 2016

Entre cánticos y bombos, las calles y veredas se fueron apretando. Para las cinco de la tarde la Plaza estaba colmada, y aún faltaban las columnas de La Cámpora, Nuevo Encuentro, Miles y otras agrupaciones que esperaban desde la 9 de Julio. Frente a la multitud que continuaba llegando, las calles paralelas internas se volvieron más accesibles. En una de esas veredas, un hombre de 39 años jugaba con su hijo con una bandera argentina. Los dos llevaban la misma remera con un dibujo “anti-derecha”: “Mi hijo es la primera vez que viene a una marcha del 24, pero nosotros, con mi mujer, generalmente venimos. Nosotros nacimos en plena dictadura, y el recuerdo que tenemos es el que nos transmitían nuestros padres, momentos de horror que nadie desearía que volvieran a pasar”, contó Martín Casabelos.

Más adelante, tres amigos que iban conversando, llevaban colgadas varias fotos de chicas y chicos en blanco y negro. “Nosotros nos acordamos de todo, lo que pasó antes y lo que pasó después de la dictadura”, dijo la mujer del grupo, Susana Seremis. Los tres habían sido militantes del Partido Socialista de los Trabajadores en Mar del Plata, y las fotos eran de sus compañeros desaparecidos y asesinados. Seremis militó hasta 1984, luego lo abandonó por una fuerte depresión: “Cuando empecé a ver que no aparecía ningún desaparecido. En el inconsciente, yo esperaba que alguno apareciera. No le dábamos el carácter en ese momento, sí de desaparecido, pero que realmente nadie iba a aparecer, no lo esperábamos”. “Lo recordamos como un día que ya se veía venir, que cada vez la cosa estaba más difícil, pero un día concreto se produjo el golpe, y a partir de ahí la represión fue cada vez mayor”, dijo otro de los amigos, Gabriel De Lavalle, y después aclaró: “Igual creo que nunca nos hubiéramos imaginado que la represión iba a llegar a donde llegó”. De Lavalle estuvo un tiempo secuestrado, mientras que Seremis y Guillermo, el tercero del grupo, pudieron exiliarse. Todos los 24 de marzo tratan de asistir a la marcha, ya sea en Mar del Plata o en Buenos Aires.

Elena Atienza.

Elena Atienza.

 

Junto al recuerdo de los 30.000 desaparecidos, y contra la visita del presidente Obama, hubo también pancartas, remeras y banderas con críticas hacia las medidas tomadas durante estos primeros meses por el gobierno de Macri: “No puedo dormir con las cosas que están pasando en el país, no por mí si no por mis hijos y por los que vienen. Porque cómo van a tener un lugar en esta sociedad con lo que estamos viviendo”, dijo Ruben Atienza indignado. Luego, junto a su mujer Elena, recordaron con tristeza, los años vividos durante la dictadura. Cuando él vendía estanterías metálicas y ella estudiaba abogacía y trabajaba como administrativa: “Nos habíamos casado hacía poco, pero yo tuve que dejar de estudiar porque la Facultad de Derecho era de terror. Se apagaba la luz y todos teníamos miedo. Nos hacían dejar los documentos y la libreta estudiantil en la entrada y pasabas a buscarlos a la salida. Cerraban la puerta principal de la escalinata y abrían una al costado. A veces no se podía retirar, y si te ibas sin documento también era peligroso”, contó Elena y agregó: “Así que era todo muy difícil, nada que ver con el día de hoy. Es triste y me emociona, venimos a la marcha para recordarlo y que nunca más suceda”.

Cada tanto, en alguna cuadra alguien empezaba a cantar “Vamos a volver”, a lo que se sumaban los que pasaban, y los aplausos. Muchos llevaban en la mano ejemplares de La Poderosa, o de Tiempo Argentino, que hoy retomaba su publicación, después de más de un mes de no ser impreso, por iniciativa y autogestión de los propios trabajadores. Lo vendían canillitas de lujo, como los periodistas Víctor Hugo Morales y Roberto Caballero.

Mónica Aguilera.

Mónica Aguilera.

Para cerrar el acto, las principales organizaciones de derechos humanos leyeron su documento consensuado. Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo remarcó también las críticas a las que la gente refería en la calle: “A 40 años del golpe genocida, nos sentimos nuevamente convocados y convocadas a defender la democracia, porque el cambio de gobierno está significando a diario la vulneración de derechos: miles de personas despedidas en el Estado y el sector privado, la criminalización de la protesta, la profundización de prácticas de violencia institucional y la persecución ideológica”, dijo. Y con respecto a la promesa de Obama sobre la desclasificación de archivos, Carlotto leyó: Es obligación de todos los Estados y gobiernos aportar a la memoria, la verdad y la justicia. Por eso, esperamos que se cumpla el anuncio y que finalmente podamos acceder a toda la información que tiene ese país, que fue partícipe de los delitos de lesa humanidad que se cometieron en las dictaduras de la región”.

Recién a partir de las 19, la multitud empezó a desconcentrarse. Entre los que iban en retirada, una docente, que había asistido por primera vez con su hija y acompañada de una amiga, re afirmó la idea de la mayoría: “Decidimos venir porque esto hay que pasarlo de generación en generación, yo estuve trabajando con mis alumnos porque hay que enseñarle a los chicos lo que pasó”, dijo Gabriela Vanore. Por otro lado, Alfredo Vázquez, psicólogo y artesano, expresó claramente su conclusión sobre la marcha: “En esto hay una cosa muy notable, y es que creo que todos los que estamos acá, en lo más importante, pensamos igual. O sea, para todos nosotros el otro es importante, y por eso estamos acá, porque estamos tratando de cuidar al otro”.

“Obama viene a impulsar el tratado de libre comercio y a tratar de convertir a Macri en un líder regional”

“Obama viene a impulsar el tratado de libre comercio y a tratar de convertir a Macri en un líder regional”

“Es la primera vez que Estados Unidos o que la derecha regional logra recapturar un gobierno y nada menos que un país muy significativo como es la Argentina y además un gobierno que dice: vamos a volver a priorizar las relaciones con Estados Unidos y con la Unión Europea”, expresa Leandro Morgenfeld, especialista en Relaciones Internacionales, Historia Económica, Política y Social e Integración Regional, doctor en Historia de la Universidad de Buenos Aires e investigador adjunto del CONICET. Morgenfeld analiza las relaciones entre ambos países para explicar las implicancias de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama a la Argentina este miércoles 23 de marzo.

¿Qué opina de que la visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama coincida con el 40 aniversario del golpe cívico-militar en la Argentina?

Creo que la coincidencia de la visita de Obama con el 24 de marzo, con los cuarenta años del golpe militar que ocasionó tantas reacciones y críticas de todos los organismos de derechos humanos, provocó una necesidad por parte tanto del gobierno de Obama como el de Macri de recalcular la visita. Entonces Obama consideró mejor que el día 24 que fue el pedido de (Adolfo) Pérez Esquivel, no estar en Buenos Aires, por eso se va a ir ese día por la mañana hacia Bariloche, para no estar sobre todo en la tarde del 24 que es cuando se van a producir las marchas a Plaza de Mayo, que van a ser muy masivas. Y por otra parte el viernes pasado anunciaron la desclasificación de documentos militares y de inteligencia norteamericanos sobre la última dictadura y esto es algo que más allá de que lo pidió el gobierno de Macri en función del pedido de Estela de Carlotto en febrero, es algo por lo que vienen trabajando los organismos de derechos humanos y académicos de Estados Unidos y Argentina desde 1999. En 2002 Estados Unidos desclasificaron algunos miles de documentos pero más bien del Departamento de Estado, no de las agencias de seguridad militares y de inteligencia. Esa fue una concesión, entiendo yo del gobierno de Obama para evitar las críticas de la Argentina y para llegar en mejores condiciones, aunque es algo muy importante porque va a permitir conocer mejor la participación de Estados Unidos en el Plan Cóndor, la coordinación con las distintas dictaduras del cono sur, el entrenamiento de militares golpistas en la Escuela de las Américas y quizás aporten información para los actuales juicios a los genocidas. Así es que me parece que ese es un logro importante del movimiento argentino por los derechos humanos. Pero sin duda esta presencia de Obama el 24 de marzo en la Argentina le va a agregar un condimento más a las movilizaciones que van a ser muy importantes en el marco del 40 aniversario del golpe.

¿Cómo evalúa la visita del presidente Obama a la Argentina y cómo explicaría su paso por el país luego de visitar Cuba?

La visita a Cuba es fundamental porque tiene que ver con reposicionarse en la región y de paso atraer el voto latino en Estados Unidos que va a ser clave para las elecciones presidenciales de este año. Mostrarse como un presidente que va a tener como legado histórico una política más amistosa, más distendida con Cuba, para Obama es clave, pero los sectores más anticastristas, los que se opusieron siempre a tener cualquier política, a aflojar el embargo y critican a Obama por eso, dicen: ¿Cómo vas a ir a Cuba y legitimar a un dictador, a Raúl Castro?, por eso incluye también a la Argentina en la gira, porque dice bueno, ya no es un viaje sólo a Cuba, es una gira latinoamericana, voy a dos países y respaldar al nuevo líder de la derecha. En ese equilibrio regional entre los gobiernos bolivarianos, los gobiernos progresistas o reformistas del MERCOSUR y los gobiernos neoliberales de la Alianza del Pacífico, los últimos años se mantuvo un equilibrio y casi ningún gobierno cambió de signo político, salvo si queremos el de Chile que perdió (Sebastián) Piñera de derecha y volvió al gobierno (Michelle) Bachelet, no cambió mucho la política económica pero sí cambió el gobierno y la coalición.  

¿Cuál cree que será la actitud de Barack Obama frente al presidente Mauricio Macri?

Obama va a condecorar o felicitar como ya lo hizo públicamente, a (Mauricio) Macri como un baluarte de la democracia y los derechos humanos. Hay que desnaturalizar la idea de que Estados Unidos tiene autoridad moral para decir quienes violan y quienes respetan los derechos humanos. Estados Unidos tiene el peor récord de todos los países del mundo – una potencia imperiales violar los derechos humanos en otros países, sin embargo se auto atribuye el poder manejar qué gobiernos respetan y quienes no los derechos humanos.

¿Por qué cree que lo califica de esa forma?

¿Por qué está diciendo esto de Macri alguien que nunca apoyó los juicios a los dictadores acá, nunca había recibido a los organismos de derechos humanos, nunca había citado a la ESMA? Todo lo que hizo en el último mes digamos, a partir de que venía Obama y para sobreactuar cierta preocupación por los derechos humanos, porque justo Obama va a venir el 24 de marzo, eso le generó un problema ¿Por qué lo hace? porque en la Cumbre del MERCOSUR en diciembre pasado, la primera en que Macri interviene como presidente, ataca directamente a Venezuela supuestamente por no respetar los derechos humanos, es decir, que hay presos políticos, relacionándolo con el tema de Leopoldo López, que fue juzgado por promover la guarimba en donde murieron más de cuarenta personas en Venezuela.   

El tema de los derechos humanos es utilizado como un argumento para intervenir en los asuntos internos de otros países. Pero por ejemplo, nadie dice nada que Obama se reúne periódicamente con sus asesores militares en la sala de situaciones – «situation room», si vieron la serie House of Cards – se reúne ahí donde hay pantallas y teléfonos encriptados y decide sobre la vida o la muerte de cientos y cientos de personas, sin ningún juzgamiento, en otros territorios, es algo que viola toda la normativa internacional, porque cualquier persona que sea presuntamente culpable, tiene derecho al debido proceso, salvo que uno estuviera en una guerra. Eso es una de las cosas más graves que dejó el gobierno de (George W.) Bush, que planteó la guerra contra el terrorismo, que no es un enemigo asequible, no es un país, no es un Estado, no es un ejército. En nombre de la guerra contra el terrorismo se puede hacer cualquier cosa, por ejemplo que los tipos digan: “tenemos información de tal persona que está en Pakistán o en cualquier país, esa persona es un terrorista”, entonces mandan un avión no tripulado que se mete en el espacio aéreo de ese país, podría ser la Argentina, podría ser cualquier sitio, tiran un cohetazo dirigido y lo matan, sin juicio previo, sin avisar, sin dar cuentas ante ningún tribunal internacional, eso es causal de guerra. Estados Unidos lo hace sin ningún juicio, hasta hace unos años se había contabilizado más de mil doscientas muertes durante su gobierno. Esto lo hace Obama porque en el período anterior no existía, porque hay un desarrollo tecnológico y misilístico de Estados Unidos que es la principal potencia. No se ve, no hay filmaciones, es algo más quirúrgico. Hay cantidad de civiles inocentes – lo que ellos llaman daños colaterales – que produjeron estos ataques, asesinatos selectivos como les llaman. Es impresionante que esa persona sea quien plantee qué gobierno viola o no viola los derechos humanos.  Es un tema que me parece ideológico para discutir, importante en la región y político: ¿Por qué asumimos como natural que Estados Unidos determine quién defiende la libertad, la democracia y los derechos humanos? Cualquiera te dice: en Venezuela hay un gobierno autoritario, en Cuba hay una dictadura y nosotros somos los promotores de los derechos humanos, la verdadera democracia, es nuestra democracia. Estados Unidos nunca aceptó además estar en los Tribunales Internacionales, en donde están casi todos los países del mundo, por ejemplo en La Haya (Tribunal Internacional de La Haya) porque dice: a mis ciudadanos y militares no los puede juzgar nadie salvo yo, entonces ese doble estándar son las cosas que hay que desnaturalizar.

 

¿Cuál cree que sea el objetivo de la gira del presidente Obama por Latinoamérica?

Hay algo que es permanente en los últimos 200 años, Estados Unidos tiene dos objetivos estratégicos en la política hacia América latina. Lo primero que hay que decir es que América latina es fundamental para Estados Unidos, algunos sectores dicen: nosotros, América Latina, somos intrascendentes para Estados Unidos porque en las relaciones comerciales somos un porotito en el comercio con Estados Unidos, entonces no hagamos lío porque Estados Unidos nos da la espalda. Esto no es así, para ser una potencia imperial, Estados Unidos tiene que ser una hegemonía sin desafíos en lo que históricamente ellos consideran su patio trasero. En 1823 cuando Estados Unidos planteó la doctrina Monroe y dijo: «America for the americans», lo que está diciendo es América para los norteamericanos, la palabra american en inglés tienen un contenido un poco complejo. Cuando decimos americano pensamos a todo el continente americano, para ellos americans son los norteamericanos. Cuando la doctrina Monroe dice: América para los americanos, hay que entenderla en un contexto en donde las potencias colonialistas de Europa estaban iniciando una reconquista de América y Estados Unidos dijo: no vamos a aceptar que ninguna potencia europea reconquiste los territorios que se independizaron y vamos a ser la garantía de que América es nuestra zona de influencia, así como otras potencias tenían otras regiones de África o de Asia.

¿Qué implica dicha doctrina?

Esa doctrina Monroe que te dice América para los americanos tiene dos implicancias importantes. La primera es que Estados Unidos en los últimos 200 años intervino para que ninguna potencia extra hemisférica la desafiara en su poder en la región. En el siglo XIX lo hizo para quitarle la influencia que tenía Gran Bretaña – hasta la segunda guerra mundial, era la principal potencia, eso lo fue desplazando Estados Unidos. En la guerra fría, tras la segunda guerra mundial hasta el ´89, ´91, el desafío fue con la Unión Soviética, por eso se pusieron tan nerviosos cuando se produce la revolución cubana y Cuba se transforma en un aliado de la Unión Soviética. Recordemos que en octubre de 1962 casi vamos a una tercera guerra mundial por los misiles soviéticos en Cuba. Ésta es nuestra zona de dominio exclusivo y no permitimos que venga la Unión Soviética.

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¿Y cuál sería el desafío en los últimos años?

Está dado fundamentalmente con China, una competencia por ahora más económica que otra cosa pero China se transformó en el primero y segundo socio comercial de Argentina, de Brasil y de Chile, lo mismo que de México y de muchos países de la región. Desafía o reemplaza a Estados Unidos como socio comercial histórico que fue de la Argentina, también en cuanto a sus inversiones y préstamos. Entonces Estados Unidos está tratando de evitar esa creciente presencia china.  

Lo otro que históricamente intentó evitar Estados Unidos es que América latina se junte. Desde que Simón Bolívar planteó el proyecto de la Patria Grande y el primer congreso que se hizo en Panamá en 1826, Estados Unidos intervino en la región para fomentar lo que se llama la “balcanización latinoamericana”, aquello de «divide y reinarás»: hablo con 34 países pequeños, tengo una capacidad de imponer porque hay un diferencial económico, político, militar y de recursos, imponer mis políticas, si tengo que discutir con todos juntos (la UNASUR, la CELAC, etc.) estoy en problemas. Entonces, Estados Unidos siempre tiene -pueden cambiar los gobiernos, pueden cambiar las tácticas- esos dos elementos estratégicos en su vínculo con América latina.

Como vimos desde el inicio del siglo XXI, avanzó China reemplazando a Estados Unidos en cuanto socio comercial. Por ejemplo China es el segundo socio comercial de la Argentina y Estados Unidos recién el cuarto y así con distintos países como mencioné antes y al mismo tiempo avanzó una cooperación y coordinación política e integración regional alternativa: la UNASUR, la CELAC, el ALBA. Si Estados Unidos sigue pretendiendo ser una potencia hegemónica a nivel mundial -cosa que está en discusión porque muchos hablan de que vamos a hacer un sistema multilateral, o que está siendo desafiada esa hegemonía de Estados Unidos- tiene que sostener su dominio en América latina y por lo tanto es clave lo que pase con América del Sur.

¿Qué problemas le impiden o impedían a Estados Unidos sostener dicho dominio?

Casi todos los países de la región y casi del mundo cuestionaban por ejemplo el bloqueo contra Cuba, cuestionaban las políticas agresivas que además habían fracasado. Desde hace más de cincuenta años, Estados Unidos invadió, mandó plagas, intentó con todo tipo de atentados en los años ´60 matar a Fidel Castro, planteó que sigue existiendo un bloqueo económico, comercial y financiero con Cuba y no logra derrotar a la revolución, más allá de todos los problemas que tenga Cuba.  

Entonces, lo que tuvo que hacer Obama es decir: bueno, para solucionar esto vamos a apostar a que se replantee el capitalismo en Cuba, a que se derrote a la revolución, a que se produzca un levantamiento pero con otras estrategias. Entonces en diciembre de 2014  que fue un año y medio de negociación, anunció el fracaso de esa política y que había que ir a una política de distensión con Cuba y ahí empezaron las negociaciones, y el 20 de julio del año pasado, la normalización de las relaciones diplomáticas. Todavía falta levantar el bloqueo, Guantánamo, etcétera y ese proceso va a tiene un punto importante esta semana que es la primera visita en 88 años de un presidente norteamericano a Cuba.

Pero no hay que engañarse, el objetivo estratégico como dijo Clinton y Obama es forzar un cambio en Cuba, sólo que lo están haciendo con otras herramientas, con otras tácticas, fracasó la política agresiva, lo vamos a hacer impulsando la sociedad de capitales norteamericanos, impulsando una lucha ideológica y política, tratando de financiar y fomentar una oposición al sistema político pero es un cambio importante porque ellos dijeron históricamente: no vamos a negociar con la dictadura de los Castro y está Raúl Castro en el gobierno y está Obama, es un triunfo del pueblo cubano y de todo América latina que hayan tenido que reconocer ese fracaso y cambiar de estrategia, eso no quiere decir que Estados Unidos tenga la misma estrategia y al mismo tiempo que hace eso, sanciona a Venezuela.  

¿Cómo se dió dicha sanción?

El 9 de marzo de 2015, Obama firmó un decreto que dijo que Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de Estados Unidos. Esto es ridículo por muchas razones: primero porque el diferencial militar y además porque históricamente Venezuela no invadió ningún país, no mató a nadie de otro país, no fue a la guerra con ningún país desde que está el chavismo, no hay ningún antecedente histórico y, en cambio, sí hay infinitos antecedentes históricos de injerencismo, apoyo a golpes, todo esto ya en documentos desclasificados de la CIA, del Pentágono, que prueban toda la participación de Estados Unidos en los años 50, 60, 70, y 80, durante la guerra fría. Innumerables injerencias en los asuntos internos, ni hablar a principios del siglo XX, directamente con el desembarco de tropas.

El gobierno de Estados Unidos está apuntando a tratar de provocar una caída del gobierno de (Nicolás) Maduro, y el triunfo de Macri impulsa este avance de la derecha. Impulsó el avance de las elecciones de la oposición en Venezuela, impulsó la derrota electoral que tuvo Evo Morales en su intento de reformar la constitución en Bolivia, impulsa la estrategia destituyente contra Dilma Rousseff en Brasil y efectivamente Macri es un punto clave en esa estratégica.

¿Qué agenda de trabajo cree que Estados Unidos va a impulsar en Argentina puntualmente?

Una es la radicación de inversiones, hay más de 600 empresas norteamericanas con inversiones en el país que están nucleadas en la Cámara de Comercio norteamericana en la Argentina (AMCHAM) y es la que está en estos días más activa, alegrándose de la visita de Obama y sus empresas. Chevrón depende de los acuerdos que haga, los hizo con el gobierno anterior a través de YPF en Vaca Muerta y los va a hacer con este gobierno. Por supuesto el presidente de un país y más de una potencia van a alentar la radicación de inversiones, los contratos del Estado para que compremos aviones, barcos o municiones provenientes de Estados Unidos, los acuerdos comerciales.

Estados Unidos se quejaba mucho del supuesto proteccionismo del gobierno anterior pero es uno de los pocos países que tiene un fuerte superávit comercial con la Argentina. Estados Unidos tiene déficit comercial con casi todos los países, con Argentina tiene un superávit de cinco mil millones de dólares por año, sin embargo nos acusa a nosotros de proteccionismo. Hace 15 años que la Argentina viene litigando contra Estados Unidos por un brote de aftosa que hubo en 2000 y dijeron que no comprarían más carne a la Argentina, terminó todo eso y siguen usando esa excusa para no comprarnos carne, para proteger sus propios productores. El gobierno anterior hizo una demanda contra Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio (OMC), esa demanda prosperó y finalmente el año pasado tuvieron que reabrir la compra de carne argentina pero siguen poniendo temas técnicos muy complicados  para evitar seguir comprándonos carne.

Entonces una es el comercio, otra son las inversiones, otra que Argentina eventualmente se incorpore en el acuerdo transpacífico que está impulsando Estados Unidos y otra que es muy grave, que todavía no hablamos, que vuelvan a participar las fuerzas armadas, la DEA, el FBI, el Pentágono en los asuntos internos de la Argentina como hacen en buena parte del continente. Con la excusa de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, Estados Unidos hace inteligencia, espía, tiende lazos con las fuerzas armadas de todos los países de la región y esa es la forma en cómo se constituye en un poder imperial, tiene más de 70 bases militares en América latina y el Caribe, muchas de ellas creadas durante el gobierno de Obama, son bases de nuevo tipo. Nosotros en Argentina tuvimos una en la gestión anterior, fue una base en el Chaco, durante la gestión de (Jorge) Capitanich crearon una base militar cerca de la triple frontera que era supuestamente una base humanitaria ¿Quién la conducía? la cuarta flota del Comando Sur de Estados Unidos, se armó tal revuelo que la tuvieron que desmantelar y se trasladó a Chile y se abrió una base militar de estas de nuevo tipo en Chile.  

La ley antiterrorista que también aprobó el gobierno anterior por pedido de Estados Unidos a fines de 2011, después de la reelección de Cristina (Kirchner), se aprobó en el momento en que la Argentina intentaba recomponer las relaciones con Estados Unidos. Con la excusa del terrorismo y el narcotráfico Estados Unidos penetra, eso no quiere decir que no sea un problema el narcotráfico, pero ¿Cuál es la política que impulsa Estados Unidos en los años 70 en la presidencia de (Richard) Nixon? La guerra a las drogas, que está haciendo un desastre en México y en todo Centroamérica y en Colombia y que está criticada por cantidad de especialistas y sin embargo Estados Unidos de nuevo tiene el doble estándar ¿A dónde va toda la cocaína que exporta América latina? una parte va a Europa y el gruesísimo va a Estados Unidos, ellos tienen los sistemas más avanzados de defensa, que no tenemos en América latina y sin embargo la droga sigue entrando. Un problema es dónde se produce y otro problema es a dónde va, entonces de nuevo Estados Unidos es el paladín del que combate el narcotráfico siendo un país donde entra no donde sólo se consume, sino donde tiene que entrar esa droga. Hay una doble vara. La ministra Patricia Bullrich hace dos semanas se fue de gira a Washington, se reunió con jefes de la DEA, del FBI de la Seguridad Nacional de Estados Unidos y públicamente vienen diciendo lo mismo que el embajador (Martín) Lousteau que hay que volver a cooperar con  Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, así es que hay que prestar mucha atención porque es un tema para preocuparse la vuelta de la DEA, que tenía oficinas en las tres fuerzas armadas argentinas.

 

Retomando el tema de los organismos regionales de integración como CELAC, ALBA y UNASUR ¿Cómo ve el futuro de los mismos con este acercamiento de Estados Unidos a la Argentina?

Creo que es muy importante haber desarrollado herramientas, algunas son de integración como el proyecto del ALBA, impulsado por Cuba y Venezuela. y después se sumaron varios otros países. Argentina formalmente nunca participó aunque sí a través de ciertos movimientos sociales y otros proyectos de cooperación y coordinación política como la UNASUR o como la CELAC. Me parece clave que haya instancias o herramientas que permitan resolver los problemas de la región sin la dirección de Estados Unidos que claramente tiene una historia distinta, intereses distintos y diferencias sustanciales con los países de América latina.  

Ahora bien, es cierto que en los últimos años el proceso de creación de estas herramientas se vio relentizado o frenado por causas económicas como la crisis del precio de los commodities. Se da un proceso de estancamiento, de recesión económica, sumado a eso la caída del precio del petróleo además de los alimentos, generó problemas económicos muy fuertes en Ecuador, y todo eso frenó un poco el proceso de integración. La desaparición de Chávez que era uno de los impulsores hace tres años en marzo de 2013 también tuvo un impacto negativo en esos procesos de integración. Sin duda apuesta Estados Unidos, al tratar de que frenen esos acuerdos aunque en algunos casos no lo dice abiertamente, pero apunta a la creación de otras instancias de coordinación política que contrarresten a estas que mencionamos antes.  

Por ejemplo en 2011 alentó a los gobiernos más afines a que formaran la Alianza del Pacífico que son México, Colombia, Perú y Chile. Esta alianza tiene su propio establecimiento con una clara impronta neoliberal, es una suerte de contrapeso que impulsaron los aliados de Estados Unidos a lo que era el bloque del ALBA. De hecho, Macri está planteando la necesidad de que la Argentina se incorpore o se aproxime a la Alianza del Pacífico, por supuesto Estados Unidos va a tratar de reposicionar a la Organización de los Estados Americanos (OEA), discutamos en la OEA que estamos todos va a decir Estados Unidos y que las otras se enfríen o se caigan; de la CELAC por supuesto que así no habla, con la UNASUR, está más institucionalizada, tiene esa política ambigua.   

Y con respecto a los tratados bilaterales de libre comercio, ¿Cuál cree que sea el mayor peligro que la firma de un TLC con la Argentina conlleva para la región?

Si la Argentina se cortara sola y firmara el tratado de libre comercio, sería como una herida mortal para el propio MERCOSUR, entonces sin decirlo directamente Estados Unidos está apostando a tratar de meter cuña. Cuando discutía el proyecto del ALCA, ¿Qué hacía? aprovechaba las asimetrías que hay en el MERCOSUR y le ofrecía a Uruguay o a Paraguay que firmaran un TLC bilateral sin los demás países, incluso el gobierno de Tabaré (Vázquez) que era el gobierno del Frente Amplio estuvo a punto de firmar un TLC con lo cual se hubiera partido el MERCOSUR. A eso apuesta Estados Unidos y Europa porque les conviene negociar con uno y no con todos, por suerte el MERCOSUR en esa época dijo: la negociación del ALCA va a ser cuatro más uno o acordamos todos o no acuerda ninguno. Esas formas de negociación son claves porque están dándote volumen y la posibilidad de tener una relación de fuerzas más equilibrada. Cuando hay un gobierno que te dice: «Tenemos que volver al mundo, no malquistarnos, tener una política exterior desideologizada, lo único que tenemos que hacer es arreglar con los organismos financieros internacionales, arreglar con los fondos buitre, pagar lo que nos dicen, atraer inversión extranjera y firmar acuerdos de libre comercio porque es la manera de volver a crecer», bueno eso es claramente una política exterior en función de otro modelo económico y eso sin duda apunta contra los esquemas de integración regional. Eso lo veo con muchísima preocupación, no sólo por lo que está pasando en argentina sino por lo que está pasando en todo el mundo.  

Obama viene en parte a eso, viene a restablecer la posición de Estados Unidos y tratar de darle todo el empuje que pueda a Macri  -que no tiene características de líder regional pero está siendo impulsado por la gran prensa de todo el continente y por Estados Unidos- a que se transforme en un líder sobre todo con la crisis de Brasil para traccionar a toda la región en otro sentido.

¿Cree que con este acercamiento de Estados Unidos a la región se intente reactivar el ALCA?

La canciller (Susana) Malcorra dijo hace pocos meses: «El ALCA no es una mala palabra para la Argentina», ni Estados Unidos volvió a mencionar el ALCA y Malcorra dijo esto, queremos hacer acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, queremos hacer el TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica), el Acuerdo Transpacífico con Estados Unidos. Hace dos días tuvo que reconocer Malcorra que si bien no se puede firmar un acuerdo de libre comercio porque hay que discutirlo con el resto de los países del MERCOSUR, estaban en diálogo. Mencionó la posibilidad de que Argentina se incorpore al TPP, es el acuerdo que impulsa y que firmó Estados Unidos hace pocas semanas con otros once países y que tiene características similares a las que tuvo el ALCA en su momento. Entonces, por todo esto es que viene a ratificar Obama, viene a impulsar el tratado de libre comercio como el TPP, viene a tratar de convertir a Macri en un líder regional.

¿Qué opinas de la reciente decisión que la cámara de diputados argentina tomó de pagar a los fondos buitre y volver a endeudarse?

Parece que va en la misma línea, ellos hablan de la negociación con los fondos buitre, yo lo titularía la capitulación con los fondos buitre porque son fondos que hay que recordar, no son ahorristas que compraron bonos de la Argentina y vino la crisis del 2001, esos bonos se defaultearon y están reclamando aquello que les correspondería, no, los fondos buitre son fondos que compraron deuda que ya estaba en default, o sea la pagaron a precio de ganga, no al precio nominal y están haciendo negocios espectaculares con más del mil por ciento, además Argentina le paga a los abogados, paga los intereses de todo este periodo, o sea endeuda al país, se calcula en doce mil millones de dólares, esto es lo que se votó en la cámara de diputados, hay que ver qué pasa en el senado. Dinero que no va a entrar a la Argentina y que además deja la posibilidad de que aquel otro 93 por ciento que aceptó los canjes del 2005, del 2010, más allá que la cláusula RUFO está vencida desde el 2014, puedan litigar contra Argentina o que haya jueces de Europa o de otros países que digan: bueno, momentito,  había una cosa de igual trato y le estás dando mejor trato a estos bonistas y encima no son los bonistas originales sino que son los que compraron los bonos después, que están repudiados en todo el mundo, que la ONU el año pasado a instancias de la Argentina acaba de aprobar una resolución histórica contra este tipo de accionar que pone en riesgo todos los procesos de reestructuración de deuda.  

Me parece que es un desastre con el antecedente que significa para futuras reestructuraciones y por lo que va a significar para la Argentina, de nuevo tratar de sortear los déficits actuales. Entre tanto el país para adelante, con la idea de que eso es lo que nos va a permitir hacer tomar más deuda. Si se van a emitir bonos para pagarle a los buitres, porque esto va a generar confianza en el país para atraer inversiones extranjeras y para otorgar más crédito, dos cosas que desde el punto de vista neoliberal son positivas, para la Argentina y desde mi punto de vista son negativas porque profundizan el proceso de dependencia económica en el cual ya tenemos una larguísima historia  

Y a eso le llaman “abrirse al mundo”…

Argentina nunca estuvo cerrada al mundo y ese es otro tema, volver al mundo de ellos que ni siquiera son algunos países, son seguir la política de determinados países, el mundo no son los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el mundo no es América Latina, el mundo no es Asia, sino que el mundo es seguir las políticas económicas que dice Estados Unidos y sus aliados y seguir las políticas que plantean los organismos financieros, eso es estar abierto al mundo.  

 

171 crímenes

171 crímenes

Todos los nombres de la lista tienen su retrato, rostros jóvenes, y no tanto, en los que será sencillo verse identificado. Inevitable resulta conjeturar sobre sus textos no escritos, sus voces enmudecidas, sus rollos fotográficos vencidos o velados. “Podría hablar de Roberto Santoro, poeta, periodista, escritor, fundador junto a otros de la revista Barrilete, que se distribuía en sobres dentro de los que incluían poemas y garabatos impresos en los recortes sobrantes de las resmas. O de sus compañeros Lucina Álvarez y Oscar Barros. También de Miguel Ángel Bustos, que escribía columnas sobre arte y literatura y él mismo era artista plástico y poeta surrealista”, cuenta María Rosa Gómez. Ella también es periodista, docente y trabaja –“por ahora”, dice con preocupación e incertidumbre- en el área de investigación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. De esa área depende el Registro Unificado de Víctimas de Terrorismo de Estado (RUVTE), que presentó el listado actualizado de 171 periodistas, trabajadores de prensa y reporteros gráficos víctimas de desaparición forzada y asesinato por el accionar represivo del Estado argentino durante la Dictadura Militar.

“Este listado es el resultado de cruzar los datos que vienen desde la época de la CONADEP con los listados de los gremios, más lo que surgió de los juicios y de prontuarios de desaparecidos aportados por la Policía Federal, además de otros tipos de datos como las investigaciones del Equipo Argentino de Antropología Forense que -junto a la Secretaría de Derechos Humanos- han identificado cuerpos pertenecientes a periodistas”, explica Gómez, quien además colaboró en las búsquedas de datos que permitieron ampliar los listados de la Secretaría de Derechos Humanos del gremio de prensa, primero con la Asociación de Periodistas de Buenos Aires (APBA) y luego con la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).

Los casos más recientes incorporados son los de algunos corresponsales de la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA). Por ejemplo, Norma Leticia Batsche y Carlos Enrique Bayón, desaparecidos en diciembre de 1976, cuyos datos tienen como fuente el libro ANCLA, Rodolfo Walsh y la Agencia de Noticias Clandestina (Bufano y Lotersztain, 2012) y el juicio llevado a cabo en 2014 donde declaró la hija de ambos: Leticia Eva Locio, que no cumplía tres años, fue llevada dos veces a la ESMA y uno de sus primeros recuerdos es el asesinato de su padre en plena calle. El testimonio  también rescata un hábito de su niñez cuando jugaba con botones imitando a su madre, quien utilizaba aparatos para comunicarse o hablaba con “el tío Esteban” que no era otro que Rodolfo Walsh.

La nómina también incluye algunos casos de obreros gráficos: “En realidad pertenecen al Sindicato Gráfico Argentino pero, como trabajaban en diarios o revistas, decidimos dejarlos en este listado”, detalló Gómez.

La historia del listado

El primer listado de periodistas desaparecidos fue impulsado por Catalina Guagnini, dirigente de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, y madre de Luis Guagnini, periodista de amplia trayectoria secuestrado en 1977. Junto a otros periodistas y familiares, conformaron la Comisión de Periodistas Desaparecidos y llevaron el registro primitivo de los casos, aún en época de dictadura. Los 84 nombres de la lista fueron publicados en la primera edición del Nunca Más.

Cuando en 1986 la APBA editó el libro Con vida los queremos, el número de trabajadores de prensa asesinados alcanzaba poco más de 90. “En algunos casos, sólo se tenía una fecha aproximada o no se tenía el nombre completo”, recuerda María Rosa Gómez, quien participó en la redacción de aquél primer libro del gremio sobre la vida de cada uno de los periodistas desaparecidos. En 1998, la reedición del libro –con modificación y ampliación de datos– estuvo a cargo de la nueva organización, la UTPBA, y la cantidad de desaparecidos superó los 100 casos. “El del 2005 fue el último listado en el que participé en la UTPBA; en una nueva reedición y cruce de datos, llegamos a 131 periodistas desaparecidos”, recapitula Gómez y destaca, a su vez, que en los últimos años se han incorporado nuevas informaciones gracias a la reapertura de los juicios de lesa humanidad y, en general, a las políticas de Estado dirigidas a los derechos humanos que brindan confianza y contención a familias.

El registro actual brinda toda la información que se tiene hasta el momento sobre cada uno de los casos. Con formato de ficha, los datos -siempre que estén disponibles- son: nombre y apellido, apodo, fecha de nacimiento, lugar de trabajo, fecha de secuestro, fecha de asesinato, centro/s clandestino/s de detención donde el/la periodista haya sido visto/a, y sitio donde fue hallado el cuerpo si ha sido identificado.

“Información en proceso de ampliación, corrección y actualización permanente”, dice al final del documento elaborado por el RUVTE. María Rosa Gómez aclara que este listado “siempre está en construcción, faltan muchos datos todavía”.

 

 

 

Marcas de memoria

Marcas de memoria

“La memoria es un fenómeno individual, pero la memoria colectiva es una construcción social. Las baldosas sirven para conquistar un poco de esa memoria colectiva”. Alicia Le Fur formula el diagnóstico en una plaza de Boedo donde este sábado encabezó el acto de colocación de baldosas para recordar a 43 víctimas de la dictadura que vivieron, trabajaron o estudiaron en ese barrio porteño. Desde hace una década pertenece al colectivo “Baldosas por la memoria” que, junto al movimiento “Barrios por la Memoria y la Justicia”, busca dar testimonio y recordar la vida de los detenidos desaparecidos a través del emplazamiento de baldosas conmemorativas en calles y avenidas.

En el marco del 40 aniversario del golpe cívico-militar, el sábado 19 de marzo se realizó el acto de colocación de baldosas para recordar a detenidos desaparecidos del barrio de Boedo, en la plaza de las calles Carlos Calvo y Sánchez de Loria. El acto contó con la presencia de Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y madre de Patricia Roisinblit desaparecida en 1978. Patricia es una de los 43 vecinos del barrio recordados en estas baldosas.

Autodefinida como “baldosera”, Le Fur recuerda en charla con ANCCOM cómo surgió el colectivo “Baldosas por la memoria”. “Primero las empezamos a hacer en Almagro, con un listado bastante desordenado y luego empezaron a llegar un montón de pedidos de familiares de desaparecidos” subraya.

Le Fur intenta explicar el objetivo de la organización con un relato en primera persona. Y confiesa que el emplazamiento de la baldosa recordando a su hermana Beatriz Le Fur en Medrano y Corrientes le resultó reparador. “Algunos familiares nos dicen que luego de poner la baldosa se sienten ´distintos´, no sabemos bien por qué. Yo por ejemplo sentí que socialicé el duelo por mi hermana”, grafica.  

Esta forma de rendir homenaje no surge desde un lugar solemne, silencioso y paralizante por el recuerdo de quienes ya no están. El movimiento “Baldosas por la Memoria” celebra la vida cotidiana de esos compañeros y a su vez deja huella de su ausencia en el cemento de nuestra ciudad. Recuerda los lugares por donde pasaron, donde vivían, donde trabajaban y estudiaban, donde militaban; “Nosotros recordamos 768 nombres de vecinos de Almagro en 270 baldosas, pero hay muchas más en otros barrios. La función barrial que tienen es muy importante porque de alguna manera ´marcan´al que pasa, queremos que las baldosas produzcan algo al vecino que las ve”, agrega Le Fur.

María Eugenia Borsani, investigadora de la Universidad Nacional de Comahue,  en su artículo “Memoria, intemperie y refugio” entiende a este tipo de emplazamientos como ´andamiajes de la memoria´  que no tienen la forma de monumentos sino que funcionan como dispositivos de la memoria colectiva. “Cuando la memoria generacional expire, estos andamiajes perdurarán en el paisaje urbano”, explica.

Se trata de dejar huella, como hace años las marchas de los jueves las Madres de Plaza de Mayo sellaron con su presencia la Plaza por medio de los pañuelos blancos pintados en torno a la Pirámide, un vivo antecedente de la necesidad de convivir con la memoria.

El acto en Plaza Boedo resignifica la tarea de dejar una huella. Gerardo agradece el recuerdo de su cuñada Patricia Faraoni: “Por arriba está la superficie que vemos cotidianamente, pero por debajo corre el río de la historia. Estas baldosas son el río de la historia, están llenas de colores y vida. Ojalá que los que quedamos acá nos merezcamos algún día a estos compañeros”, subraya.

Las hijas de Osvaldo Balbi, otro vecino recordado en el acto, leen un  poema de su padre dedicado al barrio de Boedo. “Este es el mejor lugar donde podríamos recordar a papá, ya que no tenemos su cuerpo. Acá vamos a venir a tomar mate y a recordarlo”, señalan.

Como señala Borsani en su artículo, las baldosas conmemorativas “no pretenden ser hechos artísticos, ni monumentales sino que son austeros y dejan al desnudo la tragedia vergonzante incrustando en la cotidianidad el ayer que se evoca”. Estos sellos de memoria se funden con el pavimento cotidiano para dar un mensaje diferente al que se acostumbra en las calles de los barrios porteños.

“Almagro por ejemplo es un barrio de consumo puro, el shopping es el centro del barrio. A veces ven que estamos reunidos en la calle y preguntan ´¿que venden?´ y me causa gracia porque el mensaje de nosotros haciendo baldosas es otra cosa pero convivimos con esa realidad. Proponemos pensar algo diferente, algo que empezamos nosotros y queremos que lo sigan los jóvenes. Por eso dejamos la huella”, concluye Le Fur.

“La escritura es lo que salva”

“La escritura es lo que salva”

“Mi madre se decide finalmente a explicarme, a grandes rasgos, lo que pasa. Hemos tenido que dejar nuestro departamento, dice, porque desde ahora los Montoneros deberán esconderse. Es necesario, ciertas personas se han vuelto peligrosas: son los miembros de los comandos de las AAA, que levantan a los militantes como mis padres y los matan o los hacen desaparecer”. Así comienza La casa de los conejos, la primera novela de Laura Alcoba,  obra en la que cuenta sus vivencias de niña inmersas en la última dictadura cívico militar, que lleva hasta el momento once ediciones y fue traducida en varios idiomas.

¿Qué rol ocupa la literatura a la hora de narrar las memorias? ¿Qué significa hoy ese libro para quien vivió su infancia en dictadura? ¿Cómo es el vínculo que tiene con Chicha Mariani, la abuela que busca a la niña que se llevaron de esa casa y aún sigue apropiada? En una charla exclusiva con ANCCOM luego de haber visitado el país, Laura Alcoba, habla de la importancia del testimonio entrelazado con lo ficcional  para narrar la Argentina de los 70.

El libro de la buena memoria

La casa de los conejos saca a la luz las memorias de una niña de siete años que transcurre una vida clandestina en una casa activa de Montoneros en la ciudad de La Plata, arrasada por un operativo en el que participaron más de cien efectivos del Ejército y la Policía Bonaerense en noviembre de 1976. Allí asesinaron a todas las personas que se encontraban en el lugar, entre ellas, Diana Teruggi, quien estaba con su hija de tres meses, Clara Anahí. La beba secuestrada y apropiada hasta la actualidad, es la nieta de María Isabel Chorobik de Mariani -una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo- que posteriormente creó una fundación con el nombre de su nieta desaparecida. Laura Alcoba y su madre, vivían allí pero el día del operativo no estaban, por eso sobrevivieron y pudieron exiliarse luego en Francia. Alcoba cuenta que escribió ese libro en un estado muy particular: “Acá y allá, en París y en francés, pero al mismo tiempo en La Plata; en 2006 -año en que finalizó su obra literaria- y a la vez en 1976”. La novela fue por entonces traducida por Leopoldo Brizuela para Edhasa. Alcoba asume que su escritura fue llevada adelante con todas esas imágenes de la  muerte pero también con la impresión, al mismo tiempo, de que «Diana estaba viva y sentada a  su lado».

La escritora vive en París desde 1979, año en que se exilió junto a su madre. En febrero pasado volvió a la Argentina junto al contingente que acompañó al presidente François Hollande, a días de conmemorarse el 40 aniversario del golpe de Estado más sangriento de nuestro país. La experiencia le dejó “una mezcla de impresiones y de emociones” que aún procesa. Alcoba expresó que ese viaje representó un modo de agradecimiento a Francia, por la solidaridad del pueblo francés en aquel entonces, algo que siempre recuerda con muchísima emoción: “Pensé que era importante significar todo aquello, hoy, en la Argentina de 2016”. Entre todas las actividades programadas, estuvo también en el homenaje a los desaparecidos que el presidente francés realizó junto a organismos de derechos humanos locales en el Parque de la Memoria: “Sólo puedo decir que el acto fue fuertísimo, había mucha emoción entre las personas presentes, sentí que ese momento era importante. Estaban las Abuelas de Plaza de Mayo y pude abrazar a Estela de Carlotto (presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo); ese encuentro dio sentido a mi viaje”, relata con emoción.

Laura Alcoba cuenta que vive “con tristeza y temor” los cambios que se han dado en materia de derechos humanos desde la asunción del presidente Mauricio Macri y considera que la Argentina, hasta entonces, era un ejemplo porque  “hay algo que proteger, que cuidar” y cree que la justicia tiene que seguir haciendo su trabajo.

Foto: Pascal Hée - Gentileza de Laura Alcoba

Esa niña adulta

Alcoba se licenció en letras en l’Ecole Normale Supérieure, es especialista en el Siglo de Oro español, editora y traductora en Francia. Su obra se tradujo al alemán, al inglés, al serbio, al italiano y al catalán.  La casa de los conejos fue su debut literario; una novela  caracterizada por la construcción de la narradora infantil y sus vivencias dentro de esa casa clandestina: “La voz de la niña era la que tenía más fuerza y si bien, en un primer momento  la voz infantil alternaba con una voz adulta, la  voz infantil se impuso”, reflexiona sobre la figura de  la narradora.

Leer la novela de Alcoba, que es su historia, es como meterse en ese sitio entre conejos y armas, es sentir el cariño de Diana -con quien de niña forjó una relación de amor incondicional –  es también desear la sonrisa de Clara Anahí y soñar el ansiado abrazo. Alcoba permite con su belleza literaria abrir las puertas de un pasado traumático desde la sutil mirada de la niña que fue, entre la inocencia y el conocimiento en un marco de encierro, y que con la palabra da cuerpo al silencio instituido de aquella época: “Si alguno nos pregunta cómo llegaste a casa, le decimos simplemente que alguien te dejó en la puerta de casa. Si te pregunta algo a vos, vos le decís lo mismo: que estabas en un lugar que no sabés cómo es ni dónde queda, con gente que no sabés cómo se llama, y que te dejaron en nuestra puerta nada más. Pero sería mejor que nadie preguntara nada”. La cita remite a una de las tantas advertencias hacia la niña, que no deja de expresarse: “Me parece que tengo miedo. No sé. En fin, es una más de las tantas cosas de las que no estoy segura”. Así, la niña de La casa de los conejos, utiliza estrategias narrativas para contar el dolor y la incertidumbre del futuro desde la mirada inocente y a la vez consciente, del terror que acechaba a su alrededor: “El miedo estaba en todas partes. Sobre todo en esta casa”, escribe.

Laura Alcoba continuó en sus obras el legado de la memoria: luego de escribir La casa de los conejos, siguió con Jardín Blanco (2010), libro que aborda, entre otras, las figuras de Perón y Evita. Luego, en Los pasajeros del Anna C (2012), relata la historia de una pareja de jóvenes argentinos que viajan a Cuba en los años sesenta para formarse política y militarmente y que luego, vuelven a su país, como lo hicieron sus padres, en un barco. En 2014 publicó El azul de las abejas, que muestra la relación epistolar que mantuvo con su padre -preso- cuando ella llegó a Francia, exiliada de Argentina. La autora afirma con convicción que “la escritura es lo que salva”, en relación al silencio y al recuerdo del trauma. Es que para ella, entre la escritura y la  memoria social hay una construcción lenta, progresiva que está en marcha;  algo que aún no podemos ver “porque no tenemos la distancia necesaria”, pero se va tejiendo, porque “no se puede dictar ni decretar, tampoco se puede detener”.

La casa de los conejos

“Te preguntarás, Diana, porqué dejé pasar tanto tiempo sin contar esta historia (…) Aquí estoy. Voy a evocar al fin toda aquella locura argentina, todos aquellos seres arrebatados por la violencia. Me he decidido porque a menudo pienso en los muertos, pero también porque ahora sé que no hay que olvidarse de los vivos”. Así inicia el relato la narradora para contar la vida -a escondidas- en esa casa, que, “oficialmente” funcionaba como un pequeño emprendimiento de conservas de conejos, pero que en realidad era la imprenta de la revista “Evita Montonera”, publicación oficial de la organización. Laura Alcoba vivió allí durante un tiempo junto a su madre, entre temores y amenazas: “Debo de haber entrado en pánico, porque yo sé muy bien que sobre mi madre pesa un pedido de captura, y que estamos esperando que nos den un apellido nuevo y documentos falsos. ¿A mí también me buscan, acaso?”. De esta manera, la narradora historiza las memorias en torno a la violencia política de esos años en los que el ámbito de lo privado se veía constantemente amenazado por el terrorismo de Estado. La novela deja en evidencia las escenas donde protagonizan el deber del silencio y el mundo familiar clandestino.

Volver

“Acompañada por Chicha, casi treinta años después, en La Plata, pude así volver a ver lo que queda de la casa de los conejos (…) No existen palabras para la emoción que me invadió cuando descubrí, en cada cosa recordada, las marcas de la muerte y la destrucción”. De esa manera Laura narra en la novela el momento del reencuentro con el sitio, que desde hace unos años se convirtió en un espacio de memoria, llevado adelante por la Asociación Clara Anahí, organismo de Derechos Humanos presidido por Elsa Pavón y Chicha Mariani desde 1996. “Es emocionante y no deja de ser extraño. El recuerdo de ese lugar tal como era en 1975-1976 sigue muy presente en mí. A las imágenes de la casa, tal como es hoy, siguen superponiéndose en mi recuerdo las imágenes de ese lugar tal como fue, como si los tiempos se confundieran”, relata  admitiendo que esos retazos de la memoria que le volvieron de ese sitio son la materia prima del libro. Es que los recuerdos de esa casa y de esa época, no se borraron con el tiempo, sino que están más latentes que nunca.

Alcoba cuenta que su regreso a la Argentina, en 2003, fue como meterse en el túnel del tiempo, “o más aún, como si el tiempo de repente no existiera”. Es que en la casa, todo quedó así, congelado: la camioneta estacionada, las paredes destrozadas por el brutal impacto, el escondite en el fondo. “Cuando vi la furgoneta de Diana en la que tantas veces había estado con ella, ahí la tenía, delante de mis ojos, acribillada de balas. Pero yo aún me veía adentro, al lado de Diana”.

El libro nació de esas sensaciones, pues la casa le hablaba desde aquel entonces “como si fuera un nuevo presente”. Pero claro, allí todo estaba destruido, había muerto mucha gente, cuando la policía entró luego del brutal operativo encontró diez cadáveres. Alcoba afirma que de esa superposición de sensaciones e imágenes nació el libro; “el libro que tenía que escribir”. Sucede que al momento que entró en contacto con Chicha Mariani, por mail, en 2003, antes de viajar a la Argentina y de volver por primera vez a la “casa de los conejos”, la respuesta que Chicha le envió fue determinante: “De cierto modo, fue el disparador de todo lo que vino después. Ella sabía que mi madre y yo habíamos vivido ahí, con su hijo y con Diana. Después de la emoción y la alegría del reencuentro que formulaba en las primeras líneas de su email, venían estas palabras: “yo creía que vos y tu mamá estaban muertas”. Fue terrible para mí leer esa frase. Lo sabía, claro, pero nunca me lo había formulado a mí misma de ese modo: podíamos haber muerto. Es más: tendríamos que haber muerto. Luego pensé, estoy viva. Y me acuerdo. Por eso escribí, por eso sentí que tenía que escribir”.

El dolor del abrazo que no fue

El 24 de diciembre llegó la noticia más linda para esperar la Navidad: los medios anunciaban la aparición de Clara Anahí, la hija de Diana; la nieta de Chicha. Circularon fotos y la alegría era compartida desde la Argentina hacia la prensa mundial. A Laura le llegó el anuncio desde la familia de Diana antes de que fuera público y sintió por entonces una emoción enorme, “una sensación como de vértigo, una felicidad infinita que me hizo llorar de felicidad”. Luego fue la decepción; la mujer en cuestión, finalmente no era Clara Anahí. Para Alcoba, fue un episodio horrible: “Lloré de tristeza y de rabia también, porque tuve la impresión de que se había jugado con nuestro dolor. ¿Quién lo hizo? ¿Fue sólo precipitación, equivocación, ganas de creer? Tal vez. Pero fue como si Clara Anahí hubiese aparecido y vuelto a desaparecer en 24 horas. Violentísimo”.

Alcoba sigue en contacto con Chicha Mariani y con la familia de Diana Teruggi que vive en París y también con los dos sobrinos de Diana, que después de haber vivido en Francia, volvieron a la Argentina. Su última charla telefónica con Chicha fue el 25 de diciembre.  “Todo esto dejó muy mal y triste a Chicha Mariani. La responsabilidad de las personas que difundieron esa información, sin respeto además, hacia la intimidad que requería ese momento de “reencuentro”- es enorme.  No termino de entender cómo ni por qué se apresuraron de ese modo antes de haber verificado la información. Me sentí muy mal por haber creído todo eso – por haber compartido la noticia en las redes sociales, también. El dolor que se hizo con todo esto es muy grande. En Chicha, es infinito”.

Tejer la memoria

Laura considera que aún queda mucho por contar, mucho por decir, mucho por hacer, por transformar, “porque sólo así se digiere el pasado”. Sucede que los/as hijos/as de la dictadura aún todavía tienen mucho por contar, pero “la necesidad de hacerlo es íntima y vital”. Alcoba cuenta que no le gusta la expresión “deber de memoria” pues no se trata de hacer deberes ni obedecer ninguna orden exterior, y alerta que tampoco hay deber de silencio ni de olvido. “Cada uno dirá lo que quiera, cuando se sienta dispuesto a hacerlo, cuando lo sienta necesario. Cuando encuentre las fuerzas, también. Muchos, aún hoy, no encuentran las fuerzas”. Afirma que le llegan muchos mails de lectores que le cuentan cosas personales después de haber leído sus libros, como si la lectura los ayudase a formular, a reencontrar recuerdos.  

Sin dudas, Laura Alcoba colabora con sus obras con ese trabajo de memoria que se va tejiendo con el tiempo. La lucha continúa y la búsqueda también porque “Clara Anahí vive en alguna parte. Ella lleva sin duda otro nombre. Ignora probablemente quiénes fueron sus padres y cómo es que murieron”. Así concluye Alcoba su libro y remata: “Pero estoy segura Diana, que tiene tu sonrisa luminosa, tu fuerza y tu belleza. Eso también, es una evidencia excesiva”. Y claro, que no es un final, porque el abrazo llegará y también se podrá escribir, quien dice,  sobre la belleza de encuentro.