Una marcha de miles en tierras mapuche

Una marcha de miles en tierras mapuche

Una multitud de militantes del feminismo, de pueblos originarios, y de diversidades, marcharon en Bariloche al compás de consignas contra el fascismo y las propuestas electorales arrasadoras de la extrema derecha, como cierre al 36° Encuentro de Mujeres y Diversidades. 

-No me da más el aire -exclama una mujer mientras camina cuesta arriba. A lo lejos, emerge desde los cerros nevados el ruido de los tambores. Son casi las seis de la tarde en Bariloche, que es también Furilofche Wallmapu, tierra mapuche. A su espalda grupos de mujeres y disidencias también se dirigen a paso firme hasta el punto de encuentro. Al llegar hasta Beschtedt y la Ruta Juan Marcos Herman, una sonrisa se le dibuja cuando descubre a les miles que ya aguardan a que comience la marcha.

Camperas infladas, ponchos, lanas de todos colores y guantes cubren del frío a la columna que empieza a inquietarse. “Estamos desde las tres de la tarde”, comenta una militante del MTE. Junto a sus compañeras arma una ronda sin dejar de sostener las banderas que el viento agita con fuerza. Por su parte, integrantes de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito aprovechan el tiempo para ponerse el glitter verde que adorna sus rostros.

Para las siete de la tarde, empiezan a moverse las casi 70 mil personas de todo el país que nutren las cuadras de la ciudad rionegrina. Muchas, tal como las compañeras cordobesas de la agrupación Dignidad, viajaron más de 25 horas para poder llegar. “La unión es nuestra diversidad”, afirma Zulma y reivindica la importancia de haber coincidido en este 36 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries. 

Florencia Bark, vocera de la Comisión Organizadora del Encuentro, comenta que “una de las mayores dificultades fue la situación económica que llevó a que el presupuesto se duplicara en unos meses”. Aún así, lograron habilitar  los gimnasios, universidades y escuelas que brindaron alojamiento y el espacio para los 112 talleres que se realizaron. 

Por la vereda, una joven a paso apresurado pega afiches en los postes de luz. Sobre un fondo blanco y con letras negras se lee  “Con machos y fachos, nunca!” y también “Libertad es que la educación sea para todes”. Las consignas que se hacen eco del contexto electoral y del giro a la derecha se entonan con un ”Milei, Milei, no seas cara dura, vos sos la vieja casta que bancó la dictadura”. Pañuelos verdes y blancos se entrelazan atados en las mochilas.

Durante el trayecto, las mujeres de comunidades mapuche que encabezan la marcha también se hacen escuchar. Una de ellas grita a viva voz, mientras levanta el puño al cielo, el nombre de sus compañeres asesinades. Cada vez, le responden con un fuerte y claro “Presente”. Además, cantan en mapudungún y bailan mientras golpean sus kultrunes. El mismo instrumento en una versión gigante cubre por completo el monumento a Roca en el Centro Cívico. 

Detrás de un ventanal, una vecina de pelo canoso mira la multitud, junta sus palmas como en señal de agradecimiento y tira besos. “Mujer que escucha, únete a la lucha”, le dicen las mujeres que con pelucas fucsias marchan del otro lado. La situación se repite con les que saludan alegres desde sus balcones.

Sin embargo, no todes tienen esa postura. Cerca de las 21 horas, bajo un cielo estrellado, la marcha transita la avenida 12 de octubre a la vera del Nahuel Huapí. “Ojo, no pasen por ahí que están tirando piedras desde el edificio”, le advierte un grupo a otra mujer que camina con sus dos hijes de la mano. Las agrupaciones se acercan más a la costa y se alejan de las construcciones. El episodio no empaña la noche, que continúa festiva y suma incluso fuegos artificiales.

“Las urnas en octubre vamos a llenar de los votos feministas que exigen ¡ni un paso atrás!”, repite el coro en la recta final hacia el Velódromo, donde el disfrute continuará con la peña. Algunes se pasan botellas de vino o de cerveza, otres saltan para entrar en calor al ritmo de “Qué momento, a pesar de todo les hicimos el encuentro!”.

El feminismo en movimiento

El feminismo en movimiento

«La comisión organizadora tenía la responsabilidad de impulsar el debate por el cambio de nombre», dice D´Amico.

Los días 12, 13 y 14 de octubre se llevará a cabo el 34° Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad de La Plata. En esta oportunidad las semanas previas al evento se encontraron atravesadas por una particular discusión que tomó fuerza al finalizar la edición anterior, en 2018: ¿El Encuentro debe pronunciarse como nacional y de mujeres o plurinacional y de mujeres trans, travestis, lesbianas, bisexuales y no binaries? Este debate es uno de los tantos que se dan dentro de los feminismos, un movimiento social heterogéneo que está vivo y, por eso, en constante transformación y autoreflexión.

La campaña Somos Plurinacional surge a fines del año pasado, al calor de las plenarias para organizar el Encuentro. En su documento fundacional se definen como “mujeres, trans, travestis, lesbianas, originarias, negras, racializadas, afro, migrantes, campesinas, disidentes” y sostienen que “a la clandestinidad y la invisibilización no volvemos nunca más”. Su objetivo es que todas estas identidades se encuentren representadas no sólo en las actividades del Encuentro, sino también en la forma de nombrarlo. “Nosotras vimos en Trelew y Chaco que había una fuerte impronta de las hermanas indígenas, trans y travestis que estaban peleando hace varios años por el cambio de nombre”, cuenta Natalia D’Amico, representante del colectivo. Según Somos Plurinacional, es esencial dar este debate como una forma de repensar el sujeto de representación de los feminismos. “Para nosotras la comisión organizadora de La Plata tenía la responsabilidad de impulsar el debate sobre el cambio de nombre. Además de relevar las escuelas y armar los talleres tenemos este debate que nos precede», sostiene D’Amico. 

Desde la comisión organizadora Yanina Pelli, afirma que el cambio de nombre “lo tienen que definir todas las compañeras en el Encuentro. Si lo define la comisión organizadora por todo el resto de las encuentreras sería una posición antidemocrática”. Pelli sostiene que “a veces se utiliza el debate del cambio de nombre para cambiarle la característica al Encuentro, que es democrático y horizontal”. Además, la organización entiende que las originarias y disidencias participan en desde hace muchos años y que este es un espacio plural donde nadie hecha a nadie porque no hay dueñas. “Me parece que si bien existen todos estos debates, no hay que focalizar sólo en esto porque son minúsculos al lado de lo que es este acontecimiento. Es un espacio que nos ayuda a avanzar”, concluye Pelli.  

«No hay que focalizar sólo en esto porque es minúsculo al lado de lo que es este acontecimiento», opina Pelli.

La problemática tuvo resonancia en las redes, sobre todo al momento de publicación de los talleres, cuando la comisión organizativa del Encuentro Nacional de Mujeres subió un listado con 87 talleres y 10 charlas. La campaña Somos Plurinacional, por otro lado, denunció que había habido un recorte por parte de la comisión de contenidos y aportó su listado con 114. Al respecto, Yanina Pelli dice que “desde la comisión organizadora vamos a garantizar aulas para los talleres que propusimos y después toda compañera que quiera venir a armar talleres, lo pueden hacer porque el encuentro es de todas”. 

Tanto D’Amico como Pelli acuerdan en que es necesario que se produzcan estos debates y se abra la puerta para repensar al movimiento feminista. “Lo positivo de que esto salga a la luz -señala D´Amico- es que en algún punto evidencia que el feminismo no es homogéneo. Enriquece al movimiento, nos complejiza y vuelve más fuertes” e invita a todas las participantes a profundizar: “Tienen que ser más y más las compañeras que estén al tanto de lo que se debate en las comisiones y en el Encuentro”. Por otro lado, dice Pelli: “el Encuentro l permite que se exprese todo, aparecen todos los debates. Es inmenso, hace a una democracia grande a la que quizás no estamos acostumbradas. Como dice Quimey Ramos, docente y activista trans, en entrevista con Somos Plurinacional: “el Encuentro se dobla pero no se rompe”.