Sin educación no hay futuro

Sin educación no hay futuro

Pese a las lluvias y el mal tiempo, paraguas, pilotos y una infinidad de banderas, carteles y pañuelos coparon la zona de Congreso. Miles de estudiantes, graduados y docentes de las 57 universidades públicas nacionales, que se encuentran de paro por tiempo indeterminado, acompañados por gran parte de la sociedad, salieron a las calles manifestando su absoluto repudio frente a la inmovilidad salarial y al recorte presupuestario que el Gobierno nacional está llevando a cabo contra la comunidad educativa. La marcha en defensa de la universidad pública, gratuita, inclusiva y de calidad se sintió a lo largo y ancho del país.

Las diferentes organizaciones gremiales, junto con toda la comunidad educativa se concentraron a partir de las 17 frente al Congreso para comenzar la marcha por Avenida de Mayo. “No estamos perdiendo clases, estamos perdiendo la educación pública”; “Soy la suma de todos los docentes que pasaron por mi vida.” “¡Mira si no voy a salir a marchar por ellos!” “La educación pública es un derecho no un privilegio”, fueron algunas de las frases que repetían los manifestantes, muchos de ellos no pertenecientes al sistema educativo universitario, quienes a pesar de ello, mostraron su apoyo a la educación superior frente a la situación crítica que está atravesando.

No se vende, se defiende

Victoria González, de 28 años, es médica recibida en la UBA y trabaja actualmente en el hospital Garrahan: “Hoy vinimos acá con compañeros de la residencia, porque la mayoría se formó en la educación pública. Le debo lo que hoy soy un poco al esfuerzo que hicieron mis padres, y otro poco al Estado que pone presupuesto para que los jóvenes puedan convertirse en profesionales, y tener un futuro”, sostiene. “Más allá de que uno está por fuera del sistema educativo universitario, es importante venir a apoyar la marcha de hoy porque el recorte de presupuesto es significativo, y es un avasallamiento muy grande sobre la educación. Estamos desprotegidos por parte del Estado. El tiempo no nos ayuda, pero salimos igual a las calles a luchar”, concluye González.

Los gremios universitarios que organizaron la movilización fueron las federaciones docentes (Conadu, Conadu Histórica y Fedun), las organizaciones estudiantiles (la FUA y sus federaciones regionales) y de trabajadores no docentes (la Fatun),  que hasta el momento están llevando a cabo medidas de fuerza en todo el país. Y es que la propuesta salarial ofrecida a los docentes es del 15% en cuotas, quedando muy por debajo de la inflación, estimada en un 30%.

Sosteniendo el paraguas y acompañada por sus dos compañeras Maitena, egresada y docente de la Universidad Nacional de las Artes comenta: “Estamos marchando por los conflictos en relación a la universidad. Nuestras paritarias docentes están congeladas. La oferta del Gobierno fue rechazada y luego se volvió a ofrecer lo mismo. Seguimos cobrando lo mismo que el año pasado. Además de eso, la partida presupuestaria de este año está subejecutada, el 80% de nuestras sedes son alquiladas y no hay presupuesto para sustentarlas. Estamos en emergencia edilicia”, describe. Su compañera Érica, agrega: “Somos primera, segunda y tercera generación de universitarios en la familia. De no haber tenido educación pública jamás hubiéramos tenido acceso a ella. Si hubiera sido arancelada nuestro destino hubiera sido otro. Nosotros queremos que otros tengan nuestro mismo destino y no se queden en el camino. Hay que pelear por las generaciones que vienen”.

Luis Tiscornia , secretario general Conadu Historica.

Sin terciarios no hay docentes

Marcela Felice cursa en el instituto superior docente del 105 de Ciudad Evita el Profesorado de Educación Especial: “Estudio en La Matanza, donde hay un montón de escuelas que no comenzaron las clases, de las que se está haciendo cargo el municipio. Ediliciamente están en condiciones pésimas, y esto nos dejó lamentablemente sin dos compañeros, hablo de Sandra y Rubén”, explica Felice. “El compañero Rubén, de la escuela 49 de Moreno, aparte de ser auxiliar en la escuela, era instructor en formación profesional y daba cursos de carpintería; tuve el gusto de conocerlo, una gran persona. A pesar de lo que pasó, ellos siguen ajustando. El Gobierno nacional y provincial tienen que hacerse cargo de las paritarias, de la inversión en infraestructura y de las condiciones en general de las escuelas y universidades. Eugenia Vidal dice que las familias se están inclinando a enviar a sus hijos a escuelas privadas. ¿Y los que no podemos hacerlo? ¿No les damos educación? Está en la Constitución Nacional que la educación es un derecho. Es lo principal. Si no hay educación, no hay nada”, concluye la estudiante.

Un derecho del pueblo, no un privilegio de clase

Bombos y platillos resuenan mientras la muchedumbre avanza. Entre banderas del centro de estudiantes está Diego Riquelme, estudiante de Sociología en la Facultad de Ciencias Sociales: “Hay que marchar, porque tenemos que defender nuestra universidad pública. Ella es un valor fundamental, es algo que necesitamos, es la posibilidad de que todo el pueblo pueda estudiar. Si no defendemos la educación, es un ir para atrás”, reflexiona. Diego destaca la masividad de la convocatoria, atravesada por cada historia personal: “Hoy hay una cantidad enorme de compañeros, que están acá de pie en la calle, con la lluvia, para que el Gobierno vea que nosotros defendemos la educación. A mí se me hubiese dificultado mucho poder pagar una universidad privada. Mi papá y mi mamá son universitarios, se recibieron casi a los 50 años, un gran ejemplo para mí. Eso me da más fuerza para querer estudiar”. Luego analiza cómo a la crisis universitaria se suma la económica y social en cada estudiante: “Ya hoy con el ajuste general, por más que la universidad sea gratuita, hay compañeros que no están pudiendo venir, porque uno tiene que viajar, comer, pagarse los apuntes. Imaginate si le sumas una cuota, sería muy difícil. Por esos compañeros, por los que estamos y por todos los que queremos que vengan. El reclamo es general, por el presupuesto universitario, pero además acompañamos a los docentes, en la negociación paritaria de su salario”.

Los carteles de “La escuela pública es de todos y para todos”, “A un pueblo educado, es difícil que lo engañen corruptos y mentirosos”, acompañaron la mayoría de las banderas que flamearon durante tres horas por Avenida de Mayo. El canto más escuchado sintetizó la crisis que enfrenta el Gobierno y la determinación de una sociedad que defiende sus derechos contra viento y lluvia: “Traigan al gobierno ajustador/ para que vea/ que este pueblo no cambia de idea/ pelea, pelea por la educación”.

Jorge Luis Nuñez, secretario adjunto UDIUN.

 

No a la UNICABA

No a la UNICABA

Foto Archivo ANCCOM: La marcha por el No al UNICABA, en mayo de este año.

El proyecto impulsado por el Gobierno de la Ciudad pretende desmantelar prácticas profesionales y pone en riesgo las fuentes de trabajo.

Mirá el video de ANCCOM con imágenes de algunos de los 29 Institutos y Escuelas que están en riesgo:

 

 

La desidia lleva a la muerte

La desidia lleva a la muerte

Tras la explosión de una garrafa de gas en la Escuela 49 del Partido de Moreno que ocasionó la muerte de Sandra Calamano, su vicedirectora, y Rubén Rodríguez, auxiliar, una multitud se manifestó frente al Consejo Escolar y luego se movilizó hasta el Municipio, para exigir justicia y denunciar el abandono del Estado en todas las escuelas del distrito.

Las calles de Moreno se colmaron de tristeza y dolor por la pérdida de dos trabajadores de la educación.  “Sandra iba todos los días a las 8 de la mañana, para prender las estufas y que esté ambientado el lugar para cuando llegaran los chicos 8.30. Esto ocurrió 8.10 de la mañana, yo tenía mis hijos listos, los nenes entran 8.30. Imaginate, 20 minutos para que los chicos estén ahí; 300 nenes van a ese colegio, doble jornada”, expresó la mamá de dos alumnos de la Escuela 49, conteniendo las lágrimas mientras cientos de personas comenzaban a llegar y rodear las gomas que se quemaban sobre la Avenida Victorica, frente al Consejo Escolar.

Sandra falleció junto a Rubén durante la mañana del 2 de agosto, después de la explosión de una garrafa provocada por una pérdida de gas que había sido denunciada tiempo atrás. La falta de respuestas y las muertes de Sandra y Rubén motivaron que los reclamos se atestaran de bronca e indignación. “Hace meses se viene diciendo que había pérdida de gas. Los chicos mismos lo decían, hubo días que no tuvieron clase por ese motivo y siguieron sin solucionarlo. Ahora perdimos las dos vidas. La vicedirectora misma nos hizo firmar seis notas. Hoy la vicedirectora tendría  que estar ella acá y no está. Estamos luchando por lo que ella quería lograr”, continúa contando la mamá.

A medida que llegaban docentes, estudiantes, trabajadores y vecinos de Moreno y zonas aledañas, pegaban carteles sobre la persiana del Consejo Escolar en los que manifestaban su solidaridad y exigían justicia. Un matrimonio fue el primero en arribar, cuando las autoridades se retiraban del lugar “Nosotros llegamos 11.30 con mi marido para reclamar porque no pueden ser que las escuelas sigan así.  Los jefes se fueron diciendo que nos querían mandar Gendarmería para que nos vayamos, que no tendríamos que reclamar nada, siendo que hay dos muertes de dos inocentes. “La gobernadora (María Eugenia) Vidal y (el interventor del Consejo Escolar Matías) Nasif son responsables de que hoy hayamos perdido estas dos vidas”, dijo la mujer cargada de bronca.  

Al mismo tiempo se realizó una masiva concentración en Acceso Oeste y ruta 23, convocada por la CTA Regional Merlo-Moreno y SUTEBA Moreno. La inmensa columna llegó al Consejo Escolar alrededor de las 15, encabezada por docentes de la Escuela Nº 49 que sostenían un trapo que decía “No a la ilegítima intervención del Consejo Escolar”, dado que el organismo está intervenido desde octubre de 2017 por el gobierno bonaerense. Allí se realizó un acto conducido por Mariana Cattaneo, Secretaria General de SUTEBA de Moreno, que manifestó la necesidad de “cada vez más unidad del campo popular”. Durante el acto, tomaron la palabra distintos allegados a las víctimas. “Sandra, al igual que Rubén, era la primera en llegar y la ultima en irse. Preocupados porque los pibes comieran, por eso hoy no están más con nosotros. Preocupados porque hoy pudieran desayunar, habiendo una pérdida de gas desde ayer, buscándola, vinieron desde el Consejo y no lo cortaron. Esto no fue un accidente. Fue un asesinato, y la responsable es la Gobernadora  por cómo está vaciando las escuelas de la provincia de Buenos Aires. Y cuando defenestran a los docentes y a los auxiliares diciendo que somos vagos y que no queremos trabajar, nosotros le decimos que somos quienes mantenemos en pie las escuelas de la provincia. Cada uno de nosotros somos los que mantenemos en pie la educación pública”, expresó Hernán, docente de la escuela 49. Luego de una hora, la multitud se movilizó por el Centro de Moreno hasta llegar al Municipio, donde siguió desarrollándose el acto. Allí se pronunciaron representantes de distintos gremios, muchos de ellos jóvenes de Centros de estudiantes de la zona, quienes exigieron a las autoridades municipales y provinciales “humanidad y sensibilidad, porque ante todo somos personas”, dijo a ANCCOM Camila, una joven de 15 años de una escuela de Francisco Álvarez.

El acto finalizó con la invitación a movilizar al día siguiente en Moreno, y en todas las ciudades de la provincia.

Un día después, la solidaridad y el compromiso social abrazaron a los chicos de la 49: el comedor barrial “Sueños Esperanzas” se ofreció a recibirlos a todos dado que no sólo no tendrán clases, sino que tampoco recibirán la comida que allí tenían asegurada. “Sueños Esperanzas” recibirá donaciones hasta el sábado 11. Se necesitan: alimentos no perecederos (arroz, fideos, polenta, legumbres, etcétera); pollo, carne y verduras. El comedor dejó un celular, (011) 15-6688-8285 y el nombre de Estefanía para coordinar

Los pobres también pueden

Los pobres también pueden

Al igual que ocurrió con aquella frase del actual presidente Mauricio Macri sobre la creación de universidades en el conurbano bonaerense, la actual gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal, reavivó un debate que promueve fuertes cuestionamientos a la legitimidad de la expansión del sistema universitario público argentino. En los sucesivos días, rectores y profesores de diferentes Universidades Nacionales repudiaron los dichos de la mandataria. Ahora es el turno de los estudiantes y especialistas en educación. ANCCOM recolectó los testimonios de jóvenes que ven a la educación superior como una oportunidad de consumar aspiraciones que a sus padres les resultaban imposibles de concretar.

“¿Es justo llenar la provincia de universidades públicas cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad?”, se preguntó Vidal el pasado 30 de mayo en un almuerzo organizado por el Rotary Club en el Hotel Sheraton, al reprochar la creación de universidades públicas en el Gran Buenos Aires.  Sin embargo, los datos la contradicen. Según un estudio elaborado en 2016 por la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE), en 2015 asistían unos 315 mil residentes del conurbano a las 14 Universidades Nacionales de la zona. De esa cifra, el 12% son estudiantes pertenecientes al 20% más pobre de la población de la región. Muchos de ellos acuden a nuevas universidades como la de Avellaneda (UNDAV), de Moreno (UNM), Arturo Jauretche (UNAJ), del Oeste (UNO), de José C. Paz (UNPAZ) y de Hurlingham (UNAHUR).

Las universidades también llevan a cabo actividades de extensión y grupos de investigación.

“Yo soy hijo de los 90.  Viví rodeado de ollas populares, de comedores infantiles”, recordó Andrés Chamorro, estudiante de la Tecnicatura Universitaria en Producción de Medios Audiovisuales de la UNPAZ. El universitario declaró que le costó verse a futuro como un profesional debido a la situación de su familia durante la crisis del 2001. Sofía Bellene, cursante de la misma carrera, habló de las limitaciones que sufren las familias trabajadoras a la hora de querer estudiar: “Hay personas de mi entorno que no pueden hacer una carrera porque trabajan, porque tienen hijos, porque es otro presupuesto y porque les queda lejos”. En relación con esta situación, Andrés contó que asistió a la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero abandonó por el gran viaje que implicaba. “Dejar una carrera te lleva a pensar cosas como que la universidad no es para vos. Pero la verdad es que las condiciones para que uno pueda estudiar no son óptimas”, dijo.

A pesar de esta realidad, el mismo informe de la UNIPE señala que entre 2008 y 2015 la matrícula de estudiantes de la porción más pobre del conurbano creció un 47%, justo en medio de la última ola de creación de Universidades Nacionales. Al respecto, Graciela Morgade, decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y Doctora en Educación, explica: “Tener la universidad a pocas cuadras o poder ir en bicicleta son factores que atraen a las personas. Si a eso le sumás proyectos de permanencia, de egreso, de acompañamiento pedagógico, de becas o comedores estás acercándote a los sectores más empobrecidos”. Vinculado a esta cercanía territorial, un estudio realizado por el equipo de Chequeado.com en 2016 arrojó que el 72% de los egresados de la UNDAV era primera generación de universitarios en sus familias, mientras que el 85% de los estudiantes de la UNAJ era primera generación.

La matrícula de estudiantes de la porción más pobre del conurbano creció un 47%, justo en medio de la última ola de creación de Universidades Nacionales.

“´El pibe´, el ´negro villero´, la ´mamá luchona´, la ´que cobra el plan social´, todos van a la universidad del conurbano. El pibe ese que algunos se cruzan en la calle y se cambian de vereda está estudiando para ser otra persona. Eso es lo que a algunos sectores les molesta y a la vez tanto nos empodera, porque la universidad pública cambia la vida de las personas”, enfatizó Enzo González, estudiante de Letras de la UNAHUR. Por su parte, Laura Quinteros Gvay, graduada en Actividad Física y Deporte de la UNDAV, expresó “que la universidad esté cerca de los chicos significa la reducción de gastos en transporte público, el tener menos tiempo de viaje y más de estudio”.  Por último, Sofía, otra estudiante, comentó que para su familia “ir a la universidad es un orgullo y una forma de progreso”.

Justamente, “lo que tiene que ver con la educación la gente lo vive como algo positivo y que le resulta positivo”, asegura Mónica Pini, Doctora en Educación (University of New Mexico, EEUU) y directora del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Educación Cultura y Sociedad (CEIECS) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Sobre ello, Leila Mariani, graduada en Trabajo Social de la UNM, relató que sabe “lo que significa estudiar en una universidad pública. Y eso es la posibilidad de futuro”.

En la misma línea que a Sofía, de la UNPAZ, Laura, de la UNDAV, afirmó: “Mi papá me decía que, como él no pudo estudiar, yo tenía que hacerlo. Lo hice al máximo y cursaba entre cinco y seis materias por cuatrimestre”.  Lo que empezó como una beca luego pasó a ser una oferta laboral y ahora trabaja en la Secretaría de Bienestar Universitario. “La universidad cambió mi vida. Me dio amigos, colegas, poder viajar. Me perfeccioné afuera, hice investigación y cubrí un juego olímpico”, remarcó.

Un informe de la UNIPE señala que entre 2008 y 2015 la matrícula de estudiantes de la porción más pobre del conurbano creció un 47%

A lo largo de la historia, la creación de universidades públicas estuvo ligada a la necesidad de acercarlas a las localidades. En efecto, se pasó de tener a inicios del siglo XX sólo tres universidades (Córdoba, Buenos Aires, La Plata) a 56 hoy, con al menos una en cada provincia. Y con cada expansión la matrícula creció, como lo indica la investigación de la UNIPE. Sobre ello Morgade subrayó: “Las universidades que se crearon en el conurbano nacieron como un proyecto político y universitario particular, intentando identificar y atender necesidades y características del desarrollo social, económico y político local.  En general, hubo una atención hacia las demandas de cada comunidad”.

De igual forma, Pini expresa que “las universidades también llevan a cabo actividades que comprenden grupos de investigación que estudian diversas problemáticas. Por ello, no sólo se trata de los estudiantes sino también de las áreas de investigación, extensión y todo lo que dinamiza a las comunidades, por lo que no tiene sentido decir que sobran universidades”. Un ejemplo de lo que significa la educación pública para una comunidad es el caso de Enzo, que está muy entusiasmado de poder dar clases el año que viene. “Soy de Hurlingham, estudio en Hurlingham y cuando me reciba voy a devolverle todo a la población de Hurlingham”, sostuvo emocionado.

“Las universidades públicas del conurbano vinieron a cicatrizar una herida profunda de marginación histórica en los sectores populares”, reflexiona Andrés Chamorro, de la UNPAZ.  Para él la educación superior es un “trampolín” de la movilidad social. Porque más allá de las ventanas del Sheraton, en las zonas más populosas y humildes de la Provincia de Buenos Aires, las universidades nacionales tratan de devolver la dignidad a miles de familias que han sido excluidas socialmente. Al respecto, Leila, hoy con trabajo gracias a su carrera, comenta: “Yo tuve muchos compañeros de una pobreza extrema que lograron estudiar a duras penas, pero lo hicieron con una gran satisfacción. Una compañera mía, el día que se recibió, gritó en la puerta de la universidad: ¡¿Vieron que los pobres se pueden recibir?!”.

Muchos estudiantes afirman que la universidad «les cambió la vida».

La Plaza de los guardapolvos

La Plaza de los guardapolvos

Una multitud de docentes, profesores y estudiantes de todo el país se movilizó a la Plaza de Mayo en la segunda Marcha Federal Educativa bajo la consigna “paritaria nacional docente” y “en defensa de la educación pública”. La convocatoria se realizó a 30 años de la “Marcha Blanca”, la recordada movilización docente de1988. A pesar de haber estado vigentes desde 2006, las paritarias nacionales del sector fueron derogadas el 16 de enero pasado a través del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 52/2018. El reclamo que cubrió de guardapolvos blancos el centro de la Ciudad y sus principales accesos se extendió también al repudio a la política económica del macrismo y a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ponen en jaque a la educación pública en un contexto de fuerte ajuste.

La masiva marcha de ayer comenzó, en rigor, mucho antes de que las nutridas columnas coparan la Plaza de Mayo y alrededores. El lunes se realizó la conferencia de prensa en la sede de CTERA donde se dio inicio formal a la medida. La secretaria general del gremio, Sonia Alesso, informó que el gasto del 6% destinado al presupuesto de Educación “no se está cumpliendo”. Un día después, el martes, las columnas más lejanas provenientes del noroeste argentino y de la Patagonia iniciaron la marcha a Buenos Aires. La adhesión fue masiva. Los organizadores calcularon más de 250 mil manifestantes.

El acto central inició pasadas las 15:00 con la entonación del Himno Nacional Argentino. Las primeras palabras estuvieron a cargo de Eduardo López, secretario general de UTE. “Vamos a seguir enseñando que hubo patriotas, que decimos colonia no, Patria sí”, subrayó. A continuación le cedió la palabra a dirigentes del noroeste argentino y de la Patagonia. Todos coincidieron en las fuertes críticas a la política educativa del gobierno de Cambiemos.

La convocatoria se realizó a 30 años de la “Marcha Blanca”.

“Vamos a insistir hasta que se escuche el reclamo. Es necesaria la unidad del movimiento obrero para una huelga general en contra del ajuste y del acuerdo con el FMI”, continuó el titular de SUTEBA, Roberto Baradel. Su mensaje fue especialmente dirigido a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. “Vaya menos a los set de televisión y ocúpese de la escuela pública”, le reclamó.

En un gesto de solidaridad por la represión que sufrieron los trabajadores del subte el martes, el micrófono pasó luego a manos de Néstor Pianelli, miembro de los Metrodelegados, que agradeció que los maestros le enseñen a sus hijos “a pelear y a no bajar los brazos”. También hablaron Pedro Bayúgar, por Sadop; y Mirta Petrocini, del gremio bonaerense FEB.

El cierre estuvo a cargo de Alesso. “El magisterio argentino es protagonista de las grandes luchas populares. De la resistencia a la dictadura, de la vuelta a la democracia. Nos quieren volver a meter para adentro y que discutamos uno o dos temas. La discusión con el gobierno no es solo por el modelo educativo: es el modelo educativo y es el modelo de Patria”, subrayó. Como Baradel, la secretaria general de Ctera cerró su discurso con un llamado a las organizaciones sindicales a convocar un paro nacional.

En diálogo con ANCCOM, Julia, docente “villera» de educación especial, comentó que asistió a la movilización bajo la consigna “Ni un pibe menos” de su agrupación política, La Garganta Poderosa. “Queremos parar la violencia institucional que se ejerce hacia nuestros alumnos. Con hambre no se puede estudiar”, dijo. Vestía un guardapolvo que en la espalda rezaba la leyenda “Nuestros docentes enseñan luchando”.

La masiva marcha de ayer comenzó, en rigor, mucho antes de que las nutridas columnas coparan la Plaza de Mayo y alrededores.

Leonardo, docente de grado del conurbano bonaerense, marchó junto a sus hijos. Todos con guardapolvos blancos. “Vinimos en familia, salimos a la calle para que el conflicto se conozca. Por eso vinimos todos”, le dijo a esta agencia.

Junto con los docentes, marchó una gran cantidad de estudiantes y autoconvocados. Agustina, estudiante del Profesorado en Matemáticas de la Universidad Nacional de Rosario, dijo: “Sin la educación pública no puedo estudiar. Además en unos años yo voy a ser docente, voy a estar en su lugar, así que el tema me toca mucho”. Briana, alumna de la Universidad de Buenos Aires, apoyó la medida de fuerza de los docentes de forma autoconvocada: “Hay que defender la educación pública entera, desde el jardín de infantes hasta la universidad”, explicó.

Entre las banderas de los militantes se mezclaron gran cantidad de los ya conocidos pañuelos verdes de la campaña por la despenalización del aborto. También pañuelos rojos en rechazo al proyecto del gobierno porteño de creación de la Unicaba que unifica 29 profesorados en una sola universidad. “No a la Unicaba, educar es combatir”, rezaban junto con la ilustración de dos lápices en forma de cruz.

Si bien durante toda la movilización no se registraron incidentes, Luis Lucero, secretario general de UDAP de San Juan, denunció una agresión a la salida de su provincia. El micro de la delegación fue atacado a piedrazos y, aunque no hubo heridos, el hecho obligó a los maestros a cambiar de transporte. “No sabemos si fue una casualidad o una causalidad. Todavía estamos investigando, pero ya hemos hecho la denuncia correspondiente”, contó Lucero a esta agencia.

Tras las palabras finales de Alesso, el músico Peteco Carabajal hizo una breve presentación. La desconcentración comenzó a las 16.30. Lentamente se rompieron las columnas y los docentes y estudiantes abandonaron las calles. Había rostros satisfechos por la masiva adhesión a la marcha. La lucha continúa.