La marcha más grande de Moreno

La marcha más grande de Moreno

Mujeres alzando el puño y cantando en la movilización.

El  pasado lunes 3, a un mes de la tragedia ocurrida en la escuela primaria N° 49 del Barrio San Carlos, de Moreno,  una marcha multitudinaria en la que participaron docentes, auxiliares, familiares de las víctimas, padres de estudiantes y ciudadanos, recordó a Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, muertos al explotar la conexión de gas del establecimiento y exigió justicia. Además, los manifestantes reclamaron la solución de los grandes problemas de infraestructura que afectan a los establecimientos educativos del distrito, sin clases desde el estallido.

Durante toda la semana se convocó a la comunidad educativa a lo que se designó como “La marcha grande de Moreno”, en la que la consigna fue que todas las escuelas e instituciones del municipio salieran a reclamar por justicia, mejoras edilicias y aumento del salario docente y no docente. Asimismo, se programaron distintos puntos de encuentros, en los cuales las columnas, organizadas por localidades, se conjugaron en un solo grito de justicia.

Todo comenzó desde muy temprano, donde la columna Nº 1, encabezada por docentes de la Escuela Nº 49, emprendió la marcha central desde el Barrio Las Catonas a las 08:06, horario en que se produjo la explosión en el establecimiento a causa de una fuga de gas. La columna se dirigió por la Ruta Provincial N° 23 hasta el monumento Fuentealba, ubicado en el acceso Oeste y Ruta 23, que homenajea al maestro asesinado en Neuquén por la policía local, en 2007. A las 10:00, confluyeron las columnas 2 que provenían de Paso del Rey, de Francisco Álvarez- La Reja, de Moreno centro y Sur y, por último, otra columna de Cuartel V.

Una multitud sosteniendo una pancarta pidiendo justicia por las muertes de Sandra y Ruben.

La comunidad educativa recordó a Sandra Calamano y Rubén Rodríguez.

“La consigna de hoy es fundamentalmente para exigir justicia, por Sandra y por Rubén, seguir exigiendo que las escuelas se arreglen, para que tengamos escuelas dignas para nuestros hijos y para que los docentes y auxiliares puedan ir a enseñar como corresponde. Acá los responsables siguen mirando para el costado, acá responsabilizamos a (la gobernadora María Eugenia) Vidal y (Sebastián) Nasif (interventor del Consejo Escolar al momento de la explosión), no vamos a parar de movilizar hasta que los responsables estén donde deben estar”, expresó Gustavo Muñoz, Secretario Adjunto de la CTA Regional.

Por su parte, trabajadoras auxiliares, como Ana Rivero y Carmen Sosa de la EPB N°71 del Barrio Pfizer expresaron: “La marcha nos dejó una sensación de mucha angustia”. Ellas, al igual que numerosos auxiliares, asisten a las familias de la escuela y participan en un comedor comunitario del barrio “porque los chicos no pueden dejar de comer”, expresa Rivero.

Tras un recorrido aproximado de dos kilómetros y con la participación de unas 15.000 personas, “La Marcha Grande” llegó al acampe que se realiza frente al Consejo Escolar. Algunas de las consignas más pronunciadas fueron “No fue un accidente”, “El ajuste mata” y “La educación no se negocia”.

Una multitud sosteniendo banderas y carteles.

Las escuelas e instituciones del municipio salieron a reclamar por justicia, mejoras edilicias y aumento del salario docente y no docente.

El acampe lo llevan adelante diferentes sindicatos y organizaciones sociales como forma de protesta. Entre ellas están la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (Udocba), la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

Walter Cravero, Secretario de ATE, expresó: “Esto es histórico, estamos luchando todos juntos unidos pidiendo justicia” La última oradora fue Mabel Zurita, viuda de Rubén Rodríguez, que era el portero de la escuela. Mabel, en diálogo con ANCCOM, dijo: “No solo he perdido a mi esposo sino también a una compañera de lucha de toda la vida”, hablando de Sandra Calamano y agregó sobre Rubén: “Mi esposo amaba su profesión y termina su vida trágicamente en su espacio de trabajo”.

El acto finalizó con el Himno Nacional, ejecutado por músicos locales. Bajo el escenario, los manifestantes se despidieron con abrazos y palabras de aliento a los docentes que luego de la desconcentración siguieron su recorrido hacia la Jefatura Distrital de Educación a elevar un petitorio en el que exigen las reformas necesarias para poder volver a dar clase.

Docentes hombres y mujeres sosteniendo la pancarta, al frente de la marcha.


Hombres y mujeres en la movilización y detrás de ellos carteles pegados en la pared exigiendo justicia.

 

Una bronca federal

Una bronca federal

En una jornada histórica con la presencia de más de 400 mil personas que se movilizaron desde el Congreso de la Nación hacia Plaza de Mayo en defensa de la universidad pública, ANCCOM dialogó con distintos referentes de la lucha docente que marcharon bajo la intensa lluvia.

Mientras se moja y en pleno desarrollo de la quinta reunión de la Mesa Nacional de negociación salarial, Luis Tiscornia, secretario general de la Conadu Histórica, ratifica la continuidad del plan de lucha que ya lleva cuatro semanas de no inicio del segundo cuatrimestre con cese total de actividades. “Es un empecinamiento del Gobierno nacional en querer imponer desde mayo la rebaja salarial, fijando un techo en la paritaria del  15%. Hubo otros que lo firmaron, nosotros no firmamos, luchamos”, aseveró Tiscornia. En cuanto a la expectativa con respecto a la reapertura de la mesa de negociación del viernes por la mañana Tiscornia fue concreto: “Si el Gobierno está mirando la realidad y tiene un poco de sensatez tiene que hacer una propuesta razonable, más aún luego de una movilización masiva en distintos puntos del país”.

Helena González de la Universidad Nacional de la Patagonia, sede Comodoro Rivadavia, alertó sobre la situación de los docentes universitarios del sur de nuestro país. “Las políticas universitarias de este Gobierno nos perjudican. Un ejemplo claro es la intención de sacar los beneficios que tenemos por zona desfavorable que representa el 80% de nuestro salario”. Respecto a las medidas de lucha que se replican a lo largo y ancho del país y que manifiestan la unión de los docentes y el estudiantado, González recordó el abrazo a la universidad donde estuvieron presentes todos los entes representativos de Comodoro Rivadavia. Desde entonces, los estudiantes realizan un acampe y vigilia durmiendo en el hall de la universidad.

ANCCOM tuvo la posibilidad también de dialogar con otra de las delegadas del interior presentes en la marcha. Sandra Mutal, docente universitaria de la Facultad de Artes de Córdoba, quien rememoró la última movilización masiva realizada en su provincia con el acompañamiento de más de cien mil personas. El malestar que generaron las recientes declaraciones del ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, con frases como “no se puede seguir teniendo carreras donde hay más profesores que alumnos”, motivaron a más de una réplica desde los distintos gremios y asociaciones docentes de todo el país. “No nos sobran docentes. Córdoba por ejemplo tiene una población estudiantil muy grande. Trabajamos día a día en condiciones que no son las óptimas para enseñar. El deterioro salarial es cotidiano, lo sentimos en nuestros bolsillos”, resumió Mutal desde su experiencia como docente en su provincia.

Respecto al impacto que tiene la subejecución de partidas del presupuesto votado por el Congreso de la Nación sumado al incremento de los costos por la escalada infrenable del dólar, Antonio Rosello, secretario adjunto de Conadu Histórica, señaló que “como los insumos de investigación, de servicios médicos y de provisión de conocimiento son importados se ha reducido a la mitad la posibilidad de atención al público en centros universitarios que atienden gratuitamente a toda la población”. La falta de fondos se evidencia también en la imposibilidad de hacer frente tanto al pago de servicios por sumas exorbitantes producto de los tarifazos, como a problemáticas de infraestructura. “Se ha cortado el suministro de energía en distintas universidades de todo el país. No hay suministro de gas en Neuquén donde funciona la Universidad Nacional de Comahue (UNC), a pocos kilómetros de Vaca Muerta, porque se suspendieron todas las obras de infraestructura nueva y con cuatro grados bajo cero se ha tenido que reducir la atención al público y el dictado de clases”, advierte Rosello.  Al respecto, la secretaria general de ADUNC, Micaela Gomiz, informó que se enviaron a la universidad 14 millones de pesos desde Nación pero aún se adeudan 50 millones, lo cual conllevó a la suspensión de actividades y a la acumulación de deudas con algunos de los acreedores y proveedores.

En esta misma línea, Jorge Luis Nuñez, secretario adjunto de la Asociación de docentes e investigadores de la Universidad de Quilmes (ADIUNQ), manifestó la gran dificultad que afronta hoy su institución para paliar los gastos de funcionamiento, refacciones y mejoramiento edilicio. “No están aprobando las obras de infraestructura. En la Universidad de Quilmes teníamos proyectado un comedor para 900 estudiantes y también la concreción del aula magna a través de una licitación que ya estaba aprobada para completar las butacas y el sistema de sonido. Está todo paralizado”, explica Núñez.

En una jornada marcada por la suba descontrolada del dólar, a casi 41 pesos, con la consecuente profundización de la crisis económica que ello implica, Federico Montero, secretario general de FEDUBA, rescató el gesto conmovedor de la sociedad argentina en defensa del derecho innegociable al acceso a la universidad y la educación. “La masividad, la capacidad organizativa y el desarrollo de esta actividad en los distintos puntos del país son una fuerte señal para el gobierno de que el pueblo no está dispuesto a retroceder en sus derechos”, subrayó.

Durante el cierre del acto central de la jornada, Carlos De Feo, secretario general de CONADU, dejó en claro que la pelea que se está dando no es solo por el salario de los docentes. “Lo que está en disputa hoy es la educación superior pública, gratuita, laica, inclusiva y con ingreso irrestricto. Una universidad que es ejemplo en América Latina y un modelo en el mundo, por eso miles de estudiantes de otras latitudes vienen a estudiar acá”, manifestó desde el escenario frente a las más de 400 mil personas que pese al frió y la lluvia no titubearon en hacerse presentes en esta jornada de lucha histórica por la defensa de la educación pública.

Mirá la fotogalería de ANCCOM:

 

 

No comienzan las clases en las universidades nacionales

No comienzan las clases en las universidades nacionales

No inicia el segundo cuatrimestre en las universidades públicas de todo el país. Sorpresivo y no a la vez. La emergencia salarial y presupuestaria llevó a los gremios a tomar una medida de fuerza que no se realiza desde hace muchos años. Aunque la inflación se estime del 30% la propuesta salarial para los docentes continúa siendo de un 15% a pagar en cuotas, sumada -o restada- a un achicamiento del presupuesto universitario que ronda los tres mil millones.

ANCCOM dialogó con Federico Montero, secretario general de FEDUBA; Gabriela Mariño, secretaria general de la Asociación de Docentes de la Universidad de Avellaneda; y Octavio “Tato” Miloni, secretario general de la Asociación de Docentes de la Universidad de La Plata, para comprender el entramado de este momento crítico. Todos coinciden en que del 6 al 10 de agosto no habrá clases.

“Analizando cuáles son las condiciones económicas y el programa económico al que el gobierno se ha comprometido con el FMI, es muy difícil pensar que este conflicto pueda tener una resolución favorable porque la inflación se disparó, estando muy por encima de las previsiones que teníamos. Y, en paralelo, hay una política de ajuste del gobierno nacional que se expresa muy particularmente sobre el Estado”, explica Montero. En esta línea, más allá de una crisis económica transversal, los entrevistados acuerdan en que la priorización en las negociaciones está con el sector privado. “Hay una lealtad con muchas partes del sector privado donde hay paritarias del orden del 25% y 27%. Ahora hace falta que el Estado también se haga cargo de la inflación que ellos mismos están generando para que haya algún acompañamiento salarial de este despilfarro en términos de política económica”, explica Miloni.

Por más que el reclamo salarial es lo urgente, los sindicatos también demandan, desde hace cinco cuatrimestres, la irrenunciable defensa del sistema de educación superior público. “También defendemos los puestos de trabajo, luchamos por la apertura de paritaria de los trabajadores no docentes, vamos por la implementación de un sistema de becas para la permanencia de los estudiantes y por un aumento del presupuesto universitario”, explica Mariño.

El presupuesto es uno de los frentes más preocupantes, ya que hubo diez universidades nacionales que han declarado emergencia presupuestaria, expresando que quizás no pueden sostener su funcionamiento hasta fin de año. Hay un caso que es extremo, el de la Universidad Arturo Jauretche, por la que hay una seria preocupación sobre sus posibilidades de cursada. “Esta universidad tiene gastos corrientes y de funcionamiento que no le da capacidad de espera. Por eso, el 13 de agosto habrá un abrazo a la universidad, y vamos a ser solidarios para participar junto con nuestros compañeros y compañeras. No es así el caso de la Universidad de La Plata porque tiene otros recursos, y respaldo para sostener adversidades de estas características”, argumenta Miloni. ”Lo que sostenemos los docentes es que todas las cosas van de la mano, no hay aumento del presupuesto si antes no hay uno paritario para los y las docentes”, agrega Mariño, explicando que la paritaria docente es la base sobre la que se construye todo lo demás.

En las universidades llamadas del Bicentenario, las creadas en la década kirchnerista, la situación se agrava muchísimo, porque frenar las obras de infraestructura en instituciones que están creciendo es letal, según lo que explica Mariño con conocimiento de causa por ser parte de la Universidad Nacional de Avellaneda. “Tenemos carreras que están en su tercer año como Arquitectura y en su cuarto como Abogacía, y todavía nos quedan dos años por armar con una matrícula de docentes que están todavía cursando el tercer año de la carrera. Frenar planes de infraestructura, congelar plantas docentes, claramente dificulta el funcionamiento de universidades como la nuestra”, explica Mariño. Por estas razones, en esta comunidad universitaria se están movilizando y se declaran en estado de alerta reuniéndose todos los viernes de manera interclaustro: estudiantes, no docentes y graduados y graduadas; “El 21 de agosto vamos a hacer una gran jornada de lucha con toda la comunidad de la UNDAV y con la comunidad de Avellaneda, porque una de las características de nuestras universidades es que las organizaciones del territorio forman parte de la comunidad universitaria”, concluye Mariño.

Las distintas universidades no tienen la misma fecha de comienzo de clases, por lo que es complejo en cuestiones operativas, organizar una medida de fuerza en paralelo en la totalidad del país. ”Para hacerlo junto a todas las universidades del país, ese no inicio será a partir del 6 y hasta el 10 de agosto. Y luego vamos a hacer un Consejo Directivo de CONADU para evaluar los pasos a seguir, ver cómo fue la respuesta de nuestros compañeros y compañeras para el sostenimiento de una medida que es muy extrema, muy contundente”, explica Miloni. Lo determinante sobre las futuras decisiones es que el Ministerio de Educación abra el diálogo y les presente una propuesta superadora, lo que parece muy difícil teniendo en cuenta las experiencias que se vienen llevando a cabo. “Por supuesto que si el gobierno nacional decidiera reabrir la paritaria nacional docente la discusión se encausaría. De ninguna manera está cerrada por una mala actitud de los sindicatos. El que desconoce el escenario de paritaria nacional es el mismo gobierno, no nosotros”, expresa de forma contundente Mariño.

Para atravesar este camino con un enemigo tan fortalecido enfrente, la unión sindical -a pesar de sus diferencias- es una de las herramientas más punzantes que tienen las y los docentes. “Venimos construyendo muchos gestos que revierten un camino de fragmentación de los docentes universitarios de muchos años, que tampoco es fácil pero ha ido creciendo el nivel de conciencia de los compañeros y compañeras de los distintos gremios: lo que tenemos enfrente está más allá de los distintos matices de su caracterización”, explica Montero.

La unidad en la acción, especulan, permitirá medidas más contundentes. “Lo que está claro es que nos encontramos en la pelea cotidiana en cada uno de los lugares con las otras agrupaciones gremiales y valoramos eso. Tenemos la misma pelea por delante. En todo caso, lo que podemos discutir, los matices que tengamos de la etapa anterior, no nos impiden que podamos actuar juntos. Porque la unidad no es que no haya diferencias sino que, habiendo diferencias y respetándolas, igual podamos actuar juntos. Ese es un aprendizaje que se está llevando adelante”, concluye Miloni.

El futuro es incierto. Así y todo, los tres entrevistados afirman que más allá del cerco mediático y el desmerecimiento de la educación pública por parte del gobierno, por sobre todo de la educación superior, ésta tiene un gran prestigio social y es una luchadora incansable que no fue derrotada en la década neoliberal de los 90 y tampoco va a serlo ahora. La ventana de posibilidades está en la fuerza de los sindicatos, en su historia y su legitimidad social. “Según los números que manejamos la matrícula universitaria pública es del 80%, nada indica que la sociedad apueste allí a lo privado”, concluye Mariño.