45 años de lucha y búsqueda

45 años de lucha y búsqueda

Las Abuelas de Plaza de Mayo cerraron sus festejos por el 45º aniversario de la institución en el CCK. Artistas, militantes por los derechos humanos y el presidente de la Nación, entre otros presentes.

El pasado miércoles 26 de octubre se llevó a cabo el acto institucional por el 45 aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo en el Centro Cultural Kirchner. El evento contó con la presencia de referentes políticos, sociales y artísticos. 

El 22 de octubre, desde hace 45 años, es especial. En aquel 1977, familiares de desaparecidos se juntaban en la Plaza de Mayo para reclamar por sus seres queridos alrededor de la Pirámide de Mayo. A partir de la pregunta acerca de si alguien buscaba nietos o nietas, se fundó la organización Abuelas de Plaza de Mayo. 

En una noche llena de emoción, entre artistas musicales que marcaron la intergeneracionalidad presente en la lucha por la identidad, hubo música, poesía, recuerdos audiovisuales, y también un poco de humor desde la conducción que encarnaron los nietos restituidos Manuel Goncalves Granada y Leonardo Fossati. También se entregaron presentes a organismos que han colaborado en este camino de la verdad y la justicia. 

Para recibirlos, subieron al escenario los referentes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), de la Comisión por el Derecho a la Identidad (CONADI), de Teatro por la Identidad, y de la Unidad Fiscal Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado (UFICANTE). Los obsequios, unos pañuelos enmarcados que serán colocados en las paredes de cada institución, fueron entregados en manos de bisnietos y bisnietas. Toda una generación que ha sido marcada por la historia de sus abuelos y abuelas.

Entre los presentes en el evento, llegó de sorpresa el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, quien subrayó que “Las Abuelas y las Madres nos dieron un ejemplo de cómo luchar. Tenemos que cuidarlas mucho y cuidar mucho lo que representan. Representan lo mejor que tenemos: el respeto, la dignidad, la búsqueda de la verdad y de la justicia. Sin nunca pedir venganza” y agregó: “tenemos esta Argentina democrática que enjuicia genocidas, que puso en valor y le dio significado a la vida y el respeto de la diversidad, todo eso fue en gran medida por la enseñanza de las Abuelas”. Además, manifestó otras de las razones de su presencia: “No me hubiera quedado tranquilo, con mi espíritu, si no estuviera al lado tuyo esta noche, Estela. Sabés el cariño que te tengo. Saben el compromiso que tengo con ustedes, el de Cristina (Fernández de Kirchner) y el de todos nosotros. Mi generación, los que son más jóvenes y futuras estaremos eternamente agradecidos por lo que ustedes le enseñaron a la Argentina, que es mucho. Se puede recuperar la esperanza, no con venganza, sino pidiendo justicia”.

Luego fue el turno de Estela: “Hemos puesto la vida, el corazón, el dolor y el amor, pero nunca el odio, la venganza o la revancha. Justicia, Memoria y Verdad creo que es y será siempre el símbolo de las Abuelas de Plaza de Mayo. Ya quedamos poquitas, muchas están en el cielo, otras están enfermitas, pero tenemos el relevo de todos ustedes queridos amigos y estos nietos que hemos recuperado y que son parte de nuestra institución”, sostuvo. Y añadió “tenemos la democracia más larga de nuestra historia. Hay que cuidarla. La Patria es de todos. En nombre mío, de las Madres y las Abuelas, nos llenan de fuerza para seguir. No podemos largar el bastón. Este momento es inolvidable”.

El concierto contó con la presencia de Víctor Heredia, Ignacio Montoya Carlotto; Kevin Johansen y su hija Wiranda, Pim Pau, Lula Bertoldi y BB Asul, Julián Kartun, todos acompañados por un ensamble dirigido por Nicolás Sorín. Interpretaron canciones propias y de María Elena Walsh, Luis Alberto Spinetta y León Gieco. Asimismo, jóvenes que participan de las actividades que brinda el CCK, tuvieron la oportunidad de mostrar su arte con poesías, freestyle y beatbox. Entre ellos, Simón Azar, Alba Duarte, Gala Halfon, Luliibeats, NTC, Juan Rey, Pilar Sanjurjo Murujosa y Micaela Tapia. 

Luego de finalizado el acto, y en diálogo con Anccom, Miguel Santucho, hijo de Julio Santucho y Cristina Navajas, y que aún hoy continúa en la búsqueda de un hermano o hermana desaparecida durante la última dictadura militar, señaló: “45 años es un número muy grande, muy importante. Tenemos que ser conscientes de donde estamos y lo que nos espera y de mi lado, nuestra promesa es de toda la vida, es hasta encontrar al último”. Por otro lado, opinó que “las Abuelas nos enseñaron a reconstruir el tejido social para que cada uno tenga la posibilidad de expresarse y poder convocar a sus pares o poder tratar de expresar según sus capacidades y talentos. Creo que la mejor forma de llegarle a los jóvenes es dejar que ellos mismos logren interactuar entre ellos, resignificando este mensaje que hace años venimos transmitiendo, que es el derecho a la identidad”.

Buscarita Roa, actual vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, indicó que está muy feliz pues “en estos 45 años encontré a mi nieta, tengo bisnietos y tengo una familia muy numerosa que amo. Estoy feliz por haber restituido a mi nieta, que es la que estuvo perdida en esa época, que se la robaron los militares”. Y agregó: “Nosotras somos como cualquier persona, no tenemos nada de diferente, lo que pasa es que hemos sufrido, hemos pasado por muchas cosas, y a pesar de todo eso tenemos ganas de seguir viviendo y seguir haciendo cosas que es lo más importante”, remarcó.

El legislador porteño Claudio Morresi asistió al evento para acompañar a las Abuelas en este nuevo aniversario. El ex deportista, durante la dictadura militar, perdió a su hermano Norberto Julio Morresi, de 17 años, que fue secuestrado, fusilado a la vera de una ruta y enterrado como un NN en una fosa común del cementerio de General Villegas. Morresi les agradeció por lo que han hecho: “Han enfrentado tantas adversidades y han logrado que hoy haya 130 nietos que están en su verdaderas familias. Gracias por su lucha, por lo que han hecho por 130 argentinos y por lo que han hecho para nuestra sociedad y país”. Y continuó “hay sectores ideológicos que alimentan el odio para salvaguardar sus beneficios y sus posturas económicas. Siempre van a estar en contra de que la verdad histórica y de que se sepa lo que fueron los crímenes de lesa humanidad”.

Clara Burstein de Weinstein, madre del detenido desaparecido Mauricio Weinstein, estudiante secundario y militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), dio su presente y contó que estaba muy emocionada de poder estar en el evento: “Me alegra el alma cuando voy a una reunión y veo tanta gente joven. Lo que pido y es lo que tiene que ser, porque nosotras ya podemos muy poco y ya somos muy pocas las que estamos. Estamos tratando de hacer lo que podemos, que no es mucho, pero venir hasta acá, es mucho ya para mí. Lo tenemos que hacer y lo que seguiremos haciendo. Pero estamos dejando a la gente joven que tiene ganas de escucharnos y me parece bárbaro”.

Roberto Baradel, secretario General del SUTEBA, también asistió a esta noche de recuerdos y emociones en la “Ballena” del Centro Cultural. En diálogo con Anccom, mencionó que Abuelas es “amor, es dignidad, es lucha, es perseverancia, es pensar en todos. Construir un país en el marco de la paz, de la convivencia democrática, y el amor. Alejado del odio y de la persecución, Abuelas es uno de los más altos símbolos que tiene nuestro país, no solamente en Argentina, sino en todo el mundo. Los jóvenes si tienen que seguir un ejemplo, si tienen que tomar como referencia a alguien, es a las Abuelas y a las Madres”.

Por último, invitado por las Abuelas, Sergio Maldonado, hermano de Santiago Maldonado desaparecido en democracia, luego de una represión que se dio en marco de un desalojo a la comunidad originaria mapuche, y que falleció en circunstancias que aún hoy no son claras, expuso: “las Abuelas son un faro a seguir y son, sobre todo, una contención muy grande. Siempre te abrazan cuando vas a la casa de Abuelas, se respira ese olor de abuela y son muy generosas en un montón de cosas. Transformaron, como ellas dicen, en una frase muy trillada, pero no hay otra forma de expresar, el dolor en lucha y de eso hay que aprender”.

En este encuentro, del que participaron Abuelas, Madres, familiares, nietos y nietas restituidos junto a sus hijos e hijas, se destacó el rol que tienen que cumplir ahora ellos en este relevo generacional. Sucede que, ya no se buscan niños y niñas, o adolescentes, ahora son adultos y adultas que están formando sus familias. Se buscan bisnietos y bisnietas. Por lo que es necesario que sepan su verdadera identidad, para que las nuevas generaciones no arrastren el daño causado durante la última dictadura militar. 

La fiesta de las Abuelas

La fiesta de las Abuelas

Abuelas de Plaza de Mayo celebró su 45º aniversario con un festival artístico y múltiples talleres, charlas y visitas guiadas por Tecnópolis. La Abuela Buscarita Roa llegó a coronar la noche para agradecer y certificar que la búsqueda continúa.

 

Manuel Gonçalves Granada tenía 20 años cuando lo encontraron las Abuelas de Plaza de Mayo. No tenía idea de que podía ser hijo de desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. En ese entonces se llamaba Claudio y tenía una adolescencia que creía “normal”, parecida a la del resto de sus amigos. Sabía que era adoptado aunque siempre había sentido que algo no estaba bien. 

“Tenía claro que no era hijo biológico de la familia que me crió pero entendía que mi familia biológica no me quería, no me podía criar, me habían abandonado, no sé. A los 20 años, más o menos, me enteré de que nada de eso era así, sino que durante todos  años mi familia biológica me había buscado, sobre todo mi abuela Matilde”, recuerda Manuel. “Restituir la identidad es un camino que no termina cuando te encuentran, arranca ahí. Yo creo que nunca lo termino. Hoy vengo a Tecnópolis a encontrarnos en esta charla porque sé quién soy”. 

El 22 de octubre es el Día Nacional por el Derecho a la Identidad en homenaje a la lucha de las Abuelas. Manuel Gonçalves Granada pudo conocer su historia, pero hay muchos hijos de personas que fueron desaparecidas en la última dictadura cívico-militar que aún no saber cuál es su verdadera identidad. En el marco de su 45° aniversario, Abuelas de Plaza de Mayo organizó un festival en Tecnópolis para todas las edades, con entrada libre y gratuita, con el objetivo de continuar con la búsqueda.

Entre las muchas actividades que se organizaron, una de ellas fue una entrevista del periodista Julio Leiva a Manuel Gonçalves Granada y a la música Malena D’Alessio. Allí conversaron sobre sus historias de vida, la transmisión generacional de la memoria y el rol de la música en la construcción de identidades. 

Malena D’Alessio creció un poco en Argentina y un poco en Brasil, exiliada. Secuestraron a seis integrantes de su familia y liberaron a todos menos a su papá, que continúa desaparecido. Ella creció viendo a su abuela luchar: “Iba a la plaza con el pañuelo y contaba que mi abuelo se moría de pena, pero no era capaz de ir a la plaza a reclamar y a dar vueltas. Fueron mujeres las que se fueron a enfrentar ni más ni menos contra el Ejército argentino, contra los militares armados. Son el ejemplo de fortaleza y dignidad más grande que tenemos en la historia de este país. El abrazo de las Abuelas es incomparable”.

Como algunos de los nietos y nietas que las Abuelas están buscando, por su edad, probablemente sean padres y madres se ofrecieron actividades para niños y jóvenes. Teatro por la Identidad presentó la obra A propósito de la duda para promover la activación de la memoria desde las tablas. Además, en el escenario Juana Azurduy se presentaron para los más chicos y chicas, El gran baile de Zamba y Nina, Canticuénticos.  

“Es muy necesario generar estos encuentros y para nosotros es la posibilidad también de que nos permita encontrar a alguien. Es un convencimiento y una responsabilidad histórica: nosotros tenemos que transmitir la historia. Hay que dar estos espacios para que las nuevas generaciones la puedan saber”, comentó Manuel Gonçalves Granada  en diálogo con ANCCOM. Leonardo Fossati Ortega, nieto restituido en 2005, también asistió con su familia y protagonizó una visita guiada por la muestra “Identidad”.

La jornada estuvo llena de arte y de niños y niñas divirtiéndose. Hubo espacio para hacerse tatuajes temporales y maquillaje artístico. Talleres, como el que la ilustradora María Verónica Ramírez organizó en el espacio Infancias de Anses, junto a la nieta restituida Sabrina Valenzuela Negro. La nieta Adriana Metz, quien busca a un hermano o hermana nacida en cautiverio, presentó junto a la Secretaría de Derechos Humanos el libro La historia no es un cuento. También se realizaron origamis de pañuelos, afiches tipográficos y estampas en remeras con el logo del 45° aniversario de Abuelas.

Victoria asistió al festival con sus tres hijos. “Me parece que está bueno porque apuntan a los niños que son más curiosos. Yo soy profe y estuve trabajando el tema del Derecho a la Identidad en una escuela del Conurbano, en Escobar. Al final de la clase vino una de las estudiantes y me dijo: ‘Sabés que mi mamá piensa que es hija también pero no lo quiere saber porque ella se niega’. Todavía está el tema latente y los niños pueden ser disparadores de hacerse la pregunta porque quizás los adultos tienen más miedo”, expresó a ANCCOM.

La música para los más grandes tampoco faltó en el Festival Abuelas 45 años, la búsqueda continúa. A eso de las 18, en el Escenario Juana Azurduy, presentados por Natu Maderna y Juan Amorín, tocaron la Bersuit Vergarabat, Sara Hebe y Bhavi cerró la noche a puro trap. Buscarita Roa, Abuela de Plaza de Mayo, estuvo ahí para presentarlo junto a su nieta Claudia Poblete y rodeada de más nietos y nietas y bisnietos de distintas abuelas. Entre gritos de recibimiento de “Abuela, Abuela, Abuela”, Buscarita Roa emocionada agradeció a todo el pueblo argentino por acompañarlas en sus 45 años de lucha. “Que lindo ver toda esta gente acá, la verdad que es emocionante. Ya quedamos muy poquitas, las Abuelas se han ido de este mundo y necesitamos que el pueblo nos siga acompañando para seguir buscando a los nietos que nos faltan”. El público la aplaudió y abrazó a la distancia con el mismo amor. 

 

La búsqueda continúa

La búsqueda continúa

Se iniciaron los eventos conmemorativos por el 45º Aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo con la presentación de una obra colectiva y un recital. Veintinueve artistas intervinieron un pañuelo gigante en la vidriera delCentro Cultural Borges y el grupo de Sacrum tocó para las nuevas generaciones que levantan la posta de la memoria, la verdad y la justicia.

Las conmemoraciones por los 45 años de Abuelas de Plaza de Mayo se iniciaron el 14 de octubre en el Centro Cultural Borges (CCB) con la inauguración de una obra colectiva en su homenaje y un recital para jóvenes que están en la edad de los bisnietos de las Abuelas, que también tiene parte de su identidad vulnerada. 

La actividad se inició con la inauguración de la obra, montada en la vidriera del Centro Cultural, sobre la calle Viamonte en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un pañuelo blanco intervenido por pequeños pañuelos entramados para homenajear la lucha por la recuperación de las nietas y nietos apropiados durante la última dictadura cívico-militar. Los pañuelos intervenidos tienen desde dibujos hasta textos escritos o impresos sobre ellos, como por ejemplo la imagen de un hombre cargando una niña en sus hombros, otro con letras rojas que dice “HIJXS Y NIETXS DE SUS REBELDÍAS”, otro donde se recuerda el terrible número de 240 femicidios, y otros compuestos por dibujos de colores y diferentes formas.

A la derecha del vidrio se encuentra la lista de los artistas participantes y debajo el nombre de Gustavo Vázquez Ocampo, curador y museólogo, quien fue la persona encargada de liderar la creación colectiva. Al pie se encuentra la lista de los nietos y nietas restituidos por Abuelas de Plaza de Mayo.

El director del Centro Cultural Borges, Ezequiel Grimson fue quien dio inicio al acto: “Estamos conmemorando la gesta de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo. Estamos celebrando 45 años de amor, 45 años de lucha, 45 años del sostenimiento permanente de las banderas de Memoria, Verdad y Justicia. También la recuperación de 130 nietos.” Junto Grimson estuvieron la abuela Buscarita Roa, los nietos restituidos Guillermo Amarilla, Manuel Goncalves, Juan Pablo Moyano, Claudia Poblete; el Ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; el Subsecretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales, Martín Bonavetti; el procurador del tesoro de la Nación, Carlos Alberto Zannini y varios de los artistas convocados: Felipe Noé, Daniel Santoro, Miguel Rep, entre otros.

Gustavo Vázquez Ocampo comentó que esta actividad es la primera de tres que Abuelas de Plaza de Mayo está organizando junto al Ministerio de Cultura de la Nación para conmemorar los 45 años de lucha y visibilizar que la búsqueda de los nietos y nietas continúa. Los próximos eventos serán: el 22 de octubre, con un festival de 15 a 20.30 en Tecnópolis y el 26, en el Centro Cultural Kirchner, con la inauguración de una muestra fotográfica de Alejandro Reynoso, con textos de María Eugenia Ludueña y a las 18 un acto institucional en la Ballena Azul con música, videos, poesía para repasar los 45 años de búsqueda. 

 

Gustavo comenta que tiene una hermana desaparecida embarazada, de quien aún se busca su hijo o hija, y durante muchos años trabajó junto con Madres y Abuelas. Además, es hijo de Marta Vázquez Ocampo quien fue presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Línea fundadora y miembro de Abuelas de Plaza de Mayo. Marta falleció en 2017 sin encontrar a su nieto. Para Gustavo la primera complejidad de la obra fue por el espacio asignado y la cantidad de artistas convocados, pero está feliz con el resultado porque más allá de las expresiones artísticas “es un gesto simbólico en apoyo a la lucha de las Abuelas”, aseguró visiblemente emocionado.

Luego de algunas palabras y la mención a los 29 artistas, algunos nietos recuperados junto a la abuela Buscarita repartieron pañuelos blancos en agradecimiento al trabajo realizado. Al finalizar hicieron desplegarlos para hacer una gran foto grupal. Buscarita Roa tomó la palabra para agradecer: “La compañía de tantos años” y agregó: “No nos hemos sentido solas, porque ustedes han andado con nosotros, nos han acompañado en las buenas y en las malas y esperamos seguir teniéndolos cerca, para poder seguir adelante”.

El ministro de Cultura aseguró que “La búsqueda continua”, es el lema de este 45 aniversario que intenta visibilizar la actualidad y vigencia de esta lucha. Bauer recordó cómo se acercó a las Madres y las Abuelas y comenzó su labor junto a ellas: “Esas banderas, esos pañuelos, esa luz que siempre ilumina. Cuando estamos con ellas, hasta el aire se modifica. Cuánto ejemplo y cuánta dignidad sostenida durante estos 45 años de lucha. Este nuevo tiempo sigue siendo de resistencia y de búsqueda. Son ustedes, Abuelas queridas, para nosotros un ejemplo extraordinario.” El acto finalizó con la afirmación: “30.000 compañeros detenidos desaparecidos, presentes. Ahora y siempre”.

Buscarita se tomó fotos y saludó a quienes se le acercaban con calidez y una sonrisa enorme. Su emoción se palpa en el aire y también su entereza a pesar de los años.  Está muy contenta con el resultado de la obra: “Agradecidísima porque lo que ustedes hacen por nosotras es una gran alegría. Nosotras ya estamos grandes, estamos viejitas. Cualquier cosa que los jóvenes hagan nos hace sentir complacidas. Siento un apoyo grande de los jóvenes que nos ayudan a continuar”, dijo en diálogo con ANCCOM.

Ezequiel Grimson explicó que la actividad fue un trabajo colectivo de Abuelas y los trabajadores del CCB. Buscando qué hacer para honrar, homenajear y celebrar la lucha de las Abuelas. Feliz con el resultado final no sólo por la belleza estética, sino por el mensaje contundente para la historia con el país. 

Entre las personas que siguen admirando la vitrina con el gran pañuelo desplegado estaba Miguel Rep, artista y humorista gráfico. Mientras observaba por primera vez la obra terminada, rescató: “Más allá del valor artístico es lo que simboliza: un gran pañuelo con todos los pañuelos. Ojalá que sea un super gran pañuelo, una vez que recorra todo el país. Que haya miles de pañuelos de gente que adhiere a la lucha de Abuelas”. La motivación de Rep para participar es simplemente el amor y el apoyo de años de trabajo, “ellas me llaman y yo estoy”, aseguró. Muestra de ellos son las múltiples colaboraciones que el artista tiene con las Abuelas desde hace decenas de años, además de que la tira del mensuario institucional es de su autoría, todos los meses.

Entre los nietos restituidos que hoy trabajan con las Abuelas y forman parte Comisión Directiva, de los actos y por supuesto del trabajo más importante, el de las búsquedas, está con Manuel Goncalves Granada. “Los pañuelos son el mayor símbolo que ha construido Argentina, sobre su enorme trabajo de militancia, de los sobrevivientes, las Madres, las Abuelas. Todo se sintetiza en un pañuelo. Y en este caso con un montón de artistas consagrados y comprometidos. Es una demostración de lo que las Abuelas han construido en estos años de lucha, el reconocimiento de gran parte de la sociedad. Ese símbolo nos representa a todos los que pensamos y soñamos con un país en el que el Nunca Más, ya no sea una utopía. Me gusta cómo quedó, dónde está. Esto es el centro de la Ciudad y está en un lugar en donde uno no espera encontrarse con una intervención así. Hay un montón de cosas que se cruzan acá y ese símbolo está ahí”, reflexionó. Y entró al Centro Cultural en donde ya estaba por comenzar el espectáculo que brindó el grupo Sacrum, conformado por Tomás Sainz en batería, Martín Varela en bajo eléctrico y Javier Burin Heras en piano y teclado, en el Auditorio Astor Piazzolla para regalarle a las Abuelas y al público asistente una noche a todo jazz, swing y Groove. Esta actividad, recuerda los 45 años de lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo, pero sobre todo convoca a las nuevas generaciones a abrazar esta lucha. La búsqueda por los 300 nietos y nietas que aún faltan recuperar continúa. Por eso es importante que la memoria siga vigente, para el futuro que queremos construir, donde la identidad es la base de lo que somos.

Los artistas que intervinieron los pañuelos

Cerca de las 18 comenzaron a llegar al Centro Cultural Borges algunas personas a la espera de un pequeño acto homenaje mientras admiran la creación de los 28 artistas nacionales que realizaron la obra colectiva: Luis Felipe Noé, Elda Cerrato, Eduardo Stupía, Cristina Schiavi, Daniel Ontiveros, Diana Dowek, Rosana Fuertes, José Luis Landet, Marcos López, Eduardo Basualdo, Leticia Obeid, Luján Funes, Marta Minujín, grupo Etcétera, Karina Granieri, Roberto Jacoby, Daniel Santoro, Alejandra Fenochio, Marcia Schvartz, Miguel Rep, Mariela Scafati, Irene Banchero, Tulio de Sagastizábal, Marcelo Brodsky, Marcela Astorga, Cristina Piffer, Elisa Estrada, Tamara Stuby y Silvina D’Alessandro.

Homenaje a un hombre valiente

Homenaje a un hombre valiente

Un salón de la Secretaría de Derechos Humanos, ubicada en la ex ESMA, recibió el nombre de Jorge Julio López, el militante desaparecido por segunda vez hace 16 años tras declarar en el juicio que permitió condenar al represor Miguel Etchecolatz.

Este lunes 19 de septiembre se llevó adelante la inauguración del Salón Jorge Julio López de la Secretaría de Derechos Humanos ubicada en la Ex Esma, en conmemoración a quien fue secuestrado durante la última dictadura cívico militar y desaparecido por segunda vez en democracia en el año 2006, luego de declarar en la causa que llevaría a Miguel Etchecolatz a cumplir cadena perpetua. 

El homenaje, tras cumplirse 16 años de su segunda desaparición, contó con la presencia de Rubén y Gustavo López, hijos del desaparecido, diferentes representantes de organismos de Derechos Humanos; Horacio Pietragalla Corti, Secretario de Derechos Humanos de la Nación; el ex canciller Felipe Solá y las madres de Plaza de Mayo Vera Jarach e Iris Avellaneda. 

Luego de descubrir la placa que revela el nombre de Jorge Julio López, Jarach fue la primera en hablar y mencionó que “Julio está presente. Y cuando nosotros decimos que está presente, es así”. Vera destacó la predisposición de aquellos que fueron detenidos, desaparecidos, pero que sobrevivieron para contar lo que sucedió durante la última dictadura militar. “Julio es una figura emblemática que representa la voluntad de luchar por un mundo mejor, de insistir hasta el final”, señaló. 

Darle el nombre de Jorge Julio López a un espacio” es otro acto de Justicia. Es reconocer y dejar una semilla, un recuerdo de él. Siempre menciono: Nunca Más el odio, especialmente para someter y perseguir, y Nunca Más el silencio, hay que recordarlo siempre a Julio López”, describió la mamá de Franca Jarach desaparecida con 18 años, vista por última vez en el centro clandestino que funcionó en la ESMA.

Luego, hizo uso de la palabra Iris Pereyra de Avellaneda y reconoció el bautismo del Salón: “Es bueno mantener la memoria y seguir peleándola por todos los compañeros que han desaparecido en el golpe de Estado de 1976 que ha dejado secuelas terribles y con hijos que han sido desaparecidos y apropiados”, mencionó la madre del Floreal “Negrito” Avellaneda, desaparecido por el terrorismo de Estado con 15 años.

La madre de Plaza de Mayo Vera Jarach, el secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla y Rubén y Gustavo, los hijos de Julio López en la primera fila del acto de homenaje.

El tercero en hablar fue Rubén López, y lo hizo en nombre de su familia y de su hermano que lo acompañó, por primera vez, a un acto homenaje a su padre. “Somos críticos, pero cuando las cosas se hacen bien hay que reconocerlas. Esto es un ejemplo de lo que queríamos, que el Estado nacional pueda reconocer que Jorge Julio López desapareció en democracia”. E hizo hincapié en el presente: “Venimos sufriendo vandalizaciones de sitios de memoria, venimos viendo que este odio se está arraigando en los ciudadanos de este país. No queremos que eso suceda”. 

Por último, Horacio Pietragalla subrayó que “nada va a alcanzar para reparar la ausencia de Jorge para la familia, pero sobre todo la memoria de Jorge Julio López y lo que para la construcción de este proceso de Memoria, Verdad y Justicia en el contexto que se armó”. 

La segunda desaparición de López, opinó el Secretario, “sacudió al Estado para darnos cuenta que los enemigos estaban, que tenían perversidad y estaban dispuestos a cualquier cosa y lo demostraron de la peor manera”.

Jorge Julio López fue un carpintero y militante peronista detenido el 27 de octubre de 1976 por una patota a cargo del torturador Miguel Etchecolatz, Director de Investigaciones de la Policía Bonaerense y mano derecha del genocida Ramón Camps. En su arresto, pasó por cuatro centros clandestinos de detención durante cinco meses, hasta que fue blanqueado y estuvo preso dos años más en la Unidad 9 de La Plata. 

Tras la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, Jorge Julio López fue un testigo crucial para atestiguar en los Juicios por la Verdad, posteriormente en el proceso oral y público contra Etchecolatz, que fue condenado a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad y murió el 2 de julio último a los 93 años en la Clínica Sarmiento, donde estaba internado con custodia policial.

La segunda desaparición de Jorge Julio López ocurrió el 18 de septiembre de 2006 cuando se dirigía a escuchar la sentencia contra Miguel Etchecolatz. Las últimas personas que lo vieron, aseguraron que fue en cercanías a su hogar, en Los Hornos. Aún hoy no se sabe qué sucedió con él, pero en una de las audiencias a las que acudió Etchecolatz, tenía en su mano un papel que decía “Jorge Julio López secuestrar”.  

Culminado el homenaje, ANCCOM dialogó con los oradores. Rubén López remarcó que su padre “tenía un gran compromiso con sus compañeros de lucha. Él vio cómo asesinaban y atormentaban a Patricia Dell ‘orto y Ambrosio de Marco en los centros clandestinos de detención, en Arana, sobre todo. Era un tipo que nos formó diciendo ‘esto hay que hacerlo’. Nos formó con los hechos”, recordó. “A raíz de lo que nos pasó como familia, en lo personal, empecé a militar”, señaló Rubén y sobre la seguridad de los testigos en los juicios de lesa humanidad para que lo de su padre no vuelva a suceder, recordó a la familia Iaccarino y a la de Oscar Herrera, pues su padre, madre y su hermano siguen desaparecidos. “Rodolfo (Iaccarino), en el año 2009 se le acercaron unas personas y le dijeron ‘deja de joder porque te va a pasar lo que a López. Un tiempo después, Rodolfo tuvo una descompensación”, señaló. “Siguen dando vueltas. Quizás no los ‘viejitos buenitos’ como decía una exdiputada, pero si ese odio sigue dando vuelta. Ahí es donde tenemos que combatir. Sobre todo, llegarles a los pibes con que militen, no importa dónde, pero que militen”. 

El excanciller y exgobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, también participó del homenaje.

Felipe Solá, quien cumplía la función de Gobernador en el momento de la segunda desaparición de Jorge Julio López, estuvo presente en el homenaje y en diálogo con ANCCOM enfatizó que este hecho “es una herida que no cierra”, y agregó que “fue vital como testigo para condenar a Etchecolatz, uno de los mayores asesinos de nuestra historia, jugándose la vida, tal vez sin saberlo”. 

El excanciller contó: “Mientras duró mi gobierno, y mientras lo estábamos buscando tuvimos pistas fallidas todos los días. Revisamos todo. Tal vez, todo haya ocurrido en un breve lapso ese mismo día, el 18 de septiembre, cuando todavía nosotros no sabíamos que no volvía y que ya no estaba”. Y opinó: “No eran épocas de odio generalizado, eran épocas de odio de un grupito concreto, que actuó como grupo comando, vinculado a Etchecolatz, vinculado también, al efecto que tuvo la declaración de Julio”.

Al ser consultado sobre los discursos de odio que hoy se sostienen en la sociedad argentina, Solá invitó a los jóvenes a que “no discutan si fueron 30.000 o 28.000. Piensen en lo que ocurrió en la Argentina y que fue hecho por el Estado, no por un grupo de delincuentes. Que entiendan la diferencia entre un sádico que tortura, que es terrible, a que lo haga sistemáticamente el Estado que nos representa a todos”. 

Por su parte, el Secretario de Derechos Humanos, Pietragalla, reconoció que la desaparición de Jorge Julio López fue una de las acciones que llevaron adelante quienes se resistían a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. “Tal vez, la más canallesca y más dolorosa para todo el campo nacional y popular porque fue desaparecer devuelta a un hombre que estaba aportando su testimonio para la reparación integral de las víctimas de terrorismo de Estado. No sólo para él, ni para las víctimas directas, sino para toda la ciudadanía”. 

“En este salón central en la Secretaria de Derechos Humano va a haber muestras, reuniones y muchas actividades, pero, sobre todo, toda persona que entre va a tener presente que tiene el nombre de un hombre valiente, que lamentablemente no está con nosotros”, resaltó. Pietragalla también se expresó sobre lo que sucedió en las últimas semanas en el país: “Hay que reflexionar sobre esos discursos de odio. Hay que cortarlos. Hay que decir Nunca Más para que no pase devuelta todo lo que pasó”. 

En sintonía con los demás testimonio, Iris Pereyra de Avellaneda describió que lo que le sucedió a Jorge Julio López con las dos desapariciones, también le sucedió al Negro Avellaneda y aseguró: “Nosotros siempre estamos pendiente para hacerle homenaje y recordarlo a Julito. La Justicia es lerda, pero por lo menos está la justicia del pueblo y eso es bueno”. 

Iris remarcó: “Hay que hablarles a los jóvenes como hago en los colegios, en las universidades y en las cárceles. Les comento que no pierdan la Memoria y segundo que se arrimen a un lugar político, a un lugar de derechos humanos, donde se sientan cómodos, y no abandonen la lucha de los derechos humanos. Les aconsejo a los chicos que sigan con la lucha porque para nosotros son la esperanza. Los jóvenes son nuestra esperanza”, culminó Iris Pereyra de Avellaneda. 

Los dictadores también estaban en la escuela

Los dictadores también estaban en la escuela

Al cumplirse 46 años de La Noche de los Lápices, el ciclo Cine por la Identidad proyectó «La mirada invisible», de Diego Lerman. Los resabios represores que aún permanecen en las aulas.

El jueves 15 de septiembre en vísperas de un nuevo aniversario de la Noche de los Lápices, -el operativo en el que la dictadura secuestró y torturó a diez estudiantes secundarios, seis de los cuales continúan desaparecidos- se proyectó la película La mirada invisible, dirigida por Diego Lerman y protagonizada por Julieta Zybelberg y Osmar Nuñez, en la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, en la ex ESMA. El film está basado en la novela Ciencias Morales, de Martín Kohan, está ambientada en el año 1982, momento en que se debilita el gobierno de facto que inició en 1976.

 La película cuenta la historia de Marita, preceptora del Colegio Nacional de Buenos Aires que divaga entre dos universos, el que la constituye como una figura de control y poder sobre los y las estudiantes a quienes debe vigilar; y su vida privada, la de una joven de 23 años que vive con su madre enferma y su abuela. A su vez, muestra cómo va desarrollando su admiración por Carlos Biasutto, jefe de preceptores, quien le enseña el método de adoctrinamiento al alumnado. Este personaje esconde un lado perverso que saldrá a la luz. Marita busca en los estudiantes algún accionar que infrinja las normas de la institución, lo que la llevará a vivir situaciones de peligro. 

Osmar Nuñez, quien interpretó a Biasutto, estuvo presente en la función y participó del debate posterior a la proyección, junto a dos estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires, moderados por el nieto restituido y director de la Casa por la Identidad, Manuel Gonçalves. Nuñez señaló que el personaje que le tocó interpretar es una persona que existe en la vida real. El actor invitó a reflexionar sobre qué hacemos para que la sociedad sea un poco mejor. Y opinó: “No hay que acompañar a esos Biasuttos. La gente sigue suscribiendo a esas ideas, es el peligro de la democracia, hay que estar muy atentos”. 

En la misma línea, Gonçalves insistió en que “hoy con las situaciones políticas que tenemos, hay que seguir hablándole a las nuevas generaciones sobre lo que el terrorismo de Estado nos dejó dentro de las instituciones democráticas. Hay ciertos resabios del accionar de la dictadura”.

Asimismo, las estudiantes dieron su punto de vista respecto a qué ha cambiado y qué continúa de estas prácticas relacionadas con la violencia institucional. Malena Arouh sostuvo que la película muestra “cómo se hace uso y abuso de poder” y añadió que “son prácticas que se siguen manteniendo”. Y agregó que dentro del Colegio Nacional de Buenos Aires “hay micromundos con ciertos personajes: alumnos, profesores, preceptores y autoridades que sobreactúan esos roles. Y creen que hay que vivirlos al máximo”, subrayó. En esos roles que buscan hacer cumplir “la norma” es donde se cruzan los límites y está el peligro del abuso de poder.

En la misma sintonía, Ana Barrientos Veiga manifestó que muchas veces estas prácticas abusivas se justifican en el prestigio que tiene el establecimiento, autodenominado “el Colegio de la Patria”. También, señaló que incluso se manifiesta en el vínculo que se establece entre el Centro de Estudiantes y las autoridades: “No podíamos confirmar si veníamos a esta actividad porque pedimos a la Rectora cambiar la fecha de la jornada de reflexión por el aniversario de la Noche de los Lápices para el 15, para poder asistir a la marcha el 16, y no nos respondía. Finalmente, no nos dejó cambiarla y el 16 tendremos que hacer malabares para desarrollar la jornada de reflexión y asistencia a la marcha”, ejemplificó. Las estudiantes señalaron que es el Centro de Estudiantes el ámbito en el que se trabaja para modificar esas prácticas, que lentamente y con el tiempo algunas se van cambiando. “En mi época hicimos el shortsazo, porque a las mujeres no nos dejaban ir de pollera o short”, comentó Malena sobre la protesta que hicieron las alumnas en 2015, “eso, por suerte, es algo que ya cambió”. 

Esta película invita a pensar cuáles son las prácticas sociales que aún persisten en democracia desde la época más oscura que vivió la Argentina. Y muestra cómo vivían los jóvenes bajo la Dictadura: la intervención militar dentro de las instituciones públicas -en este caso un colegio público-, la búsqueda de vigilar y castigar a quienes se los veía como una inminente amenaza, la impunidad de autoridades, y evitar o esconder qué es lo que pasaba en ese afuera de las paredes de la escuela. Esta situación provocaba una dicotomía entre un adentro estructurado y un afuera en el que la dictadura se desmoronaba por el debilitamiento del gobierno militar que se apoyó en una guerra contra Gran Bretaña para recuperar el apoyo de la sociedad. 

A 45 años del comienzo de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo, la búsqueda continúa. Por eso, junto al INCAA, llevan adelante la proyección de películas y documentales que dan cuenta de la dictadura Argentina de 1976, que dejó como resultado a 30.000 desaparecidos y desaparecidas, y más de 300 bebés, niños y niñas que fueron apropiados y aún sus familias quieren saber qué pasó con ellos. Es por ello que Gonçalves destacó el rol que tuvieron las Abuelas en la búsqueda imparable de sus hijes y nietes. Y agregó: “los Biasuttos están, pero todavía callan. Hoy esos tipos son viejos que están en la cárcel -y es un triunfo de la democracia-, pero hacen silencio, no hablan. Nunca se supo por parte de ellos, en ningún momento, dónde están los desaparecidos”. Para concluir Manuel mencionó la vigencia del delito de apropiación y la necesidad de que la sociedad siga comprometida con la búsqueda: “También, hay identidades que son falsas, que se transmiten de generación en generación, porque muchos de esos nietos apropiados fueron padres, tienen hijos, y ahí está nuestra lucha. Sigue estando vigente”.