«Lacan y Perón, un solo corazón»

«Lacan y Perón, un solo corazón»

Con anteojos de sol animal print, campera de cuero y un cigarrillo colgando de la mano izquierda, Jorge Alemán habla por celular en la puerta del aula 324 de la Facultad de Filosofía y Letras. Son las once menos cinco de la mañana.

– Estoy zombie, ayer no dormí – dice. Cuando le preguntan si necesita algo, pide un café sólo.

Entra al aula que está agotada en su capacidad; al autor del ensamble teórico que denominó «Izquierda Lacaniana» lo esperan cientos de estudiantes y académicos, muchos de ellos sentados en el suelo porque no hay suficientes bancos. «Poder, Neoliberalismo y Subjetividad», es el título del taller de trabajo que los convoca, organizado por la cátedra libre Ernesto Laclau.

Alemán se acomoda en la silla. Apoya en el escritorio un atado de cigarrillos y el celular. Le traen el café. Lo agarra con la mano derecha, toma un trago, deja ver la piedra negra del anillo que tiene en el dedo anular.

– Yo mismo pedí que me eximieran de dar una conferencia, prefiero un diálogo porque estos últimos días en Buenos Aires se me vuelven particularmente intensos. Por ejemplo: ahora tengo las gafas puestas porque no dormí -blanquea-. Puedo sacármelas, aunque la realidad es que estoy moralmente muy bien, pero físicamente destruido.

Alemán sostiene una remera con una ilustración de la Escuela Pública Itinerante.

Alemán es el autor del ensamble teórico que denominó «Izquierda Lacaniana».

Paula Biglieri, de la cátedra libre Ernesto Laclau, conduce el taller. Para darle inicio hace un comentario sobre la idea académicamente polémica de “Izquierda Lacaniana”, que incomoda a varios teóricos, afines o no al pensamiento de Alemán.  

-Me meto en aprietos con ciertas elaboraciones que hago, pero bueno, esto es la vida -replica el psicoanalista-.  Ojalá fuera meterse en aprietos solo con la teoría y con los libros -hace una pausa y agrega-: Espero sobrevivir. Si puedo, en un rato me saco las gafas.

Muchas veces le han preguntado qué es lo que lo convence intelectualmente del pensamiento de Laclau. «La valentía teórica de haber organizado una nueva ‘composibilidad’ teórica entre la hegemonía gramsciana y la lógica discursiva de Lacan”, contesta Alemán. “Y una vez formulada esta novedad teórica, no anclarla en el ‘filosofismo universitario’ sino ofrecerla como un nuevo modo de pensar la militancia política, hecho aún más decisivo en los países latinoamericanos”.

Más tarde, en Puán recuerda su primer encuentro en persona con Ernesto Laclau:

-Cuando me acerqué a saludarlo me dijo, frente a un gran auditorio en la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL): “Lacan y Perón, un sólo corazón».

***

A los 19 años, Alemán viajó con un amigo a Chile para conocer el país en el que había ganado las elecciones un presidente marxista, Salvador Allende. Nunca imaginó que el azar lo ubicaría en el mismo lugar exacto que al propio presidente, en una exposición de arte en la embajada de Cuba. Pero el apretón de manos con Allende sería ese día solo el primer encuentro revelador para Alemán. Cuando salieron de la embajada, él y su amigo, mareados por la suerte, compraron una copia de Los Escritos de Lacan. En la pensión en la que se hospedaban se lanzaron a la lectura en voz alta del psicoanalista francés. Según las palabras del propio Alemán, aquel texto le resultaba «absolutamente ininteligible». Sin embargo, sorprendido, comprobó que su amigo podía entenderlo. Eligió al vuelo uno de los conceptos desarrollados en esas páginas y le pidió que se lo explicara. Significante. El amigo agarró una hoja en blanco y dibujó una letra. “Esta letra es el significante y no quiere decir nada”, le explicó; inmediatamente golpeó la mesa y agregó: “Acá comienza el verdadero materialismo”. Esa combinación de elementos, dirá años más tarde Alemán, darle la mano al presidente e ir a la pensión con Los Escritos de Lacan, funcionó como una epifanía para él. Toda esa mezcla llevaba el germen de la izquierda lacaniana.

***

Alemán centra la mayor parte de su intervención en Filosofía y Letras en defender lo que él considera el concepto de populismo de Ernesto Laclau. Reniega frente a aquellos  que ubican a figuras como Donald Trump o Marine Le Pen en la casilla de “populismos de derecha”. Se niega a entregar el concepto de Laclau a los movimientos reaccionarios, incluso cuando muchos teóricos consideran que hasta el propio Laclau admitía la posibilidad de que existiera el populismo de derecha. El profesor honorario de la UBA explica:

– Hay un populismo antes y después de Laclau y eso para mí forma parte de la batalla cultural. No estoy dispuesto a que lo use la derecha. Han usado la palabra populismo para Trump y Le Pen y para mí no son populistas. A Le Pen no le creo ni su relato anti oligárquico (eso lo discutí con Chantal Mouffe), ni creo que se vaya a pelear con las elites. Lo que creo de verdad es que va a mandar a la marina francesa, como dijo ella, a atacar los barcos de los refugiados. Como también le creo a Trump que puede hacer cualquier cosa en Venezuela, aquí o en cualquier otro lado. No les creo en absoluto la demagogia retórica, que no tiene nada que ver con el populismo de Ernesto.

Alemán junto a docentes en la Escuela Pública Itinerante

Jorge Alemán defiende lo que él considera el concepto de populismo de Ernesto Laclau.

Una vez desarrollado su rechazo hacia la versión de la derecha populista, pasa a definir su postura, siempre política en tanto teórica.

-Para mí la izquierda no es progresista; yo soy populista de izquierda -se define Alemán frente a un público ideológicamente heterogéneo-. Soy revolucionario en cuanto a lo económico, conservador en cuanto al sujeto, y reformista en cuanto a las instituciones. El peronismo de izquierda es el marxismo de nuestra época.

Luego da un paso más, al revelar el sustento lacaniano de esta postura. A tono con su auditorio de académicos, de pronto su discurso se vuelve casi exclusivo para entendidos:

-Creo en un populismo femenino; Soledad: Común. Lo más singular de uno, con lo no- todo de Lalengua. El no-todo es infinito. El solitario encuentro con lo real de Lalengua, el primer traumatismo, es paradójicamente el único punto que demuestra la existencia de lo Común como aquello diferente al «para todos» homogeneizante de la «psicología de masas». Por lo mismo, este encuentro solitario con lo Común de Lalengua no puede ser subsumido en el individualismo o en el denominado ámbito de lo privado.

-Tengo el pesimismo de la pulsión y el optimismo del deseo-, asegura. El público se ríe.

***

-¿Que tal son estos panes rellenos? – pregunta mirando a través de las gafas a los canastos de mimbre que esperan a la salida de la Facultad. Hay poco tiempo para almorzar porque a las 14 lo esperan en la Escuela Itinerante. Cruza la calle y entra a un restaurant árabe. Venden distintos tipos de shawarma y fatay. Alemán pide dos fatay. Él les dice empanadas. Muerde una y lo decepciona: “La calentaron en el microondas, la masa se arruina”. Se acerca al mostrador para pedir que a la segunda no la calienten.

– En Madrid vivo en un barrio en el que hay muchos lugares como éste, Malasaña -comenta mientras prueba su segunda fatay-. Era un barrio underground , pero ahora, como dicen allá, se está gentrificando; mucho boliche fashion vintage por todas partes.

El almuerzo tiene que ser rápido porque la agenda de Alemán no deja muchos espacios. Desde que llegó a Buenos Aires dio dos clases sobre psicoanálisis y poder en la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino, participó como uno de los oradores junto a María Pía López cuando la legislatura porteña condecoró como ciudadano ilustre a Horacio González, firmó ejemplares de sus libros en la Feria, donde dio otra charla junto al mismo González y a Nora Veiras, y dio entrevistas, entre otros, a Eduardo Aliverti, Víctor Hugo Morales, Daniel Tognetti, Miguel Rep, Página 12. De todas formas, mientras come shawarma, Alemán tiene tiempo para contar algunas anécdotas.

– Mi primer trabajo fue periodista de rock, cuando tenía 18 años. Trabajé durante años en las revistas Pelo y Pin Ap. Trabajaba con Jorge Álvarez, que era amigo y editor de Rodolfo Walsh, y fue quien decidió grabar a Almendra, a Manal, a Moris, y así surgió el rock underground, que después se llamó rock nacional.

Alemán cita el título del segundo tomo de los Diarios de Emilio Renzi, de Ricardo Piglia, para calificar esa época: Los años felices. Siempre vivió en el Centro, necesitaba estar cerca de la avenida Corrientes.

-El café La Paz era el gran centro mundial donde ocurría todo -recuerda, mientras niega un vaso de cerveza-. Hoy solo agua. Todo ocurría entre el Moderno, el Ramos, La Paz y El Molino. Aquello era un laboratorio y toda la ciudad estaba conectada. Emergían de golpe muchas cosas en la calle, no en la universidad. En la calle se cruzaba el rock, el peronismo, las lecturas de Marx y de Freud; todo el tiempo era un ámbito de circulación muy grande en el que los bares estaban incluidos.

Como si hubiera ocurrido ayer, se le viene a la cabeza un recuerdo que presenció a los 17 años, en el que Manuel Puig y David Viñas estuvieron a punto de terminar a las trompadas. Ocurría que Puig feminizaba a todos sus interlocutores, y Viñas no lo soportaba. “A Viñas lo tenía tomado el falocentrismo, no podía salir”, reflexiona Alemán.

Jorge Alemán sentado, en la charla en la Facultad de Filosofía y letras UBA

«Para mí la izquierda no es progresista; yo soy populista de izquierda», se define Alemán

Pero entrados los años ‘70, recuerda, la conflictividad política creciente obligaba a un compromiso mayor con la militancia. La escalada de violencia que se inició con la Triple A iba a marcar un cambio rotundo en la vida de los jóvenes porteños.

 -Con el compromiso político apareció rápidamente la lucha armada. A La Paz ya no podíamos ir porque la policía lo tenía vigilado. En ese entonces yo abandoné mi trabajo como periodista de rock. Con la Triple A, y después la dictadura, empezaron a desaparecer a compañeros y amigos. Yo viví seis meses escondido, hasta que me exilié en Madrid en el ‘76. Tenía 25 años. Fue el final de los años felices.

***

Sube al auto. Paula Biglieri maneja. Como somos cinco, atrás viajamos apretados. Mientras circulamos por avenida San Juan todo va bien; el problema es al doblar por Entre Ríos, porque el tránsito avanza a paso de hombre. Alemán va en el asiento del acompañante, con la ventanilla abierta y el cigarrillo colgado de la mano derecha. Ahora cuenta del spa que frecuenta en Buenos Aires.

-Allá en España los spa tienen olorcito a limón, pasan música hindú, es todo muy armónico. Yo acá voy a uno a jugar al truco por guita. Tiene una pileta de agua fría para cuando estás muy transpirado. Además te sirven sánguches de matambre o de milanesa ahí nomás. Eso allá no pasa. La otra vez traje a mi hijo. Él, que es un madrileño típico, no lo podía creer. Algunos de los que van ahí rozan la delincuencia; hay muchos que están metidos en las carreras de caballos. Es un ambiente arltiano que me encanta. Yo además tengo muchos recuerdos de ese lugar porque iba con mi viejo.

El auto está clavado en el cruce de México y Luis Sáenz Peña. Paula pregunta por dónde conviene seguir. Cada uno le da una respuesta distinta. Alemán está ansioso por llegar. Para hacer más amable al tránsito le preguntan más detalles sobre el spa.

-Me gusta que en las mesas se habla de boxeo. No queda mucho de eso.

Esto lo lleva a recordar a su boxeador favorito: Nicolino Locche. “Un boxeador estupendo, no lo tocaban”.

***

Primer plano del intelectual Jorge Alemán

«Es un gran orgullo poder participar de la experiencia de la Escuela Itinerante. Es una forma modesta de pagar la enorme deuda que siento frente a la escuela pública en mi formación personal», cuenta Alemán.

Faltan diez minutos para las 15. Alemán llega a la Escuela Itinerante atrasado por las charlas y el tránsito porteño de un miércoles. Saluda a la titular de CETERA, Sonia Alesso, quien lo invita a subir al escenario desmontable de madrea que está emplazado delante de un pizarrón, en el cual con letra cursiva de maestra dice: “14 hs. conversación con Jorge Alemán. Neoliberalismo y subjetividad”. Él pide disculpas por el atraso y explica que surgieron “contingencias”. La gente no deja de aplaudirlo. Entre el público hay muchos guardapolvos y cuadernos listos para tomar nota. El teórico lacaniano cambia rotundamente su registro y pide que lo ayuden con preguntas porque viene “extenuado de la universidad”. No cree correcto avanzar sin hacer antes una aclaración:

Para mí es un gran orgullo poder participar de la experiencia de la Escuela Itinerante. Es una forma modesta de pagar la enorme deuda que siento frente a la escuela pública en mi formación personal.

La primera pregunta se orienta al concepto de “lo público”. Alemán considera necesario, en primer lugar, desarrollar el concepto. Explica que anteriormente, en el capitalismo clásico, existía una distinción y oposición entre el mundo de lo privado y el de lo público y que si bien el liberalismo insistía siempre en la libertad de mercado y en beneficiar al sector privado, nunca dejaba de existir esa puja entre el Estado y lo privado, o entre lo público y el mercado. Pero hoy en día el neoliberalismo dio un salto cualitativo.

Lo que intenta hoy el neoliberalismo es borrar la frontera de lo público y lo privado, apropiándose incluso del Estado mismo –dice, enfático-. El neoliberalismo funciona como una especie de Estado absoluto. Estamos frente a una reapropiación de todo el espacio público en función de las lógicas impuestas por el mercado y por lo tanto el problema es más complejo, porque el enemigo tiene otras dimensiones.

Durante la presentación, Alesso le pide que trace un paralelismo entre el gobierno de Cambiemos y la década del ‘90, como también con los procesos dictatoriales de 1955 y 1976.

-Tal vez esa sea la diferencia con las fechas del ‘55 el ‘76 y los ‘90. Fueron un largo periodo donde se intentó desmantelar toda la parte industrial, donde se intentó destruir todo el orden de lo público. Pero ahora estamos en un nuevo reordenamiento mundial, en donde el neoliberalismo logra construir incluso estilos de vida. Logra construir lo que yo llamo “subjetividades”.

Rápidamente y sin olvidar que su auditorio está compuesto, en su mayoría, por docentes, comienza a hablar sobre la construcción de las subjetividades en el capitalismo con ejemplos de la infancia y de los procesos educativos.

“No creo en los sistemas de evaluación”, subraya con cierto enojo, y observa que desde lo público se instrumentan evaluaciones que categorizan a los niños, aunque lo que realmente hay detrás son industrias enormes. “El riesgo de estas prácticas es que se pueden equivocar muy temprano –continúa-. Uno muy temprano puede quedar diagnosticado o segregado por características personales. Por ser evaluados, los niños pueden quedar tempranamente por fuera de un montón de opciones. Eso está sucediendo ahora desde el campo de lo público”.

Enseguida aclara que tampoco cree en los “test de inteligencia” ni en los “trastornos de atención” y para ejemplificar y ser más didáctico elige contar una experiencia personal:

-Yo, por ejemplo, no me podía sentar en un banco, nunca fui un buen alumno. Gracias a la paciencia de mis maestros, al tiempo se dieron cuenta de que no me podían pedir que permaneciera sentado y se atuvieron a lograr introducirme en el proyecto pedagógico. Hoy en día hubiera sido evaluado, diagnosticado, medicado y ya desde la infancia hubiera arrastrado todas las etiquetas que corresponden con esos fenómenos que aparecen garantizados por ciertas estructuras que se presentan como científicas y que en realidad esconden o encubren un proyecto de nueva construcción de subjetividades.

Luego de una hora de diálogo, Alemán da por terminada la charla. En sus ojos se nota la pesadumbre de un día que no tuvo noche. Una decena de admiradores se acerca al escenario  de tablones para sacarse selfies con el intelectual, para hacerle firmar sus libros. Con paso lento, minutos después, Alemán sale de la escuela: allí lo espera su compañera militante y académica, y eventualmente chofer, Paula Biglieri. Entre risas, y con sus gafas de leopardo puestas, dice:

-Comencé el día como un rockstar y ahora lo termino sacándome fotos con unas docentes jubiladas.

Ahora sí: parece que su jornada está por terminar. ¿Qué lo motiva a vivir estos días así, con tanta intensidad? Alemán prende un cigarrillo.

Cuando uno se exilia tiene una sensación doble, que es sentir que no se fue nunca y a la vez que va a ser imposible volver -da una pitada profunda y continúa-. Yo habito entre esos dos extremos de la experiencia, que en un principio son absolutamente antinómicos. Hice todo lo posible para recuperar el lugar, para sentir que volví a tener un lugar en Argentina. Entonces más allá de lo que pueda aportar, de lo que yo pueda contribuir, tengo una deuda simbólica con mi generación, tengo una deuda simbólica con los desaparecidos, con todos los militantes. También ha sido mi manera de encontrar mi lugarcito en Argentina.

Alemán saluda y dice que ahora va a dormir una larga siesta. Pero sigilosamente se acerca a Paula, y al oído le dice:

-Paulita anda a buscar el auto que mientras me quedo acá dando una notita a la radio abierta de estos pibes.

 

Actualizada 03/05/2017

“Si nos les gusta que nos manifestemos, que vayan al Congreso y se animen modificar el derecho a la protesta”

“Si nos les gusta que nos manifestemos, que vayan al Congreso y se animen modificar el derecho a la protesta”

Miguel Acuña es docente en CABA desde hace casi 20 años. Trabaja como profesor de 4º y 5º año de la Escuela Media Nº 3 del Distrito Escolar 19, del Bajo Flores. Además, es dirigente de UTE y vecino de Floresta, comprometido con los derechos humanos y los espacios de memoria. El pasado domingo 9 sufrió los golpes y la detención por parte de las fuerzas de seguridad, mientras cientos de docentes instalaban la Escuela Pública Itinerante. Este educador de escuela media pone al desnudo la saña con la que fueron reprimidos, le responde a quienes buscan demonizar el gremialismo y anticipa que contiuará la lucha por una escuela pública de calidad y por salarios dignos.

¿Qué opina de este intento de diferenciación por parte del Gobierno, en su conjunto, entre ser docente o ser gremialista, para justificar la represión y las detenciones de los docentes?

Nosotros queremos salirnos del lugar en que intentan ponernos. Primero, no renegamos de las palabras sindicalismo y gremialismo. Al contrario, nosotros la asumimos porque somos delegados de nuestra escuela y sabemos que nuestros compañeros fueron elegidos democráticamente. Hay una cuestión de querer demonizar estas palabras y el Gobierno Nacional -y en general los dirigentes del Pro- buscan colocarle un sentido negativo a esto para rebajarnos. Sabemos que esto ya se aplicó en otras épocas. Sabemos, también, que este es un gobierno democrático y que fue elegido por una parte muy importante de la sociedad; en ningún momento les decimos que se vayan, simplemente estamos pidiendo que cumplan con una ley nacional, que establece la paritaria docente nacional, que se viene cumpliendo desde hace varios años. Y este mismo gobierno, que el año pasado lo hizo, ahora no quiere darnos un derecho que nos corresponde. Obviamente que entendemos el por qué: porque beneficia tanto a los grupos económicos nacionales, como internacionales y este es un gobierno que le sirve a los sectores más poderosos. A partir de eso, que es un dato real y objetivo, tenemos que tener mucha voluntad política. No somos desestabilizadores, no queremos que se vaya, queremos que cumpla con lo que él dijo que iba a hacer: pobreza cero, que los docentes iban a ser los mejores pagos de Latinoamérica, que no iba a haber devaluación, que no iba a haber tarifazos… Sin embargo, el gobierno está haciendo todo lo contrario, así que ahí ya nos demuestra qué es lo que va a hacer y está haciendo.

El momento en que la Policía se lleva a Acuña, el pasado 9 de abril en el Congreso

¿Qué le respondería al presidente Mauricio Macri cuando afirma que no quiere más a los docentes que violan las normas y al Ministro de Educación, Esteban Bullrich, cuando expresa que la policía actuó porque los manifestantes no tenían la autorización y atacaron a los policías?

Las declaraciones del Presidente son lamentables, no es casualidad que eso lo dijo mientras estaba junto a personas autodenominados ‘emprendedores’, en función de desprestigiar a los compañeros docentes. El Gobierno Nacional tiene la política de confundir y mentir, y tiene una herramienta estratégica, que son los medios de comunicación hegemónicos. Todos esos medios que coordinan con el gobierno para desprestigiar a los docentes agremiados, que pelean por sus derechos como trabajadores. Y las declaraciones de Bullrich y (Horacio Rodríguez) Larreta son muy preocupantes, porque se dedican a cuestiones meramente formales, que si vamos al tema de la autorización, estaba gestionándose. Lo paradójico de esto, nos piden ese tipo de legalidad de la autorización, pero no cumplen ellos con una ley superior que está dentro de la Constitución Nacional, que es cumplir con la paritaria nacional; es muy contradictorio.

¿Cómo se desencadena la represión siendo que ustedes llevaban horas trabajando en el armado de la Escuela Itinerante, a la vista de la misma policía?

En el marco de la instalación de la escuela itinerante frente al Congreso algunos de nosotros formamos una especie de semicírculo para proteger a los obreros que estaban armando la estructura. De repente, pasadas las 8 de la noche, aparece la Infantería con sus cascos y escudos y nos sorprenden, porque desde temprano estaba la legisladora porteña Lorena Pokoik, junto a compañeros de la UTE, CTERA, CTA y SUTEBA, negociando tanto con las autoridades del Gobierno de la Ciudad como con la policía para garantizar que todo se haga en orden y que se pudiera instalar pacíficamente la escuela. Aparecen, entonces, estas nuevas fuerzas de seguridad y nos empiezan a empujar y a tirar gas pimienta. Yo estaba junto a mi compañero Juan Manuel Mauro (quien también estuvo detenido) y nos perdimos en medio de los golpes que nos daba la policía. Ahí es cuando veo que a la legisladora Pokoik la tiran y le empiezan a pegar patadas. Intenté levantarla y cuando la agarro un poco en el aire, me tiran gas pimienta. Ellos sabían bien quién era la Lorena Pokoik y que era legisladora, porque le pegaban con una saña como en las peores épocas de nuestro país.

¿Cómo fue que terminaron presos?

A mí me arrastraron casi 50 metros para llevarme al patrullero y junto a mi compañero Juan Mauro les decíamos, mientras nos pegaban, que nosotros éramos docentes, que somos parte de quienes les enseñan a sus hijos, que no nos pegaran con esa saña. Pero no les importaba nada, nos daban puntapiés y a Juan le pisaban la cara con una impunidad total. Nos llevaron esposados como si fuéramos unos terribles delincuentes, estamos aún muy consternados y no podemos creer que un gobierno que se dice que es del diálogo se exprese con políticas represivas.

¿Imaginó alguna vez que un gobierno democrático iba a encarar una avanzada represiva estatal de esta índole?

No. Desde 1983 hemos tenido distintos tipos de gobiernos democráticos, algunos me gustaban más, otros menos, pero con este tipo de gobierno uno está muy preocupado porque tiene muchos rasgos autoritarios. Eso se expresa faltándole a la verdad y aplicando políticas de terror, en el sentido que, tanto trabajadores como el conjunto de nuestro pueblo, no se pueda expresar. Pero, si no les gusta que nosotros nos manifestemos públicamente, que vayan y discutan con sus diputados en el Congreso Nacional y que se animen a modificar el artículo 14 bis que habla del derecho a la protesta y de nuestro derecho como trabajadores.

Hubo expresiones de apoyo de vastos sectores, ¿qué percibieron del conjunto de la sociedad?

Lo más importante para nosotros ya ni siquiera son los golpes sino el cariño y las muestras de afecto de nuestros estudiantes, alumnos y compañeros docentes que nos dan mucha fuerza para poder seguir, porque sabemos que este gobierno quiere instalar el miedo para poder callarnos y nosotros no nos vamos a callar, vamos a seguir peleando por una escuela pública de calidad, vamos a seguir defendiendo a nuestros pibes en las barriadas populares, para que la escuela pública sea un lugar para enseñar y aprender y no un comedor, como se la está queriendo convertir otra vez por las políticas neoliberales. Por suerte, también hubo mucha solidaridad de parte de docentes y directivos de escuelas privadas, porque son los que también trabajan en la escuela pública. Así que en ese sentido, quiero reivindicarlos, sabemos que muchos apoyan la lucha docente, pero que son muy perseguidos y que por organizarse se pueden quedar sin trabajo.

Abrazo a la ENM3 Distrito 19, escuela en la que trabajan Miguel Acuña y Juan Manuel Mauro.

¿Qué es la Escuela Itinerante?

Esta escuela itinerante va a estar a lo largo y ancho del país, durante una semana va a recorrer las capitales de muchas provincias. Desde esta escuela es que planteamos de cara a la sociedad todas nuestras problemáticas y después iremos pensando distintas medidas de lucha. Obviamente no descartamos el paro porque es una herramienta constitucional que tenemos también, pero sabemos que muchos de nuestros compañeros empezaron a plantear el usar medidas alternativas y la escuela itinerante es una de ellas. Buscaremos distintos mecanismos de protesta para cumplir nuestro objetivo, que es el cumplimiento de la paritaria. Por suerte recibimos la solidaridad de distintos artistas populares que van a expresar su música, su poesía, y tendremos actividades relacionadas con los chicos, como la orquesta infantil, charlas debate, cine-debate, talleres de títeres, y reuniones de discusión con padres y docentes. En los sitios web de Ctera, UTE y SUTEBA se encuentra la agenda día por día.

¿Cómo es su labor como docente en el distrito 19 de la Ciudad?

Yo trabajo desde hace 20 años en las escuelas públicas de la Ciudad. Desde hace 17, lo hago de manera ininterrumpida a través del sistema de concursos para acceder a distintos cargos y horas de profesor. He pasado por muchas áreas, fui preceptor, jefe de preceptores, bibliotecario, y tengo actualmente mis horas como profesor en la Escuela Media N° 3, del D.E. 19. Esta escuela queda en el Bajo Flores y es una escuela con muchas necesidades. Yo doy una materia que está dentro del ámbito de las Ciencias Sociales, se llama “Espacio de acción y reflexión” y la reciben los chicos de 4to y 5to año. Se cruzan las problemáticas sociales, la historia, la política, la comunicación y también tiene que ver con políticas de la actualidad. Es una posibilidad que uno tiene de poder intercambiar con nuestros pibes y pibas para darles herramientas, enseñarles inclusive a cómo armar un currículum, pensando en cómo ingresar al mercado laboral y también conversar con ellos de lo que les pasa en lo cotidiano.

¿Cómo surge tu vocación docente?

Yo llego a la docencia primero desde el lugar de querer aprender y una vez que me terminé de formar, me recibí de Pedagogo en Educación Social con orientación en Derechos Humanos, y también me recibí de Técnico en Educación y Trabajo Grupal, lo pensé como una herramienta laboral y con los años me empecé a enamorar de esta carrera, especialmente de trabajar con los pibes de sectores populares.   

¿Alcanza para vivir el sueldo docente?

Si yo me comparo con el sueldo de algunos otros trabajadores o alguien que no tiene trabajo, podría decirse que estoy mejor, pero habría que ver con quien compararse. Lo cierto es que todos los docentes tienen que tener dos cargos, por lo menos, para llegar a un piso de $22.000. Así que es una situación complicada, cuando además te aumentan la luz, el gas, el teléfono… Queremos subir el piso y que todos puedan vivir en condiciones dignas, un docente con un solo cargo gana la mitad y ahí estás debajo de la línea de pobreza.

¿Qué otras dificultades están atravesando las escuelas públicas en general?

Hay mucho problema de infraestructura, abandono de los edificios y falta de vacantes. En la zona sur podés ver la reducción de horas docentes y la quita de algunos programas sociales como el Programa Alumnas Madres o programas de campamentos, por ejemplo. El recorte es terrible, tanto en la Ciudad, como en la Nación. Por eso pedimos una Ley de Financiamiento Educativo que incremente la partida presupuestaria a educación.

¿Qué participación tiene en el ex centro clandestino El Olimpo, ubicado en el barrio de Floresta?

Formo parte de la mesa del ex centro clandestino El Olimpo y de Automotores Orletti, que también queda dentro del barrio. Colaboro con actividades referidas a la memoria, porque además de estos dos lugares, tenemos el Corralón de Floresta, donde desaparecieron dos curitas villeros. También, cerca de ahí, en Villa Luro, mataron al padre (Carlos) Mugica y en la calle Corro, mataron a la hija de Rodolfo Walsh, o sea que es un lugar donde la memoria resulta muy importante, y yo reivindico las políticas de Memoria, Verdad y Justicia de los últimos 12 años.

 

Actualizado 18/04/2017

“La rectora defiende la escuela pública y no se arrodilla”

“La rectora defiende la escuela pública y no se arrodilla”

Dos meses después de las denuncias efectuadas por la rectora Raquel Papalardo tras la irrupción de policías en la escuela Mariano Acosta, fue cesanteada de su cargo. La comunidad educativa organizó el lunes último al mediodía un abrazo a la institución para exigir la reincorporación de su rectora. Papalardo no pudo participar del acto porque, tras recibir la comunicación oficial, sufrió un pico de presión y los médicos le indicaron reposo. Al día siguiente, los estudiantes cortaron las calles Urquiza y Moreno en solidaridad con la histórica rectora y denunciaron que la supervisora los amedrentó cuanto intentaban realizar una asamblea.

El abrazo fue presidido por Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), quien aclaró que a Papalardo no la jubilaron sino que la cesantearon. “Raquel tiene cuarenta años de docencia en esta institución, no había nacido la Ministra que la cesó cuando ella ya estaba dando clases aquí”, dijo indignado López. También, recordó que dos meses atrás la rectora impidió que las fuerzas de seguridad hicieran inteligencia en actividades escolares controlando los centros de estudiantes y afirmó que el motivo de su despido se debe a que la rectora defiende la escuela pública y no se arrodilla.

El próximo paso que dará la comunidad educativa será presentar acciones legales. “Vamos a ir a la Justicia, a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, vamos a pedir una entrevista con Rodríguez Larreta para que se avenga a derecho y garantice no la restitución, sino la continuidad de Raquel Papalardo en el establecimiento”, dijo López.

La comunidad educativa organizó el lunes último al mediodía un abrazo a la institución para exigir la reincorporación de su rectora.

Silvina Hermosa, presidenta de la Asociación Cooperadora del Colegio Mariano Acosta y madre de un alumno, leyó una carta que Raquel escribió para el abrazo. Según las palabras de la rectora, que desea jubilarse en ejercicio, el mismo Ministerio que hoy la deja cesante, es el que este año, mediante una resolución interna, le prorrogó su cargo hasta el 31 de diciembre del 2017, con el incremento de horas a desempeñar en el Mariano Acosta. “Por ello permanecí en la escuela entre 10 y 12 horas diarias, todos saben de mi pertenencia y compromiso con la visión pedagógica y formadora de ésta escuela. Lo público no da lugar a trenzas ni oportunidades fáciles para conseguir cargos, lo público y educativo se construye artesanalmente y día a día, no cumpliendo solo un horario. Todos saben que durante mi gestión se regularizó el funcionamiento administrativo y nunca tuve sumario ni irregularidades en ninguna gestión política. En lo pedagógico se ampliaron los proyectos educativos. Seguramente no todo es elogiable, pero en cada acción que llevo a cabo, sea con el personal docente, no docente, con los estudiantes o con las familias, evalúo las consecuencias humanas e institucionales”, escribió Papalardo. En la carta Raquel señaló que, en dos instancias, y por concurso, tuvo la oportunidad  de desempeñar un cargo como supervisora, pero no lo aceptó porque cree en la valorización de la escuela como instancia pedagógica. “Cuando el viernes 30 de julio llegué a mi casa alrededor de las veinte horas y el portero me hizo entrega de unas fotocopias de cédulas de notificación de carácter no urgente, dejadas en el buzón por alguien, comencé a leerlas y tuve una conmoción, temí por mi salud, experimenté el miedo a perder mi trabajo, circunstancia social extendida que preocupa a todos. Inmediatamente registré la pérdida de remuneración y suspensión de la obra social. El Ministerio de Educación ha decidido comunicar de este modo y hacer uso ciego de un procedimiento administrativo, pero sinceramente creo que me cesan, porque soy referente de la defensa de los estudiantes, de la escuela pública y de la demanda de los docentes”, relató Papalardo. Según la rectora se observan errores en la resolución de la Ministra cuando dice que Papalardo estaba de licencia el 22 de mayo, ya que se reintegró el 17 de abril a sus tareas habituales después de una fractura. Además, Papalardo denunció la forma en que fue notificada y dijo: “Existen medios habituales de comunicación mediados por la secretaría, pero eligieron esta modalidad, un camino de torpeza gerencial, un camino que pone a todos los niveles de decisión humanamente oscuros. Por ello puede ser entendido como persecución personal. Esto se conecta con una política educativa más amplia, hay prácticas de amenaza ante demandas docentes, se los desprestigia, arremetiendo con discursos de ineficiencia para instalar la idea de la educación como un gasto, sustituyen los expertos locales por consultoras externas. En estas circunstancias han decidido unilateralmente que yo no pertenezca más a ninguna escuela de la Ciudad, en términos de cese administrativo, sin siquiera esperar a que se haga la consulta correspondiente a un trámite en curso”.

En la carta Raquel también expresó sus deseos de jubilarse estando en la escuela, esperando su último día de trabajo al frente de ella y por eso solicitó su continuidad. El discurso de la directora finalizó con una dedicatoria: “A los funcionarios que han roto el clima de bienestar que sostiene el normal desarrollo de maestros, profesores, alumnos y de las familias del colegio Mariano Acosta desequilibrando el proceso educativo, mínimo para el derecho a la educación. No vamos a bajar los brazos, haremos todo lo que tengamos que hacer, no se puede destruir lo que se hizo durante toda una  vida”. Silvina Hermosa agregó: “Desde la Asociación Cooperadora y desde nuestro lugar como padres pedimos la continuidad de la rectora, porque trabajamos en conjunto con ella todos los proyectos educativos y las necesidades que tiene esta institución. A veces nos íbamos a las nueve de la noche de las reuniones y Raquel seguía trabajando y atendiendo las necesidades de esta comunidad educativa”.

Los estudiantes cortaron las calles Urquiza y Moreno en solidaridad con la histórica rectora y denunciaron que la supervisora los amedrentó cuanto intentaban realizar una asamblea.

Agustín Prieto, presidente del Centro de Estudiantes habló con ANCCOM de la reacción de la comunidad educativa al conocer la noticia: » El viernes a la diez de la noche nos enteramos que nuestra rectora de un día para otro había cesado su cargo y todas sus actividades. Fue desconcertante y tan impactante que generó este abrazo con más de doscientas personas, en el que no sólo participó gente de la escuela, sino vecinos del barrio de Balvanera, porque es un emblema del colegio y de toda la comuna tres por participar en los diversos espacios de la comunidad”.  Con respecto a los motivos del despido, Prieto dijo: “Están en contra de la educación pública como herramienta emancipadora, no es casualidad que esto suceda una semana después del anuncio de un paro docente. Tampoco lo es que Raquel, una de las rectoras más importantes de los colegios de la Capital Federal, con una intachable carrera de defensa a la educación pública, haya sido una de las primeras a la que le toca vivir este grado de violencia institucional por parte del Gobierno de la Ciudad y del Ministerio de Educación. Desde principio de año que los docentes vienen sufriendo sin paritarias nacional, se caen los techos de los colegios, no hay viandas ni calefacción. En este contexto no podemos dejar pasar esto, Raquel tiene que volver a ser la rectora del Acosta”.

Néstor Mascaro, profesor y representante de UTE expresó su descontento ante el despido de Papalardo y las razones por las cuales fue tomada esa decisión: “Lo que está ocurriendo es una gran vergüenza, no es una casualidad lo que estamos viendo sino otro amedrentamiento más a la educación pública por parte de este gobierno. Nadie puede creer que a Raquel la separaron del cargo por excederse en sus años para jubilarse. Se la ataca porque el Mariano Acosta levanta la bandera de la educación pública con ella como rectora hace diez años. Una década atrás la escuela se caía a pedazos, fue ella la que nos devolvió al instituto, abrió un aula museo, un archivo histórico, un teatro, una radio, y como si fuera poco también un jardín de infantes. Todo eso en una educación pública que no es la que quiere el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Pero el Mariano Acosta es una escuela a la que no se le tuerce el brazo así nomás, acá le vamos a dar pelea porque este es el comienzo de un plan de lucha para que vuelva la rectora Raquel Papalardo. Ella se va a ir por la puerta grande como lo merece una persona de sus características”.

El próximo paso que dará la comunidad educativa será presentar acciones legales. Mientras, las familias se acercaron a la movilización.

Diego Fernández, docente primario de Lengua con más de veinte años de antigüedad, dijo que la idea del abrazo fue demostrar el descontento y que hay una necesidad de movilizarse porque si no se quejan, “ellos” avanzan, refiriéndose a las autoridades del Gobierno de la Ciudad. Por un lado, Fernández repudió la forma en que se dejó cesante a la rectora: “Si los tiempos legales y administrativos para que se jubile ya se cumplieron, tampoco es la manera de que una persona de su calidad humana y con su capacidad de gestión se entere, por medio de una nota que le llegó a su casa advirtiendo que ese mismo día cesaban sus actividades. La tendrían que haber notificado que si no presentaba los papeles en tiempo y forma se le iba a dar curso al cese administrativo. Y si bien puede llegar la notificación al domicilio particular o a la escuela debe ser entregado en mano al interesado”. Por otro lado, Fernández dijo que más allá de que los tiempos legales se hubiesen cumplido resulta contradictorio reubicar a una persona y a los dos meses darle el cese. El docente reivindicó la gestión de Papalardo: “Por primera vez en muchos años los docentes del nivel primario nos hemos sentido representados, escuchados y contenidos”. Para él, esto es una persecución política e ideológica que data desde que Raquel asumió como rectora. “No se le perdona que este colegio sea participativo y abierto, que aquí hayan estado (el ex juez Eugenio) Zaffaroni, (la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo) Estela de Carlotto, (la Madre de Plaza de Mayo) Nora Morales de Cortiñas y que a los familiares de los detenidos desaparecidos de ésta institución se les haya entregado el título, en un acto que se hizo en 2013 en el que participó parte del Gabinete Nacional de ese entonces. La denuncia por el ingreso de los policías a la institución fue sólo la gota que colmó el vaso, la persecución viene de años”, dijo Fernández.

En la misma línea, Matías Zalduendo, maestro de cuarto grado de matemáticas del Acosta y secretario de derechos humanos de UTE- CETERA dijo que a Raquel la cesaron del cargo como parte de una persecución política. Zalduendo hace hincapié en que la situación ocurrió después de que la rectora denunció fuertemente el ingreso de la policía a las escuelas. Pero también cree que la represalia se debe a cuestiones anteriores: “No le perdonan que hace más de diez años viene enseñando a generaciones y generaciones que las convicciones no se dejan en la puerta de la escuela, la importancia de que nos organicemos para cambiar la realidad, que luchar tiene sentido y que las mejores clases las damos unidos en defensa de la Educación Pública”. Mariano Mango, en calidad de miembro de la Comisión Directiva del Sindicato UTE, maestro de la escuela, ex alumno del terciario de la escuela y papá de una alumna reclamó: “Nosotros creemos que fue cesada como un modo de disciplinamiento, como consecuencia de la forma en que ha luchado Raquel, sobre todo en estos últimos meses, al haber defendido a los pibes de ese intento de hacer inteligencia por parte de la Policía Federal. Exigimos la continuidad de Papalardo al frente de esta institución como rectora”.

Después de cantar el Himno Nacional argentino, se realizó un abrazo simbólico al colegio por el que alumnos, exalumnos, docentes y no docentes dieron una vuelta a la manzana del colegio con la bandera nacional cantando: “Somos de Plaza Miserere, la escuela normal, Acosta”. Luego tanto alumnos como docentes se retiraron a las aulas, ya que como dijo Eduardo López: “El mejor homenaje que le podemos hacer a Raquel es continuar enseñando”.

 

Actualizada 04/07/2017

Universitarios en marcha

Universitarios en marcha

El reclamo contra el ajuste en la educación y por la firme defensa de la universidad pública volvió a sonar con fuerza entre el Congreso y el Ministerio de Educación. Docentes, investigadores, científicos y estudiantes protagonizaron una multitudinaria marcha federal que cerró una semana de paro y acciones públicas en todas las Universidades del país. Después de tres meses de negociación paritaria fallida, los docentes universitarios agrupados en Conadu, Conadu Histórica, Fedun y Fagdut marcharon junto a todas las federaciones estudiantiles y con la adhesión de los gremios docentes nacionales Ctera y UDA. Federico Montero, secretario de Organización de Conadu, destacó la adhesión histórica a la movilización. Según los organizadores, más de 30 mil personas reclamaron por un aumento salarial del 35 por ciento y mayor presupuesto para las Universidades bajo la consigna “en defensa de la educación pública, estatal, gratuita, y laica”.

La movilización comenzó frente al Congreso, para luego dirigirse hacia el Ministerio de Educación. Allí se escucharon los primeros discursos. Los docentes rechazaron la “mercantilización” del sector  y reclamaron un freno a la precarización laboral de los profesores universitarios. “La intención del gobierno es entregar los estudios universitarios a la actividad privada”, denunció el secretario general de Conadu, Carlos De Feo.

El reclamo contra el ajuste en la educación y por la firme defensa de la universidad pública volvió a sonar con fuerza entre el Congreso y el Ministerio de Educación.

El titular de Conadu histórica, Luis Tiscornia, apuntó a la “injusticia” de los salarios universitarios. “Mientras haya una injusticia, habrá lucha”, subrayó.  

La exigencia de mayor presupuesto, comedores en las Facultades, mejoras edilicias y el boleto estudiantil y docente gratuitos completaron la lista de reclamos, junto con la inmediata reincorporación de 500 investigadores  despedidos del CONICET.

Los docentes también aprovecharon para manifestar y decir a viva voz “no al 2×1 para los genocidas”, y replicar el reclamo por la renuncia de los jueces de la Corte Suprema de Justicia que firmaron el fallo que beneficia a represores condenados por delitos de lesa humanidad.

Los tambores rimbombantes de los distintos gremios nunca pararon de sonar. “Reafirmamos el reclamo por 35 por ciento de aumento. Y también exigimos los salarios para los ad honorem, y terminar con el ajuste en ciencia y educación”, dijo Ileana Celotto, secretaria general de AGD-UBA en diálogo con ANCCOM.

Ileana Celotto, Secretaria General AGD-UBA.

Ileana Celotto, Secretaria General AGD-UBA.

Milagros, una joven estudiante de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, marchó junto a sus profesores. “La educación está sufriendo un ajuste terrible, sobre todo porque a los docentes no les otorgan el aumento de salario, se está discutiendo  por lo menos un básico de 15.000 para cubrir la canasta básica familiar, y noto que hoy el gobierno no tiene en su agenda ese aumento, de hecho no quiere siquiera discutir el tema de las paritarias”, le explicó a esta agencia. 

Además, trazó un diagnóstico sobre las nuevas dificultades que enfrentan los estudiantes. “También venimos a la marcha para exigir el boleto educativo gratuito, pero parece que el gobierno no tiene en su agenda darnos el boleto, para nosotros es fundamental dado que es una de las primeras herramientas que nos garantiza nuestra cursada, sobre todo porque ahora hay más ajuste. y los jóvenes estamos cada vez más precarizados. El salario no alcanza, muchos trabajamos en negro, ni siquiera tenemos obra social, ni tampoco nos podemos organizar en un sindicato”, razonó.

Milagros, estudiante en la Facultad de Filosofía y Letras UBA

“También venimos a la marcha para exigir el boleto educativo gratuito, pero parece que el gobierno no lo tiene en su agenda», comentó Milagros, estudiante en la Facultad de Filosofía y Letras UBA

Los carteles que poblaron la marcha sintetizaron el mensaje:  “Aumento salarial ya, en defensa de la universidad pública”, “la educación pública se defiende entre todos”, “marchamos contra el ajuste”, “sin salarios docentes, no hay educación”, “yo defiendo a la educación pública”, “abajo el ajuste de Macri y los rectores”, “boleto estudiantil para todas las universidades”, entre otros.

Mariano, estudiante de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Córdoba, reivindicó el carácter federal de la movilización. “Esta marcha educativa viene a plantearle al gobierno que no puede avanzar más sobre el ajuste, por eso marchamos hacia Plaza de Mayo. Para exigir el aumento de salario para los docentes, pedir mayor presupuesto universitario, y manifestar que estamos  en contra de la política de privatización de todas las universidades públicas en general”, explicó a ANCCOM.

El  Sindicato de Investigadores (SIDUT) y Docentes de la UTN también dijo presente. Horacio, uno de sus representantes, destacó la lucha por los becarios del CONICET y enfatizó que todas las reivindicaciones de la movilización apuntaron a “dejar en claro que hay una comunidad educativa en contra de la pretensión de privatizar a la Universidad pública”.

Por su parte Mariana, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, advirtió que la propuesta salarial del gobierno fue una “vergüenza”. Sucede que después de casi una decena de reuniones, los gremios docentes universitarios rechazaron la semana pasada la propuesta de un aumento del 18 por ciento en tres cuotas, más un 2 por ciento en concepto de jerarquización.

Y razonó: “Como estamos formando a futuros profesionales, consideramos que debemos contar con recursos para investigar y dar clases dignamente, y para ello hay que tener buenos salarios e  infraestructura”.

Un sector de Conadu Histórica y la FUBA llegaron con el reclamo hasta la Plaza de Mayo. “Universidad de los trabajadores, y al que no le guste, se jode, se jode”, cantaron a coro docentes y estudiantes. De fondo se escuchaba, una vez más, “La Marcha de la bronca”.

Lucía , estudiante en la Universidad Nacional de Moreno.

Lucía , estudiante en la Universidad Nacional de Moreno.

 

los docentes junto ala bandera que dice aumento salarial ya, en  defensa de la universidad pública.

Los docentes rechazaron la “mercantilización” del sector y reclamaron un freno a la precarización laboral de los profesores universitarios.

 

Actualizada 17/05/2017

Lecciones a punta de pistola

Lecciones a punta de pistola

Un oficial armado ingresó en la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas N°2 Mariano Acosta, en el barrio porteño de Balvanera, el jueves último. El hecho provocó el temor y la preocupación de los padres y docentes del colegio, pero también el repudio de amplios sectores de la sociedad que ven, en esta y en otras acciones, el hostigamiento a los trabajadores docentes y a los estudiantes que reclaman por sus derechos.

La comunidad educativa del Mariano Acosta presentó una denuncia ante la Asesoría Tutelar del Menor, a cargo del fiscal Gustavo Moreno, para que se investigue a los uniformados de la Policía de la Ciudad que formaron parte en la intimidación y amedrentamiento de los alumnos. Además el viernes, en una asamblea, los padres y docentes de la escuela decidieron presentar una acusación en la Procuraduría Contra la Violencia Institucional  (PROCUVIN) y planean presentar una nota firmada por los responsables de los menores al ministerio de Seguridad de la CABA para exigir una explicación por haber enviado agentes al instituto. Raquel Papalardo, rectora del Mariano Acosta, destacó la sensibilidad de la comunidad educativa en diálogo con ANCCOM: “En esta escuela hubo sesenta y cinco desaparecidos por la dictadura y hoy estamos preocupados. La situación es muy compleja, no recuerdo una democracia como ésta. Este proyecto de país que proponen no cierra sino es con represión, porque si la gente tiene hambre, no tiene acceso a la salud, al trabajo y a la educación va a salir a protestar para defender sus derechos”. Por su parte, Alina Conde, madre de un estudiante de la escuela, presente en la asamblea del viernes advirtió: “No es la primera vez que pasa. El 23 de marzo algunos alumnos estaban haciendo banderas y la policía estaba en la vereda del colegio observándolos. En la zona hay robos casi todos los meses y ellos no aparecen, pero para vigilar a los chicos sí”.

La preocupación de docentes y padres se extiende a los estudiantes, que también se organizan para defender la educación pública. Agustín Prieto, presidente del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta, sumó a lo ocurrido en su escuela otros hechos: “En la Técnica Número 27 ocurrió la misma situación. Se acercaron policías diciendo que había una marcha y entraron al edificio”. Recordó además un hecho aún más grave ocurrido en la escuela de música Juan Pedro Esnaola. “Requisaron a un chico de 17 años a la salida de una reunión. Le pidieron el documento, abrieron su mochila, inspeccionaron la funda de la guitarra, le sacaron fotos -siendo menor de edad- y sin darle ninguna explicación. El chico quiso llamar a su mamá y no lo dejaron, retuvieron su celular. Después de revisarlo dos veces lo dejaron ir”, describió Agustín.

Raquel Papalardo, rectora del Mariano Acosta: «Me pidieron que cerráramos las puertas de la escuela a lo que me negué».

La lista de intimidaciones a las escuela comprende también a los estudiantes del Carlos Pellegrini: el mismo día que se inauguró la Escuela Itinerante realizaron una clase pública en la puerta del establecimiento en solidaridad con los docentes reprimidos en Congreso. Desde la vereda de enfrente, ocho policías miraban atentamente todo lo que pasaba.

No parece casual las intimidaciones policiales durante las actividades solidarias de los estudiantes con los docentes en su lucha por el llamado a paritarias nacionales. El 17 de abril a las 18.12, el director de Escuelas Primarias de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo Bruno, envió un mail a los inspectores escolares para que adviertan a los directores de las escuelas que las actividades vinculadas a la realidad social “tengan en claro cuáles son los objetivos pedagógicos dejándolos plasmados por escrito en una secuencia de actividades encuadradas en los lineamientos curriculares del Área Formación Ética y Ciudadana y respondiendo al proyecto institucional”.

El viernes por la tarde, en un acto realizado en la Escuela Itinerante para repudiar los hechos del Mariano Acosta, el Secretario General del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, se refirió a la situación: “Este gobierno está desconociendo lo que son los derechos básicos de los trabajadores: tener una paritaria para discutir tanto mejoras salariales como mejoras en las condiciones laborales. Es un gobierno que asumió por el voto del pueblo pero que está tomando un cariz autoritario”. Además expresó que  con la represión en la escuela Itinerante, en la Universidad de Jujuy y con la entrada de la policía al Mariano Acosta se manifiesta el deterioro de la democracia: “Lamentablemente es una situación compleja en el que los trabajadores tenemos que seguir luchando por hacer valer nuestros derechos”.

En las puertas del Mariano Acosta, hay claros mensajes de preocupación de los alumnos y directivos por el hostigamiento policial.

El episodio del Mariano Acosta

Raquel Papalardo, rectora del Mariano Acosta, relató a ANCCOM lo sucedido el jueves en su escuela: “En el marco de los reclamos por las paritarias docentes los alumnos que conforman el Centro de Estudiantes nos pidieron realizar clases públicas en una plaza. Nos negamos porque nos pareció peligroso y decidimos hacerla en el patio”. Fue así que el jueves 20 de abril, a las 10 de la mañana, antes de comenzar la clase, le informaron a la vicedirectora, Viviana Fernández, que cuatro uniformados estaban frente al colegio. Fernández se acercó para preguntar qué hacían ahí y le respondieron que les habían dicho que habría una movilización.  Ella respondió que solo se realizaría una clase pública en el patio de la escuela y los policías insistieron con que tenían que permanecer por si decidían cortar la calle. Entonces les consultó de dónde venían y contestaron: “del Comando”. Quince minutos más tarde llegó Raquel Papalardo, quien recibió la misma información por parte de los oficiales, a la que se sumaron algunas amenazas: “Yo les hice las mismas preguntas. Me contestaron socarronamente que tenían una orden de captura para mí. Les dije: ´Acá me tienen´. Después me aclararon que les habían informado que se haría una marcha. Agregaron que si queríamos podían cortar un árbol y prenderlo fuego para cortar la calle. Negué que hubiese una marcha planeada y ellos sostuvieron que tal vez los chicos se podrían desbordar y cortar la calle. Me pidieron que cerráramos las puertas de la escuela a lo que me negué. Cuándo interrogué sobre su procedencia me dijeron que venían de Operaciones”.

Raquel describe que las clases públicas se llevaron a cabo con tranquilidad, puertas adentro de la institución, entre las 12.15 y las 13.15, pero que más tarde ocurrió otro hecho alarmante: “A las 14.30 yo estaba almorzando en la Secretaría y un policía se presentó en los pasillos. Lo vi y le pregunté qué hacía en la escuela y quién lo había enviado. Entonces respondió que era de la comisaría séptima -a nosotros nos corresponde la octava- y que lo habían mandado porque había una marcha y tenía que saber si íbamos a cortar la calle. Al lado de él se encontraba un profesor de Historia quién me advirtió que estaba armado y empezó a pedirle al oficial que se retirara, porque no podía entrar armado a una institución educativa si no tenía una orden judicial. Entonces, se excusó diciendo que estaba cumpliendo con su labor”, relató Raquel consternada.

En la asamblea  del Mariano Acosta el presidente del Centro de Estudiantes, Agustín Prieto, manifestó su preocupación: “Cuál es el límite, hasta dónde quieren llegar. No queremos esperar a que desaparezca un chico de nuestra escuela y no sepamos donde está. Somos pibas y pibes de entre 13 y 18 años, no el aparato represor del Estado. No tenemos armas, tenemos lápices y hojas. La palabra es nuestra única arma y la vamos a seguir usando para que deje de pasar esto”.

El repudio

“Bajen las armas, aquí solo hay chicos y chicas estudiando”, se leía en los carteles que sostenían los oradores de la asamblea que reunió a los docentes, directivos y estudiantes del Mariano Acosta como así también a representantes de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) y maestros de la Escuela Itinerante frente al Congreso el viernes último, luego de conocerse los hechos ocurridos en el colegio. Allí no sólo se debatió lo acontecido en Balvanera sino que se recordó que la semana anterior en Jujuy dos alumnos, Ignacio García y Joaquín Quispe presidente del Centro de Estudiantes- fueron detenidos ilegalmente en la Universidad Ciencias Agrarias por la policía provincial.

Francisco Reydó, representante de CTERA, también opinó: “Lo que pasó en el Mariano Acosta es otra forma de intimidación a la educación pública como lo que ocurrió el jueves cuando se presentaron los empleados bancarios a manifestar su apoyo a la Escuela Itinerante y hubo un cordón policial de Infantería, en clara actitud de provocación e intimidación a una actividad conjunta de educadores y gremialistas. Creo que esto es muy peligroso porque quieren instalar una situación de normalidad y no es natural que eso suceda”. Por su parte, Agustín Prieto, presidente del Centro de Estudiantes del Mariano Acosta advirtió sobre lo ocurrido en su escuela: “Supuestamente un vecino llamó a los oficiales. Pero viendo lo que pasó en distintas instituciones del barrio solo me queda pensar que los vecinos se están coordinando mucho o son los policías los que lo están haciendo para amedrentar e intimidar a la comunidad educativa”.

La policía, la noche de la represión a la protesta social, durante el armado de la carpa itinerante de los docentes.

Reydó expresó que no es aceptable que en un período democrático estén sucediendo estas cosas y advirtió: “Entendemos que disciplinar y condicionar a los trabajadores docentes hoy es condicionar y disciplinar al conjunto de los trabajadores de nuestro país”. En la misma línea, Marcelo Guagliardo, otro maestro de la Escuela Itinerante, declaró: “Nosotros tenemos mucha preocupación; por eso estamos movilizados desde antes que iniciaran las clases, porque veíamos que estábamos frente a un gobierno que se había corrido de sus corresponsabilidades en el sostenimiento de la educación pública. Y utiliza a las fuerzas policiales para reprimir las protestas sociales. Vemos que hay un retroceso a un tiempo que mucho nos costó superar. Las políticas de ajuste no se sostienen si no es con un aparato represivo fuertemente preparado por el Estado. Esto se puede observar en la compra millonaria de armas por parte del gobierno de Macri, debido a que la única hipótesis de conflicto que encontramos en la Argentina es el conflicto interno por la agudización de la crisis social”.

 

Actualizada 25/04/2017